Chapter 17

Tu Reflejo En Mi

A/N: Largo tiempo ha pasado desde la última actualización... pero no se preocupen, ya casi llegamos al desenlace!!!... Y aún no decido con quién se quedará mi principito... crucen sus deditos y prendan sus veladoras para que sea su couple favorita!! XDD

Y empezando desde este capítulo, les voy a presentar el OST oficial del fic XDD, por que cada capítulo que escribo, dejo que las canciones que escucho, lideren un poco el sentimiento que le quiero poner.

Empezamos con el OST oficial de toda la historia: https://www.youtube.com/watch?v=qwhlu5BSM2w

Y el Track N°1 que inspiró este capítulo: https://www.youtube.com/watch?v=OyX_USCZDSc.

Disfruten, y ya saben que no lo volví a leer por temor a querer corregirlo y no terminar por publicarlo XDD.

 

 

Sus delicadas manos recorrieron el suave pedazo de tela en la gaveta superior de su tocador, cerrando los ojos para acariciar los recuerdos del pasado. Más de un año había pasado desde la última vez que vistió aquella blusa, era como su amuleto de la suerte, una íntima tradición que solía usar en cada aniversario desde la primera cita; esperaba que la tradición se extendiera por muchos años más, pero ahora ya no tenía sentido. El tercer año de celebración nunca llegaría. Estaba resignada.

Limpió la lágrima que cayó, sin su advertencia, por su rostro, y colocó la prenda en la cesta etiquetada como donaciones a la iglesia de su localidad. Era momento de empezar de nuevo y mirar hacia adelante. Aún dolía como el primer día, pero no podía permitir que la siguiera consumiendo.

-te preparé algo… - la voz amorosa de la mujer en la puerta de su habitación, distrajo sus pensamientos. Agradecía el apoyo eterno de sus padres, y aunque sus recientes decisiones también les había causado mortificaciones, esperaba seguir contando con su comprensión.

-gracias mamá, pero comeré algo en la…

-no has comido nada desde esta mañana – la mujer ignoró las palabras de su hija, dejando la bandeja de comida sobre la mesa de noche al lado de la cama.

Yumi no tenía más corazón para seguir negándose a sus padres, era muy consciente que su situación les dolía a ellos tanto como a ella. Esforzándose en poner su mejor sonrisa, la muchacha tomó asiento en la cama, tomando una cucharada de la sopa preparada con el amor de su madre.

-aún tienes esto? - la mujer tomó el cuadro en marco dorado de la mesa de noche. Una vieja fotografía tomada la primera navidad luego que ella y su esposo aprobaran el noviazgo de su única hija.

-puedes tirarlo a la cesta de donaciones… - las palabras de Yumi sonaban seguras, aunque por dentro sentía su corazón quebrarse una vez más. En verdad esta sería la despedida.

-lo siento, no era mi intención – la mujer se sintió arrepentida por su intromisión, el rostro, repentinamente triste, de su hija, la alertaba de su imprudencia.

-está bien, mamá; no tiene caso que me siga aferrando a los recuerdos – Yumi tomó mucha valentía para tomar el cuadro de manos de su madre, abrir el marco por una de las esquinas y retirar la fotografía que llevaba escrita la fecha y hora de la captura de la imagen, en la parte de atrás.

El papel fotográfico se sintió como de metal, cuando sus manos rasgaron la fotografía por la mitad, terminando el pedazo que ya no le interesaba a Yumi, en la bolsa de basura. Las lágrimas tentaron nuevamente por aparecer, pero su coraje y determinación eran más fuertes.

Alguien más había pasado por lo mismo que ella, y había sobrevivido, convirtiéndose en una persona renovada; Yumi podría, también, alcanzar lo mismo. Eso esperaba.

-termina la sopa antes de que se enfríe, me quedaré contigo – la mujer tomó asiento al lado de Yumi, acariciando su cabello como solía hacerlo cuando era una niña pequeña. Sabía que su hija sufría y no podía hacer nada para detenerlo, solo brindar su consuelo y rogar en silencio porque la herida sane pronto.

Y el período de espera no se haga largo.

-tu padre sacó el auto… - el ruido proveniente de la ventana, llamó la atención de las dos mujeres en la habitación.

El rostro de Yumi se esforzó en mostrarse firme y decidido.

-todo va estar bien, lo prometo – la muchacha se colocó de pie, dirigiéndose al baño para refrescar su rostro y tomar los últimos enseres que necesitaba dentro de su maleta.

La mujer mayor tomó la bandeja de comida, dando una triste mirada al par de maletas acomodadas en la esquina cerca de la puerta. Había sido decisión de Yumi y no iba a oponerse si eso traía consuelo y sanación al dolido corazón de su hija. Aunque su propio corazón de madre se encontraba destrozado.

El sonido del teléfono celular sobre el tocador, captó la atención de la mujer mayor, acercándose tímidamente para ver el nombre de la llamada entrante. Pero antes que sus ojos pudieran reconocer la primera letra, Yumi tomó el aparato y rechazó la llamada; exactamente como lo había hecho por el resto de la mañana.

-es hora… - sonriendo como si se tratara de un viaje por diversión, la muchacha tomó sus maletas, instando a su madre a seguirla hasta el auto y despedirse.

Era lo mejor. Necesitaba respirar aire fresco y un tiempo para ventilar su dolor sin que nadie sintiera compasión por ella. Quizás ahora entendía aún más a aquella persona. Quizás era cierto lo que muchos decían, y ambos tenían mucho en común. Más de lo que a Yumi le hubiese gustado,

-estás segura de esto? - fuera de la casa, el padre de Yumi, observó intensamente en sus ojos, buscando un cambio de opinión y una señal de duda que lo ayudara a convencer a su hija de permanecer en casa.

Pero los ojos de Yumi eran firmes.

