Pasado

Correr Para Vivir

A/N: La autora está emocionada porque por fin puede actualizar después de tanto tiempo, así que comprendan las faltas ortográficas! Quiero mantener mi palabra de nunca abandonar mis bebés, y sé que me ha tomado bastante tiempo volver a retomarlos. La vida de adulto !! 

 

-te traje un refresco… - la delicada mano del bello muchacho se extendió, alcanzando la refrescante bebida al adorable muchacho que había permanecido sentado en la banca afuera del gimnasio de su nueva escuela.

-no entiendo… qué pasó? - habló Andy, aún sin poder entender por qué Junjin había retrocedido sus pasos al verlo al lado de HyeSung, casi desapareciendo a la velocidad de la luz.

HyeSung no supo qué responder a su nuevo amigo, ni él mismo entendía lo que estaba pasando; todo lo que sabía era que existía una conexión cercana entre Park Junjin y el recientemente llegado Andy.

-estabas acá? Te he estado llamando – la presencia de Eric llamó la atención de los dos muchachos.

-el director me pidió que le mostrara la escuela a Andy – respondió HyeSung a su novio, señalando al pequeño muchacho sentado en la banca.

Eric notó la presencia de Andy, haciendo una rápida introducción de si mismo, y notando un ambiente muy extraño entre los dos muchachos.

-el auto ya está aquí, vamos – anunció Eric, revisando el mensaje que acababa de ser enviado a su teléfono celular.

Los ojos de HyeSung denotaron mucha indecisión, señalando cautelosamente al muchacho que aún permanecía concentrado en una lucha con sus pensamientos.

Eric también observó al adorable chico, no entendiendo qué era lo que estaba ocurriendo.

-oh! Lo siento! Estaré bien, mi chófer vendrá en cualquier momento – Andy notó el momento incómodo entre los dos muchachos, levantándose de la banca con su mochila en brazos, disponiéndose a hacer su camino hacia la entrada principal de la escuela.

-… la puerta principal está del otro lado… estás seguro que le mostraste toda la escuela? - señaló Eric, al ver que el pequeño muchacho se encontraba corriendo hacia el lado opuesto de la escuela, casi ingresando al bosque que colindaba con el recinto.

HyeSung sonrió por la torpeza y nerviosismo de su nuevo amigo, haciéndole un gesto con la mano para que se uniera a él y su novio, en su camino hacia el estacionamiento de la escuela.

-oh no… mamá olvidó decirle al chófer que venga a recogerme… - exclamó Andy, luego de unos minutos, volviendo a leer el mensaje en su teléfono celular. Sus ojos comenzaban a cristalizarse en finas lágrimas.

-podemos llevarte… no… ven a comer a casa! - ofreció HyeSung sin que su novio pudiera detenerlo, conmovido por la expresión de abandono en el rostro del pequeño Andy.

Eric quiso abofetearse en ese instante, había algo en la presencia de Andy que lo hacía sentir incómodo. Mentalmente estaba contando los minutos para subir al auto con HyeSung y deshacerse del chico que, prácticamente, se había convertido en su sombra.

-estás seguro?… - la mirada indefensa de Andy solo activó aún más ese instinto sobreprotector en el bello muchacho.

-claro! A mis appas no les importará! Les avisaré ahora que llevaré un amigo a casa – respondió HyeSung con entusiasmo, digitando en su teléfono celular.

La palabra “appas”, captó mucho la atención en el joven Andy, su nivel de coreano aún no era muy bueno, pero estaba seguro que había oído muy bien aquella palabra, y estaba seguro que ese uso del plural podía significar algo más que un error de dicción.

-listo! Wannie appa está ahora en casa, está emocionado porque nunca he llevado un amigo a comer – sonrió HyeSung, ingresando al vehículo que acababa de llegar para llevarlo a la residencia de sus padres.

Una expresión de sorpresa y entusiasmo se mezclaron en el rostro del pequeño Andy, quién observó confundido cómo Eric ocupaba el lugar del copiloto en el vehículo. Más temprano, cuando Eric se presentó con el adorable muchacho, se refirió a él mismo como “un amigo”; era muy confuso ahora verlo abordar el auto con total familiaridad, más aún cuando HyeSung acababa de decir que nunca antes había llevado un amigo a su casa.

-Eric vive conmigo, bueno no exactamente conmigo, su mamá es la jefa de la cocina, tienes que probar su comida! - explicó HyeSung rápidamente, notando la confusión en el rostro de Andy.

-tu Minu appa quiere que pasemos por la pastelería a recoger el postre – habló Eric desde el asiento de adelante, expresando su falta de emoción por la repentina invitación de Andy a comer.

