Chapter 17

Correr Para Vivir

A/N: Han pasado 84 años!!!... bueno casi XDD

Gracias por no abandonar este fic. poco a poco estoy retomando mi ritmo y volviendo a trabajar en mis bebés. Gracias por su paciencia!!

 

La lenta melodía dentro del lugar acompañaba su momento de ensueño, distrayendo sus ojos con la fina joyería exhibida en los mostradores. Habían pasado solo un par de minutos desde que ingresó a la tienda y ya se sentía ausente de sus dos acompañantes. Una pieza en particular había llamado su atención, resplandeciendo en medio de los otros collares de oro.

-buscas un regalo para tu novia? - la encargada del lugar se acercó con una sonrisa, asustando brevemente al joven muchacho.

-eh?… ah no! Sólo miraba – con el rostro ligeramente sonrojado y avergonzado de haber llamado la atención de la encargada de la joyería, HyeSung distrajo su mirada en busca de los otros dos muchachos que lo acompañaban aquella tarde en el centro comercial. O más como si sólo buscara a una persona en particular.

-ese collar es muy bonito, es ideal para regalárselo a un gran amor – continuó hablando la encargada, divirtiéndose por dentro con las expresiones apenadas del bello jovencito

HyeSung era muy adorable a ojos de cualquier extraño cuando se ponía tímido y avergonzado.

-no... yo solo

-Sungie, creo que encontré el regalo ideal para mamá! - salvando al bello muchacho, Park Junjin se acercó a su lado, tomando su mano y llevándolo hacia otro extremo de la fina joyería.

Esa mañana de fin de semana, Junjin había visitado, como siempre, la residencia de la familia Lee-Kim, pidiendo a HyeSung que lo acompañara al centro comercial para comprar un regalo por el cumpleaños de su madre. Tratándose de un gesto muy noble y dulce, HyeSung no se había negado a la petición del joven Park, poniendo como condición que Eric también los acompañara.

Y hablando del joven Mun, su reflejo podía ser visto desde el aparador externo de la joyería, siguiendo con la mirada todos los movimientos de su novio y el muchacho que lo acompañaba dentro. No había sido la mejor manera de iniciar el día en el que supuestamente iba a pasar el fin de semana completo con HyeSung, pero no tenía mayor opción o podría poner en evidencia su relación frente a la abuela Lee. Ahora solo le quedaba observar y morderse los labios cada vez que notaba la excesiva cercanía de Junjin con su novio.

-ya terminamos, podemos ir a casa – anunció HyeSung alegre, una vez que salió de la joyería acompañado por Junjin.

Eric respondió con otra sonrisa, celebrando por dentro que al fin tendría a su novio por el resto del día.

-Sungie, vamos a tomar un helado! - Junjin tomó el brazo del bello muchacho, arrastrándolo contra la zona de comidas sin que éste tuviera oportunidad de responder a su propuesta.

-Dongwan hyung no quiere que HyeSung coma nada frío hasta que se le haya pasado el resfriado – deteniendo el paso de los dos muchachos antes que pudieran alcanzar la tienda de helados, el rostro de Eric lucía evidentemente fastidiado. Su límite de paciencia con Park Junjin estaba en rojo.

-yo veo bien a HyeSung, porque no te haces a un lado y vas a esperar con el chófer? - arrogante y engreído, Junjin enfrentó a Eric con la misma expresión.

HyeSung observó a los dos muchachos que se lanzaban fuego con la mirada, notando además las miradas de las personas alrededor que se veían entretenidas con la escena de los tres chicos.

-yah! Puedo responder por mi mismo! Junjin lo siento pero ya debo ir a casa, le prometí a Wannie appa que regresaría temprano – el bello muchacho intervino entre los otros dos, colocándose al lado de Eric, haciéndolo retroceder unos pasos lejos de Junjin.

La desilusión era muy evidente en el rostro del joven Park. Le había costado casi toda la mañana convencer a los padres de HyeSung para que lo dejaran acompañarlo al centro comercial. Sólo dos días habían pasado desde que el hijo único de la familia Lee-Kim se había recuperado de un resfriado que cogió en la escuela, y en su ser sobre protector, Dongwan se negaba a dejar salir a su hijo hasta que el médico de la familia confirmara que ya estaba completamente libre del virus.

-Sungie pero son las 2PM! Vamos a tomar un helado y luego a ver una película, puedes regresar a casa antes de las 7PM – la propuesta de Junjin no se oía mal, de hecho, eran los mismos planes que tenían pensado Eric y HyeSung para esa tarde.

-Dongwan hyung dijo muy claro que hasta que el médico no lo dé por completo de alta, no saldría de la casa, ya tienes suficiente con haberlo arrastrado hasta acá – el enojo era más claro en el rostro y tono de voz de Eric.

-pero HyeSung ya no es ningún niño! - argumentó Junjin, elevando la voz mucho más alto de lo que esperaba, llamando más la atención del público alrededor.

-pero para el resto de nosotros sí! A menos que Dongwan hyung lo autorice, nos vamos a casa! - tomando la mano del muchacho que continuaba parado a su lado, Eric dio la vuelta en dirección de la salida del centro comercial.

