A/N: Gracias por seguir leyendo!!

-empezamos en 4 minutos… - la llamada fue muy clara para todo el equipo que se encontraba trabajando en las instalaciones del restaurant 6 Myth.

Tal y como se había pactado, los trabajos para la portada del nuevo álbum de la estrella del Kpop, Lee Minwoo, estaban empezando con paso serio. Quizás era muy pronto para las sesiones de fotos, pero los CEOs de M Rizing habían acordado en apresurar el trabajo para tener el tiempo necesario para concentrarse en las canciones que compondrían el nuevo álbum.

Ese había sido el memo que había sido enviado a todo el personal en M Rizing.

La versión original se escondía detrás de una noche de copas entre los dos CEOs de M Rizing, ambos lamentándose y mordiéndose los labios de coraje. Bueno, al menos Eric, Minwoo había sido muy claro en su disgusto y repulsión contra el ex novio de su mejor amigo, y ahora nuevo rival de amores. Básicamente ambos hombres habían pasado la noche conspirando en la mejor manera de alejar a Dongwan de HyeSung. Fue así que la sesión de fotos fue muy adelantada, aprovechando la información de primera mano que Eric obtuvo de Yumi, sobre el repentino viaje que tuvo tomar HyeSung a Busán para asistir a la inauguración de un nuevo local en la ciudad.

-wow! - la admiración se notaba muy clara en el rostro del fotógrafo Kim Dongwan al encontrarse de frente con Minwoo, quien acababa de salir del camerino improvisado por el staff de M Rizing.

-sorprendido? Tan guapo me veo? - sonriendo coquetamente, Minwoo se acercó al fotógrafo, asegurándose de dar un giro panorámico antes, para que el fotógrafo pudiera apreciar todo el trabajo de las estilistas.

-si, claro… es sólo que nunca antes había visto una estrella de Kpop, no sabía que usaban tanto maquillaje y se vestían así – rió Dongwan apenado, dando la espalda a la estrella de Kpop, revisando una vez más su cámara fotográfica.

La expresión coqueta en el rostro de Minwoo se volvió plana. Acaso Dongwan estaba burlándose de él?. Como sea, la estrella del kpop no iba a desperdiciar esta oportunidad, tenía toda la atención del fotógrafo durante todo el día que durara la sesión de fotos. Y sin interrupciones de terceros.

-así que soy la primera estrella Kpop que conoces… cuanto honor – continuando con su coqueteo, Minwoo se acercó al fotógrafo por la espalda, fingiendo observar las imágenes que revisaba Dongwan en la pantalla de la cámara.

-exactamente no la primera, HyeSung una vez me mostró algunos videos de grupos antiguos, muy gracioso – sonrió Dongwan cuando las memorias invadieron su cabeza. Cuanto deseaba que HyeSung no haya tenido que ir a ese viaje repentino.

Una vez más el rostro de Minwoo perdió su brillo. Desde que habían pisado las instalaciones del restaurant y empezado a trabajar en el montaje para la sesión de fotos, esta era por lo menos la cuarta vez que Dongwan nombraba a HyeSung. Parecía una tarea imposible distraer los pensamientos del fotógrafo y captar su absoluta atención. Y Minwoo no podía evitar maldecir el nombre del ex novio de su mejor amigo.

-sabes, has trabajado muy duro esta última semana, que te parece si terminando te invito un trago? - tomando un nuevo recurso, Minwoo finalmente logró lo que quería, los ojos de Dongwan estaban mirando fijamente a su rostro.

-no deberías beber entre semana, no tienes que cuidar tu garganta? - sin embargo, pese a lo que la estrella del Kpop esperaba, terminó recibiendo un regaño y una cruda mirada de desaprobación.

-creo que regresaré a mi camerino… - derrotado, Minwoo dio la vuelta lo más rápido que pudo, ocultando su rostro poco complacido de la vista del fotógrafo.

-regresa en dos minutos, ya llevamos mucho tiempo retrasados! - conservando su lado profesional e interpretando muy bien su papel de desinterés, Dongwan sonrió al ver a la estrella del Kpop alejarse enojado.

“lo siento pero no he esperado tanto por nada”.

Dongwan era un hombre de mundo, nada se le escapaba.

El resto del día corrió tan rápido como las estilistas encargadas del vestuario de Lee Minwoo, la estrella del Kpop, había cambiado de ropa por lo menos diez veces en toda la duración de la sesión de fotos. Afortunadamente, el local había anunciado su cierre absoluto por ese día por lo que el equipo de M Rizing no tuvo que preocuparse por ser interrumpidos.

-ohh Dongwan oppa las fotos se ven tan cool! - emocionada y con evidentes signos de estar cansada, Yumi elogiaba y revisaba las fotografías tomadas, en el computador del fotógrafo.

Eran pasadas las 2AM y solo unos cuantos trabajadores del restaurant habían quedado revisando que todo anduviera bien. Yumi entre ellos, más por curiosidad que por deber de trabajo.

-sí, debo admitir que Minwoo es un buen modelo, hace diferentes poses y crea mucho ángulos – elogió también Dongwan, acompañando a la muchacha en la mesa donde aún permanecía armado todo su equipo.

-en serio crees que soy buen modelo? - los oídos de Minwoo no iban a dejar pasar esta oportunidad. Por fin Dongwan había notado algo en él.

-quizás podrías probar suerte en las pasarelas – bromeó el fotógrafo, notando el tinte ligeramente sonrosado en el rostro de la estrella del kpop.

-seguramente Minwoo oppa es el rostro más bonito que has fotografiado en toda tu vida – bromeó también Yumi, disfrutando el momento de pena que la estrella del Kpop estaba atravesando.

-no, el rostro más bonito fue el de HyeSung – fue demasiado tarde cuando Kim Dongwan se dio cuenta de lo que acababa de decir.

Los rostros de Minwoo y Yumi se veían sorprendidos. Un silencio incómodo rodeó a las tres personas, era como si de pronto todo hubiera dejado de existir a sus alrededores. La curiosidad carcomía a los dos primeros.

Dongwan había prometido que aquella vez moriría en sus recuerdos, más aún estando en Corea y a merced de que cualquier ciudadano los reconociera.

“La próxima semana tendremos una cena con los Jung, ya es hora de fijar la fecha de la boda”

Sus ojos seguían repasando una y otra vez, letra por letra, cada palabra del mensaje de texto enviado por su madre, luego que se negara a contestar sus llamadas desde primeras horas de la mañana. Incluso le había pedido a su secretaria que lo negara ante su madre.

