Veo que les gusta la nueva actitud de Jessi para con Tae :3 ahora verán un poco el lado cursi y dulce de ella, por cierto solo faltan un par de capítulos más para finalizar la historia. Lo se harukasempai ese gatito es lindo ^.^ y creo que “¿la primera cita?” suena bien ¿no? Muchas gracias :3 

A Jugar En La Playa

En plena medianoche Jessica había despertado, estaba muy ansiosa por el amanecer y no encontraba ningún método de agotar sus energías o hacerle olvidar sus ansias, evitaba voltear al lado opuesto pues todo lo que sus ojos contemplaban era el cuerpo poco cubierto de TaeYeon, aquellas ropas cortas no favorecían nada su plan. No llevaba ni un día y ya estaba colapsando lentamente, tal abstinencia y el saber que no debe aunque puede le dan más ganas de tocarla. No logra idear nada que está al borde de la autosatisfacción y de agotarse ella misma; hace mucho que no lo ponía en práctica pues siempre encontraba con quien hacerlo.

-Me pregunto si recordare como hacerlo- veía su mano con duda y un semblante de rechazo, en verdad no quería pero su calor corporal aumentaba más y más entre más lo pensaba más aumentaba su temperatura, no pensarlo era la solución pero su estado no le permitía pensar con mucha claridad.

-Espero sobrevivir unos días más. ¿Tenías que ser tan tentadora?- respiró hondo y se recostó nuevamente y sin darse cuenta logró dormir nuevamente. Tal vez en sus sueños pudo liberar el abstenerse o tal vez ni siquiera soñó nada.

Por la mañana TaeYeon seguía dormida, parece que sin la presión de seguir un horario ya no es la primera en despertar, Jessica la ve y traga saliva, la verá en bikini en unas horas lo cual vendría siendo como verla en ropa interior pero la tortura viene al no poder tocarla, quiere demostrar a toda cosa que le gusta ella del todo se acuesten o no.

-Espero no enloquecer…- despertó a TaeYeon con una leve sacudida y le susurro que debía estar lista antes de mediodía, solo obtuvo un murmullo como respuesta pero fue suficiente.

-Te ves ansiosa, ¿sucede algo?- Tiffany veía como su hermana trataba de calmarse a sí misma.

-¿Por qué cuando nos proponemos algo nos dan más ganas de romper lo que nos hemos impuesto?-

-No morirás solo por ello- sabía perfectamente a que se refería.

-Es con quien siempre soñé…-

-¡Sopórtalo!, además lo ideal era que sintiera algo por ti, créeme que será diferente si ambas sienten algo-

-Como sea, ¿tú qué sabes?, solo has estado con hombres, esto es diferente- momentáneamente recuerda el “odio”.

-Si lo comprendo, aunque solo he estado con una chica-

-¿Quién?- sarcásticamente pregunta pues sabe que su hermana no es como ella y únicamente le gustan los hombres.

-Solo puedo decirle que la conoces más de lo que crees…- esperando que recordará el hecho de que alguna vez se quisieron a ese extremo.

-Claro…- alargó la palabra aun en tono sarcástico, ignoro a su hermana y fue a revisar que nada se olvidara. Su pequeña ya estaba casi lista, estaban a unos minutos de ir a la playa desierta que solo algunos cuantos conocían, para su suerte en esas fechas nadie iba pero el estar a solas con la pequeña de sus libidos no era buena idea y peor si pensaba quedarse hasta noche en ese lugar.

En el camino ambas iban calladas pensando en sus cosas, no había nada de qué hablar.

-Odio este silencio…- masculla entre dientes Jessica intentando pensar en un tema de conversación, ve a TaeYeon de reojo y está solo viendo a la ventana, supone que no la ve así que sigue viéndola; examina su ropa de verano que es muy diferente a la de ella, la de su pequeña es “normal” mientras que la de ella es muy corta.

-¿Sucede algo?- pregunta TaeYeon devolviendo la mirada en el reflejo de la ventana.

-¡Eh!, no nada…creo que ya casi llegamos-

-¿Enserio?, que bien, ya quiero ver ese lugar-

-No te sorprendas si no ves gente, acostumbra siempre estar solo-

-…bueno…- los nervios al hablar hicieron sonreír a la mayor, imaginaba que pensaba que algo más que pasar el rato pasaría en esa playa, si no fuera por su plan estaría pasando.

