El cielo había amanecido nublado con una ligera brisa helada que llamaba a colocarse una chaqueta extra a pesar de estar a mediados de primavera. El sol había negado su presencia a la ciudad, llenando el día de un tinte melancólico.

El apuesto CEO descendió de su auto, caminando con paso firme en dirección del ascensor, bajo las miradas de admiración de las personas que se topaban a su paso. El viaje estuvo acompañado por otras cuatro personas dentro del ascensor, dos de las cuales eran trabajadores suyos y las otras dos probablemente se dirigían a pisos superiores de donde se encontraban las oficinas de M Rizing.

Pero esto no le molestaba a Eric, ya estaba acostumbrado a viajar en el ascensor con un grupo de extraños. Sin embargo, lo que lo incomodaba, era la presencia de uno de sus trabajadores que había ingresado al ascensor después de él, saludándolo con una sonrisa mientras se colocaba en una esquina alejada entre la multitud.

Cómo podía saludarlo ese hombre con esa sonrisa en el rostro? Acaso no era consciente de todo el odio que el CEO sentía hacia él? O había olvidado que tan sólo unas semanas atrás, Eric descargó toda su ira contra él?

El CEO realmente odiaba esa sonrisa y esa aura de serenidad que podía sentir del fotógrafo a sus espaldas. Y de cierta manera le era sospechoso. Dongwan no se había visto muy contento cuando el CEO le mostró su contrato, indicándole que no podría renunciar a su cargo de fotógrafo o tendría que pagar una severa multa por incumplimiento del mismo. Y ahora el fotógrafo le sonreía como si no hubiera ocurrido nada entre ellos?.

El timbre del ascensor sonó sobre sus cabezas, indicándoles que habían llegado ya a su destino, descendiendo uno a uno los trabajadores, prestando el CEO extra atención a los movimientos del fotógrafo, que pasó por la oficina igual de sonriente, saludando a cada trabajador en el camino con más amabilidad de lo acostumbrado.

Definitivamente algo pasaba con Dongwan. Y Eric no quería pensar que tenía que ver con HyeSung. Yumi le había dicho más temprano en el desayuno, que su jefe había tenido una cita la noche anterior. Los celos que ya había sentido Eric por la noticia de HyeSung teniendo citas con otros hombres, se hacían más intensos al pensar que uno de esos hombres pudo haber sido Kim Dongwan.

-Dongwan, llegó este sobre del Ministerio de Cultura – se acercó la joven recepcionista al fotógrafo, antes que éste pudiera ingresar a su oficina.

-gracias, no esperaba que llegara tan pronto – sonrió el fotógrafo en respuesta a la joven, tomando el sobre en sus manos y sonriendo aún más ampliamente ante su vista.

Eric comenzó a odiar la sonrisa del fotógrafo, y a sentirse más intrigado por la razón de su buen humor.

El resto del día no fue muy diferente al inicio de la mañana. Dongwan había estado de excelente ánimo, pretándose muy diligentemente a cada tarea que le era dada. Incluso Eric trató de sabotear su buen humor, enviándolo con Minwoo a una reunión que debía ser privada con los productores de un canal de espectáculos. Pero ni aún así el fotógrafo puso alguna queja o mostró su insatisfacción por ser obligado a pasar tiempo con el cantante.

Estaba enloqueciendo a Eric ver a Dongwan tan feliz.

-todo bien con los productores? - interrogó Eric a su mejor amigo, apenas éste ingresó a su oficina para agradecerle el haber enviado a Dongwan a solas con él.

-sí. No puedo creer que al fin voy a grabar mi propio show de variedades! - respondió Minwoo entusiasmado, sentándose en la misma silla de siempre frente al escritorio del CEO, observando a su mejor concentrado en su computador.

-y ese sujeto? Todo bien con él? - la nueva pregunta tomó por sorpresa al cantante, Eric no era de entrometerse en sus asuntos amorosos y era muy evidente que su pregunta iba más allá de lo laboral.

-primero, se llama Dongwan, ya deja de tratarlo como un parásito. Y segundo, a qué debo tu interés? - habló Minwoo directamente a su mejor amigo, recostándose de espaldas contra su silla.

-sólo era una pregunta, por qué habría de interesarme ese sujeto? - la respuesta de Eric llamó a más sospechas en el cantante.

-no sé, quizás porque anda detrás de tu ex? - era la primera vez que Minwoo admitía de su propia boca que el corazón de Dongwan anhelaba por otra persona que no era él. Y dolía un poco. Quizás más de lo que esperaba.

Eric giró el rostro en dirección del cantante, lanzándole una mirada mortal en espera que comenzara a reír y admitiera que sólo se trataba de una mala broma. Pero la expresión de Minwoo era muy sincera y transparente, denotando el dolor y decepción que él mismo sentía por los hechos reales.

-HyeSung nunca le haría caso a ese sujeto – la voz de Eric era gruesa y se sentía dominante, luchando por no dejar estallar sus celos.

-estás seguro? Según lo que me dijo Junjin ayer, a tu ex noviecito no le es muy indiferente Dongwan… - Minwoo quería sonar casual, pero la herida dentro de él dolía mucho más cada vez que tenía que admitir que probablemente nunca tuviera una oportunidad de alcanzar el corazón del fotógrafo.

Las manos de Eric se cerraron en dos puños. Los recuerdos de la sonrisa de Dongwan de esa mañana invadieron su cabeza y sentía que estaba a pocos minutos de explosionar. El rechazo de HyeSung aquella noche en el club, empujó más el detonador dentro de su cabeza.

Su ex novio ya no era la misma persona de la que se había enamorado. Ya no era el niño inseguro y asustadizo que siempre dependía de Eric. Pero aún así lo seguía deseando. Su corazón siempre lo deseó, sólo a él.

-en fin… mejor hablemos de lo que me dijeron los prod… Eric?… ERIC! - sin que le cantante tuviera oportunidad de reaccionar, el CEO ya había abandonado su oficina a una gran velocidad.

