Llegaste Tú

Correr Para Vivir

Eran tan sólo las seis de la mañana, y el joven padre salía del hospital, luego que el pediatra autorizó el descargo de HyeSung. Dongwan se sentía aliviado que el malestar del niño haya sido curado casi completamente. A partir de ahora, el joven padre tendría más cuidado con lo que comiera su pequeño hijo. Los doctores habían diagnosticado una infección severa, debido a algo que el niño comió  durante el almuerzo.

-appa… hace frío… - gimió HyeSung con voz somnolienta, en brazos de su padre

Dongwan aseguró el abrigo que cubría al niño, envolviéndolo por completo. Luego de firmar los últimos documentos que aseguraban la salida de HyeSung, y comprar las medicinas para los siguientes días; el joven padre salió finalmente del hospital.

-taxi? – oyó Dongwan la voz que resonó a sus espaldas

El taxista de la noche anterior, se encontraba de pie, apoyándose en su auto, sonriendo amablemente en dirección del joven padre.

-pensé que te habías ido – respondió Dongwan

-me retuvieron por algunas razones – explicó Minwoo, señalando el parche en su frente.

-oh lo siento! Ayer estaba tan preocupado por Sungie, que no me di cuenta que te lastimaste con el impacto – se disculpó Dongwan inmediatamente, sintiéndose mal por haber causado las heridas del joven taxista.

-está bien, estabas en una emergencia después de todo – sonrió Minwoo, señalando al joven padre a que diera unos pasos en su dirección.

-lo siento mucho… deja que pague por las atenciones – habló Dongwan, con clara culpa en su tono de voz

-no te preocupes… los llevaré a casa – cambió Minwoo el tema, abriendo la puerta del copiloto del taxi

Dongwan lo pensó por un par de minutos, para finalmente acceder al ofrecimiento del joven taxista.

Durante el camino, ambos hombres permanecieron silenciosos. HyeSung dormía pacíficamente en el regazo de su padre, acurrucado en el viejo abrigo que Dongwan siempre llevaba consigo.

Luego de un pequeño recorrido, el taxi se detuvo en la puerta del hotel donde se hospedaba Dongwan. Minwoo ofreció su ayuda, llevando las bolsas de medicamentos de HyeSung, mientras el joven padre llevaba a su hijo hasta el ascensor.

-oh eso no! Es su favorito! – susurró Dongwan con tono de alarma, cuando el taxista quiso remover el conejo de felpa que sostenía HyeSung en brazos

-lo siento – se disculpó Minwoo, marcando el número del piso del joven padre.

HyeSung se acomodó entre los brazos de su padre, aferrándose con fuerza a su muñeco.

 

 

-wow! De lujo! – exclamó Minwoo, al ver la habitación donde se hospedaba Dongwan

El joven padre, recostó al niño en la cama, acurrucándolo bajo las mantas al lado de su juguete favorito.

-gracias por tu ayuda – se dirigió Dongwan al taxista.

Minwoo observó a Dongwan con ojos cansados, caminando luego en dirección a la puerta de salida de la habitación.

-vas a conducir así? Luces cansado – interrumpió Dongwan, la partida del taxista

-dormiré algo en el auto – sonrió Minwoo débilmente

-puedes dormir en el sofá… hace mucho frío afuera – habló Dongwan, con las mejillas levemente sonrosadas

Minwoo observó al joven padre con ojos expectantes, accediendo luego a su oferta. Dongwan tomó una almohada y una manta del closet, tendiéndolas sobre el sofá para que el taxista pudiera descansar con comodidad.

-es mi manera de retribuirte tu ayuda anoche – dijo el joven padre con nerviosismo, retirándose luego al lado del niño que dormía en la cama.

Minwoo se recostó sobre el sofá, cayendo inmediatamente dormido apenas su cabeza tocó la almohada.

