A/N: Lamento la demora, aquí un nuevo capítulo. Gracias por seguir leyendo este fic!! Que tengan un genial inicio de Año!!

Observó por última vez su reflejo en el espejo, asegurándose que su cabello esté correctamente peinado, sin una sola hebra movida del lugar en el que debería estar; el cuello de la camisa perfectamente doblado y sin arrugas, el rostro impecable y sin rastros de ojeras o signos que lo delaten de la noche en vela que había pasado, esperando ansiosamente por este día.

Su primera cita. O mejor dicho, su segundo intento de primera cita, ya que en el primer intento, la intervención de sus padres no fue de gran ayuda para su éxito total.

Resopló un par de veces, dándose valor para alejarse del espejo y encaminarse en dirección de la planta baja de la residencia, donde seguramente ya lo estaría esperando su novio.

Novio. Tan sólo pensar en su mejor amigo de infancia de esa manera, hacia que el rubor tiñera adorablemente sus mejillas, haciéndolo soltar una risita inocente, propia de un adolescente de 15 años a inicios de su primera ilusión amorosa.

-hijo, estás bien? – llamó una voz preocupada a su puerta, borrando la sonrisa en su rostro, cambiándola por un puchero.

-ya termino appa – respondió con voz irritada, al cuarto llamado de su padre en la puerta.

-llevas más de una hora encerrado en tu habitación… estás seguro que no pasa nada?... – insistió Dongwan, moviendo la perilla de la puerta, dándose cuenta que se encontraba cerrada por dentro.

-ya voy! – volvió a responder irritado, revisando una vez más su apariencia frente al espejo.

Era acaso un crimen que quisiera lucir perfecto para su primera cita?. Por qué sus appas seguían llamando una y otra vez a su puerta, preguntando si algo le ocurría?.

Finalmente el ruido en la puerta cesó, indicándole al muchacho dentro de la habitación, que su molesto y sobre protector appa, se había dado por vencido.

-HyeSungie, estás bien? – esta vez fue la voz de su novio, la que desvió su atención de su reflejo en el espejo.

-no me pasa nada! Ya salgo! – respondió con fastidio, dando largos pasos en dirección de la cama, tomando la chaqueta que su Minu appa le había comprado exclusivamente para ese día.

Abrió la puerta en un movimiento rápido y furioso, tropezando con el rostro sonriente y apenado de su novio.

-l-lo siento… es sólo que… wow! Te ves muy bien! – elogió Eric sin palabras, observando a su novio con ojos soñadores.

HyeSung sonrió, complacido por la reacción de su novio, bajando el rostro unos centímetros, escondiendo el evidente rubor en sus mejillas. Los minutos invertidos frente al espejo habían valido la pena.

-ehhhhumph! – interrumpió una ronca voz entre los dos muchachos, saliendo de su momento íntimo de adoración.

-no se les hace tarde para el teatro? – se acercó Dongwan hacia los dos muchachos, colocándose al lado de su hijo.

-iremos al cine, appa… - se dirigió HyeSung a su padre.

Dongwan frunció el ceño con expresión no agradable, dirigiendo una fija mirada hacia Eric.

-e-él insistió! – se justificó Eric, escondiendo la mirada de los ojos penetrantes del mayor frente a él.

-ni que fuera la primera vez que voy al cine con Eric – habló HyeSung a su padre, girando el cuerpo para enfrentarlo.

-no me recuerdes esa primera vez en el cine sino quieres que me retracte de haberles dado permiso de salir juntos… - enfrentó Dongwan a su hijo.

-quieres dejar de ser tan sobre protector? - se oyó la aliviante voz del pequeño hombre que se acercaba a grandes pasos en medio del corredor.

Dongwan dirigió una mirada de disgusto a su esposo, mientras los dos menores lograban escabullirse y bajar rápidamente por las escaleras.

-HyeSung no olvides que tienes que estar acá a las 8pm!! - logró vociferar Dongwan, antes que su hijo abandonara por completo la residencia, en compañía de su novio.

El sonido de las tazas de té siendo colocadas sobre la elegante mesita de vidrio en medio de la sala, fue gratamente recibido por las sonrisas complacientes y relajadas de los dos únicos habitantes, además del personal, en la residencia.

La tranquilidad que se sentía en la residencia, era grata y melancólica a la vez, cada vez que el muchacho, hijo de la familia Lee, se encontraba fuera por motivos de escuela u otras actividades de índole social.