El auto se detuvo en señal de haber llegado a su destino, las puertas se abrieron y ambas bajaron, contemplaban maravilladas el lugar, era hermoso, el mar limpio de agua cristalina verde azulada, la arena muy fina y poco molesta al contacto, las rocas apiladas en ciertas partes se veían bien y sobre todo la brisa, era muy fresca.

-Que hermoso lugar- dijo TaeYeon.

-Lo sé, por eso quería que lo vieras. Por cierto, puede irse, le llamaré en cuanto quiera que venga a recogernos y gracias por traernos-

-No hay de qué señorita, es mi trabajo- su chofer se subió al auto y se fue.

-No recuerdo que fueras tan amable…-

Jessica no respondió, solo le dio una mirada extraña, sentía que había descubierto lo que planeaba y todo se vendría abajo ahora mismo.

-Eso no importa, lo que importa ahora es cambiarnos para meternos al agua, ¿no crees?- intento cambiarle de tema y convencerla de que su amabilidad fue pasajera.

-Cierto, y enserio, este lugar es muy bonito-

-Como tú- lo dijo sin titubear pero en el fondo moría de nervios.

-Creo qué, emm…¿gracias?- la pequeña estaba muy extrañada de ese comportamiento, no lo asimilaba, usualmente hubiera habido una respuesta cómo: “Te lo dije, era hermoso” o “No vendría a este lugar si no lo fuera” o algo por ese estilo, pero por otra parte le agradaba que fuera tan amable por momentos.

Ambas se quitaron solamente la ropa pues ya traían el traje de baño debajo, Jessica lucía un traje algo y, un top como el de un bikini pero tipo deportivo y la parte de debajo de un bikini ambos de color verde con blanco. Para desdicha de Jessica, TaeYeon no vestía un bikini como esperaba; la parte de arriba era como una blusa sin mangas de color naranja y blanco la cual llegaba hasta su ombligo y la parte de abajo un pequeño short color negro; aun así a sus ojos se veía ardiente como si vistiera un bikini.

-¿Cómo me veo?- Sonriente pregunta la menor.

-Fabulosa, te queda muy bien-

-¿Lo cree en verdad?, gracias, el tuyo también lo es, aunque es más y  qué lo que yo traigo puesto-

-No necesitas llevar poca ropa para verte y mi pequeña-su mirada de alguna forma la hacía ver convincente y lleno de confianza a TaeYeon, se sonrojo y desvió la mirada a un lado, era la primera vez que se sonrojaba sin estar en pleno acto ual ni tener ningún tipo de contacto más que visual.

Ambas se dirigieron al mar con el rostro sonriente. Jugaron con el agua, solo se veía como se lanzaban agua y se perseguían; nadaron juntas y por alguna razón igual jugaron con la arena, hicieron varios castillos de arena, formas, trazaron cosas en la arena mojada mientras disfrutaban del sol que no estaba muy caliente y brindaba buen ambiente pero sobre todo se divirtieron estando juntas.

-¿Te diviertes?- pregunta Jessica llegando por detrás.

-Mucho- TaeYeon hacía un castillo de arena.

-¿Puedo ayudarte?-

-Sí- le dice que debe hacerle al futuro castillo de arena, no hay quejas y comenzó a hacer lo que le dijeron. Normalmente no sigue instrucciones pero esta vez lo hizo. Mientras lo construían Jessica aprovecho para moverse sigilosamente y sin levantar sospechas, estaba a unos centímetros de TaeYeon, contemplaba su creación y solo faltaba el toque final: una bandera; buscaban que usar como bandera o algo que sirviera como adorno en la punta.

TaeYeon no tuvo suerte buscando pero cuando menos lo espero tomaron de su mano por detrás, le puso una pequeña concha en la mano, la tomo por la punta para ponerla en la cima de su castillo pero tomaron nuevamente de su mano, ambas estaban “coronando” y dando por hecho que estaba finalizada su creación.

-Vamos, pongámoslo juntas- dijo en un tono amable.

-De acuerdo- con un cálido sentimiento TaeYeon se dejó guiar por la mano de su superior.

-Listo, yo creo que se ve bien- cruzándose de brazos.

-Igual lo creo, gracias por ayudarme-

-No hay por qué- la alejo un poco del castillo para no destruirlo y se acercó a su cuerpo, ambas estaban mojadas y el tacto entre ellas era muy resbaloso y frio, la abrazo por la cintura y puso su cabeza en su un hombro de la pequeña y beso su barbilla sin decir nada, eso le pareció señal de que empezaría “la acción” en cualquier momento pero pasaron varios segundos y no sucedía nada.