Dongwan leía los documentos que finalmente había tenido la oportunidad de abrir, luego de pasar parte de la mañana acompañando a Minwoo a una reunión privada con los productores de una casa televisiva , que pronto estarían estrenando el primer show de variedades del cantante.

Las noticias impresas en los papeles que había recibido en el sobre esta mañana, eran exactamente lo que estaba esperando. Tal y como lo había dicho su agencia la noche anterior al teléfono, el Ministerio de Cultura de Corea le estaba otorgando una distinción especial por sus logros y reconocimientos alcanzados en el extranjero, además de poner a su disposición la sala principal del museo nacional para que pueda exhibir su más reciente y último trabajo. Exhibición que le había ganado los más grandes lauros de toda su carrera como fotógrafo.

Dongwan no podía sentirse más contento, no sólo su trabajo estaba siendo reconocido en su propio país de nacimiento, sino que además, HyeSung había aceptado con buen humor acompañarlo en la presentación de la exhibición. El fotógrafo siempre deseó que el bello hombre estuviera a su lado cada vez que una nueva exhibición se abría en una ciudad diferente de Europa.

Dongwan creía que le debía al menos eso a HyeSung, ya que era gracias a sus fotografías que su fama había incrementado. Y finalmente en unas semanas tendría la oportunidad de compartir justamente todo el crédito de su mayor trabajo. Su agencia estaba ya en trámites y negociaciones para trasladar todo el material de la exhibición a Seúl. La ceremonia de distinción honoraria se realizaría la siguiente semana en la oficina central del ministerio cultura, con un poco de prensa para anunciar también la exhibición que se abriría un par de semanas después.

El fotógrafo no podía estar más feliz por las excelentes noticias.

-tú!… - la puerta de la oficina se abrió de un golpe, ingresando Eric como una especie de bestia poseída, tomando al fotógrafo por la parte superior frontal de su camiseta, colocándolo de pie de su silla en un movimiento, golpeando luego su espalda contra la pared mientras lo aprisionaba con su cuerpo.

-me vas a decir ahora mismo por qué traes esa sonrisa estúpida todo el día! - Eric escupía sus palabras sobre el rostro del fotógrafo, abriendo los ojos de manera atemorizante.

-qué te pasa imbécil! - el fotógrafo empujó al CEO, colocando ambas manos sobre su pecho, provocando que Eric retrocediera unos pasos lejos de él.

Ambos hombres se miraron con odio por un par de segundos.

-Eric! Ya basta! Me prometiste que no ibas a tocar a Dongwan! - Minwoo ingresó a la oficina, sujetando al CEO cuando éste trató de volver a arremeter contra el fotógrafo.

El CEO y el cantante forcejearon levemente, terminando Eric con el rostro pegado sobre el escritorio del fotógrafo, cubriendo los documentos que estaba revisando Dongwan minutos antes de ser interrumpido.

-salgan los dos de acá! - Dongwan estaba enojado e indignado. Cómo se atrevía el CEO atacarlo de la nada? Sin ninguna razón aparente?

-qué es esto? - Eric se liberó rápidamente del agarre de Minwoo, tomando en un puño los papeles que estaban dirigidos al fotógrafo.

Y maldijo su habilidad de rápida lectura, porque estaba seguro de haber leído claramente que el ministerio de cultura de Corea estaba solicitando al fotógrafo exhibir su trabajo “Retrato de un Angel” en el museo nacional.

-no es tu asunto! - Dongwan arrancó los papeles de manos del CEO, tratando de darse la vuelta para abandonar su oficina, pero Eric logró alcanzar su brazo, empujándolo nuevamente contra la pared.

-no vas a hacer esa exhibición! No acá! NO! - las palabras de Eric salían más como una amenaza. Ya había tenido suficiente lidiando con las pocas fotografías de su ex novio desnudo, que habían sido publicadas por una reconocida revista, como para tener que lidiar ahora con la exhibición completa. Lo mataba de celos pensar que otras personas podían ver a su ex novio desnudo.

-v-va-vas a exhibir eso acá? - el propio Minwoo no podía creer lo que acababa de oír.

-recibí la propuesta del ministerio y ya les respondí – liberándose una vez más del agarre del CEO, Dongwan respondió a los dos hombres mientras se acomodaba la arrugada camiseta.

-NO! Vas a llamar ahora mismo y les vas a decir que no vas exhibir eso aquí! - Eric volvió a tomar al fotógrafo por la camiseta, sacudiéndolo bruscamente.

-Eric ya cálmate! Suéltalo! - Minwoo intervino en defensa del fotógrafo, sujetando las manos del CEO para liberar su agarre de la prenda.

-no eres tú quien tenga que decidir eso! - sorprendiendo a los dos hombres, el fotógrafo lanzó su puño contra el rostro del CEO, haciéndolo caer al piso junto con Minwoo.

-me debías eso… - gruñó Dongwan entre dientes, retrocediendo unos pasos para tomar sus cosas y salir de la oficina.

-no vas a exhibir eso acá… si lo haces te juro que…

-sólo hay una persona que puede decidir si se hace la exhibición o no, y HyeSung ya aceptó estar conmigo frente a la prensa – Dongwan lo dejó salir con orgullo, y por qué no, un poco de presunción. No le importaba que esto pudiera poner aún más colérico al CEO.

-aléjate de HyeSung… te lo advierto… - Eric tenía tantas de ganas de tomar al fotógrafo por el cuello y apretarlo hasta sacarle el último soplo de aire, pero una promesa hecha a su mejor amigo lo obligaba a luchar por contenerse.

-soy yo el que debería decirte eso, pero sé mi lugar. Por ahora… - respondió Dongwan directamente a los ojos de Eric.

Minwoo pudo sentir la elevada tensión entre los dos hombres y temió lo peor.

-HyeSung nunca podría sentir algo por un tipo como tú… - Eric estaba herido y deseaba con todas sus fuerzas lastimar también al fotógrafo.

