Los Padres

Crazy in Love
 

O

que ir marcando a Psiquiatras-Somos-Nosotros, hay que considerar el k, así que sí escucho voces en mi cabeza, pero son todas mías. Y antes de

Hecho de que voy a necesitar toda la ayuda que pueda conseguir sólo para tener buenas posibilidades, cruzo-los-dedos para superar el día.

Se suponía que mi último año no iba a empezar así. No después del mejor verano de mi vida, saliendo con mis amigas y soñando con ser totalmente libre el próximo año cuando todas iríamos a la universidad pero nos mantendríamos en contacto

7

Unas con otras y seguiríamos siendo nosotras por siempre y para siempre: Las Chicas.

Admito que tenía mis dudas sobre la grandeza del verano cuando seohyun, mi mejor amiga de todos los tiempos, se fue antes a la universidad. Pero yuri, bora y yo visitamos nueve campus de universidades, incluyendo filas de fraternidades y dormitorios mixtos, a pesar de que yuri y yo ya nos habíamos decidido por la Universidad Estatal de Illinois. Agotamos todas las posibles bromas relacionadas con el hecho de que nuestra universidad es encuentra Normalmente, en Illinois, lo que significa que saldríamos con chicos Normales y tendríamos una vida nocturna Normal, y tendríamos aventuras amorosas Normales.

El resto de los largos días de verano yuri y yo nos reunimos con bora y hyuna para tomar el sol en la piscina de Jessica porque, cáncer o no cáncer, la gordura bronceada se ve mejor que la gordura blanca. De vez en cuando, sooyoung, bora y Compañía nos encontramos en el centro comercial. Quedamos con algunos de los chicos y veíamos una cutre película de verano media docena de veces sólo para burlarnos de ella o condujimos hasta Six Flags Great America y coqueteamos descaradamente con Bugs y Daffy, tratando de conseguir que se pelearan por nosotras.

Entonces, ¿Cómo he pasado de este típico verano americano a este enredo-dignode-una-telenovela?

—¡tiffany! —Grita mi mamá por las escaleras como sólo gritaría una persona normal en caso de que un incendio amenazara su vida—. Tu padre y yo necesitamos hablar contigo.

Mamá sólo llama «padre» a mi papá cuando quiere evocar imágenes del jefe-de familia de los años 50’s, los hombres de será-mejor-que-realmente-me-tengas miedo. Aunque también llama a mi padre «Tom», «Thomas», «tu papá» y «papi», según la necesidad del momento, sólo tiene un nombre para mí, su hija menor.

tiffany. Al igual que los zapatos, los que no usaría aunque fueran la última cosa para cubrir mis pies en una isla desierta.

Dije que las voces en mi cabeza son mías. Pero culpo a mi madre por alentar a Plain young a instalarse en mi cabeza. Al igual que los zapatos que prestaron mi nombre, Plain young no es tan simple como intemporal, clásica, amada por las

8

madres de todos lados, una buena inversión, una buena apuesta, una buena compra… y no tan divertida.

Hago un gran esfuerzo por no escucharla.

—¡Ahora, tiffany! —grita mi madre.

—¡Ya voy, mamá! —grito tratando de alcanzar mi lápiz labial rojo. Pero entonces oigo a Plain young en mi cabeza, recordándome que mi madre odia el lápiz labial rojo y dice que me hace ver como una de esas personas de la calle, y no se refiere a los mimos.

A pesar de mí misma, dejo el tubo de Red Flame y me pongo un sano brillo de labios. Tengo lindos labios, si puedo decirlo. Muy besables, dice t.y.—otra voz en mi cabeza llena de gente, una voz que sólo puede ser descrita como y. Plain young por otra parte, odia mis labios. Dice que no van con mis ojos, que son pequeños, cafés y comunes, el color de ojos de tres cuartas partes de los habitantes de la tierra. Plain young nunca pierde una oportunidad de señalar mi simplicidad, y añade que debería estar simplemente agradecida por la buena visión proporcionada por mis simples ojos. t.y. argumenta que estos ojos son intensos, ys incluso.

