-Voy a tener que dar mis respetos a quien se encarga de mimar tanto a mi Baby Bird porque lo ha estado haciendo muy bien.-Cambió el tema, evitando llegar a un terreno poco conveniente para él, mientras desviaba ligeramente la mirada hacia el exterior a través del vitral, recargando la barbilla sobre el dorso de su mano. Era cierto que últimamente no había tenido mucho apetito pero lo que menos quería era empezar a escuchar sermones.-Además parece una chica…-Dudó un poco en el adjetivo. Hubiera dicho “bonita” pero no se lo parecía realmente.-…interesante.

-¿A qué te refieres Hyung?-Inquirió evidentemente confundido.

-No me mal entiendas Jinnie. Es que solo la he visto a lo lejos una vez…

-¿Qué la has visto? ¿A quién? ¿De qué estás hablando?

-De tu novia. La chica con la que sales.

-Pero si es Andy con quien salgo.-Las palabras simplemente salieron de sus labios sin pensar mientras arqueaba la ceja.-Hyung Andy y yo somos amantes.-Terminó por explicar ante la expresión en blanco del mayor, quien continuaba sorbiendo lentamente a través de la pajilla.

Hyesung estuvo a punto de ahogarse con su bebida al escuchar lo último. El joven mesero se acercó prontamente.

-¿Está todo bien?-Jinnie le agradeció con un ademán. Indicándole que todo estaba bien, que podía retirarse. El joven atendió a la petición del Baby Bird.

El mayor se limpiaba con la servilleta. El rostro ardiendo en un sutil rubor avergonzado. Evitando la mirada de Choong Jae mientras se volví loco repitiéndose la confesión que acababa de escuchar.

-¿Andy? ¿Lee Sunho? ¿Nuestro Lee Sunho?-Se atrevió a preguntar casi en un susurro, echando un vistazo a los alrededores, asegurándose de que los escasos clientes en la tienda no se mostraran curiosos después de la escenita que acababa de protagonizar.

-Sí, exactamente ese Lee Sunho.

-¿Qué? ¿Cómo? ¿Desde cuándo?-Junjin solo pudo reír ante la expresión de incredulidad de su Hyung.

-Bueno, hemos cumplido cien días hace poco.-Sonrió tímidamente al mismo tiempo en que ladeaba la cabeza sobre su hombro derecho.

-No puedo creerlo.-Masculló el mayor llevándose una mano a la cabeza, que empezaba a darle vueltas. La noticia le había caído como balde de agua fría. ¿Desde cuándo estaba tan absorto en sí mismo como para ignorar lo que ocurría ante sus ojos?

-¿Estás bien Hyung? ¿Necesitas un poco de aire fresco? ¿Quieres que vayamos a otro lugar?

-No Jinnie. Estaré bien, sólo dame un momento.-Volvió a sorber por su pajilla, esperando que el dulzor helado en su boca le ayude a enfriar su cerebro. La mirada nuevamente perdida en el despejado cielo tras el claro cristal frente a él.

El menor se levantó de la mesa en dirección al servicio, dejando a su Hyung solo con sus pensamientos.

¿Cómo pudiste? No, mejor dicho ¿Cómo pudieron ser tan egoístas?

¿Se dan cuenta que esto nos puede llevar a la ruina? ¡A todos!

¿Acaso no les importa?

Independientemente de lo que puedas decirme, con el tiempo va a terminar por salírseles de las manos. ¡Sólo es cuestión de tiempo y esto no es un juego!

¿Qué van a hacer cuando tengan que hacerlo público? O peor aún, ¿Si los evidencian antes? ¿Crees que serán aceptados así de fácil?

Y si por otra parte solo les dura un rato ¿Qué va a pasar con el trabajo? Nunca se es lo suficientemente maduro una vez que has dejado que los sentimientos te dominen.

¿En realidad crees que pueden hacerlo? ¡No me hagas reír!

Algo estaba hirviendo dentro de él. Un sabor amargo subió hasta su boca, produciendo incluso una sensación nauseabunda.

El miedo. Sus propios miedos habían surgido desde lo más profundo. Podía sentirlo retumbar escandalosamente en su cabeza. Tratando de tomar el control una vez más y levantar ese escudo que promete ahorrarle todo el dolor que otros le puedan causar a corto, mediano y largo plazo, pero que al mismo tiempo no es capaz de protegerlo de sí mismo.

