Voces

Crazy in Love
 

¿

Seohyun? —Me siento a su lado. No sé qué hacer. Creo que jamás la había visto llorar. Ni siquiera cuando casi se rebana un dedo.


 

Llora más fuerte, si es que eso es posible.

Pongo mi brazo alrededor de sus hombros.

—seohyun, ¿Qué pasa? —Creo que estoy asustada. seohyun ha sido siempre la que

mantenía las cosas en perspectiva cuando yo perdía el control.

Levanta la vista hacia mí. Su cara está cubierta de lágrimas y mocos. La máscara de pestañas mancha sus mejillas con largas y oscuras manchas.

—Colt no tenía que ir a casa. A sus padres no podría importarles menos donde pasa Acción de Gracias. Nosotros simplemente... simplemente no nos hemos estado llevando bien.

—Lo arreglarás —digo sin convicción intentando hacer que deje de llorar—. Todo el mundo tiene peleas. Deberías haber oído a mis padres en el coche.

seohyun mira hacia abajo a sus manos.

—Creo que va a dejarme, tiffany. ¿Qué pasa si rompe conmigo?

La miro fijamente con asombro, no a seohyun, sino a mí misma. ¿Cómo pude no haber visto esto?

—Yo... seohyun... no lo sé. Lo siento mucho.

—Pensé que él era el único, tiffany. Todavía creo que lo es... incluso si él no lo cree. —Levanta la vista hacia mí—. ¿No es patético?

—¡No! —quiero decir más pero no tengo ni idea de qué debo decir—. Tú lo amas.

—Él dijo que también me amaba. Pero no puede haberlo hecho. Ahora dice que no sabe lo que siente o lo que quiere. Acabo de colgar el teléfono con él. ¿Cómo puede amarme un día y luego no al día siguiente?

—No es tu culpa —digo buscando las palabras. Ni siquiera he conocido a Colt y estoy más cerca de odiarle de lo que nunca he llegado a odiar a nadie—. Quizás está como trastornado. O es un estafador. Sea lo que sea, ¡eres demasiado buena para él, seohyun! Ese tipo obviamente no es quien pensabas que era.

—Eso no es lo que más duele —dice—. Quizás yo no soy quien yo creía que era.

No puedo pensar en nada que decir a eso.

—¿Cómo pude haber estado tan equivocada acerca de él? ¿Acerca de mí? Ni siquiera sé ya quién soy.

Quiero ayudarla, pero no puedo. No tengo una respuesta para ella. Pero las voces en mi cabeza están hablando, tranquilas, razonablemente, como siempre hacen en Roy Dale, cuando estoy alrededor de Sandy y sus amigos. Los pensamientos en mi cabeza no son una voz, una nota, pero encajan juntos, como un coro. Así que escucho:

t.y.: seohyun es una bella e inteligente mujer universitaria. Es la mejor amiga y más fuerte que has tenido jamás.

Plain young: seohyun es una novia a la que han dejado, que le dio a su novio lo que ya no puede recuperar. Se siente rechazada, estúpida y fea.

t.y.: ¡Pero no lo es! Es tan y y segura de sí misma...

Plain young: Y está tan sola y asustada…

Y entonces lo entiendo.

No soy la única con voces en la cabeza. Debe haber al menos un par de seohyuns luchando en su cabeza, la segura chica universitaria, la novia de Colt, la amiga de Sandy, mi mejor amiga.

¿Y qué pasa con Colt? Quizás una parte de él amara a seohyun y aún la ame. Y quizás otra parte de él simplemente quería meterla en su cama.

¿Y si todo el mundo tiene voces? ¿Y si la vida no es tan simple para nadie?

Siento como si estuviera al borde de un increíble descubrimiento, un secreto maravilloso del universo. Pero no sé cómo explicarle esto a seohyun.

Estiro el brazo y la abrazo.

—Vas a estar bien —digo.

—No lo sé, tiffany. Ya no sé qué creer nunca más.

Me aparto de forma que puedo mirarla a los ojos. La vieja seohyun está ahí. También está la nueva. Quizás alguien a quien nunca he conocido.

—¡Eh! No llores. —Es Sandy. Ha dejado el partido y está alzándose sobre nosotras, su cara arrugada como si también fuera a llorar—. No me importa si perdemos el partido.

Miro el marcador y veo que the Dragons están perdiendo por catorce puntos.

—Oh, cielo —digo tomando su mano—, no es eso por lo que estamos llorando.

—¿Pero por qué? ¿Por qué estás llorando? ¿Por qué está llorando seohyun? —Sandyestá realmente disgustada.

