Intriga

Crazy in Love
En vez de estar reflexionando en la sociología de los países de tercer mundo, me pasé toda la siguiente hora meditando sobre mi reputación,

Mundo como el resto en mi clase de ciencias políticas. ¿Podría ser posible que mi reputación sea la de estar disponible… por cuatro minutos? ¿Cuatro minutos perdidos?

Nunca he tenido que pensar mucho en mi reputación. Solía sentir como si fuera la única estudiante en Atilla Ill que no lo había hecho. Según los chicos, todos han tenido o 137 veces para cuando entran el instituto. Puede que las chicas no alardeen sobre ello tanto como los chicos, es decir, eso sería imposible, pero los

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Rumores vuelan, y las chicas no lo niegan. Nadie quiere ser visto como un juguete, pero tampoco quieres ser la única puritana que queda.

Fue mi amiga seohyun quién me corrigió. Dijo que, contrario a los rumores, la mayoría de las chicas de instituto no lo han hecho. Simplemente no admiten el hecho. La noche antes de que seohyun empezara el instituto, ella, una amiga suya llamada Red, diminutivo de Rianna Elizabeth Douglas y yo, hicimos un pacto de «reservarnos a nosotras mismas» para el verdadero amor de nuestras vidas. Bueno, uno para cada una de nosotras.

Desde entonces, me las he arreglado para obtener citas para la mayoría de los eventos de la preparatoria, y he tenido a chicos y chicas que me llevaron a ver películas, comer hamburguesas y llevarme a fiestas. Pero en realidad nunca he tenido la oportunidad de romper el pacto. Así que mi supuesta reputación ha sido una insensatez.

Hasta ahora.

He tocado el lápiz de Jackson aproximadamente 736 veces en lo que resta de la tarde y evitado el contacto visual con hombres y mujeres por igual. No tengo que pagar por mis pecados del almuerzo hasta el final del día, en la última hora de estudio libre con bora y yuri.

Nadie debería estar obligado a pasar la última hora de escuela en la biblioteca. No es posible que piensen que alguien estudiará. No en el último minuto para ninguna clase. ¿Cuál es el punto?

Las Chicas y yo nos sentamos en la esquina de atrás, detrás de los libros más grandes, los estantes de referencias. De esa manera estamos lo más lejos posible de la Srta. Lake, quien se parece demasiado a como una bibliotecaria debería ser, sospecho que está personificando a una y que un día descubriremos que es una asesina en serie que usa un hacha y se está escondiendo del FBI. Su cara redonda es la personificación de simpatía, enmarcada por cabello negro rizado. Usa bufandas de seda todos los días con diseños que recuerdan a una biblioteca, como libros y tarjetas de bibliotecas.

Cuando la Srta. Lake interrumpe nuestras conversaciones de biblioteca, lo hace

poniendo el dedo índice en sus delgados labios mientras susurra: 39

—¡Silencio por favor!

Tienes que amar a esta mujer, asesina con hacha o no, símbolo de las bibliotecas americanas.

Hago una parada técnica en el baño de mujeres antes de reportarme en la biblioteca. Por supuesto, no pueden pagarme para usar los inodoros de este lugar de verdad. Preferiría partirme por aguantarme. Sólo necesito un minuto para serenarme antes de enfrentar a Las Chicas en estudio libre.

No hay nadie en el baño, excepto un grupo de estudiantes de primer año, que no conocen nada mejor. Mientras me lavo las manos en el lavabo, las miro por el espejo y me pregunto si alguna vez fui así de joven y despreocupada.

Me echo un vistazo en el reflejo del espejo manchado, y por un segundo no reconozco a esta extraña secándose las manos con una toalla de papel. No puedo apartar la mirada de ella cuando me devuelve la mirada. En mi cabeza, las voces están describiendo lo que estoy viendo, tiffany young:

Plain young: Promedio. Altura promedio. Nada extraordinario sobre su cara, excepto por el grano en el mentón. Ojos cafés —como tres cuartos de los Homo sapiens conocidos—. Buena visión. Cabello castaño. Los labios son demasiado grandes. No se ve nada bien con nada de lo que se pone. Nada del otro mundo.

t.y: 34C. Buen trasero. y. Incluso ardiente. Deseable. Los jeans podrían ser más ajustados. Debería haber usado el labial Rojo Flama en esos deliciosos labios.

Si alguna vez soy buscada por la policía, espero que las voces en mi cabeza sean las únicas testigos del crimen. Quisiera que ellas fueran las únicas en describirme al artista de la policía. Nunca nadie atraparía a tiffany young.