 

 

La casa se sentía tan silenciosa y vacía esa tarde. No era como si fuera muy diferente de otros días en los que los dueños de casa pasaban parte del día fuera trabajando, pero el silencio de las risas y discusiones de los dos muchachos que siempre se dejaban oír en cada tarde, hacía que se sintiera un enorme vacío por todo el interior de la casa.

El joven padre Kim Dongwan rara vez dejaba que su hijo saliera un sábado por la tarde, por su puesto a HyeSung tampoco le importaba mucho esta regla ya que no tenía muchos amigos, y la única persona con la que le interesaba pasar el resto de su día vivía a tan solo unos metros de distancia en la parte trasera de su casa.

Pero Dongwan tenía que aceptar que su hijo estaba creciendo y haciéndose más independiente, sobretodo ahora que se encontraba en medio de una relación con su primer novio. Dongwan no podía evitar sentirse preocupado al pensar que HyeSung estaba dejando de depender de él. El pequeño bebé que llegó a sus brazos una noche estaba haciéndose su propio camino poco a poco y esto lo asustaba. Necesitaba tener a HyeSung cerca, aún no era el momento de dejarlo ir. Era por su bien.

-sigues vigilando a qué hora regresan? - la voz de Minwoo se acercó por detrás de la espalda del joven padre, asustándolo brevemente y distrayendo su concentración de la ventana por la que llevaba alrededor de 20 minutos observando a la llegada del vehículo de la casa.

-me preocupa HyeSung, el doctor dijo que había cogido un virus muy fuerte – respondió Dongwan, regresando su vista hacia la ventana, contando mentalmente los minutos que habían pasado desde que su hijo abandonó la mansión en compañía de su novio y Park Junjin.

-oh por favor! Ya deja de asfixiarlo, uno de estos días va terminar fugándose con Eric si sigues así – a pesar de tener los mismos miedos e incertidumbres que su esposo, Minwoo no podía negar la realidad y aceptaba tranquilamente que su hijo ya era un adolescente.

-no digas eso ni en broma! Si le metes ese tipo de ideas en la cabeza, eres hombre muerto! - los nervios de Dongwan no podían aceptar una simple broma, siempre era así cuando se trataba de HyeSung, sus sentidos se volvían muy sensibles alrededor de su hijo.

-ya cálmate, lo siento, pero en serio deja de vigilarlo tanto, dale su espacio… - Minwoo trató de tranquilizar a su esposo, tomándolo por los hombros, llevándolo luego hasta el sofá en donde se acomodó a su lado.

-tú sabes que no lo hago por que soy un maníaco posesivo… si algo llegara a pasarle… - la voz de Dongwan se quebró con el solo pensamiento. Las últimas noches las pesadillas del pasado habían vuelto a atormentar sus sueños y jugar con sus nervios. Ya habían pasado 12 años pero aún no se sentía completamente seguro.

-nada les va a pasar, están seguros acá, no dejes que esas pesadillas te atormenten – la mano derecha de Minwoo tomó una mano de su esposo, acariciándola con ternura, tratando de aliviar sus miedos y hacerle saber que no estaba solo.

Cuánto deseaba Minwoo que el tiempo pasara rápido y ver libre al fin a Dongwan de esa cruz que llevaba cargando por 12 años.

-cambiando de tema… hice una reservación para este viernes en ese restaurant francés que tanto te gusta – con voz coqueta y cambiando las tiernas caricias en la mano de su esposo por movimientos más sugerentes, Minwoo decidió que era hora de dejar las angustias atrás.

-por qué? - Dongwan no lo hizo a propósito pero su mente aún no se encontraba del todo conectada con las señales que le enviaba su esposo.

-aish! Contigo no se puede! San Valentín, tonto! El viernes es San Valentín – soltando la mano de su esposo, cambiando su posición en el sofá dándole la espalda con los brazos cruzados, Minwoo hizo notar su evidente disgusto con el olvido de su esposo.

Normalmente era Dongwan el encargado de hacer los arreglos para la celebración del día de San Valentín, pero este año, aparentemente, el joven padre estaba muy ocupado tratando de lidiar en el trabajo con la ex prometida de su esposo y el reciente descubrimiento de que su hijo ya no era un bebé.

-lo siento, no tuve tiempo de…

-no te preocupes, ya está arreglado, incluso hice unos arreglos para que los chicos no salgan de casa y puedan hacer algo acá – contrario a lo que Minwoo esperaba, la segunda parte de su respuesta no dejó muy contento a su esposo.

-pretendes que los chicos se queden en casa solos en un día como ese!? Te has vuelto loco! - la serenidad que había encontrado minutos antes, acababa de desaparecer del rostro del joven padre.

-la mamá de Eric va estar vigilándolos, no es la primera vez que los dejamos solos en San Valentín – justificó Minwoo, esperando que su esposo se tranquilizara.

-eso era antes de que se hagan novios!! Y si se escabullen de los empleados? Tienes idea de las cosas que pueden hacer con tantas habitaciones disponibles donde pueden esconderse!