La distancia la ayudaría a sanar.

-solo serán unos días, lo prometo – Yumi sonrió su mejor sonrisa, dando unos pasos hasta colocar sus maletas en la cajuela del vehículo de su padre.

La decisión había sido tomada y nada la haría retroceder.

-Yumi… - la voz llamó la atención de toda la familia Jung, causando escalofríos por todo el cuerpo de la muchacha.

El blanco vehículo de HyeSung, se encontraba estacionado frente a la residencia. El bello hombre observaba sorprendido toda la escena familiar, preguntándose por dentro por qué Yumi quería irse de la ciudad, casi a escondidas.

 

 

-por favor, te lo ruego… ya no puedo más con esta culpa – su voz se quebraba, su visión se hacía nublosa conforme las lágrimas comenzaban a incrementarse, sus rodillas dolían luego de dos horas de llevar arrodillado en la espera.

Y aún así, nada.

Nada parecía conmover al hombre de rostro severo, que lo observaba con desprecio y odio.

-bastardo… ya te dije que no se nada, vete a tu casa – las manos del otro hombre se cerraban en dos puños, usando todo su auto-control para no dejar caer un golpe mortal en el rostro del suplicante hombre.

Cuántas veces había visto ya la misma escena en los últimos tres meses? Y aún así, nada lo hacía vacilar en sus decisiones. Estaba haciendo lo correcto, él era el único protector de aquel hombre oculto en algún lugar del mundo. Oculto del dolor y la realidad de saberse engañado por tantos años. Oculto y tratando de reconstruir los pedazos rotos de su corazón.

-dime dónde está… cometí un error, tengo que pedirle disculpas y…

-error?, el error lo cometió él al confiar en ti; lo único bueno que haz hecho fue dejarlo ir… - la rabia se seguía incrementando en el hombre de rostro severo.

Una vez trató de convencerse que podía estar equivocado, pero sus esfuerzos se desvanecieron cuando sus ojos le dieron la razón.

El hombre en el piso agachó la cabeza, empapando la alfombra con sus lágrimas. Cuánta crueldad poseía ese hombre? Su arrepentimiento era genuino, sus lágrimas corrían sinceras y desesperadas. Se había equivocado, pero aún podía remediarlo, conocía muy bien el corazón del hombre que amaba, sabía que solo bastaba con una palabra para que todo volviera a ser como antes; y entonces se aseguraría de esmerarse cada día por reparar todo el daño causado aquella noche.

Pero el hombre de rostro severo era una pared entre él y sus esfuerzos por reparar su error.

-sigue buscando si quieres, aquí no hay nada – el hombre de rostro severo abrió la puerta de su departamento, dejando ver la sala vacía y la sensación de soledad en el interior.

Cuántas veces ya había estado en ese departamento?, con las esperanzas ardiendo y toda la resolución encendida en sus ojos? Y cuántas veces había abandonado el edificio pasada la media noche, con el alma partida y el rostro deshecho?

Y aún no era suficiente.

En algún punto, no sabía si su insistencia era por las esperanzas de reparar su error, o un auto-castigo por todo el dolor que causó. Quizás los maltratos del hombre de rostro severo lo ayudarían a recibir su parte en el error que cometió. Quizás lo ayudaría a sentirse miserable y tratar de reflejar el dolor que causó en la persona que aún amaba.

-ya no vengas, si él se alejó de ti, es porque al fin quiere rehacer su vida. Gracias por librarlo de su dependencia hacia ti – las palabras salían con acidez de labios del hombre de rostro severo.

Y herían el corazón del hombre de rodillas.

Sería cierto? Su error habría acabado con el amor que ese hombre siempre le juro a los ojos? Dónde estaba él? Por qué no había intentado volver a su lado? Por qué no estaba esperándolo como siempre después de cada pelea? Por qué partir furtivamente como si estuviese huyendo?

Dolía pensar que las palabras del hombre de rostro severo, podían ser ciertas.

-en qué piensas? - su rostro giró rápidamente en un sobresalto, atrapado perdido en sus pensamientos.

El hombre del otro lado del departamento, lo observaba con ojos curiosos y arrepentidos. No había pasado mucho tiempo desde que Andy lo dejó solo en la sala, luego de dar por finalizada su acalorada discusión. Ahora el menor había regresado, arrepentido de haber utilizado duras palabras para tratar de hacer entrar en razón a su obstinado novio.

-nada… no es nada – Junjin respondió secamente, sin mirar a los ojos del otro hombre en la sala, distrayendo su visión con cualquier objeto alrededor. Su orgullo aún quería seguir peleando por tener la razón.

Andy dejó salir un cansado suspiro en el silencio, avanzando sus pasos hasta acomodarse en el sofá frente a la ventana, donde su novio aún continuaba atrincherado, sujetando las cortinas en un firme agarre.

-sé que fui muy duro contigo, pero quiero que entiendas que…

-tú no lo viste, no estuviste ahí… - ni los recuerdos del pasado hacían que Junjin vacilara en su decisión. Hace un par de años se prometió a sí mismo que haría todo lo posible para que su hyung favorito fuera feliz, lejos y libre de ese hombre que solo lo engañó.

-Jin… HyeSung hyung tiene derecho de saberlo – Andy insistía en su posición, esperanzado en despertar la parte sensata en su amado novio.

-crees que cambie algo? Ha pasado mucho tiempo, HyeSung hyung y Dongwan hyung son felices juntos, para qué traer de regreso el pasado? - la obstinación de Junjin era más fuerte que su conciencia. Nunca más quería volver a ver a su hyung favorito sufriendo de esa manera. Nunca más quería despertar en medio de la noche, corriendo a la habitación contigua, secando las lágrimas de su hyung hasta que las luces del sol iluminaban la habitación. Nunca más quería ir a trabajar con el miedo que su hyung favorito cometiera una locura en medio de su soledad y sufrimiento.

