Cuatro Años Después

Correr Para Vivir

 

-Saengil chuka hamnida, saengil chuka hanmida!

-bravo!!

Los aplausos, vítores, risas y otras expresiones de felicidad, llenaban el espacioso salón, adornado con serpentinas, globos, figuras de goma y otros ornamentos traídos exclusivamente a la casa de campo de la familia Lee, para la celebración del cumpleaños número 8 del nieto de los patriarcas.

-sopla las velas Sungie – habló Dongwan a su hijo, alzándolo en sus brazos para que el niño alcanzara con comodidad, la parte superior del enorme pastel de cumpleaños.

HyeSung sonrió emocionado, apretando fuertemente los ojos mientras recitaba mentalmente su acostumbrado deseo de cumpleaños, antes de soplar las velas de su torta.

Los invitados aplaudieron, una vez que el niño de 8 años ahora, apagó todas las velas con un enérgico soplido.

-feliz cumpleaños hijo – besaron Minwoo y Dongwan las mejillas de su hijo, al mismo tiempo.

HyeSung sonrió más alegremente, sintiendo el cariño y amor de sus padres.

-déjenme abrazar a mi nieto – interrumpió la Sra. Lee, envolviendo al niño en sus brazos.

Luego de la feliz y orgullosa abuela, uno a uno, los invitados se acercaron a felicitar y abrazar al niño del cumpleaños. Minwoo y Dongwan observaban sonrientes desde una esquina, alegres de ver sonreír un año más a su hijo.

-gracias por organizar la fiesta Señora – se dirigió Dongwan a su suegra

-siempre es un placer por ver a mi nieto sonreír – respondió la Sra. Lee, acomodando los regalos de los invitados en una de las mesas de la esquina.

Dongwan decidió ayudar a su suegra, enfrascándose en la ardua tarea, pues los regalos no sólo eran enormes, sino también innumerables.

Mientras tanto, Minwoo decidió llevar a los niños al jardín para que continuaran disfrutando de las atracciones que su madre había preparado para la fiesta de HyeSung.

Los niños salieron corriendo a la velocidad de un rayo, dejando el salón vacío en cuestión de minutos.

Minwoo sonrió viendo a su hijo jugar alegremente con los otros niños; algunos los conocía por primera vez y otros ya eran asiduos concurrentes a las fiestas de cumpleaños organizadas por la Sra. Lee. Pero particularmente, un niño llamó la atención de Minwoo. Un rostro que se le hacía muy familiar, en el niño que se encontraba ahora hablando con su hijo.

-tanto tiempo sin vernos, Minwoo – habló la voz femenina a sus espaldas.

Los ojos de Minwoo saltaron de su sitio, reconociendo el rostro de la muchacha que no había vuelto a ver, desde el día que decidió huir de casa.

-Amy… - pronunció Minwoo con estupefacción, observando a la que alguna vez fue su prometida.

 

 

Sus pasos eran lentos y el camino empezaba a tornarse incómodo. Minwoo no sabía exactamente, por qué decidió aceptar la propuesta de la muchacha a su lado, y salir a caminar por el jardín, a un área donde prácticamente se encontraban solo ellos dos.

-qué haces aquí? – decidió hablar Minwoo primero, completamente confundido por la presencia de su ex prometida.

-aún no puedes verme? – respondió Amy, con una sonrisa ácida

-lo siento, no quise ser muy rudo… es sólo que…

-es la fiesta de cumpleaños de tu hijo… - completó Amy las palabras de Minwoo.

El silenció cayó entre los dos adultos. Amy lanzó una mirada distante, en dirección de los niños que formaban una fila, esperando su turno para dar un paseo en los ponys  que habían sido traídos exclusivamente para la fiesta de cumpleaños de HyeSung.

-vine con mi sobrino – habló Amy finalmente, señalando con la mirada al niño que continuaba siguiendo los pasos del dueño del cumpleaños, donde quiera que éste diera un paso.

Minwoo observó también a los niños, recordando el rostro familiar que este niño traía a su mente.

-tu hermana regresó de Sidney? – mencionó Minwoo, sin quitar los ojos de los niños.

