Chapter 11

Tu Reflejo En Mi

A/N: La irresponsable que nunca revisa los errores gramaticales XD

 

Abrió las cortinas de la habitación tan pronto como sus ojos se separaron al sonido del despertador sobre la mesa de noche, delineando una gran y hermosa sonrisa en su rostro luego de asegurarse que no se había tratado de un sueño. Sus mejillas comenzaron a tomar un tono rosa, avergonzado en su soledad por los revoloteos de su estómago. Ya era un hombre adulto y con mucho mundo recorrido, por qué se sentía de pronto como si acabara de regresar a sus épocas de escuela secundaria?

Sonrió una vez más para su propia satisfacción, dando la espalda a la hermosa vista a través de la ventana de su habitación, yendo directo a la ducha y comenzar su día que lo saludaba esa mañana con un sol brillante bajo un cielo despejado.

Preparó su desayuno mientras leía el periódico que le era dejado todas las mañanas a su puerta, resistiendo las ganas de tomar su teléfono celular y hacer una llamada a la persona que había cambiado su mundo en una sola noche. Se sentía ansioso y nervioso por hablar con esa persona pero tampoco quería verse demasiado desesperado. No sabía cómo debían tratarse de ahora en adelante, su relación había dado un paso más la noche anterior pero aún se sentía extraño.

El timbre del inercomunicador lo despertó de un salto, avisando el portero del edificio que su taxi se encontraba ya esperándolo para llevarlo al trabajo.

Tomó su maleta y el periódico que había dejado sobre la mesa del comedor, saliendo del departamento. El trayecto fue tranquilo y muy rápido gracias a que toda su concentración estuvo dirigida en terminar de leer los artículos que habían sido publicados sobre la exhibición que acababa de inaugurar el pasado fin de semana.

Los tabloides habían sido generosos con sus críticas, elogiando en su mayor parte el trabajo del fotógrafo. Dongwan se sentía más satisfecho y lleno de orgullo que con cualquier otro de los resultados en las exhibiciones pasadas por Europa. Quizás se lo debía al orgullo de tener un “novio” que había sido referido como uno de los rostros más hermosos en toda Corea por la prensa.

Una sonrisa avergonzada escapó de sus labios, seguida del ardor que empezaba a nacer en sus mejillas al solo pensamiento. Cuando lo conoció hacía más de un año atrás, Dongwan nunca se imaginó que iba a caer perdidamente enamorado de otro hombre, mucho menos que éste fuera a aceptarlo.

Pensar en HyeSung ahora como su “novio”, lo hacía sentir un cosquilleo extraño por todo el cuerpo, llenando su rostro de una gran sonrisa y haciendo que sus ojos brillaran con un resplandor especial. No se había sentido así anteriormente, ni siquiera cuando estuvo a punto de casarse con su primera novia. Definitivamente HyeSung era especial y no iba a desperdiciar esta nueva oportunidad.

El taxi finalmente llegó a su destino, despidiéndose del conductor con una sonrisa mientras tomaba su mochila y doblaba el periódico en sus manos. A su camino por el edificio notó algunos rostros observándolo fijamente, lo más seguro era que se tratara de gente que ya habían leído también los periódicos y supieran de su fama. Era tan rara toda la atención que podía adquirir en su país natal.

El ascensor en el que iba se llenó de gente sin que pudiera notarlo, luchando por hacerse paso hasta la puerta cuando el timbre indicó que ya había llegado a su piso. Los rostros que lo recibieron dentro de la oficina no fueron muy diferentes de los que había visto a la entrada del edificio.

-Kim Dongwan-ssi! Fui ayer al museo! - la joven recepcionista habló entusiasmada al fotógrafo, los ojos brillando de emoción como si acabara de ver a su idol favorito.

La sensación fue más extraña y hasta intimidante. Dongwan no estaba acostumbrado a recibir tanta atención.

-gracias… estaré en mi oficina – torpemente y ajustando la gorra que llevaba puesta, el fotógrafo decidió encerrarse por el resto del día en su oficina.

Una pila de trabajo lo esperaba al abrir la puerta de su lugar de trabajo. Aún no había terminado las coordinaciones con el equipo de diseño encargado de dar los toques finales al photobook que acompañaría el nuevo disco de Lee Minwoo. Y ni qué decir de la selección para la portada del disco.

Faltaba nada más que unas cuantas semanas para hacer los anuncios oficiales y aún su trabajo parecía estar retrasado. Se lo debía en parte a su mala relación con Eric Mun y todo el estrés que le estaba causando continuar trabajando en M Rizing. De no ser por el contrato que lo ataba a la empresa, probablemente sería la primera vez que abandonara un trabajo por razones personales.

-Dongwan-ssi, el CEO Mun llamó a una reunión dentro de una hora en su oficina – la recepcionista en el anexo dio el mensaje, cortando luego la comunicación para perderse en sus pensamientos.

El fin de semana había sido de ensueño pero ahora tenía que despertar a la realidad y pensar con la cabeza fría. No podía seguir trabajando en M Rizing luego de involucrarse tan personalmente con ambos CEOs. Su rivalidad con Eric estaba llamando la atención entre los trabajadores y, aunque no había mencionado el tema desde aquella noche en el club, todavía las palabras de Minwoo giraban en su cabeza.

Había sido un corto minuto antes que perdiera su sobriedad y lo recordaba perfectamente a pesar de haber estado evadiendo el tema por más de una semana.

Me gustas Dongwan. No, creo que es más que eso… te amo”

Sólo recordaba esas palabras y luego todo había sido oscuridad. Era consciente que lo mejor era encarar las cosas y hablar con Minwoo, pero en el estado de depresión que se encontraba luego de pensar que HyeSung lo había rechazado, ignorar la conversación había sido su mejor opción.