Tuvo esperanza una vez en aquel hombre, apostó una vez por su sinceridad; pero fue golpeado con la realidad frente a sus ojos. Nunca más volvería a confiar en él. Lo mejor para HyeSung era olvidarlo y rehacer su vida lejos de él.

-para qué ese hombre deje de molestarlos, si Hyesung hyung supiera la verdad, tal vez ambos podrían aclarar muchas cosas, y cerrar ese ciclo – Andy tenía aún esperanzas en su novio, sabía que tarde o temprano, Junjin entendería.

 

 

-buenos días Sr. Lee! - la recepcionista saludó efusivamente al conocido cliente, orgullosa y emocionada de su nuevo encuentro con la conocida celebridad.

Minwoo se limitó a asentir con la cabeza, oculto en los lentes oscuros y la máscara que cubría su rostro sin afeitar por los últimos dos días. Los últimos trabajos para su tan esperada fecha de retorno a los escenarios musicales, lo habían tenido muy ocupado con pocas horas de sueño, restándole tiempo para cuidar de su aspecto personal. Era por eso que el cantante se encontraba ahora en el spa recomendado años atrás por un conocido, para un tratamiento completo y preparación final para su tan ansiado retorno al mundo del espectáculo.

-por acá, por favor – otra de las empleadas del spa recibió al cantante, guiándolo hasta la habitación reservada, donde diferentes especialistas se ocuparían de relajar sus tensos músculos, aplicar los más recientes tratamientos faciales en su rostro, y otros detalles que lo harían ver como un mágico príncipe.

Una vez solo en la habitación, Minwoo retiró los lentes oscuros y la máscara de su rostro, observándose en el espejo en una de las paredes contrarias, concentrando su mirada en sus ojos rojos e hinchados, producto de la borrachera del día anterior. El cantante aún no se explicaba cómo había terminado conduciendo su auto irresponsablemente, hasta el departamento del fotógrafo, Kim Dongwan.

Y aún más vergonzoso había sido, encontrarse con la realidad que el fotógrafo no estaba solo esa noche.

El tiempo se le iba y lo que al principio empujaba más como pura obstinación, ahora lo asfixiaba en un dolor insoportable. La llegada de su fecha de retorno con un nuevo disco, debería ser motivo para celebrar y estar feliz, pero Minwoo se encontraba angustiado, completamente consciente que el contrato de Dongwan finalizaría en unos días, liberándolo de su compromiso con M Rising, y con la posibilidad de su retorno a Canadá. Lo que significaría que, probablemente, no volvería a verlo más que en revistas.

-felicidades por su comeback, ya quiero tener su disco en mis manos… - Minwoo no se había dado cuenta en qué momento los especialistas comenzaron a hacer su trabajo en él, solo sabía que ahora, la muchacha que lo acompañaba dentro de la habitación, estaba colocando una nueva capa de la mascarilla facial sobre su rostro.

Y, aparentemente, la muchacha era miembro de su club de fans.

-eh… gracias, me aseguraré de enviarte un disco autografiado – el cantante quiso ser cortés con la joven, desconociendo el efecto que estaba causando en ésta.

-Srta. Park, su segundo cliente la está esperando en la sala dos – la recepcionista ingresó a la habitación, interrumpiendo los latidos acelerados del corazón de la joven.

La muchacha terminó de colocar la mascarilla en el rostro de Minwoo, dándole una hora para descansar y dejar que los ungüentos hicieran su magia sobre su piel, retirándose luego de la habitación.

-Park… como ese bastardo – las amargas palabras salieron de labios del cantante, relacionando el apellido de la joven que acababa de retirarse de la habitación, con la de un viejo conocido suyo, Park Junjin.

Hubo una época en la que Minwoo sintió una especie de atracción hacia Junjin y los sentimientos fueron mutuos, hasta que la noticia de la ruptura de sus dos mejores amigos llegó a sus oídos, separando cualquier avance que pudo haber ocurrido en su relación.

Minwoo recordaba ahora a Junjin con rencor, dolido y con rabia hacia él por su crueldad para con su mejor amigo. Ni las palabras de Minwoo lograron persuadir a Junjin de revelar a Eric el paradero de HyeSung, en aquel entonces.

Quizás sin la intervención de Junjin, HyeSung y Eric seguirían juntos, tal vez no en Seúl, pero sí en alguna parte del mundo donde pudieran vivir su amor lejos de las miradas reprobadoras de la gente, como Eric lo deseaba por el bien de su entonces novio.

Los pensamientos de Minwoo lo acompañaron por el resto del día, hasta que la recepcionista del spa lo despidió con una amplia sonrisa.

-te llevaré a tu departamento, descansa el resto del día, mañana tienes la última prueba de vestuario – Jonghee, manager del cantante, habló dentro del auto, encendiendo el vehículo mientras Minwoo terminaba de colocarse el cinturón de seguridad, en el asiento de atrás.

-no, llévame a otro lado… - el cantante se sentía renovado luego de su tratamiento en el spa, listo para dar un siguiente paso.

Veinte minutos después, el vehículo de color oscuro se detuvo en el estacionamiento de las oficinas de M Rising. El cantante descendió del auto, decidido a ir en búsqueda, una vez más, del fotógrafo, Kim Dongwan, y disculparse por su intromisión la última noche.

Pero una extraña visión detuvo los pasos del cantante, dirigiendo sus pasos a un destino diferente.

-qué estás haciendo acá? - Minwoo no tuvo reparos en mostrar su descortesía, luego que el conductor del vehículo estacionado cerca a la puerta del estacionamiento, abriera la ventana del piloto.

-no vine a verte a ti, si es lo que te preguntas – respondió el conductor del vehículo, con el mismo tono amargo y descortés que el cantante.

