Chapter 14

Tu Reflejo En Mi

 

El teléfono celular, que se encontraba sobre la mesa de noche al lado de la cama, vibraba sin parar acompañando la melodía de la alarma mañanera. No había habido tiempo de desactivar la alarma la noche anterior. Una mano perezosa se deslizó por debajo de las sábanas, alcanzando el aparato y desactivando la alarma con rapidez, antes que el ruido terminara por despertar al otro hombre que dormía al lado.

Forzó sus ojos a permanecer abiertos, leyendo con aturdida claridad los números en el reloj del teléfono celular. 7AM. Aún tenía tiempo para ir a su departamento, darse una ducha y dirigirse al trabajo. Aunque, ciertamente, su cuerpo se encontraba muy agotado. La noche había sido más larga de lo que alguna vez se imaginó, y lo disfrutó en cada segundo mientras descubría las nuevas y diversas maneras en las que se podía expresar el amor.

Había tenido una novia antes y había estado a punto de casarse, pero nunca antes había sentido esas llamas arder con tal desesperación, mientras le hacía el amor al que era ahora su novio. Se sentía como si acabara de despertar a una vida totalmente diferente y más real.

El cuerpo durmiente a su lado se movió entre las sábanas, despertándolo de sus meditaciones y atrayendo toda su atención. Sonrió como nunca antes había sonreído, colocando una mano sobre la cintura de su novio, inclinándose lo suficiente para dejar un beso en su hombro desnudo. HyeSung aún dormía, aunque parecía estar muy consciente de la presencia del fotógrafo a su lado en la cama.

Dongwan se movió un poco más cerca a su bello novio, apreciando la vista de perfil de su rostro. HyeSung se veía igual o quizás más cansado que él. El fotógrafo sintió muchos deseos por permanecer el resto de la mañana en la cama junto a su novio. Ambos necesitaban recuperar las energías gastadas la noche anterior.

-no te cansas? - la voz débil y rasposa del bello hombre, se dejó oír repentinamente.

-ya llevas un buen rato mirándome… - HyeSung sonrió, aún con los cerrados, sintiendo como el cuerpo del fotógrafo se alejaba de él; tomando la distancia necesaria para volver a alcanzar el teléfono celular sobre la mesa de noche.

-8AM!?… - exclamó Dongwan con la voz más elevada de lo que esperaba. Cuánto tiempo había estado observando dormir a su novio?

Definitivamente tendría que olvidarse de la relajante ducha en su departamento, y la muda de ropas frescas limpias.

-te puedo prestar algo de ropa – habló HyeSung desde la cama, mientras el fotógrafo se colocaba de pie en dirección del baño.

-dudo mucho que algo de tu ropa me entre… estaré bien así – respondió Dongwan, cerrando la puerta luego de asegurarse de haber recogido todas sus prendas del piso de la habitación.

Mientras el fotógrafo tomaba su ducha, HyeSung se dirigió a la cocina para preparar el desayuno para él y su novio. Hacía mucho tiempo que el bello hombre cocinaba en su departamento, pero la ocasión lo ameritaba. Unas tostadas, un sencillo omelette y la infaltable taza de café; sería más que suficiente para un desayuno rápido y sencillo. Y suficiente para las habilidades culinarias del bello hombre.

Para cuando Dongwan terminó de vestirse, el aroma de la comida proveniente de la cocina lo llamó inmediatamente al lado de su novio, quedando en shock al notar que HyeSung sólo llevaba puesto un boxer corto, junto con una ancha camiseta que lo cubría un poco más por debajo de la cadera. Realmente tenía que ir a trabajar ese día?. Por qué HyeSung estaba tratando de seducirlo nuevamente?

-ah ya estás listo… - el bello hombre giró el rostro hacia su novio, señalando con una mano el lugar en la mesa que ya estaba preparado.

-no vas a trabajar hoy? - Dongwan prefirió iniciar una conversación que lo distrajera de los pensamientos en su cabeza, mientras tomaba asiento en la mesa del comedor.

-soy el jefe… - fue todo lo que respondió HyeSung, colocando el omelette que acababa de preparar en un plato de loza, uniéndose luego a su novio en la mesa.

Un tinte de envidia invadió el rostro del fotógrafo. HyeSung podía darse el lujo de llegar tarde al trabajo, mientras que él tenía que correr con su vida para que no se le siguiera haciendo más tarde.

-tengo que irme, te veo más tarde? - Dongwan se levantó de la mesa, luego de terminar todo el contenido de la taza de café y darle una probada al omelette en la mesa.

-Jinnie y Andy vendrán a cenar – respondió el bello hombre, aceptando el beso en los labios que dejó el fotógrafo como despedida.

Dongwan tomó la respuesta de su novio, como un aviso que esa noche sería sólo de camaradería. Y muy probablemente, los dos menores preferirían cenar a solas con el bello hombre.

-cómo te vas a ir? - la voz de HyeSung alcanzó al fotógrafo, que ya se encontraba en la puerta colocándose los zapatos.

-llamaré un taxi mientras espero el ascensor – respondió Dongwan, colocándose su chaqueta.

-yo te llevo, dame unos minutos… - sin esperar una respuesta afirmativa de su novio, el bello hombre se colocó de pie de la mesa, en dirección a su habitación.

-HyeSung, contigo nunca son “unos minutos”… - replicó Dongwan, regresando unos cuantos pasos al interior del departamento.

Para sorpresa del fotógrafo, y cumpliendo su palabra, HyeSung regresó de su habitación en un par de minutos, vistiendo unos pantalones deportivos y una chaqueta ligera. Unos costosos lentes oscuros adornaban, y ocultaban, el cansancio de su rostro.

-te dejaré en el trabajo y luego regresaré a prepararme – leyendo la confusión en el rostro de su novio, el bello hombre salió del departamento, antes que Dongwan tuviera tiempo de reflexionar si valía la pena ir a trabajar ese día.

