The Dragones

Crazy in Love
 

cancha de básquet cuando me ve caminar hacia ella. Aún no comienza el partido realmente, sin embargo, mi hermana lo habría dejado a

medias para ir a saludarme aunque estuviera jugando.

Le extiendo mis brazos y ella me abraza, como si hiciera años que no nos vemos la una a la otra, en lugar de horas.

Las voces en mi cabeza gritan, ¡abrázala de nuevo! y lo hago. Amo a Sandy esta es una de las pocas cosas con las que están de acuerdo las voces conmigo.

—¡Púrpura! —grita dando un paso hacia atrás y celebra moviendo los lados de sus shorts de básquet como si fueran una falda de ballet. Su fino cabello castaño cae descuidadamente por sus hombros. Ella tiene el rostro de un ángel.

—Muy púrpura —le digo. Púrpura siempre ha sido el color preferido de Sandy—. ¿Nuevos uniformes? ¡Se ven muy bien, Sandy!

Hago que gire para que pueda ver la parte trasera de su uniforme, donde dice DRAGONS .

—¡Vamos The Dragons! —Grito—. Oh, y hablé con Alicia y ella pidió que te dijera que buena suerte y ¡Vamos, The Dragons!

Sandy salta dos veces y mira hacia la puerta. —¿Ella está viniendo? ¿Viene Licia?

—No. Ella está en la universidad. ¿Te acuerdas? Pero vuelve a casa para Acción de Gracias y quiere verte jugar.

Michelle, la nueva entrenadora de The Dragons, mantiene la vista hacia nosotras. El último entrenador, Jeff, los niños eran todo. Ella es ganar.

—Será mejor que vuelvas con tu equipo —le digo a Sandy. Pero casi no me salían las palabras cuando escuché las zapatillas deportivas ruidosamente. Observo a los amigos de Sandy que vienen en estampida hacia nosotras.

—¡tiffany! ¡tiffany! —Leslie grita en su voz suave.

Brent, Eric, Chris y John son un poco más altos que yo. Todos están tratando de decirme varias cosas diferentes al mismo tiempo:

—¡Mírame! ¡Encesté la última vez! ¡Yo tomo las fotos!

Hay un equipo extraoficial que se reúne en las líneas laterales. Jerry, el jugador más chico, nunca habla. Él sólo susurra cosas que no puedo entender, susurra fijamente hacia mí, entonces me da una palmada en la cabeza.

Yo pretendo caer hacia atrás, al suelo y Sandy conmigo. Ella se ríe… sonoramente y sin rastro de autoconciencia.

Su risa me recuerdan a los gansos graznando. Es imposible escucharla y que no te

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rías también. Haría casi cualquier cosa por esa risa… para mantenerla.

Jerry y Eric comienzan a caer arriba de Sandy y de mí. El resto de ellos siguen su ejemplo hasta que estamos en el suelo y parecemos un balón básquetbol. Me río tan fuerte que no puedo parar.

Ni siquiera había tenido ganas de reír desde… desde entonces… desde la última vez que vine a uno de los partidos de Sandy.

No hay respuestas en mi cabeza.

Nadie está gritando. Podría seguir así, envuelta como en un capullo con Sandy… por siempre.

—¡Regresen a la línea de tiros libres! —Michelle recalca con el ceño fruncido hacia nosotros—. ¡Vamos! El juego comienza en quince. —Señala la línea de tiro libre para asegurarse de que los niños entiendan exactamente a qué línea quiere que vayan.

En este caso, la línea de tiros libres tiene muchos nombres. Sandy lo llama el punto de error.

Sandy se levanta y abraza a Michelle antes empezar a trotar. Se puede decir que Michelle no es del tipo de personas a la que se abrace. Los otros se levantan lejos de mí y siguen a Sandy. Chris, es el jugador estrella de The Dragons y se apresura para caminar al lado de mi hermana, y no por primera vez, me pregunto si es que le gusta, como a ella le gusta él. Me desenvuelvo hasta estirarme sobre mis pies. — Hey, Michelle. Fabulosos uniformes.

