A/N: Este capítulo salió más rápido de lo que esperaba XD. Gracias a las personas que leen esta historia y a las que dejan sus comentarios

La respiración entrecortada, un trote ligero y gotas de sudor cayendo de entre las hebras de su cabello por su frente, la mañana había sido productiva. Un poco de ejercicio para empezar el día nunca estaba de más. Se había acostumbrado muy pronto a su nueva rutina, ya no estaba en Canadá pero de alguna manera se sentía como en casa.

Terminó su trote diario alrededor del edificio donde ahora vivía, retornando prontamente como su nivel de estamina se lo pedía. Subió por el ascensor saludando cordial y alegremente a sus otros vecinos, ingresando luego a su departamento donde una ducha fría lo esperaba.

El departamento era pequeño y todavía lucía vacío, así lo había pedido con el fin de no acostumbrarse demasiado al sitio y hacer más rápida y fácil su partida. Aunque aún faltaban un par de meses para su regreso.

Salió de su habitación con el cabello aún húmedo y en ropas cómodas, dirigiéndose a la cocina para un poco de café instantáneo y un trozo de pan. Sus pasos lo volvieron a llevar hacia la ventana principal en la sala, observando detenidamente a cada persona que pasaba por las calles. Un suspiro de añoranza escapó de sus labios.

Llevaba una semana en la ciudad, no era como si hubiera esperado un milagro pero la ansiedad lo estaba consumiendo. Se había prometido que lo dejaría todo en manos del destino pero sentía que no podía esperar más. Y maldecía el día en que perdió su teléfono celular en una de sus tantas exposiciones por Europa. Recuperar todos sus contactos telefónicos había sido toda una hazaña, aunque sólo había número que deseaba recuperar pero toda apuntaba a que se había perdido para siempre. Tal vez el destino así lo quería. Tal vez era la señal para empezar a olvidar.

Pero ahora estaba en Seúl. Más cerca de lo que se imaginaba y sus esperanzas habían renacido.

-Dongwan? Pasaré a recogerte en veinte minutos, está bien? - el hombre al teléfono lo tomó por sorpresa.

Era la tercera vez que tenía una reunión en las oficinas de M Raizing Entertainment y la primera vez en la que la estrella del K-pop, Lee Minwoo, se ofrecía a llevarlo. Acaso no era demasiada y sospechosa amabilidad?. Dongwan tenía un vehículo destinado por la empresa para su traslado.

-el auto vendrá por mi, no es necesario. Nos vemos allá – sin dejar la sonrisa que siempre lo caracterizaba, el fotógrafo cortó la llamada antes que la pequeña estrella del K-pop continuara insistiendo.

La taza de café se había enfriado en sus manos, siendo retornada a la cocina. Era hora de alistarse para empezar a trabajar.

El fotógrafo se dirigió de regreso a su habitación, cambiando sus cómodas ropas por algo más adecuado para la reunión en M Raizing, sus ojos cayeron repentinamente sobre la fotografía que había acomodado sobre la mesa de noche al lado de la cama.

Había tomado tantas fotografías a escondidas pero esa era su favorita. Las luces multicolor de la aurora boreal bañando ligeramente su rostro, su mirada encantada y esa luz que parecía resplandecer desde su interior. Era hermoso, Dongwan lo sabía y había querido captarlo para siempre en el lente de su cámara. Su ansiedad se incrementó al pensar que en algún momento de cualquier día, sus ojos volverían a encontrarse con aquella persona.

Un tinte rojo apareció en su rostro. Se sentía ridículo, como un adolescente enamorado y cursi. Se sentía avergonzado. Cuándo había cambiado de esa manera?

Cubrió su rostro con ambas manos como si alguien estuviera observándolo. Odiaba sentirse así pero a la vez no podía evitarlo. Era una especie de sentimiento nuevo. Se sentía cálido y angustiante a la vez.

Y cuándo terminaría su angustia?

-bajo en cinco minutos – sin darse cuenta, ya estaba contestando a la llamada del conductor de M Raizing que había llegado por él.

Era momento de ordenar sus ideas y enfocarse en su objetivo principal de su estancia en Seúl. Su trabajo.

Tres horas después y luego de una larga reunión en las oficinas de M Raizing, el fotógrafo Kim Dongwan se encontraba revisando por primera vez el espacio que le había sido designado como pequeña oficina para realizar su trabajo. El ambiente en verdad era pequeño pero equipado con lo necesario que sería de utilidad para el fotógrafo.

-te gusta? Traté de que lo hicieran más grande pero no pueden disponer de mucho espacio – Minwoo ingresó a la oficina, sorprendiendo por segunda vez en el día al fotógrafo.

-es perfecto, no necesito mucho, en serio – respondió Dongwan, encendiendo el computador que se encontraba sobre el escritorio.

