A/N: Segundo capítulo arriba!! Gracias a todas las personas que dejan sus comentarios, me incentivan a seguir escribiendo ^^ Este capítulo iba a salir muy largo así que preferí dejar una parte para el sgte. capítulo (Con seguridad habrá más Wansyung). Gracias por leer!!

La noche abrazaba sus sueños, quizás era la mejor noche que había tenido en un año. Se sentía feliz, tranquilo, como si de pronto alguien hubiera encendido la luz en su camino. Era tan placentero que sus ojos se cerraron automáticamente apenas su cabeza tocó la almohada en la cama. Quería dormir pronto y que la mañana siguiente llegara ya.

No tenía idea de lo que pasaba con él pero tampoco le preocupaba, todo lo que sabía era que era feliz.

Pero su sueño tranquilo se vio interrumpido por el sonido de su teléfono celular que había dejado sobre la mesa de noche. Estiró una mano a tientas tratando de alcanzar el teléfono, aún estaba oscuro dentro de su habitación y estaba seguro que había llegado a su departamento pasada la medianoche. Quién lo llamaría a estas horas de la madrugada?.

Tomó el teléfono de la mesa de noche y contestó la llamada con los ojos entrecerrados y sin verificar el nombre de la llamada entrante.

-hola?… - su voz salió rasposa y adormecida, después de todo era medianoche y acababan de interrumpir uno de los mejores sueños de su vida.

Pero nadie contestó del otro lado del teléfono.

-hola?… quién es? - volvió a hablar, esta vez con una voz más clara, alarmado por el silencio de su interlocutor, si es que había alguno.

Sólo se podía oír una respiración entrecortada en medio del silencio.

Quitó el teléfono de su oído revisando el nombre de la llamada entrante. Era un número que no había visto nunca.

-D-Dongwan?… Dongwan eres tú? - estaba seguro de haber guardado el número telefónico del fotógrafo con su respectivo nombre, pero la repentina llamada ya lo estaba intrigando. O más como asustando.

La respiración de la persona al otro lado del teléfono se oía con más fuerza, como si estuviera teniendo un ataque de ansiedad.

-quién es? Por qué no contesta? - alarmado y en pánico, se levantó de la cama, encendió la lámpara sobre la mesa de noche y dio una mirada rápida al interior de su habitación.

Acaso sería el hombre de su última cita? Quizás su obstinación lo estaba convirtiendo en una especie de acosador?.

La llamada se cortó repentinamente pero sus nervios habían sido despertados, probablemente por el resto de la noche.

Decidió salir de la cama y revisar el resto del departamento. Había tenido una maravillosa noche pero ahora se encontraba paranoico. Qué había sido esa llamada?

Revisó cada rincón posible en el departamento encontrando nada, se dirigió hacia la puerta principal y cambió su clave de acceso. Volvió a tomar su teléfono celular y dio una mirada al número que acababa de llamarlo. El código inicial indicaba que el número pertenecía a la ciudad, pero no podía recordar si alguna vez lo había visto en alguna parte.

También podría tratarse de alguien que digitó mal un número y terminó llamando a su teléfono. Casos parecidos habían sucedido antes pero no a esa hora de la madrugada.

Rendido, dejó que sus nervios se aplacaran con un vaso de agua y regresó a su habitación. Su mirada cayó en la fotografía en la mesa de noche. Habían pasado tan sólo unas horas de aquello. Se sentía tan raro al recordarlo, aunque feliz.

Sí, feliz. Le debía mucho al hombre que lo había ayudado en el peor momento de su vida, su regreso a Seúl fue desafortunado pero necesario y lamentó mucho haber perdido el contacto con el fotógrafo. Pero sabía que Dongwan debía haber tenido sus razones para dejar de contestar sus llamadas y cambiar su número de teléfono. Nunca se sintió decepcionado y siempre guardó la esperanza de volver a encontrarse con él algún día. Se había prometido internamente que regresaría a Canadá aunque no estaba seguro de cuando.

Pero el destino había sido más que generoso, no tuvo necesidad de tomar un avión nuevamente. Kim Dongwan había aparecido frente a él sorpresivamente, más aún, había aparecido en el lugar donde trabajaba y parecía que esta vez no volvería a desaparecer.

Una sonrisa escapó de su rostro recordando cada detalle de su reencuentro con el fotógrafo. Las miradas sorprendidas, la torpeza de hablarse el uno al otro delante de todo ese grupo de extraños, la seriedad que tuvo que venir minutos después al tratar de negocios, nuevamente los rostros sorprendidos y un viaje corto que los llevó al bar más cercano para contarse historias que se habían perdido en un año entero.

El tiempo pasó muy rápido en el bar y se vieron obligados a despedirse. Además, ambos tenían que ir a trabajar al día siguiente. Afortunadamente les alcanzó el tiempo para intercambiar números telefónicos y hacerse promesas de volverse a ver antes de empezar a trabajar en los proyectos que los había involucrado las empresas para las que trabajaban.

Oh sí, TOP Media y M Rizing habían hecho un trato de palabra para utilizar las locaciones del famosísimo restaurant Six Myth para la sesión de fotos y grabación del MV de la nueva y popular estrella del Kpop, Lee Minwoo.

La expresión en su rostro cambió cuando recordó que existía la posibilidad de que viera más seguido a su ex novio. No era como si le molestara o incomodara, pero le preocupaba Yumi, tenía que aclarar la situación con ella lo más pronto posible o no podría vivir tranquilo con su conciencia.

