A/N: Tenía pensado otro tipo de final para este capítulo pero vayan ustedes a saber por qué terminó así! XD Les prometí más WanSyung en este capítulo, quedan servidas!!

Gracias por mostrar su interés en esta historia!!

Sus labios se devoraban apasionadamente mientras sus manos se encontraban ocupadas en la tarea de deshacerse de las ropas del otro, no sabían exactamente como es que habían logrado maniobrar para abrir la puerta del departamento sin quitarse las manos de encima. El camino hasta la habitación había sido otro misterio.

Cayeron sobre la cama como si hubieran estado esperando años por ello. Cada toque, cada beso, cada mínimo roce se sentía celestial. Estaban tan sedientos del otro.

El silencio de la noche fue acompañado por la melodía de los gemidos que salían de sus labios y el ruido de sus cuerpos sudorosos golpeando contra el otro. El movimiento de la cama sólo arrullaba su lujuria.

Sábanas empapadas en sudor, jadeos que pedían por más, la luz de la luna iluminando por la ventana, sus miradas encendidas rogando porque la noche no terminara. Sus cuerpos ya se encontraban cansados pero la pasión en su interior les impedía detenerse.

Se estaban entregando el uno al otro, no había necesidad de un descanso. Se necesitaban, habían perdido un año en vano y estaban dispuestos a recuperar el tiempo perdido. Era hora de retomar lo que fue dejado en Canadá.

Esa noche, se entregarían al amor sin importar las consecuencias...

Como si hubiera sido despertado por un relámpago, los ojos de Eric se abrieron de par en par saltando de la cama envuelto en sudor frío. Todo había sido solo un sueño. Una pesadilla era la palabra más exacta para lo que acababa de ver Eric en su subconsciente. Pero había sido tan real.

HyeSung en los brazos del fotógrafo Kim Dongwan. Había sido tan real.

Su mano derecha buscó inmediatamente su teléfono celular, eran las 4AM. Había dormido solo una hora desde la última vez que hizo una llamada al teléfono de su ex novio y fue sorprendido con la voz del fotógrafo. HyeSung y Dongwan estaban juntos todavía, la cena a la que habían ido se había extendido a algo más.

La cabeza de Eric quería estallar, todas las imágenes posibles de su ex novio haciendo el amor con el fotógrafo no dejaban de asaltarlo. Le tomó todo el uso de su capacidad de auto-control para no salir de su departamento a esa hora de la madrugada en busca de los dos hombres. Su primera opción había sido el departamento del fotógrafo ya que no sabía donde vivía HyeSung ahora.

Lo estaba torturando. Cada noche desde que volvió a ver a HyeSung había sido una tortura. Hace dos años se había imaginado otro tipo de escenario pero las cosas habían cambiado tanto. HyeSung había cambiado. Todo el amor que se juraron en el pasado se había desvanecido. O quizás no.

Era tan fácil olvidarse del pasado y pretender que todo estaba bien? Por que Eric, definitivamente, no estaba bien. La re-aparición de HyeSung le había afectado más de lo que se podía imaginar.

Dolía, le dolía profundamente revivir todos los recuerdos del pasado y ver que el mundo ideal que se había creado por su sanidad mental se estaba derrumbando. Su compromiso era un error, Yumi era un error, su vida actual era sólo una farsa para no recibir más miradas de lamento. Cada paso que había dado desde aquel día había sido un error. Solo ahora que el rostro de HyeSung se había vuelto a mostrar frente a él lo había notado. Como una revelación.

Y dolía aún más saber que su sufrimiento era unilateral. Dolía saber que era el único que no había podido olvidar.

Y dolía mucho más ver como el hombre al que todavía amaba, se alejaba en brazos de otro hombre.

El solo pensamiento hacía que Eric maldijera el momento en el que aceptó que la reunión con los representantes de TOP Media, fuera en el restaurante que administraba su ex novio. Era peor si se ponía a pensar que si tampoco hubiera hecho caso a las sugerencias de su mejor amigo y contratar al fotógrafo de Canadá, ahora podría lamentarse sin tanto tormento.

Su mano apretó con fuerza su teléfono celular al pensar en Kim Dongwan. Cómo pudo haber pasado? Cómo pudo HyeSung enamorarse de ese hombre? El reloj marcaba ahora las 5AM, pronto empezaría a amanecer y una vez más, sus horas de sueño habían sido reducidas a nada.

El CEO de M Rizing se levantó de la cama por un poco de agua fría sin soltar el teléfono que llevaba en sus manos todo el tiempo, era como si el aparato fuera la único que podía controlarlo. Sus ganas por salir corriendo de su departamento iban en aumento con el paso de los minutos.

