Dormía confortablemente entre los cálidos y suaves cobertores, cuando un peso hundiendo el lado derecho de la piecera de la cama, lo hizo abrir los ojos en alerta. Cama? Estaba durmiendo en una cama? Lo último que recordaba era haber acordado que dormiría en el piso, por qué se encontraba ahora recostado sobre la cama de pequeño tamaño? Su cabeza quiso hacer un esfuerzo en encontrar una rápida explicación, pero el dolor que comenzó a aquejarlo lo hizo detenerse casi inmediatamente. Parecía como si alguien estuviera golpeando su cabeza con un martillo.

-te dije que no era buena idea beber… - la voz y el sonido de una risa burlona, trajo de regreso su concentración, removiendo una parte de los cobertores hasta que su mirada encontró el rostro sonriente del dueño de la cama donde se encontraba recostado.

-dime que no hicimos nada estúpido anoche… - fueron sus primeras palabras, luchando por controlar el dolor en su cabeza.

-hummm veamos… qué hacer? Decirte la verdad o mentir para evitarte vivir con la vergüenza por el resto de tu vida… - Dongwan colocó una mano sobre su barbilla, fingiendo evaluar seriamente las dos opciones.

-voto por la segunda opción. Sí. Definitivamente es mi favorita – habló HyeSung, moviendo más abajo los cobertores, mostrando casi la mitad de su pecho que vestía la camiseta de la pijama, que no tenía idea de a qué hora se había colocado.

-está bien! La segunda opción entonces – respondió Dongwan luego de unos segundos cruciales en los que el bello hombre no se había dado cuenta que había estado conteniendo el aliento.

HyeSung respiró aliviado, notando por primera vez las luces de la mañana dentro de la habitación.

-… no te preocupes que no te diré que anoche nos embriagamos y nos besamos como si no hubiera un mañana! - la sonrisa en el rostro de Dongwan reflejaba alegría genuina, combinándola con un toque de ilusión. Si HyeSung al menos pudiera recordar el beso de la noche anterior y aceptar realmente sus sentimientos, ese viaje habría válido por mucho la pena.

-ahhh Dongwan!! te dije que no me dijeras!! - exclamó HyeSung apenado, cubriendo su cabeza con los cobertores, calmando los latidos de su corazón que se habían desbocado al tan sólo el recuerdo de lo ocurrido la noche anterior.

Sí, HyeSung había estado muy ebrio pero aún así una parte de su subconsciente siempre se conservaba lúcido, listo para torturarlo con todos los recuerdos de las penas que su estado de ebriedad le hacía pasar. Y claro que recordaba muy bien ese acalorado beso, aunque no tenía claro aún quién lo había iniciado.

-jajajaja!! no tienes de qué apenarte, yo también estaba ebrio… - volvió a hablar Dongwan, abandonando la esperanza de un posible avance con el bello hombre. Era obvio que HyeSung pensaba en ese beso como un error de dos hombres ebrios, y quizás era mejor así. Dongwan se aseguraría que el siguiente beso fuera real y sobrio, vertiendo todos sus sentimientos más profundos en el. Por ahora, sólo jugaría del mismo lado que HyeSung.

-deja de reírte! La cabeza me va estallar! - las propias quejas de HyeSung aumentaban el dolor en su cabeza, maldiciéndose por no poder controlarse. Se sentía tan avergonzado de ese pequeño impulso, aún más tratándose de uno de sus mejores amigos. Si tan sólo no hubiera pedido al fotógrafo que llevara la botella de whisky a la habitación.

-está bien, está bien. Iré a prepararte algo de medicina para la resaca, mis padres regresaran en un par de horas – habló el fotógrafo, levantándose de la cama a la par que palmeaba la parte trasera del cuerpo del bello hombre que aún permanecía oculto bajo los cobertores.

HyeSung sólo asomó una parte de su rostro cuando oyó el sonido de la puerta cerrándose. Automáticamente colocó una mano sobre su pecho, sintiendo los latidos acelerados de su corazón. Parecía como si el corazón fuera a salirse de su pecho en cualquier momento. Definitivamente estaba muy avergonzado por su comportamiento la noche anterior. Sí, tenía que ser ese el motivo de los latidos desbocados y el hormigueo que sentía por todo su cuerpo.

Al colocar la mano en su pecho y soltar un pesado y largo suspiro, el bello hombre se sintió aún más extraño. Cómo es que había logrado colocarse la pijama si no recordaba nada más que el beso con su mejor amigo y luego su mente quedó en blanco?. Su confusión se hizo más grande al notar que la pijama que traía puesta no era ninguna de las que había empacado para el corto viaje. Y era más claro notando lo corto de las piernas del pantalón.

Cuántas cosas habían pasado desde ese incómodo y vergonzoso momento con Dongwan?

-te preparé una sopa, es la receta secreta de la familia para curar la resaca! - como si hubiera sido conjurado por los pensamientos del bello hombre, el fotógrafo regresó a la habitación en corto tiempo.

-por qué estoy usando tus pijamas? - HyeSung podía sentirse avergonzado por dentro, pero definitivamente no iba a mostrarlo por fuera para diversión del fotógrafo.

-no lo recuerdas?… ahh claro! Si casi te quedaste desmayado en el baño, tuve que traerte a rastras hasta la cama y déjame decirte que no sé que estarás comiendo últimamente, pero puedo asegurar que haz ganado un par de kilos extras – la voz de Dongwan sonaba muy casual, colocando la bandeja con la sopa anti-resacas, sobre el regazo del bello hombre en la cama.

-yah! Mi peso sigue siendo el mismo! No tengo la culpa que ahora seas un debilucho! - ofendido por las declaraciones de su mejor amigo, HyeSung retó con la mirada al fotógrafo.

-ja! Ahora te ofendes! El ofendido debería ser yo! Cómo es eso que mis besos te provocan el vómito!? - Dongwan contraatacó, trayendo de regreso los incidentes pasados.

El rostro de HyeSung perdió la palidez natural de su tonalidad, tiñéndose de rojo hasta la punta de las orejas. Oh sí, ahora HyeSung recordaba esa parte que había quedado en blanco en su cabeza. Y quería que la tierra se abriera ahí mismo y se lo tragara.

