Chapter 16

Tu Reflejo En Mi

A/N: Nuevamente por aquí, tratando de retomar todas mis historias dejadas atrás. Gracias por continuar leyendo.

-estás bien?, por qué tienes esa cara? Salió mejor de lo que esperábamos… - su sonrisa iluminaba su rostro, esperando contagiar el mismo brillo en el rostro del hombre que aún lucía como si el peso del mundo hubiese caído sobre él.

-tengo miedo… tu padre… no se veía muy contento – la voz de HyeSung se quebraba, luchando por dentro para mantenerse firme y aferrarse a esa misma esperanza de la que se sostenía su novio.

-él es así, nos dio su permiso después de todo, no?… no te preocupes – Eric colocó una mano en el hombro del muchacho que detuvo sus pasos cuando alcanzaron el auto del mayor.

-él tiene razón… en lo que dijo… no muchas personas verán con buenos ojos nuestra relación… - HyeSung tenía miedo, siempre lo tuvo desde un inicio pero aún así dejó que los impulsos gobernaran sobre él, y terminó rindiéndose a los encantos de Eric Mun.

-no pienses en eso ahora, vamos a celebrar. Ahora tenemos el permiso de nuestros padres, qué más necesitamos! - al contrario de su novio, Eric parecía más seguro y más decidido. Aunque también, por dentro, sus nervios temblaban al imaginarse tener que enfrentar el rechazo de la sociedad. Pero no sentía temor por él, su temor más grande era por su novio. No quería ver a HyeSung quebrado por el rechazo y los dedos acusadores apuntando en su dirección. Él estaba a su lado para protegerlo, e iba a dedicar su vida a ello.

El auto partió del jardín frontal de la residencia de la familia Mun, donde un par de horas antes, HyeSung y Eric habían ido a enfrentar a los padres de este último, más que pidiendo permiso y su bendición a su relación, informando que no habría fuerza en este mundo que pudiera separarlos.

El Sr. Mun era un hombre de carácter fuerte y pensamiento antiquísimo, por supuesto que no iba a dejar que su único hijo, y encargado de continuar con el legado y nombre de la familia, desperdiciara su vida en un caprichoso amorío. Su plan era muy sencillo y conocía bien la terquedad y el carácter rebelde de su hijo; fue por ello que con el rostro endurecido, consintió la relación de su hijo, no sin antes advertirle de todos los problemas que ambos muchachos podrían enfrentar. Sus palabras no afectaron a Eric, pero golpearon dentro de la confianza de HyeSung. Era cuestión de esperar a que uno de ellos, no tuviera el valor para continuar.

-las luces están encendidas, tus padres están en casa? - Eric estacionó su auto frente a la puerta de la residencia de la familia Shin, notando las luces frontales completamente iluminando el camino.

-te dije que ya habían regresado de sus vacaciones – HyeSung rió divertido, observando el rostro decepcionado de su novio.

Las últimas dos semanas, ambos muchachos habían vivido prácticamente juntos en casa de HyeSung, aprovechando que sus padres se habían tomado unas cortas vacaciones para visitar a unos familiares fuera de la ciudad. Pero ya era momento de despedirse de aquellos días y volver a su rutina de siempre.

-te veo mañana en el trabajo – HyeSung sonrió y se inclinó ligeramente hasta dejar un breve beso en los labios de Eric, saliendo inmediatamente del vehículo.

-hey espera! - Eric siguió rápidamente a su novio, alcanzando su mano antes que éste pasara la cerca que daba ingreso a la casa de sus padres.

Los dos muchachos se observaron directamente a los ojos, hasta que Eric cerró la distancia entre los dos, envolviendo a HyeSung en un cálido abrazo.

-todo va a salir bien, te lo prometo… - Eric susurró cada palabra al oído de su novio, tratando de convencerse a sí mismo que así sería.

HyeSung devolvió el abrazo con la misma efusividad que su novio, hasta que el ruido de la puerta de la casa vecina lo alertó, encontrándose con la mirada reprobatoria de la mujer de avanzada edad que observaba fijamente a los dos muchachos.

No era la primera vez que HyeSung veía esa mirada en el rostro de las personas que lo observaban cuando estaba con su novio. Instintivamente, el bello muchacho se soltó de entre los brazos de Eric, retrocediendo sus pasos hasta que la distancia se hizo abismal entre ambos.

Eric sólo pudo observar perplejo como su novio se iba alejando de él, completamente consciente de la persona a lo lejos que continuaba juzgándolos en silencio. Eric quería sostener la mano de HyeSung y traerlo de regreso a su lado, pero sabía que, probablemente, sólo lo asustaría y lastimaría más a HyeSung. Él era frágil y tímido, Eric quería protegerlo pero no sabía cómo.

-a-adiós! - HyeSung exclamó casi en un susurro sus palabras, avanzando sus pasos a gran velocidad hasta que la puerta se cerró frente a la mirada atónita de Eric.

Otro sonido fue oído a lo lejos, y Eric sabía que ya no era observado por nadie. Las palabras de su padre resonaron dentro de su cabeza, negándose a aceptar que podía tener razón. HyeSung era mucho más que un simple capricho o un mero deslumbramiento a la belleza que poseía. El corazón de Eric dolía, cada vez que la posibilidad de alejarse de su novio venía a su mente.

Él tenía que protegerlo, era su misión. HyeSung era tan frágil que tenía que ser Eric el que fuera fuerte por los dos.