-al fin te arrepentiste y vas a decirle a HyeSung la verdad de Eric? - volvió a hablar el cantante, apoyando su mano sobre el borde la ventana del vehículo, impidiendo que el conductor pudiera cerrarla e ignorarlo.

-jamás, HyeSung hyung está mejor ahora; solo vine a decirle a ese imbécil que deje de buscarlo – respondió Junjin, empujando la mano del cantante, encendiendo el vehículo arrepentido de su decisión de ir en búsqueda del CEO de M Rising, conduciendo luego, fuera del edificio.

Minwoo dirigió una mirada de odio al auto que salía por el estacionamiento, maldiciendo una vez más a Junjin.

-la verdad de Eric? No es la primera vez que te oigo decirlo, cuál es esa verdad? - la voz tomó por sorpresa al cantante, girando su mirada en dirección del rostro serio del fotógrafo.

 

 

El auto se movía en silencio y a velocidad moderada, ninguno de sus dos pasajeros había dicho una sola palabra desde que iniciaron su viaje, haciendo un poco tenso el camino. HyeSung repasaba en su cabeza, uno y otro discurso para poder iniciar la conversación, pero el silencio de Yumi era torturante; el bello hombre no sabía que pasaba con su mejor amiga, y aunque sus presentimientos tomaban fuerza en su cabeza, buscaba otras excusas que pudieran alejarlo de la realidad.

Yumi temblaba, aunque su cuerpo se sentía inerte en el asiento del copiloto, su mirada se mantenía fija en el camino por delante, aunque realmente no estaba prestando atención al paisaje. Su corazón se aceleraba al solo pensamiento que pronto, no tendría más salida que enfrentar directamente al rostro que había sido la sombra de sus días más oscuros. Por qué tuvo que ser ella? Por qué la eligió Eric?

El vehículo finalmente se detuvo en un café cerca de la terminal de autobuses, HyeSung y Yumi descendieron del auto aún en silencio, ingresando al local como si estuvieran a punto de recibir su sentencia final. Dentro del café, el ambiente era sereno; unos cuantos comensales en dos o tres mesas, la música a nivel mediano que permitía a los clientes disfrutar íntimamente de sus conversaciones.

HyeSung tomó una de las sillas, haciendo un gesto con la mano en dirección de Yumi, quien aceptó en silencio y sin dudar, la oferta. No pasó menos de veinte segundos para que uno de los mozos se acercara a tomar su orden. Pero una vez a solas, ni Hyesung ni Yumi se atrevían a tomar la palabra. Era una incomodidad inocente, generada por dos personas que trataban de adivinar los pensamientos del otro, y al mismo tiempo, creando discursos en silencio para explicar sus razones.

Las tazas de café llenaron el vacío en la mesa, avisando a las dos personas que ya no habrían más interrupciones para iniciar sus palabras.

-estaba muy preocupado por ti… a dónde pensabas ir? - el primero en hablar fue HyeSung, tratando de usar el mismo tono de hermano mayor que había usado con Yumi desde que se conocieron.

Y sus palabras dolieron más dentro de la inocente muchacha.

En tan poco tiempo, HyeSung, un completo desconocido, se volvió en parte importante en su vida; casi como de su propia familia. Cómo puedes odiar a alguien de tu propia familia?

-yo… no quise… lo siento, no fue mi intención – la voz de Yumi se quebraba, trataba de ser fuerte pero era difícil. No podía odiar a HyeSung, pero tampoco podía evitar sentirse traicionada.

-firmé tu licencia por enfermedad; les dije a todos que estabas enferma… - HyeSung continuó hablando, conmovido por la reacción de Yumi. Sabía que Eric le había roto el corazón, pero no quería presionar a una confesión de la muchacha.

-… yo… no debí… solo quería decirte todo… quería desahogarme… quería que me dijeras que iba a estar bien… - los ojos de Yumi comenzaron a llenarse de lágrimas, luchando por borrar de su cabeza, las imágenes que nunca debió haber visto.

HyeSung observó confundido a la muchacha, no entendiendo de qué estaba hablando.

-Yumi… - un escalofrío recorrió por todo el cuerpo del bello hombre.

-… llegué sin avisar… - las lágrimas confundían las palabras de Yumi, era difícil volver a hablar de aquello, pero si quería dejarlo todo atrás, era mejor eliminar todo rastro y no dejar nada pendiente.

-… tú… - las latidos de HyeSung se aceleraban, su cabeza se volvió un desastre.

-… los vi… ese día… lo vi todo… - Yumi enterró la cabeza en su pecho, abrazando su dolor .

El shock en el rostro de HyeSung fue inexplicable, todos los recuerdos de aquel día pasaron rápidamente por su cabeza; detalle a detalle, palabra por palabra. Y entendió por qué Yumi quería huir. Si había sido difícil, desde aquel día, para él, no podía imaginarse cuán duro estaba siendo para la inocente Yumi.

Las palabras estaban de sobra en ese momento; qué más podía hacer HyeSung? No había palabra de consuelo que detuviera las lágrimas de Yumi, o que pudieran explicar las razones del bello hombre. Pasó mucho tiempo pensando en el momento indicado para revelar todo a su mejor amiga, pero el destino hizo todo por él. El sentimiento de culpa comenzó a invadirlo; nunca debió permitir que la sombra de Eric volviera a dirigir en sus acciones.

Y golpeó más dentro aún, la realización de que Eric seguía afectando su vida.

-… Yumi… - veinte minutos después, y cuando Yumi parecía más calmada, el bello hombre deslizó su mano sobre la mesa, tratando de alcanzar la mano de la muchacha, que reposaba sobre el mantel. Pero Yumi retiró su mano rápidamente, en un acto reflejo que sorprendió a ambos.

No podía odiar a HyeSung; trataba de odiarlo por ocultarle su relación con su ex-prometido, pero a la vez no podía quitarse de la cabeza toda la historia detrás del corazón roto de su mejor amigo.