Dongwan podía sonreír tranquilamente al verse ganador de la discusión.

-QUE!? - su exclamación había sido oída en casi todo el edificio de quince pisos, atrayendo la atención de sus demás compañeros y asustando a los que se encontraban cerca a él en el interior del comedor para empleados, sirviendo sus tazas de café matutinas.

-ya te lo dije, oí que el jefe está detrás de un patrocinio con esa nueva estrellita de K-pop – volvió a repetir la noticia, o más como un rumor, el trabajador que se le había acercado minutos antes, buscando confirmar la información que había llegado a sus oídos. Y que de hecho ya se estaba esparciendo por toda la oficina.

El rostro de Junjin se veía más airado que sorprendido. No era la mejor manera en la que había pensado en iniciar su semana laboral. Debió hacer caso a su novio más temprano en la mañana, cuando le pidió que se tomara el día libre para quedarse a su lado en la cama luego de hacer el amor. Ok, no. Quizás era mejor así. Quizás aún tenía una oportunidad de hacer cambiar de opinión a su jefe.

Junjin era el asistente de gerencia de relaciones públicas de la empresa, y no tenía ni idea de donde había salido la propuesta para trabajar con empresas del entretenimiento artístico. Definitivamente necesitaba buscar respuestas.

Dejando solo al compañero que le había quitado las ganas de comer los pastelillos que su novio le había horneado el día anterior para que acompañara su media mañana en la oficina, Junjin salió del comedor para empleados, dirigiéndose directamente hacia la oficina de su jefe.

-ahh Junjin, estaba pensando en ti, toma asiento, tengo excelentes noticias! - informó el jefe de área, sonriendo como si acabara de ganarse la lotería.

Junjin hizo caso a las indicaciones de su jefe, sentándose en silencio en la silla indicada, esperando su turno para hablar y argumentar en contra de las propuestas que habían sido puestas en la mesa fuera de su conocimiento.

-a partir de ahora vamos a expander a Enpino Style en grande! Conseguí un contrato muy bueno con esta empresa M Rizing, para patrocinar el vestuario de uno de sus artistas! - el jefe lo decía tan claro y con tanto orgullo que Junjin perdió las palabras que había estado eligiendo para convencer al hombre de abandonar la idea.

Qué se supone que tendría que decir? Que no trabajaría con una empresa cuyo CEO fue novio de uno de sus mejores amigos, a quien consideraba como un hermano mayor, y que éste le rompió el corazón a su Hyung a tal punto de casi destruir su vida, y por lo tanto lo odiaba con todas las fuerzas de su alma que le era imposible volver a ver su cara frente suyo?

Y agregando en letras muy pequeñas, una empresa cuyo co-CEO y artista representado principal, amaneció una noche de copas en su cama?

Claro que nadie tenía que saber esos detalles de su vida privada. Mucho menos la parte en la que se acostó con otro hombre poco antes de iniciar su relación con Andy. Su novio definitivamente lo mataría de enterarse algún día.

-Junjin? Te quedaste en blanco… - la voz el jefe se tornó preocupada, luego de darse cuenta que el hombre sentado en la silla frente a su escritorio, no le estaba prestando atención por los últimos quince minutos.

-lo siento Señor!… es sólo que… está seguro que esto del patrocinio será una buena idea? - Junjin no quería sonar demasiado infantil, pero en el fondo sabía que lo estaba siendo. Claro que patrocinar la vestimenta de una estrella de K-pop era una excelente idea para promocionar su nueva colección primavera – verano. Todos los lentes de las cámaras estarían pronto en la estrella de K-pop y más de media ciudad vería las prendas de Enpino.

El gerente no respondió al cuestionamiento de su asistente, simplemente le devolvió una clara mirada de “me estás hablando en serio?”, seguida de una sonrisa divertida.

-ya entendí, no quieres involucrar asuntos personales con trabajo eh? - la pregunta del gerente tomó por sorpresa a Junjin. Será que acaso que alguien se había enterado de su relación con los dos CEOs de M Rizing?

-no, Señor, es que… yo… - las palabras se enredaban sin poder encontrar una respuesta serena y clara.

-tranquilo, todos aquí somos muy profesionales. Además, tu novio trabaja para una productora, es muy diferente de nuestro rubro – el jefe sonaba muy comprensivo y tranquilizante.

Cómo pudo olvidar Junjin que la productora para la que trabajaba Andy, era la que estaba a cargo de filmar el MV del próximo comeback de Minwoo?

-claro, gracias Señor, me alegra saber que todo estará bien – Junjin decidió seguir la corriente y pararse rápidamente de la silla. Necesitaba un tiempo a solas para digerir toda la información de la mañana.

Al salir de la oficina de gerencia, Junjin dejó salir un pesado resoplido, maldiciendo internamente el nombre de Eric Mun.

Parecía como si Eric tuviera un magneto que insistía en juntar a todas las personas de su pasado. M Rizing ya tenía un contrato con el restaurant que administraba HyeSung para usar el local para la grabación del MV de Minwoo y otros trabajos como sesiones de fotos; además, estaban trabajando con TOP Media, lugar donde laboraba Andy, y ahora se unía Junjin con su empresa, patrocinando la vestimenta de la estrella de K-pop por toda la temporada.

Alguien no quería que ese año fuera un año feliz para nadie.

-aarrgghhh! Estúpido Eric Mun! Espero que no estés haciendo esto a propósito para acercarte a HyeSung hyung… - Junjin golpeó con su puño la mesa de su escritorio, asustando a todos sus compañeros de trabajo que pasaban cerca.

“Olvidé mencionártelo, tengo que atender unas reuniones para la planeación de la próxima temporada de Otoño – Invierno. Te harás cargo tú de M Rizing”

El mensaje que llegó al computador de Junjin por el servicio de mensajería electrónico de Enpino, no hizo que su día se aligerara.

8AM y el sonido del reloj despertador sobre la mesa de noche hacía eco por toda la habitación, a un lado en la cama sólo yacían los restos de las sábanas alborotadas y se podía oír levemente el sonido de la ducha en el baño. .

