Rivalidades

Correr Para Vivir

A/N: Después de mil lunas!! Gracias por su paciencia!

 

Las luces de la mañana ingresaban por la enorme ventana de la sala, alumbrando el ambiente sereno y tranquilo. Era muy temprano aún para que las voces de los dos únicos muchachos en la mansión invadieran el ambiente con sus recientes, no muy gratos, intercambios de palabras. Los últimos días en la mansión Lee habían sido cambiados por argumentos infantiles y peleas cortas, dejando de lado las sonrisas alegres de los dos muchachos que ahora se veían distantes.

-por qué tan solo? - ingresó la voz a la sala de la residencia, fijando su mirada en el hombre sentado en el sofá revisando sin interés las páginas del periódico en sus manos.

-estoy esperando a los chicos – respondió Dongwan a su esposo sin cambiar la dirección de su mirada.

-vas a hablar con la directora sobre Eric? - tomó asiento Minwoo al lado de su esposo, quitando el periódico de sus manos en un suave movimiento.

-ya es una semana y Eric no se ve bien, el entrenamiento y horas extras de clase lo están agotando demasiado – explicó Dongwan al hombre a su lado, inclinándose ahora sobre la mesita al centro de la sala, tomando la taza de té caliente que yacía sobre ella.

-estás seguro que haces esto por Eric y no por HyeSung? - los ojos de Minwoo desaparecieron en dos finas líneas, lanzando directamente sus sospechas contra su esposo.

-no sé de qué hablas – respondió Dongwan, sorbiendo su taza de té de manera incómoda, tratando de evitar la mirada cuestionadora del hombre a su lado.

Minwoo entonces lo supo. Las horas libres que Dongwan había decidido tomarse en la compañía de su familia ese día, para ir a la escuela de su hijo y presentar sus quejas por el exceso de trabajo que había caído repentinamente sobre Eric, no se trataba precisamente por el muchacho involucrado en sí, sino por una petición casi al borde de las lágrimas de su menor hijo, HyeSung.

Los últimos días, la distancia entre HyeSung y Eric se había hecho más amplia, gracias a la intervención del nuevo y obligado amigo del primero, Junjin, quien no había parado de visitar la mansión de la familia Lee, cada día desde que la abuela de HyeSung los había presentado. Al inicio HyeSung trató de ser amable con el muchacho, pero conforme pasaban los días, su presencia se había vuelto más y más molesta, provocando los celos evidentes de Eric y varias discusiones en la joven pareja.

A pesar de haberlo visto solo un par de veces, Eric estaba seguro que Park Junjin tenía un interés claro en su novio. HyeSung por su lado trataba de minimizar las cosas, argumentando que Junjin era nuevo en la ciudad y probablemente necesitaba un amigo nuevo para acostumbrarse a los cambios. Sin embargo, esto no hacía feliz a Eric, quien pasaba la mayor parte del día en la escuela entre entrenamientos forzosos y horas extras de clases, mientras su novio se veía obligado a pasar el día con Park Junjin por mandato de su abuela.

Cansado de las discusiones con su novio y tratando de hacer justicia para Eric, HyeSung había pasado los últimos dos días, rogando a su Wannie appa porque convenciera a la directora de su escuela de quitar las horas extras de entrenamiento de su novio, y que todos sabían eran más que innecesarias. Dongwan trató de resistirse a los ruegos de su hijo pero finalmente la noche anterior, HyeSung había ingresado a la habitación de sus padres insistiendo en su petición casi hasta llegar a las lágrimas, lo que habría terminado por romper la firme resolución de Dongwan de dejar de engreír a su hijo.

-creo que me debes algo… - sonrió de pronto Minwoo, inclinándose seductoramente sobre el oído de su esposo.

Dongwan dio una mirada extraña al hombre a su lado. Obviamente había sido descubierto y no podía evitarlo. HyeSung era su único hijo después de todo. Dongwan simplemente no podía resistir ver sufrir a su hijo. A sus ojos, HyeSung seguía siendo ese bebé que cayó una noche en sus brazos, y el cual se prometió amar y proteger por sobre todas las cosas.

Aunque Dongwan también era consciente que su hijo era demasiado mimado. Pero simplemente, no podía evitarlo.

-te dije que no pasarían más de tres días para que terminaras haciendo lo que Hyesung quiere – aclaró Minwoo, colocando una mano traviesa sobre la pierna de su esposo.

-… te espero esta noche ya sabes dónde y ya sabes cómo… - susurró Minwoo a oídos de Dongwan, levantándose rápidamente antes que éste tuviera tiempo de reaccionar.

El joven padre solo atinó a cubrir su rostro con sus dos manos, antes que uno de los empleados de la mansión notaran su rostro colorado a primeras horas de la mañana.

