Bueno no había podido actualizar porque me sentía un poco mal, pero aquí estoy de nuevo :3 Muchos quieren que Jessica ya se declare a Tae, pero aún queda historia por delante >< jajajajaja harukasempai si expulsan a JiYeon la mando a tu casa jajajajaja xD Y bueno no me dijeron que couple usar así que usare  TaeNy o  YulSic UuU 

Olvídate De La Venganza y Disfruta De Las Vacaciones

TaeYeon seguía paseando por los pasillos tratando de disuadirse de aquella idea que rondaba por su mente, la de querer una venganza pero entre más lo pensaba más quería hacerlo. Ciertamente se quería vengar de la chica que abuso de ella pero no tuvo la oportunidad de verla ni de saber siquiera su nombre. JiYeon bien puede irse al demonio, no era tan importante como creía y vengarse le haría crecer su ego de importancia.

-Solo una persona me puede darme la información que quiero, espero quiera- se dijo entre dientes mientras desviaba su camino a la habitación de la más rebelde de su clase y tal vez de todo el primer semestre en general: Sunny Lee.

Al llegar a la habitación y justo antes de llamar a la puerta, la compañera de Lee salió, la vio con un gesto extraño, se ve que no es normal que una persona se aparezca en la puerta si no era para verla a ella pues Sunny no era lo que se llamaría “social”, una cosa era popularidad y otra que ella se permitiera dar a conocer entre sus “fans”.

-Hola… ¿puedo pasar?- preguntó débilmente TaeYeon. Sunny asintió con pereza y se volteó a seguir en sus cosas. La pequeña entro y cerró la puerta detrás de ella.

-¿Qué quieres?- trato de no sonar “amenazante” pero de cierta forma se notó su interés forzado al preguntar.

-Disculpa el venir sin avisar, tal vez no querías saber nada de mí por ahora pero necesitaba preguntarte algo. ¿Viste a la chica que…la del sótano, no es así?- trago saliva.

-Sí, está en el hospital- respondió tranquilamente, casi con orgullo en su oración.

-¿Qué?, ¿por qué?-

-Solo podría decirte que ó ella es muy débil o yo me propase- rasco su nuca y decidió voltear.

-No pude dejar las cosas así, hace unos días me la tope sola regresando a su habitación en la noche y pues, paso, lo siento. No soy vengativa pero no pude soportar el hecho de que no recibiera su merecido-

TaeYeon la veía sin poder creer lo que acababa de escuchar hace unos momentos.

-¿La golpeaste?-

-…uno que otro golpe…trate de no ser muy ruda pero resulto ser demasiado sensible. En realidad está en el hospital más por el susto que por el daño que le cause- tenía una cara de puchero como una niña que acaba de romper algo sin querer.

-Bueno…eh… ¿podrías decirme su nombre?- se había puesto nerviosa al saber su estado pero aun quería saber el nombre.

-No vayas a visitarla, me han dicho que ya está mejor y la gente de este instituto tarda en aprender lecciones, aunque eso incluya golpes- hubo silenció, y TaeYeon no se veía con intenciones de objetar ante eso pero al cabo de segundos obtuvo su respuesta.

-Narsha, ese es su nombre- de nuevo, le dio la espalda pues ya no había nada más que hablar.

-Em…gracias, supongo que debo retirarme…hasta luego- antes de irse revolvió el cabello de Sunny y dio un beso en él.

–Gracias, en verdad- dicho esto, salió de la habitación.

-Salvada por la violenta insensatez de mi amiga, quien lo diría- caminaba de regreso a la habitación, en el fondo se lo agradecía pero no quería una venganza de ese tipo, tan violenta.

Sus planes se vinieron abajo, JiYeon era lo suficientemente persistente para venirse abajo ella sola. DongHae la hacía sentir menos a cada muestra de rechazo, era suficiente verla sufrir por su amor no correspondido y a DongHae ser acosado por ella.

-Pequeña, volviste- Jessica envuelta entre sábanas blancas la veía parada en la puerta.

-Sí. Valla, veo que hoy dormirá temprano-

-Estoy cansada…- desvió la mirada ruborizada, ambas sabían perfectamente la razón de su cansancio.

-Creo que no queda más que decirle buenas noches- le dedico una leve sonrisa para luego ir a buscar el pijama y poder cambiarse para dormir.

-Sí, buenas noches pequeña…- sin más se perdió entre sus sabanas dispuesta a dormir.