Por alguna razón, parecía como si HyeSung no estuviera muy contento con la presencia del niño que se había convertido en su sombra.

-hace dos semanas… regresamos todos… creí que tu madre te lo había dicho – respondió Amy, mirando directo al rostro de Minwoo.

-no, no me lo dijo… supongo que pensó que no tendría ninguna relevancia – habló Minwoo, esquivando la mirada de la mujer a su lado.

-así que soy irrelevante… - rió ácidamente Amy.

-no quise decirlo así – se disculpó Minwoo rápidamente, al darse cuenta de la elección de sus palabras.

-no regresé para reclamarte nada… lo que pasó quedó en el pasado – agregó la mujer, regresando su vista en dirección de los niños que jugaban alegremente a pocos metros de distancia.

-lo lamento por aquel entonces… pero ya sabías mi posición frente a ese compromiso… - pronunció Minwoo con voz serena, recordando los momentos de aquellos días, en los que tuvo que pelear con unos padres controladores y un compromiso que no quería.

-sabía que no me amabas… pero pensé que con el tiempo te acostumbrarías y aprenderías a amarme… - habló Amy, luego de varios minutos de silencio. Su voz sonaba más severa con cada palabra.

-no podría haberte lastimado de esa manera… de veras lo lamento – continuó Minwoo, colocando una mano consoladora en el hombro de la mujer a su lado.

-y casándote con un hombre fue la solución? – espetó Amy repentinamente, sorprendiendo al joven padre.

Los ojos de la mujer, empezaron a encenderse en llamas, su rostro se endureció y su expresión se tornaba más oscura con cada segundo que pasaba.

-Dongwan llegó a mi vida cuando más lo necesitaba… - atinó a responder Minwoo, con voz serena, queriendo tranquilizar la conversación.

-y con un hijo… - agregó Amy con voz ácida, dando una mirada en dirección de HyeSung

 

 

-HyeSung! HyeSungie! Mira como monto!! – llamaba el niño desde el pony que llevaba montado por casi diez minutos, al otro niño que distraía su mirada en el interior de la casa, dónde se encontraban sus padres.

-HyeSungieeee!! Mírame!! Mírame!! – volvió a llamar el niño insistentemente, jalando con severidad las riendas del pony que estaba cabalgando.

HyeSung continuó mirando en dirección de la mansión, ignorando al niño que lo llamaba con molestia.

-HyeSungie no quieres jugar conmigo? – habló ahora el niño, cerca al oído del dueño del cumpleaños.

HyeSung dio un salto en sorpresa, notando al molesto niño de pie al lado suyo con mirada frustrante.

-quiero jugar con mis appas – respondió HyeSung, regresando su vista hacia la mansión

El molesto niño golpeó tres veces su pie contra el césped, tratando de llamar la atención del dueño del cumpleaños insistentemente.

-juega conmigo! Juega conmigo! – exclamó el niño, tomando un brazo de HyeSung con fuerza, tratando de llevarlo hacia el área donde los demás niños se entretenían con el hombre que les regalaba figuras de animales hechas con globos.

-no quiero! Quiero jugar con mis appas! – se defendió HyeSung, golpeando el brazo del molesto niño, en busca de libertad.

El niño dejó ir a HyeSung finalmente, observando como éste corría en dirección de los demás niños que jugaban en los columpios. El corazón del niño dolió, viendo como el dueño del cumpleaños lo había ignorado, por ir a jugar con los otros niños.

-HyeSungie no quiere jugar conmigo… - sollozó silenciosamente el niño, limpiando con la manga de su camisa, las lágrimas que empezaron a correr por sus mejillas.

La Sra. Lee y Dongwan, salieron en ese instante de la mansión, con las manos llenas de bandejas de refrescos y algunos bocadillos para los niños. El molesto niño aprovechó la oportunidad para llamar la atención de los adultos.

-BUAAAAAAAAAAHHH!! BUAAAAHHHHHHHH!!! – lloró abiertamente al niño, sobresaltando a los adultos que corrieron en su auxilio.