-Dongwan ya cálmate! Acaso piensas que Eric va embarazar a HyeSung!

-YAH!!

 

 

El vehículo de la casa finalmente había hecho su arribo unos minutos después de la hora calculada por el joven padre, quien había continuado vigilando la ventana después de la breve discusión con su esposo. Pero contrario a lo que Dongwan esperaba, HyeSung y Eric bajaron del vehículo con los rostros serios y muy silenciosos. Su idea original de regañar a su hijo por la tardanza, fue deshecha cuando HyeSung se dirigió directamente a su habitación y se encerró en ella, mientras que Eric también se dirigió a su habitación del lado donde residía el servicio doméstico de la casa.

El joven padre dio un enorme suspiro antes de dirigirse escaleras arriba a la habitación de su hijo. Era ya una costumbre que si HyeSung regresaba en ese estado, estaría llorando en su habitación.

-hijo, abre la puerta, appa está aquí – Dongwan trató de ser sutil para persuadir a su hijo a que lo dejara entrar a su habitación.

-appa estoy bien, sólo quiero estar solo – contrario a lo que Dongwan esperaba, el rostro de HyeSung lucía limpio, sin un solo rastro de alguna lágrima.

-discutiste con Eric, no es así? - Dongwan ingresó a la habitación, tomando asiento en un extremo de la cama.

-sí y no. Tuvimos un intercambio de opiniones en el que no llegamos a ningún acuerdo y decidimos que cada quien lo seguiría pensando por su lado – HyeSung trató de distraer la concentración de su padre y librarse de más preguntas.

-hijo, eso se llama discutir. Fue por Junjin? Pelearon otra vez por ese chico? - los instintos de Dongwan no eran fáciles de engañar. Desde la aparición de Park Junjin en casa de la familia Lee-Kim, HyeSung y Eric no habían parado de tener pequeñas peleas.

Dongwan era muy consciente de los celos de Eric y la excesiva atención y cercanía que Park Junjin demostraba por su hijo. Lo segundo también le disgustaba, ya que no veía a HyeSung cómodo con la presencia del joven Park siempre a su alrededor. De no ser por que la abuela Lee aprobaba y se mostraba muy complacida con la “amistad” de los chicos, el joven padre ya habría prohibido el ingreso de Junjin a su residencia.

-Eric se comporta como un tonto cada vez que se trata de él! - confesó HyeSung finalmente, cayendo de rodillas delante de su padre, acomodando su cabeza sobre su regazo.

-está celoso, ya te lo expliqué. Si no quieres que siga así pon una distancia con Junjin, hazle saber que solo te interesa como amigo o confiésale que ya tienes un novio – no era la primera vez que Dongwan tenía este tipo de platica con su hijo, pero HyeSung siempre terminaba dando la misma respuesta.

-y si le dice algo a la abuela?… si le dice de mi relación con Eric?, la abuela se va a enojar con Eric… no! - combatiendo las lágrimas que empezaban a formarse en la esquina de sus ojos, HyeSung dejó que las manos de su padre empezaran a acariciar su cabello.

-tu abuela tendrá que enterarse algún día, no te preocupes, tu Minu appa y yo los protegeremos. Si ese chico, Junjin, no te hace sentir cómodo, no te fuerces por miedo a tu abuela – cada palabra que salía de su boca era como una promesa. Aunque él mismo no estaba seguro de la relación de su hijo, Dongwan no dejaría que nada ni nadie lo lastimara.

-pero también se enojará con ustedes… no quiero que la abuela los regañe – los brazos de HyeSung se alzaron hasta rodear con fuerza la cintura de su padre.

-hijo, nosotros ya somos dos hombres adultos e independientes, la responsabilidad y decisiones de tu crianza nos corresponde sólo a nosotros – Dongwan trataba de calmar y dar confianza a su joven hijo. Sabía que HyeSung estaba sufriendo por dentro por las constantes peleas con Eric, y eventualmente tendría que hacer algo para evitar que su hijo terminara lastimado.

HyeSung cerró los ojos en medio de las caricias que su padre continuaba dando sobre su cabello, quedándose dormido casi instantáneamente sobre su regazo. Cuánto extrañaba Dongwan esos momentos, su hijo estaba creciendo y poco a poco iría despegándose de su lado. Quién protegería a HyeSung con la misma vehemencia que él le había dedicado todos estos 12 años?.

 

 

La mañana soplaba fría mientras despertaba el día, el viento de invierno golpeaba contra las ventanas, como si fuera un reloj despertador avisando que ya era hora de salir de la cama. Cuánto deseaban cada uno de los habitantes de la lujosa residencia que no tuvieran obligaciones que cumplir ese día. Era una fecha muy importante para todos. Sobretodo para la pareja de esposos que permanecían acurrucados en la cama, uno sosteniendo por la espalda al otro.

14 de Febrero, día de San Valentín, había sido la fecha en la que 11 años atrás, Kim Dongwan dijo por primera vez la palabra “Te amo” a su esposo Lee Minwoo. Desde entonces, Minwoo no había olvidado esa fecha ni mucho menos aquel momento. La familia perfecta que nunca antes había soñado tener, se hizo real en aquel día.

