5 Años Después

Correr Para Vivir

 

La larga mesa llena de rostro serios e intimidantes, le daban cierta inseguridad, pero el rostro que reconocía a la cabecera de todos esos rostros rígidos, le daban la tranquilidad que necesitaba para continuar de pie delante de la pizarra e iniciar la exposición de su nuevo proyecto.

La tenue luz del salón escondía su rostro nervioso y a la vez sonrojado, por la constante mirada de orgullo del hombre que lo observaba como si estuviera viendo por primera vez el sol.

Y es que así era para ellos, once años habían pasado y aún era como si fuera la primera vez. Como si re-descubrieran sus sentimientos cada día.

Lo que al inicio comenzó como un trato para salvar su vida y la de su pequeño hijo, ahora se convertido en su razón de existir. El complemento perfecto para un alma que buscaba volver a creer en el amor.

-eso es todo señores, gracias – finalizó su exposición con una reverencia hacia el público oyente, entre aplausos y rostros de asentimiento, complacidos por el proyecto que acababa de presentar.

Pronto, uno a uno los hombres de rostros serios, fueron abandonando el salón, hasta dejarlo completamente vacío. Sólo dos hombres quedaban dentro del lugar.

-nunca me he sentido tan orgulloso y tan celoso – se acercó uno de los hombres, al otro que recogía sus documentos del podio donde había dirigido su exposición.

-no seas exagerado… fue muy sencillo… - respondió el expositor con pena en su rostro.

El otro hombre sonrió, rodeando con sus brazos la cintura del expositor.

-Minwoo! Aquí no! – reaccionó Dongwan nervioso, dando una mirada asustada en dirección de la puerta del salón.

-oh vamos Wannie! Nadie nos va ver… además, todos saben que eres mi adorable esposito – se inclino Minwoo sobre el rostro de su esposo, besando sus labios ágilmente.

-por eso mismo! No quiero que piensen que aprobaste mi proyecto, sólo porque soy tu esposo – insistió Dongwan, apartando su rostro del de su esposo

-esta empresa es tanto tuya como mía… lo recuerdas? – respondió Minwoo, dejando ir a su esposo.

Dongwan tomó su maletín de trabajo, dirigiéndose a la puerta de salida del salón.

Minwoo sonrió al notar las mejillas sonrojadas de su esposo y una mirada nerviosa en su rostro, que le indicaba que había buenas noticias para él.

-vas a quedarte ahí sólo mirando?... el chofer nos espera… - llamó Dongwan a su esposo, sonrojándose aún más y abandonando el salón rápidamente.

Minwoo volvió a sonreír. Definitivamente había buenas noticias para él.

 

 

-oppa! Oppa tú puedes! Fighting!! – se dejaban oír los vítores alegres en las graderías del amplio y moderno gimnasio de la privada escuela.

Las jovencitas animaban emocionadas, observando a los seis muchachos que corrían de lado a lado, tomando posesión del balón y haciendo sentir orgullosa a toda la escuela. Como todos los años.

La copa del torneo inter-escolar de basketbol, una vez más sería de Shinhwa High, la moderna y exclusiva escuela. Otra victoria más gracias a los seis muchachos que sudaban gota a gota, por llenar de orgullo a toda la escuela.

-Fighting!! Oppa!! – gritaban emocionadas las muchachas, siguiendo fielmente con la mirada al capitán del equipo.

El muchacho que robaba los suspiros de todas las muchachas de la escuela.

El juego se detuvo por unos minutos, dando tiempo para que los seis muchachos en el campo, se acercaran a secar su sudor y refrescarse con un poco de agua.

Su mirada buscó desesperadamente ese rostro que tanto ansiaba ver. Ese rostro que sacaba lo mejor de sí, cada vez que sus ojos se fijaban en él.

Y sus ojos lo encontraron, sentado en el rincón más alto en las graderías, sosteniendo como siempre un banderín con el escudo de la escuela, agitándolo en su dirección cuando sus miradas se encontraron.

Una sonrisa se formó en su rostro. Esa era la energía que necesitaba. Sólo la presencia de esa persona, era más que suficiente para que su espíritu de lucha se activara.

El árbitro hizo sonar su silbato, re-iniciando el juego una vez más.