-esto está demasiado quieto... - mencionó Dongwan con voz perezosa, manteniendo la cabeza recostada sobre el regazo de su esposo.

-quieres algo de acción? - propuso Minwoo con sonrisa pícara.

-ertido! - sonrió Dongwan, golpeando el brazo de su esposo, que reposaba sobre su cabello, jugando esporádicamente entre sus hebras.

Los dos esposos sonrieron al unísono, degustando luego de las tazas de té, dejadas por la mucama. Era una tarde demasiado tranquila, que en cierto modo, traía algo de intranquilidad a los dos esposos.

-por cierto... no había tenido tiempo de decírtelo... - inició Minwoo una nueva conversación.

Dongwan colocó sus ojos sobre su esposo, esperando por una terrible noticia, a juzgar por la expresión solemne de su rostro.

-mi madre invitó a los Park a la fiesta de noche buena... - informó Minwoo con voz serena, esperando no alarmar demasiado a su esposo.

El intento fue en vano.

-eso sí que no! Olvídalo! Nadie irá a esa cena! - exclamó Dongwan, colocándose de pie abruptamente.

-sabes que esa no es una opción, tenemos que ir de todos modos – continuó Minwoo con el tono de voz tranquila, esperando convencer a su esposo.

-por qué tu madre me hace esto?... crees que quiero ver a esa mujer?... crees que quiero que se acerque a mi hijo!? - insistió Dongwan, empezando a dar un paseo ansioso alrededor de la sala.

-Wannie cálmate, a lo mejor y ni siquiera viene!... no tenemos que hablar con ella – continuó intentando Minwoo, yendo tras de su esposo.

-no me gusta esa mujer... ya tengo suficiente con tener que lidiar con ella en la empresa – murmuró Dongwan entre dientes, permitiendo que su esposo envolviera su cintura entre sus brazos.

Minwoo presionó fuerte contra el cuerpo de su esposo, tratando de darle la tranquilidad y estabilidad que necesitaba.

Dongwan conocía poco de la historia entre Minwoo y su ex prometida, pero lo poco que conocía de esa historia, y lo poco que había logrado conocer de la ex prometida de su esposo, le bastaba para hacer un justo juicio sobre la personalidad nada agradable de ésta.

Dongwan sentía los ojos indiferentes y de desprecio de la ex prometida de su esposo, cada vez que estaba en su presencia o se mencionaba el nombre de su hijo delante de ella. El joven padre, sabía que a pesar de negarlo un par de veces, la ex prometida de su esposo, todavía guardaba sentimientos por éste. Y era esto lo que traía intranquilidad a su corazón.

-te propongo algo... vayamos tarde a la cena y regresemos temprano... HyeSung ni siquiera estará mucho tiempo ahí, ya sabes que se escabullirá a la cocina apenas tenga oportunidad – negoció Minwoo, esperando tranquilizar finalmente al hombre entre sus brazos, cuyo cuerpo aún lucía tenso.

-tu madre no nos dejará ir fácilmente... - masculló Dongwan, dando señales de mejoría.

-solo tenemos que decir que HyeSung no se siente bien, y terminará con la fiesta – intentó Minwoo una vez más, sintiendo como el cuerpo de su esposo se relajaba entre sus brazos, al mismo tiempo que éste soltaba una pequeña risita.

-a veces creo que engríe demasiado a nuestro hijo – mencionó Dongwan, dando a entender a su esposo, que la discusión anterior había sido por completo olvidada.

-mira quien habla... - remarcó Minwoo, ganando un ligero golpe en sus lados, por parte del joven, y nada contento, padre.

Los dos esposos se miraron y sonrieron, finalizando toda discusión con un tierno beso.

-espera aquí, iré a comprar los boletos – ordenó el apuesto muchacho a su acompañante, dejándolo sentado en una banca, mientras él se encaminaba a la boletería del cine.

HyeSung obedeció tranquilamente, entreteniéndose con su teléfono celular, mientras esperaba por su novio.

Era su primera cita y ambos muchachos esperaban que esta vez, las cosas salieran como lo habían planeado en el transcurso de la semana. Le había costado mucho trabajo a Eric, ahorrar para llevar a su novio a un lugar decente y sorprenderlo con cada cosa que tenía preparado para el resto de la tarde. Su primer paso, a insistencia de HyeSung, era ver una película de acción que el menor moría por ver desde su estreno; luego, la joven pareja iría a tomar unos helados y un corto paseo por los escaparates del centro comercial donde se encontraba ubicado el cine; Eric aprovecharía la oportunidad, para comprar el regalo de navidad de HyeSung, engañándolo para que él mismo eligiera lo que deseaba, comprarlo a escondidas y luego entregárselo en medio de la fiesta de noche buena de la familia Lee, como habían acordado días antes.