Antes de que mamá pueda gritar de nuevo, salgo corriendo del baño de regreso a mi habitación y agarro mi mochila, por si necesito hacer una escapada rápida.

Pienso en deslizarme por el barandal, pero la voz de Plain young está gritando que la gente normal no baja deslizándose por los barandales, y sigo la voz, ya que esta batalla es con los padres. Adoran a Plain young.

Están en la cocina, sentados juntos a la mesa. Si fueran padres de alguien más, probablemente pensaría que son atractivos, para ser padres de mediana edad. Papá tiene todo su cabello, que es castaño y hace juego con sus ojos. Y los míos. Y los de tres cuartas partes del mundo. El hecho de que no se está quedando calvo es un motivo de orgullo para él, ya que su hermano menor, mi tío Jim, casi ha perdido todo su cabello. Papá está en muy buena forma para ser un abogado. Y no tiene la estereotípica personalidad de abogado. Ni siquiera odia los chistes de abogados, aunque no siempre estoy segura de que los entienda.

Mamá es pequeña, un metro cincuenta y siete centímetros, comparado con el metro 9 ochenta y siete de papá, conmigo tomando el segundo lugar con un metro setenta y tres. Ella es pelinegra, de ojos azules, alegre de un modo sincero. Si tienen desagradables vidas secretas, no las conozco todavía. Pero sólo tengo diecisiete años.

—Toma asiento, tiffany —dice papá. Incluso ahora, cuando sé que ha estado despierto toda la noche preocupado por mí, su voz es cálida, como un locutor de radio antes del partido.

Me siento. Como siempre, mamá ha puesto la mesa para el desayuno, a pesar de que me lo salto la mitad del tiempo porque se me está haciendo tarde. Me sirvo Grape-Nuts en mi plato, con la esperanza de aliviar la tensión con la apariencia de normalidad y los saludables trozos de cereal.

Mamá obviamente ya no puede soportar la espera.

—tiffany —comienza y su decepción es tan espesa en sólo esas dos palabras que, a pesar de mí misma, me siento culpable. Conozco esa decepción. Es como una segunda piel para mí, un abrigo de piel en pleno verano.

Durante mi colorido pasado, la Plain young en mi cabeza había organizado la decepción de mis padres en frases de varios patrones: Después de todo lo que han hecho por ti, ¿Cómo puedes hacerles esto? ¿Por qué no puedes pensar en alguien más que no seas tú? Les debes todo, y lo único que piden es que vivas de acuerdo a sus reglas. ¿Qué es lo que te pasa?

Mamá mira a papá para que le dé el visto bueno. Se lo da. Continúa.

—Cariño, te escuchamos llegar anoche.

—Lo siento —digo antes de pensar lo suficiente—. Traté de no hacer ruido. No quise despertarte. —Esto es lo que la t.y. en mi cabeza estaba diciendo, y había aprendido a no escucharla.

—Sabes muy bien que ese no es el punto —dice papá, con la voz más firme ahora. t.y. y él rara vez están en el mismo lado. Saben cómo hacer enfadar al otro—. No juguemos, ¿de acuerdo? Pensé que habíamos superado esa etapa.

—Lo siento —digo sirviendo la leche y tratando de desconectar a la pedante en mi

10 cabeza—. Lo sé. Ya era tarde.

—La una de la mañana —informa mamá amablemente.

—El toque de queda en noches de escuela todavía es a las diez a menos que lo consultes con nosotros primero —me recuerda papá—. Tu madre y yo estábamos muy preocupados por ti.

—Llamé —digo—. ¿Recibieron el mensaje?

—Nosotros llamamos también —dice mamá—. Tu celular estaba apagado.

t.y. me está susurrando una docena de excusas, así como así. Es muy buena. ¿Me llamaron al celular? ¿En serio? Tengo que recordar cargar ese teléfono cada noche. O, ¿Están seguros de haber llamado al número correcto? No recibí mensaje. O, uno de los chicos con los que estaba necesitaba llamar a sus padres, y hablaron durante mucho tiempo.

Ahora soy lo suficientemente inteligente como para dejar pasar las excusas de t.y.