El sonido de la alarma sobre la mesa de noche, lo despertó. Era uno de esos raros días en los que había decidido pasar la noche en su actual departamento. Pensó que al menos tendría una noche tranquila sin los recuerdos rodeándolo y llenándolo de melancolía, pero su subconsciente no le daba tregua; aún queriendo huir, el fantasma de Shin HyeSung lo perseguía.

El sentimiento de culpa no lo dejaría en paz, al menos no hasta que tuviera de regreso todo lo que su cobarde corazón dejó ir.

Pensó que tenía que ser el más fuerte y tomar la decisión más difícil por el bien de ambos; pero en realidad terminó rindiéndose ante su debilidad, dejando que el miedo lo embargara y desgraciando el resto de sus días. Sólo ahora podía ver, que en realidad el débil siempre fue él.

HyeSung pudo reponerse y sonreír nuevamente de la mano de otra persona. Él todavía se retorcía en su miseria.

 

 

El timbre del ascensor sonó, viéndose en una breve lucha con el resto de las personas que llevaban esperando al aparato el mismo tiempo que él. Las puertas se cerraron y el sopor comenzó a molestarlo, era uno de esos días en los que habían más visitantes de los esperados en el edificio. El aparato comenzó a moverse, y en medio de esa mezcla de aromas de perfumes caros y baratos, el olor de café fresco llamó su atención. Reconocía muy bien ese aroma pero prefirió no girar el rostro en busca de su dueño.

Seis pisos más adelante y con casi menos de la mitad de los ocupantes del ascensor, sus ojos se movieron ligeramente hacia la esquina donde se encontraba el hombre, vestido con una gorra de color oscuro, chaqueta larga y enorme que cubría casi todo su cuerpo y lentes de sol.

El ascensor anunció el número de su piso y ambos hombres salieron sin decirse una palabra.

-buen día Dongwan-ssi! Buen día Minwoo-ssi! - la recepcionista los saludó con cordialidad, pero esto no cambió la falta de comunicación entre ambos.

El resto de empleados observaban en silencio, comenzando a acostumbrarse a esa aura extraña que siempre rodeaba a los tres hombres principales en M Rising. La curiosidad era grande, pero más grande aún era sus ganas de sobrevivir en la compañía y conservar la prudencia.

-supiste que Dongwan-ssi se fue de viaje este fin de semana con el ex-novio del jefe? - una de las secretarias se acercó a la recepcionista, susurrando tan bajo como podía,

-yo los vi juntos hace un par de días… será que el fotógrafo le quitó el novio? - otro de los empleados se unió al grupo, vigilando con discreción la posible aparición de alguno de los protagonistas de la discusión del día.

-pero qué el jefe no tiene una prometida? - un nuevo compañero se acercó, fingiendo llevar unos documentos al escritorio de recepción de la oficina.

-ay la pobre! Yo no podría vivir con un novio que no ha superado a su ex – hizo una mueca otra de las secretarias, separándose luego el grupo, al notar el arribo de la cabeza principal de M Rising.

Eric observó a los empleados de reojo, acostumbrado ya a los cuchicheos que éstos solían hacer sobre su vida privada. No podía culparlos después de todo, los últimos eventos, poco prudentes, dentro de la oficina, era suficiente material para tener entretenido a todo el edificio.

-el Sr. Song lo está esperando en la sala de reuniones – informó una de las secretarias, antes que el CEO de M Rising pudiera abrir la puerta de su oficina.

Eric dio una mirada al reloj de plata que llevaba en la mano izquierda, buscando luego entre los rostros de los demás empleados, por el rostro de su mejor amigo y única estrella de la oficina, quien estaba a punto de lanzar su nuevo disco en tan solo una semana.

-Minwoo oppa ya se encuentra ahí – interrumpió la muchacha la concentración de Eric, retirándose a su escritorio.

El CEO no tuvo mucho tiempo para dejar sus documentos dentro de su oficina, dirigiendo sus pasos inmediatamente hacia la pequeña sala de reuniones.

La reunión se trataría de ultimar los detalles finales del lanzamiento del disco y actividades de promoción del cantante.

-buen día señorita, necesita ayuda? - la joven secretaria detuvo sus pasos al llegar a su escritorio, notando la presencia perdida de la muchacha que tímidamente hacia su arribo dentro de la oficina.

La muchacha dudó unos segundos antes de pensar que palabras usar para explicar su presencia ahí. Había sido un fácil impulso, mientras debatía consigo misma en la soledad de su habitación, pero ahora, no tenía idea qué más hacer. Quería más respuestas y dejar de ser una cobarde; si tenía que doler aún más, mientras más rápido el dolor, más rápida la cura. Al menos eso esperaba.

-señorita?… ah! Disculpe! No la había reconocido! - la joven secretaria se sintió avergonzada y nerviosa, cuando sus ojos reconocieron ese rostro que ya había visto en un par de ocasiones en las oficinas de M Rising.

La muchacha observó sorprendida a la secretaria, luchando con su impulso de huir y esperar con todas sus fuerzas que todos en la oficina olvidaran su sorpresiva visita. Pero ya estaba ahí y nada cambiaría su pasado, mucho menos su presente.

-quiero… el Sr. Mun, está el Sr. Mun? - con los nervios haciendo tropezar sus palabras y sus ojos luchando para no dejar resbalar las lágrimas, que caían libremente cada vez que el nombre ajeno salía de sus labios, Yumi dijo sus primeras palabras desde que despertó esa mañana.

-está en una reunión, pero puede esperarlo en su oficina – tratando de ser amable y ganar algunos puntos extras, la joven secretaria señaló con confianza en dirección de la oficina del CEO.