-me estaba preguntando… ya que prácticamente eres nuevo en la ciudad, no crees que es momento de salir a conocer un poco? - la propuesta del pequeño hombre tomó más que por sorpresa al fotógrafo.

-quiero decir, de todos modos aún no se ha decidido la locación para el photobook principal, no crees que sería bueno ir revisando la ciudad para un poco de inspiración? - Minwoo trató de arreglar su propuesta, pero aún así se oía como un coqueteo directo hacia el fotógrafo.

-de hecho, he revisado algunos puntos recomendados en las revistas… hay un restaurant que está dando mucho que hablar, me interesaría conocerlo – Dongwan hizo a un lado sus sospechas con respecto a las intenciones de la estrella del K-pop, enfocándose principalmente en su trabajo.

-claro! Lo que quieras! Podemos ir esta misma noche, déjame arreglarlo – sin dar tiempo a que el fotógrafo de su aprobación, Minwoo empezó a digitar en su teléfono celular.

-no tiene que ser ahora, aún hay sitios que quisiera revisar antes – Dongwan trató de detener al pequeño hombre, pero Minwoo ya había enviado un mensaje a su manager para hacer las reservaciones.

Era de mañana y su cuerpo dolía. Su cabeza se sentía como si fuera a estallar en cualquier momento. Cuánto exactamente había bebido la noche anterior? Y cuánto tiempo había pasado desde que bebió de esa manera? Su cuerpo se sentía extraño y las nauseas regresaban una vez más. Definitivamente había sido una mala idea aceptar la oferta del menor que continuaba durmiendo en el sofá de su sala.

-Andy, Andy es hora de levantarse se hace tarde – HyeSung dio ligeras sacudidas contra el hombro del menor, esperando despertarlo.

Eran casi las 9AM y ya era tarde para que ambos hombres vayan a trabajar.

La noche anterior Junjin y Andy habían acompañado a HyeSung a su acostumbrada cita a ciegas, o más como si hubieran ido en su rescate. El acompañante de HyeSung esa noche era alguien a quien definitivamente el bello hombre no quería recordar en toda su vida. Los constantes coqueteos del sujeto e insinuaciones directas hicieron que HyeSung realizara una llamada de emergencia a su mejor amigo, quien se apareció acompañado de su novio.

Luego de deshacerse del desagradable hombre, Andy tuvo la idea de ir a tomar unas bebidas, después de todo alguien tenía que repararle a HyeSung la terrible noche que acababa de pasar. Al inicio todo había ido bien, pero una llamada de emergencia del trabajo de Junjin lo había obligado a retirarse y dejar a su novio en manos de su mejor amigo.

Lo que en un principio debió continuar con un par de bebidas más para luego retirarse aún temprano del club donde se encontraban, se convirtió en un desfile imparable de bebidas que iban y venían de la mesa de los dos hombres. Andy había iniciado la conversación y ambos hombres se enfrascaron en miles de relatos e historias que iban acompañando con una diferente gama de tragos. Las horas pasaron sin que nadie se diera cuenta y un taxi llamado por el administrador del local, se encargó de llevar a los dos hombres hasta el departamento del mayor.

Era la segunda vez que HyeSung y Andy se embriagaban a solas. Junjin estaba al menos tranquilo, al saber que su novio se encontraba en buenas manos.

-Andy… - insistió HyeSung con la voz casi apagada, rindiéndose finalmente para ir a la cocina en busca de una taza de café. Lo necesitaba si quería estar lúcido para empezar su día de trabajo.

-Hyung… qué hora es? - no demoró mucho para que Andy abriera los ojos, una vez que el bello hombre se retiró de su lado.

-tarde… apúrate y vístete, le dije a jinnie que te llevaría al trabajo – con su taza de café en una mano, HyeSung regresó al lado del menor ofreciendo otra taza de café para él.

-ahh la cabeza me va a estallar – se quejó Andy, bebiendo el café en un solo sorbo sin importarle que la bebida se encontraba muy caliente.

-anda, ve a ducharte, dejé toallas limpias en el baño – ordenó el bello hombre, tomando el lugar en el sofá que había dejado libre el menor.

Le tomó veinte minutos a Andy darse una ducha rápida, asearse y vestirse para ir a trabajar.

-woah todavía tienes esto? Es el sujeto de Canadá, no? - los ojos de Andy se iluminaron al reconocer la fotografía sobre la mesa de noche dentro de la habitación del bello hombre.

-sí, es él, vamos ya es tarde – respondió HyeSung sin aparente interés, terminando de colocarse su saco.

-me gustaría ir a esquiar algún día a un sitio como ese – continuó Andy, aún sujetando la fotografía en sus manos.

-pideselo a Junjin – la respuesta fue corta, retirando de manos del menor la fotografía que más atesoraba de aquel viaje.

-alguna vez haz pensado en volver?… a Canadá – el tono de voz de Andy era serio, como si estuviera haciendo la pregunta directo a su alma.