-Dongwannie~ Dongwannie~ - llamaba Minwoo amorosamente contra el oído de su esposo, quien aún permanecía con los ojos cerrados, envuelto en el mundo de los sueños.

El rostro de Dongwan se veía tan apacible dormido así entre los brazos de su esposo, que Minwoo no tuvo corazón para continuar insistiendo y decidió salir de la cama con cuidado de no despertarlo. Con una sonrisa en labios, el joven padre salió de la habitación directamente a la cocina.

Los pasos de Minwoo eran ligeros, adivinando que también HyeSung debería seguir durmiendo en su habitación. La noche anterior Dongwan había pasado un par de horas consolando a su hijo luego de una nueva discusión con Eric. Si la situación seguía así, Minwoo tendría que tener una conversación seria con el novio de su hijo.

-buenos días Sr. Lee, ya todo está listo como lo pidió – la Sra. Mun recibió al joven padre en la cocina, señalando la bandeja de plata cubierta con todo tipo de manjares sobre la mesa.

-gracias!… Dongwan y yo no bajaremos hasta después que los chicos se hayan ido a la escuela, dígale a Eric que acompañe a HyeSung en el desayuno – sonrió Minwoo a la madura mujer, tomando la bandeja de plata de la mesa, dirigiéndose luego de regreso a la habitación que compartía con su esposo.

Dongwan aún continuaba durmiendo cuando Minwoo ingresó a la habitación. Su profundo sueño no lo dejó oír cuando su esposo colocó la bandeja de plata con el desayuno para los dos sobre la mesa de noche, tampoco lo perturbó mientras el pequeño hombre rebuscaba en medio de las gavetas del tocador hasta que finalmente sus manos encontraron la cajita de terciopelo negro.

-Dongwannie~ despierta cariño~ ya es de día~ - susurrando cada palabra en el oído de su esposo, dejando un beso sobre su mejilla entre cada intervalo, Minwoo esperaba ansioso porque Dongwan despertara.

El joven padre giró dando la espalda a su esposo, jalando los cobertores hasta cubrir su rostro y hundir su cabeza entre las almohadas. No era costumbre de Dongwan estos hábitos a primeras horas de la mañana, Minwoo lo conocía muy bien luego de 12 años de vivir juntos.

-yah! Desde qué hora estás despierto? - dejando de lado el tono dulce, Minwoo tomó una de las almohadas libres, golpeando delicadamente contra el cuerpo de su esposo.

-jajajajajaja!! acaso no te diste cuenta que me levanté como siempre para ir a darle una mirada a HyeSung? - Dongwan rió entre los cobertores, ocultando su rostro divertido y desviando sus pensamientos de las pesadillas que había vuelto a tener esa noche. No era el momento ni el día para preocuparse por nada.

Minwoo soltó también una carcajada, observando fijamente mientras su esposo retiraba los cobertores de la parte superior de su cuerpo, sentándose en la cama con la espalda apoyada entre las almohadas. El joven heredero de la familia Lee colocó la bandeja de plata sobre el regazo de su esposo, agregando la cajita de terciopelo negro en medio.

-me dijiste que me llevarías a cenar, no es necesario esto – habló Dongwan, alzando en sus manos la cajita de color negro, dejando que sus ojos se abrieran como platos cuando vio lo que había dentro de la cajita.

-una cena romántica siempre debe ser coronada con algo aún más especial… - sonrió Minwoo seductoramente, tomando la llave de color plateado, que tenía grabado en medio el nombre de un lujoso hotel, del interior de la cajita. Dentro, además, también había una tarjeta con el número de habitación que el heredero de la familia Lee había reservado para la noche tan especial con su esposo.

El rostro de Dongwan se puso del color de un tomate en un parpadear.

-yah! Te has vuelto loco? - el tono de voz del joven padre lucía enojado, pero su rostro y la expresión que se reflejaba en ella podían contar otra historia.

Inclinándose unos centímetros sobre el rostro de su esposo, los labios de Minwoo alcanzaron a sellar las quejas de Dongwan, retirando luego la bandeja de plata de su regazo sin siquiera haber tocado la comida. Lo siguiente, solo fue un adelanto de lo que vendría en la noche en aquella habitación de aquel lujoso hotel que Minwoo se había esforzado en preparar por semanas.

 

 

Ajustó la corbata de su uniforme con cuidado, dando el toque final a su apariencia del día, observándose en el espejo por última vez para dar su visto bueno y tomar su mochila para bajar al comedor. Era un día importante y sabía que no debía hacerse muchas esperanzas, sobretodo después de la última discusión que sostuvo con su novio. Era su primera celebración del día de San Valentín y no podría disfrutarlo como lo había estado planeando desde hacía un mes.

-hola… - un solo sonido vacío llenó sus oídos, congelándose en el camino al comedor mientras observaba a su novio sentado en la mesa.