Ahora que sus pensamientos comenzaban a aclararse y ese pesar en su corazón se había desvanecido, era momento de tomarse valor y hacerle saber a Minwoo sus sentimientos sinceros.

 

 

Su cabeza palpitaba como si estuviera a punto de estallar en cualquier momento, caminó torpemente hasta la puerta del baño y se dejó desplomar sobre el piso antes que pudiera girar la perilla. Sentía la garganta seca y el estómago vacío, los párpados le pesaban y ciertamente lo que menos quería esa mañana era ir a trabajar.

Una corta reflexión sobre el pasado fin de semana, le hizo darse cuenta que había sido mala idea pasar por la puerta del museo antes de regresar a su departamento luego de dejar a Yumi en casa de sus padres. La puerta principal del museo estaba totalmente empapelada por carteles gigantes que anunciaban lo tan esperada exhibición del fotógrafo Kim Dongwan.

Fotos de HyeSung, su ex novio, para ser más exactos.

Había pasado el resto del fin de semana encerrado en ese viejo y modesto departamento, que aún seguía rentando a pesar de tenerlo deshabitado por más de dos años. Las botellas de alcohol le hicieron compañía luego que apagara su teléfono celular y se asegurara que nadie tocara su puerta. Todavía habían algunas vecinas que lo reconocían y pasaban a saludarlo cada vez que notaban su presencia en el lugar.

Buscó entre las tantas cajas de recuerdos hasta encontrar viejas grabaciones que aún guardaba, y las reprodujo en el televisor mientras iba vaciando una a una, cada botella del licor que se había asegurado de abastecerse a su camino hacia el viejo edificio.

Su rostro se llenó de lágrimas sin que pudiera contar el minuto de partida de la primera lágrima, envolviéndose en la melancolía de los viejos tiempos. Cuando se estómago gruñó de hambre, sólo lo calló con otra botella de cerveza, mirando fijamente al área de la cocina, reproduciendo en su mente los dulces recuerdos de su ex novio usando un delantal rosa que le había regalado en su cumpleaños.

Cada recuerdo era hermoso, pero ahora no tenía nada. Sentía que todo le estaba siendo arrebatado. Su tímido y angelical novio había sido reemplazado por una persona totalmente diferente. Lo podía notar al ver esos carteles que colgaban desde lo alto del museo.

Su mente regresó a su día y hora actual, al oír el sonido imparable de su teléfono celular desde la mesa del comedor. Las piernas le temblaban en cada pasó pero hizo su mejor esfuerzo por no caer en el camino. Había regresado a su departamento la noche anterior en un taxi, cobrando un momento de conciencia cuando el dolor en su estómago vacío lo hizo regresar a sus cabales.

-hola… - su voz se oía ronca y definitivamente cansada.

-Eric? Estás bien? Acaso enfermaste? - la voz del otro lado se oía severa aunque preocupada.

Esa voz que no quería oír apenas empezaba su día.

-estoy bien madre, acabo de despertar – trató de moderar el tono de su voz, sonando más natural.

-regresamos ayer de Shanghai, te estuvimos llamando pero tu teléfono estaba apagado, ni siquiera Yumi sabía dónde estabas – la mujer comenzó sus regaños luego de convencerse que su hijo se encontraba bien de salud.

Si no conociera bien lo obstinada que podría ser su madre, ya habría cortado la llamada sin temer a ninguna represalia. Pero no había vivido con su familia por veinte años por nada, por lo que lo mejor era oír en silencio cada uno de los regaños y reclamos.

-los Jung están preocupados, aún no han puesto fecha a la boda?

Los ojos de Eric se iban cerrando en cada reclamo de su madre, hasta que las últimas palabras hicieron que despertara de toda la borrachera del fin de semana.

-Yumi y yo estamos muy ocupados – esa era siempre su mejor salida.

-no me lo parece. Ya es hora de terminar con esto, cuánto tiempo llevan comprometidos sin una fecha? - la insistencia de la Sra. Mun podía ser muy cansada.

Eric sintió que comenzaba a sofocarse. Por qué la gente no podía ver todo el dolor y confusión por el que estaba pasando? En su cabeza no había lugar para pensar en su futura boda. Y quizás nunca lo habría.

-cenaremos esta noche con los Jung y acordaremos una fecha – finalmente la Sra. Mun terminó por hacerlo despertar.

-qué!? Claro que no! Ya te dije que…

-no me importa, haz un espacio en tu agenda, ya hablamos con Yumi y está de acuerdo

El dolor de cabeza regresó a Eric. Había evitado a su prometida todo el fin de semana y pretendía seguir haciéndolo por el resto de la nueva semana. Ahora lo estaban forzando a un encuentro con Yumi. Peor aún, lo estaban forzando a poner una fecha a un matrimonio en el que nunca pensó.

Al menos no con Yumi.

-madre, escúchame…

-no, escúchame tú a mi! Ya basta de seguir poniendo excusas absurdas, vas a venir esta noche a la cena y van a poner una fecha a esa boda! - la voz gruesa del Sr. Mun reemplazó el tono calmado de su esposa.

Eric estaba ahora en problemas. En toda su vida Eric sólo había enfrentado a su padre una sola vez y no creía que tuviera el valor para hacerlo de nuevo. Ni siquiera cuando éste le exigió que entrara en razón y lo convenciera de abandonar sus sueños.

-Eric? Eric! - la voz fuerte de su padre todavía lo hacía temblar de miedo.