Y lo que debía ser un vaso de agua fría, pronto se transformó en una copa de soju. Y luego otra, y otra hasta que la botella quedó vacía y una segunda botella fue sacada del refrigerador. Una hora más se sumó al reloj y la cabeza de Eric ya se sentía mareada, no había sido su mejor idea beber a tan tempranas horas y con el estómago vacío

Así como tampoco fue buena idea volver a marcar el número de su ex novio.

-hola?… es usted otra vez? Deje de molestar a HyeSung, se lo advierto! - la voz sonó somnolienta al principio, para tornarse luego enojada y finalmente colgar la llamada.

Todavía estaban juntos. Habían pasado toda la noche juntos.

-no… no pudiste haberme hecho esto HyeSung… no… - una lágrima cayó sobre la mesa donde se encontraba apoyado, volviendo a sujetar su teléfono celular y marcando un número distinto esta vez.

-hola? Por qué me llamas a esta hora? - medio dormido aún y luchando por mantener la estabilidad en su voz, Lee Minwoo contestó la llamada.

-te necesito a primera hora en mi oficina, es una orden – colgó la llamada sin dar más explicaciones ni asegurarse que su mensaje haya sido correctamente oído.

Aún le quedaba un poco de lucidez en su cabeza alcoholizada e iba a usar todo lo que estaba en su poder para no perder.

Sí, había salido de su boca hace un par de años atrás y lo lamentaba con toda su existencia ahora pero si en él estaba, HyeSung no iba a pertenecer a otro hombre.

El sol se asomó radiante esa mañana, el sonido de la ducha invadió la habitación principal del departamento, seguido por los melodiosos tarareos que salían de los pequeños labios del dueño del departamento. Había pasado mucho tiempo desde que HyeSung se sintió con el humor de cantar unas tonadas en la ducha. Se sentía feliz esa mañana.

Al salir de su habitación completamente arreglado para ir al trabajo, el aroma de pan tostado proveniente de la cocina llamó su atención. Kim Dongwan se había despertado más temprano y se encontraba terminando de preparar el desayuno en el departamento del bello hombre.

-como en los viejos tiempos eh? - sonrió Dongwan al ver a HyeSung ingresar a la cocina con una mirada cuestionadora.

-se nos hará tarde para el trabajo – habló el bello hombre, tomando una taza de las alacenas, sirviéndose el café que acababa de preparar el fotógrafo.

-yo no tengo horario fijo, sólo voy temprano porque no sé a qué hora me necesitarán. Todavía no han decidido los conceptos del álbum de fotos ni la portada del disco – respondió Dongwan al bello hombre, yendo a la mesa del comedor con un plato de pan tostado en una mano y en la otra, huevos revueltos con tocino.

HyeSung siguió de cerca al fotógrafo, tomando asiento en la mesa.

-quien como tú, yo sí tengo que estar temprano o Yumi tendrá un ataque, hoy viene el CEO a supervisar su proyecto – mordiendo una pieza de pan, el bello hombre siguió con la mirada todos los movimientos del fotógrafo dentro de su departamento.

La noche anterior HyeSung y Dongwan habían pasado horas, nuevamente, hablando sobre lo que había sido sus vidas en ese año que no supieron del otro. Las horas habían quedado cortas en el restaurant donde fueron a cenar y HyeSung no tuvo mejor idea que invitar al fotógrafo por una taza de café a su departamento. Por supuesto que Dongwan no tuvo que pensarlo mucho para aceptar la oferta.

La taza de café fue seguida por un par de copas de vodka y la madrugada les dio la bienvenida. HyeSung no estaba ebrio ni mareado, pero estaba seguro que no era inteligente manejar su auto con ese nivel de alcohol en su sangre. Dongwan quiso llamar un taxi para que lo llevara a su departamento pero el bello hombre insistió en que podía dormir en su sofá. Una vez más, el fotógrafo no tuvo que pensar mucho en la propuesta.

El resto de la noche fue tranquila hasta que el teléfono del bello hombre interrumpió las historias entre los dos amigos. HyeSung le confesó a Dongwan que estaba empezando a sentirse intimidado por el extraño número que seguía llamando a su teléfono, el fotógrafo optó por contestar él el aparato esperando que así el acosador del bello hombre supiera que esa noche no estaba solo y se rindiera.

-y tú que te burlabas de mi por haber ido a la boda de mi ex novia… - la sonrisa en el rostro de Dongwan era muy amplia.

-yah! En mi defensa, no sabía que Yumi estaba comprometida con Eric – se defendió HyeSung, tomando otra pieza de pan.

-pobre chica, si fuera tú le aconsejaría que mejor se quede soltera… - con toda la sinceridad del mundo, las palabras se deslizaron de boca del fotógrafo antes que pudiera contenerlo.

