Asuntos del centro comercial

Crazy in Love
 

E

l resto de la mañana, sigo cometiendo errores. Le doy a la mujer que ordena un Elvis Pretzel y le doy un Lawrence Welk en su lugar. Le doy el Giro Chubby Checker a un niño que pidió un Sueño de Chocolate.

Mi corazón no está en mi trabajo... porque esta con taeyeon kim.

—Mejor déjame atender a los clientes —Robbie dice después de que arruino tres órdenes seguidas.

Pero resulté ser tan terrible haciendo los pretzels como lo era sirviéndolos. Le pongo sal al Pretzel de Canela Dulce y dulces de canela rojos al Giro de Mandarina. Como los pretzels tienen que ser desechados, Jefe Pretzel me prohíbe el trabajo en la cocina, y termino de nuevo tras el mostrador.

―¡tiffany! —yuri me llama. Ella está vistiendo sus nuevas botas hasta la rodilla con una falda de cuero. Sin sombrero triangular. Camina hasta el frente ignorando las miradas asesinas de los clientes reales—. ¿A qué hora sales?

—¡A las cinco! —grito hacia ella.

—Cuando termines, encuéntrame en el Mahoney’s —me grita de vuelta.

Asiento, ella se despide y se va. A veces si ambas estamos sin citas, nos encontramos en el centro comercial y comemos una hamburguesa en Mahoney’s, luego vemos películas o vamos al juego juntas. Si yuri supiera que los dedos de taeyeon han estado tocándome, ella jamás me invitaría a algo de nuevo.

Estoy contando los minutos para que sean las cinco cuando hecho un vistazo a la línea y veo a taeyeon kim al final de esta.

Proceso ordenes más rápido de lo que cualquier dependiente lo ha hecho jamás en The Twisted Pretzel. Por último, llamo al siguiente cliente con un:

—Siguiente. —Y es taeyeon.

Élla se para frente a mí, del otro lado del mostrador. Sonriendo, hoyueleando, si es que esa palabra existe.

Jefe Pretzel detiene lo que está haciendo y nos frunce el ceño.

—¿Tienen algún pretzel? —taeyeon pregunta sin rastro de diversión.

—Si tenemos —le respondo igual de seria.

—¡Eso es genial! —élla exclama como si yo le acabara de informar que estamos dando un especial sobre el secreto de la vida.

—¿Qué tipo de pretzel quiere? —le pregunto usando cada onza de mi fuerza de

voluntad para seguir haciendo que esto se vea serio, profesional.

Se rasca su barbilla y estrecha sus ojos marrones.

—Bueno, ¿Qué tipo de pretzels tienen? —Élla espera por mi respuesta.

Así que empiezo:

Pretzel de Manzana, Pretzel a la Moda, Pretzel de Arándanos, Pretzel de Mora Mora, Pretzel Recubierto de Dulce, Pretzel Charlie Chaplin, Pretzel Sueño de Chocolate, Pretzel Giro Chubby Checker, Pretzel Davy Crockett, Pretzel Elvis…—y continué hasta que hube nombrado todas las cincuenta variedades, mientras la línea crecía y crecía.

—Creo que llevaré el pretzel regular con sal —taeyeon dice cuando yo he terminado.

Le doy su pretzel, y se va.

Pero una hora después élla ha vuelto por más. La multitud se ha disuelto, y Robbie y yo estamos atendiendo a los clientes hasta que necesitemos hornear más pretzels.

Esta vez taeyeon escoge el Romeo, un hermoso pretzel de ajo con corazones rojos por todas partes. Que yo sepa, nadie jamás lo ha pedido antes.

—A ti realmente deben gustarte los pretzels —Robbie dice mientras cobra el Romeo.

En lugar de responderle directamente a Robbie, taeyeon se voltea hacia mí con una larga, lenta sonrisa:

—Nop. Odio estas cosas. Jamás las toco.

Finalmente, el reloj da las cinco. Me quito el sombrero y el gorro y trato de alisar mi cabello. Luego tomo mi abrigo de la repisa de atrás.

—¿Cuándo te vas a casa, Robbie? —le pregunto.

—Cuando cerremos. Necesito las horas extra.

—Bueno, gracias por cubrirme hoy. Sé que estuve peor que lo usual.

Robbie se me acerca lentamente, sus grandes ojos como bolas de ping-pong,

mirando hacia donde siempre miran.

—tiffany, ¿te gustaría salir conmigo después de cerrar?

Sonrío hacia él.

—No va a suceder, Robbie. Pero gracias de todos modos. —Hay que darle crédito al chico por la persistencia.

Hago una parada técnica, cepillo mi cabello, me aplico lápiz labial, y salgo a Mahoney’s. Preferiría irme directamente a casa y acostarme en mi cama, mirar fijamente el techo negro, y soñar con taeyeon kim.

Pero le prometí a yuri que la vería. Solo espero poder actuar normal. Como lo he pensado tantas veces antes, fue muy inteligente de parte de Dios no dejar que pudiéramos leernos la mente los unos a los otros. Si pudiéramos leer los pensamientos de otras personas, apostaría que nadie tendría amigos.

