Luego de la fantástica noche de brujas, aunque diría de perras y las peores, no pasó mucho tiempo más para que llamara a mi papá, su rostro me miraba con una expresión totalmente extrañada y curiosa, llegue a mi casa dejando a Tae  cuidado de Sunny. Cuando me aparecí por la puerta de mi hogar mi mamá estaba esperándome, me miró detenidamente la mejilla y ya me decía yo “¡va a matarme!”

-¿Qué te pasó en la cara? –me preguntó entre enojo y curiosidad.

¿Y pues saben? Ya tenía yo unas ganas de decirle ¡Sabes Má! Tuve una noche de lo más maravillosa, primero estaba todo normalito ahí, verás… ¡pero! Repentinamente apareció una perra, porque era la puta más puta de la existencia de la existencia, y ¡¿sabes qué?! Agarró cariñosamente ¡a mi novia! Luego me la arrebató con violencia, para llevarse a un rincón de lo más bonito ahí tu verás ¡eh! Y empezaron a conversar, y con conversar me refiero agarrarse las manitos y con eso me refiero a darse manotazos como si estuviesen discutiendo ¡y yo ahí! Toda preocupada, celosa y furiosa, ¡pero eso no es todo! De repente la chica esa agarra a ¡mi novia otra vez! Y le planta un besote en los labios ¿y sabes qué más? Luego que la empujara ¿a qué no adivinas? Pues… ¡golpeó a Tae! o sea ¡¡Qué carajos se cree!! Y entonces me lancé a pegarle mientras me tiraba el pelo, entonces quedó el mambo y luego Tae empezó a golpearla, se cayeron a la piscina ¡y parecía película! Pero además tuve que quedarme media hora tratando de sanarle el piercing a Tae porque la puta muy puta le había roto el labio, entonces justamente ahora que el imbécil de Baek desapareció de las faz de la tierra ¡adivina qué! Sí, aparece otra imbécil.

-Nada mamá.

Así que me fui al baño sin decir nada, extrañamente mi mamá no siguió preguntándome; Veía mi mejilla hinchada ¡¿Quién era esa imbécil?! Y lo peor es que me late que no es una desconocida, no, no… Tae tienes ese mundillo detrás de ella que no sabes qué arrastra.

-Fanny…

Entonces le pedí permiso a mi mamá para levantarme temprano y volver a la casa de Sunny ya que me había ofrecido ayudarle a limpiar, como varios más; así que más o menos tipo 8:30am de día sábado post Halloween ya estaba aquí.

-¡Fanny!...

Y bueno, estoy  intentando sacar la maldita mancha del piso que amenaza con crueldad la fachada de la alfombra, sabía que después de una fiesta no quedaba lo más impecable ¡pero esta gente es tan cerda! Y me enojo ¡porque ya tuve que limpiar sus manchitas de sangre por ahí! ¡Argh! soy amante de la razón, la lógica, el cuidado y el orden ¡y saben qué! Pues ahora parezco cavernícola que pelea contra cualquier cosa ¿y por qué?

-Fanny.

¡Por culpa de Taeyeon!

-¡Fanny! ¡jajaja! -¡ah! Es Sunny.

-¿Qué pasa? –digo saliendo de mis pensamientos, ¿me había hablado?

-Estás intentando limpiar una sombra –me dice evitando reír.

-¡Mierda! –grito enojada llamando la atención de todos.

Miré de reojo a la entrada de la cocina, hace rato que Tae estaba algo distante, no sé si tenía ganas de golpearla, besarla o besarla mientras la golpeo.

-Hace rato que murmuras cosas iracundas –Sunny me entierra el palo del trapeador en las costillas haciéndome saltar.

-Estoy enojada –le digo sin dejar de observar a Tae que intenta limpiar la pared.

-Que bien que lo dices, no me había dado cuenta –se ríe- ¡¡¿por qué no ayudas a Tae a limpiar por allá?!! –grita empujándome con agresividad a dónde se encontraba Taeyeon.

Le pase a llevar un poco, desde anoche que nuestra relación estaba un poco tensa, yo quería preguntar algo y ella no quería responderme esa pregunta ¡¿pero es mi derecho?!

-¿Te duele aún? –le pregunto casi en un susurro.

-No –me responde con una voz algo dolida.