-hagan lo que quieran… - cortó la llamada con un gran pesar en su corazón.

Esta vez no habría salida. Comenzó su relación con Yumi por una sola razón y luego no supo en qué momento la situación se le fue de las manos hasta que los mayores anunciaron su repentino compromiso.

 

 

En el último año que Shin HyeSung llevaba trabajando para la cadena de restaurantes Six Myth, nunca antes había visto tanta gente reunida a la entrada de las oficinas administrativas del restaurant, ni mucho menos se había sentido tan sofocado haciéndose paso entre toda la multitud que no paraba de tomarle fotos y gritar su nombre.

HyeSung hasta había reconocido un par de muchachas con uniforme de escuela entre la multitud.

Fue gracias a los dos guardias de seguridad del local más la colaboración de algunos empleados de la oficina, que el bello hombre logró pasar por toda la multitud hasta refugiarse seguro en el interior de su oficina.

Todo había sido una locura desde el fin de semana.

-tienes como veinte llamadas de diferentes programas de TV y revistas, todos quieren entrevistarte! - siempre entusiasta y viviendo la reciente popularidad de su jefe, Yumi ingresó a la oficina del bello hombre.

-no me hables eso ahora, si hubiera sabido que todo esto pasaría no habría dejado que el museo haga la exhibición acá! - todavía sofocado por el alboroto a las afueras del restaurant y fastidiado por las voces que llamaban su nombre desde el lado de su ventana, HyeSung colocó el saco de su traje sobre el respaldar de su silla, dirigiéndose luego por un poco de café de la mesita a un extremo de la oficina.

Una botella de soju habría sido una mejor opción para el naciente dolor de cabeza, pero aún era muy temprano para comenzar a beber. Además, todavía tenía labores pendientes con sus trabajadores.

-viste el periódico esta mañana? Tengo ganas de alardear con mis amigas que te conozco!! - Yumi siguió de cerca a su jefe, tomando la cafetera de sus manos, preparando el café ella misma.

-por favor, no hablemos de eso. Hay mucho trabajo pendiente – HyeSung cambió el tema, tomando la taza de café de manos de la muchacha, regresando a su sitio detrás del escritorio.

-sabías que tenemos reservas hasta dentro de tres meses! Todos nuestros clientes quieren verte en persona! - rió Yumi con excesivo entusiasmo, ignorando la expresión de desagrado en el rostro de su jefe.

Por fuera, Yumi lucía excesivamente alegre esa mañana; pero por dentro, retazos de su más reciente conversación con su futuro suegro todavía presionaban contra su corazón. A pesar de saber que su relación con Eric era prácticamente forzada, todavía quedaba una vaga esperanza en ella de que fuera el mismo Eric quien diera la iniciativa para dar una fecha a su futura boda.

-lo sé… el CEO me llamó muy temprano, pensé que se enojaría pero está muy feliz… - HyeSung se dio por vencido, colocándose de pie de su silla para ir a cerrar las cortinas de la oficina. El ruido desde afuera lo estaba volviendo loco.

-me pregunto si Dongwan oppa estará pasando por lo mismo? - la reciente pregunta de Yumi trajo un color rosa a las mejillas de su jefe, que la muchacha no tardó en notar.

HyeSung agachó la cabeza, enterrándose en los papeles en la bandeja de metal del lado izquierdo del escritorio, huyendo de la mirada intensa de Yumi. Nunca había sido bueno para fingir cuando algo le pasaba, y ni aún luego de su viaje a Canadá y al cambio evidente que mostró a su regreso, habían logrado quitarle esa característica muy particular suya.

-ahora que lo pienso… la semana pasada tu humor no era muy bueno y ahora te ves con mejor semblante… - la mira de Yumi no dejaba de seguir cada movimiento de su jefe, notando que el tono de sus mejillas se hacía más intenso hasta tornarse en un color rojo fuego.

Las emociones dentro de Yumi comenzaron a mezclarse, era raro sentirse así por la relación amorosa de otra persona. Quizás se lo debía a la falta de romance en su vida, y a sus ganas por sentirse amada y deseada de la misma manera en la que notaba que las personas observaban a su jefe.

-tenemos reunión con el personal de la cocina – HyeSung se colocó de pie tomando unos papeles en mano, esperando que Yumi se distrajera con la mención del trabajo y dejara de observarlo.

-quizás deberíamos invitar a Dongwan oppa a cenar aquí en el restaurante, estoy segura que al CEO le encantaría la idea! - la voz excesivamente entusiasta de Yumi, hizo que el bello hombre perdiera el balance en sus pasos, tropezando con el borde de su escritorio, dejando caer los papeles que llevaba en las manos.

-AJA! Te atrapé! Algo pasó! - más divertida y emocionada que antes, Yumi comenzó a dar saltos de alegría por toda la oficina como si acabara de descubrir en pozo de petróleo en medio del lugar.

HyeSung ahogó un suspiro, agachándose a ordenar los papeles que habían quedado regados por todo el piso. Definitivamente nunca podía ganar contra Yumi, la muchacha tenía una especie de to sentido en cuanto se trataba de él.

-no pasó nada, es esa gente de afuera lo que me tiene nervioso – aún así, conociendo su derrota, el bello hombre trató de evadir las sospechas de la muchacha.

-acabas de admitir que te sientes nervioso! Dongwan oppa se te declaró? Te dijo que te amaba? Ya son novios? - las preguntas de Yumi salían una tras otra en un mareo de palabras que golpeaban contra los sentidos de su jefe.

HyeSung ya no podía ni esforzarse en evitar a la muchacha, su rostro estaba enteramente del color de un tomate que hasta una persona a unos cincuenta metros de distancia podría notarlo.

