Aun que lo sucedido con Jessica rompio mi corazon y me deprimio no me puedo dar el lujo de seguir asi, lo unico que puedo hacer por ahora es desearle lo mejor y apoyarla en todo lo que haga por que eso fue lo que prometi cuando me converti en Gorjess Spazzer y como Sone seguire apoyando a las otras 8 miembros aun que aun no pueda creer lo que le hicieron a una de ellas.

Pero en este momento estoy feliz por que por fin conocere a mi nueva sobrina que se va a llamar Krystal ironico no? en fin, por que este dia es especial decidi actualizar el fic, que no iba a actualizar hasta principios de Noviembre pero Hey suficiente con esto Aqui esta el primer Cap ^~^

Jadyn PDV

—¡Basta! —grito Daehyun. Todo el aeródromo se silenció de golpe.

Jessica dejo de disparar al cuerpo de su prima Hyomin, se giró y apunto hacia nosotros sin saber que yo estaría en la trayectoria de su revolver. El brillo que habitaba en su mirada antes de que estallara todo aquel desastre desapareció de golpe. Jessica gimió aterrada y yo empalidecí ahogándome en su mirada.

Nunca me había importado morir. Arriesgaba mi vida día a día sabiendo las consecuencias que acarreaba y admitía que sentir ese tipo de adrenalina me volvía loca. El peligro me seducía constantemente, y me gustaba sentirlo. Me gustaba saber que era capaz de vencerlo y manipularlo a mi antojo. Había nacido para la mafia.

Nunca me había importado morir… hasta que en ese momento la mire y supe que si moría, algo de Jessica sucumbiría conmigo.

No quería ese destino para ella.

Fue inevitable especular. Pensé en cómo habría sido todo si yo hubiera sido una chica normal; del tipo que te recogen para ir a cenar o al cine, que te regalan flores el día de San Valentín o que te sorprende con un mensaje de amor. Le hubiera pedido una cita y habríamos paseado de la mano sin miedo a que su maldito padre me apuntara con una pistola. Nuestro primer beso habría sido en la puerta de su casa, al despedirnos, y no en su habitación después de haberme colado a hurtadillas y descubierto que se casaba con Donghae.

Jessica jamás habría conocido el peligro con alguien así, y yo no me sentiría tan culpable por haber arriesgado su vida. Mi deseo y amor por ella nos había llevado hasta ese momento.

Jessica cogió iré entrecortadamente y apretó los dientes tensando los brazos. Sabía que sería capaz de disparar a Daehyun si la tentaba demasiado.

—Suéltale —mascullo, adelantándose lentamente un par de pasos—. Juro que te matare si no la sueltas, papá, —estaba muerta de miedo pero ello no evito que sentenciara con decisión.

—Estarías dispuesta a matar a tu padre por una Park? —Daehyun hizo una mueca de fingida desolación.

—Sí, —Rotunda e inquebrantablemente, Jessica hablo entre dientes—. Una y mil veces si hace falta. Ahora. Suéltala. —Termino exigiendo



De reojo, vi a mi padre. Su silencio me indico que atacaría si era necesario, pero no quería que los míos arriesgaran subida en un enfrentamiento que ya habíamos perdido, todo estaría más o menos controlado si yo no intervenía como Daehyun esperaba. Mire a Jessica y entrecerré los ojos intentando analizar los suyos, pero no me lo permitió porque me esquivo nerviosa. Súper que su mente había encontrado una solución al problema y no me hizo ni puta gracia reconocer lo que se proponía.

—Está bien —dijo, y cometió el error de mirarme. Ladee la cabeza muy despacio y le suplique en silencio que no continuará, pero no sirvió de nada—. Me cambio por ella. Eso es lo que quieres, ¿no? Pues ahí lo tienes. Ahora baja el arma y deja de apuntarle.

—No,  no dejare que lo hagas —masculle y avance hacia ella ignorando las represalias. Daehyun me siguió con el arma y ella retrocedió más pendiente de su padre que de mi cercanía.

—Tú decides, papá. Pero si la matas, yo te matare a ti. ¡Elige¡

Daehyun sonrió, bajo el arma y me empujó hacia su hija.

—Hecho.

Jessica me silencio con un beso, pasando sus brazos alrededor de mi cuello y apretándose contra mí. Me aferre a su cintura, frenética, sintiendo como mi aliento rugía en su boca. Estaba furiosa con ella por lo que acaba de hacer, intercambiarse conmigo no solucionaba las cosas, pero mis instintos se impusieron y me perdí en ese beso. Hasta que nos separaron a empujones.

Ella no opuso resistencia, en cambio yo me resistí hasta que la distancia se impuso.

—¡¡¡Soltadla!!! —grite.

Caí