Las últimas semanas habían sido una total locura y ahora tenía que aumentar otra carga a su tormento. La boda con Yumi. No sabía exactamente en qué estaba pensando cuando acordó aceptar la decisión de sus padres. Sí, fueron sus padres los que decidieron su compromiso con su novia, así también como fueron ellos quienes se la presentaron e incitaron su noviazgo.

Eric sólo fue con la corriente. Después de todo era lo que todos querían no? Una bonita novia, un matrimonio, una familia y listo! Sería un hombre feliz.

Pero Eric no se sentía feliz. Nunca estuvo feliz desde aquella noche de lluvia en aquel restaurant. Sólo seguía la corriente. Y recién ahora caía en cuenta que podría condenarse a vivir una vida falsa. Por que aunque fueron sus padres los que lo obligaron a ir a esa cita a ciegas con Yumi, fue el mismo Eric quien pidió a la muchacha volver a verse, muy contrario a lo que había ocurrido con otras citas a ciegas anteriormente.

Y salió de la boca del mismo Eric el acuerdo para hacerse novio de Yumi. Pero sólo estaba yendo con la corriente, más no dándose cuenta de a donde podía llevarlo esta. Fue muy tarde cuando su madre puso en sus manos el anillo de compromiso que había pertenecido a su abuela materna. Y fue más tarde aún cuando una noche los cuatro padres los sorprendieron a él y a Yumi en un restaurant, acordando el compromiso. Aunque por lo menos dejaron los detalles de la fecha y el lugar de la ceremonia para elección de los novios.

Y aún así, Eric sólo seguía yendo con la corriente. Por que era lo que todos esperaban de él.

Siguió yendo con la corriente e interpretando muy bien su papel de novio perfecto hasta que una sola noche todo cambió. Y fue como si alguien hubiera hecho estallar la burbuja en donde había estado viviendo por los últimos dos años. Alguien con rostro, nombre y apellido.

Aún Eric se despertaba todas las mañanas asegurándose de no estar viviendo un sueño, cuando en realidad, dos años con su ausencia habían sido el verdadero sueño.

Eric se había olvidado completamente de todo, de sus recuerdos, de sus sentimientos, de su identidad. Sólo quería ir con la corriente. Hasta que esa noche sintió por primera vez como iba ahogándose en ella.

Su boda con Yumi parecía inevitable y un temor lo invadía, miles de pensamientos llenaban su cabeza y lo hacían perderse en un mundo infinito de preguntas y dudas. Era lo correcto? Casarse con Yumi era la correcto? Debía seguir yendo con la corriente y dejar que ésta lo ahogara en su propia dimensión? Debería luchar o sólo darse por vencido?

HyeSung había encontrado otra persona a quien amar, o al menos era eso lo que todos proclamaban. Dolía oír las historias de Yumi sobre las aventuras de HyeSung y Dongwan en Canadá. Dolía imaginarse al hombre que una vez amó en brazos de otro hombre, y él, totalmente olvidado a su suerte conformándose con seguir la corriente.

Hace dos años cometió un grave error, y fue muy tarde cuando la realización de lo que hizo lo golpeó. Y era aún más tarde ahora, que sus padres estaban exigiendo una fecha para su boda con Yumi.

Era muy tarde para seguir los deseos de su corazón.

-hola, HyeSung… sé que no estás en la ciudad en estos momentos pero me estaba preguntando si cuando regreses podríamos vernos en el antiguo café al que solíamos ir… hay algo que quiero decirte… - Eric terminó la llamada tan pronto como sintió que su voz empezaba a quebrarse, aunque había sido solo un mensaje de voz.

En algún momento de la noche sus pasos lo habían llevado hasta el fondo de su walking closet , en donde había prácticamente enterrado la caja de cartón donde guardó todos los recuerdos del pasado. Ahora la nostalgia lo obligaba a abrir la caja y mirar en cada foto y cada nota recibida en los mejores años de su vida.

“Claro! Llegaré mañana por la mañana. Te veré en la tarde, 5PM está bien?”

En lugar de devolver la llamada, HyeSung había elegido enviar un mensaje de texto a su ex novio.

“Este es tu número? Lo guardaré”

Otro mensaje llegó inmediatamente seguido del primero. Eric se sentía culpable. Había tenido que comprar otro teléfono celular para no ponerse en evidencia frente a su ex novio. Aún seguía llamándolo por las noches para oír su voz.

“Sí, es mi número… entonces, te veré mañana”

Sus manos aún temblaban luego de responder al último mensaje de HyeSung.

“descansa, hasta mañana”

Una sonrisa se delineó perfectamente en labios de Eric, había pasado tanto tiempo desde que sostuvo una conversación por mensajes de texto con HyeSung. Por un momento se sintió como si el pasado hubiera regresado.

-tantos recuerdos HyeSung… - sacando uno a uno cada artículo que había guardado celosamente por dos años, los ojos de Eric comenzaron a llenarse de lágrimas.

“Feliz 1^er aniversario!! Gracias por amarme, cada día de mi vida te lo pagaré con el doble del amor que me das. Te amo Eric”

Era su tesoro más preciado, se supone que debía deshacerse de todo eso ahora que iba a casarse?.

Guardando nuevamente todo en la caja de cartón, Eric salió del walking closet.

-arroz, kimchi, carne, papas, cebolla… humm estás seguro que compraste el curry? - los ojos cuidadosos de Andy llevaban revisando por tercera vez todas las bolsas que acababa de traer su novio del súper mercado. Normalmente era Andy el encargado de las compras para la despensa, pero esta vez unas horas extras en el trabajo lo habían dejado sin tiempo para cumplir su tarea. Y una tarea muy importante ya que las compras no eran para él y Junjin.

Era un encargo especial designado por HyeSung antes de su repentino viaje a Busán.

-todo está ahí, ya lo listaste hace rato… quieres dejar eso y venir acá? - reclamó Junjin desde el sofá en la sala, aburrido de solo cambiar de canales con el control remoto ya que su novio no le prestaba atención.

-HyeSung hyung me pidió que fuera cuidadoso con la comida para la fiesta de inauguración de Dongwan hyung, es la primera vez que me confía algo tan importante – volvió a repetir Andy la misma respuesta que llevaba dando a su novio todo el día, cada vez que Junjin levantaba una voz de reclamo por la extrema atención en los asuntos de un extraño.

Bueno, Dongwan todavía era un extraño para Junjin.

-Hyung?… tan rápido y ya lo llamas Hyung?… cuántas veces has vito a ese sujeto? - celoso y cansado de que toda la atención se la haya llevado Kim Dongwan en las últimas semanas, Junjin dejó caer el control remoto sobre el sofá, yendo a la cocina al lado de su novio.