-SI! Si! Si! Contenta!? - aceptando su derrota y con lo último de orgullo que le quedaba, el bello hombre salió de la oficina dejando a la muchacha con el rostro congelado en una sorprendida sonrisa.

-HyeSung oppa! Espera! Tienes que contármelo todo!! - Yumi demoró exactamente dos minutos en reaccionar e ir corriendo detrás de su jefe.

 

 

Además del jefe del equipo de diseño encargado del photobook del nuevo disco de Lee Minwoo, un representante de la productora TOP Media y el director a cargo de la grabación del próximo MV, estaban todos reunidos en la oficina del CEO del M Rizing. Cada uno ocupado en sus propias murmuraciones como si se tratara de una reunión social.

-buen día – el semblante del CEO de M Rizing no se veía nada bien cuando ingresó a su oficina, saludando al grupo que llevaba esperándolo alrededor de media hora.

El rostro de Eric se veía cansado, sus ojos rojos e hinchados adornados con círculos negros alrededor y un rastro de barba en su barbilla, que con mucha seguridad no había tenido ganas de afeitar esa mañana. El traje que llevaba puesto se veía muy desaliñado, con la corbata colgándole de manera suelta y dispareja por el cuello. Su cabello ligeramente peinado pero con mechones rebeldes que se alzaban a los lados.

Era muy obvio para todos que el CEO había estado bebiendo; probablemente incluso hasta esa mañana.

-bien, la reunión de hoy es para hacer las últimas coordinaciones para la grabación del MV de Minwoo que comenzará mañana – anunció Eric con la voz muy rasposa, sorprendiendo a todos los presentes que por un momento le dirigieron miradas de lástima.

Nadie sabía exactamente qué estaba pasando con el CEO los últimos meses; el personal de M Rizing estaba muy acostumbrado a la actitud recta y pulcra de su jefe, pero últimamente parecía estar tan absento no sólo de los asuntos de la empresa sino también de su propia vida personal. El Eric Mun guapo y carismático se había ido.

La reunión no duró mucho para alivio de Eric, enviando a todos de regreso a sus lugares de trabajo en tan solo una hora. Pensar en el trabajo lo distraía de tener que pensar en la llamada telefónica de sus padres esa mañana, pero a la vez necesitaba un tiempo para estar solo y recuperar esas energías que había dejado botadas en el viejo y pequeño departamento.

-podemos hablar – la voz del fotógrafo Kim Dongwan sorprendió al CEO cuando pensó que todos ya habían abandonado su oficina.

Dongwan era la persona con la que menos quería tratar ese día. Había soportado su presencia durante la reunión sólo porque se trataba de asuntos de trabajo, pero una reunión a solas no era algo que lo entusiasmaba.

-que sea breve – no podía huirle al trabajo por más que tuviera ganas de echar al fotógrafo a patadas de su oficina.

Sólo con ver el rostro de Dongwan, las imágenes de los carteles de HyeSung colgadas en la puerta del museo nacional venían a su cabeza.

-vamos a un lugar más privado – la solicitud de Dongwan hizo levantar la sospecha en la mirada de Eric.

Definitivamente no se trataba de nada relacionado con el trabajo.

El CEO aceptó la propuesta con un movimiento de cabeza, saliendo en silencio de su oficina seguido por detrás por el fotógrafo, hasta alcanzar el ascensor y marcar el piso de una de las azoteas de libre tránsito en el edificio.

Dongwan lo había pensado bien en cada minuto de espera por la llegada del CEO a la oficina. Si iba a continuar trabajando en M Rizing hasta que su fecha del contrato termine, tenía que ser transparente y dejar las cosas claras aunque esto le trajera mayores problemas o quizás otra golpiza por parte del CEO.

-bien, qué quieres – una vez a solas y con la puerta de cristal de ingreso a la azotea completamente cerrada, Eric perdió el tono laboral y habló con el mismo desprecio con el que acostumbrarse dirigirse al fotógrafo.

Dongwan dio un resoplido, asegurándose que ningún otro trabajador o curioso estuviera cerca .

-le confesé mis sentimientos a HyeSung y él aceptó – el fotógrafo había pensado por casi una hora en cómo dar la noticia al CEO, no era que estuviera obligado tampoco, pero quería ahorrarse el factor sorpresa cuando Eric lo viera junto a HyeSung.

Aunque Dongwan era consciente que esto podría enojar aún más a Eric, pero tener las cartas sobre la mesa era aún mejor.

El CEO observó al fotógrafo con ojos incrédulos, esperando estúpidamente porque en cualquier momento éste rompiera en carcajadas y le confesara que se trataba de una broma. Pero ni siquiera era tan cercano a Dongwan como para pensar en bromas de mal gusto. Además, ya sabía muy bien sobre las aspiraciones del fotógrafo.

-en serio crees que HyeSung te aceptaría? - por dentro Eric quería golpear el rostro de Dongwan, pero una parte de él se abrazaba a su pasado, haciéndolo imposible de creer en lo que estaba oyendo.

-no me importa si lo crees o no, sólo te digo esto para que ya dejes a HyeSung en paz y no nos causes más problemas – las palabras de Dongwan fueron tan contundentes que terminaron por quebrar a Eric.

El CEO sintió todos esos deseos asesinos nacer dentro de él, nublando su visión, permitiéndole ver solo la silueta del hombre que estaba frente a sus ojos.

Dongwan ni siquiera tuvo oportunidad de alzar un dedo para defenderse, cuando sintió el fuerte agarre sobre su camiseta y el dolor en su espalda provocado por el repentino choque contra la pared de concreto. Los ojos de Eric escupían fuego.

