Chapter 0

Tu Reflejo En Mi

A/N: Bueno, aquí el primer capítulo de esta historia!! Aunque en realidad es como una introducción para que conozcan los personajes y por que camino van. Gracias por leer!!

 

La fresca brisa soplaba a través de las ventanas, haciendo bailar armoniosamente las blancas cortinas, refrescando el ambiente mañanero dentro de la habitación. Abrió los ojos lenta y perezosamente, encontrándose con el vacío en su lado derecho de la cama y la suave fragancia que aún permanecía impregnada sobre la almohada. Una sonrisa se dibujó en su rostro. Cuánto tiempo había pasado? Su corazón aún latía como si fuera un adolescente enamorado. Y es que acaso alguien podría culparlo?

-todavía sigues dormido? - la suave risita proveniente de la puerta de la habitación lo hizo abrir por completo los ojos.

Esa era siempre su visión más hermosa del día. La vista que amaba ver todas las mañanas. La vista que acababa con sus miedos y dejaba de lado sus prejuicios. La persona que hacía revolotear las mariposas dentro de su estómago.

-despierta, ya está listo el desayuno – con voz suave y sin sonar como si estuviera dando órdenes, la persona en la puerta dio la vuelta desapareciendo nuevamente.

Sus ojos volvieron a cerrarse, grabando inmediatamente en su mente cada imagen de la persona que acababa de desaparecer. Una nueva sonrisa apareció en sus labios, levantándose de la cama de un salto, tomando la camisa que yacía sobre el piso alfombrado desde la noche anterior, era una suerte que esta vez recordara donde había dejado su ropa. Con pasos ligeros y acompasados, su camino a la cocina fue guiado por el delicioso aroma de pan recién tostado y café caliente. Era verano pero nada podía hacerlo decir 'no' al delicioso café de su persona favorita.

-cuidado… - sus brazos se enroscaron en la fina cintura de la persona que se encontraba de espaldas terminando de preparar el desayuno en la cocina, haciéndolo perder el equilibrio ligeramente, obligándolo a recostar su espalda sobre su amplio pecho.

-no empieces ahora, ya es tarde – sonrió la persona en sus brazos, doblando ligeramente la cabeza de lado, dejando que el hombre que lo sostenía acurrucara su nariz contra su cuello.

-todavía tenemos unos minutos – susurrando sensualmente las palabras contra el oído de la otra persona, bajando luego a besar su largo cuello, sus manos soltaron brevemente su cintura sólo para girarlo de frente hacia él, atrapándolo nuevamente entre sus brazos.

Sus labios se conectaron. Y sus cuerpos los siguieron hasta regresar a la habitación, envolviéndose una vez más entre las sábanas que los habían abrigado la noche anterior.

Su cuerpo se sentía frágil entre sus gruesas manos, tocar su piel era como acariciar la seda. El aroma de su cabello lo enloquecía, el tono carmesí encendido de sus labios lo embriagaba. Por momentos era tan irreal. Era tan irreal que una sola persona tuviera el poder de hacerlo perder la cabeza con un solo movimiento. Era una tentación con la que no podía luchar.

Sus piernas se envolvían entre las suyas, sus delgados brazos rodeaban su cuello sosteniéndolo cerca, como si pidiera más de él. Y es que nunca era suficiente. Se amaban.

O eso era lo que pensaba en aquel entonces…

Sus ojos se abrieron de un salto, horrorizado por las memorias que lo habían asaltado en sus sueños, se levantó de la cama rápidamente, limpiando las gotas de sudor frío que caían por su frente. Cuánto tiempo había pasado? Cuándo había sido la última vez que estas pesadillas lo habían invadido?.

Era de noche aún, aunque el color del cielo empezaba a aclararse a través de las ventanas. Giró su vista lentamente hacia su lado derecho, encontrando a la muchacha que dormía de espaldas contra él recostada pacíficamente en la cama. Sí, había salido completamente de esa pesadilla.

Con las piernas temblando y un nudo asfixiándolo en la garganta, caminó hasta la cocina, abrió el refrigerador sacando una botella de agua y bebió todo el líquido de un solo golpe. Necesitaba que algo calmara sus nervios ya mismo. Pero por qué se sentía nervioso? Por qué había esa agitación en su pecho?

Lo había olvidado. O mejor dicho, no quería recordarlo. Porque volvía a confundirlo en un estado al que no quería regresar. No, no había forma que regresara ahí.

Un escalofrío recorrió su cuerpo. Por qué ahora? Por qué después de tanto tiempo?

Quiero una familia normal”

Fue él quien dijo la última palabra. Fue él quien tomó la decisión. Fue él quien armó su vida de nuevo dejando atrás todo el pasado, escondiendo cada rastro en un rincón oscuro dentro de su departamento, enterrando cada memoria en su cabeza y olvidándose de lo que fue algún día. Fue él, siempre fue él.

Pero por qué seguía atormentándose? Por qué habían regresado las pesadillas? Por qué su cuerpo no dejaba de sentirse intranquilo? Por qué la noche lo estaba torturando?.

Hyesung oppa, te presento a mi prometido, Eric oppa”

No había pasado más que unas horas desde aquello. Los dos años de tranquilidad y estabilidad que había conseguido se habían hecho añicos en tan solo un segundo. Era real? Había sido real? Su mente no le estaba jugando una broma, cierto?.

Sí, era real.

El pasado que se había esforzado en borrar se había presentado una vez más frente a él. Pero era una imagen que no recordaba así.

