Tenía planeado actualizar hace días pero me he sentido un poco mal, también por eso no he hecho el OS, pero como ya me dejaron estar en la PC aprovecharé :3 Lo hare JeTi me gusta esa couple, me gusta más el YulTi pero  no veo a Yuri en el personaje, así que en la tarde lo subiré UuU

Jajaja SoshiV  me gustan tus comentarios, son graciosos xD

De Vuelta En Casa

Llegaron y las recibieron con felicidad como a la señorita anterior. Su chofer y algunas sirvientas estaban llevando su equipaje a la habitación de Jessica, aquella que había ordenado que les arreglaran.

TaeYeon observaba asombrada el lugar, era enorme en verdad y todo se veía como sacado de aquellas películas antiguas de ricos que veía de vez en cuando con su familia cuando era fin de semana y ninguno tenía nada mejor que hacer que pasar tiempo juntos frente al televisor, aquello le hizo recordar que debe ir a visitarlos.

-Disculpe, ¿puedo ir...?- pregunto muy nerviosa temiendo que le negaran la petición.

-Claro. Ya te di mis condiciones...pobre de ti si osas quebrantarlas- todo eso fue dicho con una sínica sonrisa, TaeYeon a veces pensaba que su ama en verdad nunca era amable, necesitaba poner condiciones para asegurarse de que todo saldrá como ella quiere, era como dejarla sin correa y dejar que su perro se pierda un rato en el pueblo, después de todo es un perro sabe el camino de regreso a casa. La filosofía que aplicaba en TaeYeon.

Todo lo que pudo hacer fue asentir y salir nerviosa, hasta llegar a la salida pudo calmarse un poco pues aun lo estaba por el hecho de ir a ver a su familia, tendría que idear una buena excusa del porque no puede quedarse y aún más importante el cómo llego.

-Bienvenida de vuelta a casa señorita, ¿que desea?, ha de haber sido un viaje agotador- si agotador era ir en una limusina con asientos acolchonados y aire acondicionado, valla, que agotador.

Jessica se estiro y dio un bostezo.

 -Me apetece tomar un baño, en el que tiene tina y luego comer algo de pasta-

-... ¿Le molestaría esperar?, ¿no quisiera comer primero?- la sirvienta trataba de disuadirla puesto que ese baño estaba ocupado.

-No, deseo bañarme...bah, iré al baño sé cómo hacerlo después de todo- era ilógico que la dueña se pusiera a "rogarle" un baño de agua caliente a sus sirvientas. Subía los escalones rápidamente, todas las sirvientas la veían sin más remedio mientras entre ellas sus conclusiones de lo que pasará cuando lo descubra.

Jessica llegó a la puerta y la abrió silenciosamente, odiaba ser escandalosa desde hace algunos años, hasta en su propia casa, se desvistió, cubrió su cuerpo con una toalla y retiro la cortina de la tina, sin ver se despojó de la toalla colgándola mientras metía un pie en el agua. "Pensaba que estaría vacío", ante su asombro de ver que el baño ya estaba listo bajo la mirada y la observo, ahí como si nada bañándose con los ojos cerrados.

-¿¿Qué haces aquí??- chillo en un tono agudo Jessica.

-¡Jessy!, mi escandalosa hermanita- la chica que antes yacía cubierta por el agua de la tina se levantó para abrazar a su hermana menor, no fue muy bien recibido su abrazo, casi fue rechazado de no ser que de alguna forma Jessica cedió sin corresponderle.

-Se suponía que no había nadie en casa...- replico en un puchero.

-Pues la universidad al fin me dio un respiro y decidí venir a pasarlo en el lugar donde crecí, quisiera poder decir que es una sorpresa verte pero ya me habían informado de tu llegada- sonrió de una forma que enojo a Jessica, su sonrisa era de verdadera felicidad, no como las que ella hacía constantemente; fingidas.

-¿Qué hacemos de pie?, entremos a la tina-

-Me niego, avísame en cuanto acabes-

-No seas así y entra conmigo...no quiero hacerte entrar de otra manera...- su sonrisa ya no era de felicidad esta vez.