-tampoco podrá volver a amarte si es lo que buscas. Y ya que estamos siendo sinceros, sí. Estoy enamorado de HyeSung, sucedió en algún momento cuando estábamos en Canadá, y fue una de las razones por las que acepté venir a Seúl – Dongwan jamás pensó lo bien que se sentía dejar salir esas palabras al fin, a pesar de que no fuera directamente al mismo HyeSung.

Eric sintió su sangre hervir. El corazón Minwoo dolió como si acabaran de clavarle un puñal.

-jamás va a ser tuyo – el odio que el CEO sentía por el fotógrafo iba incrementando.

-eso lo veremos… mi ventaja, es que yo no soy un desgraciado bastardo como tú y jamás le rompería el corazón… - sentenció el fotógrafo, terminando por abandonar la oficina.

Una semana avanzó como un rayo. Eric no había podido comunicarse nuevamente con HyeSung, ni siquiera argumentando tener que hablar sobre asuntos del restaurant y su uso para la filmación del próximo MV de Minwoo, el bello hombre siempre lo enviaba a hablar con su secretaria o tratar los asuntos con Yumi. Estaba desesperando a Eric el trato frío y distante de su ex novio. Incluso las llamadas nocturnas desde su antiguo teléfono celular ya no eran respondidas. Parecía como si HyeSung ya hubiera adivinado que se trataba de él.

Estaba matando a Eric no tener más noticias de su ex novio, que las que Yumi le podía dar en un acto de inocencia. Fue así como Eric se enteró de la alegre disposición del bello hombre, para acceder a que la exhibición del fotógrafo Kim Dongwan, se llevara a cabo en el museo nacional. Y la fecha y hora exacta de la ceremonia de distinción honoraria del fotógrafo, donde además se llevaría a cabo una pequeña conferencia de prensa en la que se anunciaría la fecha de apertura de la exhibición. Ceremonia en la que HyeSung iba a ser partícipe también, dando la cara por primera vez como el misterioso modelo de la tan laureada exhibición.

Y era ahí donde se encontraba Eric ahora, después de muchas luchas y varias llamadas en busca de contactos que pudieran filtrarlo dentro de la sala de ceremonias del ministerio de cultura de Corea.

La sala no era ni muy grande ni muy pequeña, tenía el tamaño justo para albergar a toda la cantidad de periodistas y fotógrafos que se habían reunido ahí. Viéndolo desde un ángulo en la esquina más alejada del tumulto, Eric jamás pensó que tal ceremonia llamaría a tanta prensa. Había incluso unos cuantos corresponsales de medios extranjeros. El anuncio de la revelación por primera vez en cámaras del modelo de la exhibición, había despertado mucho interés. Y esto ponía aún más celoso a Eric.

Frente a toda la pila de periodistas, se encontraba ubicada una larga mesa con cinco micrófonos en la superficie. Eric suponía que debía ser para la conferencia de prensa que se daría lugar luego de entregar los honores al fotógrafo. El CEO observó su reloj, quedaban solo pocos minutos para que la ceremonia diera inicio.

El ambiente semi-tranquilo en la sala de ceremonias se vio interrumpido repentinamente. Ruidos de cámaras fotográficas siendo disparadas hacia el lado izquierdo de la sala, invadieron los oídos del CEO. La sala se llenó con las luces de los flashes y las voces mezcladas de todos los fotógrafos y periodistas, queriendo dar instrucciones a los dos hombres que ingresaban a la sala.

El corazón de Eric se endureció al ver a su ex novio al lado del fotógrafo Kim Dongwan, posando ambos torpemente para las cámaras, riendo unas cuantas veces cuando se confundían en oír los llamados de los fotógrafos y terminaban mirando o girando hacia una cámara diferente. Y los fotógrafos parecían amar la torpe interacción de los dos hombres.

-por favor acérquense un poco más!

-saluden a la cámara!

Bastó unos cuantos minutos para que Dongwan y HyeSung se acostumbraran a las cámaras, posando con mayor naturalidad e incluso atreviéndose a jugar un poco con los fotógrafos. Dongwan alzó su brazo en alto, haciendo un medio corazón por encima de su cabeza, HyeSung rió apenado al principio pero luego imitó al fotógrafo completando el corazón. Los periodistas amaron aún más estas interacciones.

Y Eric lo odió más.

-muchas gracias Señores por su interés. Ahora, por favor, daremos inicio a la ceremonia – el hombre encargado de dirigir el evento tomó el micrófono, guiando luego a los dos hombres lejos de los lentes de las cámaras al centro del salón, donde los esperaba el ministro de cultura de Corea, acompañado por otros dos hombres que sostenían la caja con la medalla que le sería otorgada a Dongwan, y el certificado de distinción honoraria.

Por unos segundos, Eric deseó no haber persuadido a varios de sus contactos para que le consiguieran el acceso a la ceremonia. Era doloroso ver a su ex novio sonreír contento al lado del fotógrafo, intercambiando de vez en cuando miradas cómplices, y oír los susurros de los periodistas que elogiaban la química entre los dos hombres.

Sólo dos años habían bastado para que HyeSung lo olvidara. Sí, fue su error, Eric no debió permitir jamás que las palabras de sus padres traspasaran las paredes de sus oídos hasta llegar a su cabeza. No fue fácil tomar el valor de enfrentar a HyeSung y decirle que todo había terminado. Como tampoco fue fácil verlo partir de aquel restaurant con el corazón destrozado. Y más difícil aún fue, contener las ganas de ir tras de él.

Y se hacía más difícil cada día, tratando de hacerse a la idea que jamás volvería. Viviendo su propio infierno que él mismo había desatado por su falta de coraje.

Era una tortura ver ahora a HyeSung devuelta, pero con el corazón cambiado, sonriendo y armonizando con otro hombre que no era él, Eric Mun, el hombre al que tantas veces juró amor entre las paredes de ese pequeño departamento que solían compartir.

La ceremonia fue más breve de lo que Eric se había imaginado. Pronto, aún perdido en sus propios pensamientos y dolor, la breve conferencia de prensa, preparada para anunciar y promocionar la tan famosa exhibición del fotógrafo Kim Dongwan, dio inicio.