-HyeSung… - el nombre fue llamado con añoranza, mientras hundía su cabeza entre sus manos una vez más.

 

 

El sonido del agua cayendo de la ducha se dejaba oír en todo el espacio, opacando los constantes timbres del teléfono celular que había sido abandonado sobre la cama en el interior de su habitación. Más de 10 llamadas perdidas contaban en su buzón de mensajes. Llamadas que aún eran desconocidas, mientras el dueño del celular y el departamento aún permanecía dentro del baño, terminando de secar su cabello, afeitarse y ataviarse para empezar su día.

Esa era su rutina diaria.

Con una sonrisa en el rostro y el pensamiento fijo en la gama de camisas en el walking closet, tratando de elegir el atuendo indicado para su día de trabajo, HyeSung finalmente se decidió por la clásica camisa azul bebé, felicitándose mentalmente por su elección. Unos diez minutos más fueron agregados a la mañana, terminando de elegir el traje, los zapatos y el cinturón que completarían su atavío del día.

Esa era su rutina diaria. Y la amaba.

Su vida se había vuelto más sencilla desde aquel entonces. Desde aquel día que regresó a Seúl decidido a empezar de nuevo, sin arrepentimientos, sin pasado, sin dolor. Sin nada.

Su libertad era lo que más amaba ahora y la abrazaba con una sonrisa.

Nuevamente el sonido del teléfono celular, esta vez alcanzando sus oídos finalmente. Aunque no necesitaba oír el teléfono celular para saber que ya tenía cientos de llamadas perdidas esperando en el buzón de voz. Era rutina después de todo. La típica llamada a la mañana siguiente.

-oh Jinnie, estaba en la ducha – contestó el teléfono mientras terminaba de abotonar los puños de su camisa.

-llegaste bien a casa anoche? Cómo estuvo? - las preguntas lo invadieron sin darle tiempo a pensar una buena respuesta.

-como siempre Jinnie… se me hace tarde para el trabajo – aún sonriendo, dejó que los recuerdos de la noche anterior iluminaran su rostro.

-aish! Dame detalles! Tengo un amigo que conoce a un amigo…

-…. que conoce a otro amigo, cuánta gente conoces? - riendo abiertamente ahora, decidió cortar la conversación sin parar de su mejor amigo.

Esa era su rutina casi diaria. Y lo divertía.

Desde su regreso a Seúl y su fuerte determinación por dejar el pasado atrás, Junjin no había dejado de arreglarle citas con diferentes conocidos de sus conocidos. “No puedes negarte a amar de nuevo” , es lo que había repetido Junjin sin cansancio para convencerlo de aceptar esas citas. Pero no es como que HyeSung no quisiera enamorarse nuevamente. Su corazón era libre, se sentía ligero y nunca antes se había sentido así de bien, su tiempo consigo mismo era algo que estaba atesorando hasta lo más infinito de su ser. El amor llegaría nuevamente, él lo sabía y no quería forzarlo, no iba a cometer el mismo error de entregarlo todo a ciegas guiado sólo por un impulso en su interior. La próxima vez iría con calma sin apresurar las cosas. Y lo atesoraría de la misma manera que la primera vez.

-hey, hago mi mejor esfuerzo por ti – se defendió Junjin, no queriendo forzar demasiado la paciencia y buen humor de su hyung favorito.

Junjin era consciente que HyeSung había aceptado ir a cada una de las citas concertadas por él, únicamente para no decepcionarlo y darle un motivo para preocuparse. Amaba a su hyung y quería lo mejor para él. Era maravilloso que HyeSung haya regresado completamente cambiado y con una nueva manera de ver la vida, pero aún así, Junjin quería asegurarse que su corazón no estuviera solitario por mucho tiempo.

-está bien… bueno estuvo como siempre, nada nuevo – se rindió HyeSung, tomando las llaves de su auto que yacían sobre la mesa del comedor del departamento.

-está bien, entonces hablaré con mi amigo. El viernes en la noche? - la pregunta fue directa, luego de consultar la hora actual en el reloj del teléfono celular.

-es muy pronto Jinnie, además le prometí a Yumi que le ayudaría con su proyecto – respondió HyeSung, terminando de cerrar la puerta de su departamento, dirigiéndose hacia el ascensor.

-está bien, entonces la próxima semana! - sin darle tiempo a responder, la llamada fue terminada repentinamente.

HyeSung sonrió ante el comportamiento de su mejor amigo. Junjin siempre alegraba sus mañanas sin importar el motivo. Pero un nuevo pensamiento invadió su cabeza tan pronto como subió a su auto. Yumi. Jung Yumi, la muchacha que conocía por no mucho más de seis meses y se había convertido inmediatamente en alguien a quien quería proteger.

Yumi se parecía mucho a él, eso era lo que todos los que lo conocían decían. La misma actitud fresca y alegre, mirada dulce y temperamento cálido aunque encendido si llegaba a su límite. Yumi era como una versión femenina de él mismo. Quizás esa era la razón por la que habían pasado rápidamente de ser colaboradores de trabajo, a un trato más íntimo de Oppa – Donsaeng.

Y era lo que empezaba a preocuparle ahora.

Su cabeza lo había olvidado la noche anterior, pero ahora todo se recapitulaba fresco en su memoria. “HyeSung Oppa, te presento a mi prometido, Eric Oppa”.

Sentía una necesidad de aclarar las cosas con Yumi. Era lo mejor para evitar malos entendidos.