-imbécil! No vas a tener a HyeSung! Tú no! Ni tú ni nadie! - Eric pronunció cada palabra con todo el dolor que empezaba a consumirlo desde adentro.

El fotógrafo quiso tomar la palabra y refutar esas declaraciones, pero el CEO ya lo había dejado caer sobre el piso, dejándolo con solo la vista de su espalda mientras se alejaba a pasos agigantados.

 

 

-gracias por invitarnos a comer Hyung, la comida acá es deliciosa! - una sonrisa estaba plasmada en el atractivo rostro de Park Junjin, mientras el mozo encargado colocaba los platos en la mesa circular que compartía con las otras tres personas a su alrededor.

-qué más podía hacer si ya estabas acá cuando salí de mi oficina – bromeó HyeSung, agradeciendo con la mirada a uno de sus trabajadores.

Era pasado mediodía y el bello hombre se había visto casi forzado a compartir el almuerzo con sus dos amigos, Andy y Junjin, quienes habían llegado de sorpresa al restaurant. No era que a HyeSung le desagradara la idea de compartir un momento con los dos menores, pero sabía muy bien la razón por la que habían aparecido repentinamente, y lo ponía un poco incómodo.

El día anterior, HyeSung y Dongwan habían invitado a los dos menores a comer en el departamento del primero para darles la noticia de su nueva relación; por supuesto que para Andy y Junjin fue un momento de alegría y muchas preguntas que no pararon de disparar. La nueva pareja desvió algunas preguntas personales, haciendo que el resto de la tarde fuera más de camaradería entre los cuatro hombres.

Pero en ese instante en el restaurant, completamente solo y sin la ayuda de su ahora novio, HyeSung sabía que no podría evitar la curiosidad de los dos menores. Era por eso que había invitado también a Yumi a la mesa, para que le ayudara a distraer a sus dos amigos.

-Hyung, ayer no nos dijiste cómo es que decidiste aceptar a Dongwan hyung – la ansiedad de Junjin por saber toda la historia, rompió el ambiente cómodo en el que el bello hombre disfrutaba de su plato de sopa de cangrejo.

Tres pares de ojos ansiosos observaron a HyeSung con intensidad.

-Jinnie, por última vez, eso es algo privado. Ya les dije que no les voy a dar más detalles – HyeSung evadió la pregunta, llenando su boca con una generosa cucharada de sopa.

-aaaww pero yo también quiero saber! Aunque es obvio que ya se gustaban desde que se re-encontraron aquí en el restaurant

La intervención de Yumi hizo que el bello hombre se atorara con la comida, siendo auxiliado rápidamente por Andy quien le alcanzó un vaso con agua.

-creo que ya son demasiadas preguntas, lo importante es que están juntos y estamos felices por ustedes – el menor, que parecía ser el más sensato entre el grupo de curiosos, trajo algo de tranquilidad al bello hombre.

HyeSung dirigió una dulce sonrisa de agradecimiento a Andy.

-oh! Ahora podemos salir todos a comer en parejas! - la repentina sugerencia de Yumi dejó a los tres hombres en la mesa en completo silencio.

Las nuevas y buenas noticias no habían dado tiempo a nadie de pensar en Eric. Y no precisamente por el temor de herir sus sentimientos, sino por la insistencia en que éste estaba mostrando por recuperar a HyeSung. Claro, era una idea absurda y descabellada, pero se trataba de Eric después de todo.

Definitivamente la nueva relación entre HyeSung y Dongwan iba a causar que Eric les trajera más de un dolor de cabeza. O quizás no en el mejor de los casos.

-ahmmm Yumi, creo que…

-claro, pero creo que ahora están muy ocupados con el nuevo disco de Minwoo

HyeSung interrumpió a Junjin antes que dijera algo que pudiera herir a Yumi, o levantar la sospecha en la muchacha. Yumi apretó los labios y frunció el ceño por un par de segundos, como si estuviera pensando detenidamente en algo, para luego acordar con la respuesta de su jefe. Si Yumi hubiera estado lo suficientemente atenta, habría notado los suspiros de alivio que cada uno de los hombres en la mesa soltó.

-Sr. Shin, acaban de traer esto, nos dijeron que era con suma urgencia – uno de los empleados de la oficina se acercó a la mesa del grupo, entregando un papel a manos del bello hombre.

Los tres pares de ojos continuaron observando a HyeSung mientras desdoblaba el pedazo de papel y leía el contenido escrito.

-es de la fiesta de aniversario de la Sres. Yoo – se dirigió HyeSung a Yumi, matando la curiosidad de las demás personas en la mesa.

-todo el restaurant está reservado por los siguientes tres meses, pero me aseguré de separar una fecha para ellos – respondió Yumi con una sonrisa, recibiendo otra sonrisa en respuesta.

HyeSung escribió algo en el pedazo de papel y lo entregó de vuelta al empleado que estaba esperando, desapareciendo éste inmediatamente de regreso a su lugar dentro de las oficinas administrativas del restaurant.

-confirmé nuestra presencia en la fiesta – continuó hablando el bello hombre a la muchacha.

Yumi observó sorprendida a su jefe, celebrando por dentro la noticia. Quizás la fiesta de aniversario de bodas de los Sres. Yoo sería su primer evento importante oficial con su prometido, luego de tener una fecha para el día de su boda.

 

 

La noche cayó en un parpadear. Las luces en tono ámbar comenzaban a encenderse en los postes de las calles, alumbrando el camino de aquellos que regresaban a casa luego de un arduo día de trabajo. La melancolía de la noche invitaba a una deliciosa taza de café con una agradable compañía y probablemente horas en una conversación entretenida.