Todo en ese día, tenía que salir perfecto. Era el segundo intento de primera cita y ambos muchachos esperaban ansiosos por los exitosos resultados.

-ehhmm disculpa, dónde queda la boletería? - interrumpió el paso del modesto Eric, una bella jovencita con mirada inocente y sonrisa coqueta.

-allá – señaló Eric sin interés el lugar a sus espaldas, esperando librarse pronto de la muchacha e ir en búsqueda de su novio.

-oohh vas a ver esa película?... qué casualidad! Qué asiento tienes? - bloqueó su camino una vez más, la muchacha, bajando la vista hasta el par de boletos en manos de Eric, quien los sujetó celosamente, ocultándolos de los ojos de la coqueta muchacha.

-e-estoy acompañado, gracias! Si me disculpas – intentó huir el guapo muchacho, pero fue bloqueado una vez más por la muchacha que empezaba a irritarlo.

-un amigo?... yo también vine con una amiga! Podemos compartir una cita a ciegas! - chilló alegremente la muchacha, llamando la atención de unos cuántos transeúntes.

Eric entró en pánico, esperando por que los chillidos de la extraña, y molesta, muchacha, no hayan llegado a oídos de su novio.

Demasiado tarde.

Los ojo de Eric se abrieron como platos, cuando notó la figura de su novio mirando en su dirección, con una expresión no muy contenta. En seguida, Eric trató con más vehemencia, de hacer a un lado a la muchacha e ir en busca de su enfadado novio.

-no, no estoy con un amigo, vine con mi novio... adiós! - despidió Eric a la muchacha que casi cayó al piso cuando oyó la palabra “novio”.

Para cuando el apuesto muchacho, logró librarse de su acosadora de turno, HyeSung ya se encontraba pasos muy lejos de él, en dirección del baño; a pesar de no ver su rostro, Eric sabía que su novio estaba al borde del llanto y probablemente, muy enojado.

-HyeSungie! HyeSungie! - logró tomar Eric por un brazo a su novio, arrastrándolo hasta un rincón donde nadie podía verlos.

-déjame! Por qué mejor no vas a jugar con tu amiguita! - acusó HyeSung, dejando caer unas lágrimas por su hermoso rostro.

Eric entró en pánico aún más.

-HyeSungie no llores, no fue mi culpa! No hice nada! - explicó el apuesto muchacho, limpiando con sus pulgares, las finas lágrimas que no dejaban de caer por el rostro de su novio.

-yo te vi! - continuó HyeSung, haciendo la mano de su novio a un lado.

-pero no hice nada! Esa chica me abordó de pronto! - insistió Eric, sacando rápidamente un pañuelo del bolsillo de su pantalón, limpiando una vez más las lágrimas de su novio.

HyeSung continuó llorando de manera más calmada, aunque esto sólo traía más intranquilidad a Eric.

-HyeSungie no llores... a mi sólo me gustas tú... no importa cuántas chicas se me acerquen, sólo me gustas tú... - aseguró Eric, envolviendo al frágil HyeSung entre sus brazos

-eso es desagradable... te pareces a mi Minu appa... - se quejó HyeSung, haciendo un adorable puchero con los labios

-y tú te pareces a tu Wannie appa en lo dramático – murmuró Eric en voz baja, pero lamentablemente, sus palabras llegaron a oídos de su hermoso novio.

-oí eso Eric Mun!! - se separó HyeSung de los brazos de su novio, lanzándole una mirada furiosa, pero fallando en su intento por lucir intimidante.

-aawww te ves más lindo cuando te enojas! - exclamó Eric con voz infantil, pinchando ambas mejillas de su adorable novio.

La noche caía y ambos padres en la residencia, empezaban a ponerse ansiosos, esperando la llegada de su hijo. Si HyeSung no regresaba para las 8pm, todos corrían el riesgo de ser descubiertos por la matriarca de la familia Lee; algo que nadie quería por el momento, hasta que el terreno haya sido debidamente preparado.

-el chofer no contesta el teléfono... - ingresó Dongwan a su habitación, lanzando su teléfono celular sobre la cama.

