Capitulo XXVII

Tras el telon de pino

Hola a todos. Perdon por tardar tanto en actualizar, solo les queria avisar que el proximo capitulo es increible! Asi que sea pacientes, nos vemos luego!


—Amie dijo que pensaba darnos de comer las hamburguesas que sobraron, pero tengo la horrible sospecha de que también ha invitado a Josh.

—Mami dice que Josh es muy guapo —dijo Lee Ann.

—Y también es muy joven —dijo Tiffany mirando de reojo a Taeyeon por el retrovisor.

—Pero es cierto que es guapo —se burló Taeyeon.

—¡Silenció!

—Tía Tiffany, ¿Josh va a ser tu novio?

—No, Lee Ann.

—Pero mami dice que van a salir juntos.

—¿Es eso lo que dice mami? —murmuró Tiffany entre dientes—. Me parece que voy a tener una charlita con tu mami.

—¿A qué hora volvieron? —quiso saber Taeyeon.

—Me llamó a las dos.

—No han estado mucho tiempo fuera.

—No. Normalmente no vuelven hasta las seis. Seguro que Greg estaba deseando regresar.

—Sí. Sólo espero que no...

Taeyeon se detuvo al darse cuenta de que Lee Ann estaba atendiendo a la conversación. Miró a Tiffany en el retrovisor y vio que asentía discretamente.

Cuando llegaron a la entrada de la casa, Tiffany dejó escapar un hondo suspiro.

—Tal y como sospechaba.

—¿Qué ocurre?

Tiffany hizo un brusco movimiento de cabeza, señalando hacia la calle.

—La camioneta de Eric.

—¡Aah! Así que tendremos otro asalto con Josh —dijo Taeyeon, al tiempo que salía del coche y ayudaba a Denny con su mochila.

Se detuvo al notar que unos cálidos dedos le rodeaban el antebrazo.

—Tengo cero interés en Josh —murmuró Tiffany mirándola firmemente a los ojos—, y lo sabes.

Taeyeon asintió. La mirada de Tiffany la había asustado un poco. En ese momento, se dio cuenta de que, fuera lo que fuese que iba a ocurrir entre ambas, ella ya no tenía el control de la situación, sino Tiffany. Y la mirada de Tiffany acababa de decirle que sabía perfectamente quién estaba ahora al mando. Taeyeon estaba completamente a su merced. Aquella idea la hizo sentirse débil.

Los encontraron en el jardín trasero, disfrutando de los últimos rayos de sol. El hombre del tiempo había pronosticado lluvias primaverales para el día siguiente.

—¡Hola, chicos! —exclamó Amie, inclinándose para abrazar a Lee Ann—. ¿Cómo está mi niña mayor?

—¿A que no sabes lo que hemos comido?

—¿Qué?

—¡Tortitas!

—¿Tortitas? ¿La tía Tiffany ha cocinado? —preguntó Amie, incrédula.

—Oye, que soy tan capaz como cualquiera de abrir una caja.

Amie se volvió hacia Taeyeon.

—¿Tú las has comido? —preguntó en voz baja.

—Ella me obligó —contestó esta con un esbozo de sonrisa.

—¡Muy graciosas las dos! ¡Y ya veremos si vuelvo a cocinar para ti alguna vez! —añadió dándole un golpe a Taeyeon.

Taeyeon se frotó el brazo dolorido.

—Estaban buenas. Tal vez no tan esponjosas como las de tu madre, pero buenas.

Amie se acercó a ambas y murmuró

—No dejes que Josh se entere de que no sabes cocinar. La comida es algo a lo que los hombres dan mucha importancia.

—Escúchame, Amie: puedes jugar a las casamenteras todo lo que quieras, pero Josh no me atrae, ni lo más mínimo. Así que deja de intentar metérmelo por los ojos.

—¿Cómo puede no gustarte?

Tiffany alzó las manos, exasperada.

—¡Porque no soy tú, así que déjalo ya!

Amie miró a Taeyeon.

—¿Podrías hacer que entre en razón? ¡Pero si es prácticamente un Adonis, por el amor de Dios!

Taeyeon se encogió de hombros.

—Si no le gusta, no le gusta.

Tiffany se echó a reír y se colgó del brazo de Taeyeon.

—Gracias, señorita Kim. Ni yo podría haberlo explicado mejor.

Amie se quedó mirándolas fijamente.

—Se estan comportando de un modo muy extraño.

Tiffany soltó a Taeyeon, sonriendo al ver que su amiga se había sonrojado ligeramente. Maldita sea, Taeyeon seguía siendo muy vulnerable. Y por mucho que lo intentase, no podía ocultarle ya lo que sentía. Tiffany podía descubrirlo por muy bien que lo disfrazase. Sabía ya que, si la tocaba, notaría cómo se estremecía. ¿Por qué, por qué no lo había descubierto quince años antes? ¡Cuánto tiempo desperdiciado!