La expresión en su rostro volvió a cambiar cuando su teléfono volvió a sonar. Era el mismo número de minutos atrás. Una vez más contestó el teléfono pero no oyó nada, sólo esa respiración entrecortada.

Y apagó el teléfono sin pensarlo dos veces, regresando luego a la cama, concentrando sus pensamientos en el amigo que había vuelto a aparecer.

La puerta del ascensor se abrió en el 13° piso del edificio donde se encontraban las oficinas de M Rizing Entertainment. Con una sonrisa más brillante que cualquier otro día anterior, el hombre de gorra oscura, camisa azul claro y pantalones jeans, iba saludando alegremente a todos los empleados que se encontraban en su camino hasta el arribo a su oficina. Era una mañana nublada pero Kim Dongwan sentía como si el sol estuviera brillando sobre su cabeza a cada paso. La sonrisa en su rostro hacia muy evidente que algo demasiado maravilloso había pasado en su vida. Aunque no sabía exactamente si llamarlo maravilloso pero definitivamente había sido especial. Su búsqueda había terminado. Finalmente el destino le estaba reponiendo el año de paciente espera.

-buenos día Sr. Kim, hoy se ve muy contento – saludó la joven secretaria, entregando la correspondencia que había llegado muy temprano en la mañana.

-y tengo más de un motivo para estarlo! - respondió el fotógrafo con la sonrisa que no se despegaba de su rostro, recibiendo la correspondencia e ingresando a su oficina.

Sí, Kim Dongwan tenía muchos motivos para estar contento esa mañana, no solo Shin HyeSung había aparecido frente a él repentinamente, sino que además iba a tener la oportunidad de trabajar cerca a él. Definitivamente el destino estaba siendo generoso con él.

Revisando alguno de los sobres entregados por la joven secretaria minutos antes, el fotógrafo cerró los ojos queriendo recapitular todo lo que había ocurrido la noche anterior.

*Flashback*

-HyeSung? - sus ojos no lo podían creer cuando lo vio. En verdad estaba ahí de pie frente a él?. Su verdadera búsqueda ni siquiera había empezado y ya lo había encontrado? Qué clase de juego del destino era ese?

-Dongwan!… - la sonrisa en su rostro brillaba más que las luces en el interior del restaurant donde se encontraban. Era exactamente como lo recordaba desde la última vez.

-c-co-cómo… woah es en serio? - aún no lo podía creer aunque sus ojos estaban abiertos de par en par, no quitando la mirada del hombre que se encontraba del otro lado de la mesa.

-oh por Dios! Él es… el de Canadá!? - una emocionada voz lo devolvió a la realidad, dándose cuenta de todas las miradas que iban y venían por ambos extremos de la mesa.

-ustedes se conocen? - preguntó el Presidente de TOP Media, señalando alternativamente en dirección de los dos hombres.

-lo lamento, es una larga historia, pero sí, Dongwan es un gran amigo – respondió educadamente HyeSung, quitando la vista del fotógrafo y concentrándose en el maduro hombre que le dirigía algunas palabras.

La sonrisa del fotógrafo se vio eclipsada por una milésima de segundo. “… es un gran amigo”, cuanto había dolido ese momento. No era como si Dongwan esperara algo extraordinario tampoco, pero estaba seguro que hace un año atrás había una conexión más que de “solo amigos”. O será que sólo fue su imaginación?

-entonces está acordado! Mañana mismo le enviaremos el contrato para su firma – la voz del Presidente de TOP Media volvió a despertarlo de sus pensamientos. No sabía cuanto tiempo había pasado luchando con sus recuerdos, ahora todos los hombres presentes en la mesa se colocaban de pie y daban sus despedidas.

No podía perder esta oportunidad. HyeSung estaba al fin tan cerca y tenía que hacer algo.

-gracias por su visita Señores – con una reverencia y tono amable, el bello hombre acompañó a todos los hombres hasta las afueras del restaurant.

-Hyung… realmente es… - Dongwan oyó al hombre más joven presente en la reunión dirigirse al bello hombre con un dedo señalando en su dirección.

-oh Andy, déjame presentarte – con buen ánimo y haciendo su camino hasta el lugar donde el fotógrafo se había quedado esperando por él, HyeSung se acercó con el joven hombre.

-Dongwan, este es Andy, el novio de Junjin – presentó HyeSung a los dos hombres.

-ahmm Oppa… - una voz suave apareció a espaldas del bello hombre, dejando ver el rostro dulce y amable de Yumi.

-y ella es Yumi, encargada del área de diseño y meterse en asuntos que no le competen – bromeó HyeSung, recibiendo un ligero golpe en el pecho por parte de la muchacha.

-HyeSung Oppa me ha hablado mucho de usted, creí que nunca llegaría a conocerlo – emocionada como si estuviera viendo a su idol favorito, Yumi no podía contener sus reacciones.

-espero que cosas buenas – respondió Dongwan, luego que pudo controlar los latidos de su corazón ante las palabras de la muchacha.

-Yumi, creo que te están esperando – señaló HyeSung con la mirada a los dos hombres del otro extremo de la calle que no habían quitado la mirada del grupo que se veía muy entretenido con sus presentaciones.

-ay no… pero es que yo quería…

-ve con tu prometido Yumi, ya es muy tarde. Ve a casa – aseguró HyeSung con voz dulce, despidiendo a la muchacha que se mostró muy reacia a abandonar a los otros tres hombres.