—Fue estúpido de mi parte —admito—. Debería haber sabido que iban a tratar de volver a llamar. Apagué mi celular porque estábamos tratando de ver el final de la película. Lo siento. Es sólo que no lo pensé.

—Ese es el problema, tiffany. No has estado pensando —coincide papá—. ¿A la una de la mañana en un día de escuela? Has estado trabajando duro todos estos años para entrar en una buena escuela como ISU. No lo pierdas en tu último año. La universidad no es…

—Pensé que estabas estudiando en casa de yuri —interrumpe mamá—. Eso es lo que me dijiste.

—¡Lo estaba! —afirmo—. Hoy tenemos un examen de inglés sobre Julio César. Estábamos viendo la producción de Shakespeare. Eso es lo que estábamos haciendo. Es una película muy larga. Simplemente no la comenzamos a tiempo.

Toda la verdad. Nada más que la verdad.

No toda la verdad.

La película estaba en marcha, pero no vimos mucho. A menos que cuente que vernos la una ala otra. Me pasé la mayor parte del tiempo viendo a taeyeon kim. Estudiante de último año, largo cabello castaño, sonrisa mortal. Novia de jessica jung. La t.y. en mi cabeza cree con firmeza que cualquiera que se llame jessica jung no se merece un novia como taeyeon kim. Y

11

no es sólo por el nombre. jessica sería la primera en decir que taeyeon le pertenece. Pero eso no le impide salir a escondidas con otros chicos. Sé esto por fuentes fidedignas.

Y aún hay más. Hay una tristeza en esos grandes ojos marrones de taeyeon kim. La he visto. Me mantiene despierta por las noches. ¡Y puedo hacerlo reír! Lo que convierte el hacerme amiga suya en una especie de servicio comunitario, si te pones a pensarlo. Y lo hago. Pienso en ello. Constantemente.

—¿tiffany?

—Lo siento. Pensando en el examen.

—Todavía no hay ninguna excusa para estar fuera tan tarde —continúa papá—. No deberías esperar hasta el último momento para estudiar. Los hábitos que formas ahora son los hábitos que llevarás contigo a ISU —su voz ya se está suavizando, y también sus ojos. Él es tan fácil. Es suficiente para hacer que la Plain young en mí diga, debería darte vergüenza.

—Tienes razón, papi. —Y la tiene. Aun así, no creo que me vayan a castigar. Casi nunca lo hacen, gracias a Plain young, que es altamente confiable. Creo que papá ni siquiera va a gritarme. No me puedo imaginar lo que los padres de Alicia le harían si hubiera llegado a casa así de tarde. Alicia es probablemente mi mejor amiga en todo el mundo, pero nunca intercambiaría padres con ella por cinco minutos.

Volteo a ver a mamá, que parece tener mucho más que decir sobre el tema. Si le doy tiempo, va a preguntar quién estaba allí (catorce de nosotros) y dónde estaban los padres de yuri (Kansas City o Des Moines, creo) y si me molesté en leer la obra antes de verla en la televisión (no).

—Lamento haberte preocupado, mamá. No volverá a suceder.

—Espero que no —responde ella con la voz llena de dolor. Y, sí, decepción.

Trago algunos bocados de cereal.

—No olvides el juego de tu hermana después de la escuela —dice papá.

—No lo haré —respondo aunque me había olvidado del juego de Sandy.

t.y. canturreando en mi cabeza: ¡Sí! ¡Ni siquiera me castigaron! ¡Gané! ¡Gané! 12

Pero mientras agarro mi mochila y salgo de la cocina, tengo que admitir que me siento un poco culpable. Apenas son las 7:37 de la mañana, y ya he decepcionado a mis padres, olvidado el gran juego de mi hermana, y estoy colada por la novia de alguien más, de una manera que asemejaría al tamaño de una camioneta monstruo.

 

 

ISU: Illinois State University

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
yoonalim__ #1
Chapter 2: Hasta ahora, todavía no entiendo la historia.
yoonalim__ #2
Chapter 1: No comprendo
yoonalim__ #3
esta historia parece interesante
Dianasnsd
#4
Esta muy buena la historia, me dejaste picada, quiero saber cómo acaba.