No demoró más que 15 minutos más, para que el partido se diera por finalizado, y su cuerpo sea elevado en alto por sus compañeros de equipo. El público en las graderías aplaudía y vitoreaba su nombre. Las jovencitas enloquecían al verlo sostener la copa del triunfo. Era su momento de gloria. Pero lo que disfrutaba más, era el rostro feliz y orgulloso de esa persona que permanecía oculto entre el público.

Y esa sonrisa que llenaba su corazón.

-buen juego! – giró su rostro, solamente para sentir la blanca toalla, estrellarse contra su nariz.

-gracias! -  respondió con sarcasmo, lanzando la toalla dentro del carrito de prendas sucias.

-es en serio Eric, te lo merecías – habló HyeSung sinceramente, estirando su mano en dirección de su amigo.

Eric sonrió, estrechando la delicada mano sin pensarlo dos veces.

-de visita por los vestidores Sungie?... viniste a verme? – se inclinó un muchacho sobre el hombro de HyeSung, acabando con la sonrisa en el rostro de Eric.

-te espero afuera – habló HyeSung a su amigo, retirándose de los vestidores.

-aaaww no te vayas! No seas tímido! – insistió el muchacho extraño, yendo detrás de HyeSung

-ya deja de molestarlo Jihoon… - detuvo Eric al muchacho, sosteniendo con más fuerza de la necesaria, su brazo.

 

 

-demoré mucho? – oyó la profunda voz sobre su rostro, despertándolo de sus pensamientos de un salto.

-aish! Ya te he dicho que no hagas eso! – regañó fuertemente, tomando su mochila sobre su hombro.

-en qué pensabas? – interrogó Eric, notando la mirada nerviosa de su amigo.

-nada – bajó HyeSung la cabeza, tratando de ocultar en vano, sus mejillas ligeramente sonrosadas.

Eric lanzó una mirada sospechosa a su amigo, notando luego la mano nerviosa que se escondía dentro del bolsillo de su saco.

-oppa jugaste muy bien!

-oppa eres el mejor!

Oyó Eric a lo lejos, conforme continuaba caminando en dirección de la puerta de salida de la escuela. El muchacho solo atinó a sonreír en respuesta a las jovencitas que continuaban llamándolo con voz alegre y miradas traviesas.

-vaya que eres muy popular – habló HyeSung al lado de Eric, observando las sonrisas tímidas en los rostro de las jovencitas, conforme su amigo pasaba por su lado.

Eric dio una mirada nerviosa, colocando una mano por detrás de su cabeza, en ademán penoso.

-solo les gusto porque soy el capitán del equipo… - respondió Eric, alcanzando el auto que esperaba por él y por su amigo.

-no… definitivamente es porque eres guapo… - mencionó HyeSung, ingresando al vehículo.

Los ojos de Eric se abrieron como platos a las palabras de su amigo.

-guapo?... tú crees que soy guapo? – ingresó Eric rápidamente al auto, tomando asiento al lado de HyeSung.

Por alguna razón, el corazón de Eric empezó a latir frenéticamente, al momento de oír la palabra “guapo” en labios de HyeSung. El amigo que conocía por 7 años.

-todos en la escuela lo dicen, por qué te sorprendes? – rió HyeSung, notando el rostro expectante de su amigo.

La mirada de Eric cayó. HyeSung solo lo estaba molestando.

El vehículo inició su marcha, cayendo los dos muchachos en silencio. Un silencio que empezó a ser muy cargado e incómodo.

-qué tienes ahí?... – decidió romper el silencio Eric, tomando con agilidad, el sobre que caía por el bolsillo del saco del uniforme de HyeSung.

El bello muchacho no tuvo tiempo de reaccionar, cuando su amigo tomó el sobre en su bolsillo, y leyó su contenido en cuestión de segundos.

-otra vez, eh? – habló Eric con voz muerta, regresando el sobre a su dueño.

-es la tercera en la semana… - respondió HyeSung con un puchero en los labios.

-aún no has respondido las otras? – interrogó Eric de la nada.

-no sé cómo hacerlo… es difícil… - habló HyeSung, dejando salir un profundo suspiro.

Algo dentro de Eric se sintió incómodo, notando la expresión pensativa de su amigo.

-acaso piensas aceptar alguna de esas declaraciones?... – preguntó Eric con temor.

 

 

Cinco años habían pasado rápidamente. HyeSung y Eric habían crecido como los mejores amigos, aunque uno de ellos, había dejado de ver al otro como tal. Los muchachos, asistían juntos a la misma escuela privada, destacándose cada cual en diferentes áreas. Eric era bueno en deportes, mientras que HyeSung, era el alumno número 1 de la clase. Sus destrezas y capacidades individuales, ayudaban al otro cuando lo necesitaban.