A pesar de estar recostado en la cama y haber pasado casi toda la noche en vela, Dongwan no podía conciliar el sueño. El joven padre se preguntaba si había hecho lo correcto al invitar a un completo desconocido a descansar en la salita de estar de su habitación. La situación por la que estaba pasando, no le daba el lujo de poner su confianza en cualquiera; sin embargo, Dongwan no podía explicarse, qué era lo que lo hacía confiar en el taxista.

Era algo en sus ojos tal vez. Esa sinceridad que reflejaba ese par de diminutos ojos, que podían ser pequeños en tamaño, pero grandes y profundos, si mirabas bien dentro de ellos. Dongwan no podía entender qué estaba pasando con él. Juró que nunca más pondría su confianza en alguien, luego de la terrible experiencia con su esposo, pero Minwoo emanaba un aura completamente diferente a la de Jae Ryul.

El joven padre elevó la cabeza unos centímetros, observando fijamente al hombre que dormía profundamente en el sofá, y luego colocó la mirada en el niño a su lado, acomodando la manta sobre su pecho.

 

 

-hey… Minwoo, despierta – el joven taxista abrió los ojos perezosamente, encontrándose con la mirada expectante del joven padre.

Dongwan se mantuvo en silencio, dejando que Minwoo se acomodara sobre el sofá, frotándose los ojos débilmente, hasta que estos se acomodaran a las nuevas luces de la mañana.

-necesito ir a comprar algunas cosas en el supermercado para la dieta de HyeSung… puedes quedarte sólo un momento cuidándolo? – consultó Dongwan, conversando con un Minwoo mitad humano, mitad zombie

El taxista no pronunció palabra, sólo asintió con la cabeza y los ojos entre abiertos.

-bien! HyeSung está durmiendo, no creo que te dé muchos problemas, trataré de no demorar – anunció Dongwan, tomando su abrigo y su billetera.

Minwoo permaneció en el sofá, sin reacción, hasta que la puerta de la habitación se cerró.

-espera qué?! A dónde vas?! – llamó Minwoo en vano.

El fuerte tono de voz del taxista, hizo que el niño en la cama se moviera ligeramente entre las sábanas, despertando sus más terribles miedos.

En toda su vida, Minwoo nunca estuvo a solas con ningún niño. Incluidos los niños pequeños.

Minwoo se quedó congelado, aguantando la respiración para no crear ningún tipo de ruido que pudiera despertar al niño que dormía como un ángel en la cama.

Minutos pasaron para que el taxista entendiera que era necesario moverse, si no quería que su cuerpo empezara a entumecerse. Minwoo masajeó sus hombros y sus piernas, aligerando la rigidez creada momentos antes. Mas estas acciones, hicieron que accidentalmente, el taxista golpeara con su codo, la lámpara al lado del sofá, haciéndola caer al piso.

-appa! – llamó HyeSung desde la cama, alarmado por el ruido

El rostro de Minwoo se vio aterrorizado, observando como el niño se levantaba levemente sobre la cama, frotando sus pequeños ojos y girando luego la cabeza, en varias direcciones.

-appa? – llamó HyeSung nuevamente

Minwoo casi sufre un colapso, cuando los ojos inocentes de HyeSung, cayeron en él.

-appa… dónde está? – interrogó HyeSung con temor, aferrándose a su conejo de felpa

El taxista reconoció los movimientos del niño. Sabía que acababa de meterse en un problema mayúsculo.

-t-t-tu appa regresará pronto – se dirigió Minwoo al bebé, dando cortos pasos en dirección de la cama.

-appa dejó a Sungie? – habló HyeSung con ojos brillosos y los labios fruncidos

Minwoo podía ver la señal de alarma que pendía sobre la cabeza del bebé. Era como una bomba de tiempo a punto de explotar.

-sólo salió a comprar, no tarda en regresar – habló Minwoo con una sonrisa incómoda.

-BUAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!! APPAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

La bomba de tiempo explotó.

 

 

-vamos deja de llorar, ya te dije que tu appa ya va regresar – Minwoo paseaba por toda la habitación con el bebé en brazos, meciéndolo de lado a lado sin parar.