-un par de veces, es muy agradable, te va a caer bien cuando lo conozcas! - respondió Andy emocionado, guardando finalmente todos los vegetales en el refrigerador.

-más vale que así sea, se la han pasado hablando de él desde que Hyung se lo encontró en el restaurant – un puchero se formó en los labios del mayor de los dos hombres en el departamento.

No era como si Junjin odiara a Dongwan aún sin conocerlo, de hecho, guardaba mucha expectativa por el fin de semana en el que se llevaría a cabo la fiesta de inauguración del departamento del fotógrafo, a la que obviamente todos estaban invitados. Pero definitivamente sí sentía un poco de celos cuando Andy le contó de aquella noche en el que HyeSung y Dongwan se habían encontrado en el restaurant.

Junjin siempre quiso ser el primero en conocer al hombre que ayudó a su Hyung favorito de salir del terrible estado de depresión en el que estaba. Ahora sentía un poco de recelo hacia Andy.

-deja de hacer berrinches y ayúdame, HyeSung hyung llegará mañana y todo tiene que estar listo – ordenó Andy a su novio, tomando su mano suavemente.

El resto de la noche Junjin ayudó a Andy a cortar vegetales y marinar la carne que sería servida al día siguiente en la fiesta de inauguración del departamento de Kim Dongwan. Era un evento por el que todos esperaban. Sin embargo, los únicos invitados, además de HyeSung obviamente, eran Junjin y Andy. Dongwan había lamentado no poder invitar a Yumi, pero no quería hacer el momento incómodo al pensar que ésta podría ir con su prometido.

El fotógrafo era muy consciente, gracias a un par de conversaciones privadas con Andy, que Junjin aún guardaba mucho rencor contra el CEO de M Rizing. Y ciertamente no podía culparlo, luego de haber visto con sus propios ojos el estado de depresión en el que quedó HyeSung luego de la separación con su ex novio.

-HyeSung hyung en verdad está muy entusiasmado con la fiesta… espero que pronto se dé cuenta de sus sentimientos – tomando una taza de café recién hecho por su novio, Junjin regresó al sofá luego de pasar casi dos horas en la cocina.

-él sigue diciendo que son sólo amigos… pero para todos los demás es obvio que hay algo más, incluso Yumi lo ha notado – sonrió Andy, acompañando a su novio en el sofá, acomodando sus pies en el regazo de éste.

-ah Yumi, pobre chica, siento lástima por ella… ojalá no tuviera que casarse con ese bastardo – Junjin era sincero con sus palabras, la imagen de Eric ante sus ojos era la peor que cualquier persona se podría imaginar.

Andy asintió en silencio a las palabras de su novio, sorbiendo su taza de café mientras sus pensamientos se perdían en las breves conversaciones que había sostenido con Yumi desde el momento en el que los presentaron. El menor tenía ese don de ganarse la confianza la gente inmediatamente y escuchar atentamente los problemas de los demás. Era por ello que Yumi había confiado en él los secretos que incluso no había podido confesar con HyeSung.

Y Andy empezaba a cuestionarse ahora, si debía seguir manteniendo el secreto de privacidad y dejar que HyeSung rehiciera su vida y tomara la oportunidad de ser feliz con Kim Dongwan, o arriesgarse y librar a Yumi de un matrimonio sin amor y quizás, darle otro tipo de felicidad al Hyung que consideraba como un hermano mayor. Aunque esto pudiera arriesgar también su relación con Junjin.

La cabeza de Andy empezaba a doler al dar vueltas entre toda la información que había ido acumulando en los últimos dos años. Por qué todos habían elegido ir a él y pedirle que no revelara sus secretos?. Era muy complicado seguir siendo solo un espectador.

-vamos a la cama, ya hemos trabajado muy duro toda la noche – comandó Junjin, ayudando a su novio a colocarse de pie, guiándolo hasta la habitación sujetándolo por la cintura en todo el camino.

-Jinnie… alguna vez has pensado que deberías hablar con HyeSung Hyung… - el tono de voz de Andy se hizo serio ni bien los dos hombres ingresaron a la habitación.

Junjin observó confundido a su novio.

-sobre aquella noche… alguna vez has pensado que quizás no fue lo correcto y debiste dejar que fuera él quien decidiera…

-claro que fue lo correcto! Hyung estaba sufriendo por ese bastardo, ese miserable nunca lo amó, siempre lo supe. Lo mejor que pudo hacer fue terminar con él… aunque le haya roto el corazón – las palabras de Junjin fueron contundentes. Todavía había rencor dentro de él. Un rencor que le impedía contar un secreto de aquella noche hace dos años.

-estás seguro que no necesitas más espacio? - la voz insistente del pequeño hombre parado en la puerta de la oficina del fotógrafo sorprendió a éste.

-estoy bien acá, gracias – respondió Dongwan sin interés, terminando de hacer una copia de respaldo de las fotografías que había tomado el día anterior en el restaurant Six Myth.

Minwoo observó con cuidado al fotógrafo, esperando el minuto adecuado para hacer su siguiente su movimiento sin que pudiera ser notado. La estrella del Kpop sabía que el fotógrafo siempre cargaba con él sus dispositivos de almacenamiento de archivos como una copia de respaldo en caso de alguna emergencia.

-cuando tendrás el trabajo final para el photobook? - continuó Minwoo la conversación, acercándose unos pasos dentro de la oficina pero asegurándose de guardar una distancia que no fuera demasiado sospechosa.

-probablemente la próxima semana, nos reuniremos con el resto del equipo para hacer la selección final no? - volvió a responder Dongwan, cuando una ventana en su computador le avisó que todos los archivos habían sido guardados en su dispositivo de almacenamiento portátil con éxito.

Era el momento de Minwoo de actuar.

-puedo darle una nueva mirada? Me gustaría tener unas para subirlas por instagram – rápidamente y emocionado, vigilando que el dispositivo de almacenamiento estuviera aún conectado al computador, Minwoo se acercó por detrás del fotógrafo, bloqueando con su mano su acceso al dispositivo.

-como quieras… elige las que quieras, son tus fotos de todos modos – Dongwan se colocó de pie de su silla, dejando que la estrella del Kpop revisara sus fotografías.