-prometido?… Yumi está comprometida con… oh por Dios! - los ojos de Andy no lo creyeron cuando lo vieron y su corazón estaba por seguro de sufrir un ataque cardíaco en cualquier momento. Cuántas emociones más tendría que pasar en el día?

La mirada de Dongwan viajó en dirección de los dos hombres y la muchacha que acababa de despedirse de ellos, sin entender la reacción de Andy.

-Luego Andy – tranquilizó HyeSung al menor, despidiéndolo minutos después.

Y Andy lo agradecía, habían sido demasiadas emociones en un día y todo lo que quería ahora era dormir.

-te parece si vamos a beber algo?… hay mucho que quiero saber – se dirigió HyeSung al fotógrafo.

El corazón de Dongwan volvió a saltar de su sitio. Definitivamente había mucho que contar y preguntar, pero lo más importante para el fotógrafo era saber si ese algo especial todavía estaba ahí. Lo había sentido hace un año atrás y lo había llevado a prometerse dar lo mejor de él para convertir esa probabilidad en algo real.

HyeSung estaba otra vez a su lado y Kim Dongwan estaba listo para empezar su lucha.

*Fin del flashback*

Cerró la puerta de su oficina a sus espaldas con una taza de café caliente en una mano y en la otra los documentos que acababa de recoger del área de producción. Tenía mucho trabajo acumulado gracias a los eventos de la última semana y su poca habilidad para volver a concentrarse en su trabajo. Y aún conservaba esa poca habilidad pero tenía que forzarse a continuar o de lo contrario todo su trabajo del último año sería reducido a nada.

Y más que por él mismo, lo hacía por Minwoo. Tenía mucho que agradecerle a su mejor amigo por haberlo incentivado a empezar la pequeña compañía y deshacerse así de parte del pasado que le seguía recordando a esa persona que dejó ir.

-se puede saber qué hiciste!? - furibundo y sin ocultar su enojo, Lee Minwoo ingresó abruptamente a la oficina del CEO de M Rizing. Oficina que ambos CEOs compartían cuando era el debido momento.

-se puede saber qué te pasa? - respondió Eric con otra pregunta, desconcertado por la grotesca entrada de su mejor amigo.

-tú sabías que HyeSung administraba ese lugar no? Claro que lo sabías! Si Yumi también trabaja ahí! - acusó Minwoo sin bajar el tono de voz que era oído por todos los trabajadores a las afueras de la oficina.

Eric soltó un pesado suspiro y maldijo su día. Toda la concentración y esfuerzo que estaba poniendo en iniciar su trabajo acababa de hacerse humo. Por qué Minwoo tenía que mencionar el nombre de HyeSung a primera hora de la mañana?

-lo supe la semana pasada cuando fui a recoger a Yumi – respondió Eric sinceramente, esperando así terminar con la curiosidad de su mejor amigo y regresar a sus deberes.

-y no me dijiste nada! Tienes idea del shock que me llevé en ese momento! - reclamó el pequeño hombre con justicia, tomando asiento en la silla frente al escritorio.

-sólo lo he visto un par de veces y él parece estar bien – las últimas palabras dejaron un sabor agrio en boca del CEO de M Rizing.

Sí, HyeSung parecía estar muy bien cada vez que Eric y él se encontraban, casi como si nunca hubiera ocurrido nada entre los dos en el pasado. Últimamente Eric se preguntaba si de pronto había caído en una especie de mundo paralelo o dimensión desconocida, porque ese no era el Shin HyeSung tímido, inseguro y avergonzado que conocía. Qué pudo haber pasado con él en dos años?

-sí, se le nota que está muy bien y con ganas de quitarme a mi hombre! - la exagerada reacción de Minwoo captó la total atención de Eric.

El CEO de M Rizing no había querido pensar en la noche anterior por toda la mañana, toda su concentración debía estar en su trabajo. Pero ahora que Minwoo lo había mencionado, sus pensamientos volvían a girar en esa noche, más aún en el preciso momento que HyeSung hizo su aparición en la mesa y todos los presentes sintieron como si estuvieran observando un drama romántico.

Por qué tenía que ser precisamente el fotógrafo Kim Dongwan? Y cuál era su verdadera relación con HyeSung?

-de qué estás hablando? - Eric decidió fingir ignorancia y tratar así de deshacerse de la molestia presencia de su mejor amigo.

-acaso no te diste cuenta cómo esos dos se devoraban con la miraba toda la noche!? - la voz de Minwoo bajó su tono, levantándose de su silla, inclinándose lo suficiente sobre el escritorio para acercar su rostro al de su mejor amigo, como si quisiera estudiar con detenimiento cada una de sus reacciones.

Fue en ese preciso momento que Eric se dio cuenta que sería otro día de trabajo perdido.

-no seas dramático, Yumi dijo que eran sólo amigos… - las palabras salieron de sus labios más como si quisiera convencerse a sí mismo de ellas.

-amigos? A ti te parece que un par de amigos se anden mirando de esa manera? Viste cómo sonreía Dongwan? No lo he visto sonreír así nunca antes! Y créeme que lo he estado estudiando muy bien! - insistió Minwoo, regresando a su silla con un movimiento dramático.