El fin de semana no había sido uno de los mejores para la estrella del K-pop, sus horas de sueño se habían reducido significativamente y ni aún tratando de desfogar su ira con una excesiva rutina de ejercicio en el gimnasio, había logrado que su cuerpo se relajara y se entregara al sueño de la noche. Se sentía realmente miserable.

Ya era muy tarde para arrepentirse de haber ido a buscar a Dongwan el sábado por la mañana, solamente para encontrarse con el rostro del portero del edificio que le informó que el fotógrafo había salido de viaje muy temprano en compañía de un amigo.

Bastaron unos cuantos minutos para que el reflejo de Lee Minwoo se hiciera notar en el espejo de su walking closet, eligiendo como toda mañana el atuendo perfecto para salir a trabajar. Los trabajos de su nuevo disco estaban casi completos, sólo unas cuantas sesiones más de grabación y todo estaría listo para la fecha de lanzamiento que tenía planeada. Al menos pensar en su disco lograba distraerlo un poco de su mal humor de fin de semana.

La estrella de K-pop salió de su habitación completamente arreglado, dirigiéndose a la cocina por un vaso de leche y una pieza de pan restante en la refrigeradora, que le servirían de desayuno esa mañana. Había estado tan ocupado en sentirse miserable, que la visita al súper mercado de fin de semana había sido olvidada. Con su vaso de leche en una mano y la pieza de pan en la otra, se dirigió a la sala donde tomó asiento en su sofá, liberando una de sus manos para tomar el control remoto del televisor y encender el aparato. Le gustaba revisar las noticias de entretenimiento para ver si hablaban de él.

Y fue ahí cuando su mañana se iluminó.

“Una reciente foto del nuevo idol, Lee Minwoo, acaba de hacerse viral gracias a una de sus fans”

Anunciaba la presentadora del segmento de entretenimiento, logrando dibujar una enorme y orgullosa sonrisa en el rostro del cantante, cuyos ojos no se despegaban de la imagen que aparecía sobre la esquina superior de la pantalla donde la presentadora continuaba hablando.

“La foto fue tomada hace unas semanas, y en ella podemos ver al idol junto al también reconocido internacionalmente fotógrafo, Kim Dongwan, quien recientemente ha recibido una distinción por su último trabajo de fotografía”

Continuaba hablando la presentadora, agradeciendo Minwoo que los detalles de la última exposición de Dongwan hayan sido pasados completamente por alto.

“Lo que llama la atención de esta imagen, y lo que la ha hecho viral, es que la fan de Lee Minwoo etiquetó la imagen como si se tratara de una pareja de amantes. 'El novio de Oppa es realmente guapo!!', es como describió esta fan la imagen que...”

Los oídos de Minwoo se cerraron en ese instante, todo lo que podía oír eran cánticos celestiales que repetían “el novio de Oppa”. Una extraña alegría lo poseyó, no dejándole oír el sonido de teléfono celular que comenzó a timbrar sin parar por los siguientes diez minutos. Definitivamente alguien estaba recompensándole el mal fin de semana. Tenía que buscar a esa fan y darle las gracias personalmente. No, eso era muy poco, lo mínimo que podía hacer por esa fan era darle uno de sus nuevos discos autografiados y quizás invitarla a uno de sus conciertos en los asientos VIP.

-VEN AHORA MISMO A LA OFICINAAAA!!! - cuando la estrella del K-pop logró bajar de su nube y devolver una de las veinte llamadas perdidas, la voz airada de su socio y mejor amigo lo saludó en un solo comando para luego terminar la llamada.

Eric no se oía muy contento y Minwoo sabía la razón pero no le importaba.

Le llevó a Minwoo casi veinte minutos para arribar en las oficinas de M Rizing, donde todos los empleados lo recibieron con las miradas bajas y divertidas, algunos preocupados y otros sorprendidos. Se dirigió directamente a la oficina que compartía con Eric, siendo recibido por éste mismo, junto con otros socios y colaboradores minoritarios de la empresa.

-sabes qué significa esto? No podemos arriesgarnos a un escándalo con la fecha de tu comeback tan cerca!! - Eric realmente estaba enfurecido y una parte de Minwoo no entendía el por qué. No se supone que esta noticia podría beneficiarlos a los dos?

-pero yo no tuve la culpa! Esa fan subió la foto a sus redes sociales, yo no tuve la culpa que se hiciera viral – el cantante trató de defenderse lo mejor que pudo, reprimiendo las sonrisas ensoñadoras que tentaban con formarse en sus labios, al sólo recuerdo de aquella foto que la fan había tomado de él y Dongwan.

-hemos hablado con algunos medios y dejarán atrás la noticia, pero no podemos hacer mucho cuando varios usuarios ya han descargado la imagen y la han repartido por todos lados – otro de los colaboradores tomó la palabra, trayendo un toque de seriedad y serenidad al ambiente.

-llamaremos a unos cuantos reporteros y les dirás que no existe ningún tipo de relación entre tú y el fotógrafo, que esa foto se las tomaron casualmente en tono de amigos y punto – las palabras de Eric eran muy contundentes como si se le hubiera ocurrido la mejor salida del escándalo del planeta, sin saber que en realidad, esos habían sido los hechos reales del origen de aquella foto.

El corazón de Minwoo se sintió rasgarse. Después de haberse hecho la ilusión de medio Corea alentando su relación con Kim Dongwan, ahora tenía que negarlo todo? Literalmente era un, tocar el cielo y bajar al infierno en un segundo.

-buenos días Señores… - como si fuera su salvador, o un verdugo a juzgar por el toque sombrío en su semblante, Dongwan ingresó a la oficina con voz solemne.

La joven secretaria dejó la taza de café sobre su escritorio, devolviéndole la mirada para decir “gracias” y regresar inmediatamente al trabajo en su computador. Casi una semana fuera del trabajo lo había dejado con demasiados correos electrónicos pendientes por responder. Y era un alivio que aún pudiera conservar su trabajo, luego de hablar con las cabezas principales del restaurant para el que trabajaba, explicándoles que las fotografías publicadas en una de las revistas de mayor renombre en la ciudad, fueron tomadas en un momento de arrebato propio de su juventud.

