Capitulo XI

Tras el telon de pino

Tiffany se despidió con un gesto mientras el Lexus negro se alejaba. Después entró en el café, encontrándose con Amie y con su madre, que la esperaban de uñas.

—¿Dónde demonios te habías metido?

—No sabía que controlases mis idas y venidas, Amie.

—Por supuesto que no, Tiffany, tan sólo estábamos preocupadas —dijo su madre, enarcando las cejas al fijarse en sus vaqueros y en la manta que traía doblada bajo el brazo.

—Hemos ido al río.

—¿Al río? ¡Ya no estás en el instituto, Tiffany! ¡No puedes andar escabulléndote así, y pensar que vamos a quedarnos tan tranquilas!

—Si utilizas esas tácticas con tus hijos no me extraña que me prefieran a mí, Amie.

—¿Se escaparon al río mientras estaban enterrando a su padre?

—Pues la verdad es que sí, y no fue idea mía.

Su madre se echó a reír.

—Nunca ha sido idea tuya. Siempre era por culpa de Taeyeon, si no recuerdo mal.

—¡Tan sólo lleva dos días aquí y ya te has ganado una bronca! —soltó Amie por encima del hombro, mientras volvía tras el mostrador.

Tiffany se volvió hacia su madre.

—Tan sólo queríamos hablar.

Hizo una pausa antes de continuar

—Le conté lo de Eddie Ray.

—¡Dios santo! ¿Y qué hizo ella?

Tiffany sonrió.

—Amenazó con matarlo.

—Sí, siempre ha sido tu ángel guardián. Pero ¿dices que han hablado? Eso es bueno; Amie está convencida de que hasta ahora te lo habías guardado para ti. Desde luego, a nosotras nunca nos has contado todos los detalles. No puede ser nada bueno tener eso dentro de una, Tiffany.

—Lo sé, mamá. Pero había algunas cosas que no quería compartir con ustedes. Sin embargo, con Taeyeon siempre he podido hablar de todo.

—¿Incluso después de tanto tiempo?

—Sí. Por supuesto, ambas hemos cambiado, pero esa... esa conexión que teníamos sigue ahí. De hecho, va a quedarse en mi casa el resto de su estancia.

—Ah, ¿sí? Pues estupendo. Te vendrá bien un poco de compañía.

—¡Por aquí necesitamos una cocinera! —clamó Amie.

—La jefa está chasqueando el látigo —le dijo su madre guiñando un ojo—. ¿Te quedas?

—Esperaba que Amie me acercase a casa.

—Tardaremos una hora más en acabar de limpiar —advirtió su madre.

—No pasa nada. Las ayudaré.

Más tarde, mientras Tiffany la ayudaba a cargar el lavavajillas, Amie le dio un codazo.

—Dice mamá que le has contado a Taeyeon lo de Eddie Ray.

—¡Dios! ¿Es que no saben guardar un secreto?

—No me puedo creer que hayan bajado al río —continuó Amie—. ¿Cuándo fue la última vez que fueron?

Tiffany sonrió.

—Pues supongo que la última vez que Taeyeon me llevó.

—La echabas de menos, ¿eh?

—Sí, más de lo que creía. Es como si hubiésemos reanudado nuestra amistad justo donde la dejamos, ¿sabes?

—Siempre he sentido celos de su relación —admitió Amie—. Yo nunca he tenido una amiga tan íntima como lo eran las dos.

Amie cerró la puerta del lavavajillas y lo puso en marcha. De inmediato se oyó el zumbido del agua a presión, tan familiar para ambas.

—Sé muy bien que, desde que Taeyeon se fue, no has tenido ninguna amistad igual de íntima.

—Es cierto.

—Es extraño. Greg y yo tenemos un puñado de amigos, otras parejas con hijos, pero tú has sido mi amiga más íntima. Y sin embargo no he podido reemplazar a Taeyeon. Has estado más o menos sola. Me preocupas. Ojalá salieses por ahí a divertirte, o te citases con alguien...algo.

—Estoy bien, Amie, deja de preocuparte por mí.

—El día más emocionante de la semana para ti es cuando te quedas cuidando a mis niños para que yo salga. Acabarás como la vieja señorita Cutter, lo sé.

—¿Por qué todo el mundo la llama vieja? Apenas tiene sesenta años.

—Siempre ha vivido aquí, y siempre sola. Por eso.

—Tal vez sea simplemente que no salga con nadie del pueblo porque tenga a alguien fuera de él.

Amie puso los brazos en jarras.

—¿Qué es lo que estás diciendo?

—Nada, no me hagas caso.

—¿Has conocido a un tipo de otro pueblo? ¿Quién es? —la interrogó Amie, mirándola con gesto desconfiado.

Tiffany hizo una mueca de desesperación. ¡Su hermana no sabía pensar en otra cosa!

—No he conocido a nadie, Amie, créeme. Si así fuese, tú serías la primera en enterarte.

Amie se quitó el delantal y lo embutió dentro del bolso.

—Ya. ¿Quieres venir a comer? Greg va a traer una pizza.

—No puedo, tengo compañía.

—Ah, ¿sí?

—Taeyeon; va a quedarse en mi casa.

—¿De veras? —Amie la escrutó detenidamente antes de sonreír—. Podrian venir las dos.

—¿Para qué, para pelearme con tus hijas por cada trozo de pizza? No, gracias.

Amie sonrió.

—Me alegro de que tu amiga haya vuelto, Tiffany, pero ya sabes que volverá a marcharse, ¿no?

—Lo sé; simplemente, es una alegría volver a verla.

—Cierto. Venga, vamos, te acercaré a casa.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Karen-14213
#1
Chapter 35: Fue so cute!!!
Thiabel2128
#2
Chapter 35: awwwwwwww :3
LlamaAmerica #3
Encantada con tu histora! :)
gaby_tomala
#4
..por favorrrr ... epilogoo sii??
tiffany0108 #5
Chapter 35: Me encanto el fic, disfrute de cada capitulo
LectoraLemon #6
Chapter 35: Estuvo muy buena esta historia :).. pase toda la madrugada leyendo este hermoso fic .... Gracias <3
gaby_tomala
#7
x favorrrrrrrrrr!!! epilogooooo :)
geral53 #8
Chapter 35: Epilogo :c por fi(?)
mamurayamaken #9
Chapter 35: ........really?
no puedo creerlo
todavía lo intento procesar
loveable11 #10
Chapter 35: ....tan corto el final ?? epilogo ¡¡ ¡¡:3