Capítulo 16

Vientos Celestiales (Adaptación TaeNy)
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Capítulo 16

 

—Nunca había estado en Chicago —comentó Taeyeon, contemplando los altos edificios por la ventanilla—. Es impresionante.

—No, no son más que edificios —le aseguró Tiffany. Entonces tomó dirección al este por la ronda de Congress y le tocó el brazo a Taeyeon—. Eso sí que es impresionante —afirmó con una indicación de cabeza.

Taeyeon abrió unos ojos como platos al ver aparecer el lago Michigan.

—Mira qué lago tan grande, pastelito —exclamó.

Elliott estiró el cuello desde su sillita y vio el agua.

—¡Abua, Phany! —se entusiasmó, y las dos mujeres se echaron a reír.

Por el retrovisor, Tiffany vio que la niña hacía un mohín.

—En verano —le recordó.

Subieron al apartamento del décimo piso en ascensor.

—No me creo que vivas aquí —se asombró Taeyeon cuando se abrieron las puertas.

Elliott se aferró del cuello de Tiffany al recorrer el rellano hasta la puerta; Tiffany la abrió y entró, seguida de Taeyeon, que echó un vistazo circular a la enorme sala de estar.

—Dios mío, pero si es tan grande como toda la cabaña.

—Lo sé. Estoy intentando venderlo, pero de momento es mi casa y la vuestra, así que poneos cómodas —les dijo, y dejó a la niña en el suelo.

Taeyeon observó la amplia sala con atención. Junto al fabuloso ventanal que daba al lago Michigan había un piano enorme. La pared de enfrente era toda una chimenea y había un gran sofá colocado ante ella, con aspecto de ser muy cómodo. La parte de comedor estaba atrás y la cocina, a la derecha. Era todo abierto y parecía un estudio gigantesco.

—Los dormitorios están por el pasillo. El principal tiene su propio baño. El otro baño está al fondo —explicó Tiffany, al tiempo que encendía la chimenea de gas—. Fuego instantáneo —anunció —. Aunque prefiero la cabaña.

—Yo también. Me encanta el olor a la madera quemada en la chimenea —suspiró Taeyeon, contemplando las llamas.

Y así, sin más, Tiffany se sintió inexplicablemente feliz; se acercó a Taeyeon, se puso delante de ella y le cogió la cara entre las cálidas manos.

—Quiero besarte.

—Me gustaría.

Tiffany la besó con dulzura y se apartó, meneando la cabeza.

—¿Qué está pasando, Taeyeon?

—No estoy segura, pero me gusta.

—A mí también.

Tiffany la besó de nuevo y esta vez fue Taeyeon la que se apartó; sonrió y se dirigió a la ventana. Tiffany la siguió y le puso las manos en los hombros.

—¿Qué pasa? ¿No debería haberte besado?

Taeyeon negó con la cabeza y se enjugó las lágrimas, dándole la espalda, pero Tiffany la hizo volverse cariñosamente.

—Eh, ¿qué te pasa?

—Son las hormonas, creo. No me hagas caso —rio Taeyeon.

—Taeyeon, creo que...

—No, no lo digas —la acalló Taeyeon, poniéndole la yema de los dedos sobre los labios.

Tiffany frunció el ceño y le besó los dedos.

—Lo entiendo, están pasando muchas cosas y conoces mi reputación —suspiró, resignada, y se alejó.

—Tiffany, no es eso —insistió Taeyeon, que la siguió por el pasillo hasta que Tiffany se volvió para mirarla a la cara—. Es verdad que están pasando muchas cosas, pero no tiene nada que ver ni con tu pasado ni con el mío.

—¿El tuyo? —se extrañó Tiffany—. El pasado no me importa.

Taeyeon se pasó la mano por la barriga.

—Tenemos muchas cosas de las que hablar.

Tiffany le echó un vistazo a su vientre y luego volvió a mirarla a los ojos.