La miré de reojo, veía la herida que aún no sanaba de su labio, cada vez que lo hago recuerdo el golpetazo que recibió, simplemente por defenderse, ¿Qué no es una injusticia?

Estábamos rodeadas, Sunny, Do, Heechul, Henry, la brujita de anoche y otra chica más nos ayudaban a limpiar la casa.

Creo que ahora este lugar no es tan divertido, ya que mi disfraz fue remplazado por una simple camiseta y un short para poder limpiar más cómoda, la música no era tan fuerte y Tae no es la misma, y más que nada parece como si esa personalidad se la hubiese tragado un agujero negro.

Observo la mancha de bebida pegajosa que está esparcida por el mueble enfrente de mí, como si fuese lo más lindo del mundo lo miro hipnotizada para sólo fingir que no me doy cuenta que Tae, quien está a medio metro de mí me está mirando.

-Roja –pronunció despacio, incluso creí haber escuchado eso de su boca.

Giré lento, pero mi rostro se detuvo al chocar con el índice de Tae que estaba esperando el tacto de mi mejilla con su dedo.

Miré su rostro con desgano, tenía moretones en el pómulo derecho, el labio roto, y un poco de la ceja hinchada, entonces me di cuenta, que mi pelea con Juniel fue más larga que la de Tae, ¿por qué la golpeó tanto? ¿o será que Tae no sabe defenderse?

Analicé el entorno en un rápido vistazo, tenía mucho más que claro que si besaba a Taeyeon con estas personas alrededor no habría alguna queja en lo absoluto.

-Tonta –le dije sin querer.

Seguido intenté besar su labio con delicadeza, en un toque rápido, suave, que podría parecer insignificante, pero no lo era.

Y eso fue lo único del momento, me alejé a limpiar otra habitación, Tae está diferente, pero yo soy quien no se atreve a preguntarle. No sé por qué me duele pensar que sea su ex, Taeyeon es mi novia ahora, pero sigo sintiendo que algo raro hay en todo esto, además por lo que creo Juniel ni idea que Taeyeon estaba conmigo ¿o sí? ¡Argh!

-¿por qué no le preguntas? –pregunta Sunny apareciendo en la habitación donde yo estaba.

-¿y eso qué? –le respondo siquiera volteando.

-¿Acaso piensas guardarte eso? –Me dice seria- yo que tú le pregunto.

-Sé que tu sabes de qué viene todo esto –me enojo.

-Por supuesto que lo sé –se ríe- pero no soy yo quien debe decírtelo, es un tema un poco delicado.

No estoy de humor, ánimos ni nada… me levanté del piso, me dignaba a salir del cuarto de aseo, pero el brazo de Sunny me rodeó la cintura con fuerza.

-No temas –dice sin mirarme- eres lo más hermoso que se ha topado con Tae –entrecierra los ojos, con esa voz segura- no solía verla sonreír –dice sorprendiéndome.

-No sé qué sentir –le digo bloqueada, esas palabras me suenan a algo malo que pasó.

-Ve a la piscina a limpiar todo lo sucio que está ahí, sobretodo en el pecho de la chica que ahí está –me da un empujoncito.

Me moví con desconfianza, baje las escaleras de la casa de Sunny, me dirigí al patio y como si fuese algo predicho, y que lo es, Taeyeon estaba sentada al borde de la piscina, moviendo los pies con tristeza en el agua.

Me senté a su lado, sentí un escalofrío a mi costado, no sé porque tengo tanto miedo que me diga quién era esa persona ¡¿por qué tan de repente me vuelvo débil?!

El silencio dura segundos que parecen minutos eternos, odio en este momento mi sinceridad porque en cualquier segundo podría soltar la maldita pregunta que quiere escaparse de mis labios.

-¿Te duele? –me preguntó al fin, rompiendo ese hielo que no estaba enfriando, no sé a qué se refiere pero si hay algo que me duele.

-un poco –le digo- pero soy una pelirroja vikinga –me doy ánimos.

-Eres genial –Expresa con una voz llorosa apegando sus rodillas al pecho abrazándose a sí misma.

-No –me río ¡¿porque siento como si fuésemos unas completas desconocidas?!

-Rojita…-susurra- ¿puedo preguntarte algo?

-Claro –la abrazo de costado, siento que su cuerpo tiembla.