-APPAAAAAAAAAAAAAA!! – llamaba HyeSung sin cansancio, dando pequeñas pataditas contra el pecho del desconocido que empezaba a marearlo con tantas vueltas.

Minwoo entró en pánico, colocando de pronto su mirada sobre el muñeco que yacía en la cama.

-mira, mira el conejito – Minwoo tomó el muñeco de la cama, sacudiéndolo contra el rostro del niño que seguía llorando sin cesar.

HyeSung tomó su conejo de felpa en brazos, aferrándose a él, como si su vida dependiera de eso. Pero aún así, el llanto no cesaba.

-ya deja de llorar por favor, me estás volviendo loco! – exclamó Minwoo, devolviendo al niño a la cama

-Appaaaaaaaaaaaa!!... appaaaaaaaaaaa!! – llamaba HyeSung, hundiendo la cabeza contra el estómago de su conejo de felpa

Minwoo sintió sus propias lágrimas en las esquinas de sus ojos. Lágrimas de frustración y desesperación. Ahora recordaba por qué no quería casarse desde un inicio, cuando sus padres le anunciaron su compromiso arreglado, con la hija de uno de sus mejores amigos.

Minwoo no soportaba a los niños. Y maldecía el momento en el que se ofreció a ayudar a Dongwan, a llegar cómodamente a su habitación

Los nervios de Minwoo se quebraron y su desesperación alcanzó su pico más alto, cuando el niño en la cama empezó a hipar, como si estuviera ahogándose en su propio llanto.

-oh no, no, no, no… no hagas eso! – exclamó Minwoo, casi desmayándose de tan sólo imaginar que el niño podría sufrir un colapso de tanto llanto.

-mira, mira al tío Minwoo como baila! – sin darse tiempo para pensar, Minwoo empezó a moverse por toda la habitación, realizando pasos de break dance.

HyeSung encontró demasiado intrigante, lo que sea que estaba haciendo el desconocido, parándose en diferentes posiciones sobre el piso de la habitación.

Pronto el llanto del niño se vio apagado, colocando toda su atención, en los raros movimientos del taxista.

Minwoo agradeció aquellas clases de baile que tomó, a espaldas de sus padres.

“y mis padres decían que el baile no me serviría de nada”

Se dijo Minwoo mentalmente, observando la concentrada mirada del niño en la cama.

HyeSung se aferraba aún a su conejo de felpa, observando atentamente cada movimiento del taxista. Y no tardó mucho para que el niño tomara su muñeco y empezara a moverlo en diferentes direcciones, queriendo copiar los movimientos de Minwoo.

-abajo! – regañó HyeSung a su muñeco, al ver que éste no era tan flexible como el taxista.

-no, no, así no… mira – Minwoo se acercó a la cama, tomando el muñeco de manos del niño.

El taxista tomó el conejo de felpa, girándolo repetidas veces a manera que parecía que el muñeco estaba bailando.

-otra vez! Otra vez! – rió HyeSung tiernamente.

Minwoo observó al niño, derritiéndose ante la mirada inocente y la sonrisa adorable de éste.

 

 

Cuando salió del hotel esa mañana, Dongwan no esperaba que la fila en el supermercado sería tan larga. El joven padre tuvo que esperar casi una hora en la fila, para poder comprar los alimentos que el pediatra había señalado, en la dieta por una semana, de su pequeño hijo.

Una semana en la que Dongwan debería permanecer en esa ciudad, hasta estar seguro que la salud de HyeSung, esté en óptimas condiciones.

El joven padre tuvo que apurar el paso, una vez fuera del centro comercial, pues sabía que si HyeSung despertaba y no lo encontraba a su lado, Minwoo no se llevaría una bonita experiencia.

Con pasos largos y casi corriendo por los pasillos, Dongwan alcanzó la puerta de su habitación, sorprendiéndose al escuchar risas, dentro.