—Es verdad. Y hablaremos de todo eso. Taeyeon, creo que estoy enamorándome de ti.

Taeyeon cerró los ojos y se llevó la mano a la cara.

—No sabes lo que estás diciendo —abrió los ojos—. Mírame.

Tiffany sonrió, apoyada en el marco de la puerta.

—Te estoy mirando.

Taeyeon se puso como un tomate.

—No digas nada que luego...

En ese momento apareció Elliott corriendo por el pasillo.

—¡Mamá! ¡Pes, pes! —gritó, y le tiró del pantalón a su madre —. Ven.

—Luego hablamos —dijo Tiffany.

Entraron en un dormitorio pequeño, en donde había un acuario en una de las paredes. Tiffany fue hasta él y le dio al interruptor del fluorescente del tanque, que se encendió tras un parpadeo. Elliott estaba anonadada con los peces de colores que nadaban dentro. Entonces a Tiffany se le ocurrió una idea, se agachó al lado de la niña y le acarició los rizos rubios.

—Oye, pitufa, ¿qué te parecería que esta fuera tu habitación? Puedes dormir aquí y ver los peces. También puedes ponerles comida y cuidarlos por mí.

Elliott abrió unos ojos como platos y abrazó a Tiffany con todas sus fuerzas.

—Mi habitación. ¿Pono comida pes?

—Sí, pero los tienes que cuidar —le recordó Tiffany.

Elliott asintió y cogió el bote de comida.

—Luego te enseñaré cómo darles de comer —le dijo Tiffany.

Elliott corrió hacia su madre.

—Mamá, mi habitación.

Taeyeon miró a Tiffany con suspicacia.

—¿En qué está pensando esa cabecita musical? —le preguntó. Luego le devolvió su atención a Elliott—. Es genial, pastelito. ¿Quieres tener tu propia habitación?

La pequeña asintió, dejó su pez de peluche en la cama y lo acarició cariñosamente.

—Mi camita. Mi pes.

—Bueno, pues ya está todo arreglado. Elliott tiene su habitación. Ahora tenemos que pensar dónde quiere dormir mamá —comentó Tiffany, y se rascó la barbilla como si reflexionara sobre la cuestión.

Junto a la puerta, Taeyeon miró al cielo.

—Serás cría... —la riñó, aunque no pudo disimular la sonrisa.

—Mmm... ¿dónde debería dormir mamá? —suspiró Tiffany, y bajó la vista hacia la rizada cabecita rubia en busca de ayuda.

—Tiffany Hwang —protestó Taeyeon, si bien con poca firmeza.

Su hija adoptó la misma postura meditabunda de Tiffany, rascándose la barbilla. Al final frunció el ceño y las miró a las dos.

—Mamá domme con Phany.

Tiffany abrió la boca como si la idea le pareciera descabellada.

—¡No! ¿Crees que mamá y yo deberíamos dormir en la misma cama?

Elliott asintió con énfasis.

—Claro —zanjó la niña.

—Claro. Estoy de acuerdo con la pitufa —asintió Tiffany a su vez—. Todo arreglado. Mamá domme con Phany —murmuró Tiffany en voz baja y sensual.

Al pasar junto a la sonrojada Taeyeon, le dio un beso en la mejilla.

—Muy bien, ya tenemos la nevera llena. Solo tengo que pasar un momento por el estudio. Como mucho en un par de horas estaré de vuelta —anunció Tiffany.

Se puso el abrigo, agarró a Taeyeon de la cintura y la atrajo todo lo que el bebé permitía.

—Ten la cena hecha, mujer —le ordenó en tono seductor, y le dio un profundo beso en la boca.

Taeyeon miró a Tiffany con los ojos entornados y esta esbozó una sonrisa azorada.

—O ya traeré algo de cena. Ah, casi se me olvida, ten... —le dio a Taeyeon un teléfono móvil—. Por si sales con Elliott y tienes que llamar. Llévalo encima. —La besó de nuevo—. Me gusta besarte.