—No estoy haciendo nada raro, Amie.

Su hermana puso los brazos en jarras.

—Dame una buena razón por la que no te guste Josh.

Tiffany miró de reojo a Taeyeon y pudo ver la sutil mueca que se dibujaba en sus labios. «Está bien, Amie. Veamos, lo primero porque es un hombre, y lo segundo porque no es Taeyeon.»

Cerró los ojos. Tal vez eso sería demasiado para Amie, así que se decidió por algo más neutro.

—Tiene veintisiete años.

—¿Y?

—Yo estoy a punto de cumplir treinta y cuatro, Ademas Tiffany se encogió de hombros. — Bebe demasiado.

—¡¿Cómo?!

Tiffany hizo un gesto con la cabeza.

—¿Alguna vez lo has visto sin una cerveza en la mano?

—Eso no quiere decir nada. ¿Alguna vez has visto a Eric sin una cerveza en la mano?

Tiffany asintió.

—Ahí es donde yo quería llegar: Eric bebe demasiado.

—No puedes juzgar a todo el mundo comparándolo con Eddie Ray; él era prácticamente un borracho.

—¡Era un borracho de tomo y lomo, Amie!

—¿Y eso qué tiene que ver con Josh?

—Chicas —intervino Taeyeon colocándose entre ambas—. Me parece que este no es el momento ni el lugar adecuado para esta discusión.

—Tienes razón, lo siento —dijo Amie—. Lo que pasa es que me gustaría que tuvieses una mentalidad más abierta, Tiffany.

—La tendré, Amie, pero, por favor, deja de preocuparte por mí.

Taeyeon se aclaró la garganta antes de anunciar

—Aquí viene... tu cita.

—¡Vaya, aquí están! Amie me dijo que vendrían —dijo Josh examinándolas detenidamente —. Tú eres Taeyeon, ¿no?

Taeyeon sonrió, al tiempo que miraba de refilón a Tiffany.

—Sí. Y tú eres... ¿Justin?

—Josh —corrigió él, y a continuación tomó del brazo a Tiffany—. Ven, te traeré una cerveza.

Amie le dio un codazo a Taeyeon.

—¿Cómo que Justin?

—Sólo me estaba metiendo un poco con él —contestó Taeyeon, encogiéndose de hombros mientras veía alejarse a su amiga.

A Tiffany no le gustaba ser maleducada pero, como aquel hombre no le quitase pronto las manos de encima, acabaría por darle una bofetada.

—Estaba pensando que tal vez podríamos salir a cenar esta semana —sugirió Josh—. Eric dice que el restaurante mexicano del pueblo es bastante bueno.

Tiffany retrocedió un paso, librándose así del brazo con el que Josh le rodeaba la espalda.

—Sí, hacen una comida muy buena. Sin embargo, no iré a cenar contigo.

—¿Por qué no?

—Josh, pareces un buen tipo, de verdad —dijo Tiffany sonriendo amablemente—, pero no estoy interesada.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir que no me interesas, que no quiero salir contigo —aclaró; no quería parecer una arpía.

—Pero Amie me dijo...

—Ya irás viendo que Amie dice muchas cosas.

Tiffany pasó rápidamente la vista por todo el jardín, hasta encontrar a Taeyeon, sentada sola en una silla plegable. Movió la cabeza de un lado a otro, preguntándose por qué Amie la habría dejado sola.

—Disculpa —le dijo a Josh.

No aguardó respuesta. Se encaminó hacia Taeyeon con paso decidido, y sonrió cuando la vio alzar la vista.

—¿Qué haces?

—Pues aquí sentada, observando —contestó Taeyeon encogiéndose de hombros.

Tiffany se puso en cuclillas junto a su silla y posó tímidamente la mano sobre el muslo de su amiga. Notó que se ponía tensa y que un estremecimiento la recorría de arriba abajo. Le parecía increíble tener tanto poder sobre ella, y también se asombró al comprobar que los ojos de Taeyeon podían volverse todavía más oscuros de lo que ya eran.

—Tiffany... —susurró Taeyeon, al tiempo que posaba la mano sobre la de su amiga y la apretaba más contra el muslo—. No sabes lo que estás haciendo.

—No, supongo que no —murmuró Tiffany.

Notó una gran calidez bajo sus dedos, y abrió más la mano para rodearle el muslo. Era algo tan simple... y sin embargo hacía que el corazón se le desbocase y se quedase sin aliento.

—¡No puedo dejarte sola ni un minuto!

Al ver que Amie se acercaba a ellas, Tiffany apartó la mano rápidamente, con gesto culpable, y se puso en pie, notando que le temblaban las piernas.

—¿Me lo dices a mí o Taeyeon?

—A las dos. ¡Pero bueno! Hay un hombre guapísimo muriéndose por atraer tu atención ahí mismo, ¿y qué haces? ¡Correr hacia Taeyeon! ¡Dios, hay cosas que nunca cambian!