Los periodistas se peleaban por su oportunidad para poder hacer sus preguntas, mezclados y perdidos entre las luces de las cámaras que seguían disparando en dirección de los cinco hombres en la mesa de conferencias.

Una vez más, HyeSung estaba al lado de Dongwan, sentado a su lado derecho y susurrando algo a su oído. Varios flashes disparaban en la dirección de los dos hombres y éstos trataban de actuar como si no existieran. Por momentos parecía que Dongwan trataba de tranquilizar al nervioso HyeSung, deslizando su mano por debajo de la mesa, probablemente para tomar la suya y brindarle un poco de calma.

-en qué se inspiró para esta sesión fotográfica? - uno de los periodistas que había logrado obtener el micrófono, lanzó la pregunta al fotógrafo.

-qué no es obvio? - respondió Dongwan con una sonrisa juguetona, dando una rápida mirada al bello hombre sentado a su lado, que se sonrojó ante la mención y actos de su amigo.

Los hombres de prensa sonrieron también, provocando que el tono rosa en las mejillas de HyeSung se hiciera aún más profundo.

-cómo se conocieron? - otro periodista tomó su oportunidad, esta vez lanzando la pregunta a cualquiera de los dos hombres.

-en Canadá. HyeSung estaba pasando por un momento difícil y, digamos que las circunstancias nos hicieron más cercanos – respondió sinceramente Dongwan, observando directamente entre la multitud de periodistas.

-lo cierto es que… Dongwan me ayudó mucho en una etapa muy difícil de mi vida. Creo que sin él, nunca hubiera tenido el valor de enfrentar al mundo nuevamente – nadie esperaba que el bello hombre tomara la oportunidad de hablar finalmente, y cuando lo hizo, toda la sala quedó en silencio.

Los periodistas y hasta el mismo Eric, aún escondido en un rincón entre la multitud, podían sentir esa aura extraña que emanaba de los hombres en la mesa de conferencias.

-entonces, cuál es la relación que existe entre los dos? - en medio del silencio y tomando a todos por sorpresa, una de las corresponsales extranjeras aprovechó la oportunidad para hacerse del micrófono.

HyeSung y Dongwan se quedaron sin palabras, sorprendidos completamente por la pregunta. Uno no sabía realmente qué decir o cómo describir su relación, en el pasado era fácil decir “amigos”, pero desde su re-encuentro, ese “amigos” había empezado a tomar otro significado. El otro, el otro tenía las esperanzas muy altas y de hecho su corazón latía con tanta fuerza en ese instante, que bien pudo haberse confesado delante de toda la prensa y no sentir ningún tipo de arrepentimiento luego.

-solo somos amigos, muy buenos amigos – la voz melodiosa de HyeSung tomó primero la palabra, dejando nuevamente en silencio a los periodistas, y hasta un poco decepcionados con su respuesta.

La respuesta del bello hombre también decepcionó y lastimó a Dongwan. Cuánto más tendría que trabajar para que HyeSung se diera cuenta de sus sentimientos?.

-alguno de los dos tiene novia? - una pregunta traviesa llamó la atención esta vez.

-no, por el momento estoy disfrutando de mi soledad – respondió HyeSung con sinceridad, iluminando el rostro de algunos de los jóvenes periodistas.

-tampoco yo, pero estoy esperando por la persona ideal – Dongwan respondió inmediatamente después que el bello hombre.

-y tiene a alguien en mente? - la misma periodista, resistiéndose a ceder el micrófono a otros de sus colegas, continuó con sus preguntas.

-de hecho sí, es alguien muy especial cuya belleza brilla no sólo por fuera sino también por dentro – la respuesta sincera de Dongwan ganó muchas sonrisas cómplices entre los periodistas. Y una mirada sorprendida por parte del bello hombre, que sintió que algo dentro de él dolió al oír de boca del mismo fotógrafo que estaba interesado en alguien.

Dongwan nunca había mencionado nada a HyeSung, y el bello hombre esperaba que su amigo empezara a reír en cualquier momento, revelando la broma de mal gusto que acababa de hacer a la prensa. Pero la mirada de Dongwan era muy transparente y HyeSung podía afirmar que estaba diciendo la verdad. Había alguien más en el corazón del fotógrafo.

-qué lo animó a posar desnudo? - las preguntas no dejaban de llegar, y entre ellas, HyeSung se vio por primera vez atrapado incómodamente.

Todos los lentes y miradas estaban fijas en el rostro del bello hombre.

-… ahm… sucedió en mi último día en Canadá, pocas horas antes de tomar el vuelo de regreso a Seúl. Llegué a Canadá destrozado moralmente y Dongwan me ayudó mucho a sobreponerme y ver la vida de otra manera. Quise cerrar un capítulo del antiguo yo de esa manera, atreviéndome a hacer algo que nunca antes habría hecho de seguir atrapado en mis propias inseguridades.

-fue todo como un juego. De hecho, nunca pensamos que la sesión sería tan exitosa. Tengo mucho que agradecerle a HyeSung por haberme dejado brillar todo este tiempo gracias a sus fotografías – Dongwan se unió a la respuesta del bello hombre, tomando su mano esta vez por encima de la mesa, dejando que las luces de las cámaras los bañaran.

La conferencia continuó entre más preguntas, algunas indiscretas y otras más del tipo profesional, pero Eric ya había dejado de prestar atención, luego de oír la última respuesta de su ex novio y sentirse culpable aún más por haberlo lastimado en el pasado.

Y culpable también al pensar que había sido él mismo el que forzó a HyeSung a olvidarlo.

Cerró tan fuerte como pudo su laptop, en la que llevaba prendido alrededor de tres horas seguidos, navegando y buscando por todos los medios alguna actualización sobre la ceremonia que se estaba llevando a cabo en la sede del ministerio de cultura. Parecía que a muy pocos medios de prensa le interesaba, actualmente, las actividades culturales del país. No había podido conseguir nada más que unas cuantas fotos publicadas en algunos portales de noticias.