-tranquilo, si no contesta debe ser porque está conduciendo de regreso a casa – trató de tranquilizar Minwoo

Dongwan dio un cansado suspiro, dejándose caer luego de espaldas sobre la cama. Inmediatamente lo vio en posición, Minwoo corrió a abordar a su esposo.

-ya sé que estás cansado con todo esto... por que no tratamos de hacer que te relajes? - sonrió Minwoo, colocando una mano juguetona sobre la hebilla del cinturón de su esposo.

-no es momento para pensar en eso!... HyeSung aún no llega a casa, si tu madre se entera que salió a una cita con Eric, será nuestro fin! - refunfuñó Dongwan, haciendo la mano de su esposo a un lado, levantándose de la cama con prontitud, apenas oyó el sonido del motor de un auto, estacionándose en la entrada principal de la residencia.

Minwoo no tuvo más opción que resignarse, y seguir a su esposo a la planta baja de la mansión.

-te dijimos a las 8pm – regañó Dongwan a su hijo, apenas HyeSung dio un paso dentro de la residencia.

-lo siento appas – se disculpó el menor, corriendo rápidamente escaleras arriba, ignorando los rostros desconcertados de sus appas.

Minwoo y Dongwan, giraron sus rostros en dirección de Eric, interrogando silenciosamente, sobre el comportamiento de su hijo.

-lo siento, no nos dimos cuenta de la hora – se disculpó Eric con rostro apenado, bajando la cabeza en silencio.

-está bien, ve a alistarte para la fiesta, tu madre necesita ayuda – dejó ir Dongwan al muchacho, regresando escaleras arriba, en busca de su hijo.

Le tomó a Hyesung casi una hora, para colocarse el traje en color gris claro que había preparado su abuela para él, para la cena de noche buena; arreglar su cabello y quedar medianamente satisfecho con su apariencia, para luego salir de su habitación a toda velocidad y alcanzar a sus padres, quiénes esperaban por él en la puerta de la residencia.

-vaya! Te arreglaste más rápido que para tu cita con Eric – bromeó Minwoo, ganándose una mirada letal por parte de su esposo, cuando su hijo evidenció el tinte rosa en sus mejillas.

La familia Lee-Kim salió prontamente camino a la mansión principal, cada uno con una expresión poco agradable y más bien resignada. Las cenas de noche buena en la mansión principal de la familia Lee, eran eventos sociales a los que ninguno de la joven familia, gustaba asistir.

Dongwan odiaba las sonrisas falsas de los invitados, amigos y socios de los negocios de los Lee; Minwoo se veía forzado a entablar conversación y sonreír a personas extrañas, sólo por cortesía y no perder el buen trato y contacto de negocios. Y por su parte, HyeSung simplemente se aburría, mezclado entre gente adulta que no sabía hacer mejor cosa que atacar sus mejillas y llenarlo de elogios falsos, sólo por tratarse del nieto y futuro heredero de la fortuna de los Lee.

Esa noche en particular, HyeSung prefería pasar el resto de la noche en compañía de su novio, alejado de toda la pomposidad de una cena que nunca le agradaba.

-estás bien? Tu cara está roja otra vez – colocó Dongwan ambas manos en las mejillas de su hijo, estudiando su rostro con cuidado.

-ehh sí appa! No es nada! - respondió HyeSung avergonzado, huyendo de los ojos de su padre.

-te fue bien en tu cita, eh? - intervino Minwoo con tono pícaro, provocando más ardor en el rostro de su hijo.

-yah! No lo molestes! Y no hagas que empiece a preocuparme!... qué fue lo que hicieron en esa cita? A dónde fueron? Por qué regresaron tarde? - Dongwan trató de mantener la calma y curiosidad, por el bien de la noche, pero no pudiendo con las reacciones de su hijo, e insinuaciones de su esposo; su paciencia cedió.

-no hicimos nada! Sólo fuimos al cine, a tomar unos helados y luego a ver unas tiendas, fue todo! - respondió HyeSung con inocencia.

-yo le creo; lleva a HyeSung a un centro comercial y no lo sacas de ahí en horas! - intervino Minwoo en favor de su hijo.

-YAH!! - exclamaron padre e hijo a la vez.

El salón principal en la mansión de la familia Lee, se encontraba prácticamente atiborrado de gente; rostros conocidos y otros un tanto poco familiares, que de cierto modo, traían más intranquilidad a la joven familia que hacía su arribo, en medio de las miradas curiosas y de admiración de los invitados.