-Antes… ¿Cuántas Narsha’s hay en este instituto?-

-Uhm…solo recuerdo a una, la recuerdo porque era algo así como la asistenta o lacaya de JiYeon, igual esa chica se la pasaba detrás de DongHae, no es que me interese pero solo a esa conozco- moviéndose entre las sabanas.

-¿En qué semestre va?- estaban hablando de la misma chica después de todo.

-Segundo, eso creo, no la he visto en mi piso ni en el tuyo, aparte no se ve de un grado mayor a ese-

-Oh, gracias y disculpa la molestia-

-Ahmn, claro, buenas noches- se acomodó en su gran cama y cayo dormida.

Ya no quería hacer nada pero al menos sabía por dónde no debería de pasearse sola y el nombre de quien debe de cuidarse mientras aquel asunto este algo “fresco”.

Los días, las semanas y los meses pasaban con regularidad, Jessica saciando su libido de pequeñas vírgenes de piel suave. TaeYeon era su platillo especial, cuando en verdad deseaba a una mujer en su cama. Los sentimientos de Jessica eran los causantes inconscientes de no abusar demasiado de su mascota, prefería pasearse por los alrededores buscando nuevas muñecas con las cuales jugar tanto que un día terminó haciendo un harem donde TaeYeon era algo así como la acompañante honorífica a la cual toco al día siguiente, cuando las demás se habían ido.

Ahora faltaban pocos días para salir de vacaciones donde la mayoría de los estudiantes aprovechaban para regresar a sus casas y pasar tiempo con su familia o simplemente tienen más libertad para salir y regresar a la misma.

TaeYeon había tenido varias dificultades para llegar a aquel instituto así que no podía darse el lujo de ir y volver aunque ahora tenía algo de dinero, en aquel instituto a veces contrataban a los mismos estudiantes para estar unos días en la biblioteca, gimnasio, laboratorios de ciencias o de computo; sea en el área que sea ella aprovechaba esas pequeñas ofertas para ganar algo de dinero extra y mandar algo a su familia la cual estaba prosperando mejor desde que no tenían que pedir préstamos.

Unos días después de haber anunciado el inicio de las vacaciones Jessica se encontraba haciendo  maletas, ella saldría de vacaciones al parecer pero tenía un par de maletas sin usar arrumbadas en una esquina de la habitación.

-¿Va a salir de vacaciones?- La pequeña sentada en la alfombra preguntó mientras la veía hacer las maletas.

-Sí- respondía sin verla.

-¿A casa o a algún otro lugar?- su tono era curioso.

-Creo que a casa, una que está en un pueblo , que más bien parece solamente ambiente rural pues hay una que otra plaza y no es tan aburrido estar ahí- TaeYeon escuchaba atentamente, ¿acaso le estaba contando algo con la confianza con la que se la contaría a una amiga?

-Estudie en aquel lugar, sé que es raro que no lo haya hecho aquí pero por alguna razón mis padres lo quisieron de esa forma. ¿Sabes?, en aquella secundaría conocí a alguien muy especial, se podría decir que fue una persona a quien no pude hablarle…ahora veras que puedo acercarme a cualquier chico o chica sin más pero esta persona…en ese entonces no pude y creo que tengo que volver a aquel lugar para poder olvidar o algo parecido, realmente no me mortifica igual es que quiero ir de paseo a otro lugar que no sea el colegio- TaeYeon no sospechaba ni un momento que la mayor le estuviera confesando el cómo no pudo dirigirle la palabra, que fue la razón de que ahora fuera una actriz en la vida diaria y el que pudiera conquistar a tantas chicas, por ella aprendió a usar sus encantos para conseguir lo que estuviera a su alcance.

-Espero te reconforte ir a ese lugar, sospecho que también eres de aquel pueblo-

-¿Disculpa?- la pequeña no podía creer lo que escuchaba.

-Oh si, iras conmigo de vacaciones. Creo recordar que acordamos que harías lo que yo dijera y digo que iras de vacaciones conmigo, anda, que sé que no pasaras un mal rato volviendo a tus raíces y te dejare ir a visitar a tu familia si lo quieres pero no te dejare quedarte con ellos, es decir, quedarte a dormir, dormirás en el lugar que yo ordene, ¿estamos?- sentenció moviendo su melena ondulada para ver fijamente a su presa la cual intento decir algo pero solo pudo balbucear nada, no podía objetar. Ahora es que entendió para que eran esas maletas, eran para ella.