Le pido perdón a la Sra. Lake cuando llego tarde a estudio libre. Sacude la cabeza y esboza una dulce sonrisa, sin duda para que no sospeche de su verdadera profesión, asesina con hacha. Aun así, estoy menos asustada de ella que de Las Chicas, que me están esperando, exactamente como sabía que sería.

—Hola, chicas —saludo sentándome entre yuri y bora, la silla que obviamente dejaron para mí. Se siente un poco como sentarme en el estrado.

hyuna está al otro lado de bora. No está más firmemente arraigada en el grupo de las populares que yo y ha sido conocida por revolotear de rama en rama. Pero está en esto, lo que sea que esto sea.

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Bajo la mirada a los pies de yuri.

—¡Súper! Geniales zapatos, yuri.

Eso la distrae momentáneamente.

—¿Tú crees? —Levanta su pierna cruzada para poder admirar sus nuevos zapatos. Son Doc Martens—. Me encantaron en la tienda —explica—. Ahora no estoy muy segura. ¿Crees que se ven bien con vaqueros?

Está usando Levi’s, y los zapatos no le van.

—Sí —miento—. Son tan geniales. Ojala tuviera unos como esos. —Los cuales solo usaría si estuviera muerta.

bora se aclara la garganta para llamar la atención.

—Como sea —empieza yuri—, tenemos que hablar, tiffany. Creo que no tienes ni idea de lo que la gente está diciendo de ti.

—¿De mí? —La sorpresa en mi voz no es fingida. Soy del tipo de chica que pasa desapercibida. El pensamiento de que las personas hablen de mí me hace tener que tragar tres veces antes de que pueda respirar normalmente.

—En serio tiffany —dice bora—. ¿Qué se te ha metido?

Miro de bora, a hyuna, a yuri. Hay interés ahí, incluso preocupación. Y amistad. Siento que me estoy deslizando, cayendo.

hyuna se inclina frente a bora y susurra:

—¿Qué estabas pensando?¿Por qué te sentarías en la mesa de los deportistas?

—Lo sé. —Miro fijamente mis manos, manos que alimentaron deportistas. Las Chicas están llegando a mí. Están derritiendo mis defensas. Lo puedo sentir. Tengo que morder mi labio para contener las lágrimas. Amo a estas chicas. Necesito caerles bien.

—Estás en lo cierto. —Miro a yuri—. No sé cómo paso. Yo… yo sabía que ustedes chicas no me querían en su mesa. Estaba tan molesta. No sabía a dónde ir. 41

—¿A qué te refieres con que no te queríamos en nuestra mesa? —exige yuri.

—¡Porque ahora todo el mundo me odia! —Mi voz se quiebra mientras lo digo. Y sonó tan fuerte que la asesina con hacha mira en nuestra dirección.

yuri pone su mano en mi brazo.

—¡No te odiamos! —enfatiza.

—¿Cómo pudiste pensarlo?—secunda bora.

—Solo estamos preocupadas por ti —añade hyuna.

—¿No están molestas? —pregunto asombrada, aliviada, arrepentida.

—¿Cómo podríamos estar molestas contigo? —Inquiere yuri apretando mi brazo—. Pero…

Sabía que habría un pero y me preparo.

—Pero —continua yuri—, tienes que controlarte, chica. Es como si estuvieras acercándote a un acantilado o algo. Estás en modo de autodestrucción.

—Y sooyoung está en lo cierto —dijo hyuna—. jessica de verdad está dolida.

—¿Por qué? —Quiero saber, preguntándome cómo es que lo sabe hyuna—. ¿Por taeyeon? taeyeon ni siquiera estaba en la mesa de los deportistas.

—No por el almuerzo —explica hyuna lo que comprueba que ha estado hablando con jessica—. Por lo de anoche. Las cosas de verdad están mal.

t.y. Tiene cerca de 37 ingeniosas réplicas de defensa para la salta ramas. Las está gritando todas en mi cerebro al mismo tiempo. Sin embargo, no escucharé a t.y. Es la que me metió en todo este lío en primer lugar.

—Arréglalo, tiffany —aconseja yuri con un terapéutico tono de voz.

—¿Qué se supone que haga? —Es una pregunta retórica. Creo.

Habla con jessica.

Esa sugerencia es tan atractiva como «Acaricia una serpiente».

—Es la única manera —interrumpe bora.

—Dile que lo sientes —prosigue yuri.

