A/N: Este es el penúltimo capítulo, gracias por su apoyo y por continuar leyendo esta historia. Ha sido muy difcícil elegir un final, hasta ahora sigo debatiendo qué hacer... pero veamos como se va desarrollando el último capítulo y tomaré mi decisión final.

Espero tener el próximo capítulo la siguiente semana, de lo contrario, tenga mis disculpas de antemano.

Cuídense mucho en estos días, tomen todas sus precauciones y quédense en casita leyendo fics XD

-gracias por todo Sra. Kim, la comida estuvo deliciosa… - con una sonrisa en sus labios y una mirada dulce y sincera, el bello hombre sentado del lado derecho de la mesa del comedor de la familia Kim, se dirigió a la dueña de casa, quien respondió con otra sonrisa y un ligero rubor en las mejillas.

Muy temprano esa mañana y tal y como lo había prometido el día anterior, vía mensaje de texto a su novio, HyeSung recogió a Dongwan de su departamento, embarcándose en un largo viaje de poco más de tres horas con rumbo a la casa de los padres de éste. Era el cumpleaños número 60 de la madre de Dongwan, y la familia lo quería celebrar íntimamente con una pequeña comida con el hijo que había extrañado por largos años. Era una ocasión también para que Dongwan pudiera despedirse de sus padres, ya que su regresó a Canadá estaba cada vez más cerca.

-quieres dar una vuelta por el lago? Papá y mamá irán a pasar la tarde con unos amigos… - ofreció el fotógrafo a su novio, tomando su chaqueta del interior del viejo armario, ubicado en la que solía ser su habitación y que ahora compartía con HyeSung por el resto del fin de semana.

El viaje había sido largo, más largo de lo que cualquiera de los dos se esperaba; y más largo aún fue el silencio que los invadió por casi todo el camino. Dongwan no quería mencionar a HyeSung la historia que ya conocía, sabía que Junjin ya había hablado con él y no necesitaba un resumen; mas sí necesitaba una respuesta conclusa por parte del bello hombre.

Abordar el tema era complicado, sobretodo porque el fotógrafo no quería sentir como si se estuviese inmiscuyendo en los asuntos privados de su novio. HyeSung por su lado, aún debatía dentro de si mismo, qué era lo que en verdad quería hacer de ahora en adelante. Su encuentro el día anterior con Eric, lo había afectado más de lo que hubiese deseado.

-venía a pescar aquí con mi padre, cuando era niño. Este sitio me trae buenos recuerdos – Dongwan aspiró el aire puro en el ambiente, disfrutando luego con los ojos muy abiertos, la maravillosa y resplandeciente vista del lago frente a sus ojos. La tarde caía y los rayos del sol hacían brillar el azul del agua en un resplandor como si fuera diamantes.

HyeSung sonrió con la mirada baja, sus pensamientos seguían revoloteando en su cabeza.

-recuerdo que la última vez mi anzuelo quedó atrapado en mi pantalón… mi padre era un experto, pero la pesca nunca fue lo mío – Dongwan rió para si mismo, reviviendo cada uno de los recuerdos de su infancia. Había veces que la soledad de su departamento en Canadá, lo hacía extrañar con extrema locura la casa de sus padres. Sus años de infancia fueron los mejores, y mejor aún fue, el día que le dio la noticia a sus padres sobre sus deseos de partir de casa y hacer su propio camino; y éstos aceptaron, despidiéndolo con una sonrisa.

-Junjin me dijo que fuiste a su departamento… - HyeSung dirigió sus primeras palabras luego de varios minutos de monólogo de su novio, y un apretado debate con los pensamientos que no dejaban de girar en su cabeza.

Dongwan esbozó un pequeña sonrisa, preparándose para una larga conversación con su novio. Todo el camino a casa de su madre, el fotógrafo se había planteado los diferentes escenarios que podrían desarrollarse en aquella tarde. Salir de todo eso tranquilo y sin arrepentimientos, era uno de los más seguros.

-no quiero pensar en el pasado… todo es tan confuso. Pude haber corrido de regreso al lado del Eric del pasado; pero el Eric del presente me demostró un lado que no creí que existía en él. Esa obsesión, ese sentimiento de posesión, la crueldad con la que trató a Yumi… jamás pensé que Eric fuera una de esas personas… - las palabras de HyeSung salían como si estuviera reflexionando consigo mismo. Todo el peso que había estado cargando desde que Junjin abandonó su departamento, comenzó a liberarse mientras su mirada se fijaba en el resplandor del agua en el lago. Dongwan le había dicho que ese era su lugar favorito para ahogar sus penas y liberar sus pensamientos, como si fuera un lugar mágico que te liberaba de todas las cargas de tu corazón.

Y era eso mismo lo que HyeSung estaba sintiendo en ese instante; cómo la magia de aquel lugar lo iba liberando.

-qué vas hacer… mi regreso a Canadá está programado para la próxima semana – Dongwan no quería presionar a su novio, pero necesitaba una respuesta. Su vida era tan simple antes de regresar a Corea y quería esa paz de regreso.

