Capitulo 7: Chica pelirroja natural.

Mama me gusta la vendedora de cómics (Taenyvers)
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POV TAEYEON...

 

 

Llevaba poquitín menos de tres horas revolviéndome la cabeza, con más de la mitad de pensamientos dándome lo positivo a la idea tan alocada y deseosa que repentinamente se cruzó por mi cabeza. Llevaba la edición número 36 de Nucleónica entre mis dedos hace tanto tiempo, que ya sentía la tinta de esta algo dañado, entonces fue ahí, cuando me dije, tengo que hacerlo.

-¡Mamá! –grité bajando las escaleras, saltando desde el quinto peldaño hacia abajo, olvidando otra vez como a mi madre le molestaba que lo hiciera.

-¿Qué? –dijo mientras miraba ese programa de cocina que tanto le gusta.

-¿Me cortas el pelo? –le pregunté casi suplicante, si bien ella no es estilista, una vez me lo corto cuando era más pequeña y desde ahí me gustó.

-¿cómo? –estaba extrañada, era una rara petición.

-Así –le respondí mostrándole una de las páginas del comic, dónde salía claramente un buen dibujo del perfil de Nucleónica.

-¡¿eh?! –Exclamó entre enojo y sorpresa- ¿Qué estás loca?

-por fis… ¿sí? –le supliqué.

-Te lo vas a dañar –dijo con pesadumbre- por favor no me digas que después te lo vas a teñir.

-Sólo por la convención ¡lo prometo! –me arrodillé agarrándole la pierna.

-¡Bueno bueno! –Se puso a reír-  luego no quiero que te arrepientas por estas cosas tontas ¿segura?

-Sí mamá –le respondí feliz.

-Te esperas, terminaré de 263ver esto y luego te acomodas en el baño.

 

Tenía el cabello de un largo hasta la cintura, negro bien cuidado, con ese tono tan perfecto que combinaba majestuoso con mis ojos Onice, o al menos así decían todos, pero poco me importaba ya que estaba decidida a tener el mismo corte de cabello que Nucleónica. Cuando mi aspecto cambió radicalmente, de una larga cabellera a un desastre hasta un poquitín debajo de los hombros, lo teñí de un fuerte rosado.

Era la tercera vez que me veía en el espejo, había cubierto mis tatuajes visibles con prendas color piel, o al menos que se asimilaran en lo posible, me sentí eterna, una Francesca Nucleónica perfecta, hasta incluso entre mis locos pensamientos fanáticos hasta ella misma; había mandado hacer el traje con todo el dinero que podía ahorrar de mi trabajo, arreglé aquellos detalles en algunas partecitas, me acomplejaba un poco el tema de los pechos, si bien siento que son bastante acordes a mí, han de saber lo exagerado que los dibujan… pero no hay nada que un sujetador más pequeño y apretadito no pueda arreglar, truco femenino.

Arreglé el máximo de cosas en mi desgarrada mochila, estaba ansiosa ¡por fin tenía el traje y el aspecto! De seguro sería la mejor Nucleónica de la convención.

-Me voy mamá –me despedí abriendo con ánimo la puerta, lanzándole un beso a la distancia.

Me miró extrañada un momento, acercándose un poco a mí, sin decir nada con un molesto gesto en toda su cara.

-¿Qué pasa? –le pregunté ansiosa.

-¿No irás con Baekhyun? –me preguntó secándose las manos con su delantal.

-Ah…yo no-titubeaba incómoda- a Baek no le gustan mucho los comics –le respondí.

-¿En serio? –abrió los ojos de par en par.

-Ni siquiera me molesté en preguntarle si me acompañaba –la verdad sólo me preocupé de mi disfraz.

-¿No le gustan los comics? –se puso a reír.

-Ahh si ¿por qué?

-Tú… ¿enamorarte de alguien que no le gustan los comics? –se reía y me contagió, haciéndome sonrojar un poco, ella tenía razón, era algo imposible.

Me subí al autobús, escuchando música, sintiendo en mi estómago esas cosquillitas de ansiedad ¡qué emoción!

El centro de eventos donde se realizó la convención estaba casi al centro de la ciudad; cuando me bajé del autobús hice la enorme fila para entrar, notaba a mí alrededor algunas miradas acosadoras, de seguro mi cabello rosa decía a gritos que iba a transformarme en pocos segundos, a una perfecta Nucleónica.

Las puertas se abrieron, la gente entró alocada, mientras a mí me faltaban ojos para mirar la enorme cantidad de stands que adornaban el lugar, recorrí un poco el lugar, me compré algunos cds, figuras y adornos de mis superhéroes favoritos; miré en un poster gigante de un costado un enorme dibujo de Volcáner, ese superhéroe me encantaba, pero no era esa sensación que tenía con nucleónica, ya que Francesca me parecía más acertada a mí misma que Laura, y ese sentimiento que tenía por Laura era de ese fanatismo al borde del enamoramiento, un tatuaje de ella sería precioso en mi cuerpo, pero estaba algo indecisa ¿hacérmelo o no hacérmelo? He ahí el súper dilema.