-de verdad están emocionados… estoy comenzando a avergonzarme – respondió HyeSung con un puchero, encogiéndose en su asiento.

Y nuevamente, los oídos de Andy tuvieron un debate si habían oído bien la mención de los nombres de los padres de HyeSung, “Wannie appa” “Minu appa”. Cuántos padres tenía HyeSung?…

 

 

El aroma de su carísimo e importado perfume, llenaba todo el ambiente de la sala de espera en recepción, causando evidente envidia en las secretarias y demás ejecutivas que, de vez en cuando, le dirigían miradas de admiración, observando con codicia sus costosos zapatos, su bolso de un diseñador francés, el resplandor de los pendientes en sus oídos, la elegante caída de la fina tela de su vestido, que había sido visto por primera vez en la pasarela el día anterior.

-Sra. Park, el Sr. Yul la atenderá ahora – anunció una de las secretarias, no pudiendo disimular su admiración al notar la enorme piedra que resplandecía en el dedo medio de la elegante mujer.

Amy sonrió con arrogancia, disfrutando toda la atención y las miradas de admiración y envidia dirigidas hacia ella.

Siendo la última en una línea de siete hermanos, Amy siempre había sido dejada a un lado, incluso por sus propios padres. A diferencia de ella, sus hermanos mayores habían sido muy bien educados y grandemente laureados en sus respectivas áreas académicas. Amy envidiaba toda la atención, admiración y orgullo de las miradas de sus padres y conocidos, en sus hermanos.

Y fue esa misma envidia la que la llevó a querer ganarse desesperadamente la atención de todos los que la rodeaban; el compromiso con el hijo heredero de la familia Lee fue su mayor momento brillante, cuando pudo sentir todos los ojos de la alta sociedad coreana fijos en ella, expectantes por tan grandioso acontecimiento. Pero la huida de Minwoo y su rechazo al matrimonio, la llevó a pasar la mayor de las humillaciones, convirtiendo toda esa envidia en lástima y burlas.

La salida más próxima de la hija menor de la familia Park, fue contraer matrimonio con un hombre del que apenas conocía su pasado, pero cuyos números en su cuenta bancaria silenciarían las risas y palabras de lástima.

Dos divorcios después, Amy estaba convencida que toda la fuente de sus desgracias se encontraba en el heredero de la familia Lee, quien había hecho su regreso a casa luego de un par de años, con un esposo y un niño adoptado. Amy creyó que la vida sería justa, condenando a Minwoo a las mismas humillaciones y burlas, por la peculiaridad de su no tan convencional familia; pero grande fue su sorpresa, cuando la tan conservadora alta sociedad coreana, aceptó de buena gana la reincorporación del joven Lee y la integración de su esposo e hijo.

Definitivamente tenía mucho que ver con el hecho que la familia Lee dominaba todos los negocios de alto poder en el país.

-Sra. Park? Se encuentra bien?

Los ojos de Amy pestañearon tres veces, enfocándose luego en la fuente de la voz que la despertó de sus cavilaciones.

Cabello cano, escasamente esparcido sobre el área de su cabeza, ojos pequeños y hundidos, escudados en un par de gruesos anteojos, traje azul marino que resaltaba en el ambiente de la blanca oficina; el gerente del banco nacional de Seúl, observaba firmemente a la elegante mujer.

-supongo que mi expediente fue aprobado, de lo contrario no me habría citado aquí, cierto? - con mucha altanería, la mujer tomó asiento, sin ser invitada, en la silla delante del escritorio del gerente del banco.

-los documentos que presentó son muy consistentes, sin embargo, la cantidad que solicita es demasiado exorbitante como para no hacer preguntas – respondió el anciano hombre, abriendo la carpeta de color plateada que yacía sobre su escritorio.

-mi esposo tiene varios negocios fuera del país, creo que eso es más que suficiente – la mujer apretó los dientes, notando la sonrisa desafiante del hombre mayor.

-querrá decir “ex” esposo – corrigió el anciano a la mujer, cerrando nuevamente el archivo.

-puedo conseguir el dinero de otro banco – conservando aún su altanería, Amy se levantó de su asiento, asegurándose que el sonido del metal arrastrándose contra el piso de vinyl, llenara todo el espacio en el silencio de la reluciente oficina.

-pero no cualquier banco estará dispuesto a aceptar un requerimiento de tan dusosa procedencia – sonrió con desdén el anciano, haciendo un gesto gentil con su mano derecha, indicándole a la mujer que volviera a tomar asiento.

