Bueno este capítulo lo dividiré ya que es algo extenso, se que algunos quieren que Tae se enamore ya de Jessica, ella aún no sabe que es lo que siente por Jessi, pero es parte de la trama no desesperen~

Entre Gala y Pasiones Vivirás Esta Noche (Parte 1)

Me costó demasiado pero pude conciliar el sueño, no sé por cuánto tiempo dormí, después de todo aunque sea de día se veía algo oscuro, pocos rayos de sol lograban pasar por la pequeña ventana.

Frote mis ojos con mis manos.

-Detestable…- no sabía si me refería a estar acá abajo como prisionera de los años antiguos, a esa chica o a él. Sentía como si hubieran pasado más de solo unas cuantas horas, estaba optando por gritar pero a juzgar por sus alumnos sería un milagro que un curioso o alguien en verdad dispuesto a ayudarme me escuchara. Esperaba en silencio a que aquella chica volviera.

-Espero su retorcidamente no se olvide de quitarme estas cosas- solo temía por él nunca poder salir de aquí.

Las horas pasaban hasta que pude distinguir el sonido de pasos, pasos que se iban aproximando hacia donde yo me encontraba.

-Zapatos de tacón…- ese era el sonido que hacían, no podía ser nadie más que una mujer: ella.

-Pensaba que seguirías dormida- dice sin importancia alguna.

-¿Quién puede dormir en un lugar como este?- estaba insomne por la mala noche que tuve; pero mis pensamientos seguían acompañándome: “tal vez tú puedas dormir encadenada, demente”

-Los de tu clase deberían estar acostumbrados a estar en este tipo de lugares-

-¿Tu que sabes? de seguro todo lo dices por películas, ni has de saber cómo es la vida de verdad, sin lujos ni dinero a montones… ¿no te era más fácil inventarte algo para que me expulsaran? Después de todo te han de dar preferencia…sabrás porque- al decir eso me estaba exponiendo a nunca salir de aquí o posiblemente ser expulsada pero era como si lo segundo no me importara, confiaba de alguna forma en que Jessica no dejaría que me expulsaran, algo me decía que aún me quería aquí.

-Valla, ¿Qué en tu pueblo no te enseñaron a cerrar la boca y guardar respeto por tus superiores?-

-¡Tú no eres mi superior!-

-Tal vez no lo sea pero por ahora soy la única que puede sacarte de ahí- me apunto para luego cruzarse de brazos mostrándome las llaves de mis cadenas. Yo solo gruñí e hice un gesto de disgusto, era cierto lo que decía.

-No pensaba ofrecerte…pero debido a tu insolencia creo que cambie de opinión.-

-¿Ofrecerme?- “¿seré animal o algo?”

-Una compañera, le atrajiste desde que te vio en el traje de enfermera, es todo lo que diré. A su lado no te sentirás sola- la chica se fue escaleras arriba, me dejo pensando.

“Genial, seré manoseada por una extraña” dado a que estaba encadenada creo que esta vez sí sería completamente violada. “¿Qué tiene mi cuerpo? ¿Qué tengo yo?” abrace mis rodillas y hundí mi rostro en mi misma. “No quiero ser tocada de nuevo” toque mi cuello, creo que solo aceptaba que mi ama me tocara, a pesar de ser por la beca ya me estaba acostumbrando al calor de su cuerpo con el mío, su fino perfume que a cada rose se mezclaba conmigo, cada beso que se intensificaba de una pasión proveniente del deseo.

-Si no es ella…sé que no será igual- recordar aquello calentó mi cuerpo, sentía hervir mi rostro, tuve que ladear mi cabeza y respirar hondo para volver a la normalidad.

De nuevo esperaba, esperaba a ver quién sería mi violadora pero con suerte no pasaba a más. Divise una silueta, la silueta de aquella chica volviendo pero todo lo que pude ver fue como se acercaba rápidamente para vendarme los ojos sin previo aviso, amarro mis muñecas para no quitármelo, todo fue tan rápido que cuando me di cuenta ya me estaba dando instrucciones prácticamente. Obviamente luche por no ser aprisionada más pero las cadenas no me dejaron hacer mucho. Ahora me encontraba encadenada de los dos tobillos únicamente ya que mis manos estaban atadas para no quitarme la venda de los ojos.