-no lo sé, hay mucho trabajo en el restaurante como para tomarme unas vacaciones – respondió sinceramente HyeSung, regresando la fotografía a su lugar.

-no te gustaría volver a ver a ese hombre? Se hicieron muy amigos no? - Andy no dejó ir la conversación, buscando una confesión sincera del bello hombre.

Cada día desde su regreso de Canadá, HyeSung no había dejado de mencionar al hombre que lo había salvado de ese estado de depresión y abandono en el que se encontraba. El único que había creído la fuerte afirmación de que el misterioso hombre era solo alguien con quien HyeSung se encontraba agradecido y un gran amigo, había sido Junjin. Andy todavía seguía pensando que había una conexión más fuerte entre el bello hombre y aquella persona que había sido dejada en Canadá. El brillo en los ojos de HyeSung cada vez que mencionaba al misterioso hombre se lo confirmaba.

-algún día… quizás algún día pueda volver – la melancolía y añoranza en el tono de voz de HyeSung terminaron la conversación.

Andy abandonó la habitación, dejando al bello hombre solo con sus pensamientos.

Hyesung volvió a tomar la fotografía sobre la mesa de noche, estudiándola brevemente, recordando todos esos momentos de su estancia en Canadá.

Y deseando que el destino lo llevara de regreso algún día.

En la imagen, HyeSung y Kim Dongwan posaban abrazados, sonriendo para el lente de la cámara con el hermoso escenario de la montaña de nieve a sus espaldas.

Era el recuerdo que más atesoraba HyeSung. El momento en que todo cambió en su vida. La esperanza de volver a amar algún día.

El sonido de los cubiertos tocando la loza era todo lo que podía oír, respiraba el aire fresco que soplaba a su alrededor pero no tenía idea de donde se encontraba, llevaba la comida a su boca en movimientos robóticos, engullendo cada bocado sin saber realmente que era lo que estaba comiendo. Su cuerpo estaba sentado en esa mesa, pero sus pensamientos habían volado muy lejos de ahí.

Habían volado a dos años en el pasado.

Dos años que vivían frescos en su memoria como una tortura.

“no puedes seguir así, despierta. Las cosas no son como lo esperas”

“tienes que casarte, tener una familia”

“por qué no puedes ver la realidad?”

Por varios meses estos pensamientos lo atormentaron. Tenía miedo, era cierto. Su futuro era incierto. Su corazón era un constante vaivén entre el miedo y el amor que sentía por esa persona. Hasta que finalmente tomó su decisión.

“lo siento...”

Habían sido otros meses de lucha pero finalmente pudo empezar de nuevo. Se convenció a sí mismo que era el camino correcto. Todos a su alrededor lucían contentos al fin con sus decisiones. Sus padres eran felices, sus amigos se veían aliviados, la gente a su alrededor ya no le dirigía miradas extrañas. Era eso libertad?

-oppa… Eric oppa – oyó una voz débil a lo lejos, ignorándola mientras continuaba hundido en sus pensamientos.

-Eric oppa te pasa algo? - la voz se oía más cerca aunque todavía se sentía lejana.

El rostro de esa persona volvió a aparecer en su mente.

“Yumi te necesita”.

Había sido tan breve como la última vez. Sólo un par de segundos que se habían detenido por horas en su cabeza.

Estaba tan hermoso como lo recordaba, quizás aún más. Su rostro se veía calmado como la última vez, sereno, sin signos de haber pasado la noche en vela atormentándose. Acaso era él el único que se sentía así?

Por qué tuvo que ser sólo un segundo? Por qué no pudo decir nada? Por qué sólo lo vio marcharse y continuar guardando todas esas palabras almacenadas por años en su garganta? Por qué se sentía tan impotente de dar un solo movimiento ante su presencia? Por qué se sentía así? Por qué su corazón estaba inquieto?

Por qué había pasado una semana sin volver a saber de él?

-Eric oppa! - la voz se oyó más cerca esta vez. Más cerca y fuerte, acompañada de un suave tirón en la manga de su camisa.

Sus ojos regresaron su visión a su ubicación actual. Yumi estaba a su lado con el rostro preocupado y la mirada fija en él. Qué le había pasado?

-Eric oppa llevo rato hablándote, estás bien? - la muchacha lucía muy preocupada más que molesta, luego de ser ignorada completamente en la conversación en la mesa.

-lo-lo siento!… son cosas del trabajo – era la mejor excusa que podía usar Eric. La misma excusa de siempre cada vez que su mente viajaba años luz de distancia de su prometida.

-te estaba diciendo que papá regresó a casa ayer – Yumi disculpó en silencio a su prometido. Se había prometido seguir esforzándose porque su relación sea un éxito.

-oh que bueno, iré mañana a darle mis respetos – Eric hizo su mejor esfuerzo por concentrarse en la conversación, aunque su mente quería regresar a ese viaje en el pasado nuevamente.