El rostro de Eric era difícil de leer, haciendo que HyeSung dudara sobre si debía continuar avanzando o dar media vuelta y subir al auto que lo llevaría a la escuela. Un momento, el mismo auto que lo llevaba a la escuela también llevaba a Eric. No había mayor opción.

-Minu appa y Wannie appa, están ocupados en su habitación, los oí cuando salí de mi habitación – habló Hyesung, indicando a su novio que sólo serían ellos dos en la mesa esa mañana, tratando de prevenir un momento incómodo.

-lo sé, tu Minu appa le dijo a mamá que te acompañara… - la respuesta de Eric dolió en el interior del único hijo de la familia Lee-Kim.

-no tienes que quedarte si no quieres, no necesito compañía de todos modos – la respuesta de HyeSung fue fría, atreviéndose a completar sus pasos hasta alcanzar su silla en la mesa, colocando la fina servilleta sobre su regazo bajo la mirada vigilante de su novio.

-Sungie, lo siento, no quise que te enojaras ese día… - sin mayores preámbulos y haciendo a un lado su orgullo, Eric dejó que las palabras se deslizaran de sus labios de manera natural.

Los ojos de HyeSung se alzaron en dirección de su novio, definitivamente no esperaba esas palabras. Sus esperanzas de tener un día normal, habían recaído en el silencio en el que ya se estaba acostumbrando a vivir al lado de Eric. Esto, definitivamente, era muy repentino.

-no quiero que peleemos hoy, es nuestro primer día de San Valentín… pensé mucho en este día – continuando con su discurso de disculpas, Eric deslizó una caja rectangular sobre la mesa en dirección del bello muchacho.

Los ojos de HyeSung estaban luchando por contener las lágrimas que tentaban con deslizarse sobre sus mejillas. Era él quien debía disculparse con Eric por no tomar en cuenta sus sentimientos la mayor parte del tiempo que pasaba horas con Junjin, pero las palabras sencillamente no podían salir ahora. Mucho menos cuando sus temblorosas manos abrieron la caja rectangular y sus ojos perdieron la lucha contra sus lágrimas.

-vi como mirabas ese collar ese día y supuse que se vería bonito en ti… - levantándose de su silla, Eric tomó el collar en forma de corazón de la caja rectangular, colocándolo sobre el cuello de su novio.

-”RicSung” - pronunció HyeSung entre lágrimas, leyendo el grabado en la parte posterior del dije en forma de corazón.

-sé que es un poco cursi pero no se me ocurrió nada mejor… - sonrió Eric con pena, terminando de colocar el seguro del collar.

-lo siento… por todo – aún entre sollozos, ocultando su mirada de los ojos amorosos de su novio, el rostro de HyeSung se cubrió con sus dos manos, dejando que las lágrimas empaparan sus palmas.

-Sungie no llores, si tu Minu appa te escucha me volverá a regañar… vamos a olvidar todo. No quiero que recuerdes este día como algo triste – tomando las manos del bello muchacho, separándolas de su rostro y limpiando sus lágrimas con sus propias manos, Eric se inclinó para dejar un suave beso sobre los labios de HyeSung.

Y pareciera como si un solo beso hubiera hecho la magia en el hijo de la familia Lee-Kim, porque al segundo de separar sus labios de los labios de Eric, HyeSung corrió de regreso a la sala en busca de su mochila, sacando un paquete envuelto en papel de color naranja con un hermoso moño blanco.

-Feliz día de San Valentín – dibujando una perfecta sonrisa en su bello rostro, HyeSung entregó el regalo a manos de Eric.

-woah! Es la nueva edición!! - una enorme sonrisa se plasmó en el rostro de Eric, observando la última edición de su video juego favorito que acababa de ser lanzada el día anterior.

-Minu appa me ayudó a conseguirlo con uno de sus amigos – HyeSung se acercó a su novio, sonriendo tímidamente con las mejillas coloradas.

Los dos muchachos se observaron con adoración, juntando sus labios una vez más en un dulce beso que tuvo el sabor de un nuevo comienzo. Aún eran jóvenes y les quedaba mucho por aprender.

 

 

El ambiente en la escuela Shinhwa se sentía diferente esa mañana, las jóvenes estudiantes iban de un lado a otro con los rostros colorados, y los jovencitos paseaban orgullosos presumiendo la cantidad de regalos y chocolates obtenidos. Era un deleite de todos los años pero este año era especial para HyeSung y Eric, quienes siempre eran los favoritos de las jovencitas a la hora de recibir chocolates y cartas de confesión. La mayoría dirigidas a Eric, pero con un pequeño marco de ventaja de HyeSung, quien además recibía regalos y cartas de confesión de algunos chicos de la escuela.

En medio del caos y todas las vueltas de las muchachas, un jovencito en particular no quitaba su mirada de la puerta principal de la escuela, esperando por la llegada del vehículo de color negro que siempre se estacionaba a la misma hora, pocos minutos antes del toque del timbre de inicio de clases. Los ojos de Junjin transmitían toda la ansiedad que sus interiores estaban sintiendo, conforme pasaban los minutos y el auto de color oscuro aún no se asomaba por ningún rincón. Se había preparado tanto desde hacía un mes para este día.