-Ahora si estas lista, no reniegues y saldrás antes de aquí- no podía ver que hacía, solo escuchaba y sin más asentía con resignación.

-Bien te la dejo, si se porta bien y cuando acabes te dejo la llave, tengo un chico que conquistar- escuchaba que le hablaba a otra persona, alguien más estaba ahí.

-Perfecto ¿puedo comenzar?-

-Tienes hasta el amanecer de mañana para disfrutarla-

-Genial- era una voz femenina, menos mal pero temía de lo que pudiera hacerme, aparte de que no la veía tenia mus muñecas amarradas pero al menos ya no estaban encadenadas.

-No luches, ella hace los mejores nudos- escuchaba que se aproximaba.

-¿Quién eres?-

-Eso no importa, solo importa que eres tú la chica más linda que he visto- no respondí, pareciera que la ignore porque seguía intentando liberar mis muñecas.

-Es verdad, deja de intentar preciosa- eso lo escuche más cerca, no sé qué tan cerca se encontraba pero no faltaba para sentirla cerca de mí, hasta que soplo levemente en mi cuello, trague saliva y evite voltear, después de todo no veía nada. Seguía con la cabeza gacha.

Cuando menos lo imagine sus labios rozaban mi cuello, fue un leve rose pero me estremeció, nuevamente sentí el mismo rose en mis manos las cuales tenía cerca de mis piernas por lo que al cabo de segundos sus labios besaban mis piernas, seguía inmóvil, trataba de moverme lo menos posible.

-Tu piel es suave- comentaba mientras acariciaba mi pierna, escuchaba su respiración algo agitada; daba la impresión de no poder decidir qué hacerme primero.

-¿No iras al baile?- pregunte.

-Teniéndote para mi sola, ¿Quién quiere ir al baile?- no dije más, esta chica estaba demorando demasiado aunque por mi parte era un alivio pero me ponía tensa el no saber que esperar y cuando esperarlo.

Jessica se encontraba pensativa, su pequeña no había llegado a dormir la noche anterior, ¿con quién más pudo haber estado? Esa era la última noche que dormirían juntas y quería aprovecharla.

-Pequeña… ¿Dónde te has metido?- musito mientras una chica, aparentemente su sirvienta buscaba para ella el atuendo adecuado para el baile de esa tarde.

-Creo que este vestido le quedaría muy bien- se volteo hacia Jessica con un vestido color crema adornado con rosas rojas entre las manos, parece que la castaña compartía la opinión de su sirvienta y fue a cambiarse al baño, no le apetecía hacerlo frente a ella.

Cerró la puerta detrás de ella y dejo el vestido en una pequeña mesa que tenían en el baño para dirigirse al espejo.

-Como quisiera ser yo quien eligiera el mejor vestido para ti…- se decía en voz baja mientras observaba fotos de TaeYeon, aquellas que le tomo en su primer encuentro en la bodega. Esa mirada inocente y apenada que tenía en las fotos la hacía extrañarla más; a pesar de estar desnuda y en poses tan provocativas que la encenderían enseguida, ella las veía con un gran sentimiento de añoro. Poso su mirada en el techo y hecho un suspiro algo hondo y continúo a vestirse dejando las fotos en donde las saco: detrás del espejo.

Salió del baño al cabo de minutos y “modelo” el vestido frente a su sirvienta, esta le aplaudió para seguidamente comentar.

-Lo sabía, ese vestido ¡le queda perfecto!-

-¿Lo crees?- pregunto Jessica mientras se observaba con el vestido frente a un gran espejo.

-¡Por supuesto, señorita!- se acercó para verla mejor y arreglar cualquier detalle fuera de lugar. La tarde de la mayor se fue en arreglarse para el baile.

Termino con el cabello suelto y bien peinado, el vestido color crema con rosas rojas, poco maquillaje pero que la hacía lucir demasiado bella, zapatos de tacón color blanco y el toque final: una máscara blanca adornada en la orilla con una cinta gris brillante que cubría hasta las puntiagudas puntas de cada extremo, alrededor de los ojos adornado de brillantina gris y unos cuantos detalles debajo de uno mientras que en la otra mitad no tenía aquel adorno.