Desde el primer día que se conocieron en aquel aeropuerto, Dongwan había sentido un aura extraña alrededor de Eric, no sabía exactamente cómo explicarlo pero sí podía afirmar que el CEO de M Rizing no era su persona favorita. Mucho menos al recordar el incidente que presenció en su oficina la noche anterior. Los ojos de Eric nunca se habían apartado de HyeSung y Dongwan podía jurar que más que nostalgia, lo que vio en esos ojos fue ansiedad y deseo.

-hey, por qué no vienes a cenar a mi departamento este fin de semana, Junjin y Andy también pueden venir. Todavía no he tenido una fiesta de inauguración… - cambiando el tema, ya que no disponía de mucho tiempo en la ciudad, el fotógrafo decidió dar el siguiente paso.

-en serio? Llevas como dos semanas acá y no has tenido una fiesta de inauguración? Wow! - respondió HyeSung completamente sorprendido.

-tampoco tengo muebles… creo que la inauguración tendrá que esperar, tengo que ir por mobiliario… - perdido en sus propios pensamientos, y esta vez tomando conciencia que tenía que amoblar de verdad el departamento que ahora ocupaba, el fotógrafo quedó en silencio.

-si quieres puedo ayudarte con eso, conozco una buena tienda donde venden los mejores muebles de la ciudad – entusiasmado por la idea de ir de compras, el rostro del bello hombre se iluminó.

Dongwan había pensado en aceptar la oferta de la administración de M Rizing para llamar a una decoradora que equipara el departamento que habían designado para su estadía, pero viendo el rostro expectante del bello hombre e imaginándose la cantidad de horas que podrían pasar juntos buscando muebles, no tuvo mejor opción.

-claro! El sábado entonces – cada día desde que había encontrado a HyeSung era una oportunidad para el fotógrafo. Y no la iba a desperdiciar.

-apresúrate con el desayuno, te dejaré en tu trabajo – levantándose de la mesa con los platos sucios, el bello hombre encaminó en dirección a la cocina.

Dongwan sonrió ensoñadoramente, hace un año era él quien llevaba a HyeSung de un lado a otro en su auto e incluso le había proveído techo por un mes mientras encontraba su propio departamento. Tener a HyeSung prestándole tanta atención ahora hacía que su pecho se sintiera cálido.

Muy temprano en la mañana, el rostro de la nueva estrella del Kpop Lee Minwoo, lucía como si hubiera pasado la mejor noche de su vida bailando y bebiendo en algún club nocturno. Pero la realidad era que gracias a la temprana llamada de su mejor amigo y co-CEO de M Rizing, sus horas de sueño habían sido recortadas. Normalmente su horario de despertar era a las 9AM, controlando su arribo a las oficinas de M Rizing una hora después.

Eran casi las 8AM y Minwoo se encontraba saliendo del ascensor de la oficina, saludando con los ojos aún cerrados a los trabajadores que también habían llegado temprano esa mañana.

-Sr. Lee, el CEO Mun lo espera en su oficina – la joven recepcionista no necesitaba anunciarlo puesto que Minwoo ya sabía que Eric tenía algo importante que decirle, sin embargo la joven sólo quería asegurarse que la estrella del Kpop estuviera completamente despierto a su arribo a la oficina del CEO.

Lo que sea que tuviera que decir Eric tendría que ser de gran valor o M Rizing podría perder uno de sus CEOs esa misma mañana.

-que bueno que ya llegaste, llamé al resto del equipo también muy temprano, estarán aquí en media hora – habló Eric ni bien la puerta de su oficina se abrió y el rostro de la estrella del Kpop se dejó ver.

Minwoo estaba seguro que su mejor amigo ni siquiera se había tomado la molestia de mirar en su dirección para asegurarse que quien entraba a su oficina era él. Y conociéndolo tan bien por años, sólo había una razón para que Eric se encontrara tan hiperactivo en el trabajo. No había dormido la noche anterior.

-muy bien, qué pasó? - la estrella del Kpop tomó asiento en su acostumbrada silla, observando el rostro desaliñado e hinchado de su mejor amigo.

Eric era un hombre muy atractivo pero ciertamente una noche en vela no ayudaba mucho a lucir ese atractivo.

-espera, estoy terminando de enviar unos correos a la gente de TOP Media – fue la respuesta de Eric sin voltear el rostro de su computador.

El pequeño hombre pudo notar una taza de café al lado derecho del escritorio e inmediatamente sus ojos viajaron hasta la cafetera del otro extremo de la oficina. Completamente vacía. Cuántas tazas de café había bebido Eric en toda la mañana? Y por qué Minwoo podía sentir un ligero olor a alcohol en el interior de la oficina?.

-yah! Estuviste bebiendo toda la noche? - regañó el pequeño hombre a su mejor amigo, siendo ignorado completamente mientras Eric se levantaba de su silla y salía de la oficina.

