Hay una pequeña línea que diferencia amor y obsesión, como un sentimiento complicado que llegó a mí sobre Tae, me enloquecí y cuando empecé a conocerla no pensaba en nada que no fuese ella, ella y ella… pensarle y estar a su lado lo máximo posible se volvió mi cielo, y siento el deleite de sólo mirarla, pero mis pensamientos fueron amenazados por los celos, y ahora la obsesión cambió, no sólo quería ser sólo de Taeyeon, también deseaba que ella fuese sólo mía… y que no pensara en nada más que no fuese yo.

-Tu cuerpo es tan bonito… -escucho decir de los labios de Tae, quizás por doceava vez en esta noche, me siento totalmente derretida bajo sus besos, y siento que su saliva está en cada rincón de mi cuerpo.

-Taeyeon –pronuncio con dificultad, haciendo que su cuerpo se contraiga bajo el mío, ya estoy acostumbrada a tenerla encima, y no quiero que eso deje de pasar.

-dime –responde con una voz encantada que me hace palpitar las emociones.

El latir de mi pecho y la electricidad que recorre mis piernas debido a sus mordiscos tan ys me derriten, mi cuerpo está sucio impregnado de sus caricias, no puedo evitar sonreír por la actitud tan deliberada y sumisa que Taeyeon tiene en este momento, lo caliente de su piel, el sudor de toda su anatomía… su vientre plano que se choca con el mío.

-Te amo –le respondo como si estuviese hechizándola más.

La abracé con mis extremidades, atrapando el sabor de sus metálicos piercings entre mis labios, podría jurar tener su esencia en cada rincón de mí, Taeyeon es mía y de nadie más.

Hace unas horas había visto el momento en que el novio… o ¿podría decir ahora exnovio? De Tae estaba “escogiendo” a otra, si bien al verlo me partí en dos por presenciar primeramente aquella blasfemia, porque claro, teniendo a Taeyeon cualquier otra persona es una blasfemia… me había hecho sentir mal y hasta dolida, sabía que Tae estaba enamorada de mí, casi tanto como yo la amo a ella, y presentí en bastantes momentos que ese chico no era más que un puto error entre ambas, la forma en que Tae me mira, me habla y me interpone tontas excusas para ir a verla es algo totalmente encantador, pero ese chico, robaba una parte de ella aunque fuese lo más mínimo, y me molestaba… siempre supe que él era su novio ¡por qué puta! Era evidente, pero quería comprobar entre sentimientos confusos realmente qué estaba pasando; por muchas ganas que tenía de partirle el rostro a ese imbécil, una parte de mí sonreía ligeramente esperando que Taeyeon lo odiara, tan sólo para hacerla aún más mía.

Taeyeon con ese aspecto tan rudo e infantil al mismo tiempo, está sobre mí, aplastándome con su delicadeza, haciendo que mis sentidos se contraigan ante su tacto placentero, respirando con dormitaciones sobre mi hombro, mientras le acaricio la espalda.

La abrazo con fuerza, tengo en mi pecho una sensación entre alivio y amor sobre explotado, acurrucada entre mis brazos, dormitándose la acaricio, Tae es quien amo, ni siquiera mi madre podría separarme de ella aunque reciba todo el odio de su parte; No deseaba que absolutamente nada acaparara la mente de Tae, incluso a veces me sentía un poco celosa del fanatismo que tiene por Nucleónica y esos comentarios tan, obscenos que hacía… pero estoy enferma, y es su culpa.

-Estás calentita…-escucho de los labios de Taeyeon besándome adormilada los hombros.

Le beso la frente, jamás creí que tuviera un cuerpo tan bonito, aunque ya le conocía todos los tatuajes, verla completamente desnuda, besándome con cada centímetro de su cuerpo creaba sensaciones revoltosas y placenteras en todos mis puntos sensibles.

-¡Sí mamá, te veré después, adiós! –escucho despertándome.

Los rojizos mechones caen en mi rostro, siento una ligera manta cubriéndome el cuerpo, mientras arreglo mi vista, veo la enorme cantidad de posters en la pared, recordando que estoy en la habitación de Taeyeon; vi como la mano de quien sería mi compañera de cama estaba apretando el pomo de su puerta, como si estuviese entrando al cuarto.

-Buenos días –me dice con esa sonrisa tan encantadora ¡Tae es tan preciosa! -¿tienes hambre?

Me levanté un poco, miré a Taeyeon que estaba vestida solamente con una camiseta toda desgastada azul y un pantaloncillo muy corto color blanco.

-Holas –le respondo acomodándome otra vez en su cama ¡Es tan suavecita! Y podría estar toda mi vida inhalando el aroma suave de Tae entre las mantas.

