Capitulo XXXV

#1 Mirame y Dispara
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Jessica PDV

113071. 

Marqué los números en el panel que había tras la puerta antes de salir de la mansión. Las alarmas no sonaron. La ronda de vigilancia estaba ahora por la parte de atrás. Solo tendría ochenta segundos para cruzar el jardín antes de que apareciera algún guardia, y treinta más para saltar la enorme verja antes de que la alarma se activara de nuevo y los sensores de movimiento me captaran. Salí corriendo por el camino de piedra.

Cuarenta segundos. Llegué a la fuente.

Veinte segundos. La bordeé y bajé los siete escalones de mármol pardo.

Diez segundos. Llegué a la verja.

Cinco segundos. Me escondí tras un árbol y miré en la cabina de seguridad. No había nadie.

Dos segundos. Paré el cronómetro antes de lo imaginado y miré atrás. Por la esquina, asomaba el guardia; como estaba previsto. Taeyeon me había explicado la sincronización de los vigilantes antes de darme el código. Ella no estaba de acuerdo con que fuera al cementerio, pero al final cedió ante la certeza de que terminaría escapándome igual.

Pulsé de nuevo el cronómetro después de mirar el pilotito rojo de las cuatro cámaras que había en la verja. Parpadeaban y eso significaba que no existía grabación y que la señal se había descolgado. Había hecho un trabajo excelente.

Coloqué el pie en la forja y comencé a escalar como si fuera una especialista. Esta vez me había vestido para la ocasión. Llevaba un chándal Adidas negro y unas deportivas. También llevaba el cabello recogido en una gran cola alta. Di un salto, aun teniendo un metro de distancia, y caí ágilmente en el asfalto. Solo quedaban cinco segundos para que las cámaras retomaran su trabajo, así que salí de allí corriendo. 

Descubrí a Jadyn montada en un Mercedes CLS Coupé; totalmente negro, incluso las llantas eran del mismo color. Parecía una sombra, un espectro perdido en la noche. Era un coche cautivador, pero algo diferente a lo que Jadyn solía llevar.

Se inclinó hacia la puerta del copiloto para abrírmela. Al sentarme vi a Hyoyeon, Yuri y Key detrás. Jadyn me miró de arriba abajo con la lentitud que le caracterizaba; sensual, rozando lo ual, y morbosa. Se sorprendió al verme con chándal aunque yo también me sorprendí al ver que llevaba lo mismo que yo; solo que el suyo era P&K; como si quisiera hacerle honor a su apellido.

Apoyó un brazo en el volante y con el otro cogió mi mano y me atrajo hasta ella. Me dio un beso sin importarle que nos estuvieran mirando. Salimos de la calle.

—¿Dónde está tú Bugatti? —pregunté curiosa.

—He tenido que dejarlo en casa. Levantaríamos demasiadas sospechas si vieran el coche. —Las calles estaba desiertas, así que pudo acelerar al máximo—. ¿Te han visto?

—No. He conseguido el código general de las alarmas. Así que he podido salir a mis anchas. —Miré hacia atrás antes de sentir las manos de Key aferrarse a mi hombro—. Hola, chicos. Perdonad por no haberos dicho nada.

—Jessica, te estás volviendo toda una mafiosa, chica —sonrió Key, antes de que Jadyn negara con la cabeza reprimiendo una sonrisa.

—Hola, Jessica —saludó Hyoyeon, que bajó la ventanilla y encendió un cigarrillo.

—No me parece bien que vengas —dijo Yuri—, podría ser peligroso—. Jadyn apretó la mandíbula, estaba totalmente de acuerdo con ella.

—Es increíble lo mucho que te pareces a tu prima, incluso en la obstinación. — Sonreí cogiendo el cigarro que Hyoyeon me ofrecía.

Solo tardamos unos minutos en llegar al cementerio. Jadyn bordeó el lugar y detuvo el coche en la parte de atrás. Se alejó del volante y se estrujó las manos algo tensa. Sabía que si estaba nervios no era por lo que iba a hacer, sino por tenerme allí con ella. Era peligroso, sí, pero ardía en deseos de participar.

Sentía cómo la adrenalina fluía por mi cuerpo. No me notaba extraña en esa situación, como si estuviera hecha para ello. Dios mío… estaba hecha para ser… Era increíble lo que mi mente estaba aceptando. ¿Quería ser una mafiosa? No estaba de acuerdo con lo que tramaban sobre la pandemia, tampoco quería extorsionar a nadie. Pero sí mataría a cualquiera que se acercara a Jadyn con la intención de hacerle daño. 

—Hyo, tú entrarás conmigo. Yuri, prepárate para salir corriendo si hay problemas ¿de acuerdo? —Sin duda, Jadyn había nacido para dirigir. Estaba claro que sería la dueña del imperio Park, como Yunho decía.

Me gustó verle en acción. Aunque estaba deseando verle dentro del cementerio. —Vale, mantendré el motor en marcha —contestó Yuri inclinándose hacia delante. —Key, tú vigila el perímetro… —Abrió la puerta del coche para salir sin encomendarme nada. Al parecer, había decidido que fuera, pero que no me entrometiera en nada. Quería protegerme.

Las seguí sin abrir la boca. Yuri se pasó al asiento delantero y arrancó el coche sin soltar el freno de mano. Dejé mi puerta abierta al ver que Key hacía lo mismo con la suya. Hyoyeon sí la cerró. Si teníamos que salir pitando no podríamos pararnos a abrir o cerrar las puertas. Simplemente, entraríamos.

Key sacó una linterna de su bolsillo y comenzó a inspeccionar la zona como le había ordenado Jadyn, mientras que esta y Hyoyeon se preparaban para saltar la valla, pero no contaron con que yo me adelantara.     

 

Jadyn PDV

Me lancé a por los pies de Jessica para tirar de ella y retenerla. Pero no me dio tiempo. Había saltado con agilidad y ya estaba en la tierra húmeda del otro lado. Se incorporó y me miró por encima del hombro. Definitivamente, era una mujer sorprendente… y tenía una forma física de escándalo. Ya no era por su increíble cuerpo (que bien podía ser el de una modelo de Victoria Secret’s), sino por su forma de moverse. Era ligera, rápida y precisa… Arrebatadoramente precisa. Podía correr como alma que lleva el diablo o saltar una valla de varios metros sin importarle la caída.

Le di una patada a la valla mientras maldecía entre susurros.

—¡¿Estás loca?! ¡Sal de ahí ahora mismo!

—No pienso quedarme fuera s

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