-qué sucede cariño? Estás lastimado? – se dirigió la Sra. Lee tiernamente al molesto niño

El niño sólo continuó llorando, hasta tuvo la atención de todos los invitados en él.

-estás bien pequeño? Quieres que llamemos a tus padres? – intervino ahora Dongwan, asustándose por el llanto imparable del niño.

El molesto niño agitó la cabeza con furia, alzando un brazo en dirección del grupo de niños que regresaron a sus actividades en el columpio, cuando vieron a los adultos ir en ayuda de éste.

-quiero jugar con HyeSungie! – exclamó el niño entre llantos, señalando firmemente en dirección de HyeSung.

La Sra. Lee y Dongwan se miraron confundidos, soltando una risita de alivio al ver que nada grave le ocurría al niño.

 

 

Minwoo miró con desagradó a su ex prometida, después que ésta mencionó la existencia de su hijo con desprecio.

-me dejaste para casarte con un hombre y adoptar un niño… me dejaste por ésos? – repitió Amy, señalando furiosamente en dirección de HyeSung, una vez más

La expresión de Minwoo cambió, volviéndose más oscura.

-cuida cómo te refieres a mi hijo… no hagas que olvide que eres una invitada de mi madre – habló Minwoo con frialdad, lanzando una mirada severa a su ex prometida.

Amy retrocedió unos pasos, asustada por el repentino cambio de expresión del joven padre.

-dejaste un buen futuro por causa de ellos – pronunció Amy con lentitud, luego de unos minutos.

-mi futuro son ellos… y no me arrepiento de nada – reiteró Minwoo con voz firme.

Amy endureció su expresión, sabiendo que su discusión no tenía sentido. Ya se lo había advertido la Sra. Lee.

En los cuatro años que Minwoo llevaba viviendo en casa de sus padres con su esposo e hijo. El heredero de la fortuna Lee, había demostrado un cambio radical en su estilo de vivir y comportamiento. El Minwoo libertino e inmaduro se había ido, ahora el hombre en el que se había convertido, era un hombre responsable y trabajador. Capaz de llevar con astucia y aptitud, el puesto de gerencia que le había otorgado su padre, en la compañía de la familia.

Lee Minwoo se había convertido en poco tiempo, en un hombre de negocios exitoso, reconocido no sólo por el buen nombre de su familia, sino también, por su excelente habilidad para los negocios.

Por su parte, Dongwan se había convertido en el brazo derecho de su esposo, esa persona a la que éste acudía en busca de consejos e ideas para llevar con éxito, el puesto de confianza que su padre le había otorgado. Minwoo y Dongwan decidieron por el bien de su familia, que sólo el primero trabajaría en la compañía de los Lee, mientras Dongwan se hacía cargo de la crianza de HyeSung. Ninguno de los dos padres quería dejar de lado la crianza de su hijo, permitiendo que sólo las niñeras y la abuela del niño, se hicieran cargo de él.

El celo paternal de Dongwan, le prohibía entregar parte de la crianza de su amado hijo, a una tercera persona.

Y así, la pequeña familia logró sobrevivir con éxito, cuatro años en casa de los Lee. Cuatro años que al principio fueron difíciles, debido a las discrepancias entre Dongwan y la Sra. Lee, y la negatividad del Sr. Lee por aceptar el matrimonio de los jóvenes hombres.

Pero finalmente el tiempo venció las barreras, y ahora las dos familias vivían en armonía, gozando de sus mutuas compañías, y el niño que alegraba con su sonrisa, el ambiente de la inmensa mansión, que alguna vez se tornó solitaria.

 

 

-si quieres jugar con HyeSung, por qué no vas con él? – habló la Sra. Lee con suavidad al molesto niño.

-HyeSungie no quiere jugar conmigo!! – lloró más audiblemente el niño, sorprendiendo a los dos adultos a su lado.

Dongwan dio una mirada en dirección a su hijo, preguntándose por qué su siempre dulce y amable hijo, se negaba a jugar con uno de los niños invitados a su fiesta. Dongwan conocía muy bien a su hijo, y sabía que alguna buena razón debía tener HyeSung para rechazar al molesto niño.