HyeSung tenía mucho que agradecer a la comprensión y entendimiento de sus jefes.

-Oppa, estás ocupado? - el rostro de Yumi se asomó por la abertura en la puerta, sonriendo dulcemente como todas las mañanas.

El bello hombre en el escritorio hizo un gesto con la mano, indicando a la muchacha que podía entrar a la oficina y tomar asiento. Algo en la expresión de Yumi comenzó a preocuparlo.

-cómo estuvo tu fin de semana? Conociste a tus futuros suegros? - era obvio que Yumi estaba haciendo su mejor esfuerzo por fingir su forzado entusiasmo.

-ocurre algo? No te ves muy bien – HyeSung ignoró las insinuaciones de la muchacha, centrándose en saber la verdad de ese toque sombrío y maquillado en las expresiones de su mejor amiga.

-ahh no es nada! Parece que las pocas horas de sueño han afectado mi piel – Yumi volvió a sonreír pero era más obvio aún que un sollozo estaba ahogándose dentro de esa sonrisa.

-Yumi, qué ocurre? Todo… todo bien con tu prometido? - HyeSung no quería pensar en Eric por el resto del día, pero no podía evitarlo al notar como el semblante de Yumi dejaba caer la careta sonriente y feliz, segundo a segundo.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del bello hombre. Su cabeza trabajó tan rápido hasta recordar las últimas palabras que había oído de labios de su ex novio. “Todavía te amo HyeSung”. Eric no había cometido algo estúpido para lastimar a Yumi, cierto?

-Eric oppa no fue ayer a la cena con nuestros padres… dijo que se le presentó algo urgente en el trabajo y no llegó nunca. Lo estuvimos llamando el resto de la noche pero no contestaba su teléfono. Fui a buscarlo a su departamento y… - Yumi no pudo seguir conteniéndolo, las lágrimas comenzaron a caer de su rostro como un manantial.

HyeSung se paró rápidamente de su silla, yendo al lado de la muchacha que apoyó su cabeza en su hombro apenas sintió los brazos que la rodeaban.

Esta era exactamente la imagen que HyeSung no quería ver en Yumi. Dolida y quebrada.

-… Eric oppa cambió el código de seguridad de su departamento, esperé por un par de horas pero nunca llegó… - los brazos de Yumi se asieron del cuello del bello hombre, rodeándolo con tal fuerza que el aire empezó a sentirse pesado.

Si HyeSung estaba empezando a sentir una especie de odio y desprecio por su ex novio debido a los acontecimientos pasados en la oficina de Dongwan, ahora esos sentimientos crecían aún más con cada gota que resbalaba por las mejillas de Yumi hasta empapar el saco de su traje.

Qué estaba pasando con Eric? Yumi no se merecía ese tipo de trato.

-papá está muy molesto con él… no sé qué hacer. Tengo miedo que quieran deshacer el compromiso – Yumi ahogó un par de sollozos contra el hombro en el que apoyaba su cabeza, sintiendo las manos del bello hombre que acariciaban su espalda tratando de brindarle consuelo.

HyeSung no sabía qué decir. Le dolía ver a Yumi en ese estado a tal punto que sus primeras palabras, de no verse involucrado, hubieran sido “él no te merece”. Por que ciertamente Eric Mun no merecía una muchacha tan pura e inocente como Yumi. Pero HyeSung sentía que sería demasiado arriesgado llevar a Yumi a romper su compromiso con Eric.

Si Yumi llegara a enterarse más tarde de la relación de su prometido con su jefe y mejor amigo, lo más probable es que pensara que HyeSung la guió a propósito a terminar su relación con Eric. HyeSung valoraba demasiado a Yumi como para arriesgarse a perder su amistad.

-Oppa, llévame a M Rizing, tengo que hablar con Eric oppa. Necesito saber que está bien… - la voz ahogada de Yumi terminó por conmover el corazón de HyeSung, accediendo sin pensarlo a su petición.

El último lugar en el que quería estar era cerca de Eric Mun, pero HyeSung no tenía otra salida con tal de traer un poco de alivio a Yumi.

El viaje en el auto se sintió muy largo y tenso, Yumi no había dejado de verter lágrimas en casi la mitad del camino, calmándose finalmente cuando HyeSung le dijo que en ese estado no podría enfrentar a su prometido.

Al llegar a M Rizing, HyeSung podía sentir los ojos de todos los empleados fijos en él, era una imagen muy similar a la última vez que había pisado la oficina, pero con un aura diferente. Estaba seguro que todos recordaban muy bien la pelea pasada, y que prácticamente él fue el causante de tal pelea.

-puedo ayudarla Señorita? - la joven recepcionista se dirigió a Yumi, deteniendo su paso que se dirigía directamente hacia la oficina de su prometido.

-venimos a ver a Eric Mun, ella es Jung Yumi, su prometida – respondió HyeSung en lugar de Yumi, observando como el tono de piel de la recepcionista comenzaba a tomar un matiz pálido.

Los dos jóvenes fueron anunciados por la recepcionista, tomando por sorpresa a todos los empleados cuando la oficina del CEO fue abierta de un golpe, mostrando la figura sorprendida y emocionada de su jefe.

-Oppa… - Yumi fue al encuentro de su prometido, quien se dio cuenta que la recepcionista no sólo había anunciado el nombre de HyeSung como una visita inesperada.

El bello hombre evitó la mirada de su ex novio, tomando asiento en una de las sillas más alejadas de su visión.

Definitivamente no era lo que Eric esperaba.

La puerta se cerró y se dejó caer pesadamente sobre su silla. Sí, seguía siendo su silla y esa seguía siendo su oficina por el restante tiempo que figuraba en el contrato que había firmado días antes de tomar el avión a Seúl.

El resto de su fin de semana había pasado tranquilo y cómodo, tomando la resolución de dejar el trabajo en M Rizing y probablemente tomarse un período sabático en Seúl. Pero la mañana del lunes lo había recibido con su nombre impreso en los tabloides de chismes del espectáculo coreano, y no precisamente por su trabajo realizado como fotógrafo. Peor aún le fue cuando llegó a M Rizing decidido a aclarar todo y salir limpiamente del lugar, sólo para que le estrellaran en la cara el contrato adjunto que había firmado la agencia para la que trabajaba en Canadá, en el cual una pequeña clausula escrita en letras minúsculas, le avisaba que cualquier anulación o incumplimiento de contrato, sería penalizado directamente a su agencia representante.