-llegan tarde – recibió a la joven familia, el rostro serio y autoritario, de la matriarca de los Lee.

-ehh... HyeSung no se siente bien! - se apresuró en responder Minwoo, antes que su esposo tuviera oportunidad de hablar.

Inmediatamente, el rostro de la Sra. Lee cambió a uno de preocupación, colocando los ojos en el rostro de su nieto que se veía ampliamente sorprendido por la respuesta de uno de sus padres.

-oh cariño, qué ocurre? Estás tenso... y un poco pálido... estás comiendo bien?... por qué el niño luce así? - interrogó la Sra. Lee, sin dar un respiro a su nieto, mientras seguía sosteniendo su rostro entre sus manos.

Los ojos de HyeSung se colocaron en los rostros de sus padres, pidiendo auxilio a gritos.

-no es nada Señora, un pequeño resfriado, el clima está muy frío y ya sabe como es HyeSung de descuidado – respondió Dongwan, liberando a su hijo de las manos de su suegra.

Internamente, HyeSung y sus mejillas agradecieron la intervención de su padre.

La Sra. Lee dejó ir a la joven familia, bajo la promesa de terminar rápido la fiesta para que su nieto pudiera regresar a casa y descansar.

-por qué le dijeron a la abuela que estoy enfermo?... ahora no me dejará tranquilo en toda la noche! - se quejó HyeSung, una vez que su abuela se retiró en busca de unas amistades.

-si no te hubieras demorado en regresar de tu cita, no habría necesidad de mentir; además, así podremos irnos antes, así que asegúrate de lucir enfermo delante de la abuela y salgamos pronto de aquí – respondió Minwoo, palmeando suavemente el hombro de su hijo.

A HyeSung no le quedó más opción que resignarse y seguir la corriente a sus padres, permaneciendo sentado en un rincón del salón, tratando de pasar desapercibido de todos los invitados y los ojos controladores de su abuela.

Minwoo y Dongwan pasaron los primeros treinta minutos de la cena, saludando a personas que estaban seguros, no habían visto en todo el año. El ambiente era un poco cargado, confuso e incómodo; la pareja contaba los minutos para retirarse de la fiesta. Minwoo incluso había pensado en la excusa perfecta; fingiría que su hijo había empeorado en su condición, y así lograría retirarse con su familia de la pomposa fiesta, pero sus planes se vieron estropeados, cuando su padre tomó asiento al lado de HyeSung.

-aburrido? - interrogó el Sr. Lee a su nieto, notando su expresión de cansancio.

-estoy enfermo – respondió HyeSung, jugando con los bordes de su saco entre sus dedos.

-si no los conociera, diría que es cierto... sólo tu abuela se traga eso – sonrió el Sr. Lee, alarmando al muchacho a su lado.

El rostro de HyeSung se puso más pálido que de costumbre, si su abuela se enteraba de la pequeña mentira de la familia, definitivamente no lo pasarían bien el resto de la semana.

-tranquilo, no le diré nada a tu abuela... a mí tampoco me gustan estas fiestas – continuó sonriendo el Sr. Lee, colocando una mano confortadora en la cabeza de su nieto.

-por qué la abuela nos sigue obligando a venir a estas fiestas? - suspiró HyeSung con aburrimiento.

-lo mismo me he preguntado los últimos 30 años... en fin! Sólo no dejes que la abuela te descubra y ya podrás escabullirte a la cocina! - se colocó de pie el maduro hombre, guiñando un ojo pícaro en dirección del menor.

El rostro de HyeSung quedó en shock, sonrojándose furiosamente.

-no creas que no me he dado cuenta de tus visitas continuas a la cocina y esas miraditas entre tú y Eric... será nuestro secreto – se inclinó el Sr. Lee hacia el oído de su nieto, susurrando las cómplices palabras con un tono divertido.

El corazón agitado del muchacho se controló, luego de oír las palabras de apoyo de su abuelo. Con el Sr. Lee de su parte, sería aún más fácil, dar la noticia a la matriarca de la familia.

Después de más de una hora en el salón principal de la mansión de los Lee, los jóvenes esposos empezaron la cuenta regresiva para hacer su retiro de la fiesta, pero lamentablemente, se vieron abordados por la matriarca de la familia, antes que pudiera dar inicio a su plan.