Y las fotos tampoco habían sido mucho de su agrado. El fotógrafo Kim Dongwan y el bello modelo Shin HyeSung, como la mayoría de portales se refería a los dos hombres, era todo lo que había podido ver en las fotografías.

HyeSung, modelo? Lo último que recordaba Minwoo del bello hombre, era lo asustadizo y tímido que se ponía cada vez que su entonces novio, Eric, apuntaba el lente de su cámara hacia él. HyeSung no resistía ni siquiera que lo enfoquen con la cámara del celular. Ahora era llamado “modelo” por toda la prensa coreana. Ni el mismo Minwoo logró que la industria de la música coreana lo reconociera como “idol” en los inicios de su debut, debido a que su promedio de edad no entraba en el estándar de la mayoría de jovencitos adolescentes que debutan cada día.

“Supongo que posar desnudo tiene sus ventajas”, se había seguido repitiendo Minwoo, cada vez que lograba encontrar alguna noticia referente a la conferencia de prensa en el ministerio de cultura.

El cantante se había rendido en buscar noticias con su laptop, pero la avanzada hora que marcaba el reloj digital en su teléfono celular, lo hizo regresar a su lucha, encontrando esta vez más información de la que había deseado.

“Afamado Fotógrafo Coreano es Condecorado”, “Kim Dongwan, un fotógrafo de renombre internacional, obtiene el reconocimiento del ministerio de cultura”, “Distinción honoraria para famoso fotógrafo internacional de origen coreano”, “Kim Dongwan, un coreano triunfando en el extranjero, finalmente triunfa en casa”, “Retrato de un Angel, será exhibido en las salas del museo nacional a partir de la próxima semana”, “Quién es el ángel de Kim Dongwan?” “Misterioso modelo de la afamada obra de Kim Dongwan, es presentado al fin”, “Shin HyeSung, el ángel que trajo de regreso a Kim Dongwan”, “Retrato de un Angel, conozca más del misterioso modelo que inspiró una de las más grandes obras del fotógrafo Kim Dongwan”.

Los titulares no dejaban de sumar más rabia y celos dentro del interior de Minwoo, llegando a su límite cuando vio la foto que los medios de prensa había tomado de los hombres, en el preciso momento en que éstos se tomaron de las manos sobre la mesa de conferencias, compartiendo una mirada sincera. La imagen se veía en cierto punto, romántica.

El cantante lanzó su teléfono celular lo más lejos y fuerte que pudo, hirviendo en celos y desesperación.

-maldito HyeSung! Te odio!... Te odio! Te odio! Te odio! - los cojines del sofá donde Minwoo había estado sentado toda la tarde y parte de la noche, comenzaron a volar en diferentes direcciones dentro de la sala del departamento.

Lee Minwoo era conocido por ser un alma libre que gustaba disfrutar de la vida. En su haber llevaba contando varias relaciones y aventuras de una sola noche que cualquier hombre de su tipo podía cosechar. Nunca tomó en serio una relación, y de hecho, no le gustaba la soledad. Era por esto que siempre gustaba estar en compañía de una hermosa mujer o un atractivo hombre. Y tenía mucha suerte que ninguna de sus relaciones pasadas, haya revelado esta parte de su vida a la prensa una vez que se hizo famoso.

Pero desde que sus ojos se habían clavado en la imagen de Kim Dongwan, la vida de Minwoo había cambiado por completo. Era la primera vez que deseaba algo con todas sus fuerzas y era la primera vez también, que dolía verse rechazado.

Nunca antes se había enamorado, ni mucho menos sabía lo que era sufrir por amor, pero ahora lo estaba viviendo en carne propia y el sentimiento no era nada parecido a las dichosas mariposas en el estómago. De hecho sentía una sensación amarga y ganas de gritar y golpear a todo el mundo.

El cantante estaba seguro que el sentimiento de rabia y coraje dentro de él, iba más allá de un simple capricho no cumplido. Realmente deseaba a Dongwan, estaba dispuesto a arriesgarlo todo por él, incluso su misma carrera en la industria de la música. Todo lo que podía ver en su futuro era una imagen borrosa de él y el fotógrafo, compartiendo una modesta y pequeña casa en cualquier ciudad en el mundo.

Pero su visión nunca podría hacerse realidad si HyeSung continuaba interponiéndose. Todos sus esfuerzos eran siempre bloqueados por la presencia del bello hombre que tenía hechizado al fotógrafo. HyeSung aún no se daba cuenta de sus propios sentimientos pero para Minwoo era muy obvio, y dolía aún más saber que perdería sin siquiera haber dado una justa lucha.

Si tan sólo Eric no hubiera terminado su relación con su ex novio. Si HyeSung nunca hubiera ido a Canadá. Si… ohh

Ahora Minwoo podía dirigir su rabia y odio contra otra persona. La persona que realmente lo inició todo.

Park Junjin.

-maldito Junjin! Maldito Junjin! Tenías que enviar a HyeSung a Canadá!! tenías que meterte cuando Eric… aarrggghhh!! - uno de los cojines sobrantes en el sofá fue desgarrado, llenando la sala de blanquecinas plumas que volaban y aterrizaban por aquí y por allá.

El teléfono del cantante comenzó a sonar repentinamente, interrumpiendo su momento de desahogo.

-qué quieres ahora Eric? - el cantante no estaba de humor para lidiar con su mejor amigo ahora.

-HyeSung y ese sujeto fueron a un club luego de la conferencia de prensa – el CEO tampoco estaba de humor para dar mayores explicaciones.

-y? por mi que hagan lo que quieran! - la paciencia de Minwoo estaba en su límite.

-ese imbécil llevó a HyeSung a un bar gay! Es como lanzar una oveja a una jaula llena de leones! - la frustración de Eric era muy evidente en su tono de voz.

-y qué quieres? Qué te ayude a salvar a tu noviecito? Ah no, espera! Ya no es tu novio… - Minwoo encontró cierto placer en torturar a Eric con su respuesta.