A pesar de su éxito y alto renombre internacionalmente, la agencia de Dongwan no contaba con tal cantidad de dinero para pagar la penalización. Y no era tampoco como si el fotógrafo quisiera hacer pasar a su agencia por ese trámite.

No había salida de M Rizing.

-Dongwan, estás bien? - Minwoo no perdió el tiempo para seguir al fotógrafo hasta su oficina, alarmado en parte por la manera irritada en la que el fotógrafo había abandonado la oficina del CEO.

-no es nada – respondió secamente el fotógrafo, girando el rostro de lado, ocultando las marcas que aún eran visibles de la pelea anterior.

-lamento mucho todo esto… sé que no es cómodo para ti, si pudiera hacer algo… - Minwoo sonaba realmente preocupado y culpable por la situación a la que se estaba viendo obligado a pasar el fotógrafo. Aunque en el fondo se sentía alegre de haber incluido ese pequeña clausula en el contrato de Dongwan, de hecho fue su idea para evitar que el fotógrafo escapara de sus manos.

-no, olvídalo. Tampoco voy a salir huyendo como un niñito asustado – el fotógrafo recuperó su confianza, enfrentando a Minwoo esta vez con un nuevo brillo en sus ojos. Era como si se tratara de una persona completamente distinta a la de esa mañana.

-sobre las noticias de esta mañana, Eric está trabajando para aclarar todo con la prensa – el cantante se sentía molesto y decepcionado por lo breve que disfrutó de su “amorío” inventado con el fotógrafo, pero tampoco no quería forzar las cosas con Dongwan.

El fotógrafo asintió aliviado, pidiendo a la estrella de K-pop que lo dejara solo en su oficina mientras ordenaba sus ideas y se daba un tiempo para recuperar el ritmo del trabajo que había quedado pendiente. Minwoo obedeció sin muchas ganas de querer separarse del fotógrafo, pero lo que vio en los pasillos fuera de la oficina le devolvió la sonrisa a medias.

Era el momento por el que había estado esperando desde aquella noche en el restaurant Six Myth.

-HyeSung, qué te trae por acá? Viniste a ver a Dongwan? - con una falsa amabilidad, el cantante se acercó al hombre que esperaba pacientemente sentado en una de las sillas de recepción de la oficina.

-vine a traer a Yumi, está hablando con Eric en su oficina – respondió HyeSung secamente, no sabiendo exactamente cómo tratar con el pequeño hombre.

En el pasado, Minwoo y HyeSung habían sido buenos amigos, quizás no los mejores amigos pero había un trato cordial y de confianza entre ellos ya que Minwoo era el mejor amigo de Eric, novio de HyeSung por aquellas épocas. Pero ahora, el bello hombre no estaba seguro que tipo de relación había quedado entre el cantante y él. Minwoo había apoyado la decisión de Eric al terminar su relación con HyeSung, claro era su mejor amigo y era de esperarse que tomara su lado. HyeSung nunca se sintió traicionado por Minwoo, pero sencillamente la situación entre ellos era complicada.

-ah ya veo… creí que habías corrido aquí después de ver las noticias – Minwoo fingió una inocente sonrisa, lanzando un señuelo hacia el bello hombre.

-qué noticias? - HyeSung se dejó atrapar fácilmente, no queriendo ser descortés y tratando de salva guardar algo de la antigua relación entre él y el cantante.

-no lo haz visto?… a ver… ahh! Aquí! - el mostrador de recepción siempre estaba lleno de uno o más ejemplares de todos los periódicos y revistas que trataban de espectáculos de la ciudad. Minwoo tomó uno de los periódicos al azar, buscando entre las páginas hasta que finalmente encontró lo que quería.

HyeSung no pudo negar que su corazón dio un salto del lado equivocado, cuando sus ojos vieron la fotografía de Dongwan al lado de la estrella de K-pop bajo el encabezado. “Nuevo romance en el mundo del K-pop?”. Por qué se sentía de pronto como si alguien le hubiera robado una parte de su alma?

-ya podemos irnos – somo si fuera su salvadora, Yumi apareció de pronto al lado de Minwoo, esta vez con el semblante más tranquilo y genuinamente sonriente.

El bello hombre no necesitó que se lo pidieran dos veces para colocarse de pie y dirigirse a paso apresurado hacia el ascensor. Necesitaba salir de M Rizing cuanto antes, estaba empezando a sentirse sofocado.

-HyeSung?… - la voz del fotógrafo llamando su nombre a lo lejos no ayudó a que el bello hombre pudiera relajarse.

-ahh Dongwan, lo siento sólo vine a acompañar a Yumi, adiós – en todo el tiempo que HyeSung llevaba conociendo al fotógrafo, nunca se sintió más incómodo en su presencia.

Dongwan quedó de pie frente a las puertas del ascensor que se cerraban frente a él, sin poder explicarse que había sido ese extraño momento con su mejor amigo.

Y de otro lado, Minwoo sonreía muy contento por su victoria.

“Minwoo 1 – HyeSungie 0”

De regreso al restaurant todo había sido silencio, salvo por las palabras de Yumi que sólo se habían limitado a explicar las mentiras que Eric le había dicho para justificar su ausencia en la cena del día domingo con los padres de ambos.

“lo siento, fue emergencia de último momento” “Pasé toda la noche en la oficina en conferencias en línea con unos inversionistas extranjeros” “Cambié la clave del departamento esa mañana” “Iba a darte la nueva clave en la cena con nuestros padres” “De veras lo siento”

HyeSung ya no sabía qué pensar de su ex novio, ese no era el Eric que alguna vez había amado con todas sus fuerzas. Y su gran interrogante era, por qué continuaba aferrándose a Yumi, si era muy obvio que no tenía sentimientos hacia ella?. Nunca antes HyeSung tuvo tantas ganas de pedirle a Yumi que terminara su compromiso.