La cabeza de Eric comenzó a doler. No podía ser que HyeSung se haya olvidado tan pronto de él o sí?. Fueron muchas las vivencias que compartieron juntos como para que todo haya quedado enterrado tan fácilmente.

-qué voy hacer ahora? Por qué tenía que ser HyeSung!? De todos los hombres en la faz de tierra por qué HyeSung!!! - continuaba exclamando Minwoo sin importarle que todos los empleados ya estén enterados de la desgracia que había caído sobre él. La oficina de Dongwan se encontraba del otro lado del piso, por lo que estaba seguro que no podría oírlo.

Y la misma pregunta se hacía Eric, aunque en diferente contexto.

“Por qué HyeSung. Por qué tenías que olvidarme tan pronto”

-voy a llamar a Yonghee, necesito que me arregle una cita en el salón de belleza, también necesito un tratamiento facial con urgencia… oh por Dios! Mírame! Acaso subí de peso? Tengo que doblar las horas de ejercicio en el gimnasio – las palabras salían de boca de Lee Minwoo con tanta rapidez que Eric se sintió mareado por un segundo.

-yah! Qué pasa contigo!? Deja de ser tan dramático! - regañó Eric al pequeño hombre, arrancando el teléfono celular de sus manos.

-dramático!? Crees que estoy siendo dramático!?… tu ex me quiere quitar a mi hombre y crees que estoy siendo dramático!? - reclamó Minwoo, tratando en vano de recuperar su teléfono celular.

-ya basta Minwoo! Deja de ser tan paranoico y compórtate! - volvió a alzar la voz Eric, colocándose de pie para abandonar su oficina.

-paranoico!? Cómo demonios crees que voy a competir con HyeSung!? Cuando lo vi anoche lo primero que pensé que fue “Wow! Se ve más hermoso que antes” - respondió Minwoo casi al borde las lágrimas, empujando a su mejor amigo de la puerta de la oficina, saliendo él primero a refugiarse en algún rincón y llorar su desgracia.

Sus ojos permanecían cerrados aunque el sueño lo había abandonado hacía treinta minutos atrás. Se encontraba perfectamente acurrucado entre los cobertores, apoyando su cabeza en la cómoda almohada de plumas, disfrutando de la fresca mañana y las luces suaves que se colaban por entre las cortinas.

Esa mañana Andy había decidido llamar a su trabajo y reportarse enfermo. “Olvidé que soy alérgico a los camarones” , fue lo que dijo a la secretaria del área de recursos humanos, excusándose por el día y prometiendo recuperarse pronto y regresar a trabajar al día siguiente.

Lo cierto era que Andy no era alérgico a nada, pero definitivamente necesitaba descansar. La noche anterior había estado llena de demasiadas emociones y sus nervios lo estaban matando. Había dormido alrededor de diez horas ya y su cuerpo se sentía ligero pero reacio a levantarse de la cama. Tampoco era como que lo necesitaba ya que tenía un enfermero a su completa disposición por todo el día.

-Andy, cielo, el desayuno está listo – llamó la voz de Junjin, dejando la bandeja de comida sobre la mesa de noche, sentándose a un lado de la cama e inclinándose lo suficiente para dejar un suave beso en labios de su novio.

Junjin también se había tomado el día libre, culpable por no responder las llamadas de su pequeño novio el día anterior y no haber podido ayudarlo en su momento de crisis. Ahora estaba dispuesto a reponérselo a Andy, fungiendo como una especie de esclavo personal por todo el día.

Andy dibujó una sonrisa coqueta en su rostro al momento de abrir los ojos y dar la bienvenida a la vista de su apuesto novio en la cama. Una mano de Junjin se colocó sobre la mejilla del menor, acariciándola como si estuviera tocando un objeto de cristal.

-qué hora es? - fue lo primero que dijo Andy, acomodándose sobre la cama mientras su novio colocaba la bandeja con el desayuno sobre su regazo.

-son las 10AM, haz dormido como un bebé – respondió Junjin, acomodando el cabello ligeramente alborotado de su novio.

Andy sonrió una vez más sintiendo el toque de las manos de su novio sobre su cabello. Junjin sabía muy bien cómo cuidar de él. No necesitaba darle instrucciones o decir nada en absoluto, Junjin podía leer todo lo que estaba en su cabeza y saber cuando lo necesitaba. Bueno, no casi siempre si Andy se detenía a pensar en lo sucedido el día anterior cuando su novio ignoró todas sus llamadas de emergencia.

-lamento lo de ayer, no nos entregaron nuestros teléfonos hasta muy tarde – Junjin pudo leer la expresión de descontento en el rostro del menor, anticipándose a dar una explicación.

Andy descansó su cabeza sobre las almohadas, dejando la taza de café que había estado bebiendo sobre la bandeja, recordando los incidentes del día anterior.

-me preocupa HyeSung Hyung – el menor no podía ocultar sus pensamientos.

-lo sé, a mi también… por qué Yumi tenía que ser la prometida de se sujeto? - exclamó Junjin con un pesado suspiro, retirando la bandeja de comida de la cama, acomodando su cabeza en el regazo de su novio.

-HyeSung hyung se veía muy calmado anoche… no sé si fue por el fotógrafo o qué – agregó Andy, jugando con el cabello de su novio.

-ese es otro problema… aunque no sé si llamarlo así. Hyung se veía muy contento de ver a ese hombre? - Junjin alzó ligeramente la cabeza para encontrarse con los ojos de su novio en busca de una respuesta sincera.