-oh querido, pero Sungie es un buen niño, estoy segura que no lo dijo en serio – trató de consolar la Sra. Lee, limpiando las lágrimas del niño con las palmas de sus manos.

-quiero jugar con HyeSungie!! Quiero jugar con HyeSungie!! – empezó a sacudirse el molesto niño de lado a lado

Dongwan y la Sra. Lee se miraron en pánico, no sabiendo qué hacer en este tipo de situaciones.

-HyeSung! HyeSung querido ven acá! – llamó la Sra. Lee repentinamente.

Dongwan trató de replicar los llamados de su suegra, pero fue demasiado tarde, cuando vio a su hijo de pie al lado de su abuela.

-Sungie cariño, quieres jugar con Junjin? – habló tiernamente la madura mujer a su nieto.

HyeSung dio una mirada molesta en dirección del niño que continuaba llorando.

-pero yo quiero jugar en los columpios – respondió HyeSung, haciendo un puchero

La Sra. Lee sonrió conmovida por el gesto de su nieto, sosteniendo su rostro entre sus dos manos.

-sé buen niño querido y la abuela te recompensará más tarde – trató de persuadir la Sra. Lee, girando el cuerpo de HyeSung, en dirección del niño que empezaba a calmar su llanto.

-señora no trate de chantajear a mi hijo – intervino Dongwan repentinamente.

-no es chantaje, sólo le enseño a ser más sociable – se defendió la Sra. Lee, empujando ligeramente a su nieto, en dirección del niño que empezaba a sonreír victorioso.

-sé buen niño querido – insistió la madura mujer, dejando que el molesto niño, atrapara en sus brazos a su nieto.

Dongwan notó la cara de disgusto de su hijo, queriendo intervenir nuevamente, pero para su sorpresa, antes que pudiera hacer un movimiento, el molesto niño desapareció con HyeSung.

 

 

Dos horas después, la casa de campo de la familia Lee, lucía completamente vacía una vez más. Sólo quedaban retazos de serpentinas y globos que adornaban el siempre impecable jardín.

-nosotros iremos en el auto de tu padre, los regalos los llevará el mayordomo – explicaba la Sra. Lee, saliendo de la mansión en compañía de la joven pareja.

-no hay problema madre, nosotros iremos en mi auto – respondió Minwoo, deteniéndose frente a su auto.

-tengan cuidado en la carretera, a esta hora es un poco pesado – agregó la Sra, Lee, abriendo la puerta del auto de su esposo.

-están seguros que no quieren que nos llevemos al niño? – se oyó la fuerte voz del hombre detrás del volante en el auto.

-está bien Señor, nosotros llevaremos a HyeSung – respondió Dongwan, quien llevaba a su hijo de la mano, todo el camino.

-Sungie ve a despedirte del abuelo – se dirigió Minwoo a su hijo.

HyeSung corrió hacia el auto de sus abuelos, dando un rápido beso en la mejilla de su abuela, y luego corriendo alegremente, hasta el lugar donde estaba sentado su abuelo.

-no te quedes ahí, ven acá – llamó el Sr. Lee, tomando al niño en sus brazos, sentándolo sobre su regazo.

-puedo conducir? – habló HyeSung, colocando las manos en el volante del auto.

-quieres que el abuelo te enseñe? – bromeó el Sr. Lee, colocando las manos sobre las manos del niño, moviendo el volante suavemente, haciendo que el auto se moviera unos centímetros.

-querido! No le enseñes cosas al niño! – regañó la Sra. Lee, cuando notó el auto en movimiento.

-que tiene de malo?, algún día tendrá que aprender a conducir – se defendió el maduro hombre, abrazando a su nieto.

-la última vez que le enseñaste algo, casi se lanza de la ventana de su habitación! Te prohíbo que le sigas enseñando cosas riesgosas! – volvió a regañar la Sra. Lee, recapitulando el incidente de meses atrás, cuando el abuelo Lee revisaba su álbum de fotos en compañía de su nieto, llamando poderosamente la atención del niño, la fotografía de su abuelo sobre una plataforma de Bungee jumping.  El abuelo relató a su nieto sus aventuras de juventud, quedando maravillado el niño y tratando horas después, de imitar la hazaña de su abuelo, atando una sábana a la baranda del balcón de su habitación y envolviendo un extremo de ésta alrededor de su cintura. Para fortuna del niño, la abuela Lee ingresó a su habitación segundos antes que éste diera su audaz salto.