 

 

-cómo que retrasaron la reunión?… por qué nadie me informó!? - los gritos y reclamos de la exasperada mujer, se dejaron oír por todo lo amplio de la oficina de Gerencia de Planeamiento de Lee & Family Co.

-Dongwan tuvo que atender unos asuntos en la escuela de HyeSung – respondió la voz autoritaria a espaldas de la mujer más joven, sorprendiendo no sólo a ésta, sino también a la joven secretaria que había quedado sin habla contra los reclamos de Amy Park.

Amy giró el rostro, relajando su expresión al notar a la matriarca de la familia Lee a sus espaldas. La Sra. Lee no se veía muy contenta con la manera con que la mujer se dirigía a la secretaria de su yerno.

-lo siento… es solo que esperaba que me avisaran un poco antes… - se disculpó Amy con una falsa sonrisa, invitando luego a la Sra. Lee por una taza de café en la cafetería exclusiva de la empresa.

Las dos mujeres de dirigieron a los pisos inferiores en absoluto silencio. Los nervios de Amy se podían sentir dentro del ascensor, ante la intimidante presencia de la madura mujer que mantenía una expresión sobria y nada cálida, muy contrario a sus expresiones cuando se encontraba en compañía de su hijo y su familia.

-no esperaba verla hoy por acá – pronunció Amy con voz exageradamente amable, mientras el mozo del café dejaba las dos tazas de café americano sobre la mesa.

-sólo vine a ver que asuntos tenía que atender Dongwan en la escuela de HyeSung - respondió la Sra. Lee, probando un sorbo de su taza de café caliente, manteniendo la expresión sobria en cada palabra que pronunciaba hacia la ex-prometida de su hijo.

La sonrisa en el rostro de Amy se esfumó por completo.

-tengo entendido que volviste a divorciarte… es una lástima – continuó hablando la Sra. Lee, mirando fijamente en la expresión dura e incómoda de la mujer más joven.

-no lo es para nada. No era feliz en mi matrimonio, mis padres me obligaron para callar los rumores de mi anterior divorcio – respondió Amy con voz melancólica, bajando la mirada en dirección de su taza de café, perdiéndose en la oscuridad de su contenido.

Toda su vida había estado llena de oscuridades desde aquel día. El único compromiso obligado por sus padres que estuvo dispuesta a aceptar, y del cual fue rechazada humillantemente. Los años posteriores habían sido un ir y venir de compromisos arreglados y matrimonios fracasados. Siempre buscando llenar ese hoyo que había quedado en su corazón. Y recuperar el orgullo perdido al haber sido abandonada el mismo día de su fiesta de compromiso.

-no hubieras sido feliz de ninguna manera… debiste considerar lo del divorcio – las palabras de la Sra. Lee golpearon en los interiores de la mujer, haciéndola levantar la mirada repentinamente, encontrándose con la mirada firme de la mujer que pudo haber sido su suegra.

Los años y el evidente cambio de su único hijo, habían hecho entender a la Sra. Lee que, después de todo, Minwoo tenía razón. Amy Park no era la mujer para él.

-sé que todos piensan que lo superé cuando me casé por primera vez… pero nunca pude olvidar a su hijo… - confesó Amy, esperando sorprender a la mujer más madura, pero llevándose una gran sorpresa cuando ésta solo endureció su mirada, observándola con más severidad.

-Minwoo se casó y obtuvo una familia que cuidar. No me sentí muy feliz al inicio con la noticia, pero debo admitir que Dongwan y mi nieto ayudaron a mi hijo a madurar y ser más responsable – sentenció la Sra. Lee, pronunciando sus palabras con tal claridad que no quedaban dudas en la cabeza de Amy, que la familia Lee aprobaba enteramente la forma de vida que había elegido su ex-prometido.

-y usted adora tanto a su nieto… - soltó una risita cansada la mujer más joven, levantando con manos temblorosas su taza de café.

-HyeSung es un buen niño… es todo lo que hubiera deseado para Minwoo cuando tenía su edad. Dongwan ha sabido criarlo muy bien – sonrió la Sra. Lee inconscientemente a la mención y recuerdos de su amado nieto.

-usted sólo aceptó a ese hombre porque quería al niño… aunque no sea de su misma sangre… - las palabras de Amy sonaron ofensivas a oídos de la madura mujer, quien le dirigió una mirada severa inmediatamente.

-Minwoo consiguió una familia maravillosa. Es cierto que al inicio los acepté únicamente porque quería quedarme con el niño; pero ambos supieron demostrarme que podía funcionar. No tengo quejas de Dongwan, él es un hombre correcto lleno de amor, apoya a Minwoo por sobre todas las cosas y ha sabido enseñarle a ser más responsable cada día. Si aún te queda algo de orgullo, vete fuera de la ciudad, cásate nuevamente y esta vez asegúrate de no divorciarte, porque puede que sea tu última oportunidad – sentenció la Sra. Lee, tomando su último sorbo de la taza de café, dejando la mesa educadamente en un elegante y grácil movimiento.