-Sigo detestando los vestidos- decía una voz proveniente de la habitación número 83, pertenecía a Sunny. Se estaba preparando para el baile pero parece que dudaba demasiado en ponerse el vestido, por el lado de su compañera, para suerte de la señorita Lee esa chica no formaba parte de “sus fans” y se enfocaba del todo en su atuendo y maquillaje que en pillar a Sunny en ropa interior al momento de cambiarse.

Todo el instituto se estaba preparando para el baile, o al menos lo que corresponde al área de preparatoria; no había alumno que no se preparara para este gran baile que solo se realiza una vez al año, a veces lo hacen en fin de curso pero esta vez lo hicieron iniciando. Solo TaeYeon y la desconocida chica que la acompañaba en el sótano serían las únicas ausentes.

El reloj  indicaba las seis de la tarde, todo comenzaría dentro de una hora y fue cuando un paquete anónimo llego a la habitación más grande de las instalaciones de preparatoria. El paquete contenía un vestido y una nota.

“Para TaeYeon ♥

Usa este vestido para el baile, lo he mandado a hacer especialmente para ti, tal y como te gustan los vestidos ¿o me equivoco? Espero que no. Me acercare a ti en cuanto te vea; yo vestiré de traje negro: un saco negro de manga larga con detalles rojos en ellas , una camisa negra y corbata roja, todo adornado de una rosa roja, solo para ti.”

El paquete obviamente iba dirigido a la menor de esa habitación pero quien lo recibió y abrió fue Jessica, totalmente extrañada y furiosa apretó la hoja en una de sus manos con mucha fuerza, al borde de romper esa carta pensó un poco la situación.

-Sí que vendrás aquí, tarde o temprano… si ves el vestido te acercaras y leerás esta carta, veras que es tuyo y tal vez vallas, al menos ya sé que vestido tendrás mi pequeña- extendió el vestido en la cama junto con la carta en medio, aun se entendía lo que decía.

-Aunque no haya sido yo la que te eligió este vestido espero con ansias verte usándolo- tiro una máscara de un morado muy leve igualmente adornada muy brillante como la de ella pero en vez de tener los detalles como la de ella, tenía tres corazones del lado izquierdo, cada uno era más grande que el anterior.

-Vámonos- ordeno a su sirvienta la cual la escolto hacia la mansión que tenía su familia justo a un costado del colegio, ahí organizaban los bailes y grandes eventos de gala que realizaban. Habían dado las siete en punto cuando las personas empezaron a llegar, todas esperaban en el salón principal a que el baile comenzara, mientras esperaban hacían merito a la ocasión platicando con quien les pareciera interesante.

Una respiración demasiado agitada se escuchaba cerca de mí, podía sentir su aliento en mi cuello y presentí una sonrisa a pesar de no poder ver nada y fue cuestión de milésimas de segundos para sentir sus labios cerca de los míos, me sorprendió en verdad y no le daría el gusto así porque si, moví mi rostro cortando secamente el beso.

-No seas tímida, prometo tratarte gentilmente- sentí su cuerpo encima del mío, acorralándome, esperando el momento en el que yo cediera mis labios a los suyos. Mi rostro seguía en la misma posición, no pensaba ceder.

-Quería ser buena pero ¡no esperare a que quieras!- gruño y volteo bruscamente mi rostro hacia el suyo para besarme con fuerza, intente quejarme pero eso solo le dio paso a su lengua de invadir mi boca, me tenía abrazada muy pegada a su cuerpo; se separó al hacerle falta aire y continuo.

-… ¡Blanco!- dijo sin fundamento alguno pero después comprendí porque grito ese color, desabrochaba mi blusa y mi falda.

-Estaba casi segura de que eran blancos, veo que son rosas- se refería a mi ropa interior, me quito la falda e hizo a un lado mi blusa.