 

 

Giró del lado izquierdo en su asiento, volviendo a regresar a su posición original en menos de un minuto. Revisó la hora en el reloj de la pantalla de su computador, aún quedaban tres horas más. Revolvió las páginas de los libros que había acumulado sobre la bandeja adherida a su asiento, no encontrando realmente nada que pudiera distraer su ansiedad. Era ridículo, pero se sentía muy nervioso. Más de 10 años habían pasado desde la última vez que puso un pie en el país que lo vio nacer. 10 años que se habían hecho muy largos y se sentían como si lo estuvieran consumiendo por dentro.

Se reía de sí mismo al pensar en sus nervios. Cuándo había vuelto a ser un adolescente? Por qué su corazón se aceleraba al pensar en lo que le esperaba en Corea? Se sentía tonto, pero no podía dejar de sonreír ante los recuerdos y la expectativa.

Definitivamente había tomado una buena decisión al aceptar ese trabajo.

* 6 meses antes *

Acababa de abrir la puerta de su departamento luego de estar ausente por tres meses entre viajes y compromisos por casi toda Europa, una montaña de cartas, recibos, propagandas y demás lo esperaban en el piso, dificultando su ingreso. Sonrió al ver las invitaciones a eventos pasados que no había podido asistir debido a sus compromisos en el exterior. Otra sonrisa se dibujó en su rostro al reconocer algunas cartas de felicitaciones y reconocimientos de algunos conocidos y empresas de prestigio que llevaban tiempo siguiendo sus pasos.

Oh sí, ahora era alguien famoso una vez más. Los últimos meses habían sido caóticos. Llamadas por aquí y por allá, compromisos con gente extraña, viajes de un lado a otro y entrevistas que no habían sido concertadas aún, sólo dejadas con la promesa de llevarse a cabo algún día. Su estado de hiatus finalmente se había acabado. Y se lo debía todo a una sola persona.

Kim Dongwan jamás pensó que una inocente y modesta exposición fotográfica lo traería de regreso a los tabloides más prestigiosos.

Y aún esa persona seguía perdida, oculta nada más que en sus recuerdos y en la tarjeta de memoria de su cámara fotográfica.

Cuánto tiempo más tenía que pasar?

Como si el destino leyera sus pensamientos, los ojos de Dongwan se detuvieron entre uno de los sobres que revisaba en sus manos. Un nombre en particular había llamado su atención. M Raizing Entertainment. Una compañía nueva en el mundo del espectáculo coreano.

Corea.

Había más de una razón por la que la mención de su país de origen le robaban un suspiro melancólico.

-ya lo leíste? - contestó su teléfono celular apenas sus manos pudieran dejar el resto de sobres en la mesa del comedor.

-acabo de entrar a mi departamento – sonrió a uno de sus compañeros, tomando asiento en el sofá en la sala, abriendo el sobre.

-quieren que trabajes para ellos, no es una gran empresa pero el trabajo suena interesante no? - y ciertamente lo era, ahora que acababa de leer rápidamente la propuesta escrita en el papel en sus manos.

-es todo un reto, sería la primera vez que hiciera algo así… me gusta! - sonrió más abiertamente, imaginando las miles de ideas que podían fluir en tan corto tiempo.

Era fotógrafo, amaba el arte y amaba los retos.

-diles que acepto – no tuvo que pensarlo demasiado, la propuesta era atractiva y su sentido de la aventura lo llamaba.

-sólo una cosa, ellos quieren que viajes a Corea, quieren que la sesión sea allá…

Su rostro no pudo haberse iluminado aún más. Corea. Cuánto tiempo había pasado? Era el destino que al fin le estaba dando una respuesta?.

*********

-Señor, tiene que abrochar su cinturón de seguridad – el llamado de la sobrecargo lo hizo despertar de sus fantasías. De pronto el tiempo había pasado demasiado rápido. Ya estaba de regreso.

Veinte minutos después y gracias a que envió su equipaje un día por adelantado, finalmente se encontraba atravesando la puerta de desembarque del aeropuerto. La vista era apabullante, demasiado confusa.

-Kim Dongwan? - oyó su nombre llamar del lado derecho de donde se encontraba de pie, encontrando un rostro serio y amable mirando en su dirección.

Sólo sonrió al leer el cartel que llevaba escrito su nombre, en manos del extraño de rostro amable.

-Eric Mun, CEO de M Rizing Entertainment, bienvenido a Corea – saludó el extraño que ahora tenía nombre, extendiendo su mano derecha para un apretón de manos.

De pronto, Dongwan sintió como si ese rostro ya lo hubiera visto antes pero no recordaba dónde, quizás de alguna página web mientras hacía sus investigaciones sobre la empresa para la que trabajaría.

-Lee Minwoo, co-CEO de M Rizing junto con Eric, es un placer – un hombre de más baja estatura que el anterior, también extendió su mano con una expresión más brillante.

Lee Minwoo, la nueva estrella del K-pop del que todo el mundo en Corea hablaba.

Esos dos hombre eran los responsables del regreso de Dongwan a Corea. Eric Mun y Lee Minwoo.

Dongwan estaba muy entusiasmado de trabajar por primera vez con una estrella del K-pop, pero no tenía idea de todos los problemas que estaban por venir.

 

 

-terminaste tu llamada? El desayuno está listo! - llamó la voz desde el comedor, alertando los sentidos del hombre que aún sostenía su teléfono celular en manos sobre la cama.

Junjin sonrió, levantándose a toda prisa y doblando la velocidad de sus pasos hasta que su mirada cayó en el hombre que terminaba de colocar los platos sobre la mesa.