El bello hombre cerró los ojos, recordando rápidamente cada momento vivido al lado de su ex-novio; la primera vez que lo vio en aquel café, su primer beso, la primera cita juntos, el día que se mudaron juntos a su departamento, los días en los que Eric comenzó a mostrar un comportamiento frío y distante, aquella cena que cambió todo en su vida.

HyeSung aún quería saber, realmente, por qué; aunque ya no era tan importante a este punto.

-no quiero ser un cobarde que huye de su pasado… - los ojos de HyeSung se fijaron en el rostro sereno de su novio.

Dongwan trataba de leer entre líneas y descartar todos los escenarios pendientes que se había imaginado camino a casa. Si todo iba a terminar en ese instante, al menos el fotógrafo estaba preparado para decir adiós y desearle la mejor de las suertes a su novio. Su orgullo y forma de vida, no le permitiría vivir con arrepentimientos.

-… pero siento que aquí ya no hay nada para mi

Las palabras finales del bello hombre, trajeron un rayo de esperanza al corazón del fotógrafo.

-no había querido hablar de esto con nadie, pero tengo que ser justo contigo. El restaurante piensa abrir una cadena internacional en Frankfurt…

Dongwan no se esperaba este tipo de escenario. Definitivamente no estaba entre sus posibilidades.

-entonces esto es todo… - el fotógrafo sonrió, aunque por dentro una parte de él se sentía decepcionada. Conocer a HyeSung fue una experiencia que lo llevó a cuestionarse muchos de sus principios. Al menos estaba agradecido que gracias a él, había explorado ese lado de sus sentimientos que no creyó podrían existir en él.

-no dije que acepté… y después de pensarlo mucho, tampoco quiero aceptarlo – los ojos de HyeSung se mantenían fijos en la mirada del fotógrafo, buscando una señal, una respuesta, algo que le hiciera tener una revelación y detener los pensamientos que formaban una tormenta en su cabeza.

-sea lo que sea que decidas, piensa en lo que sea mejor para ti… salir de Corea no te hará un cobarde, solo buscar un mejor futuro para ti, porque te lo mereces… - Dongwan mostró su mejor sonrisa sincera, reafirmando sus principios. No habría arrepentimientos el día que tomara el vuelo de regreso a Canadá.

HyeSung también sonrió, terminando de liberar toda esa carga que lo atormentaba. Finalmente la tormenta se había detenido.

-volvamos a Canadá…

Un resoplido escapó de sus labios, presionando con ligereza el teléfono celular que sujetaba en su mano derecha. Era la quinta llamada del día y aún no obtenía ninguna respuesta. Su otra mano temblaba, conteniendo toda la impotencia con la que había estado viviendo los recientes días. Tan solo necesitaba oír su voz, saber que todo estaba bien y había una esperanza de ser perdonado.

-ya quita esa cara, hyung está bien – Andy ingresó a la sala, dejando sobre la mesa en el centro un fresco recipiente de ensalada de vfrutas en el que había estado trabajando en la cocina.

-todavía no responde mis llamadas… - la voz de Junjin se oía lamentable, era muy tarde para arrepentimientos y la culpa lo estaba consumiendo.

-Dongwannie hyung dijo que todo estaba bien, pasarán el fin de semana en casa de su madre – Andy hizo un nuevo intento por tranquilizar a su novio, sentándose del lado derecho del sofá, donde Junjin llevaba casi dos horas tratando de comunicarse con su hyung favorito.

Junjin bajó la mirada hasta la punta de sus pies, exhalando nuevamente antes de regresar su atención en el adorable rostro de su novio.

-sé que está bien, pero eso no es lo que más me preocupa… - los ojos de Junjin comenzaban a quebrarse. HyeSung no era una persona de guardar rencores; ni antes de volar a Canadá, ni aún después de su inimaginable cambio. Atormentaba a Junjin, pensar que él podría ser la primera persona en experimentar tan doloroso sentimiento por parte de su hyung favorito.

Andy se deslizó sobre el sofá, cubriendo la mano temblorosa de su novio con una de sus manos.

-dale tiempo… no fue fácil para él superar a Eric Mun, ahora todo es como si hubiese retrocedido en el pasado -las palabras de consuelo de Andy no podían hacer mucho por Junjin, pero al menos era agradable tenerlo a su lado.

Junjin dio su último resoplido del día, recostándose sobre el sofá, acomodando su cabeza en el regazo de su novio, quien inmediatamente comenzó a acariciar su cabello. Sí, quizás lo mejor era darle tiempo a HyeSung y esperar por su perdón.

-por cierto… hace unos días estuvo por la productora Lee Minwoo… - Andy fue despacio, deteniendo sus palabras para fijar su mirada en el rostro inquieto de su novio.

La expresión de Junjin se endureció, Minwoo y Eric eran como dos fantasmas en su vida, que no dejaban de atormentarlo cada vez que sus nombres eran mencionados. Junjin esperaba que lo que sea que Andy fuera a decir a continuación, no fuera otro golpe con el que tuviera que tratar en ese día.