Quince minutos después el CEO de M Rizing regresó a la oficina con un mejor semblante, el rostro lavado y fresco, y el cabello toscamente acomodado hacia atrás. La reunión con el resto del equipo encargado de la producción del nuevo disco de Lee Minwoo, empezó no mucho tiempo después.

Minwoo no sabía exactamente por qué el equipo había sido llamado tan repentinamente pero el resultado final de la reunión dibujó una enorme sonrisa en su rostro.

-buenos días, me dijo la secretaria que querían verme – luego de una hora de discusiones y dando por finalizada la repentina reunión, el fotógrafo Kim Dongwan hizo su aparición en la oficina del CEO.

-llega a tiempo Sr. Kim, queremos informarle que acabamos de arreglar los trabajos de conceptualización y portada del nuevo disco de Minwoo – recibió Eric al fotógrafo, usando su mejor tono autoritario, como queriendo dejar en claro que él era el CEO de la compañía.

Dongwan asintió en silencio, dejando que el CEO de M Rizing continuara hablando.

-haremos un trabajo a largo a plazo con Minwoo, lanzaremos diferentes photobooks a lo largo del año mostrando un lado más real de Minwoo – explicó Eric lo mejor que pudo, colocándose de pie hacia la ventana que se encontraba a espaldas de su escritorio.

-me parece buena idea… entonces…

-a partir de ahora tendrá que pasar las 24 horas con Minwoo, la idea de los photobooks es mostrar a Minwoo en un ambiente natural, comiendo, componiendo, dando una caminata por la calle, participando del proceso de producción de su disco, entiende lo que quiero decir? - había un tono desafiante en la voz de Eric que sólo pocos de los presentes pudieron entender. Y uno de ellos era Kim Dongwan.

-por supuesto, es mi trabajo. Entonces comenzaremos ya mismo con las fotos? - siguiendo el juego y sin demostrar su incomodidad y ganas repentinas de querer golpear el rostro sereno del CEO, el fotógrafo continuó oyendo al resto de los miembros del equipo, tomando nota de todos los horarios de Minwoo y cómo debería hacer su trabajo.

Veinte minutos después, la oficina de Eric quedó nuevamente vacía. Sólo Minwoo regresó a los pocos minutos, luego de acordar salir con Dongwan a una reunión con uno de los compositores para el nuevo disco.

-Gracias, gracias, gracias! - la nueva estrella del Kpop se olvidó completamente de su orgullo y su enojo con su mejor amigo, lanzándose de rodillas ante él una vez que cerró la puerta de la oficina.

-quieres dejar el drama! - regañó Eric al pequeño hombre, empujando ligeramente con su pierna su cuerpo hasta que Minwoo cayó de lado.

-y yo que pensé que no eras un buen amigo! Esto es lo más grande que haz podido hacer por mi!! - Minwoo estaba demasiado emocionado con la idea de pasar 24 horas con el fotógrafo, que ignoró el trato rudo que le estaba dando su mejor amigo.

-más te vale que lo aproveches… mantén a ese sujeto ocupado – Eric estaba demasiado concentrado en los documentos que acababa de dejar su secretaria sobre su escritorio, que las palabras sólo salieron de su boca sin mesura.

El rostro de Minwoo lució un semblante serio. Era demasiada la bondad del CEO que en un principio había enloquecido cuando se enteró que la estrella del Kpop tenía un interés romántico en el fotógrafo. Más aún, Eric le había dicho que sea discreto y tome su distancia. Por qué había cambiado de opinión de pronto?.

-yah! No lo estás haciendo por mi… acaso esto tiene que ver con HyeSung!?

La expresión nerviosa en el semblante calmado de Eric, hizo saber a Minwoo que había dado en el clavo.

-estás seguro que quieres esto aquí? - la voz de Junjin podía ser oída por debajo de las enormes bolsas que llevaba cargando todo el camino desde el estacionamiento hasta el interior de su departamento.

-sí déjalo ahí! Hyung llegará en unos minutos! - comandó Andy desde la habitación, cambiando sus ropas por algo más cómodo y adecuado para empezar a trabajar en la cocina.

Era el fin de semana al fin y los dos menores habían acordado preparar un almuerzo en su departamento para HyeSung, ya que los planes del bello hombre con el fotógrafo se habían visto interrumpidos por la reciente notificación de M Rizing. El más decepcionado con todo esto era Dongwan pero tampoco iba a dejar que lo venciera, ya encontraría algún momento para ver al bello hombre.

-no deberían entregarle la clave de su departamento a cualquiera – la voz de HyeSung sorprendió a los dos menores, saliendo del baño de visitas luego de darse un tiempo para acomodar su cabello.

-a qué hora llegaste? - el más sorprendido parecía ser Junjin.

-hace unos minutos, como nadie abría solo usé la clave – respondió HyeSung haciendo su camino en dirección de la cocina.

