Resistencia

La Huésped (The Host)
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CAPÍTULO 3 RESISTENCIA

 

   —No reconocerá el nuevo nombre —murmuró el sanador.

 

   Me distrajo una nueva sensación, algo agradable: un cambio en el ambiente cuando la buscadora se acercó a mi lado. Comprendí que se trataba de un olor diferente al de aquella habitación estéril e inodora. Mi nueva mente me dijo: «Es perfume». Floral, exuberante...

 

   —¿Puede oírme? —inquirió la buscadora, interrumpiendo mi análisis—. ¿Está consciente?

 

   —Dele su tiempo —le pidió el sanador con una voz más dulce que la que había oído antes.

 

   No abrí los ojos.

 

   No quería que me distrajeran.

 

   Mi mente me suministraba las palabras que necesitaba y la entonación con la que podía transmitir lo que no habría podido decir sin utilizar un

montón de palabras.

 

   —¿Me han metido en un anfitrión dañado para obtener la información que necesitan, buscadora?

 

   Percibí un jadeo que expresaba sorpresa e indignación a partes iguales, y algo cálido me rozó la piel, cubriéndome la mano.

 

   —Claro que no, Wanderer —me contestó el hombre con voz tranquilizadora—. Hasta un buscador se detendría ante una situación de ese tipo.

 

   La buscadora jadeó de nuevo. Más bien siseó, me corrigió mi mente.

 

   —Entonces, ¿por qué esta mente no funciona correctamente?

 

   Se hizo un silencio.

 

   —Las exploraciones son todas correctas —repuso la buscadora. Sus palabras no sonaban tranquilizadoras, sino más bien retadoras. ¿Es que pretendía pelearse conmigo?—. Hemos curado el cuerpo por completo...

 

   —De un intento de suicidio que ha estado peligrosamente cerca del éxito. —El tono de mi voz era tenso, incluso airado. No estaba acostumbrada al enfado y realmente era difícil controlarlo.

 

   —Todo estaba en perfecto orden...

 

   El sanador la interrumpió.

 

   —¿Qué es lo que echa de menos? —inquirió—. No hay duda de que ha conseguido acceder al lenguaje.

 

   —La memoria. Estaba intentando encontrar lo que la buscadora quería.

 

   Aunque no se oyó ningún sonido, se produjo un cambio: se relajó la atmósfera de la sala, tensa tras mi acusación. Me pregunté cómo podía yo saber eso. Tenía la extraña sensación de que de algún modo estaba recibiendo algo más de lo que me ofrecían mis cinco sentidos, y de que había otro sentido más, en los bordes de mi conciencia, otro sentido que no se hallaba del todo bajo mi control. ¿La intuición? Ésa parecía ser la palabra correcta. Como si las criaturas necesitaran más de cinco sentidos.

 

   La buscadora se aclaró la garganta, pero fue el sanador quien contestó.

 

   —Ah —comentó—. No se ponga nerviosa porque haya algunas pequeñas dificultades con... los recuerdos. Eso, bueno, no es algo frecuente exactamente, pero tampoco es sorprendente, teniendo en cuenta...

 

   —No entiendo qué quiere decir.

 

   —Esta anfitriona formaba parte de la resistencia humana. —Había un matiz de excitación en la voz de la buscadora—. Los humanos conscientes de nuestra existencia antes de la inserción son los más difíciles de someter, y ésta aún se resiste.

 

   Hubo otro momento de silencio mientras esperaban mi respuesta.

 

   ¿Resistencia? ¿La anfitriona estaba bloqueando el acceso? Volvió a sorprenderme la intensidad de mi ira.

 

   —¿Ha sido correcta la conexión? —mascullé entre dientes.

 

   —Sí —repuso el sanador—. Los ochocientos veintisiete puntos están insertados en su posición óptima.

 

   Esta mente empleaba más facultades mías que cualquier anfitrión que hubiera usado antes, dejándome libres sólo ciento ochenta y un enlaces. Quizá la gran cantidad de sujeciones era el motivo de que las sensaciones fueran tan vívidas.

 

   Decidí abrir los ojos.

 

   Sentí la necesidad de volver a comprobar las promesas del sanador y asegurarme de que el resto de mí funcionaba correctamente.

 

   ¡Qué brillante y dolorosa resultó la luz! Cerré los ojos de nuevo. La última luz que había visto se filtraba a través de cientos de metros de océano, pero estos ojos habían contemplado cosas más brillantes y podían desenvolverse bien. Los abrí, pero a medias, manteniéndolos entrecerrados, dejando que las pestañas se entrelazaran a través de la abertura.

 

   —¿Quiere que apague las luces?

 

   —No, sanador. Mis ojos se ajustarán.

 

   —Muy bien —contestó él, y comprendí que su aprobación se debía al uso que yo había hecho del posesivo.

 

  Ambos esperamos tranquilamente mientras entreabría lentamente los párpados. Mi mente identificó el lugar como una habitación normal de un establecimiento médico.

