Capítulo vigésimo noveno. De lo que más me arrepiento.

Última brisa de verano. By: V.I.C.

De verdad lamento no poder actualizar de inmediato, cada vez es más difícil encontrar tiempo para escribir (Ultimamente lo hago en el transporte público :c ) Este capítulo fue particularmente dificil de editar (cambié cada escena un centenar de veces), había demasiadas cosas que quería poner... Finalmente quedó de esta forma...

A menudo me pregunto si logro darme a entender, es que tengo tantas ideas que hasta yo me confundo, como sea...

Espero que lo disfruten...

Gracias por leer :D

-Estas cosas pasan todo el tiempo Wannie. Así es la vida. No puedes darte por vencido sólo porque las cosas van mal de vez en cuando. Hay mucha gente que te ama y para los que eres importante. Yo por ejemplo, no podría imaginarme la vida sin ti.-El black Hole buscó la mirada de Minwoo tras estas palabras. Había en sus ojos una cálida sonrisa. –Piensa que las cosas siempre pasan por algo. Tal vez no era su destino estar juntos.

-¿Por qué estás aquí Minwoo?- Sus ojos volvieron a humedecerse. El mayor se quedó bastante descolocado ante la reacción de Dongwan -¿Por qué el destino te pone una y otra vez en mi camino? ¿Por qué nunca estuviste cuando más te necesite?- Exclamó en un sollozo que derrumbó por completo las defensas de Minwoo.

Mantuvieron sus miradas conectadas por unos  minutos.

Los ojos de Minwoo se cristalizaron. Por miedo a que se le quebrara la voz, fue incapaz de articular las palabras que tenía en mente. -“Lo siento.”- Tampoco pudo salir de su consternación para evitar que Dongwan vertiera un poco de alcohol en su copa y lo llevara de golpe hasta sus labios.

-¿Por qué has actuado tan extraño últimamente? Me confundes. Cada vez que te muestras tan atento, tan preocupado por mí, se siente extraño. Es como si hubiera algo detrás. Tus ojos me lo dicen.-Limpió sus lágrimas, su nariz y se tomó otra copa. –Te conozco tanto como tú a mí.

-Aquella vez, en el departamento de Eric, te escuché sin querer mientras hablabas con Andy en la cocina.-Tardó un segundo, que pareció eterno, en responder. Habló después de aclararse la garganta.

-Así que era eso.-Rio. Sus carcajadas sonaron estridentes y violentas.               -¿Sientes compasión por mí y por eso me tiendes la mano? Piensas limpiar tus culpas rescatándome del fango en el que ahora estoy hundido.- Se puso de pie. Estaba algo mareado. Trastabilló antes de dar un paso. Empezó a tomar sus pertenencias.

Ni siquiera sabía el motivo por el cual se había enojado en ese momento. Solo sabía que su sangre estaba ardiendo y sentía la vena de la sien palpitando con una estridencia insoportable entre el cráneo y la piel. Reflexionándolo más tarde, había algo que secretamente esperaba escuchar. Algo que Había anhelado por mucho tiempo y que hubiera sido perfecto en ese momento.

-No Wannie, escucha…

-¡No! ¡Olvídalo! ¡Ya escuché demasiado! ¡No necesito que intentes rehabilitar mi destrozado corazón! ¡No necesito que te hagas el bueno! ¡¿Entiendes!?

-Espera Wannie.-Minwoo suplicó intentando tomar su mano.- No es así…- Sin embargo fue rechazado con rudeza.

-¡Ah! ¿No? Entonces ¿Qué es?-Minwoo no pudo responder al encontrarse con la mirada furiosa con que ahora era atacado. - Como siempre todo tiene que tratarse de ti. Tienes un ego muy grande Minwoo.- Lanzó una última sentencia antes de intentar salir.

Minwoo arrebató el bolso del Black Hole botándolo al suelo. Después lo arrastro hacia adentro de la sala, sujetándolo con fuerza.

– ¡No es lástima lo que siento idiota! ¡Deberías saberlo mejor que nadie!