Me dirigí al baño, adentro vi un montón de chicas casi despatarradas cambiándose ropa, arreglándose, con maquillaje, pelucas y me entraba un poco de alegría ver la cantidad de gente similar con mis gustos, si bien no era mi primera convención, era la primera dónde me disfrazaría de Nucleónica.

Una chica me dirigió una molesta mirada, me extrañé, y al mirar la verde peluca en su mano empecé a reír disimuladamente ¡cómo odio las pelucas! Quitan tanto realismo; con un ánimo sobre natural entré al cubículo del baño femenino, con algo de esfuerzo y mucha ansiedad, me cambié de mi ropa casual, a mi traje de superhéroe, la capa, los lentes, botas y todo ¡Era completamente perfecta! Salí del cubículo con un enorme golpetazo a la puerta llamando la atención de todas las presentes pensaba a mis adentros ¡fuera perras, Nucleónica llegó! Pero yo y mi ansiedad, entiéndame.

Me puse el hermoso labial negro, difícil de conseguir lo admito, me puse el antifaz con el pegamento especial de éste, guardé mi mochila en los casilleros del recinto, y ¡bien! Ya estoy completamente transformada.

Cuando salí de baño ¡¡Qué sensación!! Empecé a escuchar unos pequeños gritos, y más atención de la esperada, no me gusta alardear, pero sí que me veía bien.

-¡¡Nucleónicaaa!! –Escuché decir a un chico acercándose casi corriendo a mí- ¿me permites una foto?

-Claro –le respondí feliz y con una heroica pose, me hice presente.

La gente cree que con la bulla no se entiende nada, pero un perfecto “Mira que pechos tan hermosos” fue a mis oídos, sintiendo dentro de mí un “lo logré”

La tarde se volvió majestuosa, las fotografías de mí eran a cada minuto, tanto que ni siquiera pude centrarme en comprar más cosas o demás.

Se estaba haciendo un poco tarde, cuando escuché una voz algo conocida.

-¡Nucleónica! ¡Taeyeon! –me giré entre la multitud que me fotografiaba, y Shindong, aquel chico que siempre solía comprar en el Comikstore se apareció con una enorme cámara detrás de mí, estaba tan feliz que mi sonrisa aparecía hasta por lo mínimo.

-Shindong –le contesté con una amigable voz.

-¿Una foto? Sí, por favor dí que sí –ya se estaba acomodando como un fotógrafo profesional, aun así estaba rodeada de gente que seguía con las camaritas ahí, de seguro estaría en recuerdo de más de cien personas.

Cuando fue que entre tantas personas me pareció ver un cosplay de Volcáner, pero no uno que había visto, chantas como los anteriores, agudicé mi vista, y miré una chica con aspecto de no muchos amigos y un disgusto enorme, que no parecía disfrutar tanto la convención como yo, al divisarla bien, acercándose más a mí o al menos al lugar dónde me encontraba, cosita más hermosa no había visto antes, esos ojos cafes y ese cabello alborotadamente rojo… me enloquecieron, pensé en ese mismo momento que era Laura, pero no, no lo era… era algo mucho más allá de un dibujo, simplemente era la persona más hermosa que había visto, incluso esa seriedad en el rostro y ese aspecto iracundo me parecieron lindos, el ruido a mi alrededor se hizo insignificante, y sólo podía escuchar los fuertes golpeteos que salían de mi pecho; entonces ahí fue cuando me miró, hicimos contacto visual, que quizás ella no captó debido a mi antifaz, y ahora era yo quien deseaba pedir una fotografía.

-¡¡Francesca!! ¿Eres tú? –escuché una voz infantil a mi costado, que me jalaba un poco la falda.

Me voltee espabilando, encontrándome con un pequeño niño de unos 6 años, acompañado de un rostro totalmente encantado y feliz.

-¿Me permites una fotografía por favor? –me preguntó un adulto a su lado, tan emocionado como el niño.

-¡Sí, por supuesto! –respondí agachándome abrazando al niño con mi brazo, jamás podría olvidar ese rostro de felicidad, sintiendo en mi pecho que había hecho un buen trabajo.

Así seguí con dos o tres fotos más, intenté buscar a la chica pelirroja, pero no la encontré hasta un par de minutos, cuando iba golpeando a quien sería uno de los mejores clientes del Comikstore, sintiendo un pequeño suspiro al darme cuenta, que era familiar de Shindong ¿Quién no lo distinguiría? Ambos tienen ese fuerte pigmento en la anatomía.

Las semanas pasaron eternas, mi mente no podía estar en paz sintiendo en mi cabeza el gusto por volver a verla.

-¿Cuándo tendrán la siguiente edición de oro de Nucleónica? –me preguntó un día cualquiera Shindong, con un aspecto enfermo sobre el cuerpo.

-Las ediciones llegarán mañana –le respondí.

-¿Podrías guardarme una? –me pregunto suplicante- con esta fiebre dudo que pueda venir a comprarla mañana.

Alcé una ceja, buscando en mi mente una idea algo retorcida.