-… discutimos un poco sobre HyeSung hyung y Eric-ssi, y la situación llegó a tanto que en un punto él mencionó algo que me dejó un poco inquieto… - nuevamente Andy hizo una pausa para observar las reacciones de su novio. Todavía estaba muy fresca en su cabeza cada palabra de la discusión con Minwoo, pero siendo la persona sensata que era, había decidido dar unos días de gracia a su novio, para luego invadirlo con la pregunta que lo estaba inquietando desde aquel día en la productora.

Junjin desvió la mirada, por unos segundos, en el rostro de su novio, tratando rápidamente de adivinar qué era lo que Minwoo pudo haber dicho que afectara a Andy de tal manera.

-… él dijo que ustedes estuvieron saliendo… - Andy trató de guardar un tono de voz neutro, no queriendo darle mucha importancia al tema, pero las palabras no habían salido como se lo esperaba.

Los ojos de Junjin incrementaron su tamaño, siendo tomado completamente por sorpresa. Su relación con Minwoo había sido tan efímera, que no esperaba que ninguno de los dos tuviera recuerdos de aquello.

-qué más te dijo? - Junjin se levantó del regazo de su novio, sentándose en el sofá con una distancia considerable.

-solo eso… por qué nunca me lo habías dicho? - esta vez Andy ya no trató de ocultar sus celos. Desde el inicio de su relación, Junjin y Andy se habían contado cada secreto de sus vidas, tratando de cimentar su relación en verdad y transparencia. La confesión de Minwoo había cambiado un poco las reglas.

Junjin se mordió los labios, sintiendo como algo en su cabeza empezaba a martillear; definitivamente Eric y Minwoo eran dos molestias que aún seguía arrastrando en cada parte de su vida.

-no fue tan importante para ninguno de los dos… HyeSung hyung quería que conociera al mejor amigo de ese bastardo, nos reunimos en un club, congeniamos un poco, bebimos casi toda la noche y al día siguiente amanecimos juntos… - esta vez fue el turno de Junjin de hacer una pausa a su relato para revisar la reacción de su novio, que lo observaba con el rostro sereno, esperando por la continuación de la historia.

-… como las cosas llegaron a ese punto, decidimos intentarlo; pero no pasamos de las tres citas… parecía que sin la magia del alcohol, la química entre nosotros no funcionaba. No fue nada serio, cuando pasó lo de HyeSung hyung, enterré todo lo que tuviera que ver con ese imbécil de Eric Mun y su amiguito… - Junjin concluyó su historia con un sabor amargo en los labios.

Andy guardó silencio, analizando todo lo dicho por su novio. Pero aún había algo más que le intrigaba sobre aquella discusión que Lee Minwoo.

-sabías que Lee Minwoo está enamorado de Dongwan hyung?

El cambio brusco de tema causó una gran conmoción en Junjin.

El fin de semana pasó tan rápido entre cielo azul de la ciudad y las voces de entusiasmadas jovencitas, esperando con ansiedad detrás de la barrera de metal construida por la estación de televisión, para evitar posibles accidentes con las tan deseadas estrellas de Kpop que comenzaban a desfilar por la entrada principal del edificio.

Era un día frío pese a la estación, pero eso no menguaba el entusiasmo y éxtasis de las jóvenes que vitoreaban a viva voz los nombres de sus idols favoritos.

Y de entre uno de esos autos de color oscuro, Lee Minwoo, la consagrada estrella de Kpop, descendió cubriendo su rostro con una máscara y lentes oscuros. Los flashes de las cámaras fotográficas comenzaron a dispararse, haciendo Minwoo su mejor esfuerzo por no decepcionar a ninguna de sus fanáticas, quienes habían esperado desde altas horas de la madrugada.

-el primer ensayo será dentro de una hora, luego iremos al salón para que te maquillen y arreglen el cabello, el resto del día puedes descansar, hoy sólo será una emisión en vivo – Jonghee, dio las instrucciones al cantante, mientras éste terminaba de acomodar sus pertenencias en el camerino que le había sido designado.

-fuiste nominado para el primer lugar, felicidades – la voz de Eric se hizo oír desde la puerta del camerino, vestido en un cómodo pantalón deportivo de color gris, combinado con una sudadera de color rojo, sosteniendo en su mano derecha un ipad. Era una vista poco común del CEO de M Rizing. Eric se veía muy cómodo para alguien de su posición.

-era de esperarse, no? Kiss it away ha liderado las listas por todo el fin de semana – respondió Minwoo con una sonrisa de orgullo, mientras miembros del staff comenzaban a colocarle los auriculares para dar inicio a su turno de ensayo sobre el escenario.