 

 

-eso es todo por hoy, mañana tendremos una reunión con la estación que estará a cargo del programa de variedades de Minwoo – Eric dijo sus últimas palabras, levantándose de su silla antes que los demás miembros en la mesa de reuniones de M rising, tuvieran tiempo de recolectar sus cosas.

Había sido un día muy largo para el CEO, ultimando cada detalle para la pronta fecha de retorno a los escenarios musicales, de su mejor amigo. El exceso de trabajo había sido de gran utilidad para que Eric distrajera sus pensamientos y evitara a sus padres, que aún permanecían en la ciudad hostigándolo para darse una segunda oportunidad con su ex-prometida.

Y pensar en Yumi lo lastimaba. Aún seguía impregnada en su cabeza la imagen dolorosa de la muchacha, haciendo frente a sus padres en una discusión que debió haber quedado en el ámbito familiar. Era sorprenderte para Eric, como Yumi podía ver claramente en sus sentimientos, había reunido el valor para revelarle a la muchacha su relación con su ex-novio pero, aparentemente, Yumi se había adelantado en un incidente que le ahorro las palabras pero no el sufrimiento de la inocente muchacha.

El vacío en su vehículo pesaba como no lo había hecho en años, los últimos días su soledad se había hecho agonizante. Era un retorno a esos días en los que tuvo que vivir con las consecuencias de sus actos.

El camino a casa fue rápido, gracias a la invasión de pensamientos en su cabeza. E igual al día anterior, sus padres esperaban en la puerta de su departamento, decididos a darle fin a la discusión que quedó pendiente.

Y quizás era mejor así, por que Eric también quería ponerle fin a todo.

-tu madre trató de buscar a Yumi, pero sus padres dijeron que salió fuera de la ciudad – su padre no demoró en darle las recientes noticias, usando un tono severo con toda intención de hacerlo sentir culpable.

Eric no dio respuesta, tampoco mostró algún cambio en su expresión; abrió la puerta de su departamento, dejándola abierta a sus espaldas mientras ingresaba al interior y se retiraba los zapatos como parte de su rutina de todos los días. El Sr. Mun, obviamente, sintió el reto y la falta de respeto de su hijo, haciendo un gesto de enojo e ira, que fue detenido inmediatamente por su esposa, quien con un movimiento de cabeza le indicó que no era el momento de iniciar una acalorada pelea con su hijo. Estaban ahí para terminar de convencer a Eric de regresar a sus cabales e ir detrás de Yumi.

-ese chico está saliendo con otro hombre, lo oímos de casualidad en el restaurant donde trabaja – el Sr. Mun trató otra estrategia, enviando un golpe bajo a las emociones de su hijo.

La Sra. Mun permanecía aún silenciosa, dirigiendo una mirada de compasión a su perdido hijo. Estaba convencida que el dolor de Eric era causado por la confusión entre ese mar de sentimientos y abandono de años atrás.

-lo que sea que hayas oído no tiene nada que ver; cometí un error con HyeSung y voy a repararlo – la determinación de Eric era muy clara en su tono de voz.

-vas a echarlo todo a la basura por un amorío con ese chico? Después de que ya lo habíamos acordado? - el Sr. Mun era aún más insistente y severo, tratando de intimidar a su hijo y presionarlo a cambiar de opinión.

-eche todo a la basura cuando decidí escucharlos y dejar a HyeSung! Qué creen que ha sido de mi vida desde entonces!? - Eric perdió el control en un arrebato, olvidándose de todo el temor que solía inspirarle la severidad de su padre.

La Sra. Mun se colocó de pie del lugar que había encontrado para sentarse y observar toda la discusión entre su esposo y su hijo. Su corazón se aceleró y dolió, al ver toda esa rabia y resentimiento en los ojos de su hijo.

El Sr. Mun no pudo disimular su expresión de sorpresa, al ser la primera vez que Eric se atrevía a enfrentarlo tan directamente con ese tono de autoridad.

-una “familia normal”? Eso fue lo que repitieron una y otra vez, pero acaso sería normal casarme con una mujer por la que nunca llegaría a sentir nada!? Añorando toda mi vida al hombre que alguna vez tuve y tontamente dejé ir!? - Eric estaba decidido a mostrarse transparentemente ante sus padres. Nunca antes había dejado que sus verdaderos sentimientos por HyeSung, fueran revelados a sus progenitores, ya que sabía que éstos no veían con buenos ojos su relación. Pero era el momento de revelarlo todo y dejar saber a sus padres el daño que sus influencias habían causado.

-estás loco? No puedes ir tan serio con ese chico, es un hombre! - el Sr. Mun aún se rehusaba a entender el interior de su hijo. Eric era su único hijo y se negaba a ver su linaje terminado por una fantasía errónea de éste.

La Sra. Mun cubrió su rostro con ambas manos, colectando sus lágrimas entre sus palmas; una parte de ella aceptando su culpa en el largo sufrimiento de su hijo, la otra parte orando en silencio porque un milagro hiciera regresar a sus cabales a Eric.

-y qué hay de Yumi? Son tan egoístas que no les importa sacrificarla con tal de conseguir sus caprichos! - Eric estaba furibundo; había pasado mucho tiempo callando sus pensamientos, siguiendo cada orden y dirección de sus padres como si fuera una marioneta, pero era momento de terminar todo ahí.

-Yumi es una chica buena, es la mujer ideal para ti – el Sr. Mun se mostró más severo, recuperando ese tono autoritario que buscaba amedrentar a su propio hijo.

-lastimé a HyeSung y lastimé a Yumi, por escucharlos a ustedes, pero no más; es mi vida – el tono de Eric bajó su intensidad, presionando fuerte contra su pecho, conteniendo su quebranto. Había aguantado demasiado en estos tres años.