-Algo…algo extraño te sucede, disculpa pero…no puedo acostumbrarme a esto- se deshizo del abrazo y volteo a verla frente a frente.

-Esta “nueva” tú, es otra, usualmente ya hubieras hecho algo más que eso, no entiendo que ocurre, no sé qué deba pensar, ya ni sé con qué puedes salir después, ¿acaso estás jugando conmigo más de lo que ya lo hiciste?-

-¿A qué te refieres?, solamente decidí ser amable contigo, es todo, si no te gusta bien puedo volver a ser como era desde un principio y hacer como si esto nunca hubiera ocurrido, ¿eso quieres, ¡eh!?- No puedo soportarlo, el comportarse de esa forma no era una tarea fácil y le salía con que no se adaptaba, valla que eso no se lo esperaba.

-No…no…yo…ya no sé ni que quiero, ¿querías confundirme?, lo has logrado y tu hermana te ha ayudado en ello por lo que veo-

-¿Qué con ella?, ¿qué ha hecho?-

-Mucho y nada-

-No pensé llegar a esto pero creo que no agradeces esto, soy amable contigo y cedo a muchas cosas que normalmente no haría y me sales con estas cosas, será mejor irnos-

TaeYeon no tuvo alguna respuesta, si eso continuaba se convertiría en una discusión grave, recordó su posición de “sirvienta” y no debía pelearse con la ama, oh no, eso sería un caos total y dañaría el trato que han hecho, posiblemente ya lo ha dañado.

-Podríamos…¿podríamos ver las estrellas antes de irnos?- intentaba reparar el posible daño al acuerdo, era todo pero para la mala suerte de Jessica lo mal interpreto, ella creía que su esfuerzo estaba dando frutos, pobre ingenua, por primera vez ella era la inocente que creía en las palabras de otra persona.

-Bueno pero aún faltan unas horas para el anochecer- ambas guardaron silencio y es como si se hubieran puesto de acuerdo en cambiarse por mientras, cada quien por su lado. Extendieron una toalla muy grande para las dos y se sentaron en ella por una hora, no se dirigieron la palabra hasta el anochecer cuando la primera estrella se podía ver en el cielo.

-¡mira, ya hay una!- dijo TaeYeon causando que Jessica fijara su vista en el cielo, era cierto, ya había una estrella y solo fue cuestión de minutos para ver más y más aparecer en el cielo.

-Espero pueda perdonarme…-

-¿Lo haces por perdón?-

-Podría ser…es cómodo observarlas a tu lado, supongo-

-Olvídalo, las veras sola- Jessica a pesar de todo no podía cambiar de la noche a la mañana, ahora era ella quien dañaba su plan, le colmo la paciencia y sobre todo demostró su orgullo, podría quererla, amarla, desearla y todo pero no dejaría que una persona como ella la tratara de aquella forma, lo último que quiere es la lastima de otros.

-¿Por qué?- pregunta fuera de sí, no espero esa reacción.

-Espero te guste la vista de este lugar pues quería que solo tú la vieras, esta playa hace ver el cielo nocturno más bello de lo que es…la luz de la luna se refleja perfectamente en el mar y te di el privilegio de observarlo porque era lo que más quería el día de hoy, ahora graba estas imágenes en tu mente, puede que no vuelvas a este lugar y ¿sabes?, obsérvalo sola, no tengo intenciones de verlo contigo, es la única cosa que no deseo este día- se dirigió a su bolso, sacó el teléfono móvil y llamo al chofer. TaeYeon no supo cómo interpretar esas palabras, y sin más que hacer observaba con aquellos ojos claros y pensativos el cielo, la luna y las estrellas.

Al cabo de minutos el chofer llego y guardaron todo, subieron al auto para otro trayecto silencioso.

En la solitaria playa solo quedo lo que una vez fue diversión al igual que la única prueba de que pudieron hacer algo juntas: el castillo de arena, que seguramente para la mañana siguiente ya se lo habría llevado el viento.

En casa y aun sin dirigirse la palabra, la menor sentía que había hecho algo más que dañar su trato, algo más que discutir, había dañado algo más pero no sabría decir exactamente que es, por su mente pasaba todo menos el corazón y los sentimientos de la castaña; mientras que ella se sentía al borde de comenzar a gritar y romper todo, menos que triste estaba frustrada de que sus esfuerzos fueran confundidos con todo menos con el afán de conquistarla.