Y como si la suerte estuviera de su lado, una llamada al teléfono celular del fotógrafo obligó a Dongwan a abandonar su oficina para contestar en privado. Era una llamada de la tienda de muebles donde había ido con HyeSung hacía una semana. Dongwan no quería que nadie más en las oficinas de M Rizing supiera de la fiesta de inauguración que daría el fin de semana. No por que no tuviera agrado con ninguno de los trabajadores, sino más bien porque no quería que las noticias se expandieran entre los trabajadores hasta los oídos de los dos CEOs.

Minwoo aprovechó su momento a solas para buscar dentro de los archivos guardados en el dispositivo de almacenamiento del fotógrafo. Pero la tarea no le fue tan fácil, ya que había una cantidad innumerable de documentos que la estrella del Kpop no podía descifrar. Estaba buscando las fotografías que Dongwan había confesado sin querer, tomado de HyeSung en su tiempo en Canadá. La curiosidad y los celos lo estaban matando.

-tendré que salir temprano hoy, Eric no está en su oficina, sabes a dónde fue? - la voz repentina del fotógrafo dieron un enorme susto a la estrella del Kpop, quien estaba seguro haber perdido el color natural de su rostro al notar el rostro serio de Dongwan.

-terminaste de buscar lo que querías? - el fotógrafo no dijo más, sólo se acercó a su computador y arrancó el dispositivo de almacenamiento bruscamente.

-lo siento… creo que abrí el archivo equivocado… - apenado y temblando al verse descubierto, Minwoo se colocó de pie y se dispuso a abandonar la oficina.

-le prometí a HyeSung que ninguno de sus conocidos vería esas fotos, aunque él dijo que no le importaba pero dí mi palabra de todos modos. No vuelvas a merodear entre mis cosas sin mi permiso – la voz de Dongwan fue fuerte y clara, dando a entender su obvio enojo con la estrella del Kpop.

Minwoo salió en silencio de la oficina, maldiciendo una vez más el nombre del ex novio de su mejor amigo. Alguna vez estimó a HyeSung, alguna vez fueron amigos, pero ahora, no sólo el paso del tiempo y su gran amistad con Eric los habían separado. Al menos Minwoo se sentía así.

La oficina de Eric estaba vacía para el tiempo que la estrella del Kpop fue a descargar su desventura con el fotógrafo. Faltaban dos horas para la hora del término de labores oficial y Minwoo estaba seguro que no tenían ninguna reunión agendada por el resto de la tarde. A dónde había ido Eric?. Su teléfono celular estaba apagado y ni siquiera su secretaria había notado su desaparición.

“… me dijeron que lo entregarían en 1 hora, todavía estoy en el trabajo, por favor espere”

La voz de Dongwan llamó la atención de Minwoo, notando que el fotógrafo se encontraba esperando en el ascensor con su mochila en la espalda. Acaso su reloj estaba atrasado? Por qué todos se estaban yendo antes de la hora de salida?

-alguna emergencia? - la estrella del Kpop no pudo evitar su curiosidad, aprovechando el momento para reiniciar una conversación con el fotógrafo.

-los de la tienda de muebles se adelantaron a la hora pactada para entregar los sofás – respondió Dongwan sin mirar a Minwoo, revisando los mensajes en su teléfono celular.

-así que decidiste amoblar tu departamento – sonrió Minwoo, haciéndose nacer la esperanza por que la estadía del fotógrafo en Seúl se prolongue.

-sí… digamos que trataré de vivir lo más cómodamente posible mientras dure… - respondió Dongwan, adelantando unos pasos cuando las puertas del ascensor se abrieron.

-Dongwan, sobre lo de hace un rato… de veras lo siento – Minwoo no quería dejar ir su oportunidad de disculparse apropiadamente.

-está bien… de todos modos no hubieras podido ver nada, dejé esas fotos en Canadá – sonrió Dongwan, alejándose dentro del ascensor.

Sus manos temblaban, su corazón se sentía inquieto. Estaba en el mismo lugar en el que lo había visto por primera vez hacía 5 años atrás. Era el mismo lugar y sus recuerdos comenzaban a afligirlo. Sus piernas se habían paralizado sin siquiera llegar a la puerta de entrada. Cuándo había sido la última vez? Por qué nunca más pudo regresar a ese sitio? Sí, exactamente esa misma razón. Ese mismo pequeño café estaba lleno de HyeSung. Lleno de muchos recuerdos que dolían.

-llegaste antes… - Eric tuvo que armarse de valor finalmente para entrar al café, sólo para encontrarse con la imagen de su ex novio sentado en una mesa esperándolo, lo que lo decepcionó mucho pues se había asegurado de llegar 20 minutos antes a la cita para guardar la misma mesa que solían ocupar en sus días como amantes.

Ahora sólo podía observar esa mesa a la distancia con imágenes transparentes del pasado.

-tenía unas diligencias que hacer y ya que estaba cerca... – respondió HyeSung a su ex novio, haciendo a un lado la mirada nerviosa de Eric.

-antes era yo el que te esperaba, lo recuerdas? - Eric no sabía por qué se estaba haciendo eso. Los recuerdos no dejaban de golpear dentro de su cabeza y hacer que su pecho doliera pero no podía evitarlo. Era el mismo sitio donde tantas veces había pasado tardes llenas de amor con su entonces novio. Fue el mismo sitio donde se atrevió a pedirle a HyeSung una cita por primera vez, y fue el mismo lugar donde le propuso mudarse juntos.

La sonrisa y la mirada de entusiasmo de HyeSung en aquel entonces todavía estaban grabadas en su memoria.

-eso era porque mientras yo me le pasaba estudiando, tú sólo tonteabas – HyeSung respondió como si estuviera hablando con un viejo amigo. No había un solo rastro de nostalgia en su voz.

Eric podía sentir que realmente los recuerdos eran parte del pasado ahora. Los dos años de separación comenzaron a pesar sobre sus hombros.

-en fin… creo que mejor vamos al tema que más importa, Yumi

Cada palabra que salía de boca de HyeSung era como un puñal que iba hundiéndose lentamente dentro del corazón de Eric. Acaso era el único que le estaba siendo difícil mantenerse sentado en ese café lleno de recuerdos? Por qué HyeSung estaba siendo tan cruel con él?

-ella y yo… - cómo se suponía que Eric debía continuar la conversación? No fue precisamente para hablar de su prometida para lo que había citado a HyeSung en ese café.

-no quiero lastimarla, pero creo que debemos decirle lo de nosotros – HyeSung era tan sincero en todas sus palabras que Eric comenzó a odiarlo. Al menos saber que en realidad estaba fingiendo sentirse bien en ese café, lo hubiera aliviado del dolor que estaba soportando.