-yo diría que parecía otra persona. Nunca lo he visto sonreír así desde que me lo presentaste a su regreso de Canadá – respondió Andy con una dulce sonrisa, volviendo a enredar sus dedos entre el cabello de su novio.

Junjin sonrió en silencio, imaginándose lo contento que podría estar ahora su hyung favorito luego del reencuentro con el hombre que cambió su vida. Aunque Junjin aún no conocía al fotógrafo, sentía que pronto serían buenos amigos, y por qué no, aliados si es que la intuición de Andy era correcta. “había como fuegos artificiales entre los dos cuando se vieron, aunque HyeSung hyug sigue diciendo que son sólo amigos”. Era de esperar que HyeSung siguiera en negación con sus propios sentimientos, era su única manera de protegerse de no volver a salir lastimado.

-qué hay para el almuerzo? - Andy cambió la conversación repentinamente, moviéndose con cuidado de la cama, ayudando a su novio a acomodarse en su lugar.

-lo que quieras… - respondió Junjin con voz cansada, cerrando los ojos cuando su cabeza hizo contacto con la almohada de plumas.

-quiero comer fuera, salgamos a respirar un poco de aire fresco! - la voz de Andy estaba llena de vida, como si la mañana realmente estuviera comenzando para él.

-lo que quieras… - volvió a responder Junjin, tomando al menor por la muñeca, regresándolo de un suave tirón a la cama, atrapándolo en sus brazos.

-… pero antes… - la mirada de Junjin estaba encendida, todo el cansancio evidenciado segundos antes se había borrado.

-lo que quieras – fue el turno de Andy de responder, recibiendo efusivamente los labios de su novio sobre los suyos.

El beso subió la temperatura de sus cuerpos mientras sus manos paseaban por cada pedazo de piel que podían alcanzar y pronto, las ropas cayeron al piso y la cama cobró vida, moviéndose en un armonioso vaivén.

Definitivamente Junjin podía leer todo lo que estaba en la cabeza de Andy.

-crees que estos diseños estén bien? - con las manos temblando y sin quitar la mirada de los bocetos que acababa de llevar a la oficina de su jefe, Yumi entregó su trabajo.

-están perfectos Yumi, por qué siempre estás insegura de tu trabajo? - HyeSung sonrió ante el comportamiento de la muchacha.

-son cosas mías, pero si a ti te gustan entonces estoy feliz! - como si alguien hubiera encendido un botón invisible en su interior, la sonrisa alegre de Yumi volvió a resplandecer en su rostro.

HyeSung volvió a dar una mirada a los bocetos, devolviéndoselos luego a la jefa del departamento de diseño gráfico del restaurant. Por la expresión en el rostro de Yumi, HyeSung podía intuir que la muchacha no sólo había ido a su oficina para entregar los bocetos.

-está bien, qué quieres saber – se rindió HyeSung sin que Yumi haya dicho una sola palabra. De todos modos, el bello hombre sabía que la muchacha siempre hallaba una manera para obtener lo que quería de él.

-cómo te fue anoche? A dónde fueron? Te llevó a un lugar romántico? Se besaron? - Yumi no perdió el tiempo para disparar todas las preguntas que la habían estado carcomiendo por toda la mañana.

-YUMI! Ya te dije que Dongwan es sólo un amigo – regañó HyeSung a su mejor amiga, sintiendo como de pronto el color de su rostro empezaba a cambiar de tonalidad a la mención de la última pregunta.

-pero anoche se veían tan bien juntos. Fue como en esas películas románticas… - los ojos de Yumi se volvieron dos arco iris, recordando todo lo ocurrido la noche anterior en el restaurant.

Sí, definitivamente había sido como en una película romántica, y Yumi necesitaba algo de romance en su vida. Aunque sea sólo de manera indirecta.

-deja de ver cosas donde no las hay. Sólo fuimos a beber algo, charlamos un poco, intercambiamos números y listo – resumió HyeSung sus más de tres horas en compañía del fotógrafo la noche anterior.

-tienes su número? Oh por Dios! Quién dio el primer paso? - los ojos de Yumi resplandecían y HyeSung podía ver literalmente pequeños corazones flotando a su alrededor.

-no pienso volver a repetirlo, no te hagas ilusiones de nada – con voz firme y más como si estuviera regañando a una niña pequeña, el bello hombre desvió su mirada de la muchacha sentada frente a él, fingiendo ocuparse en el trabajo en su laptop.

La expresión alegre en el rostro de Yumi desapareció, temerosa de haber hecho enojar seriamente a su jefe y mejor amigo. Yumi realmente consideraba a HyeSung como un hermano mayor y conocía los detalles más resaltantes de su vida, incluso los más terribles. Proteger y cuidar de HyeSung estaba en su lista de prioridades. Así como asegurarse que él también encuentre un compañero que lo haga feliz, exactamente como ella. Bueno, no tanto como ella, pero sí que sea feliz.

-y cuando volverán a verse? - recuperando su buen estado de ánimo y controlando su sobre-emoción por la perfecta pareja que los dos hombres hacían en su cabeza, Yumi inició nuevamente la conversación.

-vendrán a grabar al restaurant no? - respondió HyeSung naturalmente, regresando su atención a la muchacha.

-pero eso es trabajo! Me refiero a salir juntos, una cena, un paseo por el parque, ir al cine… - sin mencionar lo que realmente quería decir, Yumi esperaba que su jefe no notara sus intenciones.

