T.y. vs los Atletas

Crazy in Love
 

B

rad Hartwell está hablando con Tim Collins.

Pero cuando me ve, deja de hablar y esboza una larga y lenta sonrisa. No lo estoy imaginando mientras paso delante de la mesa cargando la bandeja como una ofrenda.

Tiene que estarle sonriendo a alguien detrás de ti, idiota, se apresuró a señalar Plain 32young.

Aun así me pone nerviosa. Incluso si no me está sonriendo, toda esta mesa implica problemas. Considero la posibilidad de alejarme de los deportistas y pedir misericordia a mis amigas, o peor aún, ir a la mesa de los perdedores.

Pero t.y. deduce, acertadamente, que una mesa llena de deportistas no es necesariamente algo malo. En absoluto. El interés de los deportistas aumenta el valor de una chica, incluso con Las Chicas. Siéntate con los chicos, me persuade t.y. ¿Qué daño podría hacerte? No muerden.

Me las arreglo para devolverle la sonrisa a Brad. Después de todo, lo he conocido hace más de once años entre aulas y comedores. No importa que apenas me haya dicho Bu alguna vez.

Tim también me está sonriendo. Plain young diría que era una mirada lasciva, pero ya no estoy escuchándola.

—Suelta el peso tiffany —dice Brad. Se recorre, despejando un espacio entre Tim y él.

No me muevo.

Tim da unas palmaditas al lugar vacío.

—Vamos. Prometemos no morderte.

Mmm. t.y. se apunta un tanto.

—Sí —asiente Brad— ¡Vamos! El almuerzo va a terminar antes que tengas oportunidad de disfrutar de la famosa pizza de la escuela.

Toda la mesa ha dejado de hablar. No me sorprendería descubrir que estamos en una realidad alterna, toda la cafetería ha quedado en silencio.

O tal vez solo sea que el ruido de la cafetería parece silenciarse cuando estoy escuchando gritos dentro de la cabeza:

Plain young: ¿Te has visto últimamente en el espejo? Tu grano está a punto de reventar No puedes dejar que te vean comer. ¡Estás gorda, gorda, gorda! ¡Aléjate de la mesa! ¡Te lo estoy diciendo, esto es una trampa, una broma cruel!

Pero estoy pensando que Plain young está equivocada, al menos sobre la parte de la

broma. Las miradas que estoy viendo aquí no están dirigidas a mi grano. Siento ganas de cruzar los brazos sobre el pecho. Pero como no puedo, levantó mi bandeja de comida de manera estratégica.

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t.y.: ¡Cariño! ¡A estos chicos les gusta lo que ven! Siéntate con ellos. ¡Puedes hacerlo! Probablemente escucharon lo genial que estuviste en casa de yuri y quieren conocerte.

Plain young interrumpe en este punto: ¡Eso es! Ahora sí que la hiciste. Estos chicos han oído hablar de ti, del modo en que te lanzaste sobre la novia de jessica, quedándote afuera hasta altas horas de la noche. Sabía que esto pasaría. ¡Todos quieren sentarse contigo porque eres fácil!

t. y.: ¡Eres fácil! ¡Eres fácil! ¡Creen que eres fácil! ¡Todos quieren sentarse junto a ti! ¡Por fin lo has conseguido! ¡Eres popular!

t.y. está loca. ¡No soy tan popular! ¡O fácil!

Al final mis rodillas comienzan a temblar así que me siento, tomando el lugar vacío entre Tim y Brad. Es el sitio más pequeño en el que me he sentado nunca y estoy pegada a ambos deportistas, no es que me queje. Pero me siento un poco como una ramita en un campo de árboles de Navidad.

—Así que, tiffany —dice Brad inclinándose y oliendo mi bandeja de comida de prisión mientras roza mi brazo—. ¿Qué hay para comer?

—Pizza —respondo inteligentemente.

t.y. está gritando: ¡Nunca en toda tu vida tendrás una oportunidad como ésta! Aprovéchala, o no te hablo nunca más. ¡Ve por ello!

Plain young siempre ha insistido en que el camino hacia al corazón de un hombre es a través del estómago. Así que lanzo la propuesta.

—No hay manera de que coma una pizza para desayunar. ¿Alguien quiere la mía?

Siete manos aparecen en mi bandeja. La mano ganadora pertenece a un estudiante de segundo año, uno de los pocos estudiantes de segundo en el equipo de la universidad, John Algo. Arrebata la pizza y le da un mordisco, devorando la mitad de la rebanada en un brusco movimiento. Algo rojo rezuma por su barbilla.

—Entonces, ¿Qué te trae por nuestro territorio? —pregunta Tim.

—Creo que fue Brad —respondo sintiendo el poder de t.y. detrás de mis palabras. —No me pude resistir a su encanto cuando dijo tan dulcemente “Suelta el peso”.

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Se ríen. Estoy siendo divertida en una mesa llena de deportistas.

¡Se están riendo de ti! grita Plain young.

¡Se están riendo contigo! insiste t.y.

—Así es Tim —concuerda Brad—. Puedes aprender del maestro. Tal vez algún día, tú también puedas conseguir que una chica y se siente junto a ti.

Tim estira el brazo por detrás de mí y golpea a Brad en el hombro.