Ya eran casi dos años. Su vida nunca había estado tan completa desde la llegada de Andy a ella.

Junjin y Andy se conocieron eventualmente por amigos en común del trabajo, la relación comenzó con buenos bríos y pronto, la pareja decidió mudarse juntos. Todos los que los conocían decían que eran el uno para el otro. Andy era una persona tranquila, dulce y demasiado centrado. A veces Junjin sentía temor de esa seriedad de su novio.

Junjin era alegre, leal y siempre tratando de hacer que los demás a su alrededor estén bien. Vivía por su novio y sentía orgullo de poder tener a alguien como Andy a su lado.

Eran la pareja perfecta, nadie podía negarlo.

Eran tan perfectos que Junjin se sentía avergonzado de tanta felicidad delante de su hyung favorito. HyeSung era como un verdadero hermano para Junjin, quien había prometido cuidarlo y protegerlo a toda costa. Y fue esto lo que lo llevó a enviar a HyeSung a Canadá hace un año atrás. Un viaje que definitivamente había cambiado muchas cosas en el bello hombre, y Junjin sentía que había tomado la decisión correcta.

Aunque había veces que el pasado no dejaba en paz a Junjin. Realmente había tomado la decisión correcta?

Ver a HyeSung en ese nuevo estado y con ganas de querer tomar la vida nuevamente, tranquilizaban a Junjin y lo hacían tener ganas de querer esforzarse el doble por reponer la felicidad que le fue quitada a su hyung favorito.

-vas a seguir insistiendo con las citas a ciegas? - Andy inició la conversación, una vez que Junjin tomó su lugar en la mesa y levantó los cubiertos de su lugar.

-no me detendré hasta que hyung encuentre nuevamente el amor – con firmeza y optimismo, la respuesta de Junjin era algo que Andy oía a diario.

-deja de presionarlo, él está bien solo, no necesita que andes de casamentero – Andy entendía las preocupaciones de su novio, aunque no las compartía. Era parte de su día a día discutir contra la obstinación de Junjin.

-Hyung estará bien cuando empiece a salir seriamente de nuevo. Yo sé que él dice que está bien, pero en realidad debe sentirse solo al llegar a casa todas las noches – las propias ideas y pensamientos de Junjin lo atormentaban. Dentro de su cabeza, HyeSung seguía siendo el mismo hombre frágil.

-no tienes por qué sentirte culpable, deja que sea él mismo quien encuentre alguien para él – Andy tenía poco tiempo de conocer a HyeSung, pero entre todas las personas que lo rodeaban, parecía ser el que mejor lo comprendía.

-si lo dejo a su criterio tardará años! Hyung está muy dedicado a su trabajo, si no fuera por mi no saldría a divertirse! - ofendido y persistente aún con sus propias ideas, Junjin no se rendía fácilmente con su novio.

Junjin tenía razón en un punto, cada día desde su regreso a Seúl, HyeSung se había dedicado por completo a su nuevo empleo. Al principio, Junjin pensó que su Hyung favorito estaba solo siendo responsable y diligente en un nueva área de la que no tenía completa idea. HyeSung había trabajado como diseñador gráfico anteriormente, permitiéndole esto conocer al que había sido su antiguo novio. Y queriendo tener un nuevo inicio en su vida, el bello hombre decidió renunciar a su antiguo empleo, del que solo había pedido un período sabático.

Gracias a las influencias de Junjin y su amplia gama de amistades, HyeSung pudo conseguir empleo como administrador de una nueva cadena de restaurantes. Pese a su inexperiencia y poco conocimiento del rubro, pronto el pequeño restaurante comenzó a tener más reconocimiento y no pasó mucho para que HyeSung fuera nombrado empresario del año, atrayendo más atención y nuevos clientes en el local.

Los reconocimientos que no dejaban de llegar, llenaron más la confianza del bello hombre, entregándose por completo a seguir creciendo en su ámbito laboral, casi olvidándose que tenía una vida fuera de las horas de trabajo. Fue Junjin el encargado de arrastrar a su Hyung de regreso al mundo real, asegurándose que disfrutara de sus días de descanso y arreglando detalles en su vida amorosa que parecía haber abandonado por completo.

-quizás aún sigue pensando en ese hombre que conoció en Canadá, cómo era que se llamaba? - una sonrisa pícara se dibujó en el rostro de Andy, recordando las primeras historias que había oído de labios del propio HyeSung a su regreso a Seúl.

-Dong… algo, no lo recuerdo. Crees que en verdad pasó algo entre ellos? Hyung sigue diciendo que sólo eran amigos – la curiosidad volvió a invadir a Junjin. De todas las historias de HyeSung, la existencia del misterioso hombre que lo había ayudado en Canadá, era lo más atrayente para todos los que oían sobre su viaje.

-es una pena que hayan perdido contacto… creo que ese hombre dejó más de una impresión en HyeSung Hyung – con un triste suspiro e imaginándose sus propias figuras del misterioso hombre en Canadá, Andy se levantó de la mesa.

-sí, es una pena. Me gustaría darle las gracias a ese sujeto, HyeSung Hyung no ha sido el mismo desde aquel viaje, y lo agradezco… - la misma tristeza invadió a Junjin, siguiendo a su novio hasta la cocina.

-quien sabe, a lo mejor algún día podamos conocerlo… y HyeSung Hyung ya no tendrá que seguir yendo a citas a ciegas… - las últimas palabras de Andy dibujaron una sonrisa en el rostro de Junjin.