-mamá preguntó por qué no estuviste ayer en el hospital, le dije que estabas ocupado con el nuevo álbum de Minwoo oppa

Eric asintió en silencio, sintiéndose culpable por primera vez por haber dejado sola a su prometida. Yumi lo había soportado más de una vez, lo había excusado y defendido infinitas veces ante su familia. Eso era amor? Esperaba que así fuera. Esperaba poder tener una familia “normal” al lado de Yumi, como todos querían.

-Yumi… ese hombre… tu… jefe… él estuvo ese día en el hospital, cierto? - su mente lo volvía a traicionar. Necesitaba saber más, mucho más.

-HyeSung oppa? Sí, él me llevó al hospital ese día y llevó una canasta de fruta ayer para papá, no crees que es muy dulce de su parte? - el tono de voz de Yumi cambió de repente, ahora era más brillante y pícaro.

-ayer? Él estuvo ayer en el hospital? - un sentimiento de arrepentimiento invadió a Eric, por qué no fue al hospital ese día?

-pero no te pongas celoso, HyeSung Oppa es mi jefe y un buen amigo, casi como un hermano mayor – sintiéndose halagada y disfrutando por primera vez la primera, aparente, muestra de celos de su novio, el brillo en el rostro de Yumi se hizo más resplandeciente.

-nunca me habías hablado de él… - por primera vez, Eric estaba interesado en algo que saliera de labios de su prometida.

-qué? Pero si siempre te hablo de él! Eric oppa por qué nunca me escuchas?! - la muchacha dibujó un adorable puchero en sus labios, disfrutando la expresión de arrepentimiento en el rostro de su prometido.

La cabeza de Eric quería estallar. Yumi siempre le habló de HyeSung? Cómo es que nunca antes lo había notado?

-lo lamento, ya sabes que siempre estoy con cosas del trabajo en la cabeza… hace cuánto conoces a ese hombre? - ahora Eric lo quería saber todo, estaba dispuesto a prestar más atención a todo lo que le dijera su prometida.

-cuando comencé a trabajar en el restaurant, si recuerdas dónde trabajo no? - con voz juguetona, Yumi respondió a su prometido, aún pensando que eran los celos los que lo guiaban a prestarle su completa atención. Y lo estaba disfrutando.

-claro que sí!… y… son muy cercanos? - nuevos pensamientos comenzaron a rodear la cabeza de Eric. Qué tan cercanos eran HyeSung y Yumi? Sería esto una nueva tragedia en su vida?

-ya te dije que es como si fuera mi hermano mayor. No tienes de qué preocuparte Oppa, HyeSung oppa no está interesado en chicas – buscando tranquilizar a su prometido, Yumi respondió lo más sinceramente que pudo.

Pero la respuesta de Yumi sólo hizo sobresaltar a Eric. HyeSung seguía siendo el mismo.

-… sabes, de hecho, creo que dejó un novio en Canadá cuando viajó allí hace un par de años – una sonrisa pícara escapó de labios de la muchacha.

El rostro de Eric perdió el color. Canadá?. Así que ahí había sido donde HyeSung había estado todo este tiempo?.

Novio?

Cerró la enorme puerta de vidrio a sus espaldas, apresurando sus pasos hasta su cubículo, encendiendo nuevamente su computador mientras buscaba su agenda personal dentro de las gavetas de su escritorio. Su cabeza aún dolía por la resaca de la noche anterior pero tenía que hacer su mejor esfuerzo en concentrarse, después de todo se trataba de su trabajo.

-hola, hablo de parte del Sr. Ahn presidente de TOP Media Producciones, queremos concertar la cita con los CEOs de M Rizing – utilizó su tono formal esperando que la llamada fuera corta. Ya le había costado demasiado esfuerzo prestar atención a todas las indicaciones de su jefe.

Finalmente obtuvo la respuesta que quería, apuntando en su agenda personal la hora, día y lugar de la reunión con los CEOs de la nueva Compañía en la que la empresa para la que trabajaba había puesto los ojos.

-Señor, la secretaria de M Rizing agendó la reunión para esta noche a las 7PM en el restaurant Six Myth – anunció Andy apenas terminó la llamada anterior y nuevamente hizo su mejor esfuerzo para colocarse de pie e ir a la oficina de su jefe.

-con ambos CEOs? - interrogó el hombre de cabello gris, la mirada concentrada en su computador.

-sí Señor, también asistirán miembros del equipo que están trabajando en el nuevo disco de Lee Minwoo – continuó informando Andy, tratando de controlar el mareo que le estaba provocando el dolor en su cabeza.

-muy bien, si conseguimos ese contrato de exclusividad será otro gran logro para la empresa! - sonrió el hombre de cabello gris.

Andy devolvió una sonrisa débil a su jefe, retirándose una vez más de la oficina para caer casi desplomado sobre su silla y recostar la cabeza sobre su escritorio. Hubiera preferido llamar temprano y reportarse enfermo. Ahora entendía por que Junjin había insistido con que era mala idea ir a beber a mitad de semana.