—Supongo —comienzo intentando respetar a Sandy lo suficiente para ser honesta, pero luchando por ponerlo en palabras de forma que pueda entenderlo—. Supongo que estamos llorando porque estamos confusas. —Miro a seohyun. Está sorbiendo por la nariz, pero el llanto ha cesado—. Y a veces nos sentimos como si fuéramos diferentes personas, como si un montón de seohyuns vivieran dentro de su cabeza y un montón de tiffany vivieran dentro de la mía.

Los ojos de seohyun se entrecierran y en su cara parece como si se encendiera una luz.

—Es exactamente eso —Susurra. Levanta la vista hacia Sandy—. Y a veces es difícil saber qué seohyun es la real, cual es la que soy en realidad.

Sandy rompe en una sonrisa que muestra sus torcidos incisivos por demasiado chicles.

—¡Eso es fácil! —exclama—. ¡Eres todas! Eres tu equipo completo. ¡Y eres la capitana!

Sandy besa la parte superior de la cabeza de seohyun y luego trota de vuelta al banquillo de the Dragons. Cuando se ha ido, seohyun se vuelve hacia mí.

—Lo siento mucho, young. Fui bastante ruin contigo. No te culpo si me odias.

—¿Bromeas? ¿No has oído hablar del perdón del novato? —pregunto—. Está alcanzando toda la nación.

Hablamos de forma ocasional durante el tercer tiempo. Me habla de Colt. Yo le hablo de taeyeon. Creo que me siento más yo de lo que he sido en mucho tiempo.

En el cuarto periodo, seohyun me da un codazo y señala al banquillo de the Dragons. Mi hermana tiene su cabeza sobre el hombro de Chris y el brazo de él está alrededor de ella. Sólo dura un minuto, pero creo que la imagen estará conmigo para siempre. Ninguna de nosotras dice una palabra, pero puedo decir que seohyun siente lo que yo siento. Sandy no es sólo una niña pequeña. También es una mujer de diecinueve años. Y quizás más. Mi hermana también es todo el equipo.

Cuando el partido termina y aplaudimos nuestra derrota de 46 a 20, Sandy viene para asegurarse de que seohyun y yo estamos bien. Su sonrisa es incluso más grande de lo que era antes.

—Estás excesivamente sonriente —observa seohyun—. ¿Cómo es eso?

La cara de Sandy muestra un asombro angelical.

—Tan sólo me siento realmente feliz.

—¿Sí? ¿Y por qué estás tan feliz? —pregunto.

Los ojos de Sandy se entrecierran, como si estuviera pensando. Inclina su cabeza a un lado y una sombra divide su rostro en dos, oscuridad y luz.

—No estoy segura —comienza pausadamente—, pero creo que tiene que ver con Chris poniendo su brazo a mi alrededor. —No hay broma en esas palabras, ni una pizca de burla, ni engaño. Sólo pura felicidad, como si estuviera tan sorprendida como el chico de al lado ante este nuevo acontecimiento.

seohyun lanza sus brazos alrededor del cuello de Sandy y la abraza.

—Ya lo sabes, niña, quiero ser tú cuando sea mayor.

—Vale —dice Sandy. Luego se escapa de vuelta hacia su equipo para celebrarlo.

Mi teléfono vibra. Compruebo y veo que es el número de taeyeon.

—¿Hola?

—tiffany, he intentado llamarte un par de veces —dice taeyeon. Oigo los limpiaparabrisas de fondo—. ¿Va todo bien?

—Sí. Lo siento. No oí mi teléfono. Todavía estoy en el partido de Sandy. Hay mucho ruido aquí.

—¿Celebrando?

—Y llorando —sonrío hacia seohyun.

—Tu equipo perdió, lo capto —aventura taeyeon.

—Sí. —Podría intentar explicarle que aquí nadie llora por perder un partido, que hemos estado llorando porque no es fácil darse cuenta de lo complicado que es todo el mundo, especialmente nosotras mismas. Pero no sé si lo entendería.

La idea me golpea fuerte. Hay un montón de cosas que ella no entiende sobre mí y un montón que yo no entiendo sobre ella. Demasiadas.

Tengo tiffanis de las que ella no tiene ni idea. Me pregunto cuántos taeyeons hay que no he conocido.

—Bueno, estoy en la ciudad y me dirijo a Roy Dale. Espérame, ¿de acuerdo?

Espero por élla fuera, mientras la primera nevada del año desciende en copos gigantes. El aparcamiento se despeja. Miro fijamente hacia el cielo, que ya está negro como la noche. Podría estar en el interior de un globo de nieve decorativo, con motas blancas arremolinándose a mí alrededor, pegándose a mis pestañas, haciéndome cosquillas en las orejas. Está quieta, como si estuviera acolchada y sellada. No estoy segura de haber sentido nunca esta paz.

taeyeon toca el claxon mientras aparca en el bordillo.

Me meto dentro y antes de que élla pueda decir nada, antes de que me pille con la guardia baja por lo increíble que luce y huele, desembucho:

—taeyeon, tenemos que cambiar nuestros planes.