Pero la cabeza de HyeSung se encontraba muy dividida en todo el viaje de regreso al restaurant. Por una parte estaba el naciente odio hacia su ex novio, quien estaba lastimando terriblemente a su mejor amiga. Y por otro, esa sensación de molestia y tristeza que había sentido al ver la fotografía de Minwoo y Dongwan en aquel periódico. HyeSung quería pensar que tal vez sólo se tratase de un celo de mejor amigo, pero la inquietud en su interior no lo dejaba en paz y sus pensamientos se confundían a tal punto de desesperarlo.

Lo más infantil que pudo haber hecho fue huir de Dongwan cuando se encontraron en las oficinas de M Rizing. No era como si algún sentimiento en particular los atara, por qué había salido corriendo como si se sintiera avergonzado o indignado? Ni siquiera el acalorado beso que habían compartido ebrios, lo había hecho retroceder y evitar a su mejor amigo de esa manera. Se estaba sintiendo muy raro y su cabeza no quería colaborar en su lucidez.

-Hyung, lo siento, recuerdas que te dije que había perdido una apuesta con un amigo? - la voz de Junjin sonaba muy amable del otro lado del teléfono, lo cual no eran buenas noticias para él, mucho menos considerando que su humor había estado muy oscuro desde su regreso al restaurant.

-Junjin, no me digas que otra vez… - por un momento su mente se detuvo, tratando de recordar con qué pie se había levantado de la cama esa mañana.

-lleva presionándome desde hace un par de semanas, ya no puedo evitarlo… por favor, te prometo que será la última vez! Es más, ya no les digo a mis amigos que estás soltero! - Junjin trataba de ser convincente, y a la vez evitar que se le escapara cualquier tono de molestia que pudiera alertar al bello hombre de la verdadera situación de su estado de humor. Ya tenía demasiado con hacerse a la idea de tratar con Eric Mun en representación de Enpino, no había necesidad de preocupar a HyeSung con el asunto, aunque eventualmente se daría por enterado.

-está bien, será la última vez… - contrario a lo que Junjin esperaba en el fondo, HyeSung respondió afirmativamente a su pedido, sorprendiéndolo.

Y es que HyeSung no estaba en el correcto uso de su razonamiento en ese instante, y probablemente no lo estaría por el resto del día. Por qué seguía perturbándole la imagen de Minwoo y Dongwan juntos?

Dongwan era sólo su amigo y podía hacer de su vida como se le plazca. Aunque esa imagen podría tratarse también de un mal entendido. HyeSung conocía muy bien los tabloides de chismes coreanos, siempre especulando sobre cosas sin sentido para vender titulares.

Ahora se lamentaba de haber huido y no tratar el tema con Dongwan. No es que tampoco éste le debiera una explicación ni nada, sólo quería satisfacer su curiosidad. Claro, eso era.

-Oppa, HyeSung oppa… - la voz de Junjin fue cambiada pronto por los susurros que podía oír a lo lejos de Yumi.

La luz de su oficina se encontraba encendida y la pantalla de su computador oscura, como si no la hubiera tocado en horas.

-Yumi… ahhh maldición! - no tuvo mejor reacción al darse cuenta que ya era cerca de las 7PM. Cuánto tiempo había llevado inmerso en sus pensamientos? Y su teléfono celular? Lo último que recordaba era estar hablando por teléfono con Junjin.

-Oppa estás bien? Parecías un maniquí completamente inmóvil con el teléfono al oído – Yumi alcanzó el teléfono celular al bello hombre, que había tomado de su mano luego de unos cuantos llamados que no tuvieron respuesta.

-lo siento Yumi, tengo una cita, nos vemos mañana – HyeSung recibió el aparato de manos de Yumi, colocándose de pie rápidamente luego de apagar su computador y tomar su saco del respaldar de su silla.

La cita que Junjin había arreglado para él estaba pactada a las 8PM en un viejo club que HyeSung conocía muy bien.

-cita? Tienes una cita con Dongwan oppa? - el ánimo en los ojos de Yumi trajeron de regreso los pensamientos perturbadores en la cabeza de HyeSung.

-no, es alguien más interesante – el bello hombre salió de su oficina dejando sola a Yumi, preguntándose internamente por qué había respondido de esa manera. De pronto se sentía como un novio celoso que sólo quería venganza por la traición de su amante.

Yumi permaneció aún en la oficina de Hyesung, arreglando los papeles que habían quedado desordenados sobre el escritorio, encontrando casualmente el papel donde el bello hombre había escrito el lugar y hora de su cita de esa noche. Y un mal pensamiento llenó su cabeza.

La música estaba demasiado alta y las luces casi no lo dejaban ver bien por donde iba caminando. Había un conglomerado de gente por donde quiera que volteaba, haciéndole difícil reconocer el rostro de la persona cuya fotografía Junjin le había enviado a su celular. Era el momento perfecto para reaccionar y darse cuenta que había sido mala idea aceptar una cita a ciegas en su estado.

Su cabeza aún no estaba tranquila y las cinco llamadas perdidas de Dongwan en su celular, no lo ayudaban a sentirse mejor.

Tropezó un par de veces con una pareja que se besaba acaloradamente en medio del espacio entre las mesas, resondrando en silencio el comportamiento indecoroso de los dos jóvenes. Y su mente le jugó una mala pasada al recordarle su propio momento apasionado con el fotógrafo. Sintió sus labios quemar, al recordar cómo los había presionado contra los labios del fotógrafo. Podía jurar que la falta de resistencia de Dongwan se debía a algo más que el efecto del alcohol.

-HyeSung? - oyó llamar su nombre y pronto se vio girando de lado por la mano que sostenía su hombro.

Un hombre alto y fornido de aproximadamente su misma edad lo saludaba sonriente y complacido.

-wow! Te ves mejor en persona que las fotografías que me mostró Junjin – volvió a oír hablar al hombre, no prestándole real atención entre los pensamientos en su cabeza y el fastidio que sentía por el excesivo volumen del club donde se encontraban.

Odiaba los sitios concurridos y el sonido de la música palpitando en su cabeza. En qué estaba pensando cuando aceptó esa cita en ese club?

-HyeSung? HyeSung! - seguía oyendo los llamados del hombre que lo acompañaba sentado a la mesa, notando sus dos manos agitarse frente a su rostro.

