Destrozada

La Huésped (The Host)
Please Subscribe to read the full chapter

Capítulo 22 - Destrozada

 

   Jeb puso las manos detrás de la cabeza y miró hacia el techo oscuro, con el rostro pensativo. Todavía no se le habían pasado las ganas de charlar.

 

   —Me he preguntado muchas veces cómo sería... que te cogieran, ya sabes. Lo he visto en más de una ocasión, y yo mismo he estado cerca unas cuantas veces. Cómo sería, eso es lo que me preguntaba. Si dolería que te pusieran a alguien dentro de la cabeza. Ya lo he visto hacer, ya sabes.

 

   Se me abrieron los ojos por la sorpresa, pero no me estaba mirando.

 

   —Quizá usáis algún tipo de anestesia, aunque eso es sólo una suposición. Nadie grita como si agonizara ni nada así, por eso supongo que no debe de ser ningún tipo de tortura.

 

   Arrugué la nariz. ¿Tortura? No, ésa era una especialidad humana.

 

   —Esas historias que le estabas contando al chaval eran muy interesantes.

 

   Me puse rígida y él se echó a reír con ganas.

 

   —Ah, sí, estaba escuchando. Y a escondidas, lo admito. No lo siento, porque eran cosas importantes y a mí no me hablas como lo haces con Jamie. Me encanta todo eso de los murciélagos, las plantas y las arañas. Le dan a uno un montón de cosas sobre las que pensar. Siempre me gustó leer cosas de esas disparatadas, sobre el más allá, la ciencia-ficción y todo eso. Las devoraba, igual que los chavales como yo, y como él, que ha leído todos los libros que tengo dos o tres veces cada uno. Debe de ser para él un auténtico placer conseguir nuevas historias. Desde luego para mí lo es. Se te da bien eso de contar historias.

 

   Mantuve los ojos bajos, pero sentí que me relajaba y bajé un poco la guardia. Como cualquiera que habitara estos cuerpos tan emocionales, sentía debilidad por la adulación.

 

   —Aquí todo el mundo cree que nos has rastreado para entregarnos a los buscadores.

 

   Esta palabra envió una descarga abrumadora por todo mi cuerpo. Se me endureció la mandíbula y me mordí la lengua con los dientes. Saboreé el gusto a sangre.

 

   —¿Qué otra razón podría haber? —continuó él, haciendo caso omiso de mi reacción o ignorándola—. Pero creo que ellos se han quedado atrapados por los prejuicios, a mi entender. Soy el único que se hace preguntas... Quiero decir, ¿qué clase de plan era ése, el de  agabundear por el desierto sin ninguna posibilidad de regresar? —Se echó a reír—. Vagar... Ésa es tu especialidad, ¿eh, Wanda?

 

   Se inclinó hacia mí y me dio un ligero codazo. Dilatados por la inseguridad, mis ojos se volvieron hacia el suelo, luego a su rostro y de nuevo al suelo. Se echó a reír otra vez.

 

   —Esa excursión estuvo muy cerca de convertirse en una especie de suicidio, en mi opinión. Desde luego no es el modus operandi de un buscador, si sabes a lo que me refiero. Usemos la lógica, ¿vale? Osea, que si no había refuerzos, de los cuales no vi rastro alguno, ni forma de regresar, entonces tenía que haber algún tipo de objetivo diferente. No te has mostrado demasiado comunicativa desde que llegaste aquí, excepto ahora con el chaval, pero yo sí he escuchado lo que has dicho. Me parece a mí que la razón por la que casi te dejas la vida fue que necesitabas encontrar al chaval y a Taeyeon casi con locura.

 

   Cerré los ojos.

 

   —Sólo queda una cosa por saber: ¿por qué te preocupan? —preguntó Jeb, sin esperar ninguna respuesta, sólo elucubrando—. Y así es como yo lo veo, o bien eres realmente una gran actriz, una especie de superbuscadora, una de algún tipo nuevo, más sorprendente que los que ya conocemos, con algún tipo de plan entre manos que no puedo adivinar, o bien te comportas de forma sincera. Lo primero es una explicación realmente complicada para tu comportamiento, tanto antes como ahora, y no me convence; pero si no estás fingiendo...

 

   Hizo una pausa durante un momento.

 

   —He pasado mucho tiempo observando a los de tu especie. Siempre he esperado verlos cambiar, ya sabes, cuando ya no estuvieran obligados a actuar como nosotros porque ya no necesitaran imitar a nadie. He seguido observando y esperando, pero ellos continúan actuando siempre como humanos. Viviendo con los familiares de sus cuerpos, saliendo de picnic cuando hace buen tiempo, plantando flores y pintando cuadros y todo lo demás. Me he estado preguntando si de algún modo no os estaríais volviendo humanos de alguna manera. Si, después de todo, no tenemos algún tipo de influencia.

 

   Esperó, dándome la oportunidad de responder. No lo hice.

 

   —Hace unos cuantos años vi algo que me dejó asombrado. Un anciano y una anciana, bueno, los cuerpos de un anciano y una anciana. Habían estado tanto tiempo juntos que la piel de sus dedos crecía alrededor de sus anillos de boda. Se daban la mano y él la besaba en la mejilla, y bajo todas aquellas arrugas ella se ruborizaba. Se me ocurrió que vosotros sentís todo lo que nosotros sentimos porque en realidad sois nosotros, no sólo las manos que mueven una marioneta.

 

   —Sí —susurré—. Tenemos los mismos sentimientos, sentimientos humanos. Esperanza, dolor y amor.

 

   —Así que..., si tú no estás actuando..., bueno, entonces, yo juraría que los amas a los dos. Tú misma, Wanda, no sólo el cuerpo de Fany.