—Phany, besito. Aúpa.

Tiffany levantó a Elliott fácilmente con un solo brazo y le dio un beso.

—Besito a mamá otavés —rio la niña.

—Será un placer.

Tiffany besó a Taeyeon y esta exhaló un suspiro de satisfacción cuando se separaron.

—Otaves, Phany —musitó Taeyeon.

Tiffany dejó a Elliott en el suelo y besó a Taeyeon profundamente. Las dos suspiraron cuando, por fin, Tiffany la soltó a regañadientes.

—Tengo que irme. Os veo dentro de un rato. Pitufa, vigila a los peces.

Le guiñó un ojo a Taeyeon y salió por la puerta. Taeyeon miró a su hija.

—Tiffany está chiflada.

Elliott asintió y echó a correr hacia su nueva habitación.

Niles observó a Tiffany mientras su amiga ojeaba las partituras. Estaba tarareando. Tiffany Hwang estaba tarareando. En un momento dado se arremangó y dijo, con un gruñido:

—Muy bien. ¿Cómo vamos, Niles? ¿Cuánto tiempo...?

Pero calló al ver que Niles sonreía de oreja a oreja.

—¿Por qué coño sonríes así? —le preguntó, con los brazos en jarras.

—Ah, por nada, por nada. ¿Cómo están Taeyeon y la pequeña Elliott?

Dios, ya es como si las conociera personalmente.

Entonces fue Tiffany la que sonrió.

—Están bien. Las... las he traído aquí. Supuse que estaría liada al menos un par de semanas y no quería...

—¿Perderlas de vista durante tanto tiempo? —aventuró Niles.

Tiffany gimió.

—No, sencillamente no quería dejarla sola tanto tiempo. Sale de cuentas en diciembre. Yo... bueno, yo... Ah, cierra el pico, Niles — rugió, y se puso a reordenar las partituras—. Tenemos trabajo que hacer, listillo —zanjó con un gruñido, y se sentó a su lado ante el panel de control de sonido de la cabina.

Niles sonrió y se acercó al micrófono.

—Ay, Jeffrey, a ver si complacemos a la compositora, que parece que hoy se ha levantado con el pie izquierdo.

Tiffany contó hasta diez con los ojos cerrados.

—Cuando acabemos te asesinaré —farfulló entre dientes.

Niles tapó el micrófono con la mano.

—Tomo nota. Muy bien, vamos a ver cómo suena.

Casi tres horas después, Tiffany estaba a punto de estrangular a alguien. Pero no a alguien cualquiera: a Suzette.

—¿Es posible que pueda sonar peor? —gimió, con la cara entre las manos.

A continuación agarró el micro y aulló.

—¡Basta!

Niles le quitó el micrófono a toda prisa, antes de que empezara a soltar tacos.

—Bienvenido —saludó a Jeffrey, que entró en la sala de sonido como un vendaval.

—O se va ella o me voy yo. Ya no aguanto más —bufó. Tiffany agitó una mano en gesto de asentimiento—. Case... —le suplicó él.

—Lo sé, lo sé —aseguró Tiffany, que echó un vistazo a la hora

—. Mierda. Vamos a descansar por hoy. Mañana hablaré con Suzette.

—Encontraré a otro chelista, no te preocupes. Ve a casa, pareces agotada —le dijo Jeffrey.

Taeyeon tenía el pollo en el horno y miró el reloj. Aunque Tiffany le había dicho dos horas, ya hacía casi tres. Miró el móvil y se mordió el labio. No quería parecer una de esas mujeres pesadas y controladoras, porque lo más probable es que a Tiffany se le hubiera ido el santo al cielo sin más. No obstante, sus hormonas eligieron ese momento para ponerse tontas. ¿Y si estaba con la chelista sin oído musical? Tiffany tenía una vida ual activa y mantenía una relación con aquella mujer. ¿Acaso podía culparla Taeyeon? Seguro que era preciosa, con una figura de escándalo, y no estaba embarazada. Y también sabía perfectamente cómo darle placer a Tiffany.