Donwgan luchó ferozmente, negándose a escuchar, sin embargo fue incapaz de liberarse. En cambio, terminó siendo tumbado en el sillón más cercano, en donde intentó liberarse en vano.

-“¡Mierda! Debo estar realmente ebrio”- Pensó rindiéndose con ácida expresión. No recordaba una sola ocasión en que, en el pasado, Minwoo pudiera vencerlo en fuerza y menos con tanta facilidad.

El aspecto del Mayor parecía realmente feroz. Sus pequeños ojos lanzaban fuego. De repente Dongwan se sintió profundamente intimidado. Tragó saliva discretamente y desvió la mirada. Sintiendo sus mejillas arder, tal vez a causa del alcohol, tal vez a causa de su actual posición, en la que su cuerpo estaba siendo inmovilizado por completo.

-Nunca he dejado de sentirme culpable por nuestro fracaso, En eso tienes razón. Sin embargo Aquellas palabras que compartiste con Andy me dolieron mucho. Dolió porque, a pesar de que yo lo sabía, tú nunca me decías nada. Nunca me hiciste un solo reproche, ni me dijiste lo solo que te sentías a mi lado. Ni antes, ni ahora. Tú no me dices las cosas, yo me hago el ciego. Fingimos que todo va bien. Que nada pasó. Ponemos nuestra mejor sonrisa de cara al aparador mientras nos desgastamos por dentro. Parece que hay cosas que no cambian a final de cuentas…

El calor del cuerpo sobre él, un calor del que su piel aún tenía vívidos recuerdos, le causó una confortable sensación de somnolencia. Sus músculos se relajaron por completo haciéndolo sentir indefenso ante el hombre sobre él.

Minwoo dejó de ejercer presión. Bajó cuidadosamente de él, ya no había razón para continuar en esa posición. Tomó asiento a su lado, al filo del asiento.

-Este ego tan grande que tengo,-Continuó hablando, ahora, con más tranquilidad.-Lo abandoné por ti. Así de importante eres para mí Kim Dongwan.- Le dio una mirada cristalizada por encima del hombro. –Aquella vez me esforcé mucho para compensarte por haber cancelado en nuestras vacaciones de aniversario. Quería darte una sorpresa. Pensé que estarías feliz de verme. Pero no fue así. Desde que aparecí en la habitación de aquel hotel en donde te hospedabas, me hiciste sentir que no había lugar para mí ahí. Que salía sobrando. Que había sido inoportuno, estúpidamente inoportuno.- Una sonrisa amarga se formó en sus labios.- No te dije nada entonces porque sentí que de alguna forma me lo merecía. Tantas veces te hice esperar que no tenía derecho a pedirte que dejaras de hacer tus cosas por mí,  que olvidaras a tus amigos y te quedaras, aunque fuera solo por un día, conmigo.

*Flashback*

-Qué bueno que llegaste Wannie. No quería irme sin despedirme.- Sonrió mientras terminaba de acomodar algunas cosas en su bolso para el viaje de regreso.

-¿Regresas a Corea? ¿Y tus cosas?-Inquirió Dongwan, tomando asiento desenfadadamente en una de las sillas que se encontraban en la habitación y notando la ausencia de las maletas del otro que, hasta hace unas horas, permanecían en el recibidor.

-Ya las mandé a la recepción. Creo que fue un error haber venido sin consultarte.- Intentó disimular la amargura en su rostro con una sonrisa de ojos.

Un silencio lapidario se apoderó de la habitación. Ambos hombres parecían tener una y mil cosas por decir. Sin embargo, ninguno se atrevió a pronunciar palabra alguna.

-Yo…-Dudó un instante.-Voy a comprar algunas cosas antes de ir al aeropuerto…-Se dirigió a la puerta con el bolso al hombro. Dongwan se incorporó. Minwoo dudó un poco.- Hasta pronto Wannie.-Pretendió sonreír, acercándose a dejar un beso en la mejilla del menor, a manera de despedida.

Continuó su camino. Avergonzado. Creyó que moriría en ese momento. Creyó que no podría sentirse más humillado. Se equivocaba.