Eric y el resto de accionistas y agregados de M Rizing estaban más que satisfechos con los resultados del nuevo lanzamiento. El nuevo disco de Minwoo había liderado las listas desde su liberación, el MV había sobrepasado los 10 millones de vistas y los números en ventas físicas seguían creciendo considerablemente cada día. Era mucho más de lo que todos se habían esperado. Si lograban mantener ese ritmo, probablemente Minwoo se posicionaría como una renombrada estrella en la historia del Kpop. Y quizás, el sueño de expander su música a otros continentes, podría hacerse realidad.

-MOCOSOS ESTUPIDOS! SON UNOS INUTILES! BUENOS PARA NADA - la voz enérgica retumbó por todos los pasillos de la estación televisora.

Una voz que Eric y Minwoo conocían muy bien.

-qué creen que están haciendo?!! Creen que van a llegar al primer lugar con esa mediocridad?! - el exabrupto del veterano hombre había llamado espectadores, que quedaron con la boca abierta, observando como el maduro hombre golpeaba con una fina vara de madera en las piernas de los muchachos, que acababan de finalizar su ensayo en el escenario.

Los fantasmas del pasado de Minwoo lo congelaron, fijando su mirada en el rostro enervado del maduro hombre.

-malditos mocosos! Saben cuánto dinero me están costando!! - el hombre elevó una vez más la vara de madera en su mano derecha, pero esta vez su rabia fue detenida en el aire, gracias a la presión ejercida en su muñeca.

Im So Man quedó con los abiertos, observando el rostro firme y sereno del hombre que seguía sujetando su muñeca.

-no cree que ya ha hecho demasiado espectáculo? - la voz de Eric era calmada, aunque sus ojos comenzaban a evidenciar toda la rabia y repugnancia que sentía por aquel hombre.

-tú no te metas! Ve a cuidar de tu estrellita… - So Man se soltó del agarre de Eric, disponiéndose a arremeter nuevamente contra sus muchachos, pero esta vez fue detenido por personal de la televisora, que le recordó que ese tipo de comportamiento estaba totalmente prohibido dentro de sus instalaciones.

Los muchachos fueron escoltados rápidamente a su camerino, entre lágrimas y un silencio que hacía que cualquiera sintiera lástima por ellos. So Man pudo ser detenido en la televisora, pero nada salvaría a los pobres chicos, una vez que regresaran a las oficinas de su agencia.

-sabe que pueden denunciarlo por este tipo de comportamiento – volvió a hablar Eric, deteniendo los pasos de So Man, que se disponía a ir detrás de sus muchachos.

-… a diferencia tuya, mocoso, llevó años en esta industria, sé lo que hay que hacer para crear estrellas sin importar el costo – el maduro hombre se colocó solo a centímetros del CEO de M Rizing, casi susurrando con rabia sus palabras.

Minwoo sintió que el corazón se le quería salir del pecho. Aquel hombre había sido muy cruel con él cuando abandonó su agencia. El cantante solo podía imaginarse cuántos muchachos más habían caído en la misma suerte.

-basta Eric, este sujeto no vale la pena – ni el mismo Minwoo supo de dónde sacó el valor para acercarse a su mejor amigo, tirando ligeramente de su brazo, alejándolo de la presencia despreciable del maduro hombre.

-felicidades por tu primer lugar, “estrellita” - habló en hombre en voz alta, con un evidente tono irónico.

-felicidades a usted, porque algún día logrará que su agencia quede hundida en la nada… - los ojos de Minwoo escupían fuego, cuando sus pasos, una vez más sin saber cómo, enfrentaron directamente al maduro hombre.

So Man apretó los puños, reconociendo la presencia del personal de seguridad de la televisora; con su orgullo roto y miles de palabras y maldiciones para los dos hombres en el pasillo, el maduro hombre retrocedió sus pasos, desapareciendo dentro de uno de los camerinos al final del pasillo.

-algún día ese sujeto va pagar por todo lo que hace… - habló Minwoo para sí mismo, retornando luego su atención en su mejor amigo, quien lo observaba completamente deleitado.

-es la primera vez que vences tu pánico y confrontas a ese hombre… - remarcó Eric.

El aroma de café caliente recién hecho, invadió todo el espacio en la modesta oficina. Del lado izquierdo de su escritorio, una pila de archivos y documentos por revisar, lo esperaban luego de un fin de semana que se había hecho largo y placentero. Revisó las notas pegadas sobre la pantalla de su computador, anotando mentalmente cada una de las citas que ya comenzaban a llenar su agenda semanal.

Pocos días lo separaban de su último día de trabajo en aquella oficina. HyeSung no había querido hablar con nadie sobre la propuesta que había recibido varias semanas atrás, en un inicio porque no pensaba tomarla, y luego sencillamente porque comenzó a considerarlo. Después de la partida de Yumi y la confesión que ésta le hizo en la estación de buses, el bello hombre había llegado a la conclusión que era mejor partir.

Ya estaba cansado de todo el alboroto que Eric Mun estaba causando en su vida.

-creo que vas a necesitar ayuda con eso… - la dulce y melódica voz, llamó la atención del hombre, sentado en su escritorio, iluminándose su rostro al reconocer la brillante sonrisa de Yumi.