Yumi dudó, sus piernas temblaron en una lucha por huir de regreso a casa, y enfrentarse a lo inevitable. Andy había abierto más preguntas en ella y quería saberlo todo. “no puedo decirte más, no soy yo quien debería”, fue lo último que dijo el menor, instándola a buscar más respuestas en la fuente de todo el tormento que se había desatado en su vida.

-claro… - una simple palabra llena de mucho coraje, guió a Yumi a seguir los pasos de la joven secretaria, quien abrió la puerta de la oficina del CEO de M Rising con mucha gracia, dándole paso.

La oficina no era muy grande, pero acogedora; era la primera vez que Yumi se encontraba en el interior y deseaba tanto que las circunstancias fueran diferentes. Ya no era la prometida del CEO, solo una desdichada que terminó atropellada en lo que sea que Eric estaba creando.

-esto… - los ojos de Yumi escanearon todo el interior, hasta que algo sobre el estante a espaldas de la silla del CEO, llamó su atención. Sus piernas se hicieron pesadas, dando pasos lentos hasta que su mano levantaron el retrato que yacía, casi oculto, cerca de la pantalla del computador.

Cuántos años habían pasado desde aquella fotografía? El color de cabello de HyeSung era totalmente diferente del que llevaba cuando lo conoció. Su sonrisa era transparente y llena de amor; definitivamente, el fotógrafo de aquella de toma era su ex-prometido.

fueron cinco años, en los que lo amé como jamás pude imaginar… pero se acabó”

Las palabras resonaron en los recuerdos de Yumi, soltando el retrato de sus manos, aligerando sus pasos hasta ensordecer sus oídos e ignorar los llamados de la joven secretaria, que se mostró sorprendida al verla salir con lágrimas en los ojos.

 

 

Era un nuevo día de trabajo, y en lugar de tomar nota a las direcciones que dictaba su jefe, su cabeza se encontraba dando vueltas, perdido en sus pensamientos y conversaciones consigo mismo. Había hecho lo correcto? Ya estaba cansado de guardar secretos y proteger a su novio. Pero había elegido la ocasión y la persona adecuada?. El destino ya estaba siendo demasiado cruel con Yumi, tenía él que agregar más peso a esa crueldad?. Ojalá hubiese una manera en la que nadie siga sufriendo por el pasado.

Ahí estaba Eric, aparentemente arrepentido de su decisión de años atrás, volviéndose loco sin querer aceptar el presente y recuperar lo perdido; atormentando lo que una vez dijo amar.

Y ahí estaba HyeSung, tratando de reconstruir su vida y volver a confiar en el amor. Libre al fin de su verdugo del pasado. Pero qué tan real era esa libertad?. Los ojos de Andy nunca fallaban en ver ese esfuerzo extra en la sonrisa del bello hombre.

Y Yumi, la pobre víctima ignorante de los eventos del pasado; utilizada como la máscara de un hombre que aún o sabía lo que quería.

Y Dongwan, el héroe que devolvió la vida a un corazón destrozado. Puro, inocente y dispuesto a luchar.

-Andy?… estás tomando nota? - la voz gruesa de su jefe, lo hizo dar un sobresalto en su silla.

-perdón!… yo… - los nervios de Andy se hicieron notorios. Por qué le preocupaba tanto sin ser uno de los implicados directos?

-estás bien? Haz estado un poco ido toda la mañana – el Sr. Ahn volvió a hablar, dirigiendo una mirada escrutinadora a su asistente.

La garganta de Andy de hizo un nudo; claro que no estaba bien, pero se sentía tonto al ser el único cargando ese peso. Hasta cuando iba a guardar ese secreto? Su silencio lo hacía cómplice, también, de las acciones de su novio?. Lo odiaría HyeSung por su complicidad?

Y más importante aún, qué haría HyeSung con la revelación de ese secreto?

-Andy?… Dios! Este chico está completamente en otro planeta! - el Sr. Ahn no pretendía sonar severo, Andy había sido un excelente asistente todo este tiempo que llevaban trabajando juntos; el maduro hombre había llegado a desarrollar mucha simpatía y empatía por el menor.

-lo-lo siento! Desperté con un fuerte dolor de cabeza – se disculpó Andy con una media verdad, porque era cierto que pensar en la situación de su novio y su mejor amigo, le provocaba un gran dolor de cabeza.

-la gente de M Rising tiene todo casi listo de todos modos, viste el teaser del MV? Ya tiene más de 2 millones de vistos! - el Sr. Ahn continuaba hablando, pero Andy no podía retener absolutamente una palabra dentro de su cabeza.

-… está bien, haz trabajado muy duro, puedes ir a casa; descansa bien por el resto del día, mañana trabajaremos en los detalles finales – fue lo único que pudo descifrar Andy, luego que su jefe lo ayudara a levantarse de su silla, escoltándolo con amabilidad fuera de su oficina.

Era muy afortunado de tener un jefe amable y comprensivo.

-esto no puede seguir así… voy a tener que hablar con Junjin – el joven asistente habló consigo mismo, una vez en la intimidad de su cubículo, reuniendo sus pertenencias para hacer su regreso al departamento que compartía con su novio.

Diez minutos después, el joven asistente detuvo su vehículo en un super mercado, buscando distraer su mente en la compra de algunos alimentos para sorprender a su novio con una deliciosa cena. Y quizás convencerlo de tener esa conversación con HyeSung. Ya era tiempo que Junjin fuera sincero.