-te refieres a una cita? Del modo romántico?… Jung Yumi… - HyeSung no fue elegido por nada empresario del año, su capacidad de entendimiento y análisis lo avalaban.

-ya sé, ya sé! Lo siento, lo siento… es la última vez que lo menciono – Yumi se apresuró a pedir disculpas antes de volver a ser regañada y echada de la oficina. Por más amable y dulce que fuera HyeSung con ella, Yumi sabía muy bien que también tenía un límite de paciencia.

Antes que HyeSung pudiera regañar a la muchacha, su teléfono celular sonó robándole una sonrisa sorpresiva. Era Kim Dongwan que acaba de enviar un mensaje de texto invitándolo a cenar juntos esa noche. HyeSung no pudo hacer más que responder rápidamente el mensaje con su confirmación. Su rostro volvió a cambiar de tonalidad al notar la mirada pícara en el rostro de Yumi.

-ya tengo los bocetos, gracias – el bello hombre utilizó su tono habitual de negocios para despedir a la muchacha de su oficina.

-van a verse hoy verdad?…. Ahhh!! Oppa, tienes una cita con el hombre de tus sueños!! - sonriendo de lado a lado como si acabaran de entregarle su dulce favorito, Yumi no podía ocultar su emoción.

-FUERA! - estirando una mano enérgica en dirección de la puerta de la oficina, la paciencia de HyeSung había llegado a su límite.

Yumi mostró la lengua juguetonamente delante del rostro de su jefe, antes de salir corriendo de la oficina.

-Oppa tiene novio, Oppa tiene novio… - cantaba Yumi con una sonrisa en los labios mientras cerraba la puerta.

HyeSung sólo sonrió y cubrió su rostro con ambas manos como si estuviera ocultando de alguien el color rojizo en sus mejillas.

Eran casi las 6PM y la ansiedad lo estaba consumiendo. Revisaba una y otra vez los diseños que había hecho conceptualizando la primera sesión fotográfica de la nueva estrella del K-pop, Lee Minwoo. El tiempo pasaba y aún no se sentía satisfecho con su trabajo. La ansiedad no lo dejaba concentrarse.

-Sr. Kim, lo buscan – anunció la voz por el anexo del teléfono llamando su atención. Rápidamente se levantó de su silla y fue a la recepción.

Su sonrisa se hizo enorme al ver una vez más a la persona por la que había esperado un año. Pero se desvaneció prontamente al reconocer a la pequeña muchacha de pie al lado del bello hombre. HyeSung no había dicho nada de ir acompañado a la cena. Su corazón dolió con la decepción.

-Oppa! Qué gusto verte nuevamente!! - Yumi adelantó sus pasos, casi saltando emocionada sobre el fotógrafo.

-sólo la traje para que esperara a su prometido – aclaró HyeSung, arrancando a la muchacha del cuello del fotógrafo.

La sonrisa regresó al rostro de Dongwan.

-tu prometido trabaja acá? - interrogó Dongwan a la muchacha.

-de hecho, es el CEO, Eric Mun – respondió Yumi con orgullo y susurrando cada palabra directamente al oído del fotógrafo.

El rostro de Dongwan palideció por un segundo, dando una sorprendida mirada en dirección del bello hombre que sólo le hizo un gesto con una mano, colocando uno de sus dedos sobre sus labios. Dongwan decidió seguir el juego.

-bueno… aún tengo unas cosas que terminar, por qué no esperan en mi oficina – ofreció el fotógrafo, pidiendo luego a la joven recepcionista dos tazas de té a su oficina.

En el camino, Yumi pudo notar los cuchicheos silenciosos entre los empleados y las miradas sorprendidas que todos daban en su dirección. Era la primera vez que Yumi visitaba las oficinas de M Rizing y se sentía orgullosa y feliz de ser reconocida por todos como la prometida de uno de los CEOs.

Pero lo que Yumi no sabía, era que realmente quien había captado la atención de los empleados había sido HyeSung.

-oh por Dios! Viste eso?

-no lo puedo creer…

-en serio era él?

-están seguros que no es una chica?

-es… es… como una aparición!!

-con razón el CEO Mun todavía guarda esa foto en su oficina…

Murmuraban los empleados audiblemente, ahora que las tres personas habían desaparecido dentro de la oficina privada de Kim Dongwan.

-yah! Por qué están todos reunidos acá? - llamó la atención Minwoo a los empleados.

-lo sentimos Sr. Lee, es sólo que todos estamos sorprendidos… - respondió uno de los empleados, señalando con la mirada en dirección de la oficina del fotógrafo.

Minwoo hizo una expresión con su rostro como si no estuviera entendiendo de lo que hablaban los trabajadores.

-el hombre en la fotografía de la oficina del CEO Mun, su ex novio, está aquí… - intervino una de las secretarias.

Por segunda vez en muchos años los ojos de Lee Minwoo se dejaron ver.

-sí, vino a ver al fotógrafo Kim con una muchacha muy bonita… - agregó otro de los empleados.

Y Minwoo necesitó una silla para no caerse de la impresión. Definitivamente se trataba de HyeSung y Yumi. El ex novio y la prometida actual de su mejor amigo, Eric Mun. Pero lo que más sorprendió a Minwoo fue oír que HyeSung había ido a ver a Dongwan.

Y la pequeña estrella del K-pop alzó sus pasos en dirección de la oficina de su mejor amigo.