-por qué no me avisaste que ya estabas de regreso? - fue lo primero que pudo decir HyeSung, recibiendo a su adorada amiga en un cálido abrazo.

-llegué ayer en la noche, recibí una llamada del director general, dijo que esta era tu última semana en el restaurante. Es cierto? - la voz de Yumi dejó un trazo de tristeza, cuando sus ojos se fijaron en el rostro serio de su mejor amigo.

-voy a regresar a Canadá con Dongwan – respondió HyeSung naturalmente, ofreciendo la silla delante de su escritorio a la muchacha, yendo luego por una taza de café para ella.

Yumi no pudo ocultar su asombro ante las nuevas noticias, esperaba que HyeSung reflexionara sobre su relación con Eric, luego de aquella confesión que le costó mucho trabajo hacer.

-Eric oppa fue a buscarte ese día, hace años… como tú lo querías – las palabras se deslizaron por labios de la muchacha, quizás esperando en el fondo, encontrar alguna razón para retener a su mejor amigo en Corea.

Yumi adoraba a HyeSung como si fuera un hermano mayor, nadie más la comprendía como él y su apoyo en cada circunstancia había sido de vital importancia. Separarse de él atemorizaba a Yumi.

-lo sé… Junjin me dijo todo hace unos días – la respuesta de HyeSung fue serena, colocando la taza de café sobre su escritorio.

Yumi observó al bello hombre con muchas expectativas. Si HyeSung ya sabía todo, que no era esa razón suficiente para quedarse en Corea? Por qué había sonado tan firme al decir que partiría a Canadá?

-mi historia con Eric terminó hace años, no importa lo que ocurrió en el pasado… de todos modos yo lo olvidé y no hay nada que me pueda forzar a revivir esos sentimientos – HyeSung leyó las interrogantes en los ojos de la muchacha, sincerándose por primera vez con alguien, luego de días de pelear con sus pensamientos.

Su decisión no había sido fácil de tomar, pero HyeSung estaba seguro que era lo mejor para él; se merecía una vida tranquila con alguien que lo hiciera sentir seguro de sí mismo y en quien confiara completamente.

Yumi sintió la decepción en su interior, imaginarse sola en ese mundo que la observaría con lástima no parecía un buen futuro para ella. Pero tampoco podía ser egoísta y oponerse a la resolución de su mejor amigo, conocía su historia completa y en el fondo estaba de acuerdo, HyeSung merecía una vida tranquila y darle un final definitivo a su pasado.

-me vas hacer falta… esperaba que todo fuera como antes a mi regreso, tú, yo, trabajando juntos, yendo a beber una copa luego del trabajo… - un suspiro melancólico escapó desde el interior de Yumi, bajando la mirada sobre la mesa del escritorio.

-todavía tenemos el resto de la semana para trabajar juntos, hay mucho que tengo que enseñarte… y de lo otro, por que no vamos a beber algo más tarde? - sonrió HyeSung, tratando de levantar el alicaído ánimo de su mejor amiga.

Yumi respondió la sonrisa con una expresión dulce en sus ojos, sonriendo luego al ver cuán relajado se encontraba el bello hombre. Después de días intensos luchando con el fantasma de su ex-novio, HyeSung por fin se veía liberado de toda carga.

-bien, está hecho entonces, comencemos revisando estos documentos… - HyeSung no perdió más tiempo, alcanzando la mitad de la pila de papeles sobre su escritorio a su mejor amiga.

Ante la partida del que había sido uno de sus mejores administradores, las cabezas principales del restaurante Six Myth, habían decidido que la mejor opción para ocupar el lugar de HyeSung, era nada más y nada menos que Yumi. Claro que HyeSung también tuvo que ver en la elección, recomendando arduamente a su mejor amiga para el cargo.

Ahora, HyeSung tenía sólo cinco días para instruir a Yumi en todas las obligaciones y procedimientos que él mismo había aprendido dos años atrás.

“y el primer lugar esta semana es para… LEE MINWOO!!!”

Eric sonrió complacido, oyendo los frenéticos vítores de las entusiasmadas fans que no dejaban de cantar el nombre de Minwoo. Todo el personal de M Rizing había dedicado mucho tiempo al trabajo de ese disco, y Eric sabía que solo sería el principio de más éxitos por venir.

-hyung! Lo viste? Minwoo ganó el primer lugar!

La voz de Yonghee ingresó por el altavoz de su teléfono celular, no perdiendo el contacto con el camino que tenía por delante.

-acabo de oírlo, dile a ese bastardo que esa no es razón para que vaya a beber más tarde; mañana tiene otra presentación – el ánimo del CEO se iluminó, atreviéndose a bromear con el manager después de mucho tiempo.

Exactamente cuándo había sido la última vez que Eric dejó mostrar su buen humor?… incluso para él era muy extraño sentirse de esa manera.

Finalmente su vehículo en el estacionamiento de su viejo edificio, nuevamente tomando cuentas de cuándo había sido la última vez que visitó aquel departamento sin estar ebrio o traer varias botellas de licor consigo.