—Son demasiado cortos —dice ella—. Serán mejores los que tengamos para el partido de Richmond.

—¿El gran partido de este año? —le pregunto.

—Es el único partido que creo que se nos pueda dificultar un poco —confiesa Michelle—. Podríamos ganar el distrito este año. Si somos capaces de vencer a Richmond, podríamos jugar en ISU.

—¿Sí? Bueno, estoy segura de que los niños querrán ir ahí. Puedo ver su entusiasmo de que quieren eso. ¿Y para cuando es, es el gran juego?

—El día después de Acción de Gracias. Falta aún bastante tiempo. Creo que Carl tendrá algo que ver con eso. Él es el entrenador en Richmond. Es tan arrogante.

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Han ganado los tres últimos años y cree que va a durar su racha para siempre. Bueno, no este año.

El entrenador del equipo visitante sopla un silbato y los jugadores en ese lado de la cancha interrumpen todo y regresan a sus bancos.

Michelle corre de nuevo hacia nuestro equipo y ellos lo siguen a la línea lateral.

Alex James está esperando para poder ayudar y conseguir que The Dragons se acomoden en las banca del equipo local. Alex es el novio de Red. Ella es de las que firmó el pacto de las tres vírgenes junto con Alicia y conmigo justo antes de que comenzáramos el instituto. Red nos llamó La abstinencia en Acción, que era bastante divertido, ya que el punto era no tener acción.

Ella y Alex comenzaron a salir tres semanas más tarde.

Miro a Alex con Chris, el hermano de Red y el anotador de The Dragons. Alex es tan bueno con los chicos.

—¡Hey, Alex! —lo llamo.

Él acaricia a Chris en la espalda, luego trota hacia mí.

—Sabía que estarías aquí —dice—. Sandy se ve bien. ¿Ella ha estado saludable?

Asiento.

—¿Qué hay de Chris?

Él sonríe.

—Yo diría que Chris piensa que Sandy se ve muy bien, también.

Golpeo su brazo. No quiero pensar en que Sandy nunca va pasar por lo que estoy pasando ahora.

—¿Y dónde está Red?

Red es la más grande fan de The Dragons o por lo menos la que hace más escándalo. Ella casi se negó a tomar un beca para una gran escuela privada al norte del estado, sólo porque no quería volver a perderse ninguno de los partidos de Chris. Eso y el hecho de que ella y Alex están locamente enamorados, y él se quedaba en la ciudad y conseguiría un título de ingeniería del Colegio Tri-

Comunitario.

—Red no ha podido llegar a casa. Tuve que prometerle que la llamaría cada vez que Chris anote. Sin embargo, ella va a estar aquí para el juego Galion.

—Genial.

—¡tiffany! —Mamá me está llamando desde la parte superior de las gradas desde la ta fila. La saludo con la mano.

—Será mejor que me vaya a sentar. Te veo más tarde. —Entonces empiezo subir las gradas.

Yo nunca reconozco a mis padres en un juego en Atila y mucho menos me siento con ellos.

Sin embargo, las reglas del instituto no se aplican aquí. En esta vida, con estos niños, es totalmente un mundo dentro de otro mundo, apartado de cualquier otra cosa. Aquí nos sentamos con las mamás de Roy Dale y a nadie le importa.

—¿Dónde está papá? —le pregunto mientras me acomodo al lado de mamá. Ella lleva pantalones vaqueros y una camiseta que anuncia una empresa inmobiliaria. La oficina principal le dio camisetas de Casa Cazadores para las sucursales de CASAS CAZADORES abiertas en los últimos años. Por extraño que parezca, tenemos una docena en todos los colores.

—Él llegará tarde, pero dijo que va a llegar aquí tan pronto como le sea posible.

Vemos como el verde y morado de los equipos se reúnen en el centro de la cancha para iniciar. Y el juego está comenzando.