Oh sí, Junjin había olvidado que había intercambiado la clave de su departamento con la de su Hyung favorito, luego que Andy cayera intoxicado completamente solo en el departamento y sin fuerzas para poder abrir la puerta. En aquella época Junjin se encontraba en un viaje de trabajo y HyeSung había tenido que llamar a la seguridad del edificio para que abrieran la puerta del departamento. Desde aquel día, los tres hombres decidieron intercambiar claves para cualquier tipo de emergencias.

-lo siento, ya sabes como es Andy cuando va al súper mercado, tiene que revisar todo como 20 veces! - se quejó Junjin de su novio, sellando sus labios una vez que notó la sombra de Andy a sus espaldas.

-en fin! Vine para ayudar a hacer la comida, me aburro solo en mi departamento – con un puchero en los labios y colocándose el delantal naranja en la cocina, el bello hombre empezó a abrir las bolsas que acababan de traer del súper mercado los dos menores.

Andy y Junjin observaron en silencio un par de minutos, para luego dirigirse a sus propias actividades. Era mejor no mencionar el tema de la cancelación de los planes de fin de semana de HyeSung con el fotógrafo, el bello hombre había dicho que estaba bien pero era obvio que se sentía muy decepcionado.

-haré la sopa, tú encárgate del guiso Hyung – dirigió Andy, empezando a cortar unos vegetales.

-y yo qué hago? - se acercó Junjin a la cocina, observando a los dos hombres trabajando.

-tú vete a sentar! - respondieron al unísono los dos hombres en la cocina.

Fingiendo un puchero, Junjin regresó a la sala a entretenerse con el televisor. Junjin era consciente que no era el mejor cocinero del planeta, pero al menos siempre ofrecía su ayuda aunque ya sabía la respuesta. La última vez que Junjin asistió a Andy en la cocina, la pareja tuvo que ir a comprar arroz al pequeño restaurante al lado del edificio donde vivían, luego que olvidara que había dejado la olla del arroz encendida.

Alrededor de dos horas después, los tres hombres se encontraban sentados en la mesa del comedor degustando de los platillos preparados por Andy y HyeSung.

-ah es una pena que tu amigo no haya podido venir… - inició Junjin la conversación, sirviendo una cucharada de sopa en su plato. La mirada mortal de Andy le avisó que era mejor mantenerse callado.

-quizás la próxima vez, Dongwan dijo que quería hacer una fiesta de inauguración en su departamento – respondió HyeSung tranquilamente, tomando un bocado del guiso que había preparado.

-Jinnie se muere de ganas de conocerlo, ojalá sea pronto – sonrió Andy, alcanzando a su novio un par de servilletas junto con un vaso con agua.

-por cierto… haz vuelto a ver a ese sujeto? - la boca de Junjin no podía quedarse cerrada esa tarde, ni siquiera los ligeros golpes en su pierna por debajo de la mesa podían detenerlo.

-qué sujeto? - como si realmente no supiera de lo que su mejor amigo estaba hablando, el rostro de HyeSung se llenó de curiosidad.

-Eric… Mun… - respondió Andy por su novio, jugando con la comida en su plato completamente apenado.

-no lo he vuelto a ver desde aquel día en las oficinas de M Rizing, dijo que quería hablar conmigo sobre Yumi…

-ahh eso no!! tú no vuelves a ver a ese sujeto!! - antes que el bello hombre tuviera oportunidad de continuar hablando, el estallido de Junjin alteró los nervios de su novio.

-Jinnie, lo de Eric fue hace años, ahora él está comprometido con Yumi y dada mi relación con ella, creo que es lógico que hablemos y lleguemos a un acuerdo para contarle todo a Yumi sin lastimarla – la voz de HyeSung era muy calmada como si estuviera hablando de un tema de negocios.

-estás seguro que es sólo eso?… ese tipo dijo que no quería volver a verte y ahora repentinamente quiere hablar contigo de su prometida? - cada vez más se notaba el enfado en la voz de Junjin.

Y es que Junjin no podía olvidar aquella noche en la que Eric lo había llamado para que fuera a buscar a HyeSung luego de haber terminado con él. Eric se había visto como un ser completamente sin corazón ante sus ojos. Y fue esa la razón por la que hizo lo que tenía que hacer.

Salvando el momento y deteniendo la conversación que empezaba a cambiar de tono, el teléfono del bello hombre sonó anunciando la llegada de un nuevo mensaje de texto.

“Me dejaron libre por el resto del fin de semana. Tienes tiempo para ir a ese centro comercial del que me hablaste?”

Andy y Junjin observaron como el rostro de HyeSung se iluminaba mientras digitaba la respuesta al mensaje que acababa de recibir.

-lo siento chicos, tengo que irme – se levantó HyeSung de la mesa sin dar mayores explicaciones, tomando su abrigo.