Si me lo preguntan, jessica debería ser la que le dijera a taeyeon que lamenta tener

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citas a sus espaldas. Pero nadie me lo pregunta, por lo que guardo mis pensamientos para mí misma.

yuri es implacable.

—Dile que no tiene nada de qué preocuparse.

Suspiro, dándome cuenta de que eso es indudablemente cierto y preguntándome si admitirlo ante jessica me mataría.

yuri aprieta mi brazo de nuevo.

—tiffany, de verdad creo que deberías hacerlo. Es nuestro último año. Solo quiero que todas nos llevemos bien y tener el mejor año de todos. Hemos esperado toda nuestra vida para esto. No lo eches a perder.

yuri lo dice con tanta seriedad que me encuentro a mí misma estando de acuerdo con ella. Estoy asintiendo. También quiero un gran último año.

—No mires ahora, pero Lauren te está mirando —susurra bora.

Miro. No lo puedo evitar. Lauren está fingiendo leer su libro de historia, pero puedo verla observándome.

—Hazlo, tiffany —susurra yuri—. Habla con jessica rápido, antes de que esto vaya más lejos.

Para cuando el estudio libre ha terminado, he tomado mi decisión. Sin duda voy a seguir deseando a taeyeon kim, apreciando su lápiz, quizás incluso escribir su nombre en mi diario, si empiezo a llevar uno. Pero voy a esconder estas cosas en mi interior por el bien de Las Chicas, de las cuales formo parte. No solo eso, sino que voy a hacer las paces. La Plain young en mí a duras penas puede creer que jessica en realidad se siente amenazada por mí. Pero no quiero tomar ningún riesgo. Voy a hablar con jessica por el bien del árbol familiar, para erradicar la discordia y dejar que todas florezcamos en nuestro último año.

El casillero de jessica está en el ala este, así que saco mis cosas de mi casillero y me apresuro por el pasillo, esperando no llegar tarde. Quiero terminar con esto.

Ella está en su casillero, agachada frente a él, buscando algo. jessica jung de verdad es la chica más bonita en Atilla Ill. Su cabello castaño se ve tan bien ahora como en la mañana, lleno de vida y brillante, como cabello de comercial de

 

champú.

Me dirijo hacia ella.

—Hola, jessica.

Levanta la vista. Si le sorprende verme, no lo demuestra.

Se para, cargando una pila de libros. La sonrisa en su rostro se ve lo suficientemente real y me da el coraje que necesito para continuar y hacer lo que tengo que hacer. Tal vez es mi imaginación, pero puedo sentir todas las miradas en nosotras.

Me aclaro la garganta.

—jessica, hay un montón de rumores locos circulando por aquí hoy.

Ella inclina su cabeza ligeramente hacia un lado. Sus ojos se estrechan muy ligeramente. Su sonrisa está fija.

—Bueno, no sé qué es lo que has escuchado —digo trabándome con las palabras—.

Ya sabes. Sobre mí. Sobre taeyeon. Taeyeon y yo. O lo que sea.

Su cabeza se inclina un poco más. La sonrisa sigue en su lugar.

Sigo adelante.

—Bien, bueno. Solo quería decirte yo misma que lo siento, si oíste algo estúpido que te hizo pensar que algo estaba ocurriendo. Como algo entre taeyeon y yo o algo así. Porque nunca haría nada para lastimarte.

Su sonrisa se hace más amplia, pero por alguna razón no me tranquiliza.

—Así que en serio eso es todo —digo—. Entonces estamos bien, ¿verdad?

Sonríe profundamente y cambia los libros que está sosteniendo. Después, sin cambiar su expresión, con esa sonrisa aún radiante, susurra:

—Error. No estamos bien.

Escalofríos invaden mi cuerpo mientras mi sangre se congela.

jessica me deslumbra con otra sonrisa y se da la vuelta para irse.

—¡Nos vemos, tiffany! —grita hacia mí tan amigable, tan amable, que por un momento me pregunto si soñé los últimos diez segundos, como un relámpago que destella en un cielo claro, dejándote con la duda de si tus ojos lo vieron una vez que desaparece.

 

¿De verdad jessica dijo lo que creo que dijo? No estamos bien.

 

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Comments

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yoonalim__ #1
Chapter 2: Hasta ahora, todavía no entiendo la historia.
yoonalim__ #2
Chapter 1: No comprendo
yoonalim__ #3
esta historia parece interesante
Dianasnsd
#4
Esta muy buena la historia, me dejaste picada, quiero saber cómo acaba.