-tienes idea de quiénes están aquí? - ya casi se estaba haciendo costumbre que el pequeño hombre ingresara a la oficina intempestivamente.

-qué nunca te enseñaron a tocar puertas? - señaló Eric, irritado por la repentina intervención de su mejor amigo.

-HyeSung y Yumi están aquí! En la oficina de Dongwan! - informó Minwoo con tono alarmante.

El corazón de Eric se detuvo.

-HyeSung?… Hye-HyeSung está aquí? - interrogó Eric incrédulo.

-vino a ver a Dongwan, eso fue lo que dijeron los empleados – respondió Minwoo, tomando asiento en el sofá dentro de la oficina.

Pero antes que Minwoo pudiera terminar de sentarse, Eric tomó unos papeles al azar de su escritorio, sujetándolo de la muñeca, obligándolo a colocarse de pie y salir de la oficina junto con él. Ambos hombres se dirigieron a la oficina del fotógrafo.

-Oppa! - saludó Yumi emocionada cuando su prometido abrió la puerta de la oficina repentinamente.

Las miradas de HyeSung y Dongwan se dirigieron a los dos hombres que acababan de llegar. Sólo entonces, Dongwan pudo caer en cuenta de por qué el rostro de Eric se le había hecho familiar desde la primera vez que se conocieron. Y un sentimiento de molestia y antipatía lo rodearon. Sobretodo al notar como los ojos de Eric se habían posado fijamente en HyeSung.

La situación no podía ser más incómoda para todos los que estaban conscientes de lo que sucedía. La única ignorante de la situación actual era Yumi, bebiendo su taza de té con una sonrisa mientras observaba como su prometido daba indicaciones al fotógrafo. Yumi nunca antes había visto tan guapo a Eric. Definitivamente el aura de CEO que emanaba su prometido era apabullante.

-quedó claro? - repasó Eric por tercera vez, luego de darse cuenta que había llevado el presupuesto de producción del nuevo disco de Lee Minwoo a la oficina del fotógrafo. Su ansiedad por ver a su ex novio lo había llevado a hacer cualquier cosa posible por estar dentro de esa oficina.

-gracias Sr. Mun… - luego de no entender por qué era su tarea revisar presupuestos y costos de la compañía, Dongwan pudo respirar al darse cuenta que de hecho su trabajo había terminado por ese día.

HyeSung y Yumi permanecían sentados en un pequeño sofá en un rincón de la oficina, bebiendo sus tazas de té mientras se concentraban en sus propias conversaciones. La mirada de Minwoo no había dejado al par todo el tiempo desde que ingresó a la oficina. Era un poco inverosímil y hasta cierto cierto punto cómico, cómo HyeSung y Yumi parecían como los mejores amigos del planeta.

-Oppa me llevarás a casa? - se levantó Yumi del sofá al notar que Eric había terminado su conversación con el fotógrafo.

Eric se congeló cuando su mirada cayó en HyeSung que también tenía sus ojos fijos en él.

-la traje porque dijo que estabas en una reunión y no podrías recogerla del trabajo – explicó el bello hombre con voz amable.

Yumi asintió con la cabeza, sonriendo en dirección de su prometido.

Eric estaba atrapado. No había manera que fingiera una reunión en su oficina ahora que todos los trabajadores se iban retirando uno por uno y las luces empezaban a apagarse. Resignación fue todo lo que se reflejó en su rostro.

-tengo que ir al tocador – Yumi salió de la oficina repentinamente, seguida por Minwoo y Dongwan luego que la pequeña estrella del K-pop inventara una excusa para estar a solas con el fotógrafo.

El corazón de Eric palpitó con fuerza. Había quedado completamente a solas con su ex novio y no quería perder la oportunidad.

-co-cómo has estado? - temblando y haciendo uso de todas sus fuerzas, el CEO de M Rizing pudo pronunciar algunas palabras.

-bien, como siempre – respondió HyeSung con tono suave y una ligera sonrisa.

Y cómo extrañaba Eric esa sonrisa.

-HyeSung… sobre Yumi… - Eric sintió esa necesidad de aclarar su situación con Yumi.

-luego Eric. Aún no le he dicho a Yumi lo de nosotros y es mejor no hablarlo aquí o podría oírnos. No quiero que Yumi salga lastimada – las palabras de HyeSung cortaron las esperanzas en Eric.

Por qué tenía que mencionar el nombre de su prometida? Por qué parecía como si HyeSung estuviera más preocupado por Yumi que por él? Acaso HyeSung no podía ver cómo sus nervios se estaban quebrando uno a uno, ahí, parado en ese lugar y sin saber qué más hacer?

-entonces… podemos hablar en otro sitio? No ahora, pero algún día? - tomando lo poco que le quedaba de valor, Eric logró formular las siguientes palabras.

-claro, esta es mi tarjeta – tomando una de las tarjetas que siempre cargaba en el bolsillo interno de su saco, el bello hombre se colocó de pie en dirección de su ex novio.

Las piernas de Eric se hicieron gelatina al segundo que HyeSung se colocó frente a él, aunque éste conservaba una distancia prudente entre ambos. Era la primera vez que lo tenía así de cerca desde que volvió a verlo hacía una semana atrás. Y era la primera vez también que lograba sostener una real conversación con él. Aunque sólo se tratara de breves palabras.

Cómo había extrañado Eric el tono de su voz.