A qué hora habían conseguido una mesa? Lo último que recordaba era haber oído que el hombre comenzaba a presentarse luego de encontrarse en la pista de baile. Y ciertamente fue ahí cuando su cabeza y oídos dejaron de funcionar. Había espaciado el resto del tiempo entre que su acompañante lo guiaba a una mesa discreta dentro del club y ordenaba un par de bebidas.

-lo siento! Creí haber dejado pendiente algo en el trabajo – mintió de manera natural y entendió por qué Junjin acostumbraba hacerlo cuando quería salvarse de algún reto de su novio. No se sentía placentero, pero al menos le daba una buena salida para no quedar como un tonto frente a su acompañante. Cierto?

-obsesionado con el trabajo, justo como lo dijo Junjin! - el hombre comenzó a reír de pronto, llevando a sus labios el vaso de vodka que acababa de dejar la mesera del club.

HyeSung optó por no beber demasiado el resto de la noche. Su tolerancia con la bebida era muy poca y ya tenía un mal recuerdo de su última experiencia pasándose de copas. Ok, ahí iba de vuelta! Una vez más el nombre de Dongwan cruzó sus pensamientos.

-y qué te gusta hacer en tu tiempo libre? - oyó la voz del hombre que lo acompañaba muy clara y cerca, tan cerca que se quedó sorprendido cuando sintió un roce sobre su oído derecho. No se había dado cuenta en qué momento el hombre se había inclinado casi sobre él, hablando directamente en su oído.

-la música está demasiado alta – explicó el hombre, notando la mirada extraña que el bello hombre le dirigió.

Por instinto de supervivencia, HyeSung sujetó con fuerza el teléfono celular que llevaba dentro del bolsillo izquierdo de su saco. No era posible que Junjin le hubiera arreglado una segunda cita con un tipo ertido. Si era necesario, tendría que volver a hacer uso de los servicios de su mejor amigo para sacarlo de esa cita. No es que HyeSung no pudiera defenderse por su cuenta, a juzgar por su certificado de 4° grado en cinturón negro en Tae kwon do, pero sencillamente odiaba la violencia y crear escándalos en lugares públicos.

-oh mira qué sorpresa!

No fue su llamado telepático a su mejor amigo, lo que lo salvó de los acercamientos de su acompañante. Y tampoco se sintió muy aliviado de ser salvado por el hombre de ojos pequeños que le sonreía con la mirada.

Podía empeorar su día?

-HyeSung… qué haces acá? Pensé que tenías trabajo – la voz seria y cuestionadora de Dongwan sólo empeoró su estado.

-no es obvio Wannie? Nuestro chico bonito está en medio de una cita, lo siento por interrumpir – respondió Minwoo por el bello hombre, presentándose él mismo al hombre que ya había enderezado su posición sobre su silla.

Los nervios de HyeSung comenzaron a hervir. Fue mucho peor cuando notó la mirada de decepción que le dirigió el fotógrafo. Acaso Dongwan estaba juzgándolo? Después de haber sido protagonista de una imagen viral que se propagó por todas las redes sociales de Corea?

-por qué no nos acompañan? - la peor idea de la noche salió del hombre que permanecía ignorante de toda la situación que se desarrollaba entre los tres hombres.

-claro! No te importa verdad Wannie? - sonrió Minwoo muy alegre, jalando dos sillas extras a la pequeña mesa de los dos hombres.

El poco buen humor que había logrado recolectar HyeSung en toda la noche para su cita, se evaporó en un segundo. Y era peor cada vez que oía a Minwoo llamar “Wannie” al fotógrafo. Cuando se habían hecho tan cercanos?

-me parece que te he visto antes… que no eres… Lee Minwoo!! - el hombre cuyo nombre no parecía importarle a nadie, se mostró muy sorprendido y emocionado al tener en su mesa a una de las estrellas de K-pop del momento.

-te llamé toda la tarde, Yumi dijo que estabas muy ocupado – Dongwan inició una conversación aparte con el bello hombre, mientras el desconocido en la mesa llenaba de elogios y preguntas a Minwoo.

-dejé muchas cosas pendientes el fin de semana – respondió HyeSung secamente, vaciando el contenido de su copa de vodka de un solo sorbo. Había pensado en hacer durar esa copa por el resto de la noche, pero ahora definitivamente necesitaba un trago fuerte que lo ayudara a soportar la situación actual.

-al menos hubieras respondido mis mensajes, te dejé varios – insistió Dongwan, tomando la botella que se encontraba al centro de la mesa, alejándola del bello hombre cuando éste trató de servirse un segundo trago.

-ya te dije que estaba ocupado. Qué no tenías trabajo pendiente tú también? Creí que dijiste que irías a casa a descansar luego del trabajo – reclamó ahora HyeSung, dando una mirada de reojo a Minwoo, que se encontraba aún respondiendo las curiosidades de su acompañante.

-solo acepté como manera de disculpas por lo de la foto de esta mañana. Esa chica nos tomó la foto y creó una fantasía en su cabeza, no sé de donde sacó que Minwoo y yo éramos novios – explicó rápidamente Dongwan en un solo suspiro, no queriendo perder la tan ansiada oportunidad de aclarar todo con su mejor amigo.

-no te estoy pidiendo explicaciones, y tampoco tienes que dármelas – respondió HyeSung agresivamente, llamando la atención de los otros dos hombre en la mesa.

-está todo bien? - el desconocido hombre se dirigió a HyeSung, colocando una mano sobre la delgada mano del bello hombre que yacía sobre la mesa.

La mirada de Dongwan se colocó fijamente sobre las dos manos en la mesa.

-creo que nuestro HyesSungie prefiere estar a solas con su cita – intervino Minwoo con tono pícaro, aprovechando la oportunidad para sacar aún más de sus casillas al bello hombre. Cómo estaba disfrutando el cantante ese momento!

La mirada de Dongwan viajó ahora hacia los ojos de HyeSung, que le respondió con el mismo desafío en la mirada.