Nadie anotó hasta el último minuto del primer período, cuando Chris anota uno desde el otro lado. Saluda en todas direcciones. Todo el mundo en la cancha felicita a Chris, incluso un par de chicos del equipo verde. Veo a Alex sosteniendo su celular recogiendo el ruido de la multitud, y para darle a conocer a Red al otro lado, gritando muy fuerte lo sucedido. Hay algo muy serio entre ellos dos.

Jeff, el último entrenador se aseguraba que todos en el equipo tengan oportunidad de jugar y por lo general en el primer período. Michelle no. Ella mantiene a los buenos jugadores todo el tiempo que le es posible.

Sandy entra a jugar en el segundo período y papá aparece justo cuando ella está

caminando hacia la cancha. Sus ojos están buscándolo en el gimnasio mientras él va llegando. Cuando lo ve, ella se agita y grita:

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—¡Hola papá! ¡Tengo la oportunidad de jugar! —Entonces ella sostiene a sus shorts como lo hizo cuando me vio y gritó—: Púrpura.

Saluda a papá de nuevo y grita:

—¡Vamos, The Dragons! —Porque Sandy nos ha dicho que no se puede decir ¡Vamos, Sandy!, solamente ¡Vamos, The Dragons! Camina entre las gradas y se sienta con mamá y conmigo.

—Así que estamos ganando —dice sonriendo a nuestra goleada de 2 a 0.

Michelle le grita a Sandy para que se mueva en la cancha. Durante los siguientes diez minutos, Sandy corrió de un lado a otro con su equipo, pero nunca toca el balón. Nadie se lo pasa a ella. Y ella es demasiado educada para pelear por él.

Uno de los jugadores verdes, el número 11, un niño esquelético, con las rodillas nudosas como pelotas de béisbol y con la cabeza rapada, mantiene vigilada a Sandy. Cada vez que llama su atención, se rompen en una gran sonrisa. Sandy sonríe de nuevo y es casi más de lo que un niño puede manejar. Es como si él no pudiera despegar sus ojos de ella.

Pero Sandy se centra en el balón. Ella corre arriba y abajo de la cancha junto a todos los demás y extiende los brazos. Los dos mejores jugadores de The Dragons, Chris y Matt, acaparan la pelota, como de costumbre, pasándola de un lado a otro, los dos lanzando. Nuestro viejo entrenador trata de convencerlos para que la pasen a otros miembros del equipo, a pesar de ser los únicos que alguna vez hayan anotado.

Me siento tan mal por Sandy. Con sus brazos extendidos. Su rostro está lleno de esperanza a que le van a pasar el balón. Ella consigue colocarse ampliamente debajo de la canasta y los dos chicos sólo hacen como si nada más estuvieran ellos solos. Entonces sucede algo. El balón resbala y rueda de las manos de Chris hacia Sandy. Ella intenta tomar el balón, pero las gruesas rodillas le impiden llegar antes que el jugador verde con el número . La agarra y se la queda y entonces él se detiene. Sus compañeros de equipo siguen corriendo por el lugar, seguido por los defensores de The Dragons, Sandy se queda en ese extremo de la cancha.

Y le sonríe a Sandy.

Ella sonríe de nuevo.

Ambos entrenadores están gritando.

Sus compañeros están pidiendo la pelota.

Luego el número 11 verde lo coloca en las manos de Sandy y sonríe como si fueran flores.

Sandy le da una sonrisa en agradecimiento mientras toma el balón de él. Luego se da la vuelta y mira hacia arriba en las gradas hasta encontrarme y mirarme. Con sus ojos grandes, me pregunta, como si estuviera pidiendo permiso. Y le doy mi aprobación. Se encoge de hombros. La rebota una vez, la lanza y anota.

Los aficionados se vuelven locos. Todos estamos de pie, animando y riendo. Todo el mundo está feliz, incluyendo al niño que se ha enamorado de mi hermana.

Michelle deja a Sandy cinco minutos más, pero la concentración de Sandy ha desaparecido. Trata de seguir el balón, baja y sube por todo la cancha cuando se percata que los demás niños se mueven. Pero ella sigue sonriendo a las gradas donde estamos. Le devuelvo la sonrisa, es lo único que puedo hacer en estos momentos para ayudarla. Todo el mundo está sonriendo en un juego de Olimpiadas Especiales. Debería haber una regla que todas las personas fueran a partidos como estos una vez al mes. No habría tanta violencia en los caminos, ni peleas en la NBA por los resultados.