Y eso era exactamente lo que Shin HyeSung y Kim Dongwan estaban haciendo ahora, sentados en una mesa discreta alejados de la vista de los demás comensales del café, donde un par de horas antes se habían citado. Habían estado juntos el día anterior, y el día anterior a ese; pero sus recientemente descubiertos sentimientos continuaban llenándolos de ansiedad. Necesitaban saber mucho del otro para que este nuevo viaje que estaban emprendiendo juntos funcionara.

-mamá quiere que vayamos a comer a casa este fin de semana – anunció Dongwan de la nada, luego que el bello hombre terminó por responder un mensaje de texto a uno de los trabajadores que vigilaba las actividades nocturnas del restaurant que administraba.

-le dijiste? - el rostro de HyeSung era una mezcla de sorpresa y temor.

-claro que tenía que decírselos! No han parado de llamarme a preguntar desde que fuimos aquella vez – respondió Dongwan como si fuera la cosa más natural del planeta, olvidando que HyeSung no tenía idea que sus padres conocían sobre sus sentimientos desde aquella visita hacía un par de meses.

La conversación de la pareja fue interrumpida cuando HyeSung notó los pares de ojos curiosos que no dejaban de dar obvias miradas hacia su mesa. Hyesung y Dongwan tenían que aceptar que iba a pasar un tiempo para que pudieran gozar de un tiempo más extenso de privacidad. La recientemente abierta exhibición en el museo nacional había ganado más atención de lo que ambos podían imaginarse, o siquiera manejar.

-creo que mejor vamos a mi departamento – sugirió HyeSung, tomando su abrigo que había dejado descansando en el respaldar de su silla.

Dongwan siguió a su novio con unos pasos de distancia, esperando no levantar ninguna sospecha en las miradas que continuaban siguiendo sus siluetas hacia el estacionamiento del café. Si estuvieran en Canadá, Dongwan no tendría ningún problema en caminar al lado de HyeSung o incluso sujetar su mano a cada paso, pero esto era Corea y el fotógrafo sabía que su novio aún tenía algunos miedos e inseguridades dentro de él. Sentimientos que se encargaría de ir sanando con el tiempo.

-quieres café? - ofreció HyeSung, una vez en su departamento.

-en serio? Acabamos de tomar de café allá afuera – respondió Dongwan con sarcasmo, acercándose a la cocina para buscar una botella de vino que había quedado intacta del almuerzo del día anterior con Andy y Junjin.

HyeSung dejó que el fotógrafo se moviera con confianza en su cocina, yendo a la sala en busca de alguna buena película entre su colección de DVDs.

-si querías ver una película me hubieras dicho para llevarte al cine – la voz de Dongwan se oyó tan cerca que el bello hombre dejó caer un par de DVDs sobre la alfombra.

-estos son clásicos… - refutó HyeSung, agachándose para recoger el par de discos que había soltado luego que su novio le diera un susto.

Dongwan observó al bello hombre, sonriendo dulcemente luego de notar lo que estaba pasando.

El fotógrafo se acercó a su novio sin decir una palabra, tomó su mano y lo guió al sofá luego de asegurarse que los DVDs estuvieran en perfecto orden. HyeSung era un maniático del orden y la limpieza en su propia casa.

-qué ocurre? - el rostro de Hyesung lucía preocupado, sorprendido por el repentino silencio de su novio que sólo le dedicaba una dulce mirada.

-no eres el único que se siente nervioso, esta es nuestra primera vez a solas luego de aquel día – respondió Dongwan como si HyeSung estuviera consciente del tema oculto entre los dos.

El bello hombre desvió la mirada, avergonzado de haber sido descubierto por su novio y a la vez culpable por sentirse de esa manera. Hace dos días había aceptado sus sentimientos y revelado todo frente al fotógrafo; era un peso que aligeraba en gran manera su ser. Pero el tránsito de una relación de sólo amigos a algo más romántico e íntimo, se sentía aún extraño.

HyeSung ya había estado en una relación de ese tipo antes, una relación muy larga, pero era la primera vez para Dongwan y el bello hombre no podía evitar guardar algunas inseguridades.

Por su parte, Dongwan también estaba advertido que todo era muy nuevo para él, aunque a diferencia de HyeSung su manera de ver la vida era más libre y sin preocupaciones. Dar el todo por el todo, era uno de sus lemas favoritos. Y aunque por momentos tuviera que refrenarse al expresar ese amor que llevaba cargando por más de un año, iba a asegurarse que HyeSung sintiera lo mucho que lo adoraba.

-lo siento es sólo que…

Dongwan tomó acción sobre los nervios de su novio, capturando sus labios sin aviso y sólo dejándose llevar por el silencio que trajo el momento. El fotógrafo no lo pensó mucho, era algo que había querido hacer desde que vio a HyeSung en aquel café. El bello hombre ya era su novio oficialmente, era normal que tuviera ansias de él.

Pero lo que no se esperaba Dongwan, es que HyeSung respondiera con la misma pasión que él había estado llevando en el transcurso del día. Silenciosamente, el beso fue creciendo en intensidad hasta que los cuerpos de los dos hombres quedaron pegados el uno al otro, HyeSung ligeramente apoyado contra el respaldar del sofá, enlazando sus brazos alrededor del cuello del fotógrafo mientras éste deslizaba sus manos por su cintura, bajando lentamente hasta llegar a sus piernas.