 

 

Sus pasos se detuvieron, cuando sintió el ardor de su garganta seca quemar en su interior. Era su quinta vuelta y aún sentía que no era suficiente. Nunca antes había sido una persona de ejercitarse por las mañanas, pero los pensamientos que no la dejaban tranquila y la incertidumbre por continuar en la espera, la estaban consumiendo. Necesitaba distraer toda esa energía en algo más.

Caminó tan solo unos cuantos pasos, antes de encontrar una banca vacía en el parque en el que ya se había acostumbrado a trotar desde altas horas de la mañana. Bebió unos cuantos sorbos grandes de la botella de agua que llevaba asida en el cinturón, observando al resto de las personas que comenzaban a salir por su rutina diaria de ejercicios. Cómo deseaba ser uno de ellos, y no llevar tantas penas por dentro.

Soltó un suspiro en el último sorbo, revisando el reloj en su muñeca derecha; ya era hora de regresar a casa. Contrario a su hora de inicio, el retorno fue a paso lento, envolviéndose en sus pensamientos y dejando que la brisa de la mañana despejara su dolor. Cuánto tiempo seguiría esperando?.

Mi hijo está pasando por una crisis, por favor, entiéndelo”

Lo había entendido en el pasado y se hizo el propósito de hacerlo olvidar. Había sido la elegida entre otras tantas candidatas, Eric tuvo que haber visto algo especial y diferente en ella. Cierto?.

Hablaremos con él… solo espera un poco más”

Llevaba tanto tiempo esperando, desde que los mayores anunciaron el compromiso. Un compromiso sin fecha y estancado en solo palabras. Sabía desde un inicio que no debía guardar grandes expectativas, pero aún así creó ilusiones en su cabeza.

Lo siento, no puedo hacer esto”

Le tomó mucho valor renunciar a su orgullo, marcando el número del hombre por el que llevaba esperando días, y sólo esa fría respuesta fue oída al contestar la llamada.

Valía la pena continuar viviendo de una esperanza vacía?

Eric no lo sabía, pero los sentimientos de Yumi se habían hecho más grandes y más fuertes, en todo el tiempo que su relación comenzó a avanzar. Los Sres. Mun la amaban, sus amigos le habían dicho incontables veces de la maravillosa pareja que hacía al lado de su prometido, los extraños la envidiaban, los miembros de su familia hablaban constantemente de lo hermosos que serían sus hijos. Y todo parecía nada más que un sueño, ahora.

Siempre estuvo sola en esa relación, era muy consciente de ello pero aún así quería jalar los hilos de su suerte.

Sus pies se detuvieron frente a la casa de sus padres, sintiendo las gotas de lágrimas que rodaban por sus mejillas. Yumi no era la única sufriendo, su madre ya le había aconsejado que lo dejara ir; su padre no quería volver a oír el nombre de Eric nunca más. Pero aún así, se forzaba a seguir esperando.

-estoy en casa… - hizo su mayor esfuerzo por sonar alegre, pero la energía en su voz su perdió, cuando sus ojos reconocieron el rostro de la Sra. Mun en la sala de la casa de sus padres.

Una taza de té y varios minutos de silencio, llenaron el espacio mientras Yumi observaba a su madre dejar las bebidas sobre la mesa al centro de la sala.

-sé que es un atrevimiento de mi parte venir a verte, cuando Eric aún no ha regresado a sus cabales… - la voz de la Sra. Mun sonaba desesperada, quizás ella y Yumi compartían el mismo sentimiento de tortura a causa del mismo hombre.

Yumi decidió no usar sus palabras, sus pasos la llevaron con cautela hasta el otro sofá, tomando asiento con mucho cuidado de no hacer demasiado ruido; era más como si la muchacha quisiera hacerse invisible en ese instante.

-Eric no está bien… no contesta nuestras llamadas, nos evita con su secretaria… incluso no responde a los llamados de su padre… - la Sra. Mun perdía la fuerza en su voz, esperando llamar la compasión de la muchacha sentada frente suyo.

-tampoco sé nada… - débil y deseando que su suerte cambiara, Yumi finalmente respondió a las palabras de la madura mujer.

-es como en aquella época… está perdido otra vez, vagabundeando sin rumbo y sin ganas de vivir… - la mejor selló sus labios repentinamente, conteniéndose de no hacer una revelación que Yumi no debía oír.

-él dijo que se acabó… no hay nada que pueda hacer – Yumi quiso ser valiente, quizás aceptar su derrota era lo mejor que podía hacer para continuar con su vida.

-él te eligió una vez, de entre todas esas citas, fuiste tú a quien eligió; no mostró interés en nadie más que en ti… y es porque hay algo especial en ti, Yumi… - la Sra. Mun continuaba repitiendo estas palabras, desde el día en que su hijo había presentado a su novia en casa.

Y Yumi había creído en cada una de esas palabras, creyéndose extremadamente especial y fortaleciendo su convicción por ganar el lugar vacío en el corazón de Eric Mun.

-por favor, salva a mi hijo… - los ojos de la Sra. Mun se encontraban inundados por lágrimas que amenazaban con correr por sus mejillas, añadiendo un toque más miserable al tono quebrantado de su voz.

La garganta de Yumi se hizo un nudo. Qué debía hacer? Claro que no quería rendirse, pero las esperanzas le eran esquivas. Cómo podía continuar, si Eric mismo le había dado fin y no mostraba señales de retroceder?. Cómo podía continuar torturándose de esa manera?

-esa persona… esa persona lastimó terriblemente a mi hijo cuando lo abandonó… Eric nunca volvió a ser el mismo desde entonces, pero tú… tú puedes hacer que se recupere. Salva a mi hijo… - las palabras de la Sra. Mun se oían como una súplica desesperada.

Era justo? Compadecerse del dolor de una madre desesperada y no pensar en el propio dolor por el que Yumi estaba pasando?

Era justo?

Lo valía?

