Tiffany PDV

Leo me despertó dándole una patada a mi colchón. Di un saltó y me incorporé de súbito sintiendo un ligero mareo. Ignoraba que mis movimientos habían dejado muy expuestos mis muslos y el coreano me observó con una mirada depravada.

Enseguida cogí la colcha y me tapé.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunté furiosa y con el corazón latiendo sobre las cejas.

Leo se humedeció los labios y cogió aire sin dejar de mirar mis piernas. Puede que ya estuvieran tapadas, pero su imaginación ya había obtenido suficiente.

—El señor Lee quiere que bajes a desayunar para ultimar los detalles del servicio de esta noche.

Fruncí el ceño y apreté los dientes.

Aquel era mi día libre. Seunggi me lo había prometido después de que Kim Jaejoong le dejara una suculenta propina por mi estupendo comportamiento con él, y que surgiera un cliente de última hora me molestó muchísimo.

Al parecer, ese cliente era una mujer coreana de sugerencias bastante selectas, como llevar un pañuelo rojo atado a la muñeca o una rosa roja. La típica multimillonaria gilipollas y delicada. Pero contradecir a Seunggi, después de los cien mil euros que esa mujer le había pagado por una sola noche, era un suicidio. No me quedaba otra que obedecer.

—Tengo entendido que el encuentro es a las nueve de la noche y no a las ocho de la mañana —repuse con exasperación—. ¿Para qué me necesita a estas horas?
—Ya te lo he dicho. Ahora baja —ordenó.
—Podemos ultimar mientras llegamos al hotel. Dile que quiero seguir durmiendo. —Tuve la inercia de volver a acostarme, pero el rostro del coreano se endureció tanto que me dio miedo siquiera moverme.
—Eso no es posible —masculló—. El señor Lee quiere que todo sea perfecto. Así que te acompañará a comprar un vestido.

¿Qué? Había tenido que ser muy mala persona en otra vida.

—Tengo vestidos negros de sobra —dije contenida. Mosquear a Leo no era bueno.

Era un tipo enorme, con unos brazos y manos increíblemente grandes y su espalda era tan ancha que apenas entraba por la puerta. Hacía poco más de dos años que le habían expulsado del ejército coreano por tráfi