-¿no puedes pedirle a alguien que pase a comprarla por ti? –le pregunté hojeando la revista sobre el mesón, mostrando indiferencia.

-No, nadie –respondió algo molesto.

-¿Ni un hermano o alguien? –insistí

-Bueno, mi hermana Fanny, odia los comics –respondió y empecé a reírme por dentro recordando ese rostro de molestia.

-Podrías intentarlo –le dije, deseando con todas mis fuerzas que ella apareciera así como que nada la cosa.

-Le preguntaré frente a mamá, siempre está como obligada hacerse la amable, por mucho que odie al mundo, es una bruja desgraciada –estaba molesto y eso me daba risa- bueno Taeyeon, nos vemos pronto.

-Hasta pronto, cuídate.

Y me sentí genial, tenía un pequeño chance de volver a verla, a sentirme enloquecida y hasta algo encantada por esa presencia tan seria y hermosa que poseía la supuesta Fanny.

 

-¡¡Soy una imbécil!! –grito con furia lanzando la quinta piedra que agarré del piso, estrellándola con rabia sobre una pared de ladrillos.

Mis lágrimas no habían cesado desde la tarde, la había visto llorar… su madre se la había llevado con rabia, con ira ¡quizás que le hizo! Me siento impotente, inútil y culpable, hace rato que ya me había tironeado los verdes mechones que caían por mis costados, aquellos que ahora ya odiaba mucho.

-Es mi culpa… -me susurraba más como pensamientos, sintiendo en mi pecho esa  contracción de que había perdido lo que más me gusta, estar con ella.

Sentía aún en mis labios el calor de su piel, el sabor de sus besos y el leve sudor de su cuerpo en el mío… la había tocado, aunque ahora no sabía si estuvo bien o no, Fanny estaba indecisa por mis acciones tan repentinas, no sé si me odia, si me quiere o me odia aún más por dejar que su madre la pillara conmigo. Mi mano ya estaba adolorida de tanto apretar piedras, mis ojos ya arden y tengo hasta ese rechazo por mí misma, por no ser clara ni decírselo antes, por haberla besado y aunque mis labios están deseosos de más, estos mismos la hicieron llorar, de odiar a Baek por haberle dicho a Roja que me gusta, sabiendo completamente que sentimiento por él, nunca tuve alguno.

Intento calmar mi llanto, aunque los sollozos me estén partiendo el alma, amo a Roja sobre todas las cosas, con ese humor tan complicado, con sus groserías y esa forma tan extraña que tiene de ser; estuve a un par de roces de hacerla mía, aun sabiendo que no la merezco, que me haya detenido en medio de esas acciones, escuchando esos gemidos placenteros de esa voz tan bonita que tiene, me hacen desearla más, sé que me detuvo con esa rabia por mi noviazgo ridículo con Baek, pero es un gran error mío, no lo amo y nunca lo amé, y apenas vi a Roja en la convención debí haberme olvidado de él, porque con o sin Fanny a mi lado, es simplemente quien yo amo.

Pongo mi mano sobre la boca, escuchando los autos a lo lejos, el frío del viento golpeándome; cerré mis ojos con pesadumbre, pidiéndole al universo una pequeña oportunidad. Escucho un pequeño sollozo a lo distante, algo apagado ¡Roja!

Salí corriendo a dónde se encontraban los juegos para niños, casi en el centro del parque; luego que la madre de Fanny me advirtiera sobre estar con ella, me fui corriendo a mi casa, saque una camiseta y luego hui directo al parque.

Miré a Roja que estaba sentada con dolor sobre un columpio, estaba triste, y mi corazón también, pero no puedo evitar sentir en mi pecho un enorme calor y un fuerte alivio.

-Tae… -dice sorprendida, levantando su rostro con esos cafes tan tristes.

-Tranquila –le pido agachándome a sus piernas, posando mi cabeza en su regazo.

-Tae… -se pone a llorar más fuerte y apretándome lo que puede de mi cuerpo, su llanto se hizo incontrolable.

-Por favor, perdóname –Simplemente no puedo sentirme menos culpable, enloqueciéndome con ese aroma, el mismo que tuve tan cerca sobre mi cama.

No hubo más respuesta que gemidos dolorosos, sollozos que sin éxitos son ahogados, amo a Roja, y por primera vez la veo llorando de esta forma, tan desgarrada y dolorosa.

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Comments

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jenrsun
#1
Chapter 22: Una de mis preferidas ♡
SharnLovesTaeNy
#2
Hello! I'm interested in your story but I can't understand it.. Can I have an english version of this? Thank you!
Taechi_s #3
Chapter 1: Falta un capítulo al principio no ? ?
Angelett #4
Chapter 22: hERMOSO, NO MAMEES ;;
Skyth06
#5
Chapter 22: Me hiciste el día
Skyth06
#6
Chapter 12: Cómo amó está historia!
Skyth06
#7
Chapter 2: *-* como no amar está historia
TaeNy0204 #8
Nos volvemos a leer preciosura *.*
Skyth06
#9
Siiiiii qué bueno que la compartirás de nuevo