 

 

El viento aún corría por fuera de la ventana del aula de clases, su mirada continuaba fija en la vista de los corredores, esperando por la aparición de su salvador. El maestro dictaba la clase como de costumbre, ignorando la obvia distracción de uno de sus mejores alumnos. Para el resto de la clase, era muy evidente la razón de la distracción de su bello compañero; excepto por el reciente estudiante que acababa de ser transferido hace tan solo un mes.

El sonido del timbre logró poner fin a su angustia, tomando rápidamente sus libros, apresurando el paso fuera del salón de clases ante la mirada curiosa de sus demás compañeros. Su único interés estaba en alcanzar la oficina del director antes que el timbre volviera a sonar. Pero no todo saldría como esperaba ese día.

-HyeSungie! Espérame!! - oyó la voz llamar a sus espaldas, girando con una gran sonrisa en su rostro. Después de todo, solo había una persona, aparte de sus padres, que podía llamarlo con tanto afecto.

Pero su rostro pronto recuperó la seriedad que lo había acompañado toda la mañana.

-a dónde vas? Ya es hora de la clase de deportes! Oí que están haciendo pruebas para el equipo de basketball! - la voz emocionada de Park Junjin no pudo quitar su rostro de sorpresa al no encontrar a quien esperaba.

-HyeSungie? - Junjin agitó su mano delante del rostro del bello muchacho, esperando regresarlo a sus sentidos.

-lo siento… es que… Wannie – las palabras se evaporaron de su garganta, cuando la figura del muchacho que daba la vuelta en sus pasos, después de tratar de ir en su encuentro, se hizo visible a sus ojos.

Dejando a su compañero confundido, HyeSung aceleró sus propios pasos en dirección de Eric.

Un mes. Había pasado un mes desde que Park Junjin llegó a sus vidas, y desde entonces todo había sido como si alguien hubiera liberado un infierno sobre sus cabezas. Pelea tras pelea, discusiones que no tenían fin y los celos evidentes de Eric, estaban haciendo que los nervios de HyeSung estallen uno por uno.

La abuela Lee lo había planeado muy bien. Después de volver a presentar a los dos muchachos que no se veían desde que tenían 8 años, convenció a la familia Park de cambiar de escuela a Junjin, arreglando para que el muchacho ingrese precisamente a la misma clase de su nieto. Sin dejar de lado las horas extras de entrenamiento y clases de Eric. Todo perfectamente planeado por el bien de su amado nieto. O al menos era eso de lo que estaba convencida la matriarca de la familia Lee, ignorante completamente del sufrimiento de su nieto.

-Eric! Eric! - HyeSung seguía de cerca a su novio, tratando de no hacer muy evidente su angustia a ojos de los demás estudiantes que rodeaban su camino.

-Wannie appa está hablando con la directora, te dije que iba a hacer algo con tus horas extras de entrenamiento – continuó hablando HyeSung, siguiendo a su novio hasta uno de los corredores vacíos.

Para muchos de los estudiantes en la prestigiosa escuela privada, la relación de los dos muchachos era demasiado evidente, incluso aún antes de que ambos expusieran sus sentimientos el uno al otro. Pero guardar las apariencias y no evidenciar algo de lo que nadie tenía pruebas, era algo que los estudiantes sabían hacer muy bien. Sobretodo tratándose del único nieto de la benefactora más grande de la prestigiosa escuela privada.

-y yo te dije que el problema no son las horas extras, sino ese idiota que no deja de estar pegado a ti! - violentamente y asegurándose de estar seguros de las miradas curiosas, Eric giró sus pasos quedando frente a frente con su bello novio.

-Junjin es…

-”sólo un amigo”, ya lo sé, siempre dices lo mismo, pero no creo que él piense igual – exclamó Eric, golpeando con su puño la columna que lo ocultaba a él y a su novio de las miradas del resto de estudiantes.

-vamos a arreglarlo. Después que Wannie appa…

-te agradecería que por una vez en tu vida dejes de usar a tus appas para que resuelvan tus problemas! - la voz de Eric sonó tan fuerte que hizo retumbar los interiores del bello muchacho frente a él.

El cuerpo de HyeSung se congeló, las palabras de su novio habían golpeado muy fuerte en su pecho. Volteando la mirada de lado, evitando los ojos furiosos de su novio, los pies de HyeSung empezaron a moverse lentamente, alejándose de su escondite momentáneo.

-HyeSungie lo siento! - exclamó Eric al notar la expresión herida del bello muchacho.

Pero HyeSung ya se encontraba a varios pasos de distancia, llevando su mano derecha una y otra vez sobre su rostro, limpiando las lágrimas que no dejaban de caer.