-creo que se le va a declarar esta noche… había algo muy raro en la forma en la que miraba a HyeSung al final de la conferencia… - la voz de Eric se hizo más débil. La conversación quedó en silencio.

-qué club? Dame la dirección… - Minwoo dejó de pensarlo. Aún sabiendo que no podría ganar, al menos iba a dar una lucha justa.

La música estaba muy alta y el lugar poblado de gente. Dongwan había estado buscando un lugar nuevo por conocer y divertirse en toda la semana, hasta que finalmente una de las secretarias en M Rizing le dio las referencias del club donde se encontraba ahora. Un bar gay no sería mala idea cierto? Después de todo no es como si HyeSung fuera a sentirse incómodo, y quizás no sería su primera vez tampoco. De hecho el mismo Dongwan había estado antes en otros bares gay en su paso por Europa, y de acuerdo a su punto de visto, eran los mejores sitios para pasarla bien y relajarse.

Al menos no tendría que preocuparse por coquetas meseras en diminutas faldas tratando de coquetear con él.

Pero con lo que Dongwan no había contado, era que si bien las miradas del público presente estaban fuera de su foco, casi todos los ojos dentro del bar estaban clavados en su acompañante. Cómo se le pudo haber olvidado que HyeSung era un imán para la comunidad gay? Ya habían pasado por algo similar en Canadá cuando los dos hombres pisaron un club “normal”, y casi todos los hombres que se encontraban solos de cacería, habían tratado de coquetear con HyeSung. Algunos confundiéndolo con una chica, y otros tantos dejando de importarles que se trataba de un hombre.

En esos momentos Dongwan se preguntaba cómo había lidiado Eric con ese tipo de situaciones.

-qué estás haciendo? - interrogó HyeSung con los ojos saltando de su rostro, cuando el fotógrafo pasó un brazo sobre sus hombros, acercando sus cuerpos.

-marcando territorio, todo el mundo te está mirando como si fueras su festín de la semana – respondió Dongwan sin tratar de maquillar las cosas, lanzando una mirada confiada alrededor de su perímetro, haciéndoles saber a todos los leones hambrientos que el bello hombre ya tenía dueño. Bueno, no precisamente así aún, pero era importante para Dongwan que dejaran de mirar a HyeSung con esos ojos lujuriosos.

Era muy tarde ya para arrepentirse de haber elegido un bar gay para declararse, en lugar de un bonito y elegante restaurant. Pero el fotógrafo necesitaba estar ebrio para darse el valor de dejar salir todas las cosas que llevaba guardando dentro de su corazón.

-ya basta, me haces sentir incómodo – HyeSung sacudió el brazo del fotógrafo de sus hombros, alineando su posición en la mesa, mientras esperaba porque llegaran sus bebidas.

-yo? Yo te hago sentir incómodo? Después de todo lo que hemos pasado juntos? - Dongwan optó por bromear y aligerar un poco la tensión que comenzaba a crecer entre los dos hombres.

-oh por Dios! No me hagas una escena ahora o terminamos aquí mismo – HyeSung siguió el juego al fotógrafo, tomando el vaso de vodka que acababa de dejar uno de los mozos sobre la mesa.

-claro! Es tan fácil dejarme ahora, después que te dediqué los mejores meses de mi vida! - bromeando aún y acercando su silla al lado del bello hombre, el fotógrafo tomó a HyeSung por la barbilla, conectando sus miradas.

Ambos hombres se quedaron en silencio, observándose sorprendidos como si sus acciones los hubieran tomado realmente por sorpresa.

-mira a quiénes nos encontramos! - la voz grave del hombre que cubrió la luz de la pista de baile a sus espaldas, separó de un salto a los dos hombres en la mesa.

Eric fabricaba una sonrisa casual en su rostro, no haciendo mucho fuerzo en ocultar su molestia y celos al ver a su ex novio y el fotógrafo en una situación tan íntima. A su lado, el rostro de Minwoo solo podía reflejar toda la rabia que iba naciendo en su interior.

-qué haces acá? - con evidente molestia y retando con la mirada al CEO, Dongwan se dirigió a los dos hombres.

-salimos por unos tragos, qué agradable coincidencia! Les importa si nos sentamos? - respondió Eric con mucho descaro, jalando un par de sillas a la mesa de los dos hombres.

Minwoo seguía en silencio todas las acciones de su mejor amigo, roban do de vez en cuando una mirada de odio en dirección del bello hombre.

-Dongwan, creo que es mejor que vayamos a otra parte – HyeSung se dirigió con voz suave al fotógrafo, tratando de disuadirlo y evitar iniciar una pelea con su ex novio.

-otra parte? A un hotel? Qué rápido HyeSung! Y nosotros que creíamos que eras un santito! - Minwoo se dio la oportunidad de hablar, clavando dardos asesinos en el rostro del bello hombre.

-qué rayos… - esta vez el enojado era HyeSung, no tenía la menor idea del por qué el cantante lo estaba atacando de esa manera.

-ahh espera! O prefieres hacerlo en tu departamento? No es ahí dónde llevas a todos los hombres con los que te has acostado desde que terminaste con Eric? - Minwoo continuó con sus ataques, dejando evidenciar esta vez toda la repulsión que sentía hacia el ex novio de su mejor amigo.

-ya basta! No tienes derecho de hablarle así! Discúlpate ya mismo! - Dongwan se colocó de pie en defensa del bello hombre, observando con ojos furiosos al cantante.

HyeSung permaneció en silencio, incapaz de hacer algo ante la reacción del fotógrafo. Temía que algo peor fuera a desatarse si ni uno de los cuatro hombres en la mesa guardaba la calma.

-vaya que estás haciendo tus puntos Kim Dongwan – fue el turno de Eric de tomar la palabra y hacer sus propios ataques.

-Eric…. - HyeSung pronunció el nombre de su ex novio como si estuviera tratando de dominarlo.

-qué? Acaso no te has dado cuenta de las intenciones de este sujeto? No sabes por qué está tan metido contigo todo el tiempo? - Eric ya no podía medir sus palabras, los celos lo estaban consumiendo y ya no le importaba evidenciarlos.

