Capitulo XXXIII

Tras el telon de pino

El frío del amanecer la despertó. Tendió la mano, intentando encontrar el tibio cuerpo de Taeyeon, pero la cama estaba vacía.

Tiffany se incorporó sobre el lecho, escuchando el silencio. Cerró los ojos. «¡Que siga aquí, por favor!» Recorrió descalza la casa vacía. Su mano tembló al girar el pomo de la puerta del dormitorio de Taeyeon.

—¡No, no, no! —murmuró.

Corrió hacia la cocina, apartando de un manotazo las cortinas de la ventana. 

El Lexus negro no estaba. Tiffany dejó caer las cortinas mientras ella misma se derrumbaba sobre el suelo, sin intentar siquiera poner freno a las lágrimas que le corrían por las mejillas.

Taeyeon se había ido.

***

Taeyeon se quedó junto al balcón, maldiciendo la niebla. Ya casi era junio ¿dónde se había metido el sol?

Pero ella sabía bien dónde estaba, su sol estaba en un pueblecito de East Texas. Se llevó la mano al pecho, intentando ahuyentar el dolor. Aquellas seis semanas no habían aliviado ni lo más mínimo la pena que sentía en el alma.

Volvió al interior de la casa. Su mirada recorrió la familiar estancia, la mesa de trabajo y el ordenador, que parecía hacerle una mueca burlona. Desde su vuelta no había sido capaz de escribir nada. Había hecho un par de desganados intentos, pero no conseguía mantener un ritmo fluido de trabajo. Lo único que la salvaba era que no tenía una fecha de entrega amenazadoramente pendiente, había acabado con las correcciones antes de abandonar Pine Springs.

Antes de abandonar a Tiffany.

En ese momento, marcharse le había parecido lo más sensato. Cuanto más tiempo se quedase allí, más implicada se sentiría. Y también Tiffany. Cerró los ojos. Seguía siendo capaz de recordar, con meridiana claridad, la boca de Tiffany sobre su piel. Si se hubiese quedado habrían continuado con su «aventura», su enredo secreto. Y Taeyeon sabía que, al menos por una temporada, se habría conformado con ocultar su relación. Pero no indefinidamente. Aquello no iba con su manera de ser. Había escapado de la ciudad una vez porque se negaba a esconderse, y no iba a empezar a hacerlo ahora. Pero Tiffany, ¡No era capaz de asumirlo abiertamente! Su familia y su negocio eran lo primero para ella.

La verdad es que era irónico. Tiffany se preocupaba por la posibilidad de perder su negocio, cuando allí estaba Taeyeon, con tanto dinero que ni sabía qué hacer con él. Decir que se había quedado anonadada al enterarse de a cuánto ascendía la riqueza de su padre era quedarse muy corta. Obviamente, para Madeline también había sido una sorpresa. La porción que le había dejado a su madre le permitiría vivir con todo el lujo que desease por el resto de su vida. Y sin embargo era evidente que eso no había sido bastante para animarla a retirar la demanda presentada, a pesar de que dos jueces habían dictaminado en su contra. Lee Minho le dijo que la otra opción que tenía Madeline era impugnar el testamento y la donación de Maderas Pine Springs a Taeyeon. Además, al parecer conservaba gratos recuerdos de la casa de la playa en Padre Island, porque también la quería para ella. Taeyeon movió la cabeza de un lado a otro: no podía comprender la obsesión de su madre, con el aserradero, con su propia hija. ¿Para qué querría el quebradero de cabeza de ser la propietaria de Industrias Kim, cuando ahora disponía de millones de dólares y todo el tiempo libre del mundo para gastarlos?

Claro que en realidad no había sido ningún quebradero de cabeza. Greg y ella se comunicaban casi a diario por correo electrónico, y hablaban por teléfono un par de veces a la semana. La verdad era que Greg hacía que todo fuese como la seda. Por esa parte no sentía ninguna preocupación.

No, sus únicos motivos de inquietud eran personales, como, por ejemplo, ¿se recuperaría alguna vez de lo de Tiffany? ¿Cuándo sería capaz por fin de continuar con su vida? ¿Y cuándo iba a permitir que otra mujer la tocase?

Miró de reojo el teléfono que había junto al ordenador. Todos los días tenía que batallar consigo misma para reprimir sus deseos de llamar a Tiffany y enterarse de cómo le iba. Obviamente debía de irle a la perfección. Desde luego, Tiffany tampoco la llamaba a ella. Después de la primera llamada a Greg, en la que se interesó por ella brevemente, tanto él como ella misma evitaron el tema.  Y Greg no era ningún estúpido: seguro que se imaginaba perfectamente el motivo de su repentina marcha. ¡Seguro que todo el mundo lo sabría! Sin embargo, lo que le había contado seguía inquietándola. Dijo que Tiffany había estado muy callada, que había vuelto a apartarse de ellos, al igual que después de su divorcio. La idea de que Tiffany se hubiese alejado de su familia, de que estuviese sola, le preocupaba más de lo que querría admitir. Sí, era culpa suya, en parte. Pero también era culpa de la propia Tiffany. Ella nunca habría llevado su relación hasta un nivel tan íntimo si no fuese porque Tiffany lo había iniciado. Porque ella sabía bien que Tiffany no podría manejar aquella situación y que acabaría teniendo que irse de nuevo.

Sin embargo, no había podido resistírsele, no había podido rechazar sus caricias, aunque sólo fuese durante un par de noches. Nada le había sido tan difícil como, aquella noche, arrancarse de entre sus brazos, dejándola plácidamente dormida sin que supiera que al despertar volvería a estar sola, que Taeyeon se iría de su vida, una vez más.

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Comments

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Karen-14213
#1
Chapter 35: Fue so cute!!!
Thiabel2128
#2
Chapter 35: awwwwwwww :3
LlamaAmerica #3
Encantada con tu histora! :)
gaby_tomala
#4
..por favorrrr ... epilogoo sii??
tiffany0108 #5
Chapter 35: Me encanto el fic, disfrute de cada capitulo
LectoraLemon #6
Chapter 35: Estuvo muy buena esta historia :).. pase toda la madrugada leyendo este hermoso fic .... Gracias <3
gaby_tomala
#7
x favorrrrrrrrrr!!! epilogooooo :)
geral53 #8
Chapter 35: Epilogo :c por fi(?)
mamurayamaken #9
Chapter 35: ........really?
no puedo creerlo
todavía lo intento procesar
loveable11 #10
Chapter 35: ....tan corto el final ?? epilogo ¡¡ ¡¡:3