Sus pasos fueron detenidos repentinamente antes de que pudiera salir. Su cuerpo fue arrastrado de regreso al interior y aprisionado contra un muro cercano.

Sintió el violento choque de aquellos labios que tan bien conocía, pero que ahora se sentían extrañamente fríos y crueles, contra los propios. Algo terminó de quebrarse dolorosamente en su interior entonces. La profunda herida lo dejó indefenso y, simplemente se dejó arrastrar, por la furia del otro, entre besos y caricias que no le mostraron nada de aquel cálido cariño al que estaba acostumbrado.

*Fin del Flashback*

-Dejé que me destruyeras porque sentí que era la única forma de soltarte.-Suspiró aliviado, como si se hubiera sacudo un gran peso de encima -Me hiciste pedazos esa noche Wannie y aun así tuve que obligarme a dejarte ir. No sé si es amor esto que siento, no sé si sea obsesión o costumbre. Lo único que sé es que no puedo arrancarlo de mí.

Volteó para encontrarse con aquella escena. En algún punto de aquella profunda confesión, el menor se había quedado dormido.

-Ya me parecía que estaba demasiado callado.- Rio. Acercó la mano derecha hasta su rostro.-Ni siquiera me has escuchado.-Acarició un par de veces su mejilla izquierda

.-Lo siento Wannie.-Susurró con un nudo en la garganta.-Lo siento tanto…-Sollozó en silencio. Por cuánto tiempo había querido dejar salir esas palabras.

Hyesung ojeaba las revistas que encontró en la habitación, perdiéndose de cuando en cuando en el paisaje a través del ventanal a su costado.

Eric estaba tardando más de lo acostumbrado en la ducha y, a decir verdad, el aroma de toda esa deliciosa comida había despertado en el Crabbie Prince un apetito feroz.

Ya empezaba a refunfuñar, acompañando los insistentes rugidos de su estómago, cuando el líder apareció en el umbral.

Se acercó a tomar asiento frente a él. Únicamente cubierto por la toalla enrollada en su cintura. Su piel lucía fresca y en su cabello aun había rastros de humedad.

Hyesung se atragantó con su propia saliva al notar las diversas marcas amoratadas con las que la noche anterior había reclamado aquel cuerpo como suyo. Sintió el calor abochornando su fino rostro. Por un momento pudo revivir la sensación de aquella piel ardiendo bajo sus labios.

Dejando de lado la taza de café que había estado degustando a sorbitos, vertió agua en un vaso y la bebió manteniendo los ojos cerrados, alejando todas las tentaciones de su mente

Eric se llevó a los labios su taza de café, que todavía estaba aceptablemente caliente, sin percatarse de las reacciones del menor.

El gruñido de su estómago lo trajo de regreso a la realidad, ese filete con papas parecía estarle haciendo un guiño. –“Cómeme Hyesung”- Creyó escuchar mientras su boca empezaba a salivar excesivamente.

–“Eso es”- Se dijo. –“Tengo que concentrarme en la comida”-

El primer bocado le supo a gloria. El líder lo siguió tomando un poco de cereal.

-¡Esto está delicioso!- Exclamó el Crabbie Prince yendo por su tercer plato. Eric esbozó una sonrisa, saliendo de sus pensamientos. Lo admiró mientras comía. Lucía tan lindo.

-Mi trasero se siente extraño.-Soltó de repente lo que tenía en mente y Hyesung estuvo a punto de morir atragantado.

-Hyesungie ¿Estás bien?- El mayor trató de ayudarlo pero fue rechazado.

Tosió repetidamente, para después beber agua.

-¡Maldición Eric!-Explotó en un, todavía, ahogado tono en contra del mayor. Era aterradora la manera en que las venas de su rostro enrojecido saltaban. Y qué decir de sus ojos, abiertos de par en par como si fueran a salirse de sus cuencas.- ¿¡Tienes que decir algo como eso en la mesa!?- Increpó bebiendo más agua, después de la cual su semblante empezó a relajarse.

-Lo siento.-Se disculpó conteniendo la carcajada que en el provocó la reacción del principito. Le ofreció una servilleta para que se limpiara.