 

 

El sonido retumbante del timbre se llevó a los pocos estudiantes que aún rondaban por los corredores. En un parpadear, todo quedó vacío, evidenciando nada más que la corta figura del hombre que caminaba a paso lento, dando rápidas miradas por las pequeñas ventanas en las puertas de cada salón de clases. Obviamente buscando a su único y adorado hijo.

La memoria de Dongwan se activó, luego de su quinto intento por reconocer el rostro de HyeSung entre la multitud de alumnos de cada salón de clase. Era lunes y lo más seguro era que HyeSung se encontrara en su clase de deportes a esa hora. Sin perder el entusiasmo por llevar de primera mano las buenas noticias a su hijo, Dongwan empezó a buscar un camino que lo llevara al gimnasio de la escuela privada.

El joven padre, sin embargo, no contaba con las gigantescas dimensiones del establecimiento, viéndose perdido en tan sólo cinco minutos. Era hora de utilizar un plan de contingencia y recurrir al GPS de su teléfono celular. La misma aplicación que había rechazado tres años atrás, cuando se separó de su esposo e hijo en medio de un centro comercial, distraído por los aparadores que exhibían el nuevo modelo de helicams recién llegados a Corea.

-te dije que algún día ibas a usarlo… - una risita divertida sorprendió al joven padre, girando su rostro para encontrarse con la amplia sonrisa de su esposo. Y esconder rápidamente su teléfono celular en el bolsillo de su saco.

-qué haces acá? - Dongwan no pudo evitar la rudeza. Acababa de ser descubierto usando una aplicación que juró que nunca tocaría. Además, se suponía que Minwoo debía estar en la compañía de sus padres a esa hora, dirigiendo una importante reunión.

-voy a ignorar tu tono de voz sólo porque gané otra puesta contra ti – respondió Minwoo divertido, empezando a caminar por los corredores al lado de su esposo.

Contrario a Dongwan, Minwoo parecía conocer mucho mejor cada rincón de la prestigiosa escuela. Después de todo, esa había sido su alma matter.

-HyeSung está en el gimnasio, no creo que debamos molestarlo. La clase de Eric también está en el gimnasio – habló Minwoo a su esposo, luego de un breve silencio, cuando los dos hombres finalmente se toparon con los jardines de la enorme escuela.

Dongwan pareció entender rápidamente el significado de las palabras de su esposo, asintiendo con la cabeza y un suave tinte de decepción en el rostro. Había querido ser el primero en hablar con su hijo y ver esa sonrisa de satisfacción en su rostro. No importa el tiempo que pasara, para Dongwan, HyeSung seguía siendo un bebé.

-estaba revisando mi agenda de hoy con mi secretaria. Creo que se te olvidó algo – el tono de voz de Minwoo cambió a uno más serio y concerniente, fijando su mirada en el rostro endurecido y triste de su esposo.

Había pasado mucho tiempo desde que Dongwan recordó celebrar un día como ese. Mucho tiempo y mucho dolor.

-no, no se me olvidó… - la voz quebrada de Dongwan, estrujó el corazón del hombre que caminaba a su lado.

Doce años habían pasado desde la última vez que Dongwan pudo hablar cara a cara con sus padres. Doce años desde que el joven padre tocó aquella vieja puerta que no había visto en varios años, esperando encontrar el perdón y el consuelo de aquellas personas que le habían dado la vida. Pero sus esperanzas se fueron abajo cuando en lugar de consuelo sólo recibió rechazo y palabras duras.

-le pedí a mi secretaria que enviara las flores por el cumpleaños de tu madre – la voz animada de Minwoo no pudo quitar la expresión sombría en el rostro de su esposo.

El dolor del rechazo continuaba ardiendo dentro de Dongwan. El dolor de haber sido echado nuevamente de casa de sus padres, y esta vez sin oportunidad a retorno.

-sé que hice mal, sé que me lo merezco por idiota… - sin poder resistirlo más, una lágrima cayó por la mejilla del joven padre.

no crié a mi hijo para que fuera un… lárgate! Lárgate de aquí y no regreses nunca!”

papá, por favor, me equivoqué”

lárgate y no te vuelvas a aparecer nunca más con ese mocoso!”

 

 

Risas, murmullos, discusiones. Todo a su alrededor seguía girando, mientras su mente no podía concentrarse en nada más que la imagen de los ojos lagrimeantes de su novio. Tan sólo quince minutos habían pasado desde que ingresó a los vestidores del gimnasio de la escuela, y su cuerpo y mente ya se sentían agotados. Ni las horas extras de entrenamiento a diario eran más agotadoras que las discusiones con HyeSung.

-Mun – escuchó su nombre llamar como un eco a lo lejos, a pesar que el hombre de robusta figura se encontraba a tan solo unos pasos de distancia, moviendo sus labios sin parar con energía.

Los demás muchachos a su alrededor murmuraban con entusiasmo en respuesta a las indicaciones de su entrenador. Era muy seguro que recibiría un regaño en pocos minutos.