-tienes el contrato de exclusividad con M Rizing? El Sr. Ahn quiere tenerlo listo para esta misma noche – se dirigió una de las secretarias al hombre que continuaba con la cabeza enterrada sobre su escritorio.

Andy sólo atinó a hacer una señal con la mano, despidiendo a la muchacha rápidamente. El día se estaba haciendo tan largo y él sólo quería regresar a su departamento, tomar una ducha fría y acurrucarse en los brazos de su novio. Era demasiado pedir?

Haciendo un conteo mental hasta veinte, Andy levantó finalmente la cabeza, buscando en su bandeja de papeles el documento que había sido solicitado minutos antes, no demoró mucho para encontrarlo y revisar con cuidado todo el contenido del mismo.

-CEO Mun Junghyuk

-Mun Junghyuk

-Mun...

-… Junghyuk...

-Eric... Mun?

-ERIC MUN!!! - Andy se colocó de pie de un salto, dejando oír su voz por todo el octavo piso donde se encontraban las pequeñas oficinas de TOP Media Producciones. Pronto, todos los ojos estaban centrados en él muy impactados.

Avergonzado y sin saber qué decir a sus compañeros de trabajo, regresó a su posición en la silla con el rostro colorado y la cabeza latiéndole como si fuera a estallar.

Esto no estaba pasando.

Necesitaba llamar a Junjin ya mismo.

Cómo no lo había notado antes?

-lo siento, el Sr. Park salió a acompañar al gerente a una reunión importante, se les pidió que apagaran sus teléfonos – informó la secretaria de Enpino Style, lugar donde trabajaba Junjin como asistente del gerente de relaciones públicas.

-claro, dígale por favor que necesito hablar con él urgentemente, que me dé una llamada apenas termine su reunión. Gracias – derrotado, Andy tuvo que colgar la llamada sin ninguna luz de esperanza.

Sería demasiado tarde para cambiar el lugar de la reunión con los CEOs de M Rizing?

Andy tenía qué hacer algo. La cabeza le iba a explotar pero no podía quedarse tranquilo, tenía que tomar alguna acción para impedir que HyeSung volviera a encontrarse con su ex novio.

-hola, Srta. Jang, puedo hablar con el Sr. Shin… - la última esperanza de Andy era sacar a HyeSung de ese lugar antes de las 7PM.

-lo siento, el Sr. Shin salió a supervisar las otras sedes, dejó su teléfono celular con la Srta. Yumi – respondió la muchacha del otro lado del teléfono.

Andy colgó el teléfono con sus últimas esperanzas desvanecidas.

-Sr. Ahn, quisiera asistir a la reunión de esta noche con la gente de M Rizing – rendido, Andy tuvo que hacer uso de su último recurso.

-y cómo estuvo? - con una sonrisa en el rostro y su libreta de apuntes en una mano, Yumi ingresó a la oficina de su jefe luego que éste regresara de su recorrido semanal por las otras sedes de la cadena de restaurantes para la que trabajaba.

-como siempre, todo bien. Alguna novedad? - respondió HyeSung, invitando a la muchacha a sentarse en la silla frente a su escritorio.

-tu teléfono no ha dejado de sonar en toda la tarde – informó Yumi, entregando a su jefe su teléfono celular que había estado guardando celosamente por toda la tarde.

HyeSung tomó el dispositivo móvil, revisando el número de llamadas perdidas y sonriendo al reconocer al dueño de tantas llamadas. Con mucha seguridad, Andy debió haber estado llamando para compartir el dolor de la resaca.

-cómo está tu padre? - HyeSung regresó su teléfono celular al interior del bolsillo de su saco, concentrando su atención en Yumi.

-está mejor, es un alivio que ya esté en casa. Por cierto, mamá quiere que vayas a comer a casa uno de estos días – respondió la muchacha con una dulce sonrisa.

Por supuesto que HyeSung no podía negarse a una solicitud de Yumi.

-me ayudarás más tarde con mi proyecto? - Yumi cambió el tema de la conversación, alcanzando la libreta de apuntes que llevaba en manos.

-claro, tengo el resto de la noche libre – respondió HyeSung, tomando las notas de manos de la muchacha, revisando rápidamente su contenido.

-Sr. Shin, acaban de llegar… - la delgada muchacha que fungía como secretaria del área administrativa, abrió la puerta de la oficina del jefe máximo del local, dando paso a un hombre de mediana de edad que llevaba en manos un enorme arreglo floral de rosas rojas.

HyeSung y Yumi se mostraron sorprendidos a la vez. Bueno, no tan sorprendidos ya que no era la primera vez que sucedía. De hecho, sucedía cada vez que HyeSung tenía una cita a ciegas. Era como una tradición muy esperada por todos los trabajadores de la oficina. Pero esta vez el detalle era muy sobresaliente. No había que ser un genio para contar alrededor de 500 rosas rojas en ese enorme arreglo floral.