-mocoso testarudo… - el Sr. Mun levantó contra su hijo, pero fue detenido inmediatamente por los ojos suplicantes de su esposa.

-vámonos, por favor vámonos… - suplicó la Sra. Mun, sujetando a su esposo por los hombros.

Eric se forzó a mantener la cabeza en alto, mientras observaba a sus dos progenitores retirarse de su departamento. Tenía que ser fuerte, aunque por dentro aún temía por su futuro.

-lo siento tanto hijo… lo siento tanto – la Sra. Mun regresó unos pasos, despidiéndose con un amoroso beso en la mejilla de su hijo.

La puerta del departamento finalmente se cerró, y Eric perdió toda su determinación, cayendo de rodillas sobre la alfombra, dejando salir toda la rabia y dolor que había almacenado desde aquella noche, hacía tres años atrás.

 

 

-quieres beber algo? - con una botella de cerveza en una mano, Minwoo se dirigió al fotógrafo que esperaba sentado en el sofá de la sala.

Dongwan dirigió una mirada sin expresión al cantante, siguiéndolo con los ojos mientras éste tomaba asiento a su lado.

Habían sido casi veinte minutos desde que los dos hombres partieron del estacionamiento de M Rising al departamento del cantante, buscando un lugar más apropiado para sostener una conversación que podría no traer buenos resultados para uno de ellos.

-algo de comer? - Minwoo no podía ocultar sus nervios, arrepentido a medias de su imprudencia y ofrecer al fotógrafo una versión más completa de las palabras finales de su discusión con Junjin en el estacionamiento de M Rising.

-no tengo todo el día, si me trajiste acá para pasar el rato, ya fue suficiente – Dongwan no estaba enfadado, simplemente impaciente por el silencio del cantante.

-no… no es fácil… creo que no debí decir lo que dije, lo siento – Minwoo pudo aprovechar su oportunidad y convencer a Dongwan que su relación con HyeSung no tendría futuro, pero últimamente sus pensamientos lo llenaban de remordimiento, y estaba decidido a jugar limpio.

-qué es lo que Junjin le oculta a HyeSung? - Dongwan fue más directo, no dando espacio para que Minwoo preparara una nueva excusa para evadir el tema.

Minwoo desvió la mirada, calculando sus movimientos; confesarle todo a Dongwan, probablemente, le abriría el camino, eliminando a un fuerte rival, pero también podría ser interpretado como un bajo y desesperado movimiento por obtener el hombre al que amaba,

Y, una vez más, Minwoo quería jugar limpio. El cantante quería asegurarse de no reflejar el papel del fotógrafo, convirtiéndose en un paño de lágrimas.

-no quiero quedar como un bastardo; esa historia les pertenece a esos dos, Eric y Junjin. Solo Junjin puede decirte lo que pasó con Eric – el cantante sonó sincero, apagando el fuego en su mirada. Quizás, al final del día, no obtendría lo que tanto deseaba, pero quedaría en su conciencia que hizo un juego limpio.

Dongwan vio la transparencia en la expresión de Minwoo y prefirió callar. Su curiosidad quería revelar el misterio del pasado, aunque un tinte de temor yacía en el fondo de ella.

Los minutos de silencio, siguientes, hicieron más incómodo el ambiente entre los dos hombres.

-bien, creo que es hora de irme… - Dongwan se colocó de pie, acomodando los lados de su chaqueta, antes de dar el primer paso en dirección de la puerta del departamento.

-espera… - Minwoo estaba nervioso, tenía un presentimiento que se acercaba el fin del desarrollo de toda la situación desatada con el regreso de HyeSung y el ingreso de Kim Dongwan a su vida; y quería asegurarse de no dejar más misterios, secretos y palabras ocultas en el camino.

-no tienes nada más que decirme, espero que te vaya bien en tu comeback; en verdad te deseo lo mejor – el fotógrafo sonrió sinceramente al cantante, mostrando luego su espalda al alejarse unos pasos de la sala.

-no te despidas, no aún… - Minwoo no sabía cómo ordenar sus ideas, su corazón comenzó a acelerarse y el nudo en su garganta hacía difícil dejar salir las palabras que estaba guardando desde hace mucho tiempo para el fotógrafo.

Dongwan sintió el cambio en el ambiente y tuvo miedo; no era muy común en él sentirse así, lo que lo dejó más extrañado y petrificado en su lugar.

-lamento mucho que te hayas enamorado del imbécil de HyeSung – el cantante apretó los ojos, reconociendo que había comenzado mal su discurso.

-Minwoo, no tienes que…

-… lo siento, no debí decir eso, dejé que mis celos hablaran por mi… - los ojos de Minwoo reflejaron la transparencia de sus sentimientos, manteniéndose fijos mientras sostenían la mirada perdida del fotógrafo.

El silencio invadió el espacio en el departamento. Varios minutos pasaron sin que ninguno de los dos hombres se atreviera a hacer un movimiento. Dongwan lo sentía tanto por Minwoo, pero no podía hacer nada cuando sus sentimientos se dirigían hacia otra persona. El cantante leía claramente la expresión de lástima en el rostro del fotógrafo; lo que inició como una simple fijación obsesiva, se hizo más fuerte hasta el punto de doler por el rechazo.

Era la primera vez que Minwoo se enamoraba realmente, y dolía como nunca se lo había imaginado.

-tengo que irme – las palabras del fotógrafo sonaban casi mudas, pero hacían eco fuertemente en la cabeza del cantante.

Dongwan caminó en silencio hacia la puerta del departamento, debatiendo si debía dar una última y, educada, mirada de despedida al cantante.

Minwoo apretó los ojos y cerró los puños, cuando el sonido de la puerta, cerrándose, alcanzó sus oídos.

