Capitulo VIII

#1 Mirame y Dispara
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Jessica PDV

Bajé del Rolls Royce negro del chófer de Hyuna. El viernes, durante el recreo, habíamos quedado para ir a la discoteca. Fue el mejor día de la semana porque no había visto a Jadyn en toda la jornada.

Nos encontramos con Jonghyun y con una exuberante Nicole —llevaba unos pantalones cortos y un top que ocultaba lo justo— en la puerta del local.

Tribeca era un establecimiento muy selecto en Corea. Allí iba gente famosa y rica, y las colas para entrar podían durar toda la noche. Si es que conseguías pasar. Pero nosotros entramos directamente; el enchufe era muy importante.

Nicole se enganchó a mí y me habló al oído después de que saludara al portero; un tal Daesung. —No es por amargarte la noche, pero quiero que sepas que esta discoteca pertenece a los Park. —Lo sé, ¿y qué? —Comenzamos a bajar unas escaleras de cristal. La pared era de tela blanca y se podía ver, en forma de sombra, a unas bailarinas bailar al son de la música. —Pues que no es de extrañar que te encuentres a… —Me miró. 

Suspiré. Nicole era la única que sabía lo ocurrido entre Jadyn y yo en el jardín de mi casa. Extrañamente, preferí no decirle nada a Hyuna; no parecía demasiado contenta con que me hubiera adaptado tan rápido a la ciudad y tampoco estaba muy receptiva. Apenas habíamos hablado como lo hacíamos antes. Así que se lo conté a Nic en clase de química después de que me insistiera.

Nos acercamos a un retirada o VIP y Jonghyun se colocó delante de mí impidiendo que me sentara.

—Espero ansioso por ver ese modelito que me suena a… —Se acercó a mi abrigo negro y comenzó a olisquear— ¿Es un Dolce & Gabbana?

Aluciné. No era comprensible que pudiera saber tanto de moda. De nuevo conseguía asombrarme.

—¿Cómo lo has sabido? —exclamé retirando mi abrigo.

—¡Oh, cielos! Estás soberanamente y —dijo mordiéndose un labio. 

Jadyn PDV

—No comprendo por qué hemos tenido que venir —dije resoplando mientras una de las gogós de la barra del primer piso acariciaba mi mentón.

Cogí su mano y la acerqué a mi boca. Besé sus dedos lentamente sin dejar de mirarla. Su atuendo de ángel negro me hizo divagar.

—¿Serás mala conmigo esta noche? —le susurré en los labios mientras me llevaba su dedo a la boca.

La muchacha sonrió.

—Mucho —contestó antes de que retomara su baile. La observé sonriente antes de que Yuri me arrastrara.

—¿Es que no piensas dejar nada para los demás?

—¿Qué me dices de Hyuna? —Sabía que aquello le molestaría.

Yuri apretó la mandíbula y me dio un puñetazo en el hombro.

—Y tú, ¿qué me dices de Jessica?

Me quedé inmóvil mientras digería aquel golpe bajo. Para mi desgracia, sabía que se encontraba allí. Hyoyeon nos había arrastrado a todos porque quería estar con Nicole. Y como todos queríamos que se liara por fin con ella, allí estábamos, de aguanta velas. Así que si podía llevarme algo, y de paso molestar a Jessica, sería una noche productiva.

De repente, Yuri se detuvo en seco y yo choqué con su espalda. Le miré con un comentario grosero preparado, pero me lo tuve que tragar en cuanto vi que Key y Hyoyeon estaban igual de alucinados que mi prima.

Yuri me dio un manotazo en la espalda para que mirase hacia el mismo lugar que ellos.

Y allí estaba. Iba con un vestido (muy corto) de brillantes azules. Las mangas le cubrían los brazos, pero su espalda solo la ocultaba su largo cabello. Aquellas piernas de infarto calzaban unos zapatos de un tacón exageradamente alto a juego con el vestido. Se retiró el cabello y lo colocó a un lado. Su espalda quedó al descubierto, como si protagonizara un videoclip. Sensual, provocativa… Era imposible no pensar en…

Tragué saliva. Estaba completamente jodida y sabía que mis amigos me machacarían durante toda la noche.

—¿Todo eso es suyo? —preguntó Hyoyeon.

—Me temo que sí —respondió Key.

—¡Dios!, está… —Yuri ni siquiera pudo terminar.

—Me cago en… —resoplé antes de que Fei tirara de mí y me arrastrara a la pista de baile.

No puse impedimentos porque no me encontraba en plenas facultades. Todas ellas se las había llevado Jessica y su puñetero vestidito.

Fei me apoyó contra la pared y comenzó a bailarme al son de una canción nueva que había logrado Top, mi DJ; se trataba de Cristian Deluxe, "Quiero contigo", un español que sonaba de maravilla.

Vi a Jessica caminando hacia la barra, pero se detuvo al verme. Pude apreciar muchas cosas en aquella mirada, pero la más evidente era: odio.

Jessica PDV

Le miré mientras Fei danzaba pegada a élla, insinuante. Se restregaba contra su cuerpo y, por mucho que me fastidiara admitirlo, me molestó que estuvieran tan cerca la una de la otra. El humo comenzó a salir de las máquinas del techo y parecía brillar gracias a los focos y a las bolas de cristal. La imagen de Jadyn se difuminó, pero seguía latente.

Nos contemplábamos con intensidad, como si estuviéramos luchando y esperáramos que ocurriera algo. Entonces, la música se hizo más rotunda y élla se acercó a Fei. Colocó sus manos en las caderas de la chica y la hizo seguir el auténtico ritmo de la canción. Rebosaba sensualidad, bailaba como todas las mujeres desean que baile su hombre, al ritmo perfecto. Sus caderas se topaban y sus rodillas se entrelazaban, hasta que vino la peor parte. La besó sin dejar de mirarme. Me observaba jocosa, disfrutando de que estuviera presenciando aquello.

Por suerte, pude controlar la marea de cólera que bramaba en mi pecho y retomé mi vuelta a la mesa. Solo dejé de mirarle cuando la gente lo impidió. Podría vengarme de eso, estaba segura. 

Cuando llegué a la mesa, Key me abordó dándome un beso y un abrazo. Yuri me observó de arriba abajo sonriente, y Hyoyeon me guiñó un ojo.

—¡Eres lo mejor que hay en esta discoteca, nena! —gritó Key.

Le empujé, modesta.

—Parece que nunca

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