- Li sienti…-Imitó haciendo una mueca al tiempo en que tomaba la servilleta bruscamente. Eric rio en silencio y continuó comiendo.

-Esto… ¿t-t-te duele?- Rompió el silencio con una pregunta avergonzada, sin atreverse a mirarlo directamente.

El mayor se quedó pensativo por un momento, mientras masticaba el trozo de carne que se había llevado a la boca.

-No, no duele.-Bebió un poco de jugo y continuó.-Simplemente se siente extraño. Continuó su comida.

-Bueno…-Suspiró. -Supongo que es lo normal en tú primera vez. Después de todo,-Se llevó a los labios el último sorbo de café en su taza y continuó intentando disfrazar su tono de burla. –estabas tan asustado que habría sido realmente difícil de no haber sido por la ayuda del lubricante.

-¡Oye!-Espetó en tono infantil, con el semblante avergonzado. -¡Pues claro que estaba asustado! ¡¿Acaso tú no lo estabas la primera vez?!

Una sonrisa amarga oscureció el rostro del menor y Eric deseó mejor haberse callado.

-Ni siquiera recuerdo…-Murmuró. –…Estaba demasiado ebrio y dolido que no me preocupé por lastimar a alguien más con mi egoísmo.-Murmuró desviando la mirada hacia el ventanal que iluminaba preciosamente su piel con aquella pálida luz exterior. La crudeza se apoderó de pronto de sus facciones, haciéndolo lucir avejentado.

*Flashback*

Una copa tras otra hasta estar al borde de la inconsciencia. Tratando de mantener las apariencias delante de sus compañeros y amigos. Intentando escapar desesperadamente de su realidad ¿Por qué dolía tanto?

-¿No te parece que ya has bebido demasiado?- Una voz amable lo interrumpió al tiempo en que la copa era retirada de su mano.-Estuviste muy enfermo hace poco ¿No es así?-Continuó antes de poder ser objetado.-Vamos.-Lo tomó por el brazo, conduciéndolo fuera del lugar en donde aún se encontraban los demás en medio del bullicio.

Hyesung simplemente se dejó llevar. No tenía la fuerza para resistirse, sentía que podría romper en llanto en cualquier momento.

-¿A dónde me llevas Chilhyun?- Cuestionó dándose cuenta de que no se dirigían al hotel.

-Nunca antes has estado en esta ciudad ¿Cierto? Vamos a divertirnos un poco.-Le regaló una confiada sonrisa.

El Crabbie Prince sintió un pequeño alivio en su corazón dolorido. En lo único que él podía pensar, era en echarse a llorar sobre la cama de su habitación durante toda la noche. Ahora se sentía agradecido de ser aliviado sin tener que dar explicaciones.

La vida nocturna de una ciudad cosmopolita como aquella siempre es capaz de distraer una mente afligida.

Entre juegos y risas, terminaron de regreso en el hotel en el que se hospedaban, a mitad de la madrugada.

-¡Continuemos Chilhyun! ¡Continuemos!- Suplicó haciendo pucheros. –La…

-¡Shhh! ¡Baja la voz!-Le indicó prácticamente gritando en un susurro.

-La noche es joven.-Terminó imitando su tono, para después soltar una risita.

Kangta accedió, sin poderse resistir a el aegyo de Hyesung, llevándolo a su habitación.

Después todo pasó tan rápido.

Esa cercanía natural existente entre ambos hombres se fue tornando cada vez más cálida e intensa.

Cuando menos se dio cuenta. Hyesung ya se dejaba llevar por las amables caricias del otro.

Su mente estaba en otro sitio. Con Eric.

Por alguna razón, desde el principio, la relación entre ambos parecía torpe. Hyesung era un chico tímido que se avergonzaba con facilidad. Eric disfrutaba incomodarlo, hasta cierto punto, hacerlo enojar.  Esto los convirtió en agua y aceite.

Tenerlo tan al pendiente de él en las últimas semanas, en que su salud se había visto seriamente afectada por las extenuantes horas de trabajo y el clima invernal, encendió en su corazón una tímida flama. Empezó a creer que la razón por la que el líder siempre lo estaba molestando, era que tenía sentimientos especiales hacia él. Sentimientos que, se dio cuenta, eran totalmente correspondidos en su interior.

