Capítulo 20: La dueña de Alexander...

Mama me gusta la vendedora de cómics (Taenyvers)
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Realmente no me di cuenta en momento exacto en que mis lágrimas empezaron a salir abruptamente recordándole a mis mejillas que algo extraño estaba pasándome, aquel libro robado entre mis manos, ya había sido leído por mis ojos hace algunos veinte, o quizás veintiséis minutos como había tomado el tiempo de ver cuánto tardaba; estaba sentada en medio de mi cama sintiendo la pesadez en mis hombros por el sueño que nunca tuve, mirando por la ventana como los rayos del sol me daban un buenos días al despertar que nunca pasó. Eran las 6:12am, no había dormido nada debido a la emoción que tenía por terminar de leer el libro que Taeyeon me había convencido de explorar, Alexander, el protagonista príncipe de la historia ya estaba a punto de acabar con su aventura en las últimas quince páginas que me faltaban por leer, estaba incómoda, expectante e incluso algo dolida… son como esas veces cuando te sientes identificada con un personaje y te das cuenta la empatía que surge, era así, al menos conmigo, pero algo andaba mal a tal punto de hacerme llorar durante quizás media hora de haber terminado de leer la historia.

Sentía un frío enorme en el cuerpo, mis manos temblaban un poco debido al ambiente y mi mente era un caos de revoltosas ideas que me golpeaban la cabeza, la travesía del príncipe que escapaba de sí mismo porque odiaba quien era estaba ya leída, pero no era posible que aún tuviera tantas preguntas que jamás serían respondidas por el texto como ¿Por qué se odiaba a sí mismo? ¿Por qué se escapó o qué amaba de Wenn? Me siento un poco vacía, como si fuese una historia sin terminar y más aún me descolocaban las notas alrededor de las páginas, aquellas escritas con rojo dentro del papel tan gastado, como si alguien narrase la vida de otro que está decayendo en pedazos.

Y fue en mi lapso de volver a la realidad y dejar de cuestionarme hasta mí misma miles de preguntas sobre lo que soy, cuando noté que mis lágrimas estaban arruinando aquella página provocando un ligero esparcimiento del carboncillo.

La cosa era simple, Alexander escapa de su vida porque no quiere ser rey ¿pero por qué? Y llega a otra ciudad entrando en una academia de artes ¿por qué? Encontrándose con una chica cuyos propósitos son escapar de la realidad ¿para qué?  Y que luego ésta con magia crea un enorme dragón que se la traga en un ataque de ira, bueno eso si fue chistoso he de admitirlo además de la nota que decía en un costado “Hey Arly, mira aquí se la tragan como al enano de Shrek” y me hizo reír.

Me había quedado con la muy incómoda sensación de que este libro realmente no estaba destinado a entenderlo en lo absoluto, simplemente porque quien lo escribió, lo hizo especialmente para una persona que podría entenderlo sin alguna explicación.

-Qué molesto… -me susurré esta mañana, intentando apaciguar mis lágrimas que me habían conmovido porque el maldito príncipe había hecho lo imposible por la princesa con un final de incertidumbre total, y lo peor es que sobraban páginas para seguir escribiéndolo aunque la última página escrita parecía ser el fin.

Tenía esas ganas de ir por cielo, mar y tierra a buscar al escritor o escritora de este libro para preguntarle ¡¿y qué pasó después?! Pero sólo me resigné a dejar de llorar por una razón incierta, y decidí que era momento de entregarlo a la persona que sin querer se lo arrebaté, aunque no estuviera ahora realmente segura si fuese la chica pelinegra de la biblioteca.

No había dormido nada en lo absoluto, ya eran las 7:00am cuando me di los ánimos de levantarme para ir al colegio simplemente por esa razón. Luego del tosco desayuno de té con la mitad de una bolsa de M&M’s que me habían quedado de antes de ayer, me puse a correr por la cuidad hasta llegar al colegio para sentir la brisa mañanera y tratar de borrar tantas dudas que tenía en la mente.