-viste el teaser del MV de Minwoo oppa? Ya quiero ver el MV completo! - hablaba una muchacha en la fila de la caja registradora.

-si! No puedo esperar para su comeback! Ya quiero tener su disco en mis manos! - respondía la otra joven, al lado de la primera, mostrando su teléfono celular con una risita en los labios.

-los tienes de fondo de pantalla? Yo también los shippeo! No se ven perfectos! - chilló la primera muchacha, buscando entre su galería de imágenes en su propio teléfono.

-ese fotógrafo es tan guapo! Minwoo oppa es afortunado! - la segunda muchacha no podía ocultar su enorme sonrisa, sin despegar sus ojos de la imagen en su teléfono.

La curiosidad atrapó a Andy, inclinándose ligeramente sobre los hombros de las dos jóvenes, reconociendo la vieja imagen que creía haber olvidado. Una imagen que ya había sido explicada por la agencia del cantante, pero no había detenido la convicción de algunas, o varias, fanáticas.

El dolor de cabeza de Andy incrementó.

 

 

Pasadas las cinco de la tarde y sin ningún otro compromiso y/o asunto pendiente en su agenda, el bello hombre y gerente general de uno de los restaurantes de mayor prestigio de Seúl, decidió darse el resto de la tarde libre. HyeSung quería aprovechar el tiempo extra para dar una visita a Yumi, de la que no había sabido nada por varios días ya. La revelación que Eric le había hecho días atrás, lo había dejado con muchas preocupaciones. Tenía que hablar con Yumi y decirle de una vez por todas la verdad sobre su relación con su ex-prometido.

El bello hombre tomó las llaves de su auto, su chaqueta y unos documentos que había decidido llevar a casa como lectura antes de dormir, y se dirigió por la puerta de salida principal del restaurante, muy contrario a los días regulares en los que prefería tomar la puerta directa a las oficinas administrativas.

-HyeSung? - la voz era familiar y de cierta manera trajo escalofríos a su cuerpo. Cuánto tiempo había pasado desde que oyó esa voz o pensó en los rostros que ahora observaba con sorpresa.

-Sra. Mun… - las palabras se cortaron en su garganta. Qué se supone que debía decir? Era muy consciente que los padres de Eric jamás aceptaron su relación, y era muy seguro que fueron los primeros en celebrar su ruptura.

-creí que estabas fuera de Seúl… ha pasado mucho tiempo – la Sra. Mun trató de sonar natural, disimulando su excesiva sorpresa por la presencia del hombre que le había provocado varios días sin dormir.

-regresé hace más de un año, empecé a trabajar aquí desde entonces – ante la aparente cortesía de la madura mujer, HyeSung se sintió más relajado, continuando en un tono más normal, como si acabara de encontrarse con una vieja conocida.

-tú… tú trabajas aquí?, conoces a Yumi? - la Sra. Mun no pudo ocultar su sorpresa ante las palabras del bello hombre, observándolo como si acabara de confesarle un crimen.

-trabajamos juntos, de hecho, soy su jefe – HyeSung sonrió, dejando de lado todos los malos momentos del pasado. Ya no era una molestia para la familia Mun, ahora quizás los padres de Eric podrían verlo con otros ojos, cierto?

La Sra. Mun quedó sin palabras, el color abandonó sus mejillas, juntando sus dos manos en un intento por detener el temblor que se apoderaba de su cuerpo.

No podría ser posible.

No podría ser esa la razón por la que Eric decidió terminar su compromiso con Yumi.

-querida? Qué sucede? - la voz gruesa regresó los escalofríos a HyeSung, retrocediendo unos pasos sin darse cuenta; su confianza se vio disminuida al reconocer el rostro del Sr. Mun.

Quizás esa era su alarma para salir del restaurante.

-tú… - el Sr. Mun dirigió unos ojos sin expresión en dirección del bello hombre, regresando luego su atención a su esposa.

HyeSung prefirió no decir más, solo hacer una educada reverencia a la madura pareja, y abandonar el local con paso apresurado.

no estarás esperando mucho de esta relación, cierto?”

mi hijo es muy caprichoso, ten eso en cuenta”

no creen que están arruinando sus vidas?”

hagan lo que quieran; si quieren experimentar, yo no los detendré”

No recordaba cuando fue la última vez que recordó aquellas palabras; aquella sentencia que terminó por convertirse en una profecía y golpearlo con una realidad que lo hundió en los peores días de su vida. No recordaba cuánto le había dolido cada palabra, y cuántas veces lloró en silencio, oculto de la presencia de su entonces novio.

No lo recordaba y era mejor que siguiera en el olvido. Los Sres. Mun demostraron que no estaban equivocados, y él decidió dejar todo en el pasado y reconstruir su confianza lejos de aquellas personas que lo habían lastimado. No tenía sentido seguir reflexionando en el pasado, pero aún había algo en la mirada del Sr. Mun, que lo hacía dudar y perder su confianza.

-hola?… Dongwan? - HyeSung no se había dado cuenta cuánto tiempo llevaba sentado en el interior de su vehículo, perdido en sus pensamientos y tratando de hacer a un lado la terrible sensación que le había dejado su re-encuentro con la pareja Mun.

-estoy en mi departamento, qué te parece comida italiana para cenar? - la voz de Dongwan sonaba fresca, completamente ajeno a todo el tormento por el que pasaba su novio.

-suena bien, llegaré en unos minutos – HyeSung recuperó su sonrisa, notando por primera vez las luces de la noche, resignándose a abandonar sus planes de ir a casa de Yumi.