-“¿Cómo pude ser tan estúpido?”- Se burló de sí mismo.-“Cómo pude pensar que sentía por mí algo más que obligación o amistad.” “¿Por qué tuve que enamorarme de él?”

Había empezado a desear sin darse cuenta, a soñarse a su lado, a ser dichoso amando y siendo amado.

Haberlo visto yéndose con esa mujer a la menor provocación, fue un duro golpe para su inocente corazón.

El Eric que hasta ahora había adorado cambió con una sola mirada de ella. Primero vino el coqueteo sutil. Las insoportables risillas pícaras, las miradas, los roces.

En un intento más que desesperado por apartarlo de ella, Hyesung le pidió que regresaran al hotel con el pretexto de que se sentía mal. Lo tomó por la muñeca, suplicando con la mirada, con la seguridad de que así lograría su cometido.

La frialdad disfrazada de amabilidad con la que fue rechazado destruyó en un segundo todas sus ilusiones. Después vino el insoportable dolor.

-“¿Qué está mal conmigo?”-Volvió a recriminarse mientras sus brazos se aferraban inconscientemente al calor del cuerpo sobre él.-“¿Por qué él de entre todas las personas?”

Saboreo la humedad de aquellos labios que acariciaban los suyos con tanto fervor.

-“Si tan sólo pudiera tener la capacidad de traerlo a mi lado” “Si pudiera ser ella…”-Había llegado demasiado lejos. Entreabrió los ojos, que hasta ahora había mantenido cerrados. Su mente le jugaba trucos en medio de la excitación.

-Eric….-Gimoteó con un par de lágrimas asomándose en sus parpados.

*Fin del Flashback*

-Me acosté con Kangta mientras pensaba en ti. Lo hice por despecho y es de lo que más me arrepiento.-Hizo a un lado la silla y se puso de pie.

-Lo siento Sungie.-Eric lo tomó por el brazo, deteniéndolo en su camino.

Hyesung lo miró con los ojos cristalizados y, a diferencia de lo que esperaba, no había ni una señal de recriminación o molestia en ese rostro. Él ya lo sabía. Mejor dicho lo intuía. Y callaba rabiando de celos, intentando resignarse.

Jeong Hyuk se levantó y lo abrigó entre sus brazos.

-Seguramente estás pensando que no lo entiendo,-Sonrió mirándolo a los ojos. -No me importa lo que haya ocurrido en el pasado. Yo tampoco he sido un santo después de todo.-Pilkyo levantó una ceja mientras fruncía los labios.- Lamento haberme tardado tanto en darme cuenta que tú eres todo lo que he estado buscando.-Acarició su fina mejilla, que en seguida se encendió en rubor.-Haberte herido en la estupidez de mi caprichosa juventud es de lo que más me arrepiento.- Dejó un beso sobre su frente mientras lo apretaba más contra su cuerpo semidesnudo.-Compartamos la carga de nuestros remordimientos para que sea más llevadera y, desde ahora, esforcémonos en crear bellos recuerdos que nos ayuden a continuar de la mano cuando las cosas se pongan difíciles.-Selló sus palabras con otro beso, esta vez, en los labios.

Los ojos del menor empezaban a cerrarse. Estaba agotado y las cálidas caricias de Junjin por su cabello le arrullaban mejor que cualquier canción de cuna. Mirarle a los ojos de esa manera, mientras lo tenía tan cerca de sí, se había vuelto una afición para él. ¿Alguna vez se sintió más seguro que estando entre sus brazos? Probablemente no. No de esa forma. Sería bueno poder detener el tiempo y permanecer de esa forma.

Pasaban todas estas cosas por su mente cuando Choong Jae se acercó hasta su frente para dejar un beso.

-Vamos a la playa.-Dijo en un susurro.

-¿Qué?-Rio Andy creyendo que se trataba de una broma.