-otra vez! Otra vez! – pedía HyeSung incesantemente, dando pequeños saltos sobre la cama

-está bien, pero será la última, el Sr. Conejo tiene que descansar – accedió el taxista, girando nuevamente el conejo en el aire, imitando un perfecto movimiento aéreo de break dance.

HyeSung cayó sobre la cama, riendo sin parar, divertido por las piruetas que el taxista hacía, con su muñeco favorito.

Dongwan tuvo que pestañear varias veces, hasta convencerse que lo que estaba viendo era real. Su pequeño hijo estaba riendo abiertamente, con un completo extraño.

Y HyeSung no era un niño de abrirse con los extraños.

-Sungie? – llamó Dongwan débilmente, acercándose a la cama

-appa! – saltó HyeSung contra el pecho de su padre.

Dongwan abrazó a su hijo como si no lo hubiera visto en años. Minwoo observó la escena, dejando salir una dulce sonrisa de sus labios.

Un sentimiento extraño, invadió el pecho del taxista.

-lo siento, demoré más de lo que debía – se disculpó Dongwan con Minwoo

-está bien, estábamos divirtiéndonos – respondió el taxista, acariciando el cabello del niño que Dongwan aún sostenía en brazos

-appa, el tío Minwoo puede quedarse a jugar? – alzó HyeSung su pequeña cabeza, observando a su padre con ojos suplicantes.

Los dos hombres en la habitación se sorprendieron por la repentina petición del niño.

-el tío Minwoo? – repitió Dongwan

-dile que se quede… que haga bailar al Sr. Conejo – habló HyeSung con voz suplicante y adorable

El taxista sonrió, tomando al niño de brazos de su padre.

-está bien amiguito, puedo volver más tarde – habló Minwoo al niño, sentándolo en su regazo.

Dongwan aún trataba de convencerse que el niño que sostenía el taxista en brazos, era su hijo. Nunca antes HyeSung había mostrado ese apego a alguien que acababa de conocer. Sin contar que el niño odiaba a los extraños.

-no, tío Minwoo no te vayas – se aferró HyeSung al pecho del taxista, sujetando su camisa con sus pequeñas manos

-Sungie, cariño, el tío Minwoo volverá después para jugar contigo – intervino Dongwan, tomando al niño de regreso a sus brazos

HyeSung miró a su padre con ojos cristalizados.

Dongwan no tuvo más opción que rendirse.

-te quedas a comer? – ofreció el joven padre al taxista.

 

 

Los días pasaron y el joven padre tuvo que forzarse a rentar un pequeño departamento en la ciudad, para cuidar mejor de su hijo, mientras éste terminaba su tratamiento en el hospital. A Dongwan le asustaba quedarse tanto tiempo en un mismo lugar, pero ya que la salud de HyeSung estaba primera, no tenía más opción.

Minwoo visitaba todos los días a Dongwan, siendo de gran alivio para él, ya que no sólo le permitía dejar a HyeSung bajo el cuidado de alguien de confianza, mientras él iba por algunas cosas al supermercado o hacer alguna otra diligencia en el hospital; sino también, la compañía de Minwoo era relajante para el joven padre, que se sentía aliviado de hablar con alguien a diario y olvidar por un momento, la situación por la que atravesaba.

Minwoo no había hecho muchas preguntas a Dongwan sobre su pasado, así como éste también había evitado mencionar el tema del por qué de su estadía en ese país. Ambos hombres eran un misterio para el otro, pero era un misterio cómodo, que los atraía en cierta forma.

Para Dongwan, Minwoo era un respiro mientras permanecieran él y su hijo, en la ciudad; para Minwoo, Dongwan era como una aparición mágica, que llegó en el preciso momento que su vida comenzaba a asfixiarlo.

Y para ambos hombres, HyeSung, era ese rayito de luz, que iluminaba sus sombrías vidas.

-tío Minwoooooo!!! – corrió HyeSung a brazos del taxista, apenas lo vio asomarse por la puerta del departamento.