Desde entonces, el abuelo Lee tenía prohibido sostener conversaciones a solas con su nieto, y HyeSung tenía prohibido asomarse por el balcón de su habitación.

 

 

-el camino está tan tranquilo que asusta… - murmuró Dongwan, acomodándose en el asiento del auto.

-lo prefiero tranquilo a que salga algún oso y nos ataque – bromeó Minwoo, tomando la mano libre de su esposo.

-hace un poco de frío… - habló Dongwan, dando una mirada al asiento trasero del auto, dónde su hijo viajaba dormido, abrazado a su cangrejo de felpa.

Dongwan dio una sonrisa suave, observando a su hijo dormir tranquilamente; luego, el joven padre colocó un abrigo sobre su hijo, haciendo su mejor esfuerzo para acurrucarlo y protegerlo del frío que empezaba a hacerse más intenso.

-debiste hacerme caso y pasar la noche en la casa – mencionó Minwoo, encendiendo la calefacción del auto al máximo.

-HyeSung tiene escuela mañana – justificó Dongwan, regresando a su posición en el auto.

-está bien, pero no digas que no te lo advertí – se rindió Minwoo, concentrando su mirada en el camino frente a sus ojos.

El camino en la carretera oscurecía y esto ponía sobre alerta a Minwoo, pues era la primera vez que iba por esa carretera en años y ciertamente, había muchas cosas que ya no eran las mismas. A Minwoo le costó trabajo reconocer el camino y tomar la ruta adecuada que lo llevaría a él y a su familia, de regreso a la ciudad.

-por cierto Wannie… creo que debo decirte algo que pasó en la fiesta – habló Minwoo luego de varios minutos de silencio, cambiando la expresión de su rostro a una más seria.

Dongwan dio una mirada a su esposo, notando la tensión en su rostro.

-qué ocurrió? – interrogó Dongwan con calma, esperando no recibir malas noticias.

-verás… me encontré con… RAYOS!! – exclamó el joven padre, cuando se vio forzado a detener el auto abruptamente.

Por instinto, Dongwan estiró un brazo hacia el asiento de atrás, protegiendo al niño que dormía tranquilamente. Los dos hombres alzaron la vista a los minutos de detenerse el auto, notando al hombre que yacía inconsciente en medio de la carretera.

-mi esposo! Ayuda por favor! – exclamaba una mujer de apariencia humilde, al lado del hombre que parecía empezar a convulsionar.

Dongwan y Minwoo observaron con los ojos abiertos, reaccionando luego y saliendo los dos del auto al mismo tiempo, en ayuda de la mujer.

-qué ocurrió? Qué le pasó a su esposo? – interrogó Minwoo, inclinándose sobre el cuerpo del hombre inconsciente, colocando su oído sobre su pecho.

-ayúdenme por favor! Mi esposo! – lloraba la mujer, sujetando una mano de su esposo.

-hay que llevarlo a un hospital… señora conoce algún hospital cercano? – se dirigió Dongwan a la mujer

-está muy lejos… tengo que llevarlo a casa… el doctor dijo que pasaría en cualquier momento… - sollozaba la mujer, ahogándose en sus lágrimas.

Minwoo y Dongwan se miraron confundidos, tomando luego la misma decisión silenciosa.

-la llevaremos a su casa, díganos dónde vive – habló Minwoo, levantando al hombre de la autopista, con ayuda de su esposo.

La mujer asintió con la cabeza, siguiendo a los dos hombres que llevaban a su esposo en hombros.

 

 

El espacio de la humilde casa, era realmente reducido. Sólo una pequeña sala con un pequeño mueble donde dormía recostado el niño que continuaba asustado por los eventos de la noche. Al lado de la pequeña sala, una vieja y carcomida puerta, daba la bienvenida a la habitación principal, donde los padres del niño permanecían, tratando de socorrer a la mujer que continuaba llorando desconsolada al lado de su esposo.