 

 

-hey! Ya llegamos

La voz del hombre al volante lo despertó. Su itinerario para ese día había comenzado desde muy temprano, con una visita al estudio de grabación para re-grabar algunas pequeñas partes de su nueva canción, con las que no estaba muy complacido. Una mano se estiró en su dirección, alcanzando el vaso de café que lo ayudaría a continuar con su día. Aún estaban pendientes algunas discusiones menores, para ultimar los detalles de su presentación de regreso en las próximas semanas.

El tiempo corría con demasiada rapidez, mientras los días en el calendario se iban agotando.

Aseguró su gorra y la mascarilla en su rostro, antes de descender del vehículo; todavía había algunos reporteros esperando por abordarlo o tomar fotografías comprometedoras, que comprobaran su furtivo romance con la novel modelo Amy Wu.

El vehículo que lo había traído, desapareció tan pronto como cerró la puerta del asiento de atrás, dejándolo solo y a su suerte. Sus últimos pasos fueron detenidos cuando un nuevo y lujoso vehículo se estacionó frente a la puerta del edificio. Conocía ese vehículo y podía reconocer al hombre que descendía de el.

Su corazón dolió y solo se limitó a esbozar una sonrisa de derrota, continuando su paso directo hacia los ascensores, con un poco de suerte lograría alcanzar el siguiente, antes que el fotógrafo tuviera oportunidad de alcanzarlo.

-oh! Espere por favor!

Y claro que ese no era su día de suerte. Una mano ajena detuvo la puerta del ascensor antes que pudiera cerrarse por completo, esperando unos segundos hasta que el fotógrafo se acomodó dentro. Afortunadamente, Dongwan sabía que no debía hacer evidente su presencia, por lo que solo se mantuvo de pie de espaldas hacia el cantante, hasta que el timbre del ascensor anunció su piso de destino.

-buen día Dongwan ssi! Su correo – la recepcionista saludó al fotógrafo, alcanzando el número considerable de sobres a sus manos.

El fotógrafo sonrió en agradecimiento, girando el rostro lo suficiente para dar un rápido y ligero saludo al cantante que se encontraba a sus espaldas.

-viste? Trae la misma ropa de ayer… - otra de las secretarias susurró muy audiblemente a su compañera, llamando la atención del cantante.

Rápidamente, la cabeza de Minwoo recapituló todas las imágenes que había visto desde que bajó de su vehículo en la puerta del edificio. El cantante agitó la cabeza con furia, eliminando los nuevos pensamientos que comenzaban a atormentarlo.

El día había comenzado bien para Minwoo; la noche anterior, una larga conversación con su almohada, lo había hecho tomar la resolución de concentrarse al 100% en su trabajo. Demasiados incidentes ocurridos, hacían ver que el cantante había perdido su interés en la carrera por la que tanto luchó.

Pero toda su resolución se terminó, no sólo al ver a Dongwan descender del vehículo de HyeSung, sino también al sentir su presencia tan cerca de él en el ascensor, siendo incapaz de mirarlo de frente a los ojos, teniendo que conformarse con la fría distancia entre los dos. Y ahora también se sumaba todas las teorías que jugaban en su cabeza, sobre los cuchicheos oídos entre las secretarias.

Minwoo quería jugar al buen perdedor y dejar que las cosas cayeran por su propio peso, pero una ráfaga de celos recorría su cuerpo, deseando como nunca antes el fin de la existencia del ex-novio de su mejor amigo.

-Eric está llamando a todos a su oficina… - la voz que menos quería oír Minwoo en ese instante, lo interrumpió de su viaje en sus pensamientos.

Parado bajo el marco de la puerta del comedor del piso, el rostro de Dongwan mostraba cierta preocupación por el comportamiento particular del cantante. Minwoo había estado encerrado en el comedor desde que puso en pie en la oficina.

-debido a los incidentes recientes, volveremos a grabar algunas escenas del MV – informó Eric, apenas todo el personal que fue llamado a la reunión de emergencia en su oficina, terminó de hacer su arribo.

-pero no vamos a retrasar nuestra agenda? - intervino Minwoo, sorprendido como todos los demás asistentes.

-no podemos poner las imágenes de esa modelo, vamos a re-esquematizar el concepto del MV, ya hay gente trabajando en ello, volveremos a grabar en el restaurant mañana – respondió Eric con tono firme, despidiendo en pocos segundos al resto del personal.

Minwoo sintió que el estómago se le revolvía, al solo pensamiento de tener que regresar a grabar al restaurant que administraba HyeSung. La primera vez, había sido muy difícil soportar las escenas del bello hombre con el fotógrafo. El cantante, definitivamente, no quería volver a pasar por eso.

-déjalo como está, pueden editarlo sin necesidad de re-grabar las escenas, no? - una vez solos en la oficina, Minwoo trató de persuadir a su mejor amigo y socio.

-ya lo intentaron y no funcionó, vas a tener que volver a grabar – reafirmó Eric, ocupándose con los documentos que había dejado su secretaria, por la mañana, sobre su escritorio.

-sabías que HyeSung y Dongwan pasaron la noche juntos? - Minwoo estaba enojado, y no le importó nada para hacer sentir de la misma manera a su mejor amigo.

El rostro de Eric perdió la expresión, así como también perdió el interés en los documentos en sus manos.

 

 

HyeSung llegó a su oficina con más de una hora de retraso, pasando rápidamente por el escritorio de su secretaria para recoger sus mensajes y el trabajo pendiente del día. El ambiente en la oficina era muy silencioso, y casi se podría decir que hasta incómodo.

-dile a Yumi que venga – ordenó HyeSung a su secretaria, abriendo la puerta de su oficina.

-la Srta. Yumi no vino hoy a trabajar, llamó temprano y dijo que estaba enferma – informó la joven, regresando a sus labores mientras su jefe desaparecía en el interior de la oficina.

HyeSung presentía que algo no estaba bien, Yumi no era una persona que faltara tan fácilmente a su trabajo, menos aún sin informárselo antes. El bello hombre temía lo peor, ya le había estado preocupando el comportamiento de Yumi los últimos días, y ahora su ausencia del trabajo solo lo hacía especular más sobre los posibles escenarios por los que estaría pasando su mejor amiga.