Sí, si el destino es lo suficientemente generoso, HyeSung ya no tendría que regresar a un departamento solitario ni zambullirse en horas eternas de trabajo. Y las citas a ciegas definitivamente se terminarían.

 

 

El taxi de color amarillo se estacionó frente a la puerta de ingreso de los empleados, exactamente a la misma hora de todos los días. La delicada mujer que ocupaba el vehículo, descendió grácilmente despidiendo al chófer con una dulce sonrisa. Era una de esas mañanas iluminadas en las que parecía que todo iba a salir bien.

-cinco minutos tarde – la melódica voz se dejó oír apenas la delicada mujer atravesó la puerta principal de ingreso al recinto.

-qué? Pero si es la misma hora de siempre – reclamó la muchacha, siguiendo de cerca al hombre que empezó a dirigirla a la sala de reuniones de las oficinas administrativas del local.

-hoy hay presentación, te dije que llegaras antes – respondió el bello hombre, abriendo la puerta de la sala de reuniones, dando paso caballerosamente a la muchacha que lucía sorprendida y avergonzada ante todas las miradas fijas en ella.

Dos horas después y luego de varias discusiones e intercambio de ideas, la reunión llegó a su fin, quedando únicamente en la sala las dos personas que habían ingresado último.

-me ayudarás más tarde con mi proyecto? - con voz dulce y ayudando a ordenar todos los papeles dejados en la mesa de reuniones, Yumi dibujó su mejor expresión para convencer a su jefe.

-una promesa es una promesa – afirmó HyeSung, terminando de colocar todos los documentos dentro de su portafolio.

Yumi sonrió como una niña pequeña, enroscando un brazo con el del bello hombre, abandonando ambos la sala de reuniones.

HyeSung era su mejor aliado en el trabajo. Ser la chica nueva y ascender tan rápidamente en el reconocimiento de las cabezas principales de la cadena de restaurantes, no habían hecho muy popular a Jung Yumi. Su carácter alegre y considerado le había ganado algunas simpatías, pero siempre gobernaba un poco de recelo entre sus demás compañeros. Y más aún siendo la favorita del administrador encargado del local.

HyeSung no sólo era reconocido por su gran habilidad para llevar el nombre del restaurante en las primeras páginas de reconocimiento entre la alta sociedad coreana, su hermoso rostro y porte elegante había captado también las miradas del público en general y colaboradores de trabajo. En resumidas cuentas, no había un solo trabajador en la cadena de restaurantes que no se sintiera atraído por el bello hombre.

Pero al igual que cualquier idol coreano, Shin HyeSung era imposible de alcanzar. La mayor parte de su trato con los empleados era cordial y sincera, pero no pasaba de ser más allá de una simple convivencia laboral. Sin embargo, Yumi había logrado lo que nadie, ganándose no sólo la simpatía del bello hombre sino también el título de amistad al que muchos aspiraban. Y esto le había ganado también menos popularidad a la dulce muchacha.

-Oppa, y que te pareció mi prometido? Quiero tu opinión sincera! - con los ojos brillando y anticipando la respuesta del bello hombre, Yumi no quitaba la mirada del rostro de su jefe.

-de hecho… tengo una historia divertida que contarte al respecto – tratando de no hacer demasiado grande el impacto, HyeSung decidió ir con cuidado.

-Señorita Yumi tiene una llamada urgente, es su madre – antes que HyeSung pudiera continuar hablando después de haber captado la curiosidad de la muchacha, uno de los trabajadores ingresó abruptamente a su oficina, interrumpiendo el momento íntimo de las dos personas.

El rostro de Yumi se veía pálido y sobresaltado cuando regresó de tomar aquella llamada de emergencia. HyeSung podía adivinar que algo no estaba bien.

-papá sufrió un infarto… - declaró Yumi, cayendo pesadamente sobre el sofá más cercano dentro de la oficina de su jefe.

-oh Dios… te llevaré al hospital – sin pensarlo dos veces, tomando su saco del respaldar de su silla, el bello hombre dirigió sus pasos a la muchacha que parecía haber perdido el alma.

Yumi no tuvo tiempo de argumentar en contra de las acciones de su jefe, sólo dejó que la llevara hasta su auto bajo las miradas desconcertadas de sus demás compañeros de trabajo. HyeSung no olvidó dar instrucciones de cancelar todos sus compromisos por el resto de la tarde, excusando también a Yumi. Los dos desaparecieron tan pronto como las noticias empezaron a expanderse por toda el área administrativa de la cadena de restaurantes.

-qué voy hacer si algo le ocurre a papá – Yumi rompió en llanto a penas el vehículo inició su marcha.

-tranquila, todo va a estar bien – colocando una mano sobre la de la muchacha, HyeSung dirigió sus dulces palabras en busca de dar consuelo y calma.

Yumi era hija única, criada con todo el amor que unos buenos padres podían brindar a una pequeña dulce y alegre como ella. Fueron sus padres quienes concertaron la primera cita a ciegas con el hijo de uno de sus conocidos, alentando luego a la muchacha a luchar por conquistar el corazón del hombre que parecía absento a veces de su propia relación.

Había tomado a todos por sorpresa que Eric accediera al compromiso en matrimonio con Yumi, aunque todavía la fecha de la ceremonia no había sido fijada.

-tengo que llamar a Eric oppa… tengo que llamarlo – con las manos temblando y las lágrimas cayendo por su rostro sin parar, Yumi buscaba desesperadamente su teléfono celular dentro de su bolso.