Se acercó a mí con una sonrisa nostálgica y enamorada.

-amh –titubeo pensando- ¿alguien sabe que estoy aquí?

-eh yo –responde.

-De tus padres tonta –empecé a reírme.

-¡Ah! No, papá se fue a trabajar hace unas horas y mi mamá irá a casa de mis tíos porque mi prima tuvo un bebé, verán el bautizo y eso.

Taeyeon con esta expresión de chica despreocupada me encanta tanto, me acerque a ella a besarla, me gusta morderle los labios, hacen que la espera de casi cinco meses de la convención a este momento sea insignificante al placer que me da saborearle la boca.

Taeyeon me abraza, es como raro sentir el cuerpo de ella con ropa mientras el mío se le apega desnudo; se separó un poco de mi rostro, sin soltarme de su agarre.

-Quiero que seas mi novia –dice apegando su rostro en el costado del mío ¡¿su novia?! Espera… debo seguir sin despertar aún, mi corazón quiere explotar.

-No sé… -le digo- yo te quiero sólo para o.

-¡Qué cruel! –me empuja con indignación.

-Jajaja qué delicada –me retorcí de placer sobre su cama, ese rostro me dio mucha gracia.

-Lo digo en serio –se pone seria- sé que… ¡¡Argh!! –se queja tirándose el pelo.

-¡oye! No te dañes

-lo sé, lo sé –se detiene- de verdad me gustas mucho, siempre me has gustado mucho –dice agarrándome el pie, besándome el empeine con cariño.

Mi corazón quiere estallar a gritos, los deseos de Taeyeon son fieles fantasías de mis sentimientos por ella, puedo sentir en mi nariz pecosa el olor de su cuerpo, me está volviendo loca otra vez.

-Tonta… -le digo entre risas- tú siempre has sido mi novia… -aparece una melancólica sonrisa en mi rostro- Desde la primera vez que te vi, disfrazada de Nucleónica, siempre has sido mía…

De reojo entre el placer de poder saborear al fin lo que siento por ella, veo su rostro sonrojado.

-Eres tan linda –me dice con una sonrisa incrédula y boba.

Me levanté un poco, buscando mis desparramadas prendas, mientras Taeyeon me ayudaba a buscar lo que sería mi ropa interior ¡¡¿dónde re carajos la lanzó?!

-Siento que apesto a todo –le digo oliéndome los brazos.

-Corrección, hueles muy rico a todo –su índice apunta arriba con intelectualismo- ¿Quieres bañarte aquí?

-¿Puedo? –le pregunto poniéndome la ropa interior.

-Claro, ¿desayunamos primero o nos bañamos?

-Como quieras –me levanto -¿no hay nadie verdad?

-Nop… así que no hay problema que te quedes en ropa interior –me mira con una ceja alzada de pies a cabeza.

-No lo decía por eso –me cruzo de brazos ¡tiene un lado bien ertido!

-pero yo si –me abraza por la cintura.

-¡oye! Jajaja tae suéltame

-Pero si tú me estas abrazando ahora –cierto

-¡Pero es para no caer!

Bajamos a la cocina, Taeyeon empezó a sacar jugo del refrigerador, no puedo evitar mirarle el brazo que tiene tantas cosas tatuadas, me encanta y a la vez me parece raro que a los diecinueve años los tenga.

-Tus padres ¿no te hicieron problemas por los tatuajes? –le pregunto apoyada en el marco de la entrada.

-Un poco, es que es un regalo de mi papá –dice sacando platos y tazas de diversos mueblecillos.

-Genial.

-Mi papá es tatuador, tiene como hobbie hacer varias clases de modificaciones corporales, incluso tiene una tienda de aquellas en el centro comercial, también le gusta arreglar motocicletas y autos, es como bastante rockero –dice exagerando sus movimientos kinésicos, entregándome un vaso con jugo de frutilla- ah mira combina con tu cabello.

-¿Entonces él te tatuó? –le pregunto más desconcertada aún.

-Sí, aunque al principio tuvimos que convencer a mi mamá de eso, a ella no le gustan mucho estas cosas, pero si se enamoró de mi papá así por algo será –se apoya en la encimera- mi papá me dijo “Cuando cumplas 18 podrás hacerte un tatuaje” y yo le dije “¿por qué no ahora?” sólo me faltaban unas semanas para cumplir esa edad jajaja- se reía imitando las voces- y él me dijo “por que necesitas tener 18 para poder hacerte un tatuaje sin permiso de tus padres” y le pregunté “¿Papá me das permiso para que me hagas un tatuaje?” y me dijo “No” ¡entonces fue tan