Por dentro, Amy vaciló ante las afirmaciones del viejo; pero por fuera, no iba a dejar que nadie volviera a reírse de su orgullo.

-por que no cualquier banco, sabe que si mi esposo cae, no caerá solo… - la mirada desafiante de la mujer, dibujó una sonrisa divertida en el rostro del anciano.

 

 

-así que, recién llegaste de Paris… - la sonrisa emocionada en el rostro de Dongwan, no dejaba de admirar a los otros cuatro presentes en la sala de la residencia de la familia Lee-Kim.

HyeSung no había mentido cuando le dijo a Andy que era la primera vez que llevaba un amigo a casa. Y no es que HyeSung no era un chico muy sociable, pero básicamente su círculo de amistades se había reducido a solamente Eric Mun, desde el día que se conocieron en esa vieja cabaña en medio de la carretera.

Crecer en un matrimonio poco convencional para las leyes morales de la sociedad, había causado que el heredero de la familia Lee-Kim, fuera muy reservado en cuanto a quien dejaba entrar en su círculo muy privado de personas de confianza. El privilegio y el gran peso del apellido Lee, había callado y contenido muchas voces airadas de protesta y prejuicios, pero no significaba que la familia dejara de estar alerta, conservando un comportamiento muy reservado.

Era esta la razón que había dejado maravillado a Dongwan; cómo es que HyeSung, había logrado congeniar con Andy desde el primer día de conocerse, e incluso permitirle la entrada a un espacio muy privado de su intimidad, como lo era conocer a su particular familia.

-recuerdo que mis padres me llevaron de muy joven a Paris, los museos son algo que nunca podría olvidar – intervino Minwoo en la conversación, aligerando la incomodidad del joven recién llegado.

-mi padre manejaba sus negocios desde allí, pero recientemente firmó un contrato muy grande con una compañía coreana, así que nos mudamos – respondió Andy la curiosidad de todos los presentes, aún un poco incómodo con toda la atención que estaba recibiendo por parte de los esposos Lee-Kim.

-Lee es un apellido muy común en Corea, tendrás que ser más específico si quieres que adivinemos quién es tu padre – volvió a intervenir Minwoo, llenando de nervios y un cierto grado de vergüenza al menor.

-Minu appa! Estás interrogando a Andy como si fuera un criminal? – para la gracia de Andy, fue HyeSung quien tomó la palabra a su favor.

-hey, yo solo me preocupo por quiénes están alrededor de mi bebé – se defendió el mayor del grupo, levantando ambas palmas de sus manos a la altura de su pecho.

-Wannie appa! Dile que no me llame así! – gimió HyeSung con un puchero, lanzando una mirada de auxilio y vergüenza a su otro appa.

-Minwoo ya basta, deja de molestar a los chicos, vamos a ver si ya está la comida – como siempre, Dongwan salió en defensa de su hijo, practicamente arrastrando a su esposo fuera de la sala de la residencia, dejando a los tres muchachos para que continuaran conociéndose.

-lo siento, Minu appa a veces es un poco…

-tus appas son muy agradables, me gusta – interrumpió Andy al menor de la familia Lee-Kim, sonriendo ampliamente.

-te aseguro que te va dejar de gustar si vienes regularmente a esta casa – después de varios minutos de estar callado, Eric finalmente decidió unirse a la conversación.

El rostro de Andy se tornó serio y sorprendido por un segundo, para luego volver a mostrar esa sonrisa pura que estaba cautivando a todos los residentes de la mansión.

-cómo es que se casaron?... digo, si es que no estoy siendo muy entrometido – el entusiasmo de la primera pregunta de Andy, se vio reemplazado por un tono de mayor cautela, al notar los rostros sorprendidos de sus otros dos compañeros.

-es una larga historia, y sí, es muy personal – respondió Eric con un tono grave, tratando de no sonar muy a la defensiva.

Hablar del tema de sus padres era muy delicado para HyeSung, y Eric no podía negar que además, se sentía un poco celoso por la atención que su novio le estaba dando a Andy.

-Andy, por casualidad a ti… te gustan los chicos? – en lugar de responder a la pregunta del menor, HyeSung decidió disparar con su propia curiosidad, no olvidando el incidente de horas antes en la escuela, cuando un emocionado Andy se hacía de nervios ante la presencia de Park Junjin.

El rostro de Andy inmediatamente se encendió en llamas.

Eric sonrió divertido, pero al mismo tiempo sus celos incrementaron por una décima.

-la comida ya está servida; qué le hicieron a este chico? – ingresó Minwoo de regreso a la sala, notando el evidente ambiente de sorpresa.