-Ya han pasado los años...ahora es diferente, compréndelo, en realidad nunca fuimos cercanas solo nos usamos para no estar solas mientras buscábamos a nuestros propios juguetes-

-Mentira, fuimos cercanas, tú fuiste quien de un día para otro me empezó a repeler-

-Tú te distanciaste sola, yo ya no te era útil…ni tu para mí, ¿Qué caso tenía el seguir juntas?- su tono de voz fue amargo, se notaba algo de dolor en la voz de la pequeña Jung.

-Maldita sea, lárgate entonces, solo intento revivir un poco de esa unión pero si lo vez de esa forma no lo vale- hundió de nuevo su cuerpo en el agua caliente mientras veía furiosa a su hermanita.

-Como sea Tiff, soy tu sangre, deberías comprender de una vez que fue de esa forma- Jessica volvió a cubrir su cuerpo con la toalla mientras iba al otro baño para simplemente tomar una ducha y pensar un poco debajo de la regadera.

Las sirvientas escucharon un leve portazo proveniente del pasillo del baño lo que aumento sus comentarios acerca del tema, solo una se mantenía callada, era la más cercana a ambas, fue la primera que la familia contrato a sus 16 años para cuidar de sus pequeñas niñas desde hace 12 años y las demás fueron contratadas por aquellas "niñas" cuando crecieron, en total solo eran 5 sirvientas, 2 que contrato cada una y la primera que siempre ha estado desde que Tiffany tenía 7 y Jessica 4 años, todas son jóvenes y hermosas, su edad variaba entre los 23 y los 28, estaban bien conservadas puesto que a las señoritas les encantaba ver hermosas mujeres atendiendo sus peticiones.

Tiffany; la mayor de las dos teniendo 19 años, el orgullo de la familia siendo universitaria con buenas notas desde siempre, actualmente estudiando mercadotecnia, siempre ha sido buena desenvolviéndose y siendo social, sus padres ven en ella un gran futuro.

Jessica; la menor, 16 años de los cuales 8 paso con su hermana, de buenas notas y no tan social como Tiffany, pero al igual que ella es buena haciendo ceder a las personas, aún no sabe que estudiará y su familia la ve como su segundo orgullo por haber nacido después y no haber hecho más que su hermana mayor a pesar de que ambas recibían la misma atención siempre estaban de viaje y cuando volvían ¿quién era la primera en recibir los abrazos y besos de mamá y papá?, pues Tiffany. Es cierto que alguna vez fueron muy unidad hasta superar los extremos y las barreras de la llamada hermandad.

TaeYeon por su parte ya sabía perfectamente que decirle a sus padres y había formulado varías respuestas a sus posibles preguntas. Iba a paso apresurado, no quería que nadie más que su familia supieran que está ahí, aunque moría de ganas por toparse con alguna de sus amigas, no paso y llego a su casa, tímidamente dio unos golpecitos en la puerta, al cabo de segundos le abrieron, las sonrisas de sus padres y hermanos eran indescriptibles, su hija estaba de nuevo con ellos, sin duda la hicieron pasar, le dieron agua y tomo asiento. Su madre comenzó a cocinarle su comida favorita mientras sus hermanitos y su padre le hacían preguntas y no paraban de abrazarla.

-¿Cuántos días te quedaras?- pregunto su madre.

-Sobre eso…verán, no puedo quedarme en la casa, vine en asuntos de la escuela y solo me dejaron venir a visitarlos porque se los pedí demasiado-

-Ya veo… ¿Dónde te estas quedando?-

-En la mansión Jung…no puedo recibir visitas pero vendré pasado mañana a verlos y todos los días que pueda-

-Cuídate mucho, ya sabes que ese tipo de personas son muy diferentes a nosotros-

-Lo sé, no se preocupen, estoy bien y mi compañera ha cuidado de mí, ha sido buena gente-

-Me alegro de que hayas hecho una buena amiga-

-Eso no es lo que dije…- murmuro entre dientes.

-¿y cómo les ha ido últimamente?- cambiar el tema siempre servía para salir de un tema incomodo como el hecho de que crean que su compañera es su amiga.

Paso parte de la tarde con su familia, comieron juntos, jugo con sus hermanitos, ayudo un poco en la casa, paso tiempo con su padre hasta que se hizo de noche y tenía que regresar a la mansión si no quería ser sodomizada o algo peor nuevamente.