-no me habías dicho que tuviste una cita! - sobresaltada y emocionada, Yumi se colocó de pie en dirección del enorme arreglo floral buscando una tarjeta.

-estabas muy ocupada con lo de tu padre y… que ese tipo no entendió el mensaje anoche!? - molesto, HyeSung también se colocó de pie, tratando de arrancar de manos de la muchacha la tarjeta incrustada en medio del arreglo floral.

-… gracias por una hermosa velada. Espero volver a verte pronto… oppa! - Yumi quedó desconsolada cuando el bello hombre logró arrancar la tarjeta de sus manos, evitando que continuara leyendo el desagradable mensaje.

-este sujeto es lo peor que Junjin pudo haberme hecho en toda su existencia, saquen eso de aquí – indicó HyeSung a su secretaria que continuaba de pie en la puerta de la oficina a la espera de instrucciones.

La muchacha no tuvo más opción que llamar al trabajador de la florería de vuelta y pedirle que se llevara de regreso el enorme arreglo floral.

-te tengo tanta envidia, recibes más regalos de los que yo he recibido en año y medio de relación con mi prometido – Yumi hizo un puchero, regresando a su lugar en la silla.

-la diferencia es que tu prometido te ama y se va a casar contigo. Tipos como estos sólo quieren acostarse conmigo y nada más– respondió HyeSung a la muchacha, partiendo en dos la tarjeta que había venido con el arreglo floral, arrojándola luego al tacho de basura al lado de su escritorio.

-hasta eso es de envidiar… - susurró Yumi tristemente con la expresión decaída

-cómo? - HyeSung no estaba seguro si no había oído correctamente a la muchacha o su cabeza le estaba jugando una broma.

-nada… entonces, tan mal estuvo la cita? - Yumi cambió el tema rápidamente, regresando la sonrisa brillante a su rostro como si nada hubiera ocurrido.

-no me hagas recordarlo, el sujeto se me seguía insinuando hasta que tuve que llamar a Junjin para que se haga pasar por mi ex novio celoso que quería regresar conmigo… - explicó HyeSung brevemente, sonriendo al final cuando sus recuerdos finalmente encontraron la parte divertida de toda la situación.

Junjin realmente había interpretado muy bien su papel la noche anterior, pero aparentemente no había servido de mucho para desalentar al sujeto al día siguiente. Será acaso que HyeSung necesitaría de las habilidades de actuación de su mejor amigo nuevamente? Era mejor no pensar en eso por ahora.

-tus citas siempre son divertidas! Algún día me dejarás ir a ver de lejos? - con mirada esperanzadora, la muchacha no podía ocultar su entusiasmo.

-me alegra que mi vida privada te divierta, pero no – sonriendo y dando un ligero golpe contra la frente de la muchacha, HyeSung ajustó su posición en su silla, retornando nuevamente a los apuntes en la libreta personal de Yumi.

-aish! Tu vida amorosa es más interesante que la mía, no es justo! - haciendo otro puchero, la muchacha tuvo que sellar sus labios por el resto de la tarde al notar la mirada fría que le dirigió su jefe.

HyeSung sonrió cuando la mirada de Yumi cayó en sus propios apuntes.

Definitivamente Yumi era alguien a quien quería proteger por todas las cosas.

El resto de la tarde pasó en silencio y tranquilidad. Las luces se encendieron más temprano que de costumbre en las oficinas de M Rizing, todos los trabajadores estaban trabajando extra para la reunión que se suscitaría en un par de horas. TOP Media era una productora de prestigio en el medio, era un halago y una gran oportunidad que la productora esté ofreciendo un contrato de exclusividad con una compañía novata.

Era aún más oportuno con las preparaciones del nuevo disco de la estrella del K-pop, Lee Minwoo.

-se puede saber qué hiciste!? - Minwoo ingresó con el rostro furioso a la oficina de su mejor amigo.

-se puede saber qué te pasa? - Eric respondió calmadamente al airado hombre, haciendo un gesto con la mano, indicándole que tomara asiento en el sofá dentro de la oficina.

-esto! Me pasa esto! - Minwoo optó por continuar de pie, acercando su teléfono celular al rostro del CEO de M Rizing, mostrando uno de sus correos electrónicos abiertos.

“Sr. Lee Minwoo, ha sido acordada la reunión con el presidente de TOP Media en el lugar que indicó, el restaurant Six Myth, a las 7PM”

Era lo que leía en el correo electrónico enviado por la secretaria de Eric.

El CEO de M Rizing observó a su mejor amigo con una mirada cuestionadora, como si no estuviera entendiendo nada.

-le dije a Yonghee que hiciera una reserva para mi y para Dongwan… no para todo el equipo!!! - explicó Minwoo al ver que su mejor amigo no entendía la situación.