Minwoo y Dongwan trabajaban ahora juntos en la compañía de la familia Lee. Ahora que su  hijo ya era un adolescente, Dongwan sentía la necesidad de verse útil y ayudar a su esposo en los negocios de la familia. A Minwoo le agradaba la idea de tener a su esposo cerca y pasar más tiempo a su lado. Con HyeSung creciendo correctamente y ya casi convirtiéndose en todo un hombre, Minwoo sentía que las preocupaciones de Dongwan por su hijo disminuían,

La familia Lee-Kim lo había hecho bien hasta ahora. Once años viviendo tranquilamente y sin ninguna preocupación. Era justo como Minwoo lo había prometido a Dongwan, días antes de su partida a Seúl.

Ahora los esposos, vivían en la casa de visitas dentro de los dominios de la mansión Lee. La Sra. Lee se negó a que la joven pareja se llevara a su nieto lejos de casa, luego que ambos lograron la estabilidad necesaria para poder sostenerse por si mismos.

HyeSung se había convertido en un bello adolescente de 15 años, lleno de alegría e inocencia, propias de un joven de su edad.

Eric, poco a poco se había logrado destacar en la escuela, a la que asistía gracias a insistencia de HyeSung y a la generosidad de los esposos Lee. El joven Mun, era un muchacho fuerte y empeñoso, decidido a ser alguien en la vida y dar a su madre, todo lo que le fue negado en sus días de infancia.

Ambos muchachos crecieron correctamente, bajo las enseñanzas y cuidados de los esposos Lee, quiénes habían criado a Eric, como si fuera un miembro más de la familia.

Para Minwoo y Dongwan, Eric era como el hermano fiel y leal que HyeSung necesitaba. El hermano mayor que siempre estaba pendiente de él, cuidándolo, acompañándolo donde quiera que lo necesitaba.

Sin lugar a dudas, la familia Lee-Kim, vivía en completa paz y armonía, casi como un cuento de hadas.

 

 

El sonido del claxon del automóvil estacionándose en la puerta principal de su residencia, avisaba a los dos esposos, que era momento de terminar con sus “actividades”, y alistarse para recibir a su hijo a su llegada de la escuela.

-te dije que eligieras la escuela de horario completo – renegó Minwoo, saliendo de la cama.

-YAH! – lanzó Dongwan un cojín, contra el rostro de su esposo.

Minwoo sonrió, recogiendo del piso el cojín que acababa de aterrizar sobre su rostro.

-cómo puedes decir eso de nuestro hijo!?, crees que quiero que Hyesung pase todo el día fuera de casa! – continuó regañando Dongwan, siguiendo a su esposo hasta la ducha.

-ya lo sé… es sólo que… así no nos da tiempo para nosotros…  - se justificó Minwoo, abrazando a su esposo por la cintura.

Dongwan decidió rendirse ante las caricias de su esposo, inclinando levemente su rostro, hasta que sus labios se encontraron.

Los dos esposos sonrieron en el beso, intensificándolo más, cuando Minwoo decidió acercar más el cuerpo de su esposo al suyo.

-appa! Minwoo appa! Dongwan Appa! – se oyó llamar desde la sala de la residencia.

-estás seguro que no quieres cambiarlo de escuela? – habló Minwoo con voz suplicante, cuando Dongwan rompió el beso, ingresando rápidamente a la ducha, luego de oír la voz de su hijo que lo llamaba en el piso inferior.

-vuelves a mencionar eso y juro que solicitaré el divorcio! – amenazó Dongwan, lanzando una toalla contra el rostro de su esposo.

Veinte minutos después y vestidos en frescas y cómodas ropas, Minwoo y Dongwan bajaron a la sala de su residencia, siendo bienvenidos por los rostros sonrientes y orgullosos de Eric y HyeSung.

-Woah! Lo lograste Eric-ah! – abrazó Minwoo al menor, al notar el trofeo en sus manos.

-fue un gran partido, es una lástima que no hayan podido asistir – habló HyeSung con orgullo, mientras Dongwan lo sostenía por los hombros.

-ya lo mostraste a tu madre? – intervino Minwoo, refiriéndose al trofeo en manos de Eric.

-casi se desmaya! – sonrió Eric con alegría.