-hey campeón! – Minwoo tomó al niño en brazos, dirigiéndose a la cocina, donde se encontraba Dongwan preparando la cena para el niño

-te fue bien hoy, eh? – sonrió Dongwan, dando la bienvenida el taxista

-uno de esos extraños días – respondió Minwoo, colocando a HyeSung en una silla

-la cena casi está lista, siéntate – ofreció Dongwan, continuando sus labores en la cocina

-tío Minwoo, juega conmigo – antes que pudiera dar un paso, Minwoo sintió el pequeño tirón de uno de los extremos de su abrigo, encontrándose con los dulces ojos del niño que lo observaba con mirada expectante.

-Sungie, ya vamos a cenar – se dirigió Dongwan a su hijo

-pero el Sr. Conejo quiere jugar… - HyeSung hizo un puchero, abrazando su conejo de felpa

Minwoo tomó al niño en brazos, sentándose en una de las sillas del comedor, esperando por Dongwan mientras jugaba con HyeSung en la mesa.

Dongwan dio una vista a las dos personas en la comedor, soltando una dulce sonrisa, al ver a su hijo jugar tan alegremente con el taxista.

 

 

Al día siguiente, Dongwan llevó a HyeSung a su último control en el hospital. El joven padre estaba contento, ya que al fin podría abandonar la ciudad y quizás, tomar el vuelo de regreso a Seúl. Aunque por dentro, Dongwan sentía cierta tristeza, por tener que dejar la ciudad, y al taxista que se había convertido en un gran amigo.

-appa… hace frío – susurró HyeSung a oídos de su padre.

-ya cariño, ya llegamos a casa – respondió Dongwan, asegurando el abrigo que cubría a su hijo.

El hospital quedaba cerca de donde Dongwan se hospedaba, por lo que el joven padre, decidió hacer el camino de regreso a pie. La noche estaba cayendo, y Dongwan decidió apresurar el paso.

Mas sus pasos se detuvieron, cuando a lo lejos, Dongwan notó la puerta de su departamento abierta y las luces encendidas.

El corazón de Dongwan se aceleró frenéticamente.

Sujetando con más fuerza de la necesaria, al niño que llevaba en brazos, Dongwan dio unos pasos adelante, con cuidado de no hacer ningún ruido.

-no hay nada – oyó Dongwan la voz que salía desde dentro del departamento.

“Dios Mío”- Exclamó  Dongwan mentalmente, retrocediendo sus pasos con lentitud.

-vámonos de aquí… - un hombre de traje negro, se dejó ver por el marco de la puerta, haciendo que el corazón de Dongwan se acelerara con más fuerza.

-aquí está! – avisó el hombre, a los demás que aún permanecían dentro del departamento.

Dongwan echó a correr, apenas reconoció el rostro del hombre de negro.

-Kim Dongwan! Deténgase! – llamaban los hombres, corriendo detrás de Dongwan

-appa… - habló HyeSung, asustado por la persecución

-no te preocupes cariño – respondió Dongwan, cubriendo la cabeza del niño con su abrigo.

Los hombres de negro siguieron a Dongwan hasta salir del edificio, acorralando al joven padre, cuando éste se encontró con otros dos que esperaban en un auto, que Dongwan no había reconocido, antes de ingresar al edificio.

-ya basta muchacho, ven con nosotros – habló uno de los hombres, extendiendo una mano en dirección de Dongwan

-no!... no regresaré a ese lugar! – exclamó Dongwan, golpeando la mano ofrecida

-sabes que el Sr. Jae no te necesita… entréganos al niño y te dejaremos ir a salvo – volvió a hablar el hombre

Dongwan sujetó al niño con todas sus fuerzas, temiendo lo peor.

-entréganos al niño! – el hombre de traje negro se acercó a Dongwan con violencia, tratando de tomar a HyeSung de sus brazos.