Rodeo la esquina hacia Mahoney’s y me detengo. yuri está sentada en una mesa afuera en el frente. Y con ella están hyuna, sooyoung…

Y jessica.

Al principio, Plain young esta tan superada que no sabe que decir sobre este nuevo desarrollo. Así que cae de vuelta en las viejas recurrencias: Tu cabello luce horrible. Estas usando la ropa equivocada. Estás gorda. Entonces jessica mira directamente hacia mí con una mirada asesina que podría petrificar a un asesino de hacha. ¡Escapa del edificio! Plain young grita. ¡Aléjate del centro comercial!

Olvida eso. t.y. razona. ¿Quién necesita a esas chicas? ¿Por qué perder el tiempo con ellas cuando taeyeon aún podría estar cerca?

Antes de que pueda decidir a qué voz escuchar, yuri se levanta y agita la mano hacia mí.

Yo la saludo de vuelta débilmente y empiezo a acercarme a su mesa a un paso ligeramente más bajo que la velocidad de un glaciar.

Hay una silla vacía en la mesa, junto a jessica. Ella está vistiendo un pantalón caqui y una camisa blanca, desabotonada hasta el límite legal. Su maquillaje está perfecto, y su cabello ha sido rizado en largos, fluidos mechones, apropiados para una princesa.

En lugar de tomar el asiento vacío, saludo a todos y escapo al mostrador de servicio, donde ordeno una Coca-Cola light. Esto no lleva mucho tiempo, tengo que caminar arduamente de vuelta a la mesa y tomar el asiento que ellas obviamente han arreglado para mí.

—¿Cómo estuvo el trabajo? —yuri me pregunta.

Las otras están calladas como tumbas, aunque estaban muertas de la risa cuando yo estaba en mi misión de la Coca-Cola dietética.

—Solo otro día en las minas de pretzels —respondo.

Nadie suelta una risita.

—Lindo suéter, tiffany —dice jessica.

Estoy casi segura de que se está burlando mientras lo dice. Estoy vistiendo un horrible suéter marrón de pelusa que solo uso cuando sé que voy a tener masa de pretzel sobre mí. Mi madre lo obtuvo en una rebaja de saliendo-del-negocio, y eso explica porque esa tienda estaba saliendo del negocio. Este suéter no es lindo.

Echó una mirada alrededor de la mesa, luego de vuelta a jessica. Su sonrisa de suficiencia se ha ido, y sé que fui la única que la vio.

—Has tenido ese suéter por años, ¿no es así? —yuri comenta—. Apostaría que es cálido.

Trato de sonreírle a yuri porque casi puedo sentir pena por ella. Está haciendo lo posible por hacer que esta pequeña reunión vuele. Es obvio que ella nos ha juntado para arreglar las cosas. Pero así no es cómo funcionan las cosas en el instituto, y yuri debería saberlo. Nada nunca es resuelto directamente con las chicas. Es alguna clase de regla del instituto, creo. Los problemas son resueltos por terceros. Alguien llama de parte de alguien más, y luego todos pretenden que las cosas están bien.

Tal vez eso es lo que estamos haciendo ahora, pretendiendo que las cosas están bien.

Quiero decirlo todo de una vez y preguntar si han escuchado el rumor de último minuto. Quiero jurar sobre un montón de patatas a la francesa que el rumor es una gran, gorda, grasosa mentira. Pero, ¿ Que si no lo han escuchado? ¿Qué pasaría si el rumor nunca hubiera dejado vestuario de chicos? Entonces yo estaría siendo la que lo difundiría. Sería como chismorrear sobre mi misma.

Estamos demasiado calladas, así que yuri lo intenta de nuevo.

—Como sea, necesito conseguir un trabajo. Creo que es grandioso, tiffany, la forma como mantienes un trabajo, te mantienes al día en la escuela, cuidas a tu hermanita.

—Estoy de acuerdo —dice jessica—. Creo que eso no te deja mucho tiempo para una vida de citas, ¿eh?

Siento las palabras como pequeñas flechas punzantes. Pero las otras chicas asienten con compasión, concordando con ella.

¡Hombre, ella es buena! t.y. exclama, dando crédito donde hay que darlo. Ella vota para que el suéter marrón vaya directo a la basura, para nunca ser usado de nuevo.

Plain young está todavía obsesionada con el hecho de que Mama haya comprado ese suéter por la bondad de su corazón y que sea muy cálido. Además, el color combina con mis ojos.

Tomo un sorbo de mi Coca-Cola dietética y trato de mantenerme dentro de conversaciones que van desde Sigh Fry, a las ventas en Music World hasta lo que tenemos que hacer para los ACTs. Nos quedamos cuidadosamente fuera de charla de chicos, lo que corta nuestra selección de temas usuales por la mitad.

Pero mientras estamos aquí sentadas, una extraña cosa sucede. Me relajo. Si éstas chicas, Las Chicas, han escuchado estúpidos rumores sobre mí, ellas obviamente no los creen. Empiezo a disfrutar de mi misma, de mis amigas. Mi risa es real, mezclándose con la de ellas. Cuando yuri chismea sobre Trish, la chica que conocimos el año pasado que dejo la escuela, estoy realmente dentro de ello. Y cuando sooyoung empieza a quejarse sobre su pequeño hermanastro, siento pena por ambos.