-HyeSung… yo… - qué difícil era hablar cuando el aire se hacía escaso y todo comenzaba a girar alrededor. Se estaba asfixiando entre sus recuerdos y las palabras que había contenido por dos años.

-no quiero que Yumi mal interprete nada, ni que esto afecte su relación

“Basta Hyesung, basta! Deja de torturarme!”

El cerebro de Eric dejó de funcionar, sus ojos podían ver el rostro de su ex novio hablándole sin parar, podían ver el movimiento de sus labios y las expresiones serenas en sus ojos. Pero sus oídos habían dejado de escuchar. Por que no quería oír más sobre Yumi, no quería hablar más sobre su compromiso y su pronta boda. No lo necesitaba, no ahora y definitivamente no de HyeSung.

-Eric? Eric… estás bien?

Sus oídos finalmente se abrieron cuando oyó llamar su nombre de labios de su ex novio después de tanto tiempo. La voz de HyeSung pronunciando su nombre siempre se oyó como música a sus oídos.

-lo siento! - finalmente las palabras se deslizaron desde el interior de su pecho.

-qué?… te ocurre algo? - confundido, el rostro de HyeSung se veía preocupado observando a su ex novio.

-lo siento por lo de aquella noche… fui un idiota, no debí…

-eso ya está en el pasado, estoy bien ahora y tú te vas a casar con Yumi. Todo encajó como querías, no tienes de qué disculparte – el rostro de HyeSung era sincero, demasiado sincero que provocó nauseas en el estómago de Eric.

-HyeSung, después de esa noche yo…

-por cierto, estaba arreglando mi equipaje esta mañana y encontré esto, sé que es tarde pero pensé que lo querrías de vuelta – alzando una bolsa de papel de color café sobre la mesa, HyeSung dio el empujón final que terminó atravesando ese puñal en el corazón de Eric.

Dentro de la bolsa de papel estaban todas las cosas que Eric había dejado en el departamento que solían compartir, junto con otras pertenencias y regalos personales que había dado a HyeSung en aquellos tiempos.

-esto… - las palabras no podían salir de su boca, estaba sangrando por dentro al punto de sentir que podía perder el conocimiento en cualquier momento.

-sé que Junjin no te lo hizo fácil durante mi ausencia y me disculpo por su comportamiento. Supongo que con esto podemos cerrar al fin ese ciclo de nuestras vidas y tratar de llevarnos cordialmente por el bien de Yumi. Tengo que irme, lo siento – colocándose de pie de la mesa, dejando a un Eric completamente mudo, HyeSung abandonó el café.

-no te vayas… ese día yo… ese día… - era más difícil ahora decir las palabras que había estado ensayando por meses a la espera del retorno de su ex novio.

Sus brazos se sentían cansados como si las horas de entrenamiento diario en el gimnasio no le hubieran servido para nada, una gota de sudor resbalaba por su frente sin cuidado entre la gorra oscura que llevaba puesta y la mascarilla que cubría la parte inferior de su rostro. Ahora se lamentaba haberse ofrecido de voluntario para ayudar a Yumi a cargar la enorme planta que había llevado por toda la sección de jardinería del centro comercial. Y más se lamentaba haberse acercado a la muchacha cuando la encontró caminando sola entre los pasillos.

-listo, es todo! - anunció Yumi alegremente, luego de terminar su paseo por la sección de vinos mientras la estrella del Kpop, Lee Minwoo, la esperaba en un rincón discreto cerca de las cajas registradoras.

-acaso Eric y tú están celebrando algo? - señaló Minwoo la botella de vino en manos de la muchacha.

-es un regalo para Dongwan Oppa, por la fiesta de inauguración de su departamento – respondió Yumi casualmente, buscando su billetera dentro de su bolso.

Minwoo tenía que agradecer por la gorra y la mascarilla que llevaba puestos para no ser reconocido por ningún fan, o de lo contrario Yumi habría notado inmediatamente su rostro de sorpresa a su respuesta. Dongwan estaba teniendo una fiesta de inauguración en su departamento y no lo había invitado?

Algo dolió en el interior del pecho de la estrella del Kpop.

-así que… la planta y el vino son para Dongwan? - Minwoo ayudó a la muchacha a llevar la enorme planta hasta su auto, tentando a la vez para obtener más información.

La estrella del Kpop había pasado las últimas semanas prácticamente pegado al fotógrafo, asistiendo a varias de sus citas de trabajo con él, aprovechando la oportunidad para acercarse más y crear una relación más íntima de amistad. Pero aparentemente las cosas no estaban saliendo como esperaba. Dongwan todavía no lo consideraba ni siquiera como un amigo cercano. Enterarse de la fiesta de inauguración del fotógrafo por Yumi, había dolido mucho en el corazón de Minwoo.

-sí, no me invitaron directamente porque es una reunión solo de chicos, oí sin querer una conversación de HyeSung Oppa por teléfono y me explicó todo. Pero aún así no quiero ser descortés, así que sólo llevaré los regalos y me iré – respondió Yumi emocionada, ayudando a Minwoo a acomodar la planta en la maletera de su auto.

En realidad, Yumi tenía la intención de quedarse más de un par de minutos en la fiesta. Las imágenes de HyeSung y Dongwan juntos en una reunión tan íntima, no dejaban de rondar su cabeza y no quería esperar hasta la llegada del inicio de la semana para conocer los detalles de aquella fiesta. Sabía que estaba siendo demasiado entrometida pero no podía evitarlo, era la primera vez desde que conocía a HyeSung, que lo había visto con una actitud tan radiante luego de su reencuentro con Kim Dongwan.

-así que HyeSung irá a esa fiesta… - celos, odio y dolor empezaron a presionar contra el pecho de la estrella del Kpop.

-Junjin oppa y Andy oppa también irán, solo chicos – sonrió Yumi, dibujándose mil imágenes de lo que cuatro hombres, que no gustan de chicas, podrían hacer solos en un departamento y con mucho alcohol.

-te ayudaré hasta el departamento – ofreció Minwoo rápidamente, antes que la muchacha pudiera cerrar la puerta de su auto para emprender marcha de regreso a donde la esperaba su prometido que había amanecido enfermo. O esa era la versión de Eric.

La estrella del Kpop acompañó a Yumi hasta su departamento, alegando que tenía algo importante que discutir con Eric esa mañana y no podía seguir esperando. Muy a su pesar, Yumi accedió al pedido de Minwoo y lo dejó a solas en la habitación principal donde, aparentemente, el enfermo Eric Mun todavía estaba durmiendo, mientras ella se ocupaba en la cocina preparando una sopa para su prometido.