-nada… solo estábamos conociéndonos mejor – respondió Eric con un mejor humor que el de horas antes, guiando a HyeSung por el brazo , levantándose ambos del sofá.

-Minu appa y Minwoo appa se casaron en America, en New York, ahí me adoptaron y vinimos a Corea a vivir con la familia de Minu appa – respondió HyeSung rápidamente, antes que Eric terminara de llevarlo al comedor de la residencia.

El rostro de Andy denotaba verdadera admiración, dirigiendo su mirada al rostro sorprendido de Minwoo.

-ah! Y Eric es mi novio! – terminó por confesar HyeSung, desapareciendo del brazo de su novio, dentro del comedor de la residencia.

No solo Andy quedó grandemente sorprendido por la confesión. Dentro del comedor de la residencia de la familia Lee-Kim, había tres hombres que observaban estupefactos el rostro complacido de HyeSung,

 

 

La noche había caído en medio del sonido de fuertes voces y el eco de pesadas maquinarias que comenzaban a detenerse, dando descanso a los hombres que las operaban, despidiendo a cada cansado trabajador hasta la siguiente mañana, cuando nuevamente la rutina empezaría.

De contextura medianamente gruesa, piel canela, cabello oscuro, ojos color miel que se escondían detrás de los gruesos lentes, que disfrazaban casi perfectamente su identidad; el cansado trabajador tomó su mochila, sacudiendo el polvo de la construcción, despidiendo con un solo gesto de mano a cada uno de sus compañeros, mientras atravesaba la puerta de salida, dejando atrás otro día de intensa jornada.

Su camino a casa era el mismo de todos los días, asegurándose de evitar los callejones solitarios y oscuros, mezclándose entre la gente que le servía perfectamente de escudo para disfrazar su verdadera identidad.

Dos calles lo separaban del viejo edificio donde había encontrado un buen escondite para despistar a sus enemigos pero, a pesar del tiempo que llevaba haciéndose pasar por un simple obrero de construcción, sus instintos estaban intactos, avisándole de la sombra que pisaba en sus mismos pasos a unos metros de distancia.

Las luces en los postes parpadearon un par de veces, y luego todo quedó en plena oscuridad. Era el momento de tomar otro camino.

Su primer instinto fue saltar a la autopista, esperando que las luces de los vehículos ahuyentaran a sus perseguidores; pero su mala suerte estaba solo a punto a comenzar. Las calles pronto se tornaron vacías.

Sus pasos se hicieron más veloces, llegando a visualizar la puerta de acceso a su edificio, pero no logrando alcanzar su objetivo, siendo detenido por un par de fuertes brazos y la sensación del metal que presionaba contra el lado izquierdo de su cintura.

Debió hacer caso a su padre cuando le dijo que tenía que abandonar la ciudad.

-ha sido un largo camino, y lo has hecho bien muchacho – en medio de la oscuridad, la voz del hombre cuyos pasos hacían eco en el abandonado callejón, se oía como una sentencia.

-si vas a matarme, hazlo ahora – el muchacho trató hasta el último minuto de demostrar valentía; le había prometido a su padre que si llegaba a ser atrapado, todos los secretos de la familia se hirían con él.

No se contó ni un segundo más, cuando el sonido ahogado del proyectil perforando la parte central de su frente, fue lo único que pudo ser oído en el baldío callejón.

-estúpido chico… llama a nuestro cliente, dile que el trabajo ha sido terminado – el hombre, que aún sostenía el arma en su mano izquierda, se dirgió al otro hombre que observaba la escena sin ninguna expresión en su rostro.

-qué hacemos con el cuerpo? – interrogó otro de los hombres presentes, en medio aún de su entrenamiento como nuevo secuaz del grupo de asesinos.

-bótalo al río, no me importa… tengo otros asuntos que requieren más mi atención, ahora que por fin hemos terminado con este cliente – respondió el líder del grupo, guardando su pistola en el interior de su chaqueta.

  1. metros más allá de aquel solitario callejón, un vehículo de color oscuro esperaba estacionado.

-llegó esta mañana – informó el chófer del vehículo, alcanzando un grueso sobre de color blanco al líder del grupo, apenas éste ingreso al auto.

-perfecto… - sonrió con malicia el hombre, pasando su vista por cada una de las fotografías contenidas en el sobre.

-así que este es el sujeto con el que vive ahora… - el hombre parecía hablar consigo mismo, sin embargo, el chófer del vehículo no podía evitar poner atención a sus palabras.

-doce años han pasado… y no has cambiado nada… - una sonrisa maliciosa se formó en el rostro del hombre, mientras sostenía la última de las fotografías.