-disculpen, voy al baño – HyeSung se colocó de pie de la mesa, ignorando la mirada del fotógrafo que seguía su figura mientras desaparecía entre el tumulto de gente, incapaz de ir detrás de él gracias al agarre de Minwoo en su brazo derecho, que lo arrastraba hacia la pista de baile.

HyeSung realmente no sabía qué estaba pasando con él, de pronto sentía una gran repulsión hacia el pequeño cantante y unas ganas enormes por golpear algo. Quizás esa copa de vodka había lo suficientemente fuerte para hacerlo desvariar.

Después de despejar su mente y echarse un poco de agua al rostro, el bello hombre estaba listo para retornar a su mesa, fingir una emergencia de cualquier lado y salir de ese club rumbo a su departamento. No podía seguir soportando más el día. Había algo más que pudiera pasarle en lo que restaba la noche?

-HyeSung… - como si su mala suerte hubiera conjurado una tragedia más a su pésimo día, el rostro de Eric se asomó por la puerta del baño de hombres, cerrándola a sus espaldas antes que HyeSung tuviera la oportunidad de tomar la perilla.

No había pasado ni veinte minutos desde que Eric y Yumi llegaron al club, tratando de encontrar una mesa libre donde sentarse. Yumi sentía tanta curiosidad por ver a su jefe y mejor amigo en una de sus citas, que no dudó un segundo en insistir y convencer a su prometido de ir a ese club. Pero la sorpresa se la llevó Eric, al reconocer su mirada a tres de los cuatro hombres en una sombría mesa del otro lado de donde se encontraba con Yumi.

Eric observó y esperó un par de minutos hasta que vio su oportunidad cuando HyeSung se paró de la mesa, alejándose del grupo que lo acompañaba. Por supuesto que en ningún momento le dijo a Yumi que había reconocido a los hombres en la lejana mesa, y sólo la dejó abandonada en su mesa sin ninguna explicación.

-qué haces acá? - fue lo primero que pudo decir HyeSung, sintiendo que sus nervios no podían más.

-vine con Yumi. Podemos hablar? - Eric se mantenía sereno y distante, no quitando el contacto visual con su ex novio.

-terminaste por perder la cabeza!? Tú y yo no tenemos nada de qué hablar, ve con Yumi! - quizás la presencia de Eric era todo lo que necesitaba HyeSung para poder desfogar su mal humor contenido del día.

-te debo una disculpa por lo de aquella vez… - insistió Eric, tratando de tomar el brazo de su ex novio cuando éste se movió de lado tratando de alcanzar la perilla de la puerta.

-con quien debes disculparte es con Dongwan! Qué pasa contigo Eric? Yumi está aquí contigo y la dejaste sola? - el recuerdo del nombre del fotógrafo hizo que la sangre del bello hombre hirviera.

-no me recuerdes a Yumi, no he…

-es tu prometida!!! tú y yo terminamos hace mucho! Fue TU decisión! - definitivamente HyeSung estaba descargando todo lo contenido en el día con Eric, y ciertamente no le importaba. Su ex novio lo había decepcionado y cualquier sentimiento de simpatía que podía restar en él, ya no existía ahora.

-no lo hice porque quise! Yo…

-no quiero oírte! Estoy cansado Eric! Ya lloré lo que tenía que llorar, déjame en paz y cásate con Yumi! - las palabras de HyeSung podían sonar muy duras, pero su cabeza no encontraba mejor salida para detener a su ex novio.

-y tú qué? Vas a correr a los brazos de ese tipo? Kim Dongwan? Te vas a consolar con ese imbécil!? - Eric perdió el aplomo con el que había llegado para hablar con su ex novio. Le dolía tanto el rechazo en las palabras y expresiones de HyeSung.

-al menos estoy seguro que Dongwan podría ser un mejor novio que tú… - HyeSung no lo quiso decir de esa manera, tampoco se dio cuenta cómo fue que las palabras se deslizaron de su boca, o si las había pensado antes de dispararlas con tanta seguridad.

El orgullo y el corazón de Eric se sintieron heridos. Y no lo pensó mucho luego, cuando tomó con fuerza el brazo de su ex novio, girándolo bruscamente hasta que su espalda golpeó contra la puerta del baño.

-por qué el? Por qué él!!!? - Eric estaba histérico, HyeSung había golpeado una fibra muy sensible en su interior. Su puño golpeaba contra la puerta, a la altura del rostro de HyeSung, con cada una de sus palabras.

-ya basta! Lo que haga con mi vida no te interesa! - el bello hombre se mostró desafiante, sosteniendo la mirada de su ex novio con la misma intensidad, no mostrando ningún signo de vacilación ni siquiera cuando el rostro de Eric se acercó más al suyo, sus labios casi tocándose.

-vuelve a mi HyeSung… vuelve a mi… - las palabras no sólo tomaron por sorpresa al bello hombre, sino también al mismo Eric.

-de qué rayos hablas, estás comprometido con Yumi… - HyeSung era muy firme en su posición, y sintió mucho más odio aún hacia su ex novio.

-dejaré a Yumi, si vuelves conmigo dejaré a Yumi. Todo puede ser como antes. Vuelve a mi… - una mano de Eric se posó sobre la mejilla del bello hombre, acariciándola como en los viejos tiempos. Sus ojos cambiaron su intensidad desafiante por un toque más suave.

-estás demente… - susurró HyeSung, aún con la mirada fija en los ojos de su ex novio.

-aún te amo HyeSung… te amo… - Eric ya no pudo seguir conteniéndolo, su rostro se inclinó más de lo debido, buscando los tan deseados labios del bello hombre. Pero HyeSung reaccionó más rápido, moviendo el rostro de lado y tratando de huir de la posición en la que lo tenía atrapado su ex novio.

Eric movió su brazo con rapidez hacia la cintura del bello hombre, reteniéndolo aún contra la puerta evitando su escape. HyeSung forcejeó lo mejor que pudo y movió la cabeza en diferentes direcciones, evitando los labios de su ex novio que aún no se daban por vencidos.

El forcejeo entre los dos hombres se hizo más violento, terminando Eric recostado en el piso, luego que el bello hombre lograra hundir su puño contra la boca de su estómago. Lo siguiente que vio Eric, fue la silueta de su ex novio saliendo por la puerta.