-puedes usar el mío – dándose cuenta que la muchacha había dejado olvidado su teléfono celular en su oficina, HyeSung ofreció su propio dispositivo móvil a manos de ésta.

 

 

-y qué te parece? - la voz entusiasmada de Lee Minwoo hizo eco en el amplio espacio del interior del nuevo departamento al que acababan de ingresar.

Luego de recoger al fotógrafo en el aeropuerto, los co-CEOs de M Raizing Entertainment habían llevado al hombre hasta lo que sería su nuevo hogar por los siguientes meses. Un pequeño y cómodo departamento de estreno, rentado exclusivamente para el uso del fotógrafo.

-no está mal, en realidad no pido mucho, solamente un lugar para dormir está bien para mí – respondió Dongwan amablemente, revisando cada espacio en el lugar.

-por supuesto que tenemos que asegurarnos que estés cómodo! - Minwoo acercó unos pasos hasta donde se encontraba el fotógrafo admirando la vista desde la ventana principal del departamento.

La vista de la ciudad era mágica. Los pensamientos de Dongwan se perdieron por un momento, imaginando que entre todas esas personas que pasaban por las calles, estaba esa persona especial que esperaba con ansias volver a ver. Pero aún así, lo dejaría todo en manos del destino.

-D-Dongwan? - el ligero toque sobre su hombro derecho lo tomó por sorpresa, causándole un sobresalto.

-lo siento, me perdí en mis pensamientos – rió el fotógrafo, encontrándose con los rostros curiosos de los hombres que lo acompañaban.

El sonido imparable del teléfono celular de Eric interrumpió el momento entre los tres hombres, alejándose a un rincón alejado del departamento para contestar la llamada. Era un número nuevo que llamó su curiosidad inmediatamente. Pero no fue lo suficientemente intrigante como para hacerlo contestar la llamada, apagando el teléfono inmediatamente.

Cinco llamadas siguieron más tarde, esta vez de números conocidos. Familiares y amigos de su prometida. Pero aún así las llamadas fueron rechazadas, siendo dirigidas todas al buzón de mensajes. La cabeza de Eric tenía la necesidad de concentrarse en cualquier cosa esa mañana y por el resto del día, recordar a su prometida y la vida actual que llevaba no ayudaba a deshacerse del fantasma que había aparecido en sus sueños la noche anterior.

-bueno, creo que es todo, nos veremos mañana en la oficina – educadamente y sin sonar como si en verdad quisiera salir ya mismo de ese lugar, Eric se colocó de pie del sofá donde llevaba sentado las últimas par de horas, discutiendo detalles del trabajo del fotógrafo.

-claro! Gracias por todo, no los defraudaré! - Dongwan se colocó también de pie, extendiendo una mano amable en dirección del CEO de M Raizing.

Era la segunda vez que los dos hombres estrechaban las manos, pero sólo entonces Eric sintió que había algo extraño en el aura que emanaba el fotógrafo, y por alguna razón lo odió.

-yo me quedaré un rato más… hay algo que me gustaría discutir a solas con Dongwan – anunció Minwoo, una vez que Eric se encontraba en la puerta del departamento, listo para retirarse.

El CEO de M Raizing asintió con la cabeza, desechando toda sospecha con respecto a la repentina decisión de su pequeño colega, abandonando el departamento con toda prisa.

-quieres discutir sobre el concepto de las fotos? Pensé que lo veríamos mañana junto con el resto del equipo – habló Dongwan a espaldas del pequeño hombre, sorprendiéndolo inmediatamente.

-ah! No… bueno sí… quería discutirlo antes contigo para… bueno, ya sabes, un poco de consejos personales no caen mal, no? - tratando de crear la respuesta más coherente, Minwoo regresó a la sala tomando asiento en el sofá.

El fotógrafo siguió al pequeño hombre, ofreciendo una taza de café, sentándose en el sofá opuesto.

-tienes familia en Seúl? Ah claro que debes tener familia en Seúl! Después de todo naciste acá no? - el pequeño CEO y estrella naciente del K-pop se veía notablemente nervioso, más como si estuviera hablando consigo mismo en lugar de sosteniendo una conversación con el fotógrafo.

El rostro de Dongwan cambió su expresión, el pequeño co-CEO de M Raizing había dicho que quería discutir detalles de las sesiones de fotos para su próximo álbum, por qué estaba haciendo ahora preguntas personales?

-ah! Lo siento… a veces tiendo a hablar de más… - notando la expresión sospechosa en el rostro del fotógrafo, Minwoo decidió cambiar de estrategia.

Y es que la verdad era que Lee Minwoo todavía no podía creer que el fotógrafo estaba finalmente frente a él.

Kim Dongwan había captado los ojos de la estrella del K-pop hacía unos meses atrás cuando Minwoo salió a tomar unas bebidas con unos amigos que acababan de regresar por unas largas vacaciones en Europa. La historia de un ciudadano coreano triunfando con su más reciente exposición fotográfica en las salas de París, Londres y Roma, habían llamado la atención de Minwoo, pero nada fue comparado cuando uno de sus amigos le mostró una foto que había tomado del fotógrafo en una de sus exposiciones.

Minwoo jamás podría olvidar ese día. Fue amor a primera vista, o esa era lo que pensaba la estrella del K-pop. Y fue lo que lo hizo investigar más sobre este hombre Kim Dongwan, llegando a persuadir a su mejor amigo y colega de trabajo, de conseguir al fotógrafo para colaborar en las preparaciones de su próximo álbum.