-no! HyeSung es mi hijo! – exclamó Dongwan, sujetando a HyeSung como si su vida dependiera de eso

Los hombres alrededor, sujetaron a Dongwan por los brazos, logrando que el hombre de traje negro, arrancara al niño de su lado.

-HyeSung!! – llamó Dongwan, luchando por liberarse de los hombres que lo retenían

-Appa!! Appa!! – lloraba HyeSung, viendo a su padre pelear con los dos hombres

-vámonos – ordenó el hombre de traje negro, dirigiéndose al auto de color gris

-NOOO!! HYESUUUUUUNGG!! – llamó Dongwan, cayendo al piso cuando los dos hombres lograron debilitarlo a golpes

-APPAAAAAA!! – lloraba HyeSung, dando pequeñas patadas y golpes, contra el hombre que lo llevaba en brazos

 

 

Dongwan sintió que el alma se le iba, cuando vio al hombre de traje negro, abrir la puerta del auto, listo para llevarse a HyeSung para siempre. Mas las intenciones del hombre de traje negro se vieron interrumpidas, cuando un auto de color amarillo, golpeó fuertemente con el auto de color gris, obligando a los demás hombres a echarse al piso, evitando el fuerte impacto.

-Dongwan! – llamó Minwoo desde el auto, despertando las esperanzas del joven padre.

Dongwan aprovechó el momento de distracción, para correr con rapidez, tomando a HyeSung de regreso en sus brazos.

-appa el Sr. Conejo! El Sr. Conejo! – exclamó HyeSung, mientras su padre corría velozmente en dirección del auto de color amarillo

-traigan al niño! – ordenó el hombre de traje negro

Dongwan aumentó la velocidad en sus piernas, no importándole nada más, que alcanzar el auto de Minwoo y huir con su hijo a salvo.

-el Sr. conejo! El Sr. Conejo! – llamaba HyeSung a viva voz, observando su conejo de felpa, yaciendo en medio del asfalto

-ahora no cariño! – habló Dongwan, ingresando casi de un salto al auto de Minwoo.

-agáchense!! – ordenó Minwoo, cuando observó por el espejo retrovisor, a los tres hombres que perseguían a Dongwan, apuntando sus pistolas en su dirección.

Dongwan cubrió a HyeSung con su cuerpo, echándose sobre el asiento trasero del auto.

Minwoo aceleró lo más que pudo, manejando el auto de manera temeraria, esquivando los disparos que empezaron a llover en su dirección.

-el Sr. Conejo!! – seguía llamando HyeSung, llorando con más fuerza.

-cariño lo siento, no podemos regresar – respondió Dongwan, aferrándose a su pequeño hijo

-el Sr. Conejo! Appa! El Sr. Conejo! – lloraba HyeSung desgarradoramente.

Veinte minutos pasaron, y finalmente Minwoo podía asegurar que los hombres de negro, ya no los seguían.

-qué rayos fue eso?! – exclamó Minwoo, alterado aún por la persecución

 

 

-appa!! El Sr. Conejo! – seguía llorando HyeSung, apoyado en el regazo de su padre.

-cariño, lo lamento… si regresamos… esos hombres trataran de llevarte nuevamente – respondió Dongwan a su hijo, partiéndosele el corazón, cuando el niño lloró con más fuerza, llenando cada espacio del taxi con su desgarradora voz.

-lo siento Sungie… lo siento… - Dongwan besaba el cabello de su hijo, tratando de consolar su dolor, por la pérdida de su juguete favorito.

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Thank you!
Shinbella
No quiero romper mi palabra de no dejar inconclusas mis historias, pero a veces siento que ha pasado tanto tiempo que ya nadie debe de leerlas.