-por favor, que no sea Eric… - se repitió como así mismo tres veces, pensando con cuidado si debía llamar a Yumi o simplemente mostrarse en su casa y no darle oportunidad a una huida.

-Sr. Shin, tiene una llamada de M Rizing… - informó la secretaria por el anexo del teléfono, obligando a HyeSung a dedicar su atención a su trabajo.

Afortunadamente, la conversación fue breve y los arreglos para el uso de la locación del restaurant, fueron acordados rápidamente. HyeSung también tuvo otro mal presentimiento, con la idea de volver a tener a la gente de M Rizing, trabajando en el restaurant. Su último encuentro con Minwoo no había salido muy bien, y tenía la seguridad que el cantante trataría de buscar una pequeña venganza.

Los recuerdos del bello hombre, lo llevaron a los primeros días en los que conoció a Minwoo y su relación, aunque no era la mejor de todas, al menos era cordial y amigable. Ahora parecía como si ambos se hubiesen declarado una especie de guerra fría. Para HyeSung era ridículo, pero algo en él le decía que Minwoo estaba siendo serio por primera vez en su vida.

Las horas fueron pasando entre documentos y llamadas telefónicas, que distrajeron la atención del bello hombre de todas las preocupaciones que daban vueltas en su cabeza; pronto se acercaría la hora del almuerzo, y HyeSung tenía planeado tomar su tiempo para prestar una breve visita a Yumi.

-Hyung… - el rostro adorable del hombre de tan sólo unos años menor que HyeSung, se asomó por la abertura de la puerta de la oficina.

-oh, Andy! - sonrió HyeSung sorprendido, instando al menor a ingresar a la oficina y tomar asiento en una de las sillas.

-lamento venir sin avisar, pero es que quería asegurarme que no hayas olvidado nuestra cena de esta noche… - habló Andy rápidamente, jugando con algunos bolígrafos que había encontrado en la lapicera sobre el escritorio de su hyung.

-claro que me acuerdo, estaré ahí a tiempo para hacer la cena – respondió HyeSung con otra sonrisa, continuando sus labores, digitando con velocidad sobre su laptop.

-ah no es necesario! Saldré temprano del trabajo, puedo hacer la cena – ofreció el menor con entusiasmo, cerrando sus labios repentinamente, bajando la cabeza como si estuviera pensando en decir algo más.

HyeSung pudo intuir que Andy no había ido a su oficina sólo para hablar de la cena de esa noche en su departamento.

-ocurre algo? - el bello hombre concentró su mirada en el menor que se veía nervioso, ahora

-… es… es Junjin, ha estado actuando extraño estos días, creo que deberías hablar con él… - Andy no estaba mintiendo, cada día desde que le informó a Junjin sobre la visita de Eric Mun a su departamento, éste no había dejado de lucir esa aura tensa y siempre a la defensiva, a su alrededor.

A Andy le preocupaba el comportamiento de su novio, pero más aún, le preocupaba lo que podría pasar si Eric Mun conseguía lo que quería. Junjin no estaba haciéndole ningún bien a nadie, callando lo que había ocurrido al día siguiente de la ruptura de su mejor amigo y su ex-novio. Y en cierta forma, Andy estaba comenzando a sentir compasión por Eric Mun. Dos años habían pasado, y Eric aún insistía por querer aclarar la situación con HyeSung.

-hablé con él ayer, no me parece que tenga algo extraño… - HyeSung detuvo sus pensamientos por unos segundos, estudiando cada palabra que había intercambiado en su conversación del día anterior con Junjin.

-aún así… creo que deberías hablar con él… y pedirle que te lo diga todo… - Andy usó varias pausas entre sus palabras, esperando que el bello hombre captara el mensaje oculto.

El menor sabía que probablemente su novio se enojaría con él, pero ya no podía seguir viviendo con ese secreto en sus labios. Había prometido a Junjin no decir nunca nada a HyeSung, pero el remordimiento lo estaba matando; sobretodo al ver a Eric casi suplicando, una vez más, de rodillas. Es por eso que había decidido que, aunque la promesa que había hecho a su novio lo ataba, iba a hacer lo posible para presionar a Junjin y obligarlo a decir la verdad él mismo.

-decirme qué? - HyeSung captó el mensaje oculto que le estaba enviando Andy, llenándose de curiosidad y sospecha.

-Sr. Shin, el Sr. Hong al teléfono – la secretaria, que aún no iba a su hora de almuerzo, abrió la puerta de imprevisto, interrumpiendo la conversación de los dos hombres.

-Lo siento Andy, tengo que tomar esta llamada, es importante – HyeSung cambió su atención hacia el teléfono sobre su escritorio, alzando la bocina con una mirada de disculpas al menor.

-está bien hyung, de todos modos ya me tengo que ir. Nos vemos esta noche, no te preocupes por nada, yo llevaré todo! - Andy susurró las últimas palabras, haciendo gestos que aseguraran que HyeSung entendiera el mensaje.

 

 

El día comenzaba a caer y sus deberes ya habían sido reducidos a casi nada. Amaba sus espacios solo y, por momentos, extrañaba los viejos días en Canadá y la libertad que tenía para crear arte con su cámara fotográfica. Trabajar para la industria musical era un nuevo reto y, ciertamente, le estaba dando una nueva perspectiva de la vida; pero no podía evitar sentir que una parte de él estaba siendo reprimida.

La tarde asomaba por las ventanas del edificio, coloreando rayos naranjas sobre el piso de su oficina, tentándolo a tomar su vieja cámara fotográfica y presionar los botones del ascensor que lo llevarían a la azotea del edificio. El viento fresco soplaba con ligereza cuando su mano abrió la puerta que le dio acceso a toda el área de la azotea. Estaba solo y agradecía el momento de privacidad.