 

   Un hospital.

 

  Los azulejos del techo eran blancos con motas más oscuras. Las luces eran rectangulares y del mismo tamaño que los azulejos, colocadas a intervalos regulares. Las paredes estaban pintadas de color verde claro, un color calmante, aunque también el color de la enfermedad.

 

   Una elección poco inteligente, según la opinión que me acababa de formar al respecto.

 

   Mis observadores eran más interesantes que la habitación. La palabra «doctor» sonó en mi mente tan pronto como fijé los ojos en el sanador. Llevaba unas ropas holgadas de color azul verdoso que le dejaban los brazos libres. Y unos matojos... Tenía pelo en la cara de un extraño color que mi memoria denominó «rojo».

 

   ¡Rojo! Había pasado ya por tres mundos desde la última vez que había visto el color o cualquier otra cosa similar. Incluso este color dorado parecido al jengibre me llenó de nostalgia. Su rostro me pareció humano en términos generales, pero el conocimiento que albergaba en la memoria le aplicó la palabra «amable».

 

   Un bufido de impaciencia hizo que mi atención se volviera hacia la buscadora.

 

   Era muy pequeña.

 

   Si se hubiera quedado silenciosa me habría costado más tiempo darme cuenta de que estaba allí, al lado del sanador. No me quitaba ojo, y yo la percibía como una presencia oscura en la habitación brillante. Vestía de negro desde la barbilla hasta las muñecas; llevaba un traje conservador con un jersey de seda de cuello cisne debajo. Tenía el pelo negro, le llegaba hasta la barbilla y se lo sujetaba detrás de las orejas. Su piel era de tono oliváceo, más oscura que la del sanador.

 

   Los pequeños cambios en las expresiones de los humanos eran tan sutiles que resultaban muy difíciles de interpretar. Sin embargo, mi memoria también tenía un nombre para el aspecto que mostraba ahora el rostro de esta mujer. Las cejas negras, inclinadas ligeramente sobre unos ojos un poco saltones, ofrecían un diseño que me era familiar. No tanto ira como algo más intenso: irritación.

 

    —¿Y esto sucede muy a menudo? —inquirí, mirando de nuevo al sanador.

 

   —No muy a menudo —admitió él—. Últimamente tenemos a nuestra disposición muy pocos anfitriones completamente desarrollados. Los anfitriones inmaduros son muy maleables, pero usted solicitó empezar como adulta.

 

   —Sí.

 

   —La mayoría pide justo lo contrario. El ciclo vital humano es mucho más corto que a lo que están acostumbrados.

 

   —Estoy bien informada de todo eso, sanador. ¿Se han encontrado antes con este... tipo de resistencia?

 

   —En mi caso sólo una vez.

 

   —Cuénteme los hechos del caso. —Hice una pausa; luego, al comprender la falta de cortesía con que había expresado mi petición, añadí—: Por favor.

 

   El sanador suspiró.

 

   La buscadora comenzó a tamborilear con los dedos sobre el brazo. Eso era un signo de impaciencia.

 

   No tenía ganas de esperar para averiguar lo que quería saber.

 

   —Ocurrió hace ahora unos cuatro años —comenzó el sanador—. El alma implicada había pedido un anfitrión macho adulto. El primero que pudimos encontrar fue uno que había vivido en un foco de resistencia humana desde los primeros años de la ocupación. El humano... sabía lo que ocurriría si lo capturábamos.

 

   —Igual que mi anfitriona.

 

   —Mmm, sí. —Se aclaró la garganta—. Sólo era la segunda vida del alma, y procedía del Mundo Ciego.

 

   —¿Mundo Ciego? —pregunté mientras ladeaba la cabeza en un gesto reflexivo.

 

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Comments

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Aapark #1
Amazing
LlamaAmerica #2
Chapter 19: Jajajaja simpático?? Xd buenoooo por lo menos ya le habla no? XD
LlamaAmerica #3
Chapter 18: Wooow tanto tiempo!!! Gracias por el cap!!! Uffff pobre jamie y pobre de mi Tae :'(
shinee763 #4
no puedo esperar!!
LlamaAmerica #5
Chapter 16: Uhhhhhhhh me quedare con la intriga jajajjaa
LlamaAmerica #6
Chapter 15: Ahhhhh cuanto tiempo esperando espero actualices prontooooooo!!!
LlamaAmerica #7
Chapter 14: Haaaaaaaaaaaaaaaay hasta que me pude poner al corriente con esta historia ojalá actualices pronto *-*
LyndaM #8
Chapter 6: Omo, primero dios todo estara bien, animo te esperaremos
LlamaAmerica #9
Chapter 5: Haaaaaaaay joder Tae están ashjakska jajajaja sigueeee!!!!
saine1993
#10
Chapter 3: no e leído el libro pero si vi la película y es una de mis favoritas que bien que la adaptes me encantan actualiza pronto