La temperatura fue subiendo dentro del departamento del bello hombre, escapando un corto gemido de sus labios cuando el fotógrafo se movió hacia su cuello. Dongwan no tenía idea de cuánto tiempo había estado deseando posar sus labios sobre el largo y fino cuello del bello hombre; sólo hasta que sus fosas nasales aspiraron el aroma natural de la piel de HyeSung mezclada con la fragancia de su colonia, el fotógrafo se dio cuenta que necesita más de él.

Y fue cuando todo se detuvo.

 

 

La luz del teléfono celular se encendió, iluminando la oscuridad dentro del departamento. Más de veinte llamadas perdidas y cientos de mensajes de texto aguardaban por ser atendidos. La última vez que Eric Mun tomó su teléfono celular fue nada más que para apagarlo y asegurarse que nadie lo molestara por el resto de la tarde.

Era alrededor de las 8PM. Eric no se imaginó que su tiempo a solas con sus pensamientos le iba a llevar más de ocho horas. Pero necesitaba ese tiempo para vaciar sus pensamientos y detenerse a meditar sobre lo que estaba haciendo con su vida. Como si no hubiera tenido suficiente tiempo antes de tomar decisiones que ahora lamentaba.

Dónde estás!?”

Los Jung acaban de llegar, inclusive Yumi está aquí”

Oppa, estamos esperando en el restaurant. Pasó algo?”

tu padre está comenzando a perder la paciencia, no te metas en problemas con él y sólo ven rápido”

Eric oppa, al menos responde los mensajes, estoy comenzando a preocuparme”

Los mensajes eran los mismos y Eric sabía que ya estaba en problemas, pero no precisamente por llegar tarde a la cena con sus padres y los padres de su prometida.

Le costó mucho trabajo al CEO colocarse de pie de la alfombra, tomar su abrigo y encontrar las llaves de su auto para ir al encuentro de las personas que llevaban esperando por él más de una hora. Y más trabajo le costó hacer corto el tiempo de viaje hasta el restaurant tradicional elegido por su padre, gracias al tráfico nocturno de la ciudad.

Cuando su auto por fin se estacionó en un lugar cerca de la puerta del lugar, las piernas de Eric aún temblaban. Era una sensación muy parecida a aquella noche en la que estúpidamente dejó ir al hombre que amaba. Sólo que esta vez la decisión era más certera que la anterior. O al menos eso esperaba.

-al fin! Ya nos estábamos preocupando hijo! - el Sr. Jung saludó al prometido de su hija, apenas la mesera abrió la puerta del comedor privado que estaba reservado para el encuentro de las dos familias.

-Oppa! Pensé que te había pasado algo… - la mirada de Yumi lucía quebrada, una mezcla de preocupación y miedo. Su padre aún guardaba un poco de resentimiento por la última vez que citaron a Eric a una cena para tratar el tema de la boda, y éste no se hizo presente en toda la noche.

En lugar de dar ingresar al salón, Eric permaneció de pie en la puerta observando a las cinco personas que le dirigían miradas interrogativas. Llevaba horas pensando en el asunto y había llegado el momento de la verdad pero sus piernas temblaban. Su rostro también perdió un poco de color cuando su mirada se encontró con los ojos severos de su padre. Los mismos ojos que lo habían casi forzado a tomar la peor decisión de su vida hace dos años atrás.

-padre, madre; lo siento… - repentinamente y tomando por sorpresa a las cinco personas en la mesa, el cuerpo de Eric se fue haciendo pequeño hasta que sus rodillas tocaron el frío piso y su mirada se encontró con las losetas bajo sus pies.

-O-oppa…

-qué estás haciendo? Ven a sentarte ya mismo! - la voz enérgica del Sr. Mun hizo que algo dentro de Eric temblara; pero ya había empezado y no iba a detenerse.

-no voy a hacerlo… lo siento mucho – la voz de Eric sonó muy clara y decidida, a pesar que el temor por su padre seguía gobernando en una esquina de su interior.

Los ojos de Yumi comenzaron a cristalizarse, viendo construirse lentamente delante de sus ojos una de sus más grandes pesadillas. Eric no podía estar hablando en serio.

-de qué estás hablando? Ya deja de hacer tonterías y ven a sentarte, hemos esperado mucho por esto… - el Sr. Mun continuaba presionando, completamente conocedor del dominio que poseía sobre su hijo.

-no voy a continuar con esto. Está decidido. Sólo vine a decirles eso – por primera vez en mucho tiempo, Eric Mun levantó la cabeza y enfrentó los ojos furiosos y dominantes de su padre.

Dos años atrás, la felicidad de Eric fue arruinada por sus propios miedos e inseguridades. Inseguridades que dejó que entraran en él junto con la voz de su padre. Pero esta vez no iba a arruinarse la vida nuevamente. No podía casarse con Yumi sabiendo que no la amaba y nunca podría hacerlo.

Yumi era un reflejo hermoso que Eric amaba, pero el dueño real de ese fantasma había regresado a su vida y esta vez no lo iba a dejar pasar. Aunque los tiempos estaban en su contra y era consciente que el corazón de HyeSung había cambiado.

-lo siento mucho Sres. Jung… - las últimas palabras de Eric fueron dedicadas a la madura pareja que no podían formular ninguna palabra mientras lo observaban partir del salón.

El rostro de Yumi estaba cubierto en lágrimas, sellando sus labios con una mano para no gritar su dolor.

Eric avanzó entre los pocos vehículos que permanecían estacionados en las afueras del restaurant, sintiendo el frío viento de la noche golpear su rostro. Se sentía libre, se sentía renovado, se sentía capaz de todo.

El CEO subió a su vehículo y abrió su ventana para dejar entrar el fresco viento, mientras sacaba una vieja fotografía del interior de su saco, colocándola delante del parabrisas.