Los atardeceres en Seúl no eran nada parecidos a Canadá, tenían su encanto especial y adoraba observar el cielo naranja, cada vez que el tiempo se lo permitía. Dirigió el lente de su cámara hacia las pinceladas naranjas delineadas en el cielo, disparando el botón más de cinco veces seguidas, disfrutando uno de esos raros momentos de inspiración y creación.

Todo el alboroto desde que había llegado a su ciudad de nacimiento, no le habían dado la oportunidad de hacer uso del artista que llevaba por dentro. A veces extrañaba de más su apacible vida, pero no se arrepentía de nada. Fue su resolución la que lo llevó a perseguir sus sueños, a tomar esa oportunidad única y dejar que el destino le siguiera hablando. Espero un año por alguna señal del hombre que lo había cautivado, y ahora podía ver que todo el esfuerzo no fue en vano.

Su vida estaba tomando un nuevo rumbo y estaba dispuesto a tomar el reto.

-tú aquí… - la voz gruesa y desagradable se oyó a sus espaldas, junto con el sonido de la puerta de la puerta de metal, cerrándose.

Sus ojos permanecieron inmutables, queriendo conservar algo de la tranquilidad y paz que había obtenido en ese corto tiempo a solas. Sólo un cargado suspiro escapó de sus labios, rindiéndose en su momento único, bajando la cámara fotográfica hasta dejarla caer por sus lados.

-no es necesario que huyas…

La voz volvió a hablar, deteniendo los pasos del fotógrafo a medio camino, cuando esté hacia su marcha hasta la puerta de la azotea.

-no estoy huyendo, ya pasé mucho tiempo acá… - una respuesta corta y sin muchas expresiones, fue todo lo que pudo articular, continuando su paso,

-vamos a continuar trabajando por un tiempo más; no seremos los mejores amigos, pero al menos debemos tolerarlo – Eric continuaba deteniendo el paso del fotógrafo, tragando amargamente saliva en cada una de sus palabras.

Sólo necesitaba una oportunidad.

-estoy de acuerdo en eso… - las palabras de Eric sorprendieron al fotógrafo; la última vez que se habían encontrado a solas, Eric no había la oportunidad para degradarlo y atacar su confianza.

Dongwan era consciente de la difícil e incómoda situación en la que se encontraba; pero en el fondo, esperaba que Eric tomara con mayor madurez, el hecho que ahora era él quien estaba saliendo con su ex-novio.

-puedes consultarme lo que quieras con respecto al trabajo… - continuó el CEO, girando de frente hasta cruzar miradas con el fotógrafo; su expresión seria de pronto congeló los movimientos de Dongwan.

Tanta amabilidad no podía ser cierta.

-gracias… - fue lo único que pudo responder el fotógrafo, sorprendido una vez más por el cambio de actitud del CEO.

-también puedo darte unos consejos sobre HyeSung; puedo decirte lo que le gusta, cómo prefiere que le hagan el amor, cuáles son esos puntos que lo vuelven loco… no tienes idea de toda la información que te puedo dar al respecto… - la expresión de Eric cambió, sonriendo con malicia al notar la mirada incómoda y rostro endurecido del fotógrafo.

Dongwan debió de haberlo visto venir; Eric no sería tan amable por nada. Los celos comenzaron a rodearlo, no podía negar el pasado de Eric y HyeSung; mucho menos cuando había visto al bello hombre sufrir tanto al ser abandonado. Sus primeros impulsos lo llevaron a sujetar con fuerza la cámara fotográfica en su mano derecha, y hacer un puño con su mano izquierda, que esperaba estrellar contra esa sonrisa cínica que le dirigía Eric. Pero no iba a ceder al juego con facilidad, no iba a convertirse en un segundo Eric Mun, gobernado únicamente por sus celos y su sentido de posesión.

-gracias por el ofrecimiento, pero creo que en esa área estoy cubierto; no tienes idea de cuántas cosas nuevas se pueden probar en cada noche… - Dongwan devolvió la misma sonrisa cínica, dando luego la espalda al CEO, continuando su camino fuera de la azotea.

Eric sintió la rabia dentro de él, crecer.

-infeliz! - antes que Dongwan tuviera oportunidad de reaccionar, su espalda golpeó con fuerza contra la puerta de metal, sintiendo la presión en su cuello por el antebrazo del CEO, que lo observaba con ojos encendidos en furia.

-disfrútalo todo lo que quieras ahora, porque cuando HyeSung sepa toda la verdad, volverá a mi! - el fotógrafo tampoco pudo defenderse, cuando el puño del CEO cayó sobre su rostro, haciéndolo caer al piso junto con su cámara fotográfica.

-estás demente! Sigues aferrándote a HyeSung cuando fuiste tú mismo, el que lo terminó! - el fotógrafo ya no podía conservar su calma, el ser posesivo de Eric lo desquiciaba.

-crees que lo hice porque quise!? Tú no sabes nada! Nadie sabe nada! - Eric tomó al fotógrafo por el cuello de su camiseta, levantándolo del piso bruscamente, enfrentando sus miradas.

-Eric! Eric basta! Me prometiste que no volverías a tocar a Dongwan! - una tercera presencia se unió a los dos hombres en la azotea, liberando con éxito al fotógrafo de las manos del CEO.

Dongwan abandonó la azotea en silencio, dejando que Minwoo tratara con su colérico amigo.

 

 

-lo siento, Yumi está descansando, acaba de tomar sus medicinas – la voz amable de la mujer de mayor, se oyó por el otro lado de la línea telefónica, trayendo abajo una vez más sus esperanzas.

-está bien Sra. Jung, por favor, dígale que me llame si necesita algo – la respuesta salió muy natural y amable, aunque con un tinte de decepción.

HyeSung había llamado a Yumi en casi todo el día, obteniendo siempre la misma respuesta. A este punto, estaba seguro que su amiga tenía algo más que una simple enfermedad. Y casi temeroso de que Yumi estuviera evitándolo a propósito. De no ser porque ya había tratado, por medio de otros trabajadores de la oficina, de contactarse con Yumi, sin el mismo éxito, ya habría entrado en pánico.