-Minwoo, Dongwan; quiero presentarles a los Señores Park, ellos estarán trabajando más activamente con la empresa el próximo año – presentó la Sra. Lee a la madura pareja de apariencia agradable.

Por dentro, Dongwan suspiró agradecido que cuando su esposo le informó que la familia Park, asistiría a la cena de noche buena de su madre, realmente se trataría de la familia Park, y no ningún agregado indeseable.

Ambas parejas gozaron de una corta conversación, hasta que la Sra. Lee los abandonó por escasos segundos, para ir en búsqueda de su amado nieto.

-éste es mi nieto, HyeSung – presentó la orgullosa abuela a su nieto.

HyeSung se limitó a saludar con una educada reverencia y breves palabras de cortesía, que dejaron maravillados a los esposos Park.

-pero qué niño tan lindo y guapo! - exclamó la Sra. Park, alistándose para ir en búsqueda de las adorables mejillas del muchacho.

-achu! - fingió HyeSung un estornudo, antes que las manos extrañas pudieran tocar su rostro.

-te sientes bien hijo?... creo que es mejor que regresemos a casa – se apuró en reaccionar Minwoo, aprovechando la auto-defensa de su hijo.

-pero aún no hemos servido el platillo principal... por qué no vas a la cocina y pides a la Sra. Mun que te de un té? - propuso la Sra. Lee a su nieto, no perdiendo el enorme brillo en sus ojos, como reacción a sus palabras.

Minwoo y Dongwan supieron entonces, que habían sido abandonados en la batalla.

-sí abuela! Iré ahora mismo! - no demoró en contestar HyeSung, despidiéndose educadamente con otra reverencia, de los esposos Park.

Los jóvenes padres lamentaron la traición de su hijo, no teniendo más salida que continuar la conversación con la madura pareja, en compañía de la Sra. Lee.

-pero qué niño para más educado! Ojalá nuestro hijo fuera así... si tan solo no fuera tan rebelde! - exclamó la Sra. Park, viendo al muchacho alejarse.

El silencio cayó repentinamente entre los adultos, cuando el Sr. Park lanzó una sonrisa incómoda a sus interlocutores, luego que se hiciera mención a su propio hijo.

-entiendo Sr. Lee, que han estado en conversaciones con mi cuñada – re-inició la conversación el Sr. Park.

-así es, esperamos que a partir de ahora, los tratos sean más directos con usted – respondió Minwoo con una sonrisa, tomando la mano de su esposo, en señal esperanzadora.

-es lo que más me gustaría, pero lamentablemente, no tengo mucha influencia en las decisiones de mi hermano – habló el Sr. Park entre suspiros.

El rostro de Dongwan cayó, viendo que no tenía más salida, que seguir tratando con la ex prometida de su esposo.

Los ojos del joven padre se abrieron como platos repentinamente, el momento que notó la no tan grata presencia, de la ex prometida de su esposo, a unos pasos cerca de su hijo.

Los señores Park quedaron sorprendidos, cuando Dongwan abandonó la conversación repentinamente, corriendo en busca de HyeSung.

-lo siento! - se disculpó HyeSung con la mujer con la que había chocado segundos antes, a mitad de su camino hacia la cocina de la mansión.

-ten más cuid... ah eres tú! – exclamó la mujer, reconociendo el rostro del muchacho frente a sus ojos.

Aunque no habían sido presentados formalmente, las revistas y periódicos de sociedad, habían hecho conocer muy bien a la mujer, el rostro del heredero de la fortuna Lee; y único hijo del matrimonio de su ex prometido.

HyeSung quedó mirando fijamente a la mujer, tratando de entender las expresiones en su rostro, que denotaban sorpresa y un cierto tinte de curiosidad.

-no ibas a la cocina por un té? - intervino la voz de Dongwan, abrazando a su hijo por los hombros de manera protectora.

-no saludas?... qué modales! - sonrió con sarcasmo la mujer, dirigiéndose al joven padre.

-hijo ve a la cocina – ordenó Dongwan a su hijo, ignorando las palabras de la mujer.

-espera un rato... hummm... tu rostro me es familiar... - detuvo Amy al muchacho, estudiando su rostro minuciosamente entre sus manos.

El fastidio e irritación, se hizo más evidente en el rostro del joven padre.

-estoy segura que he visto esos ojos y esos labios antes... - continuó Amy su escrutinio, ante la evidente incomodidad del muchacho en sus manos.