-es raro verlo sonriente Eric-ssi, ah! Felicidades! Mi hija me dijo que Lee Minwoo-ssi ganó hoy el primer lugar – una de las vecinas lo saludó en el pasadizo mientras se dirigía a su viejo departamento. Eric contestó con una amable sonrisa y una breve reverencia.

El código de ingreso siempre había sido el mismo desde la última vez que, por razones de seguridad, su novio en aquel entonces decidió cambiarlo. Eric nunca se atrevió a modificar la combinación, con las esperanzas que cuando HyeSung decidiera regresar, las puertas de ese departamento todavía estuvieran abiertas para él.

Quizás ahora la figura había cambiado un poco, pero Eric aún no se atrevía a tocar esos números.

Sus ojos pasearon por toda la extensión del departamento, trayendo viejos recuerdos en los que ambos eran felices.

“qué te parece?”

“me encanta!”

“están seguros que quieren vivir en este lugar?”

“dónde quieres que ponga estos cuadros?”

“felicidades por el nuevo departamento!”

“Eric Mun! Es tu turno de lavar los platos! No te hagas el dormido!”

“vas a arruinar el sofá, mejor vamos a la habitación”

“Feliz Navidad! Te compré un regalo!”

“Mira! Desde acá se puede ver el nuevo edificio que están construyendo!”

“amo ver la lluvia contigo”

“Qué hora es?… te calentaré la cena”

“HyeSungie te amo, no quiero dejarte ir nunca”

“… quisiera… quisiera ser como la pareja Hwang…”

Sus pasos se detuvieron frente a la puerta que no había sido abierta en años. Al principio Eric creyó que no soportaría volver a toparse con la imagen de esa habitación medio vacía. La vista solo lo hacía retorcerse aún más en su error.

Y todo era exactamente como aquella última vez; las gavetas del tocador completamente vacías a medio abrir, la puerta derecha del armario aún abierta, mostrando los colgadores de metal vacíos, algunos esparcidos en el piso y sobre la cama.

Su cabeza le jugó una mala pasada, mostrándole las posibles imágenes del hombre que entró a su departamento y se llevó todo lo que pudo de esa habitación, mientras él se encontraba aún en su auto, estacionado frente a la casa de sus padres y sin el valor para enfrentarlos. Porque no podía simplemente decirles que lo había terminado por el bien de todos, cuando él se sentía como el ser más miserable del planeta.

-hola?… Sr. Mun?… hay alguien aquí? - una voz femenina en tono bajo, se hizo oír desde la sala. Eric no demoró mucho en despertar de sus fantasías e ir al encuentro de la mujer que lo estaba esperando.

-Srta. Yoon, lo siento, estaba revisando que todo estuviera bien – saludó Eric a la mujer, extendiendo una mano amigable.

-la puerta estaba abierta… discúlpeme si lo interrumpí – respondió la mujer, dando una vista detallada por cada rincón del lugar.

-no es gran cosa, usted cree que haya alguien interesado? - llamó Eric la atención de la mujer, deteniendo sus pasos cuando ésta se disponía a ir más allá del pasillo que daba a las habitaciones.

-es pequeño, efectivamente; pero creo que es buen potencial para un departamento de soltero o uno de esos estudiantes que vienen de provincia y no tienen donde quedarse – respondió con sinceridad la agente de bienes raíces, acercándose a dar una vista por las enormes ventanas.

Habían pasado un par de meses desde que, secretamente, Eric decidió comprar el departamento que solía habitar con su ex-novio, con la esperanza de que ahora que HyeSung estaba de regreso, ambos volvieran a rehacer esos momentos felices que los había llenado años atrás. La realidad fue otra.

-tengo el contrato listo, puede pasar a revisarlo el jueves, una vez que lo firme tomaremos algunas fotografías y las colocaremos en nuestra página web, creo que sí podrá venderse pronto – concluyó la mujer, tomando algunas fotos con su teléfono celular.

Eric despidió a la agente luego de unos minutos, disponiéndose él mismo a abandonar el departamento.

-supongo que fue muy arrogante de mi parte, pensar que regresarías a mi solo con saber lo que ocurrió aquel día… - habló Eric al recuerdo aún viviente de su ex-novio, dibujando su hermosa imagen durmiente en el sofá, como solía esperarlo cada noche a su regreso del trabajo.

Los días continuaron pasando, llevándose consigo más sorpresas y buenas noticias. El disco de Minwoo continuaba apoderándose de todas las listas musicales, los premios en los programas de televisión no dejaban de llover; muy pronto, el cantante estableció un nuevo récord, siendo el primer solista coreano en alcanzar el billón de vistos en youtube. M Rizing continuaba recibiendo invitaciones de programas de variedades que morían por tener al cantante en su programación.

Junjin y Andy, continuaban con sus vidas, siendo de mucho alivio cuando la empresa de Junjin le ofreció un corto viaje de dos días a Hong Kong, para observar la nueva colección de otoño-verano que pensaban lanzar en conjunto con una marca japonesa.