El bello hombre quería ayudar a su amiga, aún sin saber que era lo que estaba ocurriendo con ella; sus presentimientos le decían que Yumi necesitaba ayuda, pero no sabía qué más podía hacer, si la muchacha se rehusaba a hablar con los demás. Quizás una visita sorpresa a su casa, ayudaría a no darle más oportunidad de huir; pero habían dos hombres que ya estaban esperando a HyeSung en su departamento.

Y recordando su cita con los dos menores, esa noche, el bello hombre tomó sus pertenencias y se despidió del personal que aún continuaba terminando sus deberes en la oficina. El estacionamiento estaba comenzando a llenarse por los comensales que empezaban a llegar para llenar la noche en el restaurant.

HyeSung subió a su auto con prontitud, aún debatiéndose si debía prestar una visita a Yumi, o continuar dándole tiempo para que ella misma fuera en su búsqueda.

Del otro del estacionamiento, girando en una de las entradas pero deteniéndose cuando reconoció el vehículo de color blanco; Eric Mun prefirió esperar y cambiar su rumbo, cuando vio que el auto de su ex-novio inició su marcha fuera del restaurant.

Eric necesitaba hablar con HyeSung, desesperadamente; no podía dejar que el tiempo siguiera pasando y ver como su ex-novio caía cada vez más en brazos de otro hombre. Los celos lo consumían y era doloroso.

El auto de HyeSung continuó su camino de largo, ignorante del vehículo de color negro que lo seguía muy de cerca. Era una oportunidad única para Eric, para descubrir al fin cuál era la nueva residencia de su ex-novio.

Con veinte minutos más de recorrido, el CEO finalmente vio el vehículo de su novio, ingresando al estacionamiento de un elegante y moderno edificio. Eric tuvo que acelerar su auto, antes que la puerta del estacionamiento se cerrara y perdiera de vista el vehículo de su ex-novio.

Para fortuna del CEO, el sitio lucía desierto, algunos vehículos de otros residentes ya se encontraban estacionados, pero no había más señales de vida, que la del hombre de traje gris claro que descendía del vehículo blanco que acaba de hacer su arribo.

Eric no podía perder su oportunidad, estacionando su auto prontamente en le primer lugar vacío que pudo encontrar, acelerando sus pasos detrás de su ex-novio, antes que éste alcanzara la puerta de acceso a los ascensores.

-HyeSung! - el CEO no tuvo mayor opción, que llamar con fuerza el nombre de su ex-novio.

HyeSung se veía sorprendido cuando sus ojos se encontraron con la mirada ansiosa del CEO.

-qué haces acá? - el bello hombre no quería sonar rudo, pero la sola idea de tener a Eric frente a él en su edificio, le traía un mal presentimiento.

-tenemos que hablar… - Eric resumió todo su discurso en esas simples palabras. No esperaba que HyeSung le ofreciera llevarlo a su departamento y beber té el resto de la noche, sólo quería ser escuchado. Sólo quería decir lo que nadie más sabía y lo estaba torturando.

-ahora no Eric… Junjin y Andy están esperándome arriba – la respuesta del bello hombre fue calmada y contundente. Sus últimos encuentros con su ex-novio no habían sido nada memorables, pero quería eliminar todos esos malos momentos y no intoxicarse con más de ese dolor que casi lo había terminado en el pasado.

-por favor, tienes que oírme; no puedo seguir esperando, tienes que saberlo todo… - la voz de Eric era casi suplicante, había salido de su oficina con toda la resolución de hacerse oír y no dejar ir a su ex-novio, hasta que entendiera todos sus motivos; pero ahora se sentía débil. La seriedad y el frío trato de HyeSung, lo quebraban.

Cómo extrañaba Eric al antiguo HyeSung.

-ya me lo haz dicho todo Eric, no hay más de qué hablar. Deja que continúe con mi vida y tú sigue adelante también – la respuesta de HyeSung se deslizó de sus labios suavemente, como si estuviera tratando de hacer entender a un niño pequeño.

Nuevamente, la rabia poseyó a Eric por segunda vez en el día.

-continuar qué? Tu amorío con ese sujeto? Kim Dongwan!? - el CEO no podía evitarlo, su razonamiento no quería aceptar que su ex-novio le estuviera entregando su corazón a otro hombre.

-mi vida privada no es de tu incumbencia… - HyeSung trató de responder lo más calmado que pudo, dando la espalda al CEO, disponiéndose a darle a fin a la conversación.

 

 

Eric creyó que las fuerzas lo abandonaban; no era fácil acostumbrarse al trato frío de su ex-novio. Era tan diferente del HyeSung que amaba. Pero a la vez, Eric sabía que en el fondo ese HyeSung estaba ahí; quizás había sido su culpa ese cambio. Si nunca hubiese dicho esas palabras mortales, si nunca hubiese oído a sus padres. Si tan solo no se hubiese rendido en la búsqueda de su ex-novio.

-solo esta vez… - Eric dio grandes pasos hasta sujetar del brazo a su ex-novio, deteniendo su paso.

HyeSung dejó salir un cargado suspiro. Por qué Eric estaba empeñándose en atormentarlo?

-crees que haga la diferencia? Fuiste muy claro esa vez… ya no hay nada más que decirnos – HyeSung continuaba con su ser sereno, esperando que la suavidad de sus palabras hicieran entender al CEO que ya no tenía sentido de seguir rebuscando en el pasado.

Eric no quería rendirse, tenía que recolectar sus fuerzas desde lo más recóndito de su interior, o todo su esfuerzo y su valor, serían en vano. Había tratado de confiar en la decencia y sinceridad de Junjin, pero esa era una esperanza que jamás llegaría. Tenía que tomar el riesgo y cargar con las consecuencias. Tenía que decirlo todo él mismo.