-Junjin oppa… por favor acéptalo – una linda y delgada jovencita entregó tímidamente el sobre de color rosa que llevaba en manos, corriendo luego a toda prisa ocultando su vergüenza.

Los ojos de Junjin observaron con mucho descontento el sobre de color rosa, arrugándolo en un círculo pequeño en su mano derecha, retomando luego su vigilancia en búsqueda del vehículo que ya llevaba diez minutos de retraso.

-vamos rápido! Ya va a sonar la campana! - el vehículo llegó en un parpadear, siendo el primero en descender, como de costumbre, el muchacho que siempre acompañaba al heredero de la familia Lee-Kim.

-espera, mi mochila! - HyeSung rió al lado de Eric, tomando su mochila del interior del vehículo, enlazando luego su mano con la de su novio, iniciando los dos una carrera hasta el salón de clases.

Todo pasó tan rápido ante los ojos de Junjin, que no tuvo tiempo ni siquiera de llamar el nombre del muchacho por el que había estado esperando. Un tinte de decepción se dibujó en su rostro, sonriendo luego ante la esperanza de poder estar a solas con HyeSung a la hora del almuerzo. Pero la esperanza de Junjin murió cuando al sonar el timbre del descanso, HyeSung desapareció del salón de clases a la velocidad de un rayo, siendo imposible encontrarlo por más que el joven Park lo buscó hasta en el techo de la escuela. Al parecer, ese día sería todo un reto para Junjin.

El término de clases fue otra decepción para el joven Park, HyeSung y Eric subieron al vehículo de la familia Lee-Kim a toda prisa, ignorando a su paso a la cantidad de jovencitas de se acercaban con sus regalos. Pero Junjin todavía tenía una carta bajo la manga. Sabía qué tenía que hacer para tener el momento a solas por el que tanto estaba esperando. Y exactamente como lo había calculado luego de regresar a casa y hacer una llamada a la matriarca de la familia Lee, Junjin logró que la abuela Lee mandará llamar a HyeSung a la residencia Principal de propiedad de la familia. El joven Park sabía muy bien que HyeSung nunca se negaba a cualquier pedido de su abuela.

-HyeSung querido, que bueno que estás aquí, los dejaré solos – la abuela Lee se levantó de su sitio en el sofá en la sala de la residencia principal, al segundo que su querido nieto cruzó la puerta.

El rostro de HyeSung se mostró sorprendido al encontrar a Junjin en casa de su abuela, le había prometido a Eric que regresaría pronto para pasar la tarde haciendo las tareas juntos y luego verían películas en su habitación por el resto de la noche. Ahora todo eso parecía muy lejano con la presencia de Junjin en casa de la matriarca de la familia Lee.

-Feliz Día de San Valentín!! - Junjin no perdió el tiempo, entregando la caja de color azul a manos del bello muchacho.

La expresión de HyeSung se hizo aún más incómoda, recibiendo la caja con una media sonrisa, pensando en la mejor excusa para retirarse lo más antes posible. El ambiente y la sonrisa en el rostro de Junjin no eran un buen augurio.

-ábrelo! He estado esperando todo el día para dártelo! - animado él mismo con su propio regalo, Junjin tomó de vuelta la caja de color azul, retirando el lazo a su alrededor y rasgando sin piedad la envoltura.

El rostro de HyeSung perdió el color. Su corazón empezó a latir con fuerza provocando un nudo en su garganta. En el interior de la caja, brillaba reluciente un hermoso collar de oro con un dije en forma de corazón. Exactamente del mismo modelo del collar que llevaba puesto oculto dentro de su camisa.

-sé que te gustó mucho ese día en la tienda – sólo la voz de Junjin podía oírse en el interior de la sala de la familia Lee.

HyeSung estaba a punto de sufrir un colapso, sin lugar a dudas estaba en serios problemas ahora. Su cuerpo se congeló pensando en la mejor reacción para huir y evitar problemas con Eric y no ser descubiertos en el camino.

-deja que te lo ponga! - la voz excesivamente entusiasmada de Junjin regresó a HyeSung a sus cabales, retrocediendo bruscamente cuando el otro muchacho colocó sus manos alrededor de su cuello.

-no!… quiero decir… no puedo aceptarlo, lo siento – sujetando con fuerza con su mano derecha los botones del cuello de su camisa, HyeSung trató de salir corriendo pero fue detenido por la mano de Junjin que sujetó su brazo derecho.

-HyeSungie me gustas, siempre me gustaste desde que éramos niños. Te acuerdas cuando jugábamos juntos en tu fiesta de cumpleaños? Acepta este regalo HyeSungie, y sé mi novio – la confesión de Junjin terminó por hacer que los nervios de HyeSung colapsaran.

-no puedo ser tu novio porque me gusta alguien más, lo siento Junjin – deshaciéndose del agarre en su brazo derecho, HyeSung abandonó la residencia de su abuela envuelto en lágrimas. Tenía miedo de que las cosas se complicaran aún más en su relación con Eric.