Solo necesitaba dejarlo salir. Estallar y montar todo un drama allí mismo.

No, no puedes hacerle esto.

Otra voz en su interior intentaba disipar los negros nubarrones cegando su razón. Se vio obligado a voltear cuando, por el rabillo del ojo, puedo reconocer la figura de Junjin viniendo de regreso.

El joven mesero que antes los había atendido casi se estampa contra él mientras, terminando de limpiar una de las mesas que acababa de ser desocupada, intentaba regresar tras la barra con un par de charolas en las manos. Choong Jae lo tomó por los hombros, evitando la colisión, cuando este retrocedía descuidadamente, alejándose de la mesa.

-Ten más cuidado.-Hyesung pudo leer claramente las palabras en los labios del menor, quien terminó ayudando al chico.

Ya está hecho.

No puedes hacer nada y, aunque pudieras, no es de tu incumbencia.

No tienes derecho a empañar su felicidad solo porque a ti te ha faltado el valor para estar con la persona que amas.

¿Qué es por su bien? ¿Por el bien de todos? ¿Hasta cuándo vas a seguir sosteniendo esa farsa?

Dolió enfrentarse a sí mismo de esa forma. Mirarse de frente y asestar aquel golpe. Dolió porque era la verdad que tanto tiempo pretendió ignorar.

Basta con mirar ese brillo en sus ojos para saber que es real, puedes sentirlo.

¿Quieres que viva como tú frustrado y miserable?

-No. Él no…-Balbuceó inconscientemente. Con los ojos cristalizados en lágrimas, mientras algo dentro de él terminaba por resquebrajarse inevitablemente.

-¿Qué pasa Hyung? ¿De verdad estas bien?-Junjin interrumpió sus pensamientos, sentándose frente a él.

Hyesung volvió el rostro instintivamente al escuchar que lo llamaban. La lágrima que escurrió por su mejilla a causa del movimiento no pasó desapercibida ante los ojos de su acompañante, quien se quedó mudo ante aquella imagen. Sintiéndose odiosamente culpable.

-No tienes por qué preocuparte.- Se apresuró a secar las lágrimas, levantando ligeramente las oscuras gafas cubriendo sus ojos con una sonrisa nerviosa.-Creo que me emocioné demasiado.-Alcanzó su mano por sobre la mesa, dejando un ligero apretón de confort. Pretendía relajar la expresión de desasosiego del hombre frente a él.-Estoy bien, de verdad. Volvió a sonreír, echándose hacia atrás sobre la silla. Terminando de un sorbo su bebida ante la mirada inquisidora del menor.

-Cuéntame,- Dejó el vaso en la mesa.-Quiero saberlo todo. Estoy muy curioso.

Poco a poco los gestos del menor se fueron relajando hasta plasmar una tímida sonrisa.

…

-Yo…no sé si debería decirte esto Hyung, pero es que necesito hablarlo con alguien…-Andy retomó la palabra después de un grato silencio en el que terminaron de degustar los platillos que habían ordenado.

-Adelante Andy.-Bebió un poco de agua antes de continuar.-Puedes decirme lo que quieras. A menos que no le tengas confianza a tu Hyung.-Hizo un puchero, fingiéndose ofendido por la indecisión del menor.

-No es eso Hyung…-Rio un poco.- Lo que pasa es que Choong Jae ha tenido algunas actitudes que me han hecho desconfiar de él.

-¿A qué te refieres?-Lo miró inquisitivo y este solo pudo bajar la vista, evidenciando los pensamientos que había estado tratando de ahuyentar de su cabeza y que no se atrevía a pronunciar.-No estarás queriendo decir que…-Estuvo a punto de reír debido a lo absurdo que le parecía aquella simple insinuación, pero se contuvo al notar la ligera cristalización en las pupilas del maknae, quien se tocaba nerviosamente la nariz una y otra vez. Se trataba de un asunto serio.

-¿Cómo puedes pensar una cosa así Andy?-Acercándose más a él, tomó su mano para reconfortarlo.-Estamos hablando de Park Choong Jae ¿Lo olvidas? El no sería capaz de una cosa así.-Acarició su fino cabello.