-yah! Levántate de ahí! Crees que no sé que estás enfermo?! Te vi ayer en ese café con HyeSung!… - las últimas palabras de Minwoo hicieron que Eric retirara las cobijas que cubrían su rostro, aterrado de que su prometida haya podido oír a su mejor amigo.

-Yumi está en la cocina – explicó Minwoo rápidamente, tomando asiento en una esquina de la cama.

-qué haces acá?… - interrogó Eric, acomodando su posición en la cama hasta quedar correctamente sentado con la espalda apoyada entre las almohadas.

-sabías que Dongwan está dando una fiesta de inauguración de su departamento hoy, y los únicos invitados son HyeSung y sus amigos? - Minwoo no se fue con rodeos y decidió ahorrarse el suspenso. Estaba desesperado por ayuda y los celos lo estaban consumiendo.

El rostro de Eric se puso rígido. Había querido olvidar todo esa mañana, refugiándose en su cama y dejando que el sueño aliviara sus pesares. No quería pensar en nada. Ni HyeSung, ni Yumi, ni el dolor que estrujaba su corazón. Y ahora Minwoo estaba devolviéndolo nuevamente a su realidad.

-pueden hacer lo que quieran… - su desinterés era falso, Eric lo sabía y así lo prefería. Quizás el dolor sea menor si fingía que todo estaba bien con su vida.

-así?… entonces quédate acá lamentándote y planeando los detalles de tu boda con Yumi, que tengas una familia “normal” y feliz. Yo voy a luchar por el hombre que amo! - Minwoo se levantó de la cama en dirección a la puerta.

-espera! A dónde vas!? - algo se encendió dentro de Eric con las palabras de Minwoo. Lo había pensado en toda la noche y aún seguía debatiéndose entre sus decisiones y qué camino tomar.

-iré con Yumi al departamento de Dongwan… - respondió Minwoo con mucha decisión y fuego en los ojos.

La mesa lucía exquisita, adornada con todos los platillos que acababan de traer los dos hombres menores que aún permanecían ocupados en la cocina, sirviendo el resto de los platillos que todavía se encontraban en los contenedores de plástico. Definitivamente había suficiente comida para compartir con el edificio entero.

-woah! Están seguros que HyeSung les dijo que seríamos solo nosotros? - bromeó Dongwan al ver la mesa del comedor llena de diversos platos.

-Andy se emocionó demasiado – respondió Junjin, ofreciendo un vaso de cerveza a manos del fotógrafo.

Dongwan y Junjin acababan de conocerse hacía unos pocos minutos atrás y, para sorpresa de Andy, los dos hombres congeniaron de maravilla. Junjin finalmente pudo dar las gracias al hombre que había ayudado a su hyung favorito, y confirmó que Kim Dongwan podría ser la persona por la que HyeSung había estado esperando.

-terminé de colocar las cortinas – el bello hombre salió de la habitación principal, sacudiendo sus manos mientras daba el alcance a los otros dos hombres que se habían sentado en la sala a beber mientras Andy terminaba de preparar la comida.

-te dije que no tenías que hacer eso… - sonrió Dongwan, alcanzando un vaso de cerveza para el bello hombre.

-no quieres ver como quedó? Vamos… - en lugar de recibir la bebida ofrecida, HyeSung estiró su mano en busca de la mano del fotógrafo.

-woah! Propuestas indecentes a esta hora del día? Qué quieres hacer conmigo en la habitación? - bromeó Dongwan en su ser natural, ganando un golpe en la de atrás de su cabeza.

-aish! Tú y tu bromas tontas – rendido y ocultando el ardor en sus mejillas, HyeSung regresó solo a la habitación, esperando que el fotógrafo lo siguiera en poco tiempo.

Y no demoró mucho para que Dongwan apareciera a sus espaldas, admirando el perfecto trabajo que había realizado en la colocación de las nuevas cortinas en su habitación. HyeSung definitivamente sabía cómo decorar un departamento. De pronto, el lugar que antes se sentía frío y solitario para el fotógrafo, empezó a tener toques que lo hacían sentirse como en casa.

-gracias por organizar todo – las palabras de Dongwan eran sinceras, acomodando una ligera sonrisa en su rostro.

-te pasaré mis honorarios más tarde – bromeó HyeSung, golpeando con su dedo pulgar sobre la frente del fotógrafo, dándole la espalda para regresar a la sala con los dos menores.

-no quieres que te pague ahora?… te puedo pagar en especias… - continuó bromeando el fotógrafo, tomando al bello hombre de la muñeca, haciéndolo retroceder en sus pasos hasta que ambos perdieron el equilibrio y terminaron cayendo sobre la cama.

-yah! Deja de bromear! - reía HyeSung mientras su cuerpo era cubierto por el bien trabajado cuerpo del fotógrafo.

-un beso por todos tus esfuerzos – el fotógrafo comenzó a besar al bello hombre en ambas mejillas, sosteniendo su rostro entre sus manos sin mucha rudeza.

-Yah! Kim Dongwan! Ya para si no quieres que te denuncie por asalto ual! - continuaba riendo HyeSung, dejando que el fotógrafo continuara besando su rostro. Hacía unos años atrás HyeSung era la persona más tímida del planeta, pero ahora, estando cerca al fotógrafo podía sentir una comodidad que ni él mismo llegaba a explicarse.

-pero solo estoy pagando tus servicios? Quieres también los intereses? - bromeando aún, el fotógrafo colocó su mano derecha sobre el cinturón del pantalón del bello hombre.

-OH POR DIOS!!

La voz femenina que invadió el espacio en la habitación, hizo que los dos hombres en la cama alzaran sus rostros sorprendidos. Y más sorprendidos aún se veían los otros cuatro hombres, cuyos ojos saltaban de sus rostros observando la posición en la que habían quedado HyeSung y Dongwan.

De alguna manera, el rostro del fotógrafo se había pegado contra el cuello del bello hombre mientras su mano seguía sosteniendo la hebilla del cinturón de su pantalón. Los brazos de HyeSung sostenían al fotógrafo por los hombros tratando de alejarlo, pero desde el punto de vista de las personas en la puerta de la habitación no lucía exactamente así.

Un sentimiento pesado invadió los interiores de Eric, sus manos se cerraron en dos puños, apretando los dientes hasta que sintió que no podía soportarlo más, dando un paso en dirección a los dos hombres que se habían quedado congelados en la cama.

-Yah! Qué están haciendo ustedes dos!? - pero antes que Eric pudiera completar su primer su paso, Junjin se acercó rápidamente a la pareja en la cama, liberando a HyeSung del agarre del fotógrafo.