Pero ya era muy tarde para arrepentirse de haber confesado que había alguien más en su corazón. Y quizás también era el momento de armarse de valor, confiar en sus padres y enfrentarse a su abuela.

 

 

 

 

Los dos hombres vestidos enteramente en traje negro y con lentes oscuros, a pesar de encontrarse en un lugar cerrado y siendo casi media tarde, permanecían en silencio con el rostro serio, las manos sujetas por detrás de sus espaldas, vigilando cada mínimo movimiento de la mujer que se encontraba sentada frente a ellos con las piernas cruzadas y una expresión de ansiedad en su rostro. Tenían ordenes estrictas de vigilar a la mujer hasta que ésta se cansara de la espera y abandonara la oficina por su cuenta.

-lo siento mucho Señora, el Sr. Han se encuentra indispuesto para recibirla – la muchacha de cabello rubio y amable sonrisa se acercó a la mujer que esperaba en el sofá, acercando un sobre de color blanco sobre la bandeja de plata que sostenía en manos.

-dígale que no me iré hasta que me vea, y no pienso aceptar esas limosnas – la mujer en el sofá era firme y arrogante. No era la primera vez que los empleados trataban con aquella mujer, pero cada vez se sentía peor.

-el Sr. Han tiene una reunión importante que atender, me temo que podría demorar el resto del día – la muchacha rubia volvió a tratar de disuadir a la mujer en el sofá, esperando esta vez convencerla de retirarse de la oficina.

-así sea por el resto de la semana, no me voy a mover de aquí! Dígale a ese cobarde que me reciba ya mismo! - engreída y siempre pretendiendo hacer su voluntad, la mujer en el sofá dio una mirada severa contra los dos hombres que custodiaban la oficina de su jefe.

La muchacha rubia no tuvo más opción que retroceder y regresar a su escritorio, desde donde informó a su jefe por el servicio de mensajería electrónico interno de la compañía donde trabajaban, que su ex esposa se resistía a irse. Un temor invadió a la muchacha, recordando como en anteriores veces los invitados no gratos habían sido retirados a la fuerza de las instalaciones en las que trabajaba. Ni aún tratándose de la ex esposa del jefe máximo, garantizaba un trato preferente.

-el Sr. Han? - una voz externa acompañó el ambiente tenso. Parado en la puerta de ingreso al piso de presidencia del edificio, un hombre de aproximadamente 35 años de edad, aura misteriosa y arrogante, saludaba con el rostro serio al personal que se mantenía resguardando la seguridad del presidente de la compañía.

-lo siento, el Sr. Han se encuentra ocupado con…

-… me está esperando, dígale que es el detective Smith, encontré un rastro del hombre que está buscando… - interrumpiendo la excusa bien aprendida de la rubia secretaria, el hombre misterioso logró que ésta se comunicara inmediatamente con su jefe.

Los oídos de Amy, la mujer que seguía esperando obstinadamente en el sofá, no dejaron escapar la oportunidad de oír la conversación entre la secretaria y el misterioso hombre. Sabía muy bien que su ex esposo se dedicaba a negocios “especiales”.

-puede pasar – informó la secretaria al hombre que esperaba frente a su escritorio, guiándolo luego hasta la oficina de su jefe bajo la mirada penetrante de la mujer que se mantenía inmóvil en el sofá.

La puerta de la oficina volvió a cerrarse herméticamente una vez que el misterioso hombre, quien proclamaba ser un detective, ingresó. Los ojos de Amy seguían siguiendo de cerca los movimientos de la secretaria de su ex esposo, esperando por un momento de distracción para escabullirse dentro de la oficina. Los dos guardias que permanecían resguardando la puerta habían sido llamados también al interior de la oficina.

Y no pasó mucho tiempo para que la joven secretaria se concentrara en sus labores frente al computador, y sólo llegara a reaccionar cuando la puerta de la oficina de su jefe se abrió con un fuerte golpe y la clara y airada voz de la ex esposa de éste se expandiera por todo el piso.

-saquen a esta mujer de acá! - ordenó el hombre detrás del enorme escritorio al interior de la oficina, lanzando una mirada fulminante contra su ex esposa.

-no me voy a ir hasta que me des lo que me prometiste! - furiosa y sin mostrarse intimidada por los dos hombres de negro que se acercaban en su dirección, Amy enfrentó a su ex esposo.

-el juez fue muy claro, ni un centavo más… - la voz fría en el hombre detrás del escritorio era contundente.

-bastardo, me engañaste! Compraste a ese juez para no darme nada de lo que me corresponde! - evadiendo las manos que trataban de sujetarla para retirarla de la oficina, Amy retrocedió unos pasos golpeando accidentalmente con el detective que se encontraba a mitad de una entrevista con su ex esposo.

El impacto entre las dos personas no fue tan fuerte, pero logró hacer caer al piso los documentos que el detective estaba por mostrar al hombre detrás del escritorio, cuando fueron interrumpidos por la ex esposa de éste.

Los ojos de Amy se detuvieron por un segundo al reconocer a la persona en las fotografías que habían caído al piso junto con otros papeles.