-Eso es lo que me he repetido una y otra vez pero…-Tomó aire lentamente.-Él ha estado actuando tan sospechoso.-Demoró un par de segundos en encontrar las palabras correctas.-Algunas veces, cuando suena el móvil, mira la pantalla para ver de quien se trata, echa un vistazo a su alrededor antes de contestar. Si yo estoy cerca, se aclara la garganta, contesta prácticamente en un susurro y se aleja hasta estar seguro de que no puedo escuchar. ¡Una vez incluso se encerró en el baño!

-Sí, sí. Yo sé que me vas a decir que eso no prueba nada.-trató de reír adivinando los pensamientos de su Hyung con tan solo una mirada.-Pero revisé su agenda…No es lo que piensas Hyung, dame un minuto.-Minwoo estuvo a punto de decir algo pero Andy se anticipó un vez más.-Revisé su agenda para poder planear un viaje juntos por nuestro aniversario. Quería que fuera un sorpresa, así que no le dije nada y simplemente lo hice.-Hizo una breve pausa.-Ha estado citándose con una mujer en repetidas ocasiones en bares y restaurantes bastante privados…Sinceramente ya no sé qué pensar…

-¡Ay Andy!-Dijo en un suspiro el hombre más pequeño.-Muy probablemente se trate de un mal entendido ¿Por qué no hablas con él directamente? Así dejas de hacerte ideas y te enteras de la verdad.

-No creas que no lo he pensado Hyung. Sabes que yo no suelo ser así, que prefiero ir directamente al grano. Es solo que esta vez…creo que tengo miedo.-Se encogió de hombros.-Tengo miedo de odiar a Choong Jae.

…

-¡Qué día!- Pensaba Junjin dejando escapar un suspiro. Acomodado en el asiento trasero de un taxi, mientras echaba un vistazo a la ciudad.

Justo ahora se encontraba regresando a casa. Estaba cansado y le hubiera encantado tumbarse en su cama, abrazarse fuertemente de Andy y dormir por lo menos doce horas seguidas.

-Espero que Andy no esté molesto…-Habló para sí mismo una vez descendió del coche y se dirigió a la entrada del edificio en donde residía.

Estaba un poco preocupada, algo parecido a un mal presentimiento palpitaba dentro de él. Le había dicho al maknae, quien se estaba quedando con regularidad en su casa, que cenarían juntos.

La verdad es que cuando se enteró que este iba a salir con Minwoo, se sintió un poco molesto. Estaba pensando en quedarse con él todo el día, salir a algún lugar, tal vez el parque de diversiones estaría bien. Aprovechando que el compromiso que tenía al atardecer fue cancelado repentinamente. En realidad no tenía un plan. Se suponía que fuera algo espontaneo. Sorpresivo para ambos.

Parece que Minbong fue más rápido que él y Andy, ignorante de las intenciones de Jinnie, aceptó la invitación en cuanto este le llamó.

Así fue como empezaron a cambiar los planes y terminó por invitar a Hyesung a salir.

Sacudió la cabeza de lado a lado, alejando los malos presagios mientras tecleaba en la cerradura. La puerta se abrió.

Las luces estaban apagadas. El destello de la pantalla en la sala era lo único que, en su intermitencia, iluminaba la estancia.

Dejó el bolso, los zapatos y la chaqueta en el recibidor. Respiró profundamente un par de veces.

Andy estaba tumbado en el sillón con las piernas encogidas, mirando fijamente a la pantalla, como si no hubiera escuchado que el dueño del departamento acababa de entrar.

Junjin se sentó a su lado era evidente que estaba molesto.

-“¿Déjà vu?”- Pensó soltando un pesado suspiro.

*Flashback*

-¿Me estás diciendo que van hasta allá  y van a regresar en menos de un día?-Andy lo miró interrogante por encima del respaldo del sofá mientras el mayor terminaba de preparar su mochila para salir.

Era muy temprano. Andy terminó levantándose de la cama justo después de que Choong Jae lo hiciera. No entendía lo que, a sus ojos, parecía ser un arrebato del mayor.

-Tampoco es como si fuera algo imposible.-Respondió Junjin yendo de un lado al otro, buscando y seleccionando algunas prendas.

-No digo que sea imposible pero seguramente ve a resultar agotador. ¿Por qué no van a un lugar más cercano? O, puedes invitarlo a comer aprovechando que yo no voy a estar.