Dongwan traía calma a su agitado corazón, sólo su voz parecía ordenar todo el caos que rodeaba su universo. Era muy afortunado de haber encontrado a alguien que creía en él y le había ayudado a descubrir ese valor que yacía muy oculto en sus temores.

Amaba a Dongwan, de eso estaba seguro; el pasado debía permanecer como un mal recuerdo no digno de ser revivido.

 

 

Veinte minutos después y luego de una espera interminable en el tráfico de la noche, HyeSung arribó al departamento de su novio, quien lo esperaba con una deliciosa cena, ordenada del nuevo restaurante italiano que acababa de abrir en la ciudad. Dongwan amaba la comida coreana, pero también amaba disfrutar los diferentes platillos ofrecidos del resto del mundo.

-la próxima semana será el comeback de Minwoo, por fin seré libre! - sonrió el fotógrafo, colocando el juego de cubiertos de metal sobre la mesa.

-eso quiere decir que… - las palabras de HyeSung no necesitaron mayor explicación, llenado el departamento de un breve silencio.

-aún tengo que arreglar algunos asuntos con mi agencia, y quiero pasar unos días con mis padres; todo lo que he hecho es trabajar, desde que llegué aquí – la respuesta de Dongwan calmó un poco los latidos del bello hombre.

-por cierto, mamá quiere verte, no deja de hablar de ti desde que aquel día – la voz de Dongwan siempre traía calma y colocaba todas las piezas en su lugar. HyeSung no necesitaba atormentarse ni rondar sus pensamientos en el pasado, cuando estaba con su novio.

La cena transcurrió con serenidad, llenando el espacio con risas y conversaciones sin sentido; pronto, en la vajilla solo quedaban restos de la deliciosa comida, pasando luego a las copas de vino tinto, obsequio que el fotógrafo había guardado desde su arribo a Seúl.

Los dos hombres se instalaron en la sala, continuando su entretenida conversación, olvidándose de todo al punto de desconectar sus teléfonos celulares. El sonido de un antiguo disco de música clásica acompañaba su intimidad, llevándolos a relajarse aún más. Pronto, las palabras se terminaron, oyéndose solo el sonido de la tela de sus ropas rozar contra el sofá, y los besos húmedos enredando sus labios.

Los documentos que HyeSung había tomado de su oficina, aún se encontraban en el asiento trasero de su vehículo, estacionado en el estacionamiento del edificio del fotógrafo. Y probablemente pasarían la noche ahí, no es que sean unos documentos importantes de todos modos.

El sonido de la perilla de la puerta de la habitación del fotógrafo, hizo eco en el departamento, que había vuelto a quedar en silencio luego que el tocadiscos finalizara de tocar la clásica melodía favorita de la pareja.

Los cobertores de la cama se alborotaban debajo del cuerpo del bello hombre, quien recorría sus manos por el pecho desnudo del fotógrafo, terminando por deshacerse de su camisa, dejándola caer sobre la alfombra. Dongwan ocupaba sus propias manos en el pantalón del bello hombre, tocándolo íntimamente, provocando esos sonidos que adoraba oír de sus labios.

Un movimiento de HyeSung colocó al fotógrafo de espaldas contra el colchón, uniendo sus lenguas en una batalla que atizó aún más sus deseos. No pasó mucho tiempo para que el restante de prendas en sus cuerpos, se encontrara ahora yaciendo por todo el piso de la habitación.

Las manos de Dongwan acariciaban los muslos del bello hombre, mientras éste se movía con gracia sobre él, acompasando el ritmo de sus caderas con los movimientos del fotógrafo. Gotas de sudor comenzaban a brillar sobre su espalda, tiñendo su rostro de un tono carmesí que solo reflejaba el grado de su excitación.

El fuego dentro de Dongwan iba incrementando, reuniendo fuerzas para recuperar el control y colocar al bello hombre de regreso contra el colchón, su pecho sintiendo la suavidad de las sedosas sábanas. Los labios del fotógrafo mordieron contra la albina piel en los hombros de su novio, sujetando su cintura con una mano mientras la otra daba soporte sobre su barbilla, haciéndolo estirar su largo y elegante cuello de una manera tan provocativa, que el fotógrafo no pudo resistir dejar sus marcas ahí también.

Jadeos y exclamaciones de lujuria se mezclaban en el interior de la habitación, junto al sonido de los cuerpos húmedos golpeando contra el otro.

No era la primera vez que hacían el amor, pero sí de esas primeras veces en las que la necesidad de poseerse se hacía tan desesperada.

Un quejido final, acompañado luego de otro con ligera más fuerza, dieron inicio al silencio de la noche.

-te amo HyeSung, quédate a mi lado – las palabras se pronunciaron por si solas en labios del fotógrafo, recorriendo sus dedos por el cabello bañado en sudor del bello hombre.

Los ojos de HyeSung pesaban, limitándose solo a sonreír y responder el cálido beso que el fotógrafo dejó en sus labios, antes de entregarse a un breve sueño.

El reloj marcaba las 2AM, cuando volvieron a abrir sus ojos, cansados aún por la actividad de horas antes. HyeSung fue el primero en salir de la cama, yendo directamente a la ducha, limpiando los rastros de sudor y otros fluidos de su cuerpo. Dongwan, mientras tanto, recolectaba las prendas del piso, colocándolas sobre la silla a un extremo de su habitación.

El repentino sonido del timbre sorprendió la concentración del fotógrafo. Era ya de madrugada, quién podría llamar a su puerta a esa hora?