-pronto vas a pagar tu traición. Muy pronto, mi querido Dongwannie…

 

 

La comida había sido excelente y la conversación muy entretenida. Era casi las seis de la tarde, cuando el vehículo de la recién llegada familia Lee, visitó la residencia Lee-Kim, llevando a Andy de regreso a casa.

-de veras te agrada ese chico, no? – se dirigió Dongwan a su hijo, acomodando las almohadas en su cama.

-no crees que es lindo? Siempre quise un hermanito… - respondió HyeSung con un puchero, terminando de colocarse su pijama.

-y Eric? Siempre creí que él era como un hermano – Dongwan quedó en total silencio, reconociendo la expresión de sarcasmo en el rostro de su hijo.

-Eric es más como un amigo… bueno… novio… podemos hablar de otra cosa? – el tono colorado en el rostro de HyeSung, anunció a Dongwan que era de retirarse de la habitación.

-descansa, has tenido un largo día y mañana tienes escuela – Dongwan guió al muchacho dentro de la cama, arropándolo entre los cobertores como solía hacerlo cuando todavía era un niño.

-Wannie appa… por qué Minu appa y tú nunca adoptaron otro bebé? – HyeSung solo quería jugar con los nervios de su padre, pero la expresión seria en el rostro de Dongwan, le dijo que la noche había terminado para él.

-duerme – Dongwan dio un beso en la frente de su hijo, apagando la luz de la lámpara en la mesa de noche.

HyeSung se sintió un poco culpable, enterrando su rostro entre las almohadas mientras oía el sonido de la puerta de su habitación cerrándose.

Un año después de regresar a Corea y luego de haberse establecido en la mansión de la familia Lee, Minwoo le había hecho la propuesta a su esposo, considerando el hecho que HyeSung podría sentirse solo en tan inmensa mansión. Pero Dongwan se había negado rotundamente, no queriendo arrastrar a una inocente criatura en una carrera que aún no había terminado.

La llegada de Eric a la mansión Lee-Kim, calmó las aspiraciones de Minwoo y trajo un poco de tranquilidad a Dongwan. Aunque el joven padre a veces se sentía culpable, cuando de vez en cuando, el mismo HyeSung hacía la mención de querer un hermano menor.

-no me gusta cuando traes esa cara, peleaste con HyeSung? – Minwoo interrogó a su esposo, apenas éste cerró la puerta de su habitación a sus espaldas.

-no es nada – respondió Dongwan sin ánimo, dirigiéndose al baño en el interior de la habitación, mientras removía la costosa camisa de seda de su cuerpo.

Minwoo no pudo evitar admirar el bien trabajado cuerpo de su esposo. Cuando lo conoció, Dongwan aún conservaba el rostro inocente de un niño que abandonó su hogar, persiguiendo una ilusión. El tiempo y las circunstancias hicieron que aquel niño madurara a grandes pasos, convirtiéndose en el hombre que era hoy en día.

Un hombre dispuesto a darlo todo y luchar por su supervivencia.

-mañana tengo una reunión muy temprano por la mañana, no olvides la reunión de padres en la escuela de los chicos – Dongwan regresó del baño luego de quince minutos, vistiendo nada más que una fina bata de algodón y una gruesa toalla rodeando sus hombros.

-qué reunión? Mañana tengo que ir a la factoría – respondió Minwoo a su esposo, tomando de sus manos el secador de cabello, que acababa de traer del interior del baño.

-le dije a tu secretaria que lo pusiera en tu agenda – refutó el joven padre, no luciendo muy contento con el olvido de su esposo.

-no había nada, quizás se le olvidó; acaba de comenzar esta semana – se defendió Minwoo, encendiendo el aparato, comenzando a secar el cabello de su esposo.

-no es justificación, creí que habías dicho que era de nivel A1 – respondió Dongwan, con un cierto tono amargo.

-ya… haré espacio en mi agenda para ir a la reunión, lo prometo – Minwoo era un hombre muy sencillo y complaciente, capaz de hacer todo lo posible para tener contento a su esposo.

Después de todo, Minwoo amaba a Dongwan como nunca antes se pudo imaginar que podía amar a alguien.

-y dile tu secretaria que preste más atención la próxima vez – agregó el joven padre, relajándose ante la sensación de las manos de su esposo, que ahora daban un excelente masaje a sus hombros.

-lo haré~ - respondió con tono adorable, el otro joven padre.

-y que use una falda más larga… - susurró Dongwan para si mismo, pero no escapando sus palabras a los oídos de su esposo, que sonrió divertido ante los celos de su esposo.