-entendido. Mun?… Mun… Eric!… MUN JUNGHYUK! - y el regaño no se hizo esperar demasiado.

Agitando su cabeza como si lo acabaran de despertar de un encantamiento, sus ojos se encontraron con las miradas divertidas de sus demás compañeros. Y la mirada seria de su entrenador.

-te quiero muy atento en las pruebas de hoy! - habló con energía el robusto hombre, dando la espalda al capitán del equipo de basketball de la prestigiosa escuela.

Confundido y aún procesando que todavía se encontraba en su escuela, Eric tomó del brazo al primero de sus compañeros que pasaba por su lado.

-qué pruebas?

-hoy son las pruebas para los nuevos jugadores del equipo – respondió el estudiante rápidamente, soltándose del agarre del capitán del equipo, corriendo hacia el interior del gimnasio donde un grupo considerado de muchachos en vestimenta deportiva esperaba con mucho entusiasmo en sus rostros.

Siguiendo a sus compañeros con la cabeza baja y tratando de olvidar por un segundo la discusión anterior con su novio, Eric ingresó también al gimnasio, colocándose detrás del entrenador de la prestigiosa escuela que saludaba a los entusiasmados aspirantes a convertirse parte del equipo de basketball.

-… Eric les dará las siguientes instrucciones… - finalizó el entrenador su discurso, presentando al famosísimo capitán del equipo, quien ya había ganado cuatro torneos seguidos para su escuela.

Todas las miradas se concentraron en el bien parecido y carismático rostro del capitán del equipo de basketball. Sin embargo, fue una mirada en particular la que atrajo la atención de Eric. Y más que atención, rabia y deseos de que se lo tragase la tierra en ese mismo instante. Frente al carismático capitán de basketball, oculto entre los rostros de los demás aspirantes a integrar el equipo, Park Junjin devolvía la mirada de sorpresa a un desconcertado Eric.

-todos a calentar – fueron las simples palabras del capitán del equipo, dando la espalda luego a los muchachos mientras sus manos se cerraban en dos puños y su mente empezaba a recitar todas las maldiciones que podía recordar.

-oye! Espera! - escabulléndose audazmente del grupo de aspirantes, Junjin corrió detrás de Eric antes que éste tuviera oportunidad de refugiarse dentro de los vestidores del gimnasio.

Eric tuvo que usar todo su poder de auto control para no dejar salir su molestia delante del muchacho que era la causa principal de sus peores días.

-woah! Así que tú eres el famoso capitán del equipo? - sonrió Junjin ampliamente, dando una fuerte palmada sobre el hombro derecho de Eric.

-no deberías estar calentando con los demás? - las palabras secas de Eric no lograron borrar la sonrisa en el rostro iluminado de Park Junjin.

-escucha, sé que no debería decir esto. Y de hecho tengo mucha confianza de entrar en el equipo. Pero, HyeSung le pidió al entrenador que lo dejara venir a ver las pruebas… - las palabras de Junjin captaron toda la atención de Eric.

-oí que a HyeSung le gusta mucho el basketball y siempre viene a ver las prácticas, es por eso que quiero estar en el equipo… - ahora las palabras de Junjin traían de regreso el mal humor de Eric.

-si piensas que…

-oh no! No me mal entiendas! No quiero que lo hagas fácil para mí, al contrario, quiero que me lo pongas difícil. Así HyeSung verá lo que soy capaz de hacer! - mostrando su sonrisa llena de confianza e iniciando un rítmico trote de regreso al centro del gimnasio, Junjin desapareció entre los rostros de los demás aspirantes.

La rabia y deseos de golpear lo más cercano a él, se esfumaron cuando una de las palabras de Junjin volvió a resonar en sus oídos. “HyeSung le pidió al entrenador que lo dejara venir a ver las pruebas”. Antes de que pudiera pensarlo, los pies de Eric ya se encontraban de regreso en el interior del gimnasio, la mirada fija en la banca que acostumbraba ocupar su bello novio.

Y ahí estaba, dirigiéndole una tímida sonrisa como todas las veces que iba a verlo practicar. Sonriendo como si minutos antes su corazón no hubiera sido lastimado.

 

 

Dejó caer el teléfono sobre su escritorio, recostándose contra el respaldar de su silla pesadamente. Había empezado el día muy sonriente, pero al parecer el destino le tenía preparado muchas sorpresas para ese día. Resopló tres veces para darse ánimos y empezar a escribir en su laptop. El día se hacía sombrío y las esperanzas de Dongwan de distraer su mente con un poco de trabajo, lentamente se iban desvaneciendo. Su estrés iba en aumento a cada hora.

-no me digas nada, mi secretaria ya me dio las noticias – antes que Dongwan pudiera enviar el mensaje que acababa de redactar en su laptop, la puerta de su oficina se abrió dando paso al rostro concerniente de su esposo.