-Vamos a la playa.-Repitió mirándolo a los ojos con esa seguridad que lograba erizar cada vello en el cuerpo del maknae. Se puso en pie en seguida y empezó a vestirse para salir. Estaba resuelto.

Intentaba abrir los ojos, intentaba abrir la boca y dejar que las palabras que tenía atoradas en la garganta salieran, intentaba moverse aunque fuera un poco de su posición. En aquel sillón, mientras era llamado, incluso cuando fue levantado en brazos y llevado en la espalda de una de las jóvenes recepcionistas hasta el taxi que ya esperaba por ellos. Sin embargo su cuerpo no respondía a su voluntad. Cansado por la crudeza de las semanas pasadas, abatido por el alcohol, era como estar preso en una pecera demasiado pequeña. La realidad parecía lejana mientras intentaba escapar de su pesadilla.

Escuchó la dirección del apartamento do Minwoo siendo dictada al conductor.

-“Tengo un poco más de tiempo”-Pensó dándose ánimos.-“Definitivamente tengo que decirle esto hoy”- Decidió.

Dejar que el tiempo pasara, guardar en lo profundo del alma sus sentimientos, era de lo que más estaba arrepentido Kim Dongwan. Pero ahora iba remediar, si es que aún se podía, ese gravísimo error.

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Comments

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Pati91 #1
Chapter 29: Me encanta tu fic, está genial, espero pronto puedas actualizar.
shinhwastars
#2
Chapter 29: Que Hyesung hizo que con quien!? Santa madre! Planeas matarme!? Ame el capitulo! Estuvo increible!!!! Muero por la siguiente actu por favor has feliz al WooDong! T.T
saripark22 #3
Chapter 28: Necesito una actualización de inmediato! Y gracias por actualizar (^o^)
shinhwastars
#4
Chapter 28: Que me da algoooooo! No puedes dejarlo solo mi Wanie merece ser feliz! Haaa respira tranquila todo estará bien... haaa de verdad espero que no tardes mucho con el próximo cap lo se no debería ser tan molesta pero me muero por saber que sigue! me encanto este cap gracias por actualizar ahora, si me disculpas seguiré llorando por Wanie T-T T-T
shinhwastars
#5
Chapter 27: Muy bien ahi esta el WooDong... Puedo sentirloooo! Esta cerca! Jajaja ha sido increible de verdad! Jojojo morire de angustia esperando mas de esto! Me has alegrado el dia gracias! >_< XD XD <3
Harumi19 #6
Chapter 22: No bueno, ese Hyesug si que se merece un buen golpe y que bueno, tanto se hizo del rogar como para que llegara así de fácil a reclamar a Eric como suyo, sufre Sungie!! Jajaja, amo el Ricsyung pero Sungie si me desesperó en este fic, siempre indeciso.
Que bueno que el Jindy aclaró el asunto, espero que Jin utilice sabiamente sus tres deseos :3
shinhwastars
#7
Chapter 22: Waaaaaaaa! Noo! Corre Sunguie correeeeeee! No dejes que te lo quiteeeeeeeeeen!!! Ho mi dios es tan interesanteeee! Por favor actualiza pronto o morire! Me fasina la historia me emociono mucho! <3 ^ ^ !
shinhwastars
#8
Haaa! Que triste! Mi Andy esta sufriendoo! y mi Sunguie tambien! T_T eso tortura mi alma! T T me encanta cada vez que actualizas! No puedo esperar para saber que sigue! animo! <3 <3
Harumi19 #9
Chapter 20: Pobre del WooDong! Para qué sufren? si aún se quieren dejen atrás el pasado, aprendan de él para emprender un nuevo comienzo ya sin esos errores de por medio :(
Ese Jinnie, le salió tan natural el decirle que anda con Andy que hasta risa me dio xD
shinhwastars
#10
Chapter 20: Jajajajajajaja Jinie solto la sopa kkk! WooDong! Siiiiiii lo espere tantooooo! Muchas gracias por este nuevo capitulo ^.^ ! Mmm se que soy ambiciosa... Pero... Habra lemon WooDong? Haaa soy una ambiciosa perdoooon ! Pero de verdad me gustaria <3 !!!