Así se sentía el amor…

 

 

Las manos de Yumi sostenían su bolso, buscando el soporte que necesitaba para que sus pasos continuaran su camino. Sus piernas temblaban y se sentían pesadas, contando los minutos para quedar sola, sin la compañía del hombre que insistía en seguirla, llevando sus maletas en sus manos.

HyeSung mantenía su distancia, tratando de darle espacio y tiempo para pensar, a su mejor amiga. Yumi estaba pasando por lo mismo que él, hacía casi tres años atrás.

El camino se terminó, cuando los ojos de Yumi encontraron la puerta de salida por donde partiría, en pocos minutos, el autobús que la libraría de todo el dolor que llevaba encima. Sería un corto viaje que le serviría para dar un punto final a los recuerdos de sus errores. Porque Yumi reconocía su parte de culpa, en aceptar una relación en la que sabía que no era amada.

-lo siento… - HyeSung llevaba repitiendo las mismas palabras, desde que ambos amigos salieron del café. Trataba de pensar en algo más profundo y conciso, pero no encontraba mejores argumentos que disculparse por todo el dolor causado a la persona a la que consideraba como una hermana menor.

Las lágrimas fluyeron naturalmente y con rapidez por el rostro de Yumi. Realmente alguno de los dos era culpable por el desarrollo de todos los acontecimientos?. Yumi aceptó una relación, sabiendo que había un fantasma con el tendría que luchar; HyeSung solo quería proteger del sufrimiento a la tímida joven que conoció tiempo atrás. Al final, los dos cometieron errores, y sus buenas intenciones los guiaron, inevitablemente, a sufrir aún más.

-estuve un tu lugar hace tiempo, sé muy bien lo que duele; y sé muy bien, que tomará un tiempo para que tu corazón pueda perdonar… hasta entonces, te estaré esperando – con palabras sinceras y los ojos fijos en el reloj digital, frente a la pantalla que anunciaba la próxima salida del autobús que llevaría a Yumi, el bello hombre dejó las maletas que llevaba cargando por largo tiempo, al lado de su dueña.

Yumi mantuvo la cabeza baja, observando solamente las manos que se deslizaban fuera de su equipaje; claro que dolía, pero dolía más la confusión en su cabeza. Quería odiar y maldecir a su mejor amigo, quizás eso sería lo justo para su dolor y el sentimiento de traición que quería apoderarse de ella; pero otro lado de su corazón, aún sentía compasión por el hombre que una vez fue humillado y abandonado de la forma más cruel. Ambos conocieron al mismo verdugo, y quizás, muy en el fondo de sus sentimientos, Yumi estaba segura que ninguno de los dos, tampoco podía odiarlo realmente. Porque incluso el odio, es una forma de amor que aún añora.

El ruido de las personas que comenzaban a avanzar y entrar por la puerta de partida del autobús, llenó el ambiente, distrayendo los pensamientos de Yumi. Era hora y aún sus sentimientos se encontraban mezclados.

-por favor, llámame cuando estés ahí, quiero saber que llegaste bien, no tienes que decir nada si no quieres, solo deja sonar el teléfono hasta que conteste, y sabré que estás bien… - HyeSung bajó la mirada, rendido y comprendiendo la distancia y frialdad de su mejor amiga.

Más lágrimas se deslizaron por las mejillas de la dulce Yumi. Por qué HyeSung seguía preocupándose por ella? Era acaso lástima?

-tu autobús ya va partir, vamos – HyeSung actuó por reflejo, cuando un empleado de la estación de autobuses, se acercó a cerrar la puerta de partida, tomando de vuelta las maletas de Yumi en una mano, enlazando la otra con la mano de la muchacha.

Yumi sintió el desborde sentimientos y revelaciones que recorrieron su cuerpo, al sentir la calidez en el toque de su mejor amigo. Ahora todo estaba más claro, y una sensación de tranquilidad y serenidad la invadió.

-todavía falta una pasajera! - la voz de HyeSung evitó que la puerta de partida terminara por cerrarse, alcanzando las maletas de su mejor amiga a los empleados de la estación, quiénes prontamente comenzaron a acomodarlas dentro de la parte inferior del autobús.

-te estaré esperando cuando decidas regresar – HyeSung dio sus últimas palabras de despedida a la muchacha, limitándose a guardar su distancia y retroceder unos pasos, dándole el tiempo suficiente para que abordara el autobús.

-oppa lo siento tanto! - Yumi finalmente pudo articular sus primeras palabras, luego de varios minutos de silencio, envolviendo al bello hombre en sus brazos, empapando su chaqueta que las lágrimas que fluían como un manantial.

HyeSung sujetó a la muchacha con fuerza y dulzura, asegurándole que no tenía nada porque disculparse. Ambos fueron víctimas de un cruel destino.

-tómate todo el tiempo que necesites, te estaremos esperando… - susurró HyeSung a oídos de su mejor amiga, sintiendo sus propias lágrimas fluir por sus mejillas.

-te prometo que no será mucho tiempo – Yumi dejó ir al hombre en sus brazos, mostrando su más sincera sonrisa. Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que pudo sonreír sinceramente?.

HyeSung sonrió en respuesta, colocando un delicado beso sobre la frente de la muchacha.

-adiós HyeSung oppa… - Yumi se acercó una vez más al bello hombre, envolviéndolo en un cálido abrazo. Y una urgencia por declarar las revelaciones que se habían hecho claras en su cabeza.

-… Eric oppa aún te ama… - silenciosa y rápidamente, Yumi deshizo el abrazo en el bello hombre, abordando prontamente el autobús, que inició su partida.

HyeSung observó con ojos muy abiertos, mientras el autobús se alejaba. Su corazón, de pronto, comenzó a palpitar como no lo había hecho en años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un par de horas más pasaron, para que el bello hombre regresara a su departamento, encontrándose con una visita inesperada, que había estado esperando, nerviosamente, por él en el corredor del edificio.