Sandy regresa a la banca y ahí se queda hasta el final del cuarto periodo. La puntuación ha aumentado a 14 a 2 a nuestro favor, pero Michelle todavía no hace que todos jueguen. Y papá no me deja ir allí y tener una pequeña charla con ella sobre este tema. Aunque me parece que alguien lo ha hecho, porque de repente ha puesto a los últimos cuatro niños que faltaban, aparte de Sandy.

Ambos equipos púrpura y verde están animados por los nuevos jugadores. Uno de The Dragons, Isaac, tiene solo un brazo, pero él es un buen lanzador. Lo he visto anotar anteriormente. Dos de los nuevos jugadores de The Dragons son niñas que todavía están en la escuela media. Ellas se toman de las manos y se miran con bastante miedo. El cuarto, es Larry, que no va a salir a la cancha. Él es autista. La mayoría de las veces no logran convencerlo de que abandone la banca. Generalmente práctica solo. De hecho, si puede estar en la cancha por él mismo, es un experto tirador. Le he visto encestar tiros triples seguidos en un día. Michelle intenta convencerlo a que entre a la cancha, pero él gruñe y comienza a

mecerse hacia atrás y adelante en su lugar, cada vez lo hace más fuerte, porque quiere que lo dejen solo.

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Bota el balón. Todo el mundo lo está buscando y la pelota rueda directo a los pies de Sandy.

Papá salta y grita:

—¡Cariño! ¡Tómala y lánzala!

Sandy sonríe hacia las gradas. Después se agacha y recoge la pelota.

—Rebótala. —Michelle grita.

Sandy sonríe. Luego la rebota una vez y abraza la bola, sin dejar de sonreír. Ella dice algo que no alcanzamos a escuchar. Luego lanza el balón a Larry, ella todavía está fuera de los límites de la cancha. Larry atrapa el balón y se detiene balanceándose. Le sonríe a Sandy, que está aplaudiendo como loca. Varios de sus compañeros están aplaudiendo también. Así que es parte del equipo verde.

Es una falta clara. El balón, está claramente, fuera de los límites. El árbitro le permite a Larry jugar básquetbol. Y comienza a balancearse de nuevo.

—¡Eres bueno, Larry! —grita Sandy.

—Un día de estos, después de un largo tiempo —dice mamá—, vamos a conseguir que todo niño pueda hacer pases desde afuera. Solo esperen y verán.

Ganamos 14 a 4. Pero cuando en un juego los dos equipos se abrazan como si todos hubieran ganado y como si fueran del mismo equipo, no importa. Y supongo que, hasta cierto punto, lo somos.

Mis padres están llevando a Sandy hacia afuera para las hamburguesas, me han invitado a unirme a ellos. Salgo por la puerta principal de Roy Dale y me dirijo a mi coche. Estoy a menos de un metro de distancia, cuando las voces están de regreso:

Plain young: ¿Qué te sucede? ¿No puedes tener tiempo esta noche para una cena familiar? Por supuesto que no, no quieres comer en realidad una hamburguesa, ya que no podrías perder ese kilo, y lo sabes. ¿Pero no podrías por lo menos pasar un poco de tiempo con ellos?

t.y.: ¡No pierdas ni un minuto pensando en estúpidas hamburguesas! Sabes exactamente lo que deseas hacer. Ir directamente a casa. No debes dejarlo pasar. Vamos.

 

Tengo que llamar a casa de taeyeon.

 

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Comments

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yoonalim__ #1
Chapter 2: Hasta ahora, todavía no entiendo la historia.
yoonalim__ #2
Chapter 1: No comprendo
yoonalim__ #3
esta historia parece interesante
Dianasnsd
#4
Esta muy buena la historia, me dejaste picada, quiero saber cómo acaba.