-¡Lindos!- comenzó a masajear mis pechos por sobre el sujetador, lo quito y ahora sentía sus frías manos masajearlos. Mi respiración se aceleraba y mi corazón se agitaba y no fue sino hasta que beso uno que me sonroje, la sangre hervía en mi rostro a cada lamida, cada beso, cada mordida.

Jugaba con uno de mis pechos mientras devoraba otro con desesperación, tanta que lastimaba un poco; bajo una de sus manos a mi pierna derecha, subió lentamente acariciándola un poco hasta llegar a mi intimidad, frotaba encima de la ropa interior y aún seguía devorando mi cuerpo, con su lengua subió hasta mi cuello, lo beso pero para mi suerte fue al lado opuesto a donde tenía la marca de mi ama. Intensifico sus roces a mi intimidad, me beso desprevenidamente sin más remedio a corresponder…un poco.

Su ropa rosaba mi cuerpo.

-Creo que ya estas lista- me susurro con lujuria bajando mis bragas.

-No…por favor….no- implore entrecortadamente que no me tocara “ahí”. Mi suplica fue en vano, de nuevo rosaba pero ahora directamente, tenía mi labio inferior apretado con mi labio superior para no sacar gemido alguno. Sus caricias eran bruscas, penetro directamente con dos dedos a un ritmo algo rápido que lastimaba un poco pero lamentablemente me encantaba esa mezcla de dolor y placer, mordí mi labio inferior y solo daba leves jadeos pero parece que ella quería más de mí, ahora era violentamente penetrada por tres dedos, su mano libre jugaba con mis pechos y pellizcaba los pezones.

“Rico~” era lo que pensaba pero tenía que aparentar lo contrario, Jessica nunca me lo hizo con tanta brusquedad como esta chica y desde la primera vez descubrí que me gustaba el dolor en el acto ual. Un hilo de sangre recorrió mi barbilla ya me había aguantado demasiado, tenía tantas ganas de gritar que lo hiciera más rápido y que no se detuviera hasta terminar “¡Oh, Jessica, así!” “¿qué?” mis pensamientos me traicionan, lo disfruto porque no puedo ver a esta chica, me he imaginado que lo hago con ella pero ¿por qué?, no es que quisiera que Jessica me amarrara y me lo hiciera violentamente y como solo ella sabe tocarme, no es que quisiera ser una con su perfume de rosas, no es que…estaba confundida en mis mismos pensamientos pero me hicieron entrar en razón, esta chica no es ella por lo tanto es hora de dificultarle todo; comencé a moverme obligándola a dejar mis pechos y haciendo muy difícil la tarea de estimularme.

-Ya has…tenido…suficiente- dije con la respiración agitada.

-Vamos, sé que te estaba gustando- de nuevo intenta proseguir pero yo no deje de moverme al sentirlo, no permitiría que una chica cualquiera por el siempre hecho de gustarle me toqueteara a su gusto.

-¡Jamás me gustaría aquello!-

-Bien, yo no lo haré…- su respuesta me dejo totalmente sorprendida.

-Esto lo hará por mi…- era demasiado bueno para ser verdad, sentí como introducía no muy profundamente algo pequeño en mi intimidad, uno dentro y uno rosando mi punto más sensible.

-¿Qué…qué es eso?- pregunte nerviosa, aun mas por no poder ver.

-No importa lo que sea, lo que importa es que te veré totalmente extasiada- su tono de voz parecía como si eso fuera lo más lindo del mundo.

Empecé a sentir cierta vibración en los lugares donde los puso pero por más que me moviera solo lograba intensificar el placer del momento.

-Que bella imagen tengo ante mí- tal vez era mi imaginación o empecé a escucharla jadear, no se estará…

-La imagen perfecta para venirme en cosa de nada- eso aclaro mis sospechas, se estaba masturbando mientras me veía retorcerme a causa de aquello que fuera que me haya puesto ahí abajo.

-Me…me…aaah~- no alcanzo a decir nada, solo a soltar un sonoro gemido, no sé qué se haya creído pero se corrió encima de mí, hice una mueca de total disgusto y enojo pero no podía hacer nada, solo soportarlo hasta donde ella quisiera detenerse y pensar que la noche estaba comenzando…