-Nos vamos mañana en la mañana, solo lleva lo que creas necesario y no te preocupes tanto por la ropa, puedo prestarte, en mi casa tengo ropa que no uso y podrías usar- indico. Hacia una llamada aparentemente a casa avisando que llegaría mañana con una acompañante y tuvieran lista su habitación, en la que estaba cama matrimonial.

-¡¡La señorita volverá a casa!!- anunciaba una de sus sirvientas, más específicamente con la que acababa de hablar.

-Espero que no se junten sin querer…-

-Cierto, sería…interesante verlas convivir juntas nuevamente-

Platicaban entre ellas; las sirvientas de la casa de las señoritas Jung, esa casa era visitada con poca frecuencia pero las sirvientas vivían ahí y por ello la cuidaban como si algún familiar la habitara.

-Pero no ha llamado, no lo creo-

-Ella no suele llamar, siempre llega de improvisto, así es ella-

-Cierto, las señoritas son diferentes-

-Solo tienen algo en común-

-¿Qué es?- preguntaron al unísono varias sirvientas.

-La determinación que se dan para lograr algo-

-Eso es de familia-

-Creo que de pequeñas tenían en común algunas actividades, cuando aún podían tratarse-

-Lo recuerdo, como cuando…-

Las sirvientas empezaron su gran plática sobre la infancia de las niñas Jung mientras arreglaban la mansión de 14 habitaciones y dos pisos, con un inmenso jardín, una gran fuente en el centro del frontal al igual que un par de estatuas con forma de ángeles femeninos. La gran mansión estaba situada en un lugar reservado de aquel pueblo, lo cual la hacía un poco difícil de hallar, no querían seguir gastando en seguridad una vez que dejaron la mansión para “vacacionar” solamente.

La mañana llegó, en todo el instituto Jung no se escuchaba a nadie despierto a las 8 de la mañana, excepto por cierta inmensa habitación de la que se podían oír algunos ruidos y de la cual salían a toda prisa dos chicas; TaeYeon y Jessica. Cada una arrastrando sus maletas, la mayor vestía una ropa de verano, un short corto ajustado de color negro sujeto por un cinturón blanco, una blusa blanca de tirantes acompañado de un pequeño saco de cuadros rojizo oscuro con un gris claro; había algo de sol a esas horas por lo tanto llevaba lentes de sol. Por el contrario, TaeYeon estaba vistiendo unos vaqueros con blusa morada, su guarda ropa la obligaba a vestir con tal sencillez, igual no es que ella se quejara, le agrada ser así de sencilla, era parte de su personalidad.

Aunque no irían en tren Jessica era de esas personas las cuales al planear algo va contra reloj para que todo salga perfecto. Llegaron a la reja de la entrada donde su chofer las esperaba, metió las maletas a la cajuela mientras ellas se subían a la limosina.

-Estoy ansiosa por ver a mi familia-

-Me alegro que este viaje tenga algo feliz para ti después de todo- recostada en el asiento trasero y viendo al techo respondía amablemente Jessica.

-Y a mis amigas…-

Un ataque de celos e ira le vino de momento.

–No, solo a tu familia, no quiero niñatas molestando, “¿puede salir TaeYeon a jugar?”- imito con un tono burlesco la frase final.

-Está bien- pudo decir con una voz algo cortada, también le ilusionaba ver a sus amigas de la infancia, con las que creció y estudio.

El chofer subió y pregunto si ya podía ponerse en marcha, obtuvo órdenes positivas. Ambas se encontraban en camino, el viaje era aproximadamente de 5 horas y media.

-¡Bienvenida, señorita!- la sirvienta recibía con alegría a la señorita Jung pero su alegría se transformó en sorpresa.

–Oh, esperaba que fuera la otra señorita, igualmente, bienvenida, pase-

-Valla, ya estaba empezando a pensar que me tomaban como una extraña en mi propia casa pero, ¿por qué iba a ser Jessy?-

-Pues, ella está en camino-

-Oh, bien…no le informen de mi estadía quiero mantenerlo en sorpresa- una pequeña risa escapó de los labios de aquella chica la cual se adentraba en su mansión seguida de su chofer y varias sirvientas que llevaban sus maletas.

-La universidad al fin me da un respiro, lo primero que se me apetece es un baño caliente que huela a lavanda- ordeno nostálgicamente. Jessica se llevaría una gran sorpresa al ver que no fue la única que pensó en ir de vacaciones al pueblo de su infancia y más al ir con la pequeña de que lleva por apellido Kim.