-¿Por qué estás enamorada de mí? –me mira de reojo, y mi corazón palpita como si quisiera explotar en razones y ahora yo me pregunto ¿por qué estoy enamorada de Tae?

La miré absorta, no me esperaba esa pregunta ¡yo creo que es obvio! Pero a la vez no, bueno, no tenemos muchas cosas en común, Volcáner no cuenta eh.

Seguí mirándola, ¿Qué me gusta de esta cosa? Creo que me estoy demorando mucho en responder.

-¿Quién es esa chica? ¿Y por qué te golpeó? –le pregunto enojada, ignoré su pregunta, y no sé por qué.

Abrió los ojos de par en par, creo que eso era menos esperado que la pregunta menos esperada.

-Éramos amigas –dice mirando el agua- cuando iba en el colegio, cuando tenía quince solíamos ir a patinar, en skate –me mira- pero en ese entonces yo era diferente…-se levanta abruptamente para irse.

-No seas cobarde–le digo enojada, sin quiera pensar en lo que Tae estuviera sintiendo.

-Exacto –me susurró y se fue.

Pero no, la pregunta está hecha, la respuesta a medias y no voy a quedarme con la duda. Me acerqué a ella que se apareció por el living, vacío de compañeros de limpieza y le agarré el brazo.

-¿Puedo saber por qué te besó? –la tironeo.

-¡¡por qué es una idiota!! –Sus ojos están empapados- ¡bien!

-¡No! –Le grito- ¡¿Qué está bien?!

-No estoy con ella, nunca estuve con ella ¿feliz? –se enoja ¡pero qué!

-¡¡¿por qué siempre tengo que descubrirte todo?!! –la empujo.

-¿de qué hablas?

-Primero fingías que estabas enamorada de mí mientras te besuqueabas con Baek –le digo y mi corazón palpita al revés- y ahora aparece una chica de la nada y me dices ¡ah no pasa nada!

-¡porque es cierto! Y sabes lo que pasó con Baekhyun ¡nunca fingí nada! Siempre me has gustado –me mira entre tristeza y enojo.

-¡Argh! –me enojo- ¡ya estoy harta! ¿Por qué nunca puedo estar en paz contigo? Sé que eres bonita, sé que debes tener un centenar de personas detrás de ti, pero se supone que eres mi pareja y ¡quieres que me sienta normal! Si cualquiera te viene y te besa –ah maldita sinceridad.

-¡¡¿me estás diciendo fácil?!! –Tae se indigna.

-Quizás lo seas –sale de mi boca sin pensar.

-Roja eres una imbécil –me dice con una voz dolida, con las lágrimas saliendo de sus ojos.

Se secó los ojos con violencia y salió de la casa.

-¡¡Argh!! –¡quiero matarlos a todos!

Tae se fue, y sigo aquí de pie con esa expresión de decirme ¡¡qué demonios dije!! No quise decirle eso, tampoco quería preguntarle y siquiera tuve la dedicación de perseguirla. Me senté con molestia sobre el sofá del salón principal, suspiraba molesta, dolida y con rabia.

-¿Y Tae? –me pregunta Sunny apareciéndose por el patio entrando al living.

-Se fue –le digo cortante.

-¡¿qué pasó?! –se asusta.

-No sé, me disculpas –me levanto- no tengo ánimos de seguir limpiando.

-Meh no te preocupes.

-Iré al Comikstore, Tae tiene turno –digo con una pequeña esperanza de poder disculparme con ella, quizás si lo pensé, pero no debí decirle algo así.

Salgo de la casa de Sunny con ese amargo sabor en la boca de pronunciaciones erradas, tengo ganas de llorar y romper miles de cosas en este instante, Sunny tenía razón y quizás si era un tema delicado, ¡pero es que me da rabia!

Las cuadras que caminé no se hicieron nada, aunque sabía que Tae no estaría en el Comikstore quería esperarla ahí, me sentiría incómoda de ir a su casa ¿y si no estaba ahí? ¡Argh! por qué Taeyeon tiene esa afición por hacerme sentir confundida.

Llegué a la esquina de la avenida principal junto a la calle adjunta al Comikstore, cuando me disponía a girar, miré a quien sería la raíz de esta maldita situación; Juniel, la chica del cabello teñido de rosa que bordeaba el carmesí, se hallaba sentada afuera del Comikstore, ¡¡¿qué hace esta perra aquí?!!