 

 

Los rumores en la prestigiosa escuela privada de Seul, sobre el recién llegado estudiante, transferido de Paris, no se hicieron esperar. Para el día siguiente, todos los alumnos se encontraban llenos de curiosidad por este nuevo alumno que empezaba a robar los corazones de algunas chicas.

No había ni una sola aula que no estuviera concentrada en un intenso debate, por quien sabía más de este nuevo personaje, que entretenía el cierre de una intensa semana de estudios.

-dicen que su madre pertenece a la más prestigiosa elite francesa… - comentó una de las estudiantes, en medio de su círculo de amigas que ya llevaban casi una hora, compartiendo la información recolectada en los corredores de la institución.

-oí que su familia tiene verdadera sangre de la realeza francesa! – exageró otra de las muchachas, haciendo que sus otras compañeras se encogieran de excesivo entusiasmo.

El maestro de turno se había reportado enfermo y los estudiantes no habían encontrado mejor manera para pasar el tiempo, que discutir sobre el recién llegado.

-míralas! No han parado de hablar de ese nuevo chico en todo el día! – se quejó una gruesa voz, a unos metros de distancia del grupo de muchachas, girando su mirada de regreso a su compañero que no se veía con mucho humor para hablar.

-están entusiasmadas porque el niño ese viene de Paris, bah! Gran cosa! – se unió otro de los estudiantes, tomando asiento en la silla vacía alrededor del círculo que habían creado los chicos.

-oigan… deberíamos darle una vista de “bienvenida” al niño – susurró muy bajo otro de los estudiantes, haciendo sonreír en complicidad al resto.

-como si pudieran tocarle un pelo… no sean estúpidos – interrumpió, por primera vez, el único estudiante que no se había mostrado muy entusiasmado con la llegada del recientemente transferido.

-es cierto, el niño ese ha sido adoptado como mascota de Shin HyeSung… - agregó con desagrado otro de los chicos.

Si su familia no tuviera tantas influencias… - intervino otro más de los muchachos, siendo interrumpido por el fuerte sonido de una de las sillas de metal haciendo fricción contra el piso, llamando también la atención del resto de alumnos del aula.

Todos los entusiasmados estudiantes quedaron en completo silencio, observando como uno de sus compañeros abandonaba el aula con el rostro serio y, en cierto modo, enfadado.

-debe estar celoso porque su amor imposible lo cambió por el niño francés – susurró uno de los estudiantes, apenas el otro alumno desapareció fuera de la puerta del aula.

Los demás estudiantes sonrieron en voz baja, regresando pronto a sus conversaciones e intercambios de chismes y rumores.

Fuera del aula, Junjin parecía no encontrar paz aún. Por donde quiera que mirara, había un nuevo grupo de estudiantes debatiendo sobre el origen del recién llegado, creando sus propias teorías con entusiasmo y hasta conspirando para llamar su atención.

Cuando fue forzado a dejar Paris hace varios meses, Junjin pensó que su pasado se había evaporado en aquel aeropuerto, donde en silencio y a escondidas, despidió a quien consideró su primer amor. Ahora el destino lo enfrentaba a un nuevo conflicto, no sabiendo cuál camino tomar. Sus padres se habían negado rotundamente a su relación del pasado, obligándolo incluso a tomar tratamiento con un reconocido psicólogo a su llegada a Seúl.

Junjin pensó que todo lo que había dejado en Paris estaba mal, ya que nunca antes había visto a sus padres tan enojados, al punto de subir a toda la familia en el primer vuelo de regreso a Corea. Sin embargo, y para sorpresa del muchacho, sus padres repentinamente habían suavizado su trato hacia él, consintiendo su acercamiento con un viejo amor platónico de su infancia. Quizás el error no estaba en la clase de persona que le gustara, sino en quién había puesto sus ojos.

-no, así no, así, aplica esta fórmula acá y obtendrás el resultado – Junjin oyó una voz familiar a lo lejos, sonriendo sinceramente con entusiasmo, por primera vez en el día.

-ah, ya lo vi! Woah! Eres muy bueno en matemáticas! – la otra voz que reconoció Junjin, detuvo sus pasos cuando sus pies se encontraban a tan unos pocos metros de distancia.

Pero ya era muy tarde para dar la vuelta y esconder su existencia del par de ojos que se encontraban observándolo.

-Jun… Choongjae! – Andy se olvidó de los libros que llevaba sobre su regazo, dejándolos caer al piso, cuando por instinto, sus piernas se levantaron en entusiasmo, preparadas para llevarlo de regreso al muchacho que le había robado el corazón en aquellos días en Paris.

Pero solo unos cuantos pasos de Andy bastaron, para que el confundido muchacho huyera, exactamente como el día anterior.