Buscaría en algún momento de esperanza en la biblioteca, quizás la aulas o cualquier cosa, a pesar que la historia tenía de todo, sentimientos, acción, misterio y hasta un poco de humor, me sentía incómoda de tener este libro en mi poder, aunque me encante, me molesta, ya que siento como una invasión de propiedad ajena, como cuando le haces un poema a alguien y luego todo el mundo lo lee, se puede intuir de que va, pero sólo hay conexión entre el poeta y su inspiración como las verdaderas intenciones de cada palabra.

Me senté en el banco, manteniendo en libro verdoso y un poco desgarrado entre mis dedos con ansiedad, miraba a mi alrededor esperando que el puto reloj sobre el pizarrón avanzara a la velocidad de la luz o como Taeyeon se lanza sobre una edición nueva de Nucleónica que sería más o menos lo mismo.

Quería y no deshacerme del texto, este mismo había hecho que yo y Taeyeon nos conociéramos un poquito más, yo se lo presté a cambio de los comics de Volcáner, era tema de conversación cuando ambas no queríamos decir lo que sentimos sobre la otra con fieles indirectas suaves y dulces, como cuando ella me decía que Alexander se había ido de su reino porque su padre deseaba que fuese rey, y él conoció a Wenn una chica que le hacía sentir completo, que si lo analizas es como si yo escapase de mi madre por juntarme con Tae, de verdad este libro tiene de todo.

El timbre sonó como si de una competencia olímpica se tratase, comencé a correr por los pasillos del establecimiento hasta que me detuve en medio de la gente ¡¿y a dónde voy?! Pero si seré imbécil. Si fuera un caso policial de robo ¡ironías! Ya que yo soy quien se robó el libro y ahora me las doy de policía.

Bien, empecé a correr por el primer receso hasta la biblioteca, cuando llegué sentí un aire de esperanza que me abrigó, hasta que me di cuenta que era una cuasi tormenta que me estaba levantando la falda y se me veían las bragas, por suerte no había nadie afuera de la biblioteca.

Entré a ésta, me acerqué al escritorio de recepción intentando recordar todo lo que pasó como hace seis meses, odio mi memoria selectiva por cierto, y recordé que la chica del copo castaño estuvo aquí esa vez.

-¡Hooola! –grité emocionada adelantándome, dándome un pre-infarto al ver a una señora de aspecto casi brujo sentada ahí.

-¡Shhh! –exclamó- estamos en una biblioteca –sí, sí muy cierto, verdad… vieja pendeja.

-Hola, si –le susurro.

-¡¿Qué?! –me grita ¡aich! Pero está sorda.

-Sabe, estoy buscando…

-¿Qué libro? –me interrumpe sacándose los pequeños lentes para leer de la nariz ¡Qué miedo!

-Una persona –sentencio.

Me alzó una ceja molesta, mirándome de pies a cabeza, mientras no podía creer lo bien peinado que tenía ese tomate sobre la cabeza.

-No puedo ayudarte –se molestó ¡pero qué atención de mierda!

-¡Bien! –exclamo irónica.

-¡Shhh!

-¡pero si no hay nadie! –le grito mirando alrededor.

-¡Shhh! De todas maneras.

-Jessica ¿qué te pasó? –Me río a mis adentros- por cierto –me acerco más al escritorio donde está…  la señora ésta- La otra chica que está en la biblioteca como recepcionista ¿Qué pasó?

-La chica del peinado raro –dice con una voz tan ronca que en verdad un camionero podría ser más femenino- Es parte del club de literatura, esos mocosos pueden administrar la biblioteca por consejo de los directores o rectores –me mira de reojo como si me odiara ¡pero qué!- entonces están de turnos ciertos días y recreos, y cómo verás chica zanahoria –me dice ¡ay pero qué tierna la vieja puta!- No tocó hoy, así que si no dejas de hablar, te largas.

-Me largo gracias –le respondí retrocediendo sin dejar de mirarla.

¡¡Pero qué carácter!! Se nota que hace años no debe tener un polvo anímico. Empecé a correr por el colegio ¡bien! ¡Al club de literatura! ¿Dónde queda?