Sin querer despertar la alarma en su novio, que continuaba ocupado en la ducha, el fotógrafo cubrió su cuerpo desnudo con una bata, dirigiéndose a abrir la puerta.

Y fue más grande aún su sorpresa, cuando reconoció el rostro de la inesperada visita; completamente ebrio y la mirada descolocada.

-Dongwan, tengo algo que decirte – el hombre luchaba por mantener sus pasos firmes, haciéndose su propio camino hasta el interior del departamento.

-este no es un buen momento Minwoo, ya es muy tarde – fue todo lo que pudo decir el fotógrafo, esperando deshacerse de su inoportuno visitante, antes que HyeSung terminara con su ducha.

 

 

La oscuridad de la noche acompañaba su camino, agradecía que el trabajo del día lo haya mantenido lo suficientemente ocupado como para pensar en sus tormentos. Pero al llegar la noche, el silencio y la soledad volvían a torturarlo. Su cuerpo estaba cansado, solo por hoy ya no quería recordar. Giró su auto en dirección contraria, dirigiéndose por primera vez en mucho tiempo a dormir en su actual departamento.

El estacionamiento estaba vacío, el sonido de sus pisadas hacían eco en todo su camino hacia los ascensores.

-oppa… - la voz sonó débil a sus espaldas, congelándolo repentinamente. No esperaba ver a Yumi tan pronto. Y prefería seguir evitando ese encuentro, aunque ya era muy tarde.

Los labios de Yumi temblaban, había ensayado las mejores palabras más contundentes para enfrentarse a su ex-prometido, pero tenerlo frente a suyo simplemente la debilitaba. Todavía lo amaba a pesar de saber de su crueldad.

Eric tuvo que resignarse a pasar otra noche pesada, señalando el camino, silenciosamente, a la muchacha.

Yumi siguió al CEO, bajando la mirada, evitando mirarlo de frente a la cara o de lo contrario perdería el valor y saldría corriendo. le había costado todo el día armarse de valor, no podía dar marcha atrás ahora.

El camino en el ascensor fue incómodo, lleno de una atmósfera pesada y melancólica. Eric tuvo el tiempo necesario para reflexionar y convencerse que era lo mejor cerrar su ciclo con Yumi ahora. HyeSung tenía razón, había sido muy cruel con la muchacha y era tiempo de dejarla ir.

-Eric… ustedes dos, están juntos? - la noche de Eric se hizo aún peor, cuando las figuras de sus padres se hicieron claras en el camino hasta la puerta de su departamento.

Los señores Mun observaron a la ex-pareja con ojos esperanzadores. Si el cielo en verdad existía, probablemente este sería su milagro.

-no es lo que creen, tengo algo que decirle a Yumi – la voz agria de Eric acabó con la chispa de esperanza de sus padres, y dio un golpe silencioso en el corazón de la frágil Yumi.

-nosotros también tenemos algo que decir – la Sra. Mun hacía su mejor esfuerzo por sonar serena, maquillando la desesperación que revoloteaba en su interior.

-no ahora – el CEO hizo a un lado a sus padres, ingresando la contraseña de acceso a su departamento, sin dedicarles una sola mirada.

Yumi se sentía fuera de lugar, un poco avergonzada y arrepentida de haber tomado al decisión de ir de búsqueda de su ex-prometido.

-haz estado evitando nuestras llamadas, y cuántos días van desde la última vez que dormiste aquí? Dónde pasas la noche!? - el Sr. Mun perdió lo compostura, forzándose dentro del departamento, no dándole más opción a su hijo que aceptar todas las visitas inesperadas que arruinaban su noche.

Eric permaneció un silencio, sus ojos fijos en el rostro de su padre, recordando como su enérgica voz lo hacía temblar y agachar la cabeza. Y tomar malas decisiones.

-Yumi, querida, por favor, necesitamos hablar con Eric a solas – la Sra. Mun trató de convencer a la muchacha de abandonar el departamento, no queriendo que ésta oyera los secretos que la familia guardaba.

-no… con la única persona con la que tengo que hablar es con Yumi, váyanse ustedes – la voz de Eric fue muy contundente, atizando aún más la ira de su padre.

-sabías que ese chico regresó, no? Por eso lo estropeaste todo! - el Sr. Mun no pudo más con toda la rabia que sentía, poniendo en evidencia a su hijo, para asombro de su esposa.

Eric apretó los labios, luchando por contener sus palabras y guardar algo para su momento a solas con Yumi, pero todo el rencor que había acumulado contra su padre, fue más fuerte.

-ustedes crearon todo ese circo, ustedes nos lastimaron a los dos! - Eric dejó salir su rabia, enfrentándose a su padre por primera vez en su vida.

El corazón de la Sra. Mun se detuvo, lo que menos quería era que Yumi supiera que Eric estuvo relacionado en el pasado con otro hombre. Yumi por su lado, se armaba de valor y trataba de entender los motivos de su ex-prometido; después de todo, para eso había ido a su departamento, para tratar de entenderlo y cerrar su ciclo. Ya no quería seguir sufriendo por un amor que solo la lastimaba.

-qué futuro crees que te esperaba con ese chico!? Por una vez en tu vida haz las cosas de forma correcta! - el Sr. Mun no podía seguir ocultando su frustración con el comportamiento de su hijo.

-correcta? Crees que fue correcto verlo sufrir esa noche? Crees que fue correcto todas las noches sin dormir sin saber de él?… Crees que fue correcto lo que me hicieron!? - la rabia de Eric iba en aumento; había pasado muchos años en silencio, agachando la cabeza ante el asentimiento de sus padres. Pero no más.