Todo parecía ser muy confuso y triste a la vez, Minwoo y Dongwan se sentían conmovidos por la miseria y pobreza en la que los esposos vivían, recordando por un segundo, el pequeño departamento en el que solían vivir en América. Por más que intentaban reanimar al hombre, nada parecía dar resultado.

Y mientras tanto, el niño que dormía en la diminuta sala, abrió los ojos lentamente, encontrándose aún en el lugar que lo llenaba de escalofríos.

Y sin que pudiera advertirlo, un par de ojos a lo lejos lo observaba, sujetando fuertemente el trozo de madera en sus manos.

-YAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!! – oyó HyeSung la voz poderosa, viendo seguidamente, como el trozo de madera se dirigía hacia él.

-AAAAAAHH!! – exclamó HyeSung, esquivando el golpe del trozo de madera, saltando del sofá directo hacia el piso.

Los adultos en la habitación principal, corrieron alarmados por los gritos de los niños en la sala.

-Sungie! Sungie cariño qué pasa! – corrió Dongwan hacia su hijo, envolviéndolo en sus brazos.

Minwoo corrió a sostener al otro niño, tomándose varios minutos para poder controlarlo, pues el niño parecía estar poseído y tener más fuerza de la que aparentaba para un niño de su edad.

-JungHyuk!! Que estás haciendo!! – regañó la mujer al niño, logrando finalmente que dejara de luchar en brazos de Minwoo.

-omma! Se va llevar a papá! Se va llevar a papá!! – lloró el niño, señalando con una mano en dirección de HyeSung.

Minwoo y Dongwan observaron confusos al niño en brazos del primero.

-qué cosas estás diciendo?... – interrogó la mujer confundida

-él se va llevar a papá!... pero no lo dejaré!! – repitió el niño, tratando de alzar nuevamente el trozo de madera.

-hey! Suelta eso! – luchó Minwoo con el niño, logrando exitosamente arrebatarle el trozo de madera.

HyeSung se abrazó fuertemente a Dongwan en busca de protección, llorando asustado por el comportamiento del otro niño.

-Mun JungHyuk!!! Basta!! – exclamó la mujer, tomando fuertemente a su hijo por un brazo.

-se quiere llevar a papá! Se quiere llevar a papá!! – lloró el niño, acusando nuevamente en dirección de HyeSung.

-de dónde sacas eso? ese niño no se va llevar a tu padre – se arrodilló la mujer frente a su hijo, limpiando sus lágrimas con sus manos.

-sí! Si se lo va llevar! Kangta hyung me lo dijo! – insistía el niño, llorando con furia.

-hijo, ese niño no se va llevar a nadie – consoló la mujer

-Kangta hyung me dijo que los ángeles se llevan a los papás! – volvió a llorar el niño, acusando a HyeSung con la mirada.

Los tres adultos dieron una mirada confusa en dirección del niño que lloraba sin consuelo.

 

 

-espera… Jung… JungHyuk, cierto? – decidió intervenir Minwoo, arrodillándose frente al niño que continuaba llorando en medio de la pequeña sala.

El niño asintió furiosamente con la cabeza, no quitando la mirada del otro niño que continuaba protegido en brazos de su padre.

-escucha JungHyuk… mi nombre es Minwoo y ése es HyeSung, mi hijo… y puedo asegurarte que no es ningún ángel… - habló Minwoo dulcemente al niño, señalando a su propio hijo en brazos de Dongwan.

-no! Kangta hyung me dijo que los ángeles son los seres más hermosos del planeta y siempre visten de blanco! – lloró el niño abiertamente, volviendo a señalar a HyeSung.

Minwoo y Dongwan se observaron brevemente, dejando salir una risita divertida ante las palabras del niño. Dongwan pensó entonces, que quizás si fue mala idea, dejar que su suegra vistiera a su hijo enteramente de blanco para su fiesta de cumpleaños.

-JungHyuk, HyeSung no es un ángel… puedo garantizártelo – repitió Minwoo, tomando una mano del niño.