-no sabes nada… te fuste sin saber nada – el CEO no lo notaba, pero su mano presionaba con fuerza contra el brazo de su ex-novio, fabricando muecas de dolor en su expresión.

-Eric basta! Ya estoy cansado de esto! - con fuerza y brusquedad, el bello hombre retiró la mano que lo aprisionaba, lanzandola a su suerte en el aire.

Eric observó sorprendido a su ex-novio, HyeSung lucía una expresión que nunca antes había visto en él. Enojo y rabia, se dibujaban perfectamente en su rostro.

-por qué sigues atormentándome? Continúa con tu vida como querías… cásate con Yumi y…

-terminé con Yumi! - antes que HyeSung pudiera seguir con su descargo, Eric interrumpió sus palabras, llenado de silencio el estacionamiento del edificio.

El bello hombre observó a su ex-novio con los ojos abiertos; la realización del extraño comportamiento de Yumi, lo golpeó. En el fondo lo había presentido y ahora que tenía la seguridad, era como si acabara de caer un enorme peso sobre sus hombros.

-eres un bastardo… en qué te has convertido? - decepción y odio comenzaban a asomarse por el rostro del bello hombre, mientras fulminaba con la mirada a su ex-novio.

-me dijiste que dejara de lastimarla… no puedo continuar más con todo esto… no es lo que quería… - la voz de Eric se quebraba; había cargado con mucho desde el día que decidió hacer caso a sus padres.

-eres un egoísta, sólo piensas en ti… le haces a Yumi lo mismo que me hiciste a mi – la rabia iba creciendo en el rostro del bello hombre. Realmente, HyeSung no reconocía al hombre en el que se había transformado su ex-novio.

-no… a ti quería protegerte… no quería que te lastimaran… - los ojos de Eric comenzaron a llenarse de lágrimas, tomando un paso en dirección del bello hombre.

-lastimarme?… fuiste tú quien más me lastimó, imbécil! - HyeSung no pudo más, por meses lloró y se lamentó por el abandono de su novio, incapaz de enfrentarlo y descargar su ira contra él. Tuvo esperanzas alguna vez. Tuvo esperanzas de ver a Eric regresar, pero nunca ocurrió y esto lo hundió más en su miseria.

-no lo hice porque quería! - el CEO terminó por exaltarse, asustado por dentro al ver la reacción de su ex-novio.

-querías o no, lo hiciste! Tú lo terminaste! - a HyeSung ya no le importaba nada; de pronto, sintió una gran necesidad de descargar todos los meses de llanto y miseria, en los que había pasado encerrado en esa habitación en Canadá.

-todavía te amo! No te das cuenta? Traté de superarlo, pero verte de nuevo… creí que te había perdido para siempre… - Eric se quebraba en cada palabra. Había deseado tanto poder decirle todas esas palabras al hombre que amó y seguía amando.

-estás loco?… te comprometiste con Yumi… estuviste saliendo con otras chicas y dices que todavía me amas? A qué estás jugando!? - las expresiones de HyeSung pasaron de rabia a frustración. Fue difícil superar el dolor del abandono, y ahora Eric pretendía que todo quedara como una estúpida anécdota en sus vidas?

-nunca pude olvidarte! Sabes por qué salí con Yumi?… no lo ves?… porque ella es como tú… tu misma dulzura, tu pureza...era como tener una parte de ti aún conmigo… - Eric sólo quería liberar sus secretos, pero no sabía que en realidad, lo que estaba logrando, era que su ex-novio continuara creciendo su rabia hacia él.

-bastardo… solo jugaste con Yumi… - HyeSung apretó los dientes, cerrando los puños y los ojos con fuerza, actuando por cuenta propia hasta que su puño rozó contra el rostro de su ex-novio.

Pero Eric fue más rápido de lo que HyeSung había pensado, como si estuviera esperando por ese golpe. El CEO pudo esquivar el puño del bello hombre, sujetando su mano y aprovechando la fuerza de éste para juntar sus cuerpos. Su mano derecha se asió a la cintura de su ex-novio, mientras que su otra mano sujetó con fuerza su cabeza, uniendo sus labios en un impulso que Eric ya no podía contener.

Eric sentía que HyeSung se le iba de las manos, y esto lo desesperaba.

HyeSung trató de luchar por su libertad, pero sus esfuerzos parecían en vano. Su espalda golpeó contra la pared de concretó, y se vio atrapado entre el cuerpo de su ex-novio y la fría pared. Los labios de Eric presionaban con fuerza contra los suyos, pero de alguna manera no se sentían bruscos. Había mucha desesperación y añoranza en ellos.

 

 

Eric trataba de usar toda su fuerza, pero a la vez no quería lastimar al hombre en sus brazos. Extrañaba sus labios, extrañaba el calor de su cuerpo, extrañaba el brillo de su sonrisa. Por qué HyeSung no podía entender que todo lo había hecho por él?…

El cuerpo del CEO comenzó a relajarse, cuando sintió la falta de energía en el cuerpo de su ex-novio. HyeSung había dejado de luchar, permitiendo incluso que Eric colocara ambas manos en su rostro, guiando su cabeza al ángulo justo para profundizar el beso y probar ese sabor único que no había tenido en años.

Pero antes que el Eric tuviera oportunidad de hacerse camino entre los labios de su ex-novio, un fuerte golpe en la boca de su estómago lo hizo retroceder y caer al piso. Delante de él, se encontraba ahora HyeSung, con los ojos ardiendo en furia y el puño aún en alto.

-bastardo, te odio! Sal de mi vida… SAL! - HyeSung no había notado las lágrimas que caían por sus ojos, continuando su camino hacia el cuarto de los ascensores del edificio.

-HyeSung… por favor.. escúchame – suplicó Eric una vez más, sujetando su estómago aún desde el piso.

-dijiste que ya no quería volver a verme, que querías una vida “normal”…. Ahora soy yo el que no quiere volver a verte… sal de mi vida Eric Mun… - sentenció HyeSung sin mirar atrás, ingresando el código de acceso a la habitación de los ascensores.