Los ojos de Dongwan aumentaron su tamaño, apretando sus puños mientras observaba con odio al CEO. La expresión de Minwoo cambió, deslizando una mano sobre el brazo de su mejor amigo, tratando de evitar que cometiera un acto de imprudencia.

-ya basta Eric! No tienes derecho! Vete de aquí! - HyeSung estaba enojado y tenía todo el derecho de estarlo.

-para que te quedes solo con este imbécil y ver como te roba de mí en mis propias narices! - Eric colocó ambas palmas de sus manos sobre la mesa, alzándose de pie de manera temeraria y amenazadora.

Minwoo y HyeSung se colocaron de pie al mismo tiempo, siguiendo los movimientos del CEO que lanzó una mirada de odio contra el fotógrafo.

-HyeSung ya no es nada tuyo! Tiene derecho a rehacer su vida! - reclamó Dongwan con furia, enfrentando al CEO con la misma intensidad.

-pero no contigo imbécil! Primero te mato! - las manos de Eric sujetaron al fotógrafo por la solapa de su saco, acercando sus rostros por encima de la mesa.

-Eric basta! - advirtió HyeSung, sujetando las manos de su ex novio, tratando de liberar al fotógrafo de su agarre.

-suéltalo! Me prometiste que no volverías a tocarlo! - Minwoo estaba desesperado, tratando también de deshacer el agarre del CEO.

-conmigo, sí! Porque yo puedo amarlo mucho mejor de lo que tú lo hiciste bastardo! - Dongwan no pudo decir más cuando el puño del CEO cayó sobre el lado derecho de su rostro, empujándolo y haciéndolo perder el balance hasta que aterrizó contra el piso entre las sillas.

HyeSung se congeló por una milésima de segundo al oír la confesión de su mejor amigo. Su cerebro estaba trabajando rápidamente en creer que se trataba solo de un arrebato de cólera para sacar de sus casillas a su ex novio.

-no te atrevas mald… - el CEO no tuvo oportunidad de decir una palabra más, mientras trataba de deslizarse por en cima de la mesa para dar otro golpe contra el fotógrafo. HyeSung detuvo sus actos con un fuerte golpe contra su mejilla izquierda, haciendo que Eric se deslizara de lado y cayera sentado sobre la silla.

Los ojos dolidos del CEO podían contar toda la decepción y sufrimiento por la que estaba pasando en ese momento. Era la tercera vez que HyeSung lo golpeaba, pero esta vez dolía mucho más.

-Dongwan, estás bien? Vámonos de aquí – el bello hombre no dirigió ni una sola mirada más en dirección de su ex novio, concentrándose únicamente en el hombre que yacía en el piso sujetando su rostro.

-ese bastardo – el fotógrafo apretó los dientes, colocándose de pie en un salto, listo para arremeter contra el CEO.

-Dongwan, no! Vámonos! Vámonos de aquí! - HyeSung detuvo a tiempo al fotógrafo, convenciéndolo con la mirada de hacer su camino fuera del bar.

Eric y Minwoo solo pudieran observar como dos espectadores, mientras los dos hombres les daban la espalda y salían del local.

El corazón de Eric dolía. El de Minwoo se sentía partido en dos. Todo había sido inútil.

Eric trató de colocarse de pie nuevamente para ir en búsqueda de su ex novio, pero fue detenido por el puño de su mejor amigo que cayó sobre el lado derecho de su rostro, tumbándolo contra el piso.

-me prometiste que no ibas a volver a tocar a Dongwan! Estás loco! - reclamó Minwoo al CEO, abandonándolo en ese espacio sin brindarle ningún tipo de ayuda para reponerse.

HyeSung llevó a Dongwan hasta donde se encontraba estacionado su auto a las afueras del bar, tomó luego un botiquín de emergencias que llevaba siempre en la maletera del vehículo, sacando un poco de medicina para limpiar el golpe que su ex novio había provocado en el fotógrafo.

-lo siento, Eric realmente no estaba en sus cabales… - pronunció HyeSung mientras colocaba un poco de ungüento sobre la marca roja en el rostro del fotógrafo.

-no lo justifiques, ese sujeto está loco. Primero te rompe el corazón y ahora quiere reclamar cuando… - un nudo se formó en la garganta del fotógrafo, recordando las palabras que se le habían escapado minutos antes en medio de su enfrentamiento con el CEO.

HyeSung también quedó sin palabras, terminando su tarea con el ungüento, regresando diligentemente todas las medicinas utilizadas dentro del botiquín. Era difícil enfrentar la mirada de Dongwan en tan incómodo momento. El bello hombre realmente quería pensar que lo que había oído se trataba solo de un acto de provocación contra su ex novio.

-te-te… te llevaré a casa… - habló con baja voz el bello hombre, dejando el botiquín en el asiento de atrás del vehículo, alistándose luego para encender el auto.

-HyeSung… lo que dijo ese bastardo y lo que dije… - Dongwan no sabía de dónde ni cómo, pero el valor que necesitaba para decir esas palabras al fin lo habían poseído.

-no, está bien… todos estamos alterados… - HyeSung trató de detener a su mejor amigo, a pesar que su corazón comenzó a acelerar sus latidos.

-no HyeSung, es cierto… me gustas… - Dongwan colocó una mano sobre la mano del bello hombre que sujetaba el volante del vehículo.

HyeSung volvió a congelarse por segunda vez en el día. Pero esta vez fue más duradero. No sabía cómo sentirse. Feliz? Aliviado? Temeroso?. Había una mezcla de sentimientos y pensamientos dentro de él, creando una tormenta en ese mismo instante.

-pasó mientras estábamos en Cánada, no me preguntes cómo, sólo sé que de pronto dejé de verte como solo un amigo… pero me prometí que no haría nada mientras aún estuvieras sanando. Y luego pasó lo de la oferta de M Rizing y no lo dudé cuando vi la oportunidad de volver a verte… tú eres la verdadera razón por la que decidí aceptar ese trabajo en M Rizing… - se sentía tan bien haber liberado al fin su corazón. Era una paz que Dongwan no había sentido en tanto tiempo.