-los ángeles son seres invisibles, los humanos no podemos verlos – explicó Dongwan, dejando un beso consolador sobre el cabello de su hijo que aún sostenía en brazos.

JungHyuk se mostró confundido finalmente, volviendo a fijar la mirada en el niño que sollozaba en brazos de su padre.

-así es, y como ves, HyeSung no es invisible, todos aquí lo vemos  – agregó Minwoo, hablando con dulzura al niño.

-ven acá… - Dongwan estiró una mano en dirección de JungHyuk, trayéndolo luego frente a su hijo.

HyeSung se aferró a su padre con fuerza, el momento que sintió la presencia de su atacante, a pocos centímetros de distancia.

-no tengas miedo cariño, JungHyuk no lo hizo a propósito – consoló Dongwan, apartando ligeramente a su hijo de su abrazo.

-él es HyeSung, nuestro hijo – susurró Minwoo a oídos de JungHyuk, sosteniéndolo por ambos brazos en dirección de su hijo.

-y él es JungHyuk, cariño – habló Dongwan a su hijo, sentándolo sobre su regazo.

Los niños se miraron con lágrimas en los ojos. JungHyuk se mostraba confundido con la imagen del niño frente y él. Por su parte, HyeSung, podía sentir el miedo de volver a ser atacado por JungHyuk.

-está bien, dame tu mano… - intervino Dongwan, tomando la mano derecha de JungHyuk, colocándola sobre la mejilla de su hijo.

-ves?... puedes ver que es tan de carne y hueso como nosotros? – habló Dongwan a JungHyuk, manteniendo su mano sobre el rostro de su hijo.

HyeSung se encogió de miedo, apoyando su espalda contra el pecho de su padre.

-pero es muy suave… su cara no es normal… - habló finalmente JungHyuk, empezando a explorar por su cuenta, el rostro del niño que lo observaba con temor.

Minwoo y Dongwan rieron divertidos, observando el comportamiento de los dos niños.

 

 

Luego de casi treinta minutos de tratar de convencer a JungHyuk que HyeSung no era un verdadero ángel, el niño finalmente pudo entender la diferencia entre un ser humano y un ser celestial.

-ahora, por qué no le pides una disculpa a HyeSung? – coaccionó Minwoo, colocando a JungHyuk nuevamente frente a HyeSung.

Dongwan abrazó a su hijo, poniéndolo de pie hasta colocarlo frente a JungHyuk.

-está bien cariño, JungHyuk lo siente… - aseguró Dongwan a su hijo, sosteniéndolo por los hombros.

Los niños volvieron a observarse tímidamente, perdiendo luego sus miradas alrededor de la pequeña de la sala.

-vamos JungHyuk, pídele disculpas a HyeSung y sean amigos… no te gustaría que fueran amigos? – presionó Minwoo, tomando una mano de JungHyuk, estirándola en dirección de HyeSung.

-si! Si quiero! – respondió JungHyuk automáticamente, mostrando por primera vez, una sonrisa en su pequeño rostro de ocho años.

Dongwan besó el cabello de su hijo, dándole valor para aceptar el apretón de manos ofrecido por JungHyuk.

-sé buen niño Sungie, JungHyuk lo siente… - susurró Dongwan a oídos de su hijo, tomando una de sus manos, estirándola hasta que conectó con la mano ofrecida por JungHyuk.

Las manos de los niños se juntaron, mirándose ambos fijamente por escasos segundos, hasta que sus mejillas empezaron a tornarse rosadas.

-sé mi amigo HyeSungie… - habló JungHyuk, mostrando una brillante sonrisa.

-está bien, JungHyuk – respondió HyeSung, mostrando una dulce sonrisa en su rostro.

Los tres adultos en la pequeña sala, observaron tiernamente a los dos niños que continuaban observándose como si el mundo hubiera dejado de existir a su alrededor.

 

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!
Shinbella
No quiero romper mi palabra de no dejar inconclusas mis historias, pero a veces siento que ha pasado tanto tiempo que ya nadie debe de leerlas.