Dongwan había terminado de cerrar todos los tratos con M Rizing, siendo su único foco ahora, empacar todas las pertenencias en su pequeño departamento y enviarlos a casa de su madre, como habían acordado la última vez que estuvo ahí. Su agencia en Canadá ya tenía preparado un nuevo trabajo para él apenas bajara del avión. Se trataría de una sesión de fotos con una marca italiana, que se llevaría acabo en Luxemburgo. El fotógrafo estaba entusiasmado, y pese a las afirmaciones de su novio, sólo había pedido a su agencia un boleto a aquel lugar.

Yumi aprendió rápidamente todo lo que necesitaba saber sobre el manejo del restaurante, aún guardando la esperanza que ocurriera un milagro que hiciera que su mejor amigo se quedara en la ciudad. Cualquier milagro sería de utilidad.

Eric terminó por firmar más contratos y hasta un proyecto con una importante cadena de televisión, en la que un grupo selecto de los jóvenes aprendices de M Rizing, participarían en un programa de supervivencia para hacer su tan ansiado debut. Era un proyecto ambicioso del que el CEO estaba muy orgulloso.

Y mientras tanto, HyeSung había dedicado sus últimas noches a empacar todas sus pertenencias y hablar con sus padres, quiénes se encontraban en América, visitando a unos familiares. Quedaban pocos días para su partida y, extrañamente, no había una pizca de melancolía en el bello hombre. Era como si su decisión de partir a Canadá, se hubiese convertido en una sensación de regreso a casa.

El sonido del timbre llamó la atención del bello hombre, verificando la hora en la pantalla de su teléfono celular. Era casi medianoche, quién podría ser a esa hora?. Su respuesta llegó rápidamente, reconociendo el rostro de Andy por la pantalla del intercomunicador. Había pasado casi una semana desde la última vez que vio al menor.

-perdona por venir a esta hora, Jinnie está de viaje y no podía dormir – se excusó Andy, retirando sus zapatos en el recibidor del departamento.

-Yumi me dijo que fue a Hong Kong por un par de días – respondió HyeSung secamente, continuando su camino a la cocina.

Andy pudo sentir el frío trato del mayor, quizás había sido mala idea aparecer en su departamento intempestivamente, pero ya estaba ahí y solo podía continuar con su plan.

-todavía no has hablado con Jinnie… él está muy mal desde ese día – el menor prefirió ir directo al grano, en un esfuerzo por reducir su permanencia en el departamento de su hyung.

HyeSung no respondió, ni se inmutó ante las palabras de Andy, concentrado en la preparación de las dos tazas de té que pensaba ofrecer a su repentino invitado.

-sabes que lo que hizo, no lo hizo a propósito… tu silencio lo está matando – la sinceridad del menor finalmente logró hacer reaccionar a HyeSung, sintiendo un ligero pinchazo en su corazón. HyeSung era hijo único y siempre había deseado un hermano menor; eso era lo que Junjin significaba para él, un preciado hermano menor.

-no lo estoy haciendo adrede… es solo que… es complicado – respondió HyeSung finalmente, colocando las dos tazas de té sobre la mesa en la cocina.

-sé que lo que hizo no estuvo bien… yo mismo lo juzgué durísimo cuando me lo confesó… pero estoy seguro que no lo hizo con maldad… él te ama, pensó que te estaba haciendo un bien – la voz de Andy era casi suplicante, y ano podía seguir viendo el rostro deprimido de su novio todos los días. Junjin realmente estaba sufriendo por la indiferencia de HyeSung.

-no Andy, no fue “un bien”, créeme… pero ya no tiene sentido pensar en eso… ya está en el pasado – las palabras de HyeSung fueron calmadas, saboreando el sabor amargo de tener que regresar brevemente a los días del pasado.

El ambiente quedó en silencio por un par de minutos, Andy quería buscar mejores argumentos para convencer a su hyung de perdonar a su novio, aunque él mismo creía que la falta de Junjin era imperdonable. HyeSung reflexionaba sobre todos los días del pasado y como había sido Junjin su único apoyo en un inicio. Quizás sí, su falta fue muy grave, sus motivos fueron guiados por un mal concepto de bienestar; pero cuando se ama tanto a una persona, se pueden cometer errores sin saber.

-te vas de viaje?… - la voz de Andy interrumpió el silencio, cuando sus ojos viajaron hasta la vista de la sala y el par de enormes maletas colocadas a un lado del sofá.

-volveré a Canadá con Dongwan – respondió HyeSung, directamente.

-estás seguro? - el menor no pudo ocultar su sorpresa y temor.

-ya todo está resuelto con Eric, quiero un nuevo inicio… cuando regresé a Corea, siempre lo vi como una especie de prueba a si era lo suficientemente fuerte para enfrentar mi pasado… pasé el test y es hora de regresar a casa… - las palabras de HyeSung salieron de sus labios como una caricia, no había un solo rastro de arrepentimientos, melancolía o rencor. Su alma por fin se sentía libre.