Me paré en seco fuera mi aula, respirando agitada ¿Podría preguntarle a alguien sobre dónde queda? Si tuviera amigos en el colegio claro, poca vida social escolar, te odio.

El timbre sonó y un receso fracasado ¡pero no importa! Aún tengo esperanzas de encontrar la recepcionista de ese día en el club de literatura ¿y si no vino? ¡Argh! ya, ya no seré tan pesimista.

Clase de matemáticas, bien, los resultados del examen

¡Casi perfecto! ¡¡¿Casi?!! Puta madre, estúpido último resultado que no pude hacer bien, al menos Seohyun no se salió con la suya y… ¡eso es! La presidenta.

-¡Hey! Seo –me adelanto a su banco fingiendo amigabilidad.

-No vengas a presumir tu examen porque te juro que voy a romperte las pecas de la cara –se enoja, bueno cualquiera luego del timo que le hice, pero necesito información y Seo es la única con la cual sociabilizo, ay es mi única enemiga, enemiiiiiga que dulce esa palabra suena hoy.

-No, no para nada –digo feliz- mira.

Agarré mi examen por ambos extremos y rompí el papel en dos.

-¿Qué haces? –me mira seria.

-No se les ocurra perder el examen ya que haré otro en referencia a este –dice el profesor ¡ay pero qué mala pata!

-Necesito saber algo y tú eres quien puede decírmelo –me siento sobre su mesa mirándola fija.

-¿ah, sí? –me alza una ceja- ¿y qué es?

-¿Dónde está el club de literatura? –digo neutra.

-¡¡¿Qué?!! –Se sorprende- Hwang te la pasas leyendo y no sabes dónde está el club de literatura–se decepciona.

-Tú pareces puta y no pienso que sepas dónde está el prostíbulo de la ciudad -¡Estúpida sinceridad!

-Eres desagradable –se chasquea.

-Disculpa –digo sincera también ¡joder cómo no me aguanté a decirle eso!

-Te diré, con una condición –me voltea la vista cambiándose de asiento dándome paso a bajarme de la mesa y sentarme junto a ella.

-¿Qué quieres? –pregunto pesada, no es que yo hubiese creído que me diría así como así pero qué mierda me pedirá ahora.

-Hwang –me mira con una sonrisa picarona- No sabía que te gustasen del mismo equipo–se ríe diciéndolo muy bajito.

-¡Tsk! –me quejo sonrojándome- No me gustan las mujeres –le niego ¡bueno! Si lo analizo bien no me gusta otra chica y ni me atraen en lo mínimo aparte de Tae y Tae, Uhmm cuenta como un … hé… ya, si es una chica, me gusta una chica.

-¿Ah si?

-¿Y qué tiene que ver esto con la condición? –me enojo.

-Dame tu idad –dice seria ¡pfffjajaja! ¿Qué?

-¡No! –le contesto con asco- la tiene mi novia -¡pero seré una!...

-Touché –exclama, soy tan imbécil cuando se trata de sinceridad- Tranquila –se ríe molesta- sólo quería fastidiarte y saber si la chica de los tatuajes tenía algo contigo.

-¿Por? –me extraño alzándole una ceja.

-Eres tan tonta a veces –me sonríe- es una lástima.

-¿Cuál es la condición? –La presiono- quiero saberlo joder y ¡ya! Necesito la ubicación –la miro feo, feo, feo y muy feo.

-Sólo estoy molestándote con eso –se sonroja

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Comments

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jenrsun
#1
Chapter 22: Una de mis preferidas ♡
SharnLovesTaeNy
#2
Hello! I'm interested in your story but I can't understand it.. Can I have an english version of this? Thank you!
Taechi_s #3
Chapter 1: Falta un capítulo al principio no ? ?
Angelett #4
Chapter 22: hERMOSO, NO MAMEES ;;
Skyth06
#5
Chapter 22: Me hiciste el día
Skyth06
#6
Chapter 12: Cómo amó está historia!
Skyth06
#7
Chapter 2: *-* como no amar está historia
TaeNy0204 #8
Nos volvemos a leer preciosura *.*
Skyth06
#9
Siiiiii qué bueno que la compartirás de nuevo