-Necesita distraerse. Dejar todo de lado por un momento. Pienso que va a disfrutar de este pequeño viaje. Además estamos en pleno verano, sería una lástima desperdiciar una oportunidad así.

Andy frunció los labios al tiempo en que encendía el televisor.

-¿Quieres que les prepare algo para comer?-Preguntó cambiando los canales desganadamente. Todo aquello le parecía muy extraño

Discretamente, por el rabillo del ojo, ponía especial atención a todo lo que el mayor metía y sacaba de la mochila.

-¡Oh! No te preocupes Andy, ya compraremos algo. ¿Por qué no regresas a la cama y descansas un rato más?

-Se me quitó el sueño.-El gélido tono del menor advirtió a Junjin de que algo iba mal. ¿Habría sido algo que dijo?

-No es que no quiera que me hagas de comer. Ya sabes que amo tu comida.-Se apresuró a explicar sus palabras. Acercándose rápidamente.-Solo que ya es tarde.-Se interpuso entre el maknae y el televisor.-Le dije a Hyung que pasaría a recogerlo a las siete y ya sabes que odia que lo hagan esperar.-El semblante inexpresivo y la mirada penetrante denotaban la molestia de Andy.

-No te pongas así amor.-sujetó gentilmente su barbilla.-Regresare a cenar contigo ¿Te parece? Así podemos tener un poco de tiempo para nosotros.-Rozó sus labios con delicadeza.

-Sí, como sea…-No rechazó el contacto, en cambió utilizó cierto aire de resignación.

Ya estaba listo para salir.

-Me voy Andy. Nos vemos en la noche.- Dijo a manera de despedida mientras se calzaba las zapatillas.

El maknae se levantó de su asiento frente al televisor. Yendo hasta la puerta.

-Cuídate mucho por favor.-Lo abrazó por la espalda, colocando la barbilla en su hombro.

Junjin se giró para besarlo en la frente, haciendo a un lado su alborotado cabello matutino. Andy, por su parte, buscó los gruesos labios del mayor, en los cuales posó los propios.

Con movimientos completamente coordinados, aquel beso iba ganando intensidad. El aliento comenzaba a serles escaso.

-Se te va a hacer tarde si no te vas ahora.-Dijo el menor, casi en una exhalación, separándose escasamente mientras palpaba el amplio pecho.

-Eres un verdadero demonio Lee Sunho.-Dejó un último beso sobre sus labios.-Sabes que podría quedarme a tu lado todo el día.- Andy sonrió triunfal, recobrando toda su confianza en un instante.

-Nos vemos en la noche. Te espero a cenar.

*Fin del flashback*

Abrió la boca en repetidas ocasiones pretendiendo decir algo, pero cambiaba de parecer enseguida.

Se sentía como en una especie de pesadilla o en la escena de una mala película de terror. Honestamente Andy podía llegar a ser realmente aterrador cuando se enojaba.

-Lo siento.-Se atrevió por fin a hablar en débil voz, mirándolo apenas de reojo.

-¿Por qué?-Respondió casi por obligación sin despegar la vista de la pantalla.

-Has estado despierto hasta estas horas esperándome…

-No es por eso que estoy despierto.-Bajó los pies del sillón, sentándose al filo de este.-Es que me enganché a este drama y como no pude verlo más temprano, estoy viendo la repetición.- ¿A quién quería engañar? Si incluso había sufrido un ataque de ansiedad por culpa del mayor.

Ni siquiera había podido cerrar los ojos una vez que se fue a la cama, harto de esperar, alrededor de los primeros minutos de la media noche. Terminó pegado al televisor, sin poder dejar de llevarse la fresca sandía, que habían comprado el día anterior, a la boca. Rebanada a rebanada, aproximadamente tres kilos de la deliciosa fruta fueron ingeridos por el estresado y paranoico maknae. Logrando distraer su mente un poco de los oscuros pensamientos que la amenazaban.

La creciente densidad en la atmosfera fue interrumpida cuando, en medio de los créditos, el menor apagó la pantalla. El silencio se hizo aplastante.

-¿Hay algo de lo que quieras hablarme? ¿Hay algo que yo deba saber?-Preguntó directamente mirando de manera penetrante.

-¿A qué te refieres Andy?