No era la primera vez que Amy veía a HyeSung, pero definitivamente el encuentro frente a frente, traía a ella una familiaridad con el rostro del muchacho, que no había notado antes en las revistas.

-te agradecería que dejes ir a nuestro hijo, HyeSung no se siente bien – intervino la voz firme de Minwoo, retirando al muchacho de manos de su ex prometida.

HyeSung respiró en alivio, retirándose rápidamente hacia la cocina.

-qué mujer tan extraña... - susurró HyeSung para si mismo, mientras abría la puerta de la cocina de la mansión.

-mujer? Qué mujer? Con quién estabas? - interrogó Eric, apenas vio a su novio cruzar la puerta.

-ya tengo suficiente con los interrogatorios de mis appas! - se quejó HyeSung, pasando de largo al lado de su novio, tomando un bocadillo de la mesa en el centro de la cocina.

Eric dejó apaciguar sus evidentes celos, una vez que HyeSung y él salieron a los jardines de la mansión por la puerta trasera de la cocina, listos para intercambiar sus regalos de navidad. HyeSung tuvo que esperar unos minutos, mientras Eric corría a su habitación en búsqueda de su regalo, entreteniéndose con los juegos en su teléfono celular.

-listo!! - regresó Eric corriendo a prisa casi sin aire, sosteniendo una pequeña cajita en sus manos.

HyeSung sonrió al segundo de abrir la cajita, y ver la hermosa esclava de plata que su novio le había comprado. La misma esclava de plata, que horas antes, ambos habían visto en una de las vitrinas de las tiendas del centro comercial donde pasearon como parte de su primera cita.

Le había costado a Eric todos sus ahorros, comprar el regalo de su novio, pero la enorme y hermosa sonrisa de HyeSung en esos instantes, pagaban perfectamente el sacrificio.

-tonto! Por eso me dejaste solo, cuando dijiste que ibas al baño? - sonrió HyeSung, colocándose la esclava en su muñeca izquierda.

Eric asintió con mirada traviesa, admirando el brillo de la esclava en la muñeca de su novio.

Treinta minutos pasaron y la joven pareja se encontraba ahora, sentados en una de las bancas del jardín, admirando la noche clara, abrazados muy de cerca con los ojos fijos en el cielo despejado.

-hace mucho frío, creo que de verdad me resfriaré... – murmuró HyeSung con voz serena, acurrucándose más cerca al cuerpo de su novio, en busca de calor.

-es mejor que regreses, tu abuela empezará a buscarte – habló Eric, tratando de levantarse de la banca.

-todavía está ocupada con sus invitados... - insistió HyeSung, deteniendo a su novio con un adorable puchero.

-tus appas me regañarán si te devuelvo a casa enfermo... - continuó Eric, tratando de negociar con su novio.

-será su culpa de todos modos, por darnos permiso para vernos esta noche – argumentó HyeSung a su favor.

Eric se rindió, volviendo a abrazar a su novio, no sin antes, retirarse la gorra de lana en su cabeza, regalo de su novio, y colacársela a éste mismo.

-qué haces? - interrogó HyeSung sorprendido, al sentir la prenda cubrir su cabello

-asegurándome que no te resfríes – sonrió Eric, pinchando traviesamente la pequeña nariz de su novio.

Los muchachos sonrieron, acurrucándose cerca nuevamente, mientras volvían a conectar sus miradas con el despejado cielo. Ajenos al par de ojos en shock, que los observaba a lo lejos, ocultos detrás de una de las columnas de la mansión.

El par de ojos que había seguido al bello muchacho, una vez que notó su prolongada ausencia del salón principal donde se llevaba a cabo la fiesta de noche buena de la familia Lee. El par de ojos que fruncía el ceño ahora, dándose cuenta que había sido cruelmente engañada por todos los hombres de la familia.

-por cierto... el abuelo también lo sabe, y está de nuestra parte! - exclamó HyeSung entre risitas, inclinándose a dejar un rápido beso en labios de su novio, aprovechando el momento de shock de éste.

Los ojos que observaban celosamente a la pareja, se cerraron fuertemente perdiéndose el momento romántico de los dos muchachos, haciendo nacer de pronto la indignación dentro de ella.

-el hijo de la cocinera?... eso si que no!... con quien sea menos con ese muchacho!... mi nieto no! - exclamó entre dientes la Sra. Lee, disponiéndose a regresar al salón de la fiesta.