Sólo le tomó veinte minutos a Shin HyeSung conducir desde el departamento de sus mejores amigos hasta el departamento del fotógrafo Kim Dongwan. Claro, antes se había estacionado en un lugar libre para revisar que su cabello esté correctamente presentable.

Dongwan se veía muy contento cuando vio el auto del bello hombre acercándose hasta la puerta de su edificio. El fotógrafo había pasado toda la semana siguiendo a la nueva estrella del Kpop a cada paso que daba, a estas alturas Dongwan podría asegurar que tenía suficiente material para hacer photobooks por los siguientes cinco años. Odiaba tener que dedicar tanto tiempo sólo tomando fotos de Minwoo pero era su trabajo. Amaba su profesión, pero ciertamente la ordenanza de M Rizing y el giro que había tomado el concepto de las sesiones de fotos, lo habían decepcionado demasiado. Tenía programado solo un par de meses de estadía en Seúl para luego regresar a Canadá. El tiempo que le quedaba para conquistar el corazón del hombre que había ido a buscar le era escaso y valioso.

-creí que tenías que estar pegado a Minwoo 24/7, qué pasó? - dejando ver su curiosidad mientras estacionaba su auto en el estacionamiento del enorme centro comercial, HyeSung inició la conversación.

-le dije que estaba muy cansado porque no había dormido muy bien y que no estaba acostumbrado a ese tipo de ritmo de trabajo, así que me dijo estaba bien si sólo hacíamos las fotos los días de semana… - sonrió Dongwan como si acabara de confesar una travesura a su mamá.

-así que apelaste a la lástima para librarte de él… - rió HyeSung, conociendo a la perfección al fotógrafo.

El resto de la tarde los dos hombres exploraron el enorme centro comercial de rincón a rincón. La idea original era ayudar a Dongwan a conseguir muebles para su desierto departamento, pero llevaban ya casi dos horas dando vueltas en la sección de ropa para hombres. HyeSung había insistido en que sólo daría una mirada y saldrían de ahí rápido, pero la enorme cantidad de bolsas en manos del fotógrafo podían contar otra historia.

Dongwan había olvidado lo mucho que le gustaba al bello hombre ir de compras. Sus planes iniciales de ir a caminar juntos por el río Han se veían deshechos.

-qué te parece? No crees que le falta algo? - HyeSung apareció por décima vez de entre los vestidores, esta vez modelando una camiseta de color oscuro ceñida al cuerpo combinada con un pantalón jean que dejaba en evidencia sus largas y finas piernas.

-HyeSung, llevas casi una hora probándote ropa, todo te queda muy bien, eres perfecto, quieres sacarme de acá? - a pesar que en su mente había disfrutado completamente la vista frente a sus ojos, ir de compras no era el deporte favorito del fotógrafo.

-está bien, solo este último y luego vamos a ver los muebles.

Tal y como lo había prometido, media hora después los dos hombres se encontraban al fin explorando la sección de muebles del centro comercial. Dongwan tenía que admitir que HyeSung había estado en lo cierto, el lugar tenía los mejores muebles que había podido ver desde su llegada a la ciudad.

-qué tal este? Se ve cómodo y elegante… - señaló el bello hombre el sofá de color alabastro en la parte central de la tienda donde se encontraban, recostándose luego sobre el mueble para probar su comodidad.

-sí, se siente cómodo… - concedió el fotógrafo, recostándose también en el mueble al lado del bello hombre, sujetándose de su cintura para asegurarse de no caer al piso. O eso era de lo que quería convencerse.

-yah! Qué haces! La gente nos va a mirar raro – no ocultando el rubor en sus mejillas, el bello hombre trató de empujar al fotógrafo fuera del sofá, pero éste sólo se sujetó con más fuerza de su cintura.

El cuerpo de HyeSung se puso rígido ante el contacto de la mano del fotógrafo sobre su cintura. Ya había tenido varias ocasiones en Canadá en las que los dos hombres se habían tocado amistosa y juguetonamente, pero esta vez se sentía tan diferente. Sus rostros estaban muy cerca. Demasiado cerca.

-puedo ayudarlos en algo caballeros? - la voz seria y ligeramente apenada de la mujer vestida en traje de color azul marino, obligó a los dos hombres a colocarse de pie de un salto.

-ehh sí! Nos interesa este sofá – respondió HyeSung, siguiendo luego a la encargada hasta otra sección de la tienda para ver otros diseños en sofás.

Dongwan se quedó entretenido con la pequeña gama de cuadros de pared que era exhibida del otro extremo, viéndose completamente perdido cuando dio la vuelta y se encontró solo.

-su novio fue a la otra sección con la encargada – habló una muchacha de aparentemente menor edad, sonriendo ampliamente frente al rostro del fotógrafo.

“Novio”, se oía tan bien y Dongwan esperaba que algún día fuera real.