-solo estábamos jugando… - rió Dongwan, acomodando su camisa que se veía desaliñada luego de sus “juegos”.

-así juegan?… - los ojos sorprendidos de Andy aún observaban horrorizados y maravillados a los dos hombres.

-Yumi, viniste! - cambiando el tema radicalmente, HyeSung se acercó a dar la bienvenida a la muchacha que fue la única que quedó decepcionada de no haber visto como terminaba el “juego” del bello hombre y el fotógrafo.

El rostro de Minwoo hervía en rabia y celos cuando HyeSung pasó por su lado acompañando a Yumi hasta la sala.

-vinieron con Yumi… - explicó Andy rápidamente, una vez que Dongwan cayó en cuenta que habían demasiadas personas en su departamento.

Lo que inicialmente se había pensado como una pequeña y muy íntima celebración, terminó siendo la fiesta más incómoda y larga de la vida de los seis hombres sentados alrededor de la mesa al centro de la sala. La única persona que estaba disfrutando de la reunión era Yumi, ignorante de todos los enredos que los seis hombres silenciaban.

En un acto de cortesía y por no querer confundir a Yumi, Dongwan se había visto casi obligado a invitar a la muchacha y sus dos acompañantes a quedarse en la fiesta. Claro, no todos los demás invitados estaban contentos con su decisión pero no podían hacer nada ya que no se trataba de su departamento. El más afectado era Junjin, que lucía como si en cualquier momento fuera a saltar a golpes sobre Eric. Era un alivio que Yumi no lo hubiera notado aún.

Y el más sereno entre todos, también, parecía ser HyeSung. La conversación anterior con Eric le había dejado un enorme alivio. Devolver las cosas que había guardado sin querer por dos años, definitivamente habían terminado por cerrar ese ciclo de su vida. Ahora se sentía más que libre y sereno, y con todas las intenciones de llevar una relación más civilizada con su ex novio.

-la comida estuvo deliciosa! Andy Oppa debería trabajar como chef en el restaurant – elogió Yumi la comida que había preparado Andy esa mañana para la fiesta, trayendo sonrisas y comodidad a la mesa que lucía tensa y silenciosa.

-llevaré los platos – Hyesung se colocó de pie, empezando a recolectar todos los platos vacíos bajo la mirada intensa de todos los hombres en la mesa.

Minwoo no podía ocultar los celos en su rostro al ver como la mirada de Dongwan seguía con un brillo especial todos los movimientos del bello hombre, y como HyeSung se movía por todo el departamento como si fuera el suyo. La estrella del Kpop estaba seguro que sólo habían pasado un par de semanas desde que HyeSung y Dongwan se habían reencontrado, cómo es que HyeSung había tomado tanta confianza en las pocas veces que se había visto con el fotógrafo?. Los celos consumían a Minwoo a un punto que ya no le era soportable.

-te ayudaré! - quizás para alivio de los hombres restantes alrededor de la mesa, Yumi también se colocó de pie, acompañando al bello hombre hasta la cocina.

Y fue cuando sucedió en tan solo un parpadear.

-lárgate de aquí, maldito bastardo! - Junjin no dejó pasar la oportunidad, deslizando la parte superior de su cuerpo sobre la mesa, tomando a Eric fuertemente por el cuello de su camisa.

-qué estás haciendo? Suéltalo!

-jinnie cálmate!

-suéltalo, idiota!

Las reacciones no se hicieron esperar, asustados todos de que Yumi pudiera oír o ver la discusión. Para alivio de todos, la muchacha parecía entretenida en la preparación de algún postre junto con HyeSung en la cocina.

-tú y tu amiguito, lárguense! - la fuerza de Junjin no era broma, ni Dongwan ni Andy podían lograr que sus manos deshicieran el agarre sobre el CEO de M Rizing.

-tú… fuiste tú… fuiste tú! - los ojos de Eric se abrieron como si algo lo hubiera poseído, aumentando la tensión en la mesa.

-ustedes dos, cálmense! HyeSung y Yumi van a volver en cualquier momento! - Dongwan tuvo que intervenir en medio de los dos hombres que estaban a punto de iniciar una pelea a golpes.

-Eric, ya! No hagas una escena con Yumi aquí! - Minwoo se unió en apoyo a Dongwan, sujetando a Eric por los hombros, haciendo que regresara a su posición original alrededor de la mesa.

-Jinnie, este no es el momento, por favor… - los ojos suplicantes de Andy hicieron que Junjin soltara al CEO de M Rizing, reacomodándose también en su lugar.

HyeSung y Yumi no demoraron en retornar a la mesa, sintiendo la tensión que reinaba entre los cuatro hombres. El resto de la tarde fue casi silenciosa e incómoda. Ni Eric ni Minwoo se rehusaban a abandonar la fiesta, aunque todo lo que habían hecho era permanecer sentados en el sofá bebiendo cerveza mientras los demás trataban de sostener una conversación amigable.

-gracias por venir – Dongwan dio un ligero y breve abrazo a Yumi, despidiendo también al resto de los invitados.

Ya era casi la medianoche y era hora de terminar la fiesta.

-fue muy divertido – sonrió Yumi, tomando la mano de su prometido, disponiéndose a abandonar el departamento del fotógrafo.

Andy y Junjin fueron los siguientes en despedirse, pactando una breve visita al día siguiente.

-te veré el lunes… - Minwoo tomó la mano ofrecida por el fotógrafo, transformando el amistoso apretón de manos en un fuerte abrazo.

Más de uno de los hombres presentes se quedó sorprendido por el gesto de la estrella del Kpop.

-hyung, no vienes? - llamó Junjin desde fuera del departamento, esperando porque HyeSung también saliera.

-me quedaré un rato más a ayudar a limpiar… - respondió HyeSung serenamente, llamando la atención de los dos hombres que ya se encontraban dentro del ascensor.

Fue muy tarde para que Eric y Minwoo pudieran reaccionar, cuando las puertas del ascensor se cerraron frente a sus ojos.

El viaje en el ascensor hasta el estacionamiento se había sentido muy largo. La cabeza de Eric no dejaba de dar vueltas en la escena que había presenciado a su arribo al departamento del fotógrafo. Hace unos años era él la única persona que podía tocar tan íntimamente a Shin HyeSung. Su ex novio era tan tímido y de pronto, su imagen sonriente y cómoda en los brazos de Kim Dongwan hacían que los nervios de Eric estuvieran a punto de estallar.

Qué le estaba pasando? Por qué se estaba sintiendo así?