-esa mujer está loca. La primera etapa del proyecto está por terminar, y se va a América por dos semanas?! - la frustración de Dongwan se dejó ver, apoyándose con los codos sobre su escritorio, masajeando sus sienes con fuerza.

-tendremos que detener todo, Amy ya está en el avión – fue lo único que pudo responder Minwoo, tomando asiento en la silla frente al escritorio de su esposo. Completamente impotente de poder hacer algo para aliviar el creciente dolor de cabeza de Dongwan.

-cómo es que consiguió un vuelo tan rápido? Esta mañana teníamos una reunión y en menos de tres horas ya se fue del país! - una vez más, la frustración de Dongwan lo hacía lucir como si fuera 10 años mayor. Definitivamente ese no era su día.

-sé que no debería darte las noticias ahora, pero Amy es lo último que debe preocuparte ahora – con cuidado y tratando de buscar las palabras exactas para dar las nuevas noticias a su esposo, los ojos de Minwoo se fijaron en el rostro cansado de Dongwan, que se había elevado a sostener su mirada, curioso por sus palabras.

Minwoo tuvo un pequeño choque mental, arrepintiéndose tarde de haber traído a colación el tema. Pero no podía evitarlo, sabía que se arrepentiría aún más si permanecía en silencio y dejaba pasar una oportunidad para su esposo.

-dejaron las flores en casa de tu madre, pero no había nadie. Tu padre está enfermo… - directo y sin dar más tiempo para que Dongwan pudiera adivinar el resto de sus palabras, los labios de Minwoo volvieron a sellarse, concentrando su mirada en la expresión sin vida de su esposo.

Uno, dos minutos. El tiempo pasaba muy lento. Poco a poco los ojos de Minwoo se tornaban más concernientes, conforme el rostro de su esposo empezaba a palidecer y su expresión se tornaba temblorosa.

-c-cómo… - las palabras no podían salir fácilmente de los labios de Dongwan. A pesar de haber sido rechazado y echado de su propia casa, el joven padre aún conservaba la esperanza de volver un día y obtener el tan ansiado perdón de sus padres.

-mi secretaria no pudo averiguar mucho, su diagnóstico es reservado. Al parecer cogió un virus raro en el trabajo… Dongwan! - Minwoo no pudo terminar de hablar cuando, repentinamente, su esposo se colocó de pie saliendo de la oficina a gran velocidad.

Los llamados constantes de su esposo no detenían a Dongwan en su camino hacia el ascensor. Todo lo que estaba en la cabeza del joven padre eran los recuerdos de su juventud en casa, y el momento en que tomó una decisión apresurada que definitivamente cambió su vida.

Las lágrimas caían por el rostro de Dongwan, recordando el día en el que tuvo que partir de casa, creyendo que podría ser feliz con quien creía, era el amor de su vida. La decepción años más tarde lo llevó a agachar la cabeza y arrepentirse, por unos minutos, de no haber oído las advertencias de su padre

A pesar de haber sido echado de casa con su pequeño hijo en brazos, Dongwan todavía albergaba la esperanza de obtener el perdón de su padre, después de todo, él mismo era un padre ahora y sabía que más que nada en el mundo, un padre siempre guardaba un perdón para un hijo arrepentido.

El camino en el auto se hacía eterno. Dongwan no recordaba exactamente en qué momento su esposo lo alcanzó en el estacionamiento y lo subió a su auto. Sus pensamientos seguían perdidos en los recuerdos con su padre. Una oportunidad más. Solo necesitaba una oportunidad más para rogar por ese perdón que estaba atascado en los gruesos labios del hombre que le dio la vida.

-tranquilo, ya pedí que averiguaran más del caso. Llevarán a tu padre a un mejor hospital una vez que esté más estable – la cálida mano de Minwoo se colocó sobre los dedos fríos de Dongwan, obligándolo a alzar la mirada y encontrarse con sus pequeños ojos arqueados en dos líneas que le aseguraban que todo estaría bien.

 

 

Solo habían pasado treinta minutos desde que el entrenador de la prestigiosa escuela, ordenó a los nuevos aspirantes a formar parte del equipo de baskétball a hacer ejercicios de calentamiento, y Eric ya sentía la presión en los ojos retadores de Park Junjin. Definitivamente el chico no iba a ser solo una molestia en su vida amorosa.

-bien, es suficiente. Ahora vamos a formar equipos de tres contra el equipo titular – la voz gruesa del entrenador se dejó oír, dando las nuevas ordenes y deteniendo los ejercicios de los emocionados aspirantes.

Eric esperó silenciosamente a que el entrenador llamara uno a uno los nombres de cada aspirante, formando los equipos que terminarían por decidir quiénes serían las nuevas adiciones.