Eric no podía entender como tanta frustración podía caber en ese pequeño cuerpo.

-y por qué irías a cenar a solas con el fotógrafo a un lugar tan caro? - sospechoso y concentrándose en su mejor amigo, Eric disparó la pregunta más obvia.

Minwoo quedó sin habla, mostrándose nervioso como si estuviera tratando de idear la respuesta más correcta.

Eric entrecerró los ojos, dirigiendo una mirada más interrogativa en dirección de su mejor amigo y colega.

-b-bueno… pa-para… para… ser… amable? - la cabeza de Minwoo estaba haciendo su mejor esfuerzo, pero su boca no era de ayuda.

-lo sabía! Lo sabía! Por algo insististe tanto con que fuera ese sujeto el que hiciera las sesiones de fotos! - Eric se colocó de pie paseando de un lado a otro por toda la oficina, llevando una mano sobre su cabello.

-hey! Dongwan es un profesional! - Minwoo trató de intervenir en favor del fotógrafo, temiendo que su indiscreción pudiera perjudicar su trabajo.

-pero tú no! Cómo se te ocurre que te vas a involucrar con el personal de la compañía! - Eric regañó al pequeño hombre como si se tratara de un niño.

-habla más bajo que él no sabe nada! Todavía no se ha dado cuenta de mis sentimientos! - con más temor de ser escuchado por el personal que se encontraba afuera de la oficina, Minwoo llevó sus dos manos sobre los labios de su mejor amigo, obligándolo a tomar asiento en el sofá.

-te has vuelto loco? Dime que no es otra de tus calenturas pasajeras, sabes lo que nos está costando el contrato con ese sujeto!? - sobresaltado, Eric no podía dejar pasar el asunto tan fácilmente.

-claro que no es… por quién me tomas! Mis sentimientos son sinceros! - ofendido, Minwoo se separó del lado de su mejor amigo, caminando hacia su escritorio, tomando asiento en su silla.

-has hecho muchas cosas estúpidas en tu vida, pero esto… - Eric continuaba regañando al pequeño hombre, esta vez yendo a su encuentro frente a su escritorio.

-por lo menos yo no me comprometí sin superar a mi ex… - enfadado también, Minwoo dio un golpe bajo al orgullo de su mejor amigo.

Eric quedó congelado en su lugar, observando con mirada vacía al pequeño hombre. Minwoo tenía razón, el compromiso con Yumi había sido una mala decisión, pero qué más podía hacer ante las expectativas de todos?. Además, nunca se imaginó que HyeSung volvería a aparecer en su vida.

HyeSung.

Había regresado después de tanto tiempo. Todavía se sentía irreal, cada aparición se sentía como si hubiera estado viviendo un sueño despierto. El tono de su voz, la calidez en su mirada, el brillo de su piel. Como la aparición de un ángel celestial. Un ángel que había regresado a atormentarlo.

-Eric? Eric… ERIC! - llamó con fuerza Minwoo, agitando una mano delante del rostro de su mejor amigo.

Los ojos de Eric despertaron de un susto. Cuánto tiempo había estado ausente?

-qué rayos te pasó?… lo siento por lo que dije, fue demasiado – se disculpó Minwoo inmediatamente, siendo consciente que había tocado una vena sensible en el interior de su mejor amigo.

Minwoo había visto muy de cerca todas las dudas que empezaron a llenar la cabeza del CEO de M Rizing en aquella época, y aunque no compartió su decisión final, decidió apoyarlo en nombre de la amistad que habían compartido por varios años.

-olvídalo. Sólo trata de ser discreto con ese fotógrafo, no quiero que empiecen a surgir rumores entre el personal, no sería bueno para tu carrera – respondió Eric al final, retirándose de su oficina, dando por terminada la conversación.

La noche finalmente hizo su entrada. Los elegantes autos empezaban a aparecer en la puerta principal del lugar, un majestuoso desfile de gente adinerada se hacía ver por los alrededores, algunos reían, otros permanecían con los rostros serios sosteniendo conversaciones fútiles, y habían también otros que permanecían aún sentados en la barra del bar de espera, revisando cada segundo sus teléfonos celulares mientras sus copas iban quedando vacías.

Una rutina diaria en el elegantísimo restaurante Six Myth.

-buenas noches Señores – la recepcionista de turno saludó con una reverencia al grupo de hombres que se acercaron a su lugar, revisando en la lista de reservas el nombre del hombre que se paraba en frente de todo el grupo.

-por acá – indicó la muchacha, guiando a los hombres hasta su mesa designada.

-wow este lugar es increíble, las revistas no mentían – señaló Kim Dongwan apenas tomó asiento, no apartando la mirada de cada rincón que le era visible.

-oí que fue nombrado el lugar más recomendado para pasar una velada en la revista de restaurantes más importantes del país – intervino Minwoo en la conversación, esperando ganar la atención del fotógrafo.