-appa… cumplirás tu palabra, verdad? – se dirigió HyeSung a Dongwan, con ojos suplicantes.

Dongwan no tuvo más opción que asentir a las súplicas de su hijo, luego de recordar que había prometido llevar a Hyesung y Eric, al parque de diversiones, como recompensa si Eric lograba ganar el torneo inter-escolar de basketbol.

Los dos muchachos saltaron en alegría, desapareciendo rápidamente a sus habitaciones para cambiar su uniforme y salir a divertirse, luego de unos meses de encierro, estudiando y practicando sin parar.

 

 

Dos horas después, HyeSung y Eric se encontraban corriendo de un lado a otro, subiendo a todos los juegos que sus ojos alcanzaban a ver, riendo sin parar y gastando los mejores minutos que sus inocentes 15 años, les podían brindar.

Por su parte, Minwoo y Dongwan se encontraban sentados en una banca, tratando de seguir con la mirada, los movimientos de los muchachos que continuaban corriendo por todo el parque de diversiones. Los dos esposos estaban conscientes que sus años de juventud y agilidad, ya habían pasado. Ahora la pareja disfrutaba más de sus momentos de calma, acurrucándose al lado del otro y disfrutando la alegría que irradiaban los dos menores.

-será que se cansarán en algún momento?... creí que después de años de llevarlos a Disney, ya no les llamaría la atención estas cosas – habló Minwoo, pasando un brazo por detrás de los hombros de su esposo.

-son unos niños aún… déjalos disfrutar – respondió Dongwan, acurrucándose más al lado de su esposo.

-ya no son tan niños Wannie… en cualquier momento HyeSung vendrá a casa presentándonos a su novia… - mencionó Minwoo con voz ensoñadora

-novia?... aún es muy joven para pensar en novias… - reaccionó Dogwan con voz ácida

Minwoo sonrió ante la reacción de su esposo. Dongwan siempre era muy sobre-protector cuando se trataba de HyeSung.

-vamos Wannie, nuestro hijo es lindo, guapo, inteligente, dulce, caballeroso… cualquier chica se sentiría atraída – continuó hablando Minwoo, ignorando la expresión de disconfort de su esposo

-pero aún es un niño! – insistió Dongwan, levantándose abruptamente de la banca, enfrentando a su esposo con ojos aniquiladores

-a los cuántos años tuviste tu primera novia? – interrogó Minwoo con su sonrisa de ojos.

-sabes que no me gusta hablar de eso! – se enfureció más Dongwan, volviendo a sentarse en la banca, pero a una notable distancia de su esposo.

-lo siento, mala elección de palabras – se disculpó Minwoo, tomando la mano de Dongwan, trayéndolo más cerca a su lado.

-es sólo que no quiero que lo lastimen tan joven… prefiero que viva su vida así, sonriendo y corriendo sin parar… no quiero que lo lastimen… - susurró Dongwan contra el pecho de su esposo con expresión melancólica, recordando su propia experiencia amorosa a temprana edad.

Minwoo abrazó con fuerza a su esposo, tratando de borrar los malos recuerdos que empezaban a invadir su cabeza.

A pesar de los años, Dongwan aún tenía ese fantasma en su cabeza. Ese fantasma que le recordaba que aún no era libre, que el peligro seguía ahí afuera, esperando porque diera un mal paso, y atraparlo. Y quitarle lo que más amaba.

 

 

Horas después y luego de un cansado día, los esposos Lee-Kim y los dos muchachos, regresaron a su residencia. Dongwan llevó a HyeSung a su habitación, mientras Minwoo acompañó a Eric a los cuartos de servicio, alarmado por la expresión decaída que el muchacho había mostrado, desde que subieron al auto de regreso a casa.

-appa… ya no soy un niño, no tienes que acostarme en la cama – se quejó HyeSung, observando a su padre arreglando los cobertores en la cama, para que se acostara.

-así tengas 80 años, siempre serás mi niñito… - respondió Dongwan, forzando a su hijo a entrar en la cama.

HyeSung se dejó hacer, resignado ya al trato sobre-protector de su padre. Después de todo, había veces en las que HyeSung disfrutaba ser mimado y engreído por su appa favorito. El appa que había estado a su lado desde que tenía memoria. Aunque a veces, HyeSung se preguntaba que había pasado con su primer appa, pero claro, era una pregunta que no pensaba hacer a su Wannie appa.