 

   Dejé caer la cabeza sobre mis brazos. El gesto equivalía a admitir lo que él decía, pero no me preocupó. Ya no podía soportarlo más.

 

   —Así que eres tú. Pero también me pregunto por mi sobrina. Cómo será para ella, cómo sería para mí. Cuando ponen a alguien dentro de tu cabeza, ¿simplemente es... como si te hubieras ido? ¿Borrado?

¿Es igual que morir o como si te quedaras dormido? ¿Eres consciente de lo que sucede fuera? ¿Eres consciente de ti mismo? ¿Te quedas atrapado ahí dentro, gritando?

 

   Me quedé sentada muy quieta, intentando mantener la expresión de mi rostro controlada.

 

   —Claramente, tus recuerdos y tu conducta, todo queda atrás, pero tu conciencia... Al parecer, alguna gente no se rinde sin luchar. Demonios, yo sé que intentaría quedarme, nunca he sido de los que acepta un no por respuesta, cualquiera puede decírtelo. Soy un luchador. Todos los supervivientes somos luchadores. Y, ya sabes, aseguraría que Fany es una luchadora también.

 

   No movió los ojos del techo, pero yo miré hacia el suelo, me quedé mirándolo fijamente, recordando los diseños que hacía el polvo de color púrpura y gris.

 

   —Oh, sí, me he preguntado mucho respecto a esto.

 

   Pude sentir sus ojos fijos en mí ahora, aunque yo tenía aún la cabeza agachada. No me moví, excepto para respirar lentamente. Me costó un gran esfuerzo mantener ese lento ritmo. Tenía que tragar, la sangre todavía fluía dentro de mi boca.

 

   «¿Por qué creímos siempre que estaba loco? —se preguntó Fany—. Lo ve todo. Es un genio».

 

  «Es las dos cosas».

 

«Bueno, quizá eso signifique que no debemos quedarnos quietas nunca más. Él ya lo sabe».

 

 Ella estaba esperanzada. Había estado muy tranquila últimamente, ausente casi la mitad del tiempo. No era tan fácil para ella concentrarse cuando era relativamente feliz. Había ganado su gran batalla. Nos había traído hasta aquí, de modo que sus secretos ya no estaban en peligro.

 

 Taeyeon y Jamie nunca serían traicionados por sus recuerdos.

 

   Una vez que había superado la lucha, era más difícil para ella encontrar la fuerza de voluntad suficiente para hablar, incluso conmigo. Me daba cuenta de cómo la idea de descubrirlo todo, de hacer que otros humanos reconocieran su existencia, le insuflaba nuevas fuerzas.

 

   «Jeb lo sabe, sí, pero en realidad, ¿eso cambia algo?».

 

   Ella pensó sobre el modo en que los otros humanos consideraban a Jeb. «Vale —suspiró—, pero creo que Jamie... No sé si él lo sabe o lo adivina, pero de algún modo creo que percibe la verdad».

 

   «Tal vez estés en lo cierto. Lo que me pregunto es si esto le hace a él algún bien, o a nosotras mismas».

 

   Jeb sólo podía resistir quieto unos segundos, así que pronto se movió, interrumpiéndonos.

 

   —Una cosa bastante interesante. No tanto ¡pum!, ¡pum!, como en las películas que me gustaban, pero aun así bastante interesante. Me gustaría escuchar más cosas sobre esos chismes, como arañas. Tengo verdadera curiosidad... Auténtica, de verdad.

 

   Yo inspiré profundamente y alcé la cabeza.

 

   —¿Qué es lo que quieres saber?

 

   Me sonrió cálidamente, con los ojos chispeantes como medias lunas.

 

   —Lo de los tres cerebros, ¿vale?

 

   Asentí.

 

   —¿Cuántos ojos?

 

   —Doce, uno en cada articulación entre la pata y el cuerpo. No teníamos pestañas, sólo un conjunto de fibras, como pestañas de lana de acero, para protegerlos.

 

   Él asintió a su vez, con los ojos brillantes.

 

   —¿Con pelos, como las tarántulas?

 

   —No..., es una especie de... caparazón, de escamas, como un reptil o un pez.

 

    Me enderecé contra la pared, acomodándome como para una conversación larga. Jeb no se sintió decepcionado por eso. Me formuló tantas preguntas que perdí la cuenta. Quería detalles sobre las arañas: su aspecto, su conducta y cómo se las habían arreglado en la Tierra. Por desagradable que fuera para él, no dejó de atender a los

Please Subscribe to read the full chapter
Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
Aapark #1
Amazing
LlamaAmerica #2
Chapter 19: Jajajaja simpático?? Xd buenoooo por lo menos ya le habla no? XD
LlamaAmerica #3
Chapter 18: Wooow tanto tiempo!!! Gracias por el cap!!! Uffff pobre jamie y pobre de mi Tae :'(
shinee763 #4
no puedo esperar!!
LlamaAmerica #5
Chapter 16: Uhhhhhhhh me quedare con la intriga jajajjaa
LlamaAmerica #6
Chapter 15: Ahhhhh cuanto tiempo esperando espero actualices prontooooooo!!!
LlamaAmerica #7
Chapter 14: Haaaaaaaaaaaaaaaay hasta que me pude poner al corriente con esta historia ojalá actualices pronto *-*
LyndaM #8
Chapter 6: Omo, primero dios todo estara bien, animo te esperaremos
LlamaAmerica #9
Chapter 5: Haaaaaaaay joder Tae están ashjakska jajajaja sigueeee!!!!
saine1993
#10
Chapter 3: no e leído el libro pero si vi la película y es una de mis favoritas que bien que la adaptes me encantan actualiza pronto