Me detuve en seco, entre esas ganas de correr a romperle la cara y conseguirme una bazooka para dispararle desde aquí me quedé inmóvil, podría jurar que son idénticas con Tae en el aspecto, también tiene tatuajes en sus brazos.

¿Me acerco? ¿No me acerco? ¿Me voy a la mierda? Sin notarlo ya estoy a dos metros de ella ¡pero en qué momen…!

-Ah –exclama- pero qué agradable sorpresa tenemos aquí –me mira sonriendo de soslayo.

-Qué pena que no pueda decir lo mismo –le respondo sarcástica, desafiando sus ojos marrones sobre los míos.

-Pasaba por aquí –dice sonriente- y pensé venir a saludar a Fantasmita.

¡¡¿Por qué le dice así?!!

-Ah pero qué agradable sorpresa, no sabía que pensabas -¡argh! quiero patearla.

-No te sobrepases pelirroja –me mira molesta.

-¿o si no qué? –hago que se levante.

-Podrías terminar con tu dulce rostro pecoso hinchado –me empuja.

-¡no me toques perra! –la empujo.

-No tengo ganas de pelear contigo pedazo de pendeja -¡¿yo qué?!

-¡ah! Pero qué mala suerte, porque yo tengo ganas de romperte toda la cara.

-Te dije que no la tocaras –sale Taeyeon del Comikstore ¡¿estaba aquí?!

-¿Qué haces aquí? –le pregunto sorprendida.

-Tengo turno.

Miré de reojo a Tae, ella sabía que Juniel estaba en la parte frontal de Comikstore entonces.

-No soy la única imbécil aquí –le digo dolida ¡qué tiene con esta chica!

Y me encaminé nuevamente sin rumbo alguno.

-¡No te enojes pelirroja! –me grita Juniel, pero ya no quiero volver a pelearle y tampoco me importa el hecho de que Taeyeon no me haya respondido.

Empecé a llorar en el camino hacia la nada ¡tengo rabia! Tristeza y enojo, no quiero ir a mi casa y por primera vez siento esta sensación impregnada de dolor en el pecho.

No sé qué hacer, como cuando ni quien hace el problema puede solucionarlo, así que no tengo más rumbo que a esa persona tan positiva de la sonrisa alegre.

-¡¿Qué pasó?! –me dice Sunny con una expresión totalmente preocupada abrazándome, luego de que tocara el timbre desesperada.

-No sé…-le digo llorando, es la primera vez que alguien aparte de Tae me ve hacerlo.

-Ya, tranquila, ven –dice sentándose conmigo en el sofá- ¿Qué sientes? –me abraza.

-Me duele, no sé qué tiene Taeyeon contra esa ¡puta! –me enojo- y no sé… yo… me siento mal…

-Taeyeon, eres una tonta –suspira con molestia.

Los brazos de Sunny me rodean con fuerza, es como esas veces que no necesitas palabras más que un apretón de apoyo, no sé a qué le temo tanto, los celos me invaden y siento como si Juniel tuviera más posesión de Tae que yo, aunque claro ella no es un objeto, pero aun así…

-Hace muchos años –me susurra Sunny acurrucándome entre sus brazos- Tae era una chica muy tímida, teníamos un grupo de amigas, era Juniel Tae, Seo y yo, verás…-me apreta e intento tranquilizar mi llanto que tan irracionalmente sale- yo me juntaba mucho con Seo y Tae con Juniel, recuerdo que solían hacer muchas cosas juntas, Tae la quería mucho -¡argh! ¡Celos!-  Con Seo teníamos la impresión que Juniel estaba interesada en Tae –me dice extrañada- pero era algo raro, porque siempre peleaban… hasta que un día nos tocó hacer un trabajo juntas, con Tae, yo en ese tiempo no la conocía tanto, sólo la veía como una chica tímida que no sobresalía mucho –sonríe, contagiándome- tenía el pelo negro y largo, no tenía tatuajes ni piercings, en resumidas no era mucho de lo que es ahora por fuera, siempre supimos que era fan de los comics.

-¿De verdad? –pregunto sorprendida ¡no puedo imaginármela asÍ!

-Sí, recuerdo que Taeyeon me contó que Juniel le había dicho que sentía cosas por ella. Y yo me sorprendí bastante, pero Taeyeon parecía asustada