Bajo Protección

La Huésped (The Host)
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Capítulo 15 - Bajo protección

 

   No sentí desorientación alguna al recobrar el conocimiento. Sabía exactamente dónde estaba, por así decirlo; mantuve los ojos cerrados y mi respiración regular. Intenté comprender lo más posible acerca de mi situación exacta sin dar a conocer el hecho de que estaba consciente de nuevo.

 

   Estaba hambrienta. Tenía un nudo en el estómago y se me encogió y empezó a hacer extraños sonidos. No creía que estos ruidos pudieran delatarme porque estaba segura de que mi estómago ya se había quejado y gemido mientras dormía.

 

   Me dolía muchísimo la cabeza. Era imposible saber cuánto se debía a la fatiga y cuánto a los golpes que me había llevado. Yacía en una superficie dura, tosca y llena de... bultos. No era completamente plana, sino que parecía ligeramente curvada, como si estuviera acostada en un cuenco poco cóncavo. Y no era nada cómodo. Tenía la espalda y las caderas atravesadas por dolores punzantes al estar doblada en esa posición. El dolor era probablemente lo que me había despertado. No había descansado nada.

 

   Estaba oscuro, eso sí que podía decirlo sin necesidad de abrir los ojos. No negro como el carbón, pero sí muy oscuro. El aire estaba mucho más enrarecido que antes, húmedo y corrompido, con un matiz acre que parecía quedarse pegado en la parte de atrás de mi garganta. La temperatura era más fresca de lo que había sido en el desierto, pero esta humedad tan incongruente resultaba casi incómoda. Estaba sudando de nuevo, ya que el agua facilitada por Jeb había encontrado su camino de salida a través de los poros de mi piel. Podía escuchar el eco de mi respiración resonar a algunos palmos de distancia. Era posible que me encontrara cerca de una de las paredes, pero lo que pensé fue que la estancia sería muy pequeña. Escuché con toda la atención posible y sonaba como si el eco de mi respiración regresara desde el otro lado también.

 

   Como sabía que debía de estar en algún lugar del sistema de cavernas adonde Jeb me había llevado, tenía un convencimiento casi absoluto de lo que vería cuando abriera los ojos. Debía de estar en algún pequeño agujero en aquella roca de oscuro color marrón purpúreo y llena de agujeros como un queso gruyer. Todo estaba en silencio a excepción de los sonidos que hacía mi cuerpo. Preferí confiar en la escucha, ya que me daba miedo abrir los párpados, así que agucé el oído cuanto pude para vencer esa ausencia de ruido. No podía oír a nadie más, y eso no tenía sentido. No podían haberme dejado sin ningún guardia, ¿no? El tío Jeb y su omnipresente rifle o alguien menos simpático, pero dejarme sola...

 

   Eso no iba muy de acuerdo con su brutalidad, su miedo natural y el odio hacia lo que yo era.

 

   A menos que...

 

   Intenté tragar saliva, pero el terror me cerró la garganta. No me dejarían sola, no a menos que pensaran que estaba muerta o se hubieran asegurado de que lo estaría. No a menos que hubiera lugares en estas cuevas de los que una no regresara jamás. La imagen que me había formado de mis alrededores cambió de forma mareante en mi cabeza. Me imaginé a mí misma en el fondo de un pozo profundo o emparedada en un pequeño nicho. Se me aceleró la respiración; intenté respirar profundamente para ver si el aire estaba viciado o si había algún indicio de escasez de oxígeno. Los músculos de mis pulmones se distendieron y se llenaron de aire para producir un grito que iba ya de camino. Apreté los dientes para evitar que surgiera.

 

   Agudo y cercano, algo chirriante se elevó desde el suelo hasta llegar al lado de mi cabeza. Grité y el sonido fue atronador en aquel espacio tan pequeño. Se me abrieron los ojos de golpe. Salté lejos de aquel ruido siniestro y me arrojé contra una pared irregular de piedra. Alcé las manos para protegerme la cara y simultáneamente me golpeé la cabeza contra el techo bajo.