—¡Oye! La última vez sí tenía a una chica y sentada a mi lado.

¡Están hablando de mí! Soy la chica y por la cual Tim le dio un puñetazo a Brad. t.y. está ronroneando.

—¿Qué están mirando ellas? —pregunta John señalando a una mesa de chicas del nivel B del último año.

Miro y veo a seis pares de ojos fijos en mí. Elijo hacer caso omiso de ellas por ahora.

—Probablemente se están preguntando quién es el nuevo deportista —bromea Brad. Golpea mi costilla con su codo. Me duele un poco.

—¿Crees que no puedo jugar en tu anticuado equipo de fútbol si quisiera? — pregunté como si estuviera ofendida.

—¿Tú? —Se ríe Tim—, no durarías ni dos segundos en el campo. —Da un golpe con el dedo como si estuviera golpeando una mosca—. Estarías en el suelo boca abajo con huellas de tenis en tu camiseta.

—En primer lugar—dije quitando las galletas rancias de mi bandeja y poniéndolas en la mitad de la mesa para que los chicos se pelearan por ellas—, todos tendríamos nuevos uniformes. ¿En serio creen que se ven bien con negro y dorado? Y las hombreras también tendrían que irse. Fuera los años ochenta. En segundo lugar ¿acaso no es verdad que tarde o temprano durante el juego todos terminan en el suelo boca abajo? Así que cuando dejen todo eso y tengan algo de ropa bien hecha, entonces puedes llamarme para las pruebas.

Los tengo a todos riendo. Plain young me está gritando. Quiere que mire alrededor de la cafetería. Está segura de que cada novia está mirando desaprobatoriamente. Pero t.y. está tratando de convencerla de que coquetear con todo el equipo es una

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buena cosa. Entonces jessica no tomará el coqueteo con taeyeon como algo personal.

—En serio —dice Tim—. ¿Por qué te acercaste a nuestra mesa?

—Está bien Tim. Te lo diré. Pero tienes que mantener el secreto.

Están todos callados, dos toneladas de deportistas inclinándose para escucharme.

—Estoy llevando a cabo un experimento psicológico. Es para mi clase de psicología. Estoy tratando de probar que los deportistas también pueden hacer dos cosas a la vez, como comer y hablar.

La mitad de ellos gruñe. La otra se ríe.

Brad está en mi clase de psicología y me pregunto si lo sabe, nunca habíamos hablado antes de hoy.

—No estamos haciendo experimentos psicológicos en esa clase —dice Brad respondiendo a mi pregunta no formulada. Lo sabe.

—Créditos extras —insisto—. Lo sabrías si no durmieras tanto en clase.

Eso consigue oohs de aprobación y auchs de mis fans deportistas.

Brad se vuelve hacia Tim.

—Ella llama a nuestra profesora Sigh Fry —después me mira—, diles por qué.

Estoy sorprendida de que Brad conozca el apodo cariñoso que le puse a la maestra Geraldine Fry. Pero me recupero de esta información y miro a la masa de deportistas que esperan cada una de mis palabras.

—Está bien. Fry es su apellido, por lo que esa parte debe ser fácil de entender, incluso para ti Tim —obtengo la risa que tanto merezco. Estoy de suerte—. La primera parte es más difícil, así que presten atención. Esta mujer comienza la respuesta a cada pregunta con un profundo suspiro que estremece el alma. Por ejemplo, Brad, aquí presente, podría preguntarle ¿qué palabra se usa cuando crees que hay alguien tras de ti que quiere atraparte? Sigh Fry dará ese profundo suspiro como si dijera ¿Qué hice para merecer este salón de idiotas? y luego responderá Paranoicamente. Por lo tanto, ella es apodada s-i-g-h Fry.

—Excelente —dice Tim asintiendo.

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No como un bocado de comida en toda la hora, pero nunca he tenido un mejor almuerzo en toda mi vida.

Los chicos de otras mesas están levantándose y tirando su basura cuando Brad me susurra:

—Escuché que pasaste un muy buen rato con Jackson anoche.

Se me secó la garganta. Algo en la forma en que lo dijo me hace querer oír a Plain young. Pero ella no habla. Así que tengo que acudir a t.y. Siento el estómago como si me hubiera desayunado la pizza después de todo.

—Trato de pasar un buen rato dónde y con quién sea que esté. —Ondeo mi mano sobre la mesa de deportistas—. Mira el ejemplo.

—Oooh —canturrea Tim saliendo de la banca con su bandeja—. tiffany, un buen rato para todos.

Mientras tiro las sobras de comida en el bote de basura, no puedo creer lo que acabo de decir. No quise hacerlo… no de esa manera. No de la manera que dijo Tim. Creo que voy a vomitar mientras imagino esas palabras garabateadas en las paredes de todos los baños de Attila Ill:

LLAMA A TIFFANY: UN BUEN RATO PARA TODOS.

 

 

Sigh Fry. Suspiro Fry

Suspiro = Sigh

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Comments

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yoonalim__ #1
Chapter 2: Hasta ahora, todavía no entiendo la historia.
yoonalim__ #2
Chapter 1: No comprendo
yoonalim__ #3
esta historia parece interesante
Dianasnsd
#4
Esta muy buena la historia, me dejaste picada, quiero saber cómo acaba.