Andy asintió con la cabeza, no pudiendo ocultar la tristeza que la sorprendente noticia le había causado.

-no te preocupes, te prometo que hablaré con Junjin antes de partir – aseguró el mayor, mostrando finalmente una dulce sonrisa al menor.

Enormes cajas de cartón decoraban el interior de su departamento ahora. Le había tomado casi toda la semana empacar todo lo que podía y contratar al servicio de mudanzas que poco a poco había ido llevando todas sus pertenencias a casa de su madre. Estaba exhausto pero satisfecho con los resultados, faltaba menos de un día para su partida de regreso a casa.

“cómo fue la experiencia de grabar este nuevo disco?”

El sonido del televisor encendido en la sala, llegó a oídos del fotógrafo, que se encontraba en la cocina sirviendo la comida que acababa de ser entregada por el muchacho del delivery. En los últimos días, el fotógrafo se había dedicado a su tarea de saborear por última vez la deliciosa comida coreana que no tendría de vuelta por un par de años más.

“como podría describirlo… auto-descubrimiento?”

La voz de Minwoo y una sonrisa, se oyeron a través de la pantalla.

“cuál fue la parte más remarcable?”

“definitivamente, conocer nuevas personas, ampliar mis pensamientos y explorar una serie de sentimientos que me ayudaron a madurar mucho”

“hay alguien en particular a quien estés más agradecido?”

“sí, la hay… hay alguien… esa persona me ayudó a crecer mucho como persona con su sola presencia. Gracias por enseñarme a ser un mejor hombre y gracias por tu apoyo que me ayudó a superar y enfrentar mis temores”

Dongwan sintió como la mirada de Minwoo atravesaba la pantalla del televisor con sus últimas palabras. Instintivamente, el fotógrafo buscó entre las pocas pertenencias que quedaban en la sala, hasta encontrar el más reciente disco del cantante. “no es un adiós... aún”, se leía junto a la firma de Minwoo. Dongwan sonrió, recordando su última día en las oficinas de M Rizing, y como Minwoo había sido la última persona en despedirlo, entregándole el disco autografiado por él mismo.

Pese a todas las cosas que habían ocurrido, el nombre de Minwoo estaría en la lista de personas que Dongwan recordaría por toda su vida.

-pediste algo para comer? Traje comida china – HyeSung acompañó al fotógrafo en la sala, dejando antes en la cocina las bolsas de comida que había traído.

-creí que trabajarías hasta tarde – respondió Dongwan, haciendo un espacio en el sofá para su novio.

-mañana es mi último día, solo iré a firmar unos últimos documentos, no me gustan mucho las despedidas – HyeSung se acomodó casualmente en el sofá, buscando los palillos para disfrutar su última cena en el departamento de su novio.

Dongwan masticó en silencio los últimos pedazos de carne que quedaban en su plato, colocando luego todo de regreso a la cocina.

-hoy hablé con Jinnie… no fue nada agradable pero hicimos las paces, él y Andy se encargarán de la venta de mi departamento, es más fácil venderlo todo amoblado – HyeSung trató de hacer una conversación casual con su novio, siguiendo a Dongwan hasta la cocina.

El fotógrafo se encontraba lavando los platos en profundo silencio, concentrado en sus propios pensamientos.

-a qué hora dijiste que teníamos que estar en el aeropuerto? - HyeSung continuó hablando, sentándose sobre la base de las gavetas de la alacena, a un lado del lavabo.

-HyeSung, estás seguro de esto? - la repentina pregunta del fotógrafo, tomó por sorpresa al bello hombre.

-qué quieres decir? - HyeSung estaba comenzando a sentirse confundido. Por qué Dongwan estaba haciendo esta pregunta ahora?

-vas a dejar a tu familia, tus amigos, tu trabajo… estás completamente seguro? - Dongwan insistió en su interrogante, la expresión en su rostro tornándose seria.

-ya te lo dije antes, acá ya no hay nada para mi… no estoy huyendo, solo quiero un nuevo inicio – el bello hombre reafirmó sus palabras, colocando su mirada en los ojos de su novio.

-no me mal interpretes, te amo y estoy feliz que vengas conmigo a Canadá; pero no quiero que tomes ninguna decisión apresurada – Dongwan estaba tratando de ser lo más sincero posible, buscando una última confirmación de que no habría ningún tipo de arrepentimientos de ahora en adelante.

-no lo estoy haciendo, te amo y quiero que regresemos a casa… a continuar todo donde lo dejamos – respondió el bello hombre con seguridad, colocándose de pie, dando unos pasos en dirección de su novio, quien lo recibió en sus brazos.

-te amo mucho HyeSung, y siempre voy a amarte – reafirmó Dongwan, tomando con dulzura los labios de su novio.

-tonto… por qué haces esa pregunta ahora? - sonrió el bello hombre, separando su rostro a escasos milímetros del fotógrafo.

-sólo quiero que estés seguro… recuerda que, a veces, nuestras decisiones pueden afectar a más de una persona, para bien o para mal…