-saquen de una buena vez a esta mujer y asegúrense que no regrese! - las órdenes del hombre detrás del escritorio eran muy claras.

-qué tienes tú que ver con este hombre? - rápidamente y antes de ser atrapada por los hombres de negro, Amy alzó con una mano una de las fotografías que habían caído al piso.

-no es de tu importancia… - el rostro del hombre detrás del escritorio empezaba a oscurecerse, era obvio que su ex esposa estaba acabando con su paciencia.

-por qué estás buscando a Kim Dongwan? - una sola pregunta logró que los hombres de negro se detuvieran en un nuevo intento por atrapar a Amy.

 

 

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Shinbella
No quiero romper mi palabra de no dejar inconclusas mis historias, pero a veces siento que ha pasado tanto tiempo que ya nadie debe de leerlas.

Comments

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missstery #1
Chapter 21: Aunque tarde pero aquí sigo. Yo también pienso que muchas personas ya no leen estas historias, pero me alegra saber que aun mantienes tu palabra de continuarlas. Y mientras pueda aunque me tarde un poco en venir, seguiré leyendo, pues tus historias me gustan mucho y me ayudan a relajarme y olvidarme un poco de mis problemas. Por eso te agradezco que te tomes tiempo para seguirlas. Y sin importar cuanto tiempo pase espero por las actualizaciones. Porque como paso en este capítulo, la historia cada vez se pone más interesante. Un saludo y nuevamente gracias por volver. Cuídate mucho.
missstery #2
Chapter 21: Yo, todavía con vida y leyendo . Debo decir que me sorprendió la notificación, pues no sabía si seguirían escribiendo las historias. Pero gracias por no abandonarlas, y por la actualización. Mientras pueda seguiré leyendo.
missstery #3
Chapter 20: Muchas cosas pasaron en ese capitulo, hay mas en el pasado de algunos de lo que creía, y esto lo hace más interesante. Creo que la verdadera carrera empieza ahora, espero y no pase nada malo, pero me temo que algo así está por venir ahora que su ex esposo ya sabe donde está Dongwan. Me alegra ver una actualización tuya, pues además de que me gustan mucho tus historias, se que te encuentras bien, espero que tu familia también. Gracias por la actualización y sin importar cuanto tiempo pase, así como tu no los vas a dejar espero no dejarlos tampoco hasta el final. Cuídate mucho y saludos
Yessi10q1 #4
Chapter 20: Whiiiiiiii el capítulo estuvo intenso , muchos emociones juntas , los secretos del pasado vuelven.
Me sentí triste por Andy , la forma en que JunJin se comporta con el TT
Gracias por no olvidar está historia y seguir escribiendo :) me gustó mucho el capítulo
missstery #5
Chapter 19: Pobre Dongwan, ojalá y nada de lo que soñó se vuelva realidad, aunque con esa mujer no se que esperar, creo que les va a hacer mucho daño, pero espero que todo salga bien al final para ellos. Que bueno que se arreglaron Eric y Hyesung, ahora que llegó Andy será más interesante pues ya se volvió cuadrado amoroso, gracias por la actualización y así pasen otros mil años, seguré esperando por tus actualizaciones. Saludos
missstery #6
Chapter 18: Pobre Hyesung, el que quería evitar que Eric se enojara y creo que termino peor el asunto, todo por culpa de Amy y sus malos consejos para Junjin, pobre de él también que le cree todo a su tía. Ahora si creo que va a haber más problemas y no solo con la familia de Minwoo, sino con el ex de Dongwan. Esto cada vez está mejor, valió la pena esperar esos mil años aunque se fueron tan rápido que parecía menos de uno. Gracias por la actualización.
turyka #7
Chapter 18: No puedo creer que ha pasado 6 meses.(°o°)
Aish, Jinnie en verdad es un antipático niño mimado, y la mala influencia de su tia lo va a poner peor.
Pobre Sungie demasiada presión para su edad, espero q sólo sea stress. Eric debería bajarle a sus celos debería comprender un poco más su situación.
En qué habrán quedado la bruja de Amy y el ex de Wannie. Veo venir problemas más profundos ..
Espero q actualices pronto me encantan tus historias. (*˘︶˘*).。.:*♡
Vien1103
#8
universe have google translator. And coz of that.. indeed i feel very thankfull.
I can read your story with the help of it. Hanahahaa..
I'll wait for your update.
turyka #9
Chapter 17: No me digas que Amy es la verdadera madre de Sungie..(。ŏ﹏ŏ)
Espero que la abuela no haga un escándalo con las nuevas noticias.
Gracias x seguir escribiendo.
missstery #10
Chapter 17: Gracias por el nuevo capitulo, estuvo muy bueno y me parece que se acercan problemas mas grandes, esperare pacientemente un nuevo capitulo. Si fui capaz de esperar 84 años, puedo esperar otro poco. Aunque yo sentí que solo fueron 80. No ya en serio Gracias por retomar a tus bebés pues a mi me gusta verlos crecer pues todos son muy interesantes y son capaces de mover todos mis sentimientos. Sigue adelante.