La familia formada al lado de su Minu appa, era todo lo que HyeSung podía recordar desde temprana edad, y se sentía dichoso de tener unos padres como sus appas.

-descansa hijo, mañana tendrás un día muy agitado… - Dongwan besó la frente de su hijo, apagando luego las luces de la habitación, mientras se retiraba al lado de su esposo.

HyeSung sonrió dulcemente, recordando que al día siguiente, celebraría de manera oficial, su cumpleaños número 15, y sus appas le habían prometido una gran fiesta.

 

 

-estás bien?... no has traído buena cara desde que regresamos – habló Minwoo, llamando la atención del muchacho que caminaba cabizbajo a su lado.

-eh?... n-no… nada hyung… - respondió Eric con evidente nerviosismo en su voz

Minwoo observó detenidamente al menor, notando la inseguridad e inquietud en los ojos de éste.

-sabes que puedes contar conmigo, si hay algo que te inquiete sólo dímelo – insistió el mayor, colocando una mano sobre el hombro del muchacho.

Eric apretó los labios fuertemente, debatiendo en su interior si confiar o no en el hombre que lo había visto crecer por siete años. Después de todo, el tema no era nada sencillo.

-a ver… trataré de adivinar… es la escuela? – interrogó Minwoo, observando ansiosamente a Eric.

El muchacho negó con la cabeza y los labios más apretados.

-hummm… problemas en casa? Pasa algo con tu madre? – intentó nuevamente Minwoo

Eric volvió a negar, esta vez con una expresión más nerviosa. La insistencia del mayor estaba haciendo que el muchacho llegara a su límite. La necesidad de sacar la carga que llevaba en su pecho, empezaba a presionar con más fuerza.

-hum… problemas… de chicas? – trató una vez más Minwoo, soltando una amplia sonrisa, cuando notó el rostro sonrojado del muchacho.

-ajá! Así que eso es! Te gusta alguien de la escuela? – presionó el mayor, tomando asiento en las escaleras que guiaban el camino hacia las habitaciones de servicio.

Eric observó con más nerviosismo a su hyung, no sabiendo si era buena idea continuar con su confesión.

-no sé si me gusta… no, si! Si me gusta!... bueno, es que…aish! – exclamó Eric, frustrado al no poder hallar las palabras correctas para hacer su confesión.

-está bien, ven acá, cuéntamelo todo – llamó Minwoo al menor a sentarse a su lado.

Eric tomó asiento al lado de su hyung, apretando los puños con fuerza para no volver a perder el control.

-hay alguien que me gusta… pero… no sé si me aceptaría… es muy complicado… ni siquiera sé si le gusto!... – habló Eric con voz desfalleciente.

-y no has pensado en confesarte?... sino, nunca sabrás lo que siente por ti… -mencionó Minwoo colocando una mano en el hombro del menor.

-no lo sé… es muy popular en la escuela, aunque dice que no lo es… y yo tengo miedo a que me rechace… además… creo que sólo me ve como a un amigo – el tono de voz de Eric era melancólico, a la mención de sus últimas palabras.

-si me permites darte un consejo; confiésate, nunca sabrás lo que siente por ti si no se lo dices… si te rechaza, al menos podrás empezar de nuevo, sin angustiarte todos los días por saber si siente algo por ti o no – habló Minwoo con voz seria, fijando su mirada en el rostro angustiado del menor.

-si me rechaza… no sé que haré… me gusta mucho como para aceptar que no me quiere… - respondió Eric con voz quebrada

-entonces insiste y gánate su corazón… no hay peor pelea que la que no se da… si te rechaza, has tu mejor esfuerzo por conquistar su corazón… intenta una y otra vez hasta que te acepte o hasta que decidas olvidar… - aconsejó Minwoo con sinceridad.

Los ojos de Eric empezaron a brillar. Quizás Minwoo tenía razón. El sentimiento cálido dentro de su pecho por esa persona especial, valía la pena el riesgo.

-crees que me aceptaría? – preguntó Eric tímidamente

-Eres guapo, inteligente, atlético, muy popular… cualquier chica estaría deslumbrada con ser tu novia – respondió Minwoo, desordenando el cabello del menor.

Las mejillas de Eric se sonrojaron. Novia, no era el adjetivo correcto para la persona que tenía Eric en mente.

 


A/N: Voy a continuar más seguido este fic hasta llegar a la parte que me está angustiando! espeeren el siguiente capítulo pronto!