Eric sintió que, una vez más, le acababan de arrancar la vida. Sus lágrimas cayeron en gruesas gotas contra el pavimento.

Y en un rincón apartado dentro del estacionamiento, oculta detrás de una de las columnas y los autos del resto de los inquilinos del edificio, una inocente muchacha cubría con fuerza sus labios con sus dos manos, empapando su piel con las lágrimas que no habían dejado de caer de manera descomunal.

 

 

 

 

 

 

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Thank you!
Shinbella
Me tomó más tiempo de lo que esperaba escribir este capítulo final... y siento que aún necesito más de esta historia...
Gracias por continuar leyendo, ahora podré continuar con mis otras historias... alguna que quieran en particular? alguien lee mis otras historias?...

Comments

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missstery #1
Chapter 22: Gracias por el epílogo, aunque al igual que tú, también quisiera más de esta historia, o no se si mejor decir de esa nueva historia que comenzaron a escribir Hyesung y Eric, y que creo incluiría a los otros chicos. Yo leo tus otras historias aunque no siempre dejo comentarios en ellas, y aunque todas me gustan y me agrada la idea que continúes con todas, sobre todo con las que tienen menos capítulos, en particular me gustaría que continuaras con Se busca mamá, pues se quedó muy interesante y Correr para vivir, aunque creo que los problemas se avecinan y empieza el sufrimiento, aun así me gustaría que continuaras con ellas. Nuevamente gracias por la actualización y espero que tu y tus seres queridos se encuentren bien. Cuídate mucho
missstery #2
Chapter 21: Gran capítulo, y gran final, se noto el cambio que tuvieron todos los personajes a través de la historia y como les ayudó a tomar decisiones sin arrepentimientos. Se que es pedir demasiado, pero nos podrías regalar un epílogo, para ver que pasó con todos ellos, pues me queda la duda de dónde empezó nuevamente Hyesung, y sobre todo si comenzó una relación entre Eric y Hyesung de nuevo y entre Dongwan y Minwoo. Gracias por esta gran historia, al igual que tus otros trabajos es muy buena. Soy fan de tus historias y ten por seguro que me verás en alguna otra de ellas. Solo me resta decirte que espero te encuentres bien y cuídate mucho.
missstery #3
Chapter 20: Es bueno ver una actualización de la historia, creo que el final que decidas será el mejor. A pesar de que me encanta la pareja Ricsyung, un cambio a veces es bueno. Además en esta historia adore a Dongwan, y el final de este capitulo me hace confirmar que es muy buena persona, pues creo que la pregunta que le hace a Hyesung no es solo por que sí, siempre tiene una razón para todo. No puedo esperar por el siguiente capítulo, aunque me entristece que sea el último. Gracias por la actualización, espero y te encuentres bien y cuídate mucho. Lo bueno es que hay varios fics tuyos para leer y releer durante este tiempo.
shsngi #4
Chapter 19: Calva quedé. Mis pobres sentimientos necesitan paz
missstery #5
Chapter 18: Me alegra que Yumi se dé la oportunidad de sanar para poder seguir adelante y no se haya aferrado a algo que no existía. Por fin hizo las paces con Hyesung, creo que eso es bueno para ambos. Que bien que Jin vaya a decirle la verdad a Hyesung, ya era justo que la supiera, y decida él que hacer. Ya quiero ver su reacción, sobre todo después de lo que Yumi le dijo antes de irse, si de por sí ya estaba confundido, ahora después de saber eso, pobre, no quisiera estar en su lugar. También espero que no lo odie y que comprenda sus razones, que desde cierto punto de vista son muy válidas. Todo el capítulo estuvo muy interesante. Ya tengo todos mis dedos cruzados y veladoras prendidas esperando porque se quede con mi favorito, no voy a decir con quien, porque, aquí donde vivo, dicen que si pides un deseo no debes decirlo para que se haga realidad. Gracias por la actualización y sin duda estaré esperando el siguiente capítulo.
ArkangelValeria #6
Chapter 18: Hermoso capítulo. Mis manos estan juntas rezando para que sea un Ricsyung. Y porque amo a Minwoo también y quiero verlo feliz al lado de Dongwan.
Gracias por la actualización, espero con ansias por la próxima.
turyka #7
Chapter 17: Yay!! actualización... Muchos sentimientos encontrados, ya no se que pensar.....
missstery #8
Chapter 17: Esto cada vez se pone mejor, y ya no se con quien quiero que se quede Hyesung. Gracias por la actualización y sin duda seguiré leyendo tus fics.
shsngi #9
Chapter 17: <span class='smalltext text--lighter'>Comment on <a href='/story/view/1240882/17'>Chapter 16</a></span>
Tenía siglos sin logearme aquí y justo cuando lo hago actualizas, coincidencia? no lo creo



extrañé esta historia, aunque me genere altos niveles de estrés jaja ya nadie escribe wansyung así que esta actualización trajo paz a mi vida aunque me preocupa su futuro en esta historia por alguna razón t.t



aún siento pena por Yumi, no merece sufrir así la pobre :( y espero que jin y andy no se maten por llegar a un acuerdo si decir la verdad o no...



gracias por actualizar ! <3
ArkangelValeria #10
Chapter 16: Ahhhhhhhh!!!!. No puedes ser!!! Me quedé con el corazón en la boca!!!!!... Ups. Disculpa mi arrebato, me sentí como Eric, frustrada, enojada y en shock, cuando no encontré el siguiente capítulo. je je. Quiero felicitarte y darte las gracias por compartir estas historias. Desde que encontré tus fic he dejado de ver doramas y me he dedicado a retomar mi pasión, que es la lectura. Gracias por eso!! Espero sinceramente que puedas terminar esta historia. Y secretamente espero el milagro del que el Ricsung pueda suceder y vuelvan a amarse, aun más que antes. Lo siento por Wannie pero él encaja mejor con mi adorable Minwoo, jejejeje....