“… eso ya está en el pasado, estoy bien ahora y tú te vas a casar con Yumi. Todo encajó como querías”

“Supongo que con esto podemos cerrar al fin ese ciclo de nuestras vidas … “

Como seguían doliendo esas palabras. HyeSung lo había dado todo por enterrado y olvidado. Pero Eric quería hacer lo mismo? Después de esperar dos años para decir las palabras que tenía atoradas en su corazón?

-Minwoo lleva a Yumi a casa de sus padres – Eric sorprendió a su mejor amigo y a su prometida, entregando al pequeño hombre las llaves de su auto, dando la vuelta de regreso a los ascensores sin hacer caso a los llamados de Minwoo o de Yumi.

Ni él mismo tenía idea de lo que estaba haciendo.

Las piernas de Eric temblaron cuando el ascensor regresó al piso donde se encontraba el departamento de Kim Dongwan. Había actuado por impulso hacía unos minutos atrás y ahora no sabía cómo explicar su retorno. Ni siquiera sabía si debía tocar el timbre o dar la vuelta e ir a su departamento. Casi dos horas pasaron en medio de su debate, terminando sentado en el frío piso con las manos cubriendo su rostro. HyeSung tenía que salir en cualquier momento no?. Qué se supone que iba a decir cuando lo viera? Qué era lo que quería decirle realmente?

Cinco años de su vida los había pasado alegremente, rodeado de tanto amor que incluso comenzó a abrumarlo y lo llevó a tomar la peor decisión de toda su vida. Sí, amaba tanto a HyeSung que no podía ver su vida sin él. Pero al mismo tiempo, su visión borrosa del futuro se veía incompleta, llena de lágrimas y desdichas. Qué más podía hacer?

-Eric?… qué haces acá? - los nervios regresaron a Eric cuando sus oídos oyeron el canto de la voz de su ex novio.

HyeSung observaba a Eric completamente sorprendido y confundido, se suponía que ya todos se habían despedido hacía un par de horas.

-yo… - la garganta de Eric estaba trabada. Qué debía decir? Cómo iba a explicar su presencia a esa hora de la madrugada? Por qué sus impulsos lo habían hecho regresar?

-HyeSungie! Ya está lista cama! - la voz del fotógrafo desde el interior del departamento hizo que varias preguntas se aclararan en la cabeza de Eric.

En su mano derecha, HyeSung llevaba una enorme bolsa color negro. No tenía puesta su chaqueta y mucho menos lucía como si ya estuviera listo para ir a casa. Era obvio que solo había salido para botar la basura y luego regresaría, probablemente, a pasar la noche en el departamento de Kim Dongwan.

Los impulsos dentro de Eric se descontrolaron. Había pasado dos años esperando, fingiendo jugar el papel del novio perfecto pero esperando en el fondo de su corazón. Si HyeSung había regresado a su vida, era por alguna razón no?. Era por que quizás aún podría tener una nueva oportunidad para redimirse?

Era porque ya no podía seguir callándolo. Ya no. Lo había amado por cinco años. Y aún lo amaba.

-Eric?… estás bien? Te pasa algo?…. - el rostro confundido de HyeSung entró en shock, cuando las enormes manos de su ex novio tomaron su rostro firmemente, juntando sus labios de una manera tan fuerte que una esquina empezó a sangrar inmediatamente. La bolsa de basura que llevaba en la mano derecha cayó al suelo haciendo un eco sonoro.

Los impulsos de Eric habían actuado por cuenta propia. Ya nada le importaba, ni su compromiso con Yumi ni la reacción de sus padres. Sólo quería hacer algo que realmente deseaba por primera vez en tanto tiempo. Y cómo había deseado a HyeSung en todo ese lapso de ausencia. Sus manos continuaban apretando el rostro de su ex novio, resistiéndose a la pelea que éste estaba dando por su libertad. HyeSung empujaba con fuerza contra sus hombros pero Eric no se daría por vencido, le haría saber con ese solo beso todo lo que lo había extrañado y sus deseos de tenerlo de regreso.

-yah! Qué estás haciendo!! - llamado por el ruido de botellas quebrándose, proveniente de la puerta del departamento, Dongwan había abandonado su habitación para encontrarse con la escena frente a sus ojos.

-suéltame imbécil! - Eric dio un golpe al aire cuando las manos del fotógrafo lograron separarlo del bello hombre, quien tambaleó unos pasos hasta apoyarse en la puerta.

-Eric! - llamó HyeSung aún mareado, colocando un brazo alrededor del torso del fotógrafo, interviniendo entre los dos hombres que se lanzaban fuego con la mirada.

-estás comprometido con Yumi! Lárgate de aquí! - Dongwan se veía visiblemente enojado, siendo su único consuelo el agarre que el bello aún tenía en él.

-no vas a tenerlo, tú no! - la rabia de Eric iba en aumento, ver a HyeSung defender al fotógrafo no ayudaba en nada a calmarlo.

-Eric estás ebrio! Vete a casa! Vete! - HyeSung dejó ir a Dongwan, enfrentándose cara a cara con su ex novio. Su rostro también se veía enojado. Una expresión que Eric nunca antes había visto en él.

Las palabras volvieron a abandonar la garganta del CEO de M Rizing, era como si HyeSung le hubiera lanzado un hechizo que le impedía moverse y solo observar mientras ingresaba de regreso al departamento de la mano de Kim Dongwan.

Si Shin HyeSung y Kim Dongwan pensaron que lo que había ocurrido esa madrugada con Eric, sería solo un incidente producto de una borrachera que quedaría enterrado en sus recuerdos, no tenían idea de lo que enfrentarían más tarde.

“Estuve llamándote todo el día pero tu teléfono sigue apagado. Unos reporteros coreanos se enteraron de tu estadía en la ciudad y quieren entrevistarte por el reciente premio que te otorgó el departamento de artes en Stockolmo. No lo sabías? Te dieron el premio a mejor fotografía por tu última exposición. La prensa coreana está loca por contactarte. El jefe nos autorizó a darles algunas fotografías para un artículo que harán sobre ti y la exposición que diste por Europa. Llámame cuando leas este correo, la prensa todavía quiere hacerte una entrevista personal. Ah! También estuvieron preguntando por el modelo de la exposición, pero no te preocupes, respeté el acuerdo de privacidad del que nos hablaste”

Todo eso estaba escrito en el correo que esperaba ser leído en la bandeja de entrada del correo personal del fotógrafo Kim Dongwan, quien tendría que esperar al inicio de la semana para revisar todos sus correos importantes.