Al inicio, la idea de tener a un fotógrafo de tan alto renombre trabajando en la sesión de fotos de un cantante de K-pop había parecido inverosímil, pero Minwoo se había esforzado en convencer a Eric de la humildad del fotógrafo y que éste haría que su nombre sonara aún más en el medio.

Y así, los sueños de Lee Minwoo se hicieron realidad, ahora Kim Dongwan estaba finalmente frente a él, y valía cada minuto de esfuerzo.

 

 

La sala estaba silenciosa con sólo unos cuantos sonidos de pasos yendo y viniendo, dando vueltas sin parar por los últimos sesenta minutos. La luz roja encendida sobre el marco de la puerta de metal anunciaba que aún continuarían las horas de angustia. Los rostros serios, preocupados y desencajados de las personas que esperaban ansiosas, reflejaban el momento de tensión que se vivía dentro del ambiente.

-por favor, beba esto… - con rostro amable y casi susurrando sus palabras, la mujer de edad madura alcanzó un vaso de café al bello hombre que permanecía sentado en uno de los rincones, prestando un hombro que servía de almohada para la muchacha que había caído dormida a su lado luego de administrarle unos calmantes.

HyeSung sonrió amablemente, tomando el vaso de café de manos de la madura mujer, asegurándose de no despertar a la muchacha a su lado. Había pasado más de dos horas desde que los dos jóvenes llegaron al hospital y fueron informados rápidamente de la situación del hombre que se encontraba en la sala de operaciones.

Yumi había entrado en estado de pánico, alarmando a su madre y familiares que también habían llegado al hospital. La ausencia de su prometido no había ayudado mucho a su estado. Cientos de llamadas fueron dirigidas a Eric por parte de todos los familiares que rodeaban a la muchacha, pero nadie pudo tener éxito. HyeSung decidió entonces quedarse al lado de Yumi dándole su apoyo.

Y casi dos horas habían pasado desde aquel entonces.

-sigue sin responder? - susurros se oían desde el otro extremo de la sala de espera.

-nada aún… quizás esté en una reunión importante?

-quien apaga su teléfono de esa manera? Debería tenerlo al menos prendido para emergencias!

-ssshh vas a despertar a Yumi

-pobre niña! Ese sujeto no se preocupa por ella… no sé por qué sus padres insistieron con lo del compromiso…

-está enamorada y él parece un buen chico

-un buen novio estaría con ella ahora, en lugar de ese otro hombre…

-ssshh es su jefe, habla más bajo…

A pesar que las dos personas en el otro extremo de la sala de espera se esforzaban en susurrar sus palabras y asegurarse que nadie los oyera, la conversación pudo ser muy clara entre todos los presentes, dirigiendo sus miradas hacia los dos jóvenes sentados en las bancas.

HyeSung se sintió incómodo por un segundo. Claro que ese no era su lugar pero qué podía hacer cuando Yumi necesitaba de alguien que le diera su apoyo?

Y sus pensamientos lo llevaron de regreso a los sucesos de la noche anterior. Esa mañana HyeSung estaba decidido a contar a Yumi sobre su historia con Eric, no queriendo que aquella historia del pasado interfiriera con su relación de amistad con la muchacha, y más aún, que terminara lastimando a Yumi de alguna manera. Pero los recientes sucesos habían hecho reconsiderar a HyeSung sobre aquella conversación. Yumi se encontraba en un estado muy sensible, saber que su prometido y su jefe y mejor amigo habían sido pareja en el pasado, sólo aumentaría su estado de pánico y ansiedad. Lo mejor era guardar esa conversación para más adelante.

Nadie supo exactamente cuántos minutos más pasaron, solo observaron como la sala de espera se llenaba de las luces de la noche y finalmente la luz roja en el marco de la puerta de metal fue apagada.

-Yumi, Yumi despierta, ya terminó – urgió HyeSung a la muchacha que apoyaba su cabeza en su hombro.

Todos los presentes rodearon al doctor que salía con el rostro cansado y una mirada satisfactoria.

-la operación fue un éxito, el Sr. Jung está recuperándose satisfactoriamente ahora – anunció el doctor para alivio de todos los presentes.

-creo que es hora de irme – se dirigió HyeSung a la muchacha, una vez que el doctor abandonó la sala de espera.

-gracias por estar aquí Oppa – sonrió Yumi, sosteniendo una mano del bello hombre.

HyeSung se despidió educadamente de todas las personas que aún permanecían en la sala de espera, dirigiéndose luego hacia el pasadizo donde se encontraban los ascensores.

-HyeSung… - la voz se oyó casi sin vida, como sorprendida y a la vez aterrorizada.

HyeSung giró el rostro hacia su lado derecho, reconociendo a su ex novio de pie a unos cuantos metros de distancia.

-Yumi te necesita… - fue todo lo que el bello hombre pudo decir para luego desaparecer dentro del ascensor.

Las piernas de Eric se volvieron gelatina. No esperaba encontrarse nuevamente con su ex novio, mucho menos encontrarlo en ese sitio.

Las pesadillas de la noche anterior volvieron a su cabeza, dándose cuenta que en realidad no se trataban de pesadillas.

Los fuertes golpes en su pecho se lo decían. Lo aterraba, lo estaba torturando una vez más. Pero de alguna manera, se sentía cálido. Habían pasado más de dos años desde la última vez. Dos años que se sintieron como una eternidad, y la eternidad se había terminado.

-… aún no te he olvidado… - las palabras escaparon de labios de Eric antes que él mismo pudiera darse cuenta.