-Hwang Seung Ho, Yoo Daemin, Park junjin ustedes irán contra Lee Jihoon, Seo TaeHyun y…

-yo – tomando a todos los presentes por sorpresa, Eric dio un paso al lado de su entrenador, añadiéndose él mismo al equipo de pruebas por primera vez.

La sonrisa satisfactoria en el rostro de Junjin hizo que la resolución de Eric se hiciera más grande, ignorando las palabras de su propio entrenador y los murmullos de los demás estudiantes. Usualmente el capitán del equipo solo se limitaba a observar a los aspirantes desde su banca. Era la primera vez que todos podían ver un aire retador alrededor de Eric.

El propio HyeSung se veía sorprendido por la decisión de su novio. Aún desde las bancas de los espectadores, el bello muchacho podía intuir que nada bueno podía salir de esto.

Ignorante de lo que estaba en la cabeza de los tres muchachos, el entrenador hizo sonar su silbato, dando inicio al juego.

Rápidamente, sin darle tiempo a Junjin de reaccionar, Eric robó el balón magistralmente, avanzando calmadamente hasta entrar en el área del equipo contrario y encestar el balón de un solo tiro que dejó a todos los aspirantes con la boca abierta, y al público en las gradas aplaudiendo euforicamente.

-wow! No esperaba menos de ti – elogió también Junjin, sonriendo ampliamente.

Eric ignoró las palabras del nuevo estudiante, desviando su mirada hacia ese rincón alejado en las graderías, buscando la sonrisa orgullosa de su bello novio. Pero el capitán del equipo no contaba con que alguien seguiría la dirección de su mirada, avivando su espíritu competitivo.

-HyeSungie si vino a verme! HyeSungie! - levantó ambas manos Junjin, agitándolas de un lado a otro, asegurándose de captar la atención del bello muchacho cuya sonrisa se acababa de evaporar.

La molestia en el rostro de Eric no fue un secreto para nadie.

El silbato no demoró en volver a sonar, esta vez siendo Park Junjin más veloz, robando el balón con gran astucia, haciendo un tiro directo que dejó a todos con la boca abierta. La sonrisa satisfactoria en el rostro de Junjin lo decía todo.

-HyeSungie viste eso! - el nuevo estudiante corrió hacia el rincón donde aún permanecía escondido HyeSung, sonriendo placenteramente cuando el muchacho esbozó una media sonrisa incómoda.

El rostro de Eric se endureció, urgiendo al entrenador a reanudar el juego. Desde las bancas de descanso de los demás estudiantes, se podía intuir que el partido sería más interesante de lo que pensaban.

No menos de veinte minutos habían pasado, y lo que sería un partido de prueba entre el equipo de aspirantes y parte del equipo titular, se había convertido en un duelo personal entre el capitán del equipo y el recientemente descubierto nuevo talento de la prestigiosa escuela.

La tensión hervía a flor de piel entre todos los presentes. El propio entrenador del equipo estaba fascinado con el aura competitiva entre los dos muchachos que se daban turno para burlarse y anotar un punto, uno detrás de otro.

Todos estaban fascinados con el duelo, menos una persona que continuaba con el aliento detenido, esperando porque el partido llegara a su final. Después de todo, HyeSung conocía muy bien a su novio y sabía que no faltaba mucho tiempo para que Eric empezara a perder el control.

Pero la sorpresa quedó en el rostro del bello muchacho, cuando el capitán del equipo cayó de espaldas contra el piso, luego de un accidental encuentro cuerpo a cuerpo con el nuevo estudiante. Lo que menos le interesó a Eric fue el dolor en su espalda, observando como Park Junjin, una vez más, corría hacia el muchacho entre las bancas, celebrando su victoria.

-HyeSungie! Viste eso! Gané! Gané! - celebraba Junjin alegremente, comenzando a subir entre las graderías, tratando de alcanzar al bello muchacho cuyo rostro lucía impactado.

Pero antes que el nuevo estudiante lograra alcanzar completamente al bello muchacho, éste giro de lado ágilmente, bajando por el otro extremo de las graderías hasta alcanzar al tumulto que se había reunido alrededor del adolorido capitán.

-Eric! Eric! Estás bien? - el rostro de HyeSung se veía más preocupado de lo que quería evidenciar.

-hay que llevarlo a la enfermería – habló una voz entre el tumulto.

-yo lo llevaré! - sin dar tiempo a oír las instrucciones del entrenador, HyeSung ayudó a su novio a levantarse, empezando su camino hacia la enfermería de la escuela.

Siguiendo de cerca la vista de los muchachos desapareciendo lentamente del gimnasio, Junjin no podía creer que acababa de ser ignorado.

-acostúmbrate! Esos dos son como una pareja de enamorados – oyó Junjin una voz muy cerca de él.

-qué? - la confusión y molestia se pintaron perfectamente en el rostro del nuevo estudiante.