—¡Hey! —yuri exclama—. ¿Por qué no vamos todas juntas al juego? Podemos juntarnos en mi casa después.

—Eso sería divertido —digo yo, sintiéndome casi como mi antigua yo. Es embarazoso no tener una cita para el juego del sábado en la noche. Pero hay fuerza en los números. Si vamos todas juntas, nadie pensara que somos perdedoras.

—Tengo una cita —dice jessica como si se estuviera disculpando.

—Yo también —sooyoung añade rápidamente.

—Wes estará encontrándose conmigo afuera —hyuna revisa su reloj—, en cinco minutos más o menos.

—Pero vayan usted y diviértanse chicas —jessica nos aconseja a yuri y a mí.

Y me pregunto si soy la única que escucha la falsa pena en su voz.

¿Qué pasa si esto estoy equivocada acerca de jessica? Quiero decir, ¿Qué si me he imaginado la burla, la sonrisa de suficiencia y la falsa pena? ¿Podría realmente estar imaginando la tensión entre jessica y yo? Los objetos podrían estar más cerca de lo que se ven. Y si he imaginado eso, ¿he imaginado todo, incluso taeyeon y yo?

Necesito respuestas. Quiero saber ahora mismo donde están realmente taeyeon y jessica en su relación. taeyeon dijo que habían estado teniendo problemas. ¿Qué tanto? ¿De qué tipo? ¿Qué diría jessica de su relación? Tengo que saberlo. Y jessica jung es la única que puede decirme.

—jessica —empiezo insegura sobre cómo decir esto.

—¡Hey, hola cariño! —jessica se pone de pie y saluda directamente sobre mi cabeza como si estuviera deteniendo un taxi. Ella corre su silla hacia atrás y se abalanza alrededor de la mesa.

Viniendo hacia nosotras esta taeyeon kim.

Estoy sin palabras. Sin respiración. Sin cerebro.

jessica se lanza hacia taeyeon, abrazándolo y besando su mejilla.

—¡Pensé que nunca llegarías! —dice deslizando su brazo alrededor de la cintura de taeyeon y tirando de ella hacia nuestra mesa. Están vestidas igual: pantalones caqui y camisas blancas.

Ahora sospecho que no fue yuri la que planeo esta pequeña reunión. Este espectáculo es para mí beneficio. jessica la guía directamente hacia donde ella estaba sentada, junto a mí.

taeyeon me sonríe, pero no es una mejor sonrisa que la que les da a sooyoung y hyuna.

 

—¡Nosotras chicas hemos tenido el mejor rato! —exclama jessica. Sonriendo ampliamente, se recuesta sobre la mesa. Sus uñas pintadas están extendidas en la mesa, a centímetros de mí. Su perfume es fuerte.

Ella se inclina hacia atrás, revelando que su camisa blanca desabotonada podría haber excedido el límite legal.

Veo sus dedos deslizándose hacia mi Coca-Cola dietética. Luego, antes de que pueda hacer un sonido, su mano hace un pequeño movimiento de barrido.

—¡No! —suplico. Mi vaso de Coca-Cola es tumbado. Coca-Cola dietética y hielo me salpican en todos lados. La siento filtrarse dentro de la pelusa marrón inundando mi sujetador y mi estómago.

—¡Oh no! —jessica llora. —tiffany, ¿Qué has hecho? Aquí. Déjame ayudarte. — ella levanta servilletas y da toques ligeros en mi suéter.

Yo empujo su mano lejos.

—Ya lo tengo.

yuri me ofrece un puñado de servilletas.

Las tomo y trato de absorber el desastre pegajoso.

—Bueno… —jessica toma su abrigo de la silla—. Tenemos que ponernos en marcha.

sooyoung y hyuna se levantan.

—Yo también —dice sooyoung.

—Diviértanse, chicos —hyuna le dice a nadie en particular mientras se pone su abrigo. Ella y sooyoung se alejan juntas.

jessica le da su abrigo a taeyeon, quien la ayuda a ponérselo. Ella empuja sus brazos dentro de las mangas, luego se gira y le sonríe. Su espalda esta hacia mí, pero sus uñas pintadas y la mano que regó la Coca-Cola light están solo a unos centímetros de distancia.

Luego, un nanosegundo antes de que agarre el brazo de taeyeon, la mano de jessica se levanta en el aire…

Y me muestra el dedo.

 

 

Son diferentes tipos de pretzels, estos son galletas horneadas con forma de lazo.

Hoyueleando: Se refiere a mostrando los hoyuelos en la mejillas al sonreír.

Music World: Una tienda de música

ACTs: Es una evaluación que hacen los estudiantes próximos a graduarse.

 

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Comments

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yoonalim__ #1
Chapter 2: Hasta ahora, todavía no entiendo la historia.
yoonalim__ #2
Chapter 1: No comprendo
yoonalim__ #3
esta historia parece interesante
Dianasnsd
#4
Esta muy buena la historia, me dejaste picada, quiero saber cómo acaba.