Comments

You must be logged in to comment
missstery #1
Chapter 21: Aunque tarde pero aquí sigo. Yo también pienso que muchas personas ya no leen estas historias, pero me alegra saber que aun mantienes tu palabra de continuarlas. Y mientras pueda aunque me tarde un poco en venir, seguiré leyendo, pues tus historias me gustan mucho y me ayudan a relajarme y olvidarme un poco de mis problemas. Por eso te agradezco que te tomes tiempo para seguirlas. Y sin importar cuanto tiempo pase espero por las actualizaciones. Porque como paso en este capítulo, la historia cada vez se pone más interesante. Un saludo y nuevamente gracias por volver. Cuídate mucho.
missstery #2
Chapter 21: Yo, todavía con vida y leyendo . Debo decir que me sorprendió la notificación, pues no sabía si seguirían escribiendo las historias. Pero gracias por no abandonarlas, y por la actualización. Mientras pueda seguiré leyendo.
missstery #3
Chapter 20: Muchas cosas pasaron en ese capitulo, hay mas en el pasado de algunos de lo que creía, y esto lo hace más interesante. Creo que la verdadera carrera empieza ahora, espero y no pase nada malo, pero me temo que algo así está por venir ahora que su ex esposo ya sabe donde está Dongwan. Me alegra ver una actualización tuya, pues además de que me gustan mucho tus historias, se que te encuentras bien, espero que tu familia también. Gracias por la actualización y sin importar cuanto tiempo pase, así como tu no los vas a dejar espero no dejarlos tampoco hasta el final. Cuídate mucho y saludos
Yessi10q1 #4
Chapter 20: Whiiiiiiii el capítulo estuvo intenso , muchos emociones juntas , los secretos del pasado vuelven.
Me sentí triste por Andy , la forma en que JunJin se comporta con el TT
Gracias por no olvidar está historia y seguir escribiendo :) me gustó mucho el capítulo
missstery #5
Chapter 19: Pobre Dongwan, ojalá y nada de lo que soñó se vuelva realidad, aunque con esa mujer no se que esperar, creo que les va a hacer mucho daño, pero espero que todo salga bien al final para ellos. Que bueno que se arreglaron Eric y Hyesung, ahora que llegó Andy será más interesante pues ya se volvió cuadrado amoroso, gracias por la actualización y así pasen otros mil años, seguré esperando por tus actualizaciones. Saludos
missstery #6
Chapter 18: Pobre Hyesung, el que quería evitar que Eric se enojara y creo que termino peor el asunto, todo por culpa de Amy y sus malos consejos para Junjin, pobre de él también que le cree todo a su tía. Ahora si creo que va a haber más problemas y no solo con la familia de Minwoo, sino con el ex de Dongwan. Esto cada vez está mejor, valió la pena esperar esos mil años aunque se fueron tan rápido que parecía menos de uno. Gracias por la actualización.
turyka #7
Chapter 18: No puedo creer que ha pasado 6 meses.(°o°)
Aish, Jinnie en verdad es un antipático niño mimado, y la mala influencia de su tia lo va a poner peor.
Pobre Sungie demasiada presión para su edad, espero q sólo sea stress. Eric debería bajarle a sus celos debería comprender un poco más su situación.
En qué habrán quedado la bruja de Amy y el ex de Wannie. Veo venir problemas más profundos ..
Espero q actualices pronto me encantan tus historias. (*˘︶˘*).。.:*♡
Vien1103
#8
universe have google translator. And coz of that.. indeed i feel very thankfull.
I can read your story with the help of it. Hanahahaa..
I'll wait for your update.
turyka #9
Chapter 17: No me digas que Amy es la verdadera madre de Sungie..(。ŏ﹏ŏ)
Espero que la abuela no haga un escándalo con las nuevas noticias.
Gracias x seguir escribiendo.
missstery #10
Chapter 17: Gracias por el nuevo capitulo, estuvo muy bueno y me parece que se acercan problemas mas grandes, esperare pacientemente un nuevo capitulo. Si fui capaz de esperar 84 años, puedo esperar otro poco. Aunque yo sentí que solo fueron 80. No ya en serio Gracias por retomar a tus bebés pues a mi me gusta verlos crecer pues todos son muy interesantes y son capaces de mover todos mis sentimientos. Sigue adelante.