-por cierto, bienvenido al equipo! - sonrió en respuesta el otro muchacho, desapareciendo junto con sus demás compañeros que también abandonaban el gimnasio.

Una amarga punzada golpeó en el pecho de Park Junjin, lanzando una mirada desafiante en dirección del camino por donde acababan de desaparecer el capitán del equipo de basketball y el muchacho que, definitivamente, se acababa de convertir en un objetivo más deseado para él.

 

 

 

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Shinbella
No quiero romper mi palabra de no dejar inconclusas mis historias, pero a veces siento que ha pasado tanto tiempo que ya nadie debe de leerlas.

Comments

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missstery #1
Chapter 21: Aunque tarde pero aquí sigo. Yo también pienso que muchas personas ya no leen estas historias, pero me alegra saber que aun mantienes tu palabra de continuarlas. Y mientras pueda aunque me tarde un poco en venir, seguiré leyendo, pues tus historias me gustan mucho y me ayudan a relajarme y olvidarme un poco de mis problemas. Por eso te agradezco que te tomes tiempo para seguirlas. Y sin importar cuanto tiempo pase espero por las actualizaciones. Porque como paso en este capítulo, la historia cada vez se pone más interesante. Un saludo y nuevamente gracias por volver. Cuídate mucho.
missstery #2
Chapter 21: Yo, todavía con vida y leyendo . Debo decir que me sorprendió la notificación, pues no sabía si seguirían escribiendo las historias. Pero gracias por no abandonarlas, y por la actualización. Mientras pueda seguiré leyendo.
missstery #3
Chapter 20: Muchas cosas pasaron en ese capitulo, hay mas en el pasado de algunos de lo que creía, y esto lo hace más interesante. Creo que la verdadera carrera empieza ahora, espero y no pase nada malo, pero me temo que algo así está por venir ahora que su ex esposo ya sabe donde está Dongwan. Me alegra ver una actualización tuya, pues además de que me gustan mucho tus historias, se que te encuentras bien, espero que tu familia también. Gracias por la actualización y sin importar cuanto tiempo pase, así como tu no los vas a dejar espero no dejarlos tampoco hasta el final. Cuídate mucho y saludos
Yessi10q1 #4
Chapter 20: Whiiiiiiii el capítulo estuvo intenso , muchos emociones juntas , los secretos del pasado vuelven.
Me sentí triste por Andy , la forma en que JunJin se comporta con el TT
Gracias por no olvidar está historia y seguir escribiendo :) me gustó mucho el capítulo
missstery #5
Chapter 19: Pobre Dongwan, ojalá y nada de lo que soñó se vuelva realidad, aunque con esa mujer no se que esperar, creo que les va a hacer mucho daño, pero espero que todo salga bien al final para ellos. Que bueno que se arreglaron Eric y Hyesung, ahora que llegó Andy será más interesante pues ya se volvió cuadrado amoroso, gracias por la actualización y así pasen otros mil años, seguré esperando por tus actualizaciones. Saludos
missstery #6
Chapter 18: Pobre Hyesung, el que quería evitar que Eric se enojara y creo que termino peor el asunto, todo por culpa de Amy y sus malos consejos para Junjin, pobre de él también que le cree todo a su tía. Ahora si creo que va a haber más problemas y no solo con la familia de Minwoo, sino con el ex de Dongwan. Esto cada vez está mejor, valió la pena esperar esos mil años aunque se fueron tan rápido que parecía menos de uno. Gracias por la actualización.
turyka #7
Chapter 18: No puedo creer que ha pasado 6 meses.(°o°)
Aish, Jinnie en verdad es un antipático niño mimado, y la mala influencia de su tia lo va a poner peor.
Pobre Sungie demasiada presión para su edad, espero q sólo sea stress. Eric debería bajarle a sus celos debería comprender un poco más su situación.
En qué habrán quedado la bruja de Amy y el ex de Wannie. Veo venir problemas más profundos ..
Espero q actualices pronto me encantan tus historias. (*˘︶˘*).。.:*♡
Vien1103
#8
universe have google translator. And coz of that.. indeed i feel very thankfull.
I can read your story with the help of it. Hanahahaa..
I'll wait for your update.
turyka #9
Chapter 17: No me digas que Amy es la verdadera madre de Sungie..(。ŏ﹏ŏ)
Espero que la abuela no haga un escándalo con las nuevas noticias.
Gracias x seguir escribiendo.
missstery #10
Chapter 17: Gracias por el nuevo capitulo, estuvo muy bueno y me parece que se acercan problemas mas grandes, esperare pacientemente un nuevo capitulo. Si fui capaz de esperar 84 años, puedo esperar otro poco. Aunque yo sentí que solo fueron 80. No ya en serio Gracias por retomar a tus bebés pues a mi me gusta verlos crecer pues todos son muy interesantes y son capaces de mover todos mis sentimientos. Sigue adelante.