-hijo, por qué te haces esto? No te das cuenta que todo estaba bien? Por qué te estás haciendo esto? - la Sra. Mun se quebraba, incapaz de entender el corazón de su propio hijo. En su mente solo estaban las habladurías de sus amistades, y lo que ella consideraba “lo correcto”.

El silencio invadió el departamento. La familia Mun aún era muy consciente de la presencia de Yumi acompañándolos.

-… por que aún lo ama… nunca dejó de amarlo… - la voz de Yumi sonó suave, casi en un susurro, pero lo suficientemente poderosa para captar la atención de toda la familia Mun.

 

 

El olor a alcohol era muy intenso, preocupando al fotógrafo sobre la persona que yacía en su sofá, los ojos entrecerrados, el cabello enmarañado por la gorra que sujetaba en su mano derecha. Minwoo definitivamente había pasado toda la noche bebiendo.

-te pediré un taxi – Dongwan dio un paso en dirección a su habitación, tratando de ir en búsqueda de su teléfono celular, pero la mano que sujetó con fuerza su antebrazo, detuvo sus intenciones.

-sabes por qué estoy aquí?… por que te extraño, todo el día haz estado huyendo de mi – Minwoo sonrió entre dientes, abriendo los ojos, que se mantuvieron fijos en el rostro inexpresivo del fotógrafo.

-no estoy huyendo, te recuerdo que tu comeback será en unos días, todos estamos traba…

-no quiero hablar de trabajo, no vine aquí para que me regañes – cortó Minwoo las palabras del fotógrafo, soltando su agarre, buscando una posición más cómoda en el sofá.

-no es un buen momento ahora, ve a casa – Dongwan insistió en convencer al cantante de retirarse de su departamento; sabía que Minwoo estaba muy ebrio y fuera de sus cabales, y le preocupaba como su estado podía afectar su itinerario de la mañana siguiente. Además, HyeSung aún se encontraba en la ducha y no pasaría mucho tiempo para que oyera las voces provenientes de la sala. Y el fotógrafo era muy consciente que ninguno de los dos hombres, era la persona favorita del otro.

-tu noviecito se molestará si sabe que estuve aquí? - Minwoo soltó una sonrisa traviesa, disfrutando la imagen de HyeSung muerto de celos, luego de enterarse de su presencia en el departamento del fotógrafo. Y era una imagen tan deliciosa.

-Minwoo, lo digo por tu bien, ve a casa, pediré un taxi – Dongwan insistió una vez más, siendo nuevamente detenido por las manos del cantante.

-él no te ama, solo te está usando. Eric y él eran tan diferentes, pero son el reflejo del otro cuando se trata de olvidar. HyeSung te está usando de la misma manera que Eric usó a Yumi – la voz de Minwoo sonó muy clara y directa, todos los rastros del alcohol evaporados.

-tú no sabes nada, es mejor que vayas a casa – Dongwan no quería admitirlo en ese momento, pero las palabras de Minwoo golpearon en lo más oculto de sus temores.

-que no sé?… el que no sabe nada eres tú; si ese bastardo de Junjin le dijera la verdad a ese imbécil, correría de regreso a los brazos de Eric – Minwoo rió divertido, como si estuviera en medio de un monólogo consigo mismo.

Dongwan estaba completamente convencido que el alcohol estaba empezando a hacer perder la cabeza al cantante; era momento de ponerse más enérgico y asegurarse que regresara sano y salvo a su departamento.

-no dejes que ese idiota te utilice; todos creen que él es la inocente víctima, pero se olvidan de lo que Eric pasó por su culpa… - la voz de Minwoo ahora sonaba agria, recordando aquellos días en los que su teléfono celular no paraba de sonar, recibiendo llamadas de múltiples bares para ir por su mejor amigo.

Dongwan prestó atención a las últimas palabras del cantante; su voz sonaba tan lúcida que era imposible no tomarlo en serio, pero de qué estaba hablando exactamente? Tenía entendido que Eric decidió terminar la relación para reconstruir su vida al lado de una mujer.

-lo que HyeSung y yo tenemos es muy sólido, gracias por los consejos de todos modos – finalmente habló el fotógrafo, deteniendo sus pasos cuando sus ojos se encontraron con los ojos severos de su novio, que observaba con disgusto al hombre en el sofá.

Los ojos de Minwoo se abrieron de par en par, al notar la presencia del bello hombre en la sala. El cabello de HyeSung aún lucía húmedo con gotas de agua cayendo ligeramente por sus hebras sueltas. No pasó mucho tiempo para que el cantante se hiciera una idea de a qué se refería Dongwan cuando le dijo que “no era el momento”.

-te pediré un taxi, espera acá – Dongwan retuvo al cantante, cuando éste se colocó de pie del sofá, herido y decidido a abandonar el departamento.

-traje mi auto, no necesito nada – la voz del cantante era áspera, evadiendo la mano del fotógrafo que pretendía retenerlo en la sala.

-que no vas a lanzar un disco la próxima semana? Quieres morir antes de eso? - la voz de HyeSung irritó más el humor del cantante.

-a ti que te importa! Bastardo! Te odio! - el alcohol poseyó las acciones del cantante, alzando su puño en dirección del bello hombre, pero éste fue más rápido, evadiendo sus movimientos y conectando su puño contra el lado derecho de su quijada, haciéndolo caer pesadamente de regreso sobre el sofá.

-pídele un taxi a este idiota, me irrita su presencia – el bello hombre se dirigió a su novio, haciendo su regreso a la habitación del fotógrafo.