-por qué… - susurró Andy para si mismo, haciendo su mejor esfuerzo en controlar sus sollozos.

 

 

Era casi las seis de la tarde y sabía que sería reprendido en casa por llegar tarde otra vez. Su madre ya le había llamado la atención por quedarse hasta altas horas en la biblioteca de la escuela, ignorando los peligros de la noche.

Tenía solo catorce años, cuando un grupo de malos muchachos lo había asaltado de camino a casa, llevándose sus pertenencias y el poco dinero que le habían dado sus padres. Desde ese día, y debido además al gran susto que se llevó su madre al verlo llegar a casa con el uniforme razgado y el rostro ensangrentado, Dongwan tenía prohibido regresar de noche.

Pero ese día el tiempo había pasado tan rápido, mientras se entretenía en su nuevo hobby, devorando todos lo libros de viajes en la biblioteca de su escuela. Aún si aceleraba sus pasos, sabía que recibiría una fuerte reprimenda apenas llegara a casa.

-por aquí! Busquen por aquí! – las fuertes voces asustaron a Dongwan, llenando además su curiosidad, paseando sus ojos por todo su alrededor, tratando de encontrar lo que sea que aquellas voces estaban buscando.

-ah!... ah! – los suaves quejidos captaron más su atención, llevando sus pasos hacia un solitario callejón.

-aquí no hay nada! Vamos por el otro lado! – las fuertes voces parecían cambiar de dirección, sonando más lejanas.

Lentamente, Dongwan fue llevado por su curiosidad hasta el enorme contenedor de basura ubicado en el solitario callejón. Los quejidos de dolor se hacían más claros ahora, revelando un par de zapatos de vestir de color negro, escondidos detrás de una plancha de cartón.

Dongwan no supo que lo llevó a dar su siguiente paso, y tampoco se podía imaginar que ese sería el inicio de una vida donde tendría que aprender a huir.

-qué haces mocoso! Lárgate! – exclamó eufórico el lastimado hombre oculto detrás del cartón, girando su cabeza en diferentes direcciones, asgurándose que ninguno de los hombres que lo buscaban, estuviese cerca.

Dongwan quedó sorprendido por el lamentable estado en el que se encontraba aquel hombre. Su rostro sangraba por todos lados, el evidente costoso traje que llevaba puesto, se encontraba razgado en una mezcla de sangre, tierra y sudor, su brazo derecho sosteniendo el brazo izquierdo, que de seguro se encontraba severamente lastimado.

-e-está bien… lo llevaré al hospital! – el instinto del chico fue automático, no por nada era voluntario en la enfermería de su escuela.

-lárgate! Crees que quiero ir al hospital en estas condiciones! – el herido hombre seguía elevando su voz, arrepintiéndose segundos después, cuando el eco de fuertes voces comenzaron a sonar más cerca.

Dongwan entendió perfectamente a lo que se refería el hombre, pero aún así su sentido de compasión por el prójimo, no le permitía abandonar al herido en esas condiciones.

-escuché algo por acá!! – fuertes voces y grandes y acelerados pasos se oyeron más cerca, haciendo entrar en pánico al herido.

Los nervios de Dongwan fueron aplacados por su sentido de justicia, tomando de regreso la plancha de cartón, cubriendo al herido, asegurándose que ninguna parte de su cuepo fuera vista.

-hey chico! Haz visto a un bastardo por aquí? – interrogó uno de los maleantes, lanzando una mirada sospechosa al inocente estudiante.

-v-vi-vi a alguien!... entró por la puerta trasera de ese restaurante… se veía muy mal herido! – respondió Dongwan, tratando de controlar sus nervios.

Los hombres creyeron en el inocente y asustado muchacho, emprendiendo marcha por el lado contrario del callejón.

Un par de minutos después y cuando casi todas las voces y los sonidos de fuertes pasos, habían desaparecido, Dongwan retiró el cartón que escondía al herido.

-venga conmigo, hay un edificio abandonado aquí cerca, necesita que alguien trate sus heridas – el instinto del muchacho seguía diciéndole que debía actuar con justicia.

Esta vez, el hombre se dejó ayudar, sorprendido por la valentía del muchacho y el desinterés por ayudarlo, sin saber la razón por la que había terminado en ese lamentable estado, perseguido por aquellos maleantes.

-cómo te llamas niño – interrogó el hombre, mientras era ayudado por el chico hasta el interior del abandonado edificio.

-Kim Dongwan… - respondió el chico, sacando el botiquín de primeros auxilios que siempre llevaba en su mochila, comenzando a atender las heridas del hombre.