 

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Thank you!
Shinbella
No quiero romper mi palabra de no dejar inconclusas mis historias, pero a veces siento que ha pasado tanto tiempo que ya nadie debe de leerlas.

Comments

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missstery #1
Chapter 21: Aunque tarde pero aquí sigo. Yo también pienso que muchas personas ya no leen estas historias, pero me alegra saber que aun mantienes tu palabra de continuarlas. Y mientras pueda aunque me tarde un poco en venir, seguiré leyendo, pues tus historias me gustan mucho y me ayudan a relajarme y olvidarme un poco de mis problemas. Por eso te agradezco que te tomes tiempo para seguirlas. Y sin importar cuanto tiempo pase espero por las actualizaciones. Porque como paso en este capítulo, la historia cada vez se pone más interesante. Un saludo y nuevamente gracias por volver. Cuídate mucho.
missstery #2
Chapter 21: Yo, todavía con vida y leyendo . Debo decir que me sorprendió la notificación, pues no sabía si seguirían escribiendo las historias. Pero gracias por no abandonarlas, y por la actualización. Mientras pueda seguiré leyendo.
missstery #3
Chapter 20: Muchas cosas pasaron en ese capitulo, hay mas en el pasado de algunos de lo que creía, y esto lo hace más interesante. Creo que la verdadera carrera empieza ahora, espero y no pase nada malo, pero me temo que algo así está por venir ahora que su ex esposo ya sabe donde está Dongwan. Me alegra ver una actualización tuya, pues además de que me gustan mucho tus historias, se que te encuentras bien, espero que tu familia también. Gracias por la actualización y sin importar cuanto tiempo pase, así como tu no los vas a dejar espero no dejarlos tampoco hasta el final. Cuídate mucho y saludos
Yessi10q1 #4
Chapter 20: Whiiiiiiii el capítulo estuvo intenso , muchos emociones juntas , los secretos del pasado vuelven.
Me sentí triste por Andy , la forma en que JunJin se comporta con el TT
Gracias por no olvidar está historia y seguir escribiendo :) me gustó mucho el capítulo
missstery #5
Chapter 19: Pobre Dongwan, ojalá y nada de lo que soñó se vuelva realidad, aunque con esa mujer no se que esperar, creo que les va a hacer mucho daño, pero espero que todo salga bien al final para ellos. Que bueno que se arreglaron Eric y Hyesung, ahora que llegó Andy será más interesante pues ya se volvió cuadrado amoroso, gracias por la actualización y así pasen otros mil años, seguré esperando por tus actualizaciones. Saludos
missstery #6
Chapter 18: Pobre Hyesung, el que quería evitar que Eric se enojara y creo que termino peor el asunto, todo por culpa de Amy y sus malos consejos para Junjin, pobre de él también que le cree todo a su tía. Ahora si creo que va a haber más problemas y no solo con la familia de Minwoo, sino con el ex de Dongwan. Esto cada vez está mejor, valió la pena esperar esos mil años aunque se fueron tan rápido que parecía menos de uno. Gracias por la actualización.
turyka #7
Chapter 18: No puedo creer que ha pasado 6 meses.(°o°)
Aish, Jinnie en verdad es un antipático niño mimado, y la mala influencia de su tia lo va a poner peor.
Pobre Sungie demasiada presión para su edad, espero q sólo sea stress. Eric debería bajarle a sus celos debería comprender un poco más su situación.
En qué habrán quedado la bruja de Amy y el ex de Wannie. Veo venir problemas más profundos ..
Espero q actualices pronto me encantan tus historias. (*˘︶˘*).。.:*♡
Vien1103
#8
universe have google translator. And coz of that.. indeed i feel very thankfull.
I can read your story with the help of it. Hanahahaa..
I'll wait for your update.
turyka #9
Chapter 17: No me digas que Amy es la verdadera madre de Sungie..(。ŏ﹏ŏ)
Espero que la abuela no haga un escándalo con las nuevas noticias.
Gracias x seguir escribiendo.
missstery #10
Chapter 17: Gracias por el nuevo capitulo, estuvo muy bueno y me parece que se acercan problemas mas grandes, esperare pacientemente un nuevo capitulo. Si fui capaz de esperar 84 años, puedo esperar otro poco. Aunque yo sentí que solo fueron 80. No ya en serio Gracias por retomar a tus bebés pues a mi me gusta verlos crecer pues todos son muy interesantes y son capaces de mover todos mis sentimientos. Sigue adelante.