-Junjin? Qué haces aquí? Por qué no usaste la clave? - HyeSung se encontraba aún aturdido por la despedida y confesión de Yumi, en la estación de autobuses.

-hyung… tengo algo que decirte… - el rostro de Junjin lucía cansado y derrotado, tenía que confesarlo todo y tenía miedo de ser odiado por su hyung favorito.

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Shinbella
Me tomó más tiempo de lo que esperaba escribir este capítulo final... y siento que aún necesito más de esta historia...
Gracias por continuar leyendo, ahora podré continuar con mis otras historias... alguna que quieran en particular? alguien lee mis otras historias?...

Comments

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missstery #1
Chapter 22: Gracias por el epílogo, aunque al igual que tú, también quisiera más de esta historia, o no se si mejor decir de esa nueva historia que comenzaron a escribir Hyesung y Eric, y que creo incluiría a los otros chicos. Yo leo tus otras historias aunque no siempre dejo comentarios en ellas, y aunque todas me gustan y me agrada la idea que continúes con todas, sobre todo con las que tienen menos capítulos, en particular me gustaría que continuaras con Se busca mamá, pues se quedó muy interesante y Correr para vivir, aunque creo que los problemas se avecinan y empieza el sufrimiento, aun así me gustaría que continuaras con ellas. Nuevamente gracias por la actualización y espero que tu y tus seres queridos se encuentren bien. Cuídate mucho
missstery #2
Chapter 21: Gran capítulo, y gran final, se noto el cambio que tuvieron todos los personajes a través de la historia y como les ayudó a tomar decisiones sin arrepentimientos. Se que es pedir demasiado, pero nos podrías regalar un epílogo, para ver que pasó con todos ellos, pues me queda la duda de dónde empezó nuevamente Hyesung, y sobre todo si comenzó una relación entre Eric y Hyesung de nuevo y entre Dongwan y Minwoo. Gracias por esta gran historia, al igual que tus otros trabajos es muy buena. Soy fan de tus historias y ten por seguro que me verás en alguna otra de ellas. Solo me resta decirte que espero te encuentres bien y cuídate mucho.
missstery #3
Chapter 20: Es bueno ver una actualización de la historia, creo que el final que decidas será el mejor. A pesar de que me encanta la pareja Ricsyung, un cambio a veces es bueno. Además en esta historia adore a Dongwan, y el final de este capitulo me hace confirmar que es muy buena persona, pues creo que la pregunta que le hace a Hyesung no es solo por que sí, siempre tiene una razón para todo. No puedo esperar por el siguiente capítulo, aunque me entristece que sea el último. Gracias por la actualización, espero y te encuentres bien y cuídate mucho. Lo bueno es que hay varios fics tuyos para leer y releer durante este tiempo.
shsngi #4
Chapter 19: Calva quedé. Mis pobres sentimientos necesitan paz
missstery #5
Chapter 18: Me alegra que Yumi se dé la oportunidad de sanar para poder seguir adelante y no se haya aferrado a algo que no existía. Por fin hizo las paces con Hyesung, creo que eso es bueno para ambos. Que bien que Jin vaya a decirle la verdad a Hyesung, ya era justo que la supiera, y decida él que hacer. Ya quiero ver su reacción, sobre todo después de lo que Yumi le dijo antes de irse, si de por sí ya estaba confundido, ahora después de saber eso, pobre, no quisiera estar en su lugar. También espero que no lo odie y que comprenda sus razones, que desde cierto punto de vista son muy válidas. Todo el capítulo estuvo muy interesante. Ya tengo todos mis dedos cruzados y veladoras prendidas esperando porque se quede con mi favorito, no voy a decir con quien, porque, aquí donde vivo, dicen que si pides un deseo no debes decirlo para que se haga realidad. Gracias por la actualización y sin duda estaré esperando el siguiente capítulo.
ArkangelValeria #6
Chapter 18: Hermoso capítulo. Mis manos estan juntas rezando para que sea un Ricsyung. Y porque amo a Minwoo también y quiero verlo feliz al lado de Dongwan.
Gracias por la actualización, espero con ansias por la próxima.
turyka #7
Chapter 17: Yay!! actualización... Muchos sentimientos encontrados, ya no se que pensar.....
missstery #8
Chapter 17: Esto cada vez se pone mejor, y ya no se con quien quiero que se quede Hyesung. Gracias por la actualización y sin duda seguiré leyendo tus fics.
shsngi #9
Chapter 17: <span class='smalltext text--lighter'>Comment on <a href='/story/view/1240882/17'>Chapter 16</a></span>
Tenía siglos sin logearme aquí y justo cuando lo hago actualizas, coincidencia? no lo creo



extrañé esta historia, aunque me genere altos niveles de estrés jaja ya nadie escribe wansyung así que esta actualización trajo paz a mi vida aunque me preocupa su futuro en esta historia por alguna razón t.t



aún siento pena por Yumi, no merece sufrir así la pobre :( y espero que jin y andy no se maten por llegar a un acuerdo si decir la verdad o no...



gracias por actualizar ! <3
ArkangelValeria #10
Chapter 16: Ahhhhhhhh!!!!. No puedes ser!!! Me quedé con el corazón en la boca!!!!!... Ups. Disculpa mi arrebato, me sentí como Eric, frustrada, enojada y en shock, cuando no encontré el siguiente capítulo. je je. Quiero felicitarte y darte las gracias por compartir estas historias. Desde que encontré tus fic he dejado de ver doramas y me he dedicado a retomar mi pasión, que es la lectura. Gracias por eso!! Espero sinceramente que puedas terminar esta historia. Y secretamente espero el milagro del que el Ricsung pueda suceder y vuelvan a amarse, aun más que antes. Lo siento por Wannie pero él encaja mejor con mi adorable Minwoo, jejejeje....