La inseguridad se apoderó de ella en un abrir y cerrar de ojos: estaba embarazada, gorda y con los pies hinchados. Se sentó en una silla de la cocina y tuvo que echarla hacia atrás para que cupiera el barrigón que acarreaba. ¿Qué razón tendría Tiffany Hwang para quererla? Elliott, esa era la razón. Tiffany quería a Elliott y se sentía responsable de ellas. A lo mejor Tiffany solo decía que la quería por Elliott. A lo mejor no la quería en absoluto y ahora mismo estaba con Suzette. A lo mejor Tiffany era como Jessica y de lo que estaba enamorada era de una idea.

—Pues muy bien, Hwang. Tú acuéstate con tu chelista. Yo tendré a mi hija y nos volveremos las tres a Nuevo México — murmuró, con los ojos anegados en lágrimas.

Justo en ese momento se abrió la puerta y la voz de Tiffany sonó desde la entrada.

—¡Taeyeon, siento llegar tarde!

Taeyeon se puso de pie con dificultad y se dirigió a la sala de estar con evidente enfado y un cucharón de madera en la mano. Tiffany notó de inmediato la cara que traía.

—Eh, Taeyeon, baja eso, no vayamos a hacernos daño —le dijo, mientras se quitaba el abrigo muy despacio—. Siento llegar tarde, me lié en el estudio.

—¡Con Suzette, seguro! —exclamó Taeyeon.

A Tiffany casi se le salieron los ojos de las órbitas.

«Vale, recuerda que sale de cuentas en un mes. Has leído los libros, tonta.»

—¡Phany! —la saludó Elliott, que salió de su habitación y corrió hacia ella.

—Hola, pitufa —la saludó Tiffany alegremente, cogiéndola en brazos para darle un beso—. ¿Has cuidado a los peces? —le preguntó al dejarla en el suelo.

Elliott asintió, encantada de la tarea, y volvió trotando a su habitación. Taeyeon se llevó una mano temblorosa a la cara y Tiffany se le acercó y la rodeó con los brazos.

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Comments

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Eli_17 #1
Hermosa historia, la adoré! Gracias por compartirla.
_MAX_KWON_JUNG_
#2
Chapter 24: Asi como tu me he devorado como tu esta historia en un par de horas ha sido genial me he reido mucho sigue adelante espero seguir leyendo muchas historias tuyas ahora tienes un fan mas
sone009_ #3
Chapter 24: Linda historia, Elliott es un amor!
StarbuckInBubblewrap
#4
Chapter 24: Que linda historia, me gusto
Niberian
#5
Chapter 24: A decir verdad se me ha hecho muy corta. La historia es preciosa y no he podido enamorarme más de Elliott, la niña le da muchísimo a la historia. Pero me hubiese gustado que hubiese ido un pelín más lento, que.ahondasen un poquito as en los sentimientos que tenían la una por la otra, porque yo las veo locamente enamoradas sin que haya pasado realmente nada entre ellas. Por lo demás preciosa
Saeko11
#6
Chapter 24: Gracias por compartir esta historia tan linda!!! :)
LlamaAmerica #7
Chapter 24: Haaaaaay pero esta hermosa historia me encanto mucho espere tanto y valió la pena gracias!!!!
roguecr #8
Chapter 23: Hasta q se le hizo a Fanny, que historia tan hermosa, gracias x compartirla.
TaeNy1926
#9
Chapter 23: Jajajajaja.. este capítulo tuvo de todo.. gracias por tan magnifica historia..
LlamaAmerica #10
Chapter 23: JAJAJAJAJAJA si me dio risa lo de la leche JAJAJAJAJA haaaaaay como amo esta historia *-*