Tiffany y Taeyeon se miraron, sonriendo.

—Tenemos que recuperar estos quince años perdidos, Amie, ¿por qué no puedes entenderlo?

—Porque tienes ahí mismo a un bombón, por eso —dijo Amie tomándola de la mano—. Y no lo digo por exagerar, Tiffany. ¿Has visto qué bíceps tiene?

—Amie, te quiero mucho, pero me estás poniendo de los nervios —replicó Tiffany.

—Lo siento, hermanita, pero es que tengo una corazonada con Josh; creo que puede ser el bueno.

—¿El bueno?

—Sí, ¡el bueno!

—¡Créeme, Amie, no lo es!

Amie blandió severamente el dedo hacia su hermana.

—¡Tu problema, Tiffany, es que eres demasiado exigente!

—¡Y el tuyo, Amie, es que no haces más que meterte en mis asuntos!

—¡Niñas, pórtense bien! —advirtió Taeyeon.

—¡Oh, Taeyeon, es que es tan terca...! —gritó Amie.

—¡Si tanto te gusta, sal tú con él! —contestó Tiffany.

Ambas se dieron la vuelta cuando Greg carraspeó tras ellas.

—Hacen el favor de gritar un poco más, creo que los del final de la calle no las han oído.

Tiffany se puso las manos en las mejillas, avergonzada.

—Lo siento —musitó.

Miró furtivamente a Taeyeon, y en sus ojos no encontró más que comprensión.

—Yo también lo siento. Sé que estoy presionándote —dijo Amie sujetándola por el brazo —, pero es que quiero que tengas a alguien, Tiffany. Odio que estés sola.

—Tienes que entender que estoy perfectamente así, Amie. Tú eres la única que se preocupa por que no tenga pareja.

—No soy yo sola, Tiffany, pero sí soy la única que lo dice en voz alta.

Taeyeon acabó por ponerse en pie.

—Dale un respiro, Amie, ¿quieres?

—Para ti es fácil decirlo, Taeyeon. Vienes y te vas. No tienes que verla sola, día tras día.

—Te estás pasando, Amie —murmuró Tiffany, quien a continuación miró a Greg—. ¿Podrías decirle algo?

—Vamos, Amie, ayúdame a servir las hamburguesas.

—Lo siento mucho, hermanita, es que...

—Lo sé, Amie, no pasa nada.

Tiffany dejó escapar un hondo suspiro cuando el matrimonio se alejó.

—Sé que tiene buenas intenciones, pero algunas veces me agota.

—¿Ha sido siempre tan pesada con esto de que salgas con alguien?

—No, la verdad es que no. De vez en cuando me sugería alguna cita a ciegas, pero nunca llegaba hasta el final.

—Me parece que está... No importa —dijo Taeyeon interrumpiéndose a sí misma.

Tiffany posó su cálida mano sobre la de su amiga.

—¿Está... qué?

Taeyeon la miró a los ojos.

—Creo que está preocupada por... mí.

—¿Preocupada por ti? —quiso saber Tiffany, acercándose más a ella, para después preguntar en voz baja—: ¿Preocupada por que estés conmigo?

Taeyeon desvió la mirada.

—Sí.

Tiffany sonrió.

—Tal vez sea cierto, pero ese no es el motivo por el que está intentando imponerme a Josh.

Taeyeon volvió a mirar a su amiga.

—Si yo no estuviese aquí, ¿querrías salir con Josh?

—¿Quieres decir si no hubiese vuelto a verte?

Su amiga asintió.

—La verdad es que no, no querría salir con él. No me interesa, Taeyeon, nunca me ha interesado nadie... más que tú —añadió en un susurro.

Taeyeon asintió. No sabía qué decir.

—¿Eso hace que te sientas mejor?

—No estoy segura —contestó Taeyeon inclinando la cabeza—. Claro que ahora mismo casi no estoy segura de nada.

Tiffany le dedicó una dulce sonrisa.

—Pues ya somos dos.

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Comments

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Karen-14213
#1
Chapter 35: Fue so cute!!!
Thiabel2128
#2
Chapter 35: awwwwwwww :3
LlamaAmerica #3
Encantada con tu histora! :)
gaby_tomala
#4
..por favorrrr ... epilogoo sii??
tiffany0108 #5
Chapter 35: Me encanto el fic, disfrute de cada capitulo
LectoraLemon #6
Chapter 35: Estuvo muy buena esta historia :).. pase toda la madrugada leyendo este hermoso fic .... Gracias <3
gaby_tomala
#7
x favorrrrrrrrrr!!! epilogooooo :)
geral53 #8
Chapter 35: Epilogo :c por fi(?)
mamurayamaken #9
Chapter 35: ........really?
no puedo creerlo
todavía lo intento procesar
loveable11 #10
Chapter 35: ....tan corto el final ?? epilogo ¡¡ ¡¡:3