—¡Estás bromeando! ¿Por qué? ¿Qué pasó?

 

Nada. Quiero decir, simplemente no puedo hacer esto.

—tiffan —comienza, su voz llena de amabilidad y sensualidad—, no tienes que tener miedo de nada. Yo voy a...

—No es eso —interrumpo porque no es por eso. No tengo miedo, no es lo que élla está pensando—. Simplemente no estoy preparada y estoy pensando que probablemente no lo estaré, no hasta que conozca a alguien lo suficientemente bien como para casarme con élla y que élla me conozca lo suficientemente bien como para quererse casar conmigo.

Le he atacado por sorpresa y lo sé.

—No lo entiendo. —Ha estado inclinándose, acercándose a mí y ahora se retira y se sienta derecho—. ¿Por qué me dejaste pensar que íbamos a estar juntas esta noche? No puedes simplemente cambiar de idea así. ¿Sin siquiera decírmelo? No está bien, tiffany. He sido buena contigo.

—¿Qué? ¿Así que el o es un agradecimiento? —digo bruscamente—. ¿Te lo debo porque has sido bueno conmigo?

—No quería decirlo de esa manera —murmura. Pero no intenta decirme cómo lo quería decir.

—Lo sé. —Me tomo un minuto y lucho para sacar mis palabras de una en una de forma que tengan sentido—. taeyeon, lo siento por soltártelo así. Pero no podía decírtelo antes porque sólo me he dado cuenta ahora, esta noche.

Alguien nos hace luces desde atrás y toca el claxon. Creo que es el director de Roy Dale y no le gusta que deambulemos por su estacionamiento.

taeyeon arranca desde la acera y salimos del estacionamiento.

—¿Podemos al menos hablar sobre esto? —pregunta.

—Quiero hablar sobre ello —respondo. Haría cualquier cosa para hacerle entender lo que está pasando dentro de mí, por qué he llegado a esta decisión, por qué sé que es lo correcto.

Pero ninguno de nosotros habla mientras conduce hasta su casa. Aparca en la entrada y deja el motor encendido.

—Pues habla —dice como si estuviera enfadada conmigo.

Espero y escucho a las voces en mi cabeza. Ahora que las entiendo mejor, quiero oírlas. Pero yo soy la que decidirá. Yo soy la capitana.

—taeyeon —empiezo, provocada por t.y.—. ¡Te deseo mucho! No te mentiré. Quería que ocurriera esta noche tanto como tú. Probablemente me odiaré a mí misma por la mañana por no entrar contigo ahora mismo.

—Pues entremos —dice aunque creo que sabe que no lo haré.

Sigo adelante, ahora siguiendo indicaciones de Plain young.

—Me haces sentir hermosa, taeyeon. ¿Lo sabias? No creo que nunca antes me sintiera hermosa. Todavía no puedo creer que me escogieras a mí.

—Pensé que nos habíamos escogido la una ala otra. —Ahora élla está enfurruñado.

—Lo hicimos. Todavía lo hacemos, espero. No estoy diciendo que quiera romper contigo sólo porque no quiera tener o contigo esta noche. Te quiero más que a cualquier otra chica que haya conocido, más de lo que creo que podré amar a nadie. Y sé que para mí hay mucho más que amar. Quiero conocerte mejor y más.

Simplemente no quiero tener o. De acuerdo, sí que quiero. Pero no quiero. Voy a esperar, taeyeon, porque va a valer la pena.

taeyeon vuelve sus grandes ojos castaños hacia mí.

—Yo sólo quería que estuviéramos juntas.

Sigo hablando mientras los copos de nieve cubren el parabrisas y nuestros alientos se acumulan en el cristal. No saco el tema acerca de la promesa y la vaca. No le hablo de mi alistamiento como miembro de AEA. Pero traduzco esas cosas en palabras que creo que entenderá si se lo permite a sí mismo. Acerca de esperar, acerca de reservarse.

Es extraño. Un minuto taeyeon actúa como si fuera una niña pequeña que no consigue el regalo que quería por Navidad. Al siguiente minuto, actúa como la chica popular que es, dando la sensación de que no es una gran pérdida para élla. Y al minuto siguiente parece entenderlo. Incluso podría parecer aliviada. No lo sé, pero creo que veo a los taeyeons en su cabeza, también luchando.

—Mejor te llevo a casa —dice cuando ambos estamos demasiado agotados como para discutir más.

Estamos callados hasta que gira entrando en mi calle.

No es exactamente la noche que había planeado —observa.

—A mí me lo dices —coincido—. Tengo sesenta y siete dólares en Victoria’s Secrets que deben seguir siendo un secreto.

Nos sonreímos la una ala otra.

Se detiene delante de mi casa e intercambiamos un embarazoso y nervioso beso, luego decimos adiós.