Y como era de esperarse, HyeSung no pudo decir una sola palabra más. La mezcla de sentimientos dentro de él comenzaron a asustarlo. Dongwan había sido un gran apoyo en el pasado, sin su ayuda nunca hubiera tenido el valor para sobreponerse y ganar la confianza y libertad que ahora tenía. Le daba miedo perderlo todo sólo por un impulso.

Ya había fallado con Eric, a quien creyó conocer muy bien y depositó toda su confianza en el pasado. Podría repetir la historia?

-por qué?… por qué ahora?… las primeras palabras que salieron de labios del bello hombre no eran muy alentadoras para el fotógrafo.

-HyeSung…

-no… esto… no sé qué pensar… no sé qué decirte… por qué tenías que decirlo ahora? - HyeSung no quería sonar demasiado severo, pero sus nervios lo estaban traicionando.

-HyeSung no tienes que… - el fotógrafo perdió el habla cuando trató de acercarse al bello hombre y éste retrocedió por instinto, retirando al mismo tiempo su mano que aún permanecía bajo su agarre sobre el volante.

Ambos hombres se observaron sorprendidos, ninguno podía explicarse lo que acababa de pasar. Los ojos de Dongwan lucharon para mostrarse compuestos, a pesar que su corazón estaba ya derramando lágrimas.

Así que así se sentía ser Eric Mun. La expresión de HyeSung era la mismo de rechazo que llevaba cada vez que se enfrentaba con su ex novio.

-tomaré un taxi a casa… - el fotógrafo se forzó a hablar, tomando el poco aire que podía dentro del interior del vehículo, dándose valor para jalar la manija de la puerta y salir del auto.

-no, Dongwan… - HyeSung se estiró por encima del asiento que había dejado libre el fotógrafo, tratando de detenerlo.

-está bien… si quieres estar solo, lo entiendo… si quieres pensarlo, lo entiendo… lo entiendo… - luchando por no mostrar el quiebre en su voz, Dongwan inició su paso hacia la dirección contraria de la calle donde se encontraba estacionado el auto del bello hombre.

HyeSung no tenía más palabras y su cabeza lo estaba torturando con mil y un pensamientos. Necesitaba salir de ahí, necesitaba aire fresco y aclarar su mente.

Para cuando Dongwan llegó al extremo de la calle, su rostro giró ligeramente al oír el sonido del motor de un auto encendiéndose. Y pudo finalmente caer sobre sus rodillas cuando la vista del auto del bello hombre desapareció en medio de la carretera.

-estúpido! Estúpido! - el frío pavimento se empapaba con las lágrimas del fotógrafo. Lágrimas de coraje por haber obtenido el valor de confesarse luego de un ataque de ira provocado por Eric Mun.

HyeSung condujo su auto todo el camino directo hasta su departamento. Tomó una ducha fría, se colocó un par de prendas cómodas y se dirigió a la cocina en busca del estante donde guardaba las botellas de alcohol que nunca había tocado desde que se mudó. Pero detuvo sus actos al recordar la mirada de dolor en el rostro del fotógrafo.

Dongwan era su mejor amigo y quizás una de las personas más importantes en toda su vida. El bello hombre se sintió estúpido por haber reaccionado de esa manera cuando el fotógrafo le confesó sus sentimientos. Al menos debió haberlo dejado explicarse más.

Por qué lo dominó el miedo y sus pensamientos se confundieron? HyeSung no estaba seguro en ese instante. No estaba seguro de nada y no quería seguir pensando. El fotógrafo había logrado ocupar un lugar importante en su vida, quería arriesgar esa posición y escalarlo hacia algo inseguro?.

Qué pasaría si no funcionaba? Podría seguir viendo al fotógrafo como un mejor amigo? Podría hacerse a la idea de perder para siempre su amistad y quizás nunca más volver a verse?. Y qué pasaría con los recuerdos que hicieron en Canadá? Qué pasaría con todas esas historias que atesoraba dentro de su corazón? Tendría que obligarse a olvidar todo sólo porque no pudo funcionar con el fotógrafo?.

Sus pensamientos lo atormentaban y su mano sujetaba con fuerza la botella de vodka que había sacado del estante inferior en la cocina.

Y pasó así toda la noche hasta que el sol brilló a través de su ventana y la alarma del reloj digital sobre la mesa de noche en su habitación, invadió el espacio dentro del departamento. No había podido cerrar los ojos en toda la noche y todavía no llegaba a una conclusión de lo que debía hacer.

Sólo tenía en mente una cosa, debía hablar una vez más con el fotógrafo. Explicarle que necesitaba un poco de tiempo para seguir aclarando sus pensamientos y luchando contra sus fantasmas internos. Sí, necesitaba ver a Dongwan y asegurarse de no haberlo lastimado demasiado la noche anterior.

Tenía que verlo ya mismo y tomó las llaves de su auto, luego de colocarse una chaqueta y unos lentes de sol que cubrieran los círculos negros alrededor de sus ojos.

El bello hombre condujo su auto aceleradamente hasta que finalmente se estacionó frente al edificio donde residía el fotógrafo. El portero del edificio ya lo conocía y lo dejó pasar sin necesidad de ser anunciado. En el camino al ascensor, las palabras se confundían en su garganta y el valor que había tomado para ir hasta ese departamento iba desapareciendo. Pero ya estaba ahí y no iba a retroceder el camino andado.

Tocó el timbre del departamento alrededor de unas cinco veces, dejando un intervalo de tiempo de al menos tres minutos entre cada toque. Dongwan probablemente estaría dormido y se tomaría su tiempo para abrir la puerta.

Pero contrario a lo que HyeSung esperaba, quien lo recibió en la puerta con una sonrisa muy visible, los ojos aún adormecidos, el cabello enmarañado y la parte superior del cuerpo desnuda, fue Lee Minwoo.