Dos horas más tuvieron que soportar los pies del fotógrafo dando vueltas en el centro comercial, mientras HyeSung terminaba de elegir el resto de los muebles que decorarían su departamento. Todo lo que había hecho Dongwan hasta ahora era asentir a las sugerencias del bello hombre y pasar su tarjeta de crédito por las cajas registradoras. Si esto era una muestra de lo que podría ser su futuro al lado del bello hombre, Shin HyeSung ya no se veía tan atractivo a ojos de Kim Dongwan.

El cuerpo del fotógrafo se sentía completamente cansado luego de ir y venir infinitas veces al auto del bello hombre, llevando las bolsas de todo lo que iba comprando a su paso. Muy ciertamente, Dongwan pensó que salir con un hombre sería más sencillo que salir con una chica, ahora sabía que estaba equivocado.

-ah el tiempo pasa tan rápido cuando te diviertes – sonrió HyeSung dentro del auto, encendiendo el vehículo mientras los ojos de Kim Dongwan lo observaban como si le estuvieran lanzando cuchillos.

-qué tal una taza de café para relajarnos? Hay un café por aquí cerca que quiero conocer

HyeSung tenía ese don y Dongwan lo odiaba, no podía enojarse con él porque al segundo, el bello hombre hacía algo, inconscientemente, que lograba hacer desaparecer su ira. Y este era uno de esos momentos. El fotógrafo creyó que regresaría a su departamento luego de terminar en el centro comercial, pero ahora HyeSung le estaba ofreciendo una taza de café y por lo tanto, más horas para disfrutar de su compañía.

Ciertamente el café no estaba muy lejos del centro comercial, el lugar era pequeño y silencioso gracias a la escasa clientela a esa hora de la noche. Eran alrededor de las 9PM y Dongwan estaba seguro que el lugar cerraría en cualquier momento.

-dicen que es uno de los pocos cafés que está abierto hasta casi medianoche – como si leyera los pensamientos del fotógrafo, HyeSung tranquilizó la ansiedad de su amigo, dirigiéndose al mostrador para hacer su pedido.

-HyeSung?… woah en verdad eres tú!

La voz entusiasmada y sorprendida del hombre que saludó a HyeSung en el mostrador, obtuvo toda la atención del fotógrafo. Su corazón se sintió inquieto al ver como el bello hombre le sonreía al hombre detrás del mostrador.

-es alguien con el que salí hace un tiempo, no sabía que administraba este lugar… - explicó HyeSung, una vez que se acercó a la mesa donde esperaba el fotógrafo.

-cuántos ex novios tienes en la ciudad? - no pudiendo controlar sus celos luego de notar la intensa mirada del hombre en el mostrador en dirección del bello hombre, Dongwan quiso golpearse mentalmente.

-yah! Por quien me tomas! Te dije que sólo fui a esas citas por Junjin, no es como si alguna vez lo hubiera disfrutado – ofendido y con las mejillas ligeramente ruborizadas, HyeSung ocultó su rostro detrás de la taza de café, fingiendo beber el líquido.

-es guapo… el tipo del mostrador, por qué no volviste a verlo? - si pudiera proyectarse astralmente, Kim Dongwan le estaría dando una paliza a su otro yo en ese instante. Tenía poco tiempo y lo iba a desperdiciar en hacer escenas de celos? Más aún sin haber confesado aún sus sentimientos por el bello hombre?

-no es mi tipo, el único hombre al que he frecuentado más de un año has sido tú – quedando en silencio luego de su respuesta y deseando que parte de la tierra se lo tragara en ese instante, el rostro de HyeSung volvió a teñirse en un hermoso tono carmesí.

Por qué le estaba pasando tan seguido desde que Kim Dongwan volvió a aparecer en su vida?

El corazón de Dongwan se desbocó, HyeSung le estaba confesando sus sentimientos?. El amor de Dongwan no era tan unilateral como pensaba?. Su cabeza comenzó a llenarse de preguntas que quería resolver ya mismo. Pero la intensa mirada del hombre en el mostrador lo estaba molestando.

HyeSung era un hombre hermoso y demasiado atrayente, Dongwan tenía que enfrentar su primer problema si quería ganar su corazón, deshacerse de la competencia.

-dame tu mano… - sin mayor aviso y tomando por sorpresa al bello hombre, la voz de Dongwan sonó más como si estuviera dando una orden.

-qué? - tratando de no atragantarse con el café que acababa de ingerir, HyeSung respondió al fotógrafo.

-dame tu mano, el tipo del mostrador no te ha quitado la vista de encima desde que llegamos…

Los ojos de HyeSung querían voltear y asegurarse que lo que decía el fotógrafo era cierto, pero un cierto temor lo invadió, concediendo al pedido de su amigo, deslizando lentamente su mano por encima de la mesa. Su mirada viajaba en cualquier dirección fuera de la ventana del café, evitando encontrarse con los ojos del fotógrafo.