Al entrar en la mansión informo a las sirvientas que ya había cenado y no se preocuparan, que iría directamente a la habitación, le dijeron en que habitación y dirección quedaba. Fue contando las habitaciones, incluyendo las que tenían letreros como baño, herramientas, limpieza, repuestos, entre otros cuantos que informaban el posible contenido detrás de la puerta. Al fin tuvo contado (según ella) 11 habitaciones y entro en la que culmino la cuenta,  entró sin tocar y encontró a una chica de espaldas entretenida ordenando los cajones. A su vista estaba una cabellera negra, larga y lacia, únicamente hasta las puntas se empezaba a ondular.

Dándose cuenta que posiblemente era la habitación de enfrente salió tratando de no ser vista. Entro en la habitación de enfrente y hallo a Jessica cambiándose, se preparaba para dormir.

-Lo siento…- TaeYeon desvió la mirada y luego volteo.

-No hay nada que no hayas visto antes- termino de subirse la parte de abajo del pijama. No obtuvo respuestas.

–Deberías cambiarte también, es hora de dormir…ó… ¿es que no quieres dormir aun?- se escuchaba levemente en la habitación cada paso que ella daba, provocaba que el corazón de la menor latiera con más fuerza sabiendo que pronto la tendría cerca.

-No quisieras ser interrumpida mientras te cambias, ¿cierto?- “clock”, el sonido que hizo el seguro de su puerta al ser puesto. TaeYeon se alejó un poco y fue a cambiarse, lo hizo lo más rápido que pudo pero no lo suficiente, pues al bajarse los pantalones…

-Alto- sentencio Jessica.

-Quiero jugar un poco antes de dormir- sonrío lascivamente mientras en menos de unos segundos estaba a un lado de su pequeña.

-Alguien podría escuchar- con ese “alguien” se refería a la chica que vio anteriormente en la habitación de enfrente.

-No te preocupes, mis padres no se encuentran solo las sirvientas, despreocúpate mi niña- la abrazo suavemente dirigiéndola hacía la cama, se encontraba sostenida con sus rodillas y manos en el colchón y Jessica sobre ella, lamiendo su cuello, olfateando el olor de su cabello, jugando con su intimidad a un ritmo lento y desesperante, ese ritmo fue subiendo hasta que la tiro completamente en la cama, la puso boca arriba y la beso ferozmente sin previo aviso, bajo sus bragas y comenzó a estimular de nuevo pero esta vez no tenía nada que estorbara como ese pedazo de tela llamado ropa interior. Le quito con la boca el sujetador y mordió uno de sus pechos.

-Ghm…- hace un tiempo que no lo hacían y el cuerpo de TaeYeon volvía a ser sensible si no era tocado.

-Amo esa sensibilidad de adquiere tu cuerpo cuando pasa el tiempo…- paso un dedo por su abdomen y la veía con un brillo en los ojos, lo estaban haciendo por fin en su casa, en su cama y en su habitación, la excitación de Jessica en esos momentos no podía ser descrita con palabras. Su respiración se agitaba a cada momento, su sueño perfecto era que también la tocaran. Trago saliva y le ordeno que se le hiciera lo que quisiera, que jugara con ella a ser amantes esa noche.

De nuevo, como en el salón de ciencias, ambas parecían amarse mutuamente pero lo triste era que solo una le ponía un poco de amor…la otra simplemente tal y como se lo ordenaron: jugaba. Eran un perro y su ama jugando felizmente en la cama, una ama feliz y un perro sumiso y contento de que jueguen con él, que le hagan saber que lo quieren a través de caricias y a cambio le transmita calidez y confianza a su ama. TaeYeon aprendió a dejarse llevar por los deseos de su cuerpo, como si olvidara totalmente su posición y en verdad estuviera tocando y siendo tocada por su amante.

El sueño de Jessica casi estaba siendo realidad, la única falla era que jugaba con su mascota, no con su novia.

Ambas culminaron exhaustas, más que la otra vez, no tuvieron fuerzas ni para vestirse, solamente de taparse y dormir inocentemente abrazadas, felices y satisfechas entre sabanas mojadas.

-Vino con una mascota, una perra de seguro, si cree que no me enteré, está equivocada- una hermana celosa había escuchado levemente los gemidos y jadeos de ambas de principio a fin, no pensaba invadir la privacidad de su hermana así que esperaría a mañana para conocer a la nueva mascota de su hermanita pues no era de llevar juguetes a casa.