Comments

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missstery #1
Chapter 21: Aunque tarde pero aquí sigo. Yo también pienso que muchas personas ya no leen estas historias, pero me alegra saber que aun mantienes tu palabra de continuarlas. Y mientras pueda aunque me tarde un poco en venir, seguiré leyendo, pues tus historias me gustan mucho y me ayudan a relajarme y olvidarme un poco de mis problemas. Por eso te agradezco que te tomes tiempo para seguirlas. Y sin importar cuanto tiempo pase espero por las actualizaciones. Porque como paso en este capítulo, la historia cada vez se pone más interesante. Un saludo y nuevamente gracias por volver. Cuídate mucho.
missstery #2
Chapter 21: Yo, todavía con vida y leyendo . Debo decir que me sorprendió la notificación, pues no sabía si seguirían escribiendo las historias. Pero gracias por no abandonarlas, y por la actualización. Mientras pueda seguiré leyendo.
missstery #3
Chapter 20: Muchas cosas pasaron en ese capitulo, hay mas en el pasado de algunos de lo que creía, y esto lo hace más interesante. Creo que la verdadera carrera empieza ahora, espero y no pase nada malo, pero me temo que algo así está por venir ahora que su ex esposo ya sabe donde está Dongwan. Me alegra ver una actualización tuya, pues además de que me gustan mucho tus historias, se que te encuentras bien, espero que tu familia también. Gracias por la actualización y sin importar cuanto tiempo pase, así como tu no los vas a dejar espero no dejarlos tampoco hasta el final. Cuídate mucho y saludos
Yessi10q1 #4
Chapter 20: Whiiiiiiii el capítulo estuvo intenso , muchos emociones juntas , los secretos del pasado vuelven.
Me sentí triste por Andy , la forma en que JunJin se comporta con el TT
Gracias por no olvidar está historia y seguir escribiendo :) me gustó mucho el capítulo
missstery #5
Chapter 19: Pobre Dongwan, ojalá y nada de lo que soñó se vuelva realidad, aunque con esa mujer no se que esperar, creo que les va a hacer mucho daño, pero espero que todo salga bien al final para ellos. Que bueno que se arreglaron Eric y Hyesung, ahora que llegó Andy será más interesante pues ya se volvió cuadrado amoroso, gracias por la actualización y así pasen otros mil años, seguré esperando por tus actualizaciones. Saludos
missstery #6
Chapter 18: Pobre Hyesung, el que quería evitar que Eric se enojara y creo que termino peor el asunto, todo por culpa de Amy y sus malos consejos para Junjin, pobre de él también que le cree todo a su tía. Ahora si creo que va a haber más problemas y no solo con la familia de Minwoo, sino con el ex de Dongwan. Esto cada vez está mejor, valió la pena esperar esos mil años aunque se fueron tan rápido que parecía menos de uno. Gracias por la actualización.
turyka #7
Chapter 18: No puedo creer que ha pasado 6 meses.(°o°)
Aish, Jinnie en verdad es un antipático niño mimado, y la mala influencia de su tia lo va a poner peor.
Pobre Sungie demasiada presión para su edad, espero q sólo sea stress. Eric debería bajarle a sus celos debería comprender un poco más su situación.
En qué habrán quedado la bruja de Amy y el ex de Wannie. Veo venir problemas más profundos ..
Espero q actualices pronto me encantan tus historias. (*˘︶˘*).。.:*♡
Vien1103
#8
universe have google translator. And coz of that.. indeed i feel very thankfull.
I can read your story with the help of it. Hanahahaa..
I'll wait for your update.
turyka #9
Chapter 17: No me digas que Amy es la verdadera madre de Sungie..(。ŏ﹏ŏ)
Espero que la abuela no haga un escándalo con las nuevas noticias.
Gracias x seguir escribiendo.
missstery #10
Chapter 17: Gracias por el nuevo capitulo, estuvo muy bueno y me parece que se acercan problemas mas grandes, esperare pacientemente un nuevo capitulo. Si fui capaz de esperar 84 años, puedo esperar otro poco. Aunque yo sentí que solo fueron 80. No ya en serio Gracias por retomar a tus bebés pues a mi me gusta verlos crecer pues todos son muy interesantes y son capaces de mover todos mis sentimientos. Sigue adelante.