-mírame de frente y sonríe… - comandó nuevamente Dongwan, sujetando con delicadeza la mano del bello hombre. Su corazón comenzó a latir tan fuerte que la música que sonaba dentro del local ya no era necesaria.

Luchando con su vergüenza, HyeSung tomó todo su valor para mirar directamente en el rostro del fotógrafo. El bello hombre tenía más ganas de morirse en ese instante que de sonreír. Había pasado mucho tiempo desde que se tomó de las manos con otro hombre, muy aparte de Andy y Junjin a quienes consideraba como un par de hermanos menores.

-ven, inclínate un poco hacia mi y cierra los ojos…

Las siguientes ordenes del fotógrafo hicieron que el tono pálido natural del rostro de bello hombre se viera teñido por un rojo fuego.

-te volviste loco!? - fue todo lo que pudo decir HyeSung, tratando de retirar su mano del agarre del fotógrafo.

Pero Dongwan fue más rápido, adivinando que el bello hombre podría mostrarse reacio esta vez a sus instrucciones, sujetando su rostro con ambas manos, jalándolo ligeramente y con suavidad sobre el centro de la mesa. Sus labios casi podían tocarse. Dongwan se sintió tan tentado en ese instante.

El cuerpo de HyeSung temblaba, Dongwan podía sentirlo. Así también como pudo sentir el cambio en el ambiente. El bello hombre apretó los ojos fuertemente, para luego mostrar una expresión más suelta y serena, como si se sintiera cómodo siendo sujetado en manos del fotógrafo. El dedo pulgar de Dongwan cobró vida, acariciando amorosamente las mejillas del bello hombre.

Se sentía tan cálido. Las manos del fotógrafo se sentían cálidas sobre el rostro de HyeSung. Había pasado tanto tiempo desde que se sintió así de adorado. Sabía que solo estaban fingiendo, pero el bello hombre se sintió protegido en manos del fotógrafo.

La fuerza de voluntad de Dongwan estaba cediendo, sus labios comenzaron a acercarse lentamente a los pequeños labios de HyeSung. Eran como un imán que lo llamaba desesperadamente hacia su campo de atracción.

Pero el sonido de la loza cayendo contra el piso hizo que los dos hombres se separaran inmediatamente.

-lo siento! - apenado y con obvio nerviosismo en su rostro, el hombre en el mostrador recogió los pedazos de la vajilla que habían resbalado de sus manos y desapareció dentro de la cocina.

HyeSung y Dongwan permanecieron observando en dirección de donde acababa de desaparecer el hombre en el mostrador. Ambos completamente incapaces de volver a mirarse a la cara. Había mucha pena teñida en sus rostros.

-parece que funcionó mejor de lo que esperábamos… - habló Dongwan, esperando regresar la comodidad al ambiente entre ambos.

-sí… gracias… creo – respondió HyeSung, aún preguntándose por qué los latidos de su corazón se sentían acelerados.

Y sí, la estrategia de los dos hombres había funcionado tan bien, no sólo alejando al hombre en el mostrador que aparentemente todavía tenía un interés en HyeSung, sino también sorprendiendo al pequeño hombre que había ingresado minutos antes al café, por su acostumbrado ice americano de la noche.

Los ojos de Minwoo no lo habían soportado por mucho cuando vio los rostros de los dos hombres acercarse tan peligrosamente, abandonando el café sin ser notado por nadie. Pero aún así desde la ventana, pudo ver como sus labios estaban prácticamente tocándose.

La nueva estrella del Kpop subió a su auto con prisa, manejando unos cuantos kilómetros para luego estacionarse a un lado de la carretera.

-maldito HyeSung, maldito HyeSung… te odio, te odio, te odio!! - golpeaba Minwoo con rabia el volante del vehículo.

-pero no, no me voy a quedar de brazos cruzados viendo como me robas a mi hombre! No me voy a rendir sin luchar! - lágrimas invadieron el rostro de la estrella del kpop, llevando una mano al interior del bolsillo derecho de su chaqueta, sacando su teléfono celular y marcando un número familiar.

-Eric?… tengo que verte ahora mismo! - habló el pequeño hombre rápidamente, colgando la llamada aún con las manos temblorosas y el rostro encendido en rabia.

No iba a rendirse sin pelear. Sus ojos habían caído encandilados desde la primera vez que vio a Kim Dongwan en aquellas fotografías de sus amigos, y su corazón se había convencido que era el hombre indicado una vez que pudo conocerlo en el aeropuerto.

Minwoo no era un hombre capaz de establecerse en una relación por más de un mes, pero con Kim Dongwan, la pequeña estrella del Kpop sentía que podía pasar la vida entera a su lado. Y solo había una persona que podía ayudarlo a que ese sueño se hiciera posible.

Eric Mun.