-tengo que hacer una llamada – se excusó el bello hombre, pasando por el lado derecho de Eric para salir de la oficina.

Pero antes que HyeSung pudiera dar un paso fuera, los reflejos de Eric actuaron por cuenta propia sosteniendo su muñeca con firmeza, logrando detener sus movimientos. El rostro de HyeSung se veía sorprendido. Al fin una reacción diferente a la expresión relajada y calmada que había estado mostrando todo este tiempo.

-Eric? - interrogó HyeSung ante el firme agarre sobre su muñeca.

El CEO de M Rizing dejó de pensar en ese instante, tirando con fuerza de la muñeca del bello hombre, quedando ambos a tan sólo un centímetro de distancia. Sus rostros estaban tan cerca que Eric dejó de respirar. Cuánto lo había extrañado. Por qué había desaparecido todo este tiempo?

-estoy listo, podemos irnos – la voz seria y con pocos ánimos de Kim Dongwan, despertó algo de sentido común en la cabeza de Eric.

HyeSung se liberó del agarre de su ex novio inmediatamente, sonriendo en dirección del fotógrafo que acababa de regresar a su oficina. Eric no pudo hacer más que sólo observar como los dos hombres se iban juntos.

-que se diviertan! - se despidió Yumi en los ascensores, sonriendo picaramente en dirección del bello hombre y el fotógrafo.

El rostro de Eric se endureció al notar el tinte rosa en las mejillas de su ex novio luego de las palabras de Yumi. Esto no le estaba pasando. Sus manos se cerraron en dos puños cuando la puerta del ascensor se abrió y HyeSung y Dongwan desaparecieron dentro.

-Oppa, pasaste la tienda de dulces – sonrió Yumi cuando notó que su prometido no había hecho el giro habitual en la calle que los dirigía directamente hacia su departamento.

-te llevaré a casa de tus padres – respondió Eric escuetamente continuando el camino.

-qué? Pero… pensé que pasaríamos la noche en tu departamento – nerviosa y sin saber cómo reaccionar, Yumi hizo lo mejor que pudo para no mostrar su decepción.

-dijiste que tu mamá necesitaba ayuda con tu padre, no crees que deberías estar con ellos? - se justificó Eric, buscando la mejor salida a su repentina decisión.

Yumi bajó la cabeza asintiendo el silencio. Quizás Eric tenía razón, pero era tan decepcionante. No era como si Yumi hubiera esperado mucho de esa noche tampoco, todo lo que hacía en el departamento de Eric era dormir, literalmente.

Treinta minutos después y luego que Yumi fue dejada en casa de sus padres y Eric tuvo que forzarse a soportar una rápida taza de té y unos saludos forzosos a los dos mayores, el CEO de M Rizing finalmente se encontraba conduciendo su auto en dirección de su departamento.

El día había sido largo, o más como sólo la parte de la noche. Eric seguía repitiendo en su cabeza la breve conversación que había sostenido con su ex novio. La melodía en la voz de HyeSung lo encantaba a tal punto que no había notado que la luz del semáforo acababa de cambiar de color. El sonido del claxon detrás de él lo hizo despertar.

La entrada a su departamento se sintió vacía. De pronto se sintió extrañar los días en los que el bello hombre lo esperaba dormido en el sofá con el televisor encendido. A veces también con la cena recién hecha o una velada romántica sorpresa. HyeSung podía parecer tímido para los demás, pero entre ellos se transformaba en un ser dulce y romántico.

Y Eric amaba ese lado de él. Ese lado que nadie más podía ver.

El CEO de M Rizing fue directo a su habitación, se colocó sus pijamas y se cobijó entre lo cobertores de la cama, todo sin molestarse a encender las luces de la habitación. Quizás el sueño lo ayudaría a olvidar y reponerse.

Pero contrario a lo que Eric esperaba de la noche, cuatro horas después se encontró dando vueltas en la cama con un hormigueo molestando su cuerpo y una sensación de ansiedad. Las imágenes de lo sucedido en las oficinas de M Rizing seguían apareciendo en sus sueños, obligándolo a abrir los ojos y renunciar a la idea de poder dormir por el resto de la noche.

-maldición! - maldijo Eric en silencio saliendo de la cama en busca de un vaso de agua helada que pudiera calmar su ansiedad.

Su mirada cayó sobre la mesa de noche donde había dejado su billetera y la tarjeta que le había entregado su ex novio horas antes. Sus ojos repasaron una y otra vez por el número telefónico impreso al pie de la tarjeta, como si quisiera memorizarlo. Aunque no era como si Eric necesitara memorizarlo. Yumi le había explicado una semana atrás que tuvo que usar el teléfono celular de su jefe para poder contactarlo, y entonces Eric había guardado ese número como si se tratara de su posesión más preciada.

Sin saber cómo o cuándo, el CEO de M Rizing había tomado su teléfono celular y se encontraba revisando su lista de contactos. Era consciente de lo que estaba haciendo y aunque lo aterrorizaba no podía evitarlo. Sólo quería oír su voz. Sólo quería asegurarse que ya se encontraba en casa y no en brazos de otro hombre.

Sólo quería calmar su ansiedad.

-hola? Es usted otra vez? Si sigue llamando iré con la policía! - colgó HyeSung la llamada segundos después de haber contestado.

Eric sonrió como si acabara de perder la razón. Exactamente como lo hizo luego de la llamada de la noche anterior.