Eric dio una mirada de advertencia al pequeño hombre. Si Minwoo quería coquetear, tendría que asegurarse que fuera cuando estuviera a solas con el fotógrafo, no en medio de una importante reunión de negocios.

-Sr. Mun… - como si hubiera sido llamado por el pensamiento del CEO de M Rizing, el presidente de TOP Media hizo su aparición junto con el hombre que fungiría como su asistente personal por esa noche.

La mirada de Andy cayó sorprendida en el rostro del CEO de M Rizing. Sólo había visto un par de veces el rostro de ese hombre en algunas fotografías perdidas de propiedad de su novio. Se sentía tan extraño tenerlo cara a cara, aunque Eric no tenía idea de quien era él.

-por favor, tomen asiento – indicó Eric a los dos hombres que acababan de llegar.

La mirada de Andy no podía abandonar los movimientos del CEO de M Rizing, una sensación de ansiedad se apoderó de él. Por qué nadie había devuelto una sola de sus llamadas?. Ni HyeSung ni Junjin habían hecho caso de sus llamados de urgencia. Y si se trataba de una emergencia real? Si se encontrara en una situación de peligro no podría contar con la ayuda de su novio o la intervención de su hyung?. Ok, tal vez era una exageración tener esos pensamientos ahora, pero la situación de Andy no era muy alentadora.

La conversación de negocios dio inicio y pronto los pensamientos de Andy fueron distraídos entre términos empresariales y propuestas que iban cambiando cada segundo. Una hora después, finalmente el contrato fue firmado luego que los platillos fueron retirados de la mesa. Ambas partes lucían satisfechas con todos los términos expuestos.

-este lugar luce muy bien, creo que podríamos usarlo para la sesión de fotos principal y las grabaciones del MV – la propuesta salió de labios del presidente de TOP Media, tomando por agradable sorpresa a todos los presentes en la mesa.

Bueno, casi todos. Eric era muy consciente de donde se encontraba pero estaba seguro que para esa hora, HyeSung ya se encontraría en su casa descansando. Y quizás esa era la peor parte de encontrarse en ese lugar, saber que no tendría la oportunidad de volver a ver al bello hombre. Un tinte de decepción lo había acompañado desde que puso un pie dentro del local.

-estoy de acuerdo, la infraestructura es muy buena y la iluminación de día debe ser increíble – intervino Dongwan, colocándose de pie repentinamente, excusándose por unos minutos para dirigirse al baño.

-entonces está decidido! Si el fotógrafo lo aprueba, este es el sitio! - habló con una sonrisa en los labios el presidente de TOP Media, haciendo una seña a uno de los mozos que se encontraba cerca.

-podríamos hablar con el administrador, tenemos una interesante oferta que hacerle – se dirigió el Sr. Ahn al joven mozo.

-no cree que es muy repentino? No sería mejor elaborar una propuesta antes? - trató de intervenir Eric, pero el joven mozo ya se había alejado de la mesa.

-creo que el Sr. Mun está en lo correcto, deberíamos conversarlo con el resto del equipo antes de…

-está decidido! Es mejor hacerlo de una vez antes que alguien más reserve el sitio, he oído que es muy concurrido – interrumpió el CEO de TOP Media a su joven asistente de la noche.

El rostro de Andy palideció. Lo mismo que el rostro de Eric. Ambos hombres lucían aterrados, cada quien con sus propios pensamientos.

La cabeza de Eric estaba dividida. Se trataba esto de un golpe de buena suerte o un nuevo problema en su vida?

-muy buenas noches señores… - la melódica de voz atrajo la atención de todos los presentes en la mesa.

El cuerpo de Eric se congeló. El corazón de Andy se aceleró. Los ojos de Minwoo se dejaron ver por primera vez en muchos años.

Frente a todos, el joven y bello administrador del restaurant Six Myth, se encontraba de pie sonriéndoles, con la joven y dulce Yumi al lado.

-HyeSung!?… - los saludos y presentaciones fueron interrumpidas por una voz que se mostró más sorprendida que los demás.

-Dongwan… - su voz no estaba sorprendida, estaba emocionada, alegre, como si hubiera recuperado la vida repentinamente.

Un silencio precedió a todos los presentes. Las miradas iban y venían entre los dos hombres que se observaban con los ojos brillantes y los rostros iluminados.

-oh por Dios! Él es… el de Canadá!? - Yumi no pudo ocultar su entusiasmo al reconocer el nombre y el rostro del fotógrafo. La muchacha sonreía como una toda una fangirl.

El rostro de Andy palideció. Tenía que agregar una emoción más al día.

Las expresiones en los rostros de Eric y Minwoo cambiaron. El pequeño hombre no lucía complacido con la forma en la que los dos únicos hombres de pie en la mesa se observaban.

Y Eric.

Eric sólo tenía un pensamiento tormentoso en la cabeza.

“... creo que dejó un novio en Canadá”.