-Han Jae Ryul… - se presentó el hombre sin que el muchacho hiciera una sola pregunta.

 

 

 

 

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Thank you!
Shinbella
No quiero romper mi palabra de no dejar inconclusas mis historias, pero a veces siento que ha pasado tanto tiempo que ya nadie debe de leerlas.

Comments

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missstery #1
Chapter 21: Aunque tarde pero aquí sigo. Yo también pienso que muchas personas ya no leen estas historias, pero me alegra saber que aun mantienes tu palabra de continuarlas. Y mientras pueda aunque me tarde un poco en venir, seguiré leyendo, pues tus historias me gustan mucho y me ayudan a relajarme y olvidarme un poco de mis problemas. Por eso te agradezco que te tomes tiempo para seguirlas. Y sin importar cuanto tiempo pase espero por las actualizaciones. Porque como paso en este capítulo, la historia cada vez se pone más interesante. Un saludo y nuevamente gracias por volver. Cuídate mucho.
missstery #2
Chapter 21: Yo, todavía con vida y leyendo . Debo decir que me sorprendió la notificación, pues no sabía si seguirían escribiendo las historias. Pero gracias por no abandonarlas, y por la actualización. Mientras pueda seguiré leyendo.
missstery #3
Chapter 20: Muchas cosas pasaron en ese capitulo, hay mas en el pasado de algunos de lo que creía, y esto lo hace más interesante. Creo que la verdadera carrera empieza ahora, espero y no pase nada malo, pero me temo que algo así está por venir ahora que su ex esposo ya sabe donde está Dongwan. Me alegra ver una actualización tuya, pues además de que me gustan mucho tus historias, se que te encuentras bien, espero que tu familia también. Gracias por la actualización y sin importar cuanto tiempo pase, así como tu no los vas a dejar espero no dejarlos tampoco hasta el final. Cuídate mucho y saludos
Yessi10q1 #4
Chapter 20: Whiiiiiiii el capítulo estuvo intenso , muchos emociones juntas , los secretos del pasado vuelven.
Me sentí triste por Andy , la forma en que JunJin se comporta con el TT
Gracias por no olvidar está historia y seguir escribiendo :) me gustó mucho el capítulo
missstery #5
Chapter 19: Pobre Dongwan, ojalá y nada de lo que soñó se vuelva realidad, aunque con esa mujer no se que esperar, creo que les va a hacer mucho daño, pero espero que todo salga bien al final para ellos. Que bueno que se arreglaron Eric y Hyesung, ahora que llegó Andy será más interesante pues ya se volvió cuadrado amoroso, gracias por la actualización y así pasen otros mil años, seguré esperando por tus actualizaciones. Saludos
missstery #6
Chapter 18: Pobre Hyesung, el que quería evitar que Eric se enojara y creo que termino peor el asunto, todo por culpa de Amy y sus malos consejos para Junjin, pobre de él también que le cree todo a su tía. Ahora si creo que va a haber más problemas y no solo con la familia de Minwoo, sino con el ex de Dongwan. Esto cada vez está mejor, valió la pena esperar esos mil años aunque se fueron tan rápido que parecía menos de uno. Gracias por la actualización.
turyka #7
Chapter 18: No puedo creer que ha pasado 6 meses.(°o°)
Aish, Jinnie en verdad es un antipático niño mimado, y la mala influencia de su tia lo va a poner peor.
Pobre Sungie demasiada presión para su edad, espero q sólo sea stress. Eric debería bajarle a sus celos debería comprender un poco más su situación.
En qué habrán quedado la bruja de Amy y el ex de Wannie. Veo venir problemas más profundos ..
Espero q actualices pronto me encantan tus historias. (*˘︶˘*).。.:*♡
Vien1103
#8
universe have google translator. And coz of that.. indeed i feel very thankfull.
I can read your story with the help of it. Hanahahaa..
I'll wait for your update.
turyka #9
Chapter 17: No me digas que Amy es la verdadera madre de Sungie..(。ŏ﹏ŏ)
Espero que la abuela no haga un escándalo con las nuevas noticias.
Gracias x seguir escribiendo.
missstery #10
Chapter 17: Gracias por el nuevo capitulo, estuvo muy bueno y me parece que se acercan problemas mas grandes, esperare pacientemente un nuevo capitulo. Si fui capaz de esperar 84 años, puedo esperar otro poco. Aunque yo sentí que solo fueron 80. No ya en serio Gracias por retomar a tus bebés pues a mi me gusta verlos crecer pues todos son muy interesantes y son capaces de mover todos mis sentimientos. Sigue adelante.