 

 

 

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Shinbella
Me tomó más tiempo de lo que esperaba escribir este capítulo final... y siento que aún necesito más de esta historia...
Gracias por continuar leyendo, ahora podré continuar con mis otras historias... alguna que quieran en particular? alguien lee mis otras historias?...

Comments

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missstery #1
Chapter 22: Gracias por el epílogo, aunque al igual que tú, también quisiera más de esta historia, o no se si mejor decir de esa nueva historia que comenzaron a escribir Hyesung y Eric, y que creo incluiría a los otros chicos. Yo leo tus otras historias aunque no siempre dejo comentarios en ellas, y aunque todas me gustan y me agrada la idea que continúes con todas, sobre todo con las que tienen menos capítulos, en particular me gustaría que continuaras con Se busca mamá, pues se quedó muy interesante y Correr para vivir, aunque creo que los problemas se avecinan y empieza el sufrimiento, aun así me gustaría que continuaras con ellas. Nuevamente gracias por la actualización y espero que tu y tus seres queridos se encuentren bien. Cuídate mucho
missstery #2
Chapter 21: Gran capítulo, y gran final, se noto el cambio que tuvieron todos los personajes a través de la historia y como les ayudó a tomar decisiones sin arrepentimientos. Se que es pedir demasiado, pero nos podrías regalar un epílogo, para ver que pasó con todos ellos, pues me queda la duda de dónde empezó nuevamente Hyesung, y sobre todo si comenzó una relación entre Eric y Hyesung de nuevo y entre Dongwan y Minwoo. Gracias por esta gran historia, al igual que tus otros trabajos es muy buena. Soy fan de tus historias y ten por seguro que me verás en alguna otra de ellas. Solo me resta decirte que espero te encuentres bien y cuídate mucho.
missstery #3
Chapter 20: Es bueno ver una actualización de la historia, creo que el final que decidas será el mejor. A pesar de que me encanta la pareja Ricsyung, un cambio a veces es bueno. Además en esta historia adore a Dongwan, y el final de este capitulo me hace confirmar que es muy buena persona, pues creo que la pregunta que le hace a Hyesung no es solo por que sí, siempre tiene una razón para todo. No puedo esperar por el siguiente capítulo, aunque me entristece que sea el último. Gracias por la actualización, espero y te encuentres bien y cuídate mucho. Lo bueno es que hay varios fics tuyos para leer y releer durante este tiempo.
shsngi #4
Chapter 19: Calva quedé. Mis pobres sentimientos necesitan paz
missstery #5
Chapter 18: Me alegra que Yumi se dé la oportunidad de sanar para poder seguir adelante y no se haya aferrado a algo que no existía. Por fin hizo las paces con Hyesung, creo que eso es bueno para ambos. Que bien que Jin vaya a decirle la verdad a Hyesung, ya era justo que la supiera, y decida él que hacer. Ya quiero ver su reacción, sobre todo después de lo que Yumi le dijo antes de irse, si de por sí ya estaba confundido, ahora después de saber eso, pobre, no quisiera estar en su lugar. También espero que no lo odie y que comprenda sus razones, que desde cierto punto de vista son muy válidas. Todo el capítulo estuvo muy interesante. Ya tengo todos mis dedos cruzados y veladoras prendidas esperando porque se quede con mi favorito, no voy a decir con quien, porque, aquí donde vivo, dicen que si pides un deseo no debes decirlo para que se haga realidad. Gracias por la actualización y sin duda estaré esperando el siguiente capítulo.
ArkangelValeria #6
Chapter 18: Hermoso capítulo. Mis manos estan juntas rezando para que sea un Ricsyung. Y porque amo a Minwoo también y quiero verlo feliz al lado de Dongwan.
Gracias por la actualización, espero con ansias por la próxima.
turyka #7
Chapter 17: Yay!! actualización... Muchos sentimientos encontrados, ya no se que pensar.....
missstery #8
Chapter 17: Esto cada vez se pone mejor, y ya no se con quien quiero que se quede Hyesung. Gracias por la actualización y sin duda seguiré leyendo tus fics.
shsngi #9
Chapter 17: <span class='smalltext text--lighter'>Comment on <a href='/story/view/1240882/17'>Chapter 16</a></span>
Tenía siglos sin logearme aquí y justo cuando lo hago actualizas, coincidencia? no lo creo



extrañé esta historia, aunque me genere altos niveles de estrés jaja ya nadie escribe wansyung así que esta actualización trajo paz a mi vida aunque me preocupa su futuro en esta historia por alguna razón t.t



aún siento pena por Yumi, no merece sufrir así la pobre :( y espero que jin y andy no se maten por llegar a un acuerdo si decir la verdad o no...



gracias por actualizar ! <3
ArkangelValeria #10
Chapter 16: Ahhhhhhhh!!!!. No puedes ser!!! Me quedé con el corazón en la boca!!!!!... Ups. Disculpa mi arrebato, me sentí como Eric, frustrada, enojada y en shock, cuando no encontré el siguiente capítulo. je je. Quiero felicitarte y darte las gracias por compartir estas historias. Desde que encontré tus fic he dejado de ver doramas y me he dedicado a retomar mi pasión, que es la lectura. Gracias por eso!! Espero sinceramente que puedas terminar esta historia. Y secretamente espero el milagro del que el Ricsung pueda suceder y vuelvan a amarse, aun más que antes. Lo siento por Wannie pero él encaja mejor con mi adorable Minwoo, jejejeje....