-no importa cómo ni cuándo, te juro que voy a tenerte de regreso – juro Eric sobre la fotografía de su ex novio.

 

 

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Shinbella
Me tomó más tiempo de lo que esperaba escribir este capítulo final... y siento que aún necesito más de esta historia...
Gracias por continuar leyendo, ahora podré continuar con mis otras historias... alguna que quieran en particular? alguien lee mis otras historias?...

Comments

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missstery #1
Chapter 22: Gracias por el epílogo, aunque al igual que tú, también quisiera más de esta historia, o no se si mejor decir de esa nueva historia que comenzaron a escribir Hyesung y Eric, y que creo incluiría a los otros chicos. Yo leo tus otras historias aunque no siempre dejo comentarios en ellas, y aunque todas me gustan y me agrada la idea que continúes con todas, sobre todo con las que tienen menos capítulos, en particular me gustaría que continuaras con Se busca mamá, pues se quedó muy interesante y Correr para vivir, aunque creo que los problemas se avecinan y empieza el sufrimiento, aun así me gustaría que continuaras con ellas. Nuevamente gracias por la actualización y espero que tu y tus seres queridos se encuentren bien. Cuídate mucho
missstery #2
Chapter 21: Gran capítulo, y gran final, se noto el cambio que tuvieron todos los personajes a través de la historia y como les ayudó a tomar decisiones sin arrepentimientos. Se que es pedir demasiado, pero nos podrías regalar un epílogo, para ver que pasó con todos ellos, pues me queda la duda de dónde empezó nuevamente Hyesung, y sobre todo si comenzó una relación entre Eric y Hyesung de nuevo y entre Dongwan y Minwoo. Gracias por esta gran historia, al igual que tus otros trabajos es muy buena. Soy fan de tus historias y ten por seguro que me verás en alguna otra de ellas. Solo me resta decirte que espero te encuentres bien y cuídate mucho.
missstery #3
Chapter 20: Es bueno ver una actualización de la historia, creo que el final que decidas será el mejor. A pesar de que me encanta la pareja Ricsyung, un cambio a veces es bueno. Además en esta historia adore a Dongwan, y el final de este capitulo me hace confirmar que es muy buena persona, pues creo que la pregunta que le hace a Hyesung no es solo por que sí, siempre tiene una razón para todo. No puedo esperar por el siguiente capítulo, aunque me entristece que sea el último. Gracias por la actualización, espero y te encuentres bien y cuídate mucho. Lo bueno es que hay varios fics tuyos para leer y releer durante este tiempo.
shsngi #4
Chapter 19: Calva quedé. Mis pobres sentimientos necesitan paz
missstery #5
Chapter 18: Me alegra que Yumi se dé la oportunidad de sanar para poder seguir adelante y no se haya aferrado a algo que no existía. Por fin hizo las paces con Hyesung, creo que eso es bueno para ambos. Que bien que Jin vaya a decirle la verdad a Hyesung, ya era justo que la supiera, y decida él que hacer. Ya quiero ver su reacción, sobre todo después de lo que Yumi le dijo antes de irse, si de por sí ya estaba confundido, ahora después de saber eso, pobre, no quisiera estar en su lugar. También espero que no lo odie y que comprenda sus razones, que desde cierto punto de vista son muy válidas. Todo el capítulo estuvo muy interesante. Ya tengo todos mis dedos cruzados y veladoras prendidas esperando porque se quede con mi favorito, no voy a decir con quien, porque, aquí donde vivo, dicen que si pides un deseo no debes decirlo para que se haga realidad. Gracias por la actualización y sin duda estaré esperando el siguiente capítulo.
ArkangelValeria #6
Chapter 18: Hermoso capítulo. Mis manos estan juntas rezando para que sea un Ricsyung. Y porque amo a Minwoo también y quiero verlo feliz al lado de Dongwan.
Gracias por la actualización, espero con ansias por la próxima.
turyka #7
Chapter 17: Yay!! actualización... Muchos sentimientos encontrados, ya no se que pensar.....
missstery #8
Chapter 17: Esto cada vez se pone mejor, y ya no se con quien quiero que se quede Hyesung. Gracias por la actualización y sin duda seguiré leyendo tus fics.
shsngi #9
Chapter 17: <span class='smalltext text--lighter'>Comment on <a href='/story/view/1240882/17'>Chapter 16</a></span>
Tenía siglos sin logearme aquí y justo cuando lo hago actualizas, coincidencia? no lo creo



extrañé esta historia, aunque me genere altos niveles de estrés jaja ya nadie escribe wansyung así que esta actualización trajo paz a mi vida aunque me preocupa su futuro en esta historia por alguna razón t.t



aún siento pena por Yumi, no merece sufrir así la pobre :( y espero que jin y andy no se maten por llegar a un acuerdo si decir la verdad o no...



gracias por actualizar ! <3
ArkangelValeria #10
Chapter 16: Ahhhhhhhh!!!!. No puedes ser!!! Me quedé con el corazón en la boca!!!!!... Ups. Disculpa mi arrebato, me sentí como Eric, frustrada, enojada y en shock, cuando no encontré el siguiente capítulo. je je. Quiero felicitarte y darte las gracias por compartir estas historias. Desde que encontré tus fic he dejado de ver doramas y me he dedicado a retomar mi pasión, que es la lectura. Gracias por eso!! Espero sinceramente que puedas terminar esta historia. Y secretamente espero el milagro del que el Ricsung pueda suceder y vuelvan a amarse, aun más que antes. Lo siento por Wannie pero él encaja mejor con mi adorable Minwoo, jejejeje....