—Te llamaré —dice.

Asiento. Quiero creerle. Quiero que me llame. Quiero que esto termine con felices para siempre, con taeyeon prometiendo esperar también y salir sólo conmigo por el resto de su vida. Quiero rodearnos con palabras como juntas y para siempre. Pero no sé cuál de los taeyeons ganará.

La observo conducir marchándose, sus luces traseras convirtiendo los círculos de nieve en rojos y amarillos, sus ruedas dejando marcas grises en la nieve blanca. Ya lo echo de menos.

Cuando entro dentro de casa, seohyun está sentada en el sofá leyéndole a Sandy un libro sobre unicornios. Mamá y papá están en la cocina, sacando las sobras para hacer unos tentempiés antes de la merienda.

—¿Todo va bien? —pregunta seohyun.

Sandy también está mirándome fijamente, esperando mi respuesta.

—Sí. Estoy bien. —Es verdad y no es verdad. Complicado, como todo lo demás.

Mamá da voces desde la cocina.

—Llamó yuri. Quiere que la llames de vuelta.

Me dejo caer en el sofá con seohyun y Sandy, marco el número de yuri. seohyun vuelve a la historia del unicornio y yo dejo que yuri me cuente sobre un chico que conoció en el centro comercial. bora y hyuna están de fondo y las oigo discutir sobre qué DVD poner.

Quiero verlas. Creo que necesito verlas.

—Chicas, ¿por qué no vienen? seohyun está aquí. Y mis padres están cortando sobras de pavo para comer.

yuri traslada la invitación a bora y hyuna, incluyendo el cebo de las sobras. Hacen sonidos como de arcadas ante la sugerencia de sándwiches de pavo, pero dicen que vendrán.

Para cuando llegan aquí, hemos empezado un juego de ¡Vamos Sandy! Nos trasladamos al suelo y hacemos un círculo frente a la chimenea.

—¿Puedes enseñarnos a jugar, Sandy? —pregunta yuri.

Sandy les da a cada una de mis amigas una de sus sonrisas matadoras y les entrega un montón de cartas para compartir.

—Es tu turno —le dice a hyuna.

hyuna mira a bora, como pidiéndole ayuda. Jessica se encoge de hombros, así que hyuna se vuelve hacia seohyun.

—Parece que tenemos unos blancos fáciles aquí, Sandy —dice seohyun—. Unas jugadoras de cartas novatas. Enseñémosles como se hace.

Sandy sigue dando las órdenes pidiendo y recibiendo las cartas de chicos de cada una, seguidas de sus cartas de chicas. Las coloca en parejas perfectas.

Me hace pensar en taeyeon Me pregunto qué estará haciendo ahora mismo, si está sola en esa casa. Si está pensando en mí. Si todavía me ama.

seohyun secretamente me aprieta el codo. Cuando la miro, sé que está leyendo mi mente. Y sé que lo comprende.

Tomé la decisión correcta.

—¿Alguien quiere sándwiches de pavo? —grita papá desde la cocina.

Estallamos en carcajadas.

—¡Quizás más tarde, papá! —grito de vuelta—. ¡Gracias!

—¡Denme todas sus cartas que tengan gatitos! —exige Sandy.

Miramos los dorsos de nuestras cartas pero allí no hay ningún gatito, sólo caballos. Sandy mira también ahora y no está feliz.

—¿Dónde están las cartas de gatos, nena? —pregunta Alicia.

¡Las dejé en el coche! —Sandy parece tan preocupada como si se hubiera dejado unos gatitos de verdad en el coche helado.

Me levanto de un salto desde el suelo.

—Yo las conseguiré.

Salgo corriendo hacia el coche, recupero las cartas de Sandy y empiezo a volver. La nieve cubre el suelo y sigue flotando hacia abajo. Arrastro los pies por la entrada acolchada con nieve bajo un manto de estrellas. La música navideña suena desde la casa del otro lado de la calle. A través de la estampa de la ventana de los young, puedo ver a seohyun y a Sandy junto al fuego, rodeadas por Las Chicas.

De nuevo pienso en taeyeon. Con todo mi corazón espero que me llame. Si no lo hace, creo que t.y. podría no volverme a hablar jamás.

 

Pero sé que no es verdad. Estaré bien sin importar lo que pase. Y t.y. y Plain young no dejaran de hablarme. Ahora entiendo de dónde vienen. Y mientras me detengo en mi puerta y miro arriba, hacia la negrura manchada de nieve, estoy escuchando.

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
yoonalim__ #1
Chapter 2: Hasta ahora, todavía no entiendo la historia.
yoonalim__ #2
Chapter 1: No comprendo
yoonalim__ #3
esta historia parece interesante
Dianasnsd
#4
Esta muy buena la historia, me dejaste picada, quiero saber cómo acaba.