 

 

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Shinbella
Me tomó más tiempo de lo que esperaba escribir este capítulo final... y siento que aún necesito más de esta historia...
Gracias por continuar leyendo, ahora podré continuar con mis otras historias... alguna que quieran en particular? alguien lee mis otras historias?...

Comments

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missstery #1
Chapter 22: Gracias por el epílogo, aunque al igual que tú, también quisiera más de esta historia, o no se si mejor decir de esa nueva historia que comenzaron a escribir Hyesung y Eric, y que creo incluiría a los otros chicos. Yo leo tus otras historias aunque no siempre dejo comentarios en ellas, y aunque todas me gustan y me agrada la idea que continúes con todas, sobre todo con las que tienen menos capítulos, en particular me gustaría que continuaras con Se busca mamá, pues se quedó muy interesante y Correr para vivir, aunque creo que los problemas se avecinan y empieza el sufrimiento, aun así me gustaría que continuaras con ellas. Nuevamente gracias por la actualización y espero que tu y tus seres queridos se encuentren bien. Cuídate mucho
missstery #2
Chapter 21: Gran capítulo, y gran final, se noto el cambio que tuvieron todos los personajes a través de la historia y como les ayudó a tomar decisiones sin arrepentimientos. Se que es pedir demasiado, pero nos podrías regalar un epílogo, para ver que pasó con todos ellos, pues me queda la duda de dónde empezó nuevamente Hyesung, y sobre todo si comenzó una relación entre Eric y Hyesung de nuevo y entre Dongwan y Minwoo. Gracias por esta gran historia, al igual que tus otros trabajos es muy buena. Soy fan de tus historias y ten por seguro que me verás en alguna otra de ellas. Solo me resta decirte que espero te encuentres bien y cuídate mucho.
missstery #3
Chapter 20: Es bueno ver una actualización de la historia, creo que el final que decidas será el mejor. A pesar de que me encanta la pareja Ricsyung, un cambio a veces es bueno. Además en esta historia adore a Dongwan, y el final de este capitulo me hace confirmar que es muy buena persona, pues creo que la pregunta que le hace a Hyesung no es solo por que sí, siempre tiene una razón para todo. No puedo esperar por el siguiente capítulo, aunque me entristece que sea el último. Gracias por la actualización, espero y te encuentres bien y cuídate mucho. Lo bueno es que hay varios fics tuyos para leer y releer durante este tiempo.
shsngi #4
Chapter 19: Calva quedé. Mis pobres sentimientos necesitan paz
missstery #5
Chapter 18: Me alegra que Yumi se dé la oportunidad de sanar para poder seguir adelante y no se haya aferrado a algo que no existía. Por fin hizo las paces con Hyesung, creo que eso es bueno para ambos. Que bien que Jin vaya a decirle la verdad a Hyesung, ya era justo que la supiera, y decida él que hacer. Ya quiero ver su reacción, sobre todo después de lo que Yumi le dijo antes de irse, si de por sí ya estaba confundido, ahora después de saber eso, pobre, no quisiera estar en su lugar. También espero que no lo odie y que comprenda sus razones, que desde cierto punto de vista son muy válidas. Todo el capítulo estuvo muy interesante. Ya tengo todos mis dedos cruzados y veladoras prendidas esperando porque se quede con mi favorito, no voy a decir con quien, porque, aquí donde vivo, dicen que si pides un deseo no debes decirlo para que se haga realidad. Gracias por la actualización y sin duda estaré esperando el siguiente capítulo.
ArkangelValeria #6
Chapter 18: Hermoso capítulo. Mis manos estan juntas rezando para que sea un Ricsyung. Y porque amo a Minwoo también y quiero verlo feliz al lado de Dongwan.
Gracias por la actualización, espero con ansias por la próxima.
turyka #7
Chapter 17: Yay!! actualización... Muchos sentimientos encontrados, ya no se que pensar.....
missstery #8
Chapter 17: Esto cada vez se pone mejor, y ya no se con quien quiero que se quede Hyesung. Gracias por la actualización y sin duda seguiré leyendo tus fics.
shsngi #9
Chapter 17: <span class='smalltext text--lighter'>Comment on <a href='/story/view/1240882/17'>Chapter 16</a></span>
Tenía siglos sin logearme aquí y justo cuando lo hago actualizas, coincidencia? no lo creo



extrañé esta historia, aunque me genere altos niveles de estrés jaja ya nadie escribe wansyung así que esta actualización trajo paz a mi vida aunque me preocupa su futuro en esta historia por alguna razón t.t



aún siento pena por Yumi, no merece sufrir así la pobre :( y espero que jin y andy no se maten por llegar a un acuerdo si decir la verdad o no...



gracias por actualizar ! <3
ArkangelValeria #10
Chapter 16: Ahhhhhhhh!!!!. No puedes ser!!! Me quedé con el corazón en la boca!!!!!... Ups. Disculpa mi arrebato, me sentí como Eric, frustrada, enojada y en shock, cuando no encontré el siguiente capítulo. je je. Quiero felicitarte y darte las gracias por compartir estas historias. Desde que encontré tus fic he dejado de ver doramas y me he dedicado a retomar mi pasión, que es la lectura. Gracias por eso!! Espero sinceramente que puedas terminar esta historia. Y secretamente espero el milagro del que el Ricsung pueda suceder y vuelvan a amarse, aun más que antes. Lo siento por Wannie pero él encaja mejor con mi adorable Minwoo, jejejeje....