Nuevamente la noche y la hora de dormir habían llegado, TaeYeon nunca soporto quedarse despierta después de un día intenso en la playa, al entrar y cambiarse cayó rendida en su lado de la cama pero despertaba por ratos esperando ver a su ama recostada a su lado. Jessica meditaba que pasaría mañana.

-No puedes predecir lo que pasará, por más que lo planees siempre pasara algo que no esperas- Tiffany intentaba animar a su pequeña niña, sabía que algo había salido mal pues se fueron con sonrisas y regresaron totalmente serias.

-Lo sé, no tienes que decírmelo-

-¿Qué ocurrió?-

-Nada que te interese- Su indiferencia no fue suficiente para hacer que su hermana se rinda.

-Vamos, cuéntamelo-

-No, además puede que me perjudique más, después de todo no sé qué rayos hiciste para que ella pensara otras cosas-

-No hice nada, solo le dije tus virtudes-

-Pues me jodiste todo, gracias por nada “hermana”- su tono sarcástico de decir la pablara hermana hacia parecer como si deseara que no lo fuera o como si nunca lo hubieran sido.

-Creo que tú te excediste con ese cambio extremadamente repentino, yo también pensaría otra cosa si alguien como tú empezara a ser amable y dedicada conmigo, contribuiste a tu fracaso-

-Cállate, tienes parte de la culpa por mencionarle eso, no tenía por qué saber lo que quiera que le hayas dicho-

-Pues siento haber intentado ayudar, no debí hacer nada por ti, aun eres una niña mimada-

-¡No lo soy!, solo…solo vete…- sus ánimos de discutir disminuyeron, si hubiera sido al revés ella hubiera dicho cosas malas sobre Tiffany que al contrario dijo cosas que la beneficiaban, estaba consciente de que cambió muy rápido y de hecho le dijo que esa era la razón de que ahora estuviera confundida, ¿sobre qué?, quien sabe, solo la chica de cabello oscuro lo sabe.

-Si no quieres que diga nada más lo hare pero no te pongas de esa manera-

-Bien…- escondió su rostro entre sus rodillas mientras se abrazaba las piernas, no siempre eran discusiones entre ellas y cuando sucedía la única que salía mal era ella.

-Te querré tengamos las peleas que tengamos, lo quieras o no siempre serás mi pequeña niña, buenas noches y dulces sueños Jessy- beso su cabello y se fue obviamente sin recibir respuesta, mayormente ella quedaba con la última palabra.

-No quiero ni siquiera ir a mi habitación y quiere que duerma bien, que irónico el terminar descansando en un lugar en el que no se quiere estar- termino de tomar su té y se dirigió a su habitación, se mantuvo de pie frente a la puerta un minuto y termino abriendo otra puerta, se metió en la cama sin previo aviso y cayo dormida, tampoco soportaba los días intensos en la playa.

-Como dije, dulces sueños hermanita- la tapo bien y siguió durmiendo, después de años de no dormir juntas ahora lo hacían y no era una noche fría ni lluviosa, simplemente su hermanita necesitaba la compañía de alguien cercano, Yoona no estaba para ir a dormir a otra habitación y en esa casa tan grande nunca le agrado dormir sola.

-Gracias Tiff…- murmuro entre sueños Jessica y abrazo inconscientemente a su hermana. Posiblemente todo lo que le hacía falta era un abrazo de cualquier persona inclusive era bienvenido de TaeYeon.

Desconocía el status de su plan puesto que no durmió con la pequeña de sus sueños mientras que ella se dio cuenta de que durmió sola esa noche pero pudo pensar ampliamente, sus emociones y sentimientos estaban fuera de lugar, la nueva Jessica le agradaba pero no más de la que conocía, la que posiblemente ahora la estaría obligando a besarla, indicando donde tocarla y jugando con ella como cualquier objeto desechable, se acostumbró a esa forma de ser que verla tan amable era extraño. No es que quisiera acostarse con Jessica, era solo que extrañaba a la mujer prepotente y poco considerada que de alguna forma llenaba cierto espacio en su ser.

-Tal vez deba disculparme, siento que en verdad le hice algo malo…ironía, ella me ha hecho demasiado sin disculparse y yo insegura de haberle hecho algo lo haré…valla, que extraño- la cama se sentía demasiado solitaria si no estaba ella, incluso cuando dormía en el tapete en el colegió no se sentía sola porque sabía que ella estaba a su lado de alguna forma.

El problema ahora no era disculparse sino dar un por qué  y cuándo hacerlo.