 

  Una luz tenue iluminaba la salida con forma redonda a la pequeña burbuja de una cueva donde estaba acurrucada. El rostro de Taeyeon estaba medio iluminado cuando se inclinó por la abertura, con un brazo alargado en mi dirección. Tenía los labios apretados con un gesto de ira y una vena latía en su frente mientras observaba mi reacción llena de pánico. No se movió, simplemente se quedó mirándome con furia mientras mi corazón restablecía su ritmo natural y se me calmaba la respiración. Me encontré con su mirada, y recordé lo quieto que siempre había sabido estar, como una aparición, cuando quería. No era extraño que no le hubiera oído allí sentado, guardando la entrada de mi celda.

 

   Pero había oído algo. Mientras lo recordaba, Taeyeon metió su brazo extendido más adentro y el sonido chirriante se repitió. Miré hacia abajo. A mis pies había una lámina de plástico roto que servía de bandeja, y en ella...

 

   Me tiré a por la botella abierta de agua. Apenas era consciente de la boca retorcida por el asco de Taeyeon cuando pegué la botella a mis labios. Estaba segura de que me molestaría luego, pero ahora todo lo que necesitaba era agua. Me pregunté si alguna vez el resto de mi vida volvería a pensar en el agua como algo que no iba a faltarme. Aunque teniendo en cuenta que mi vida no tenía perspectivas de prolongarse mucho, la respuesta más probable era que no.

 

   Taeyeon había desaparecido otra vez tras la entrada circular. Podía ver un trozo de su manga y poco más. La luz mate procedía de algún lugar a su lado, una luz artificial azulada. Tragué atropelladamente el agua cuando un nuevo olor captó mi atención y me informó de que el agua no era el único regalo. Miré de nuevo hacia la bandeja.

 

   ¿Comida...? ¿Acaso iban a alimentarme?

 

   Era pan, un panecillo oscuro de forma irregular, que olisqueé primero, pero también había un bol de algún líquido claro con un cierto aroma a cebolla. Cuando me incliné más cerca, pude ver trozos más oscuros de algo en el fondo. Además de esto había tres tubos blancos pequeños y gruesos, que supuse que eran hortalizas, aunque no identifiqué de qué tipo. Hice todos estos descubrimientos en menos de un segundo, pero incluso en ese poco rato mi estómago casi saltó fuera de mi boca intentando alcanzar la comida.

 

   Partí el pan. Era muy denso, lleno de trocitos de cáscara de salvado que se me quedaron atrapados entre los dientes. La textura era arenosa, pero el sabor era muy rico, maravilloso. No recordaba nada con mejor sabor, ni siquiera mis Twinkies aplastados. Mi mandíbula trabajaba lo más rápido posible, pero me tragué la mayoría de los bocados de aquel pan tosco a medio masticar. Podía escuchar cómo llegaba cada trozo a mi estómago, con un gorgoteo. No me sentía tan bien como cabía suponer. Como llevaba demasiado tiempo vacío, mi estómago reaccionaba a la comida con dolor e incomodidad.

 

   Ignoré eso y continué con el líquido, que era sopa. Esto me entró mejor. A pesar de las cebollas que había olido, el sabor era suave. Los trozos verdes eran blandos y esponjosos. Bebí directamente del bol y deseé que hubiera sido más hondo. Lo incliné para comprobar que ya no quedaba ni una gota. Las hortalizas blancas eran de textura crujiente y de sabor a bosque, debían de ser algún tipo de raíz.

 

  No tenían tan buen sabor como la sopa ni tan buen gusto como el pan, pero eran agradables por su cantidad. Me sentí llena, o casi, aunque probablemente habría atacado la bandeja si me hubiera sentido capaz de masticarla. No se me ocurrió hasta que terminé que no deberían estar alimentándome. No a menos que Taeyeon hubiera perdido en la confrontación con el doctor; pero ¿cómo habría sido Taeyeon mi guardián en tal caso?

 

   Resolví el misterio enseguida, intuyendo que si estaba demasiado débil para soportar la tortura, entonces tampoco sería algo mucho mejor intentar matarme de hambre. Aparté la bandeja a un lado cuando estuvo vacía, encogiéndome ante el ruido que hizo. Me quedé con la espalda apoyada en la pared trasera de mi burbuja, mientras Taeyeon metía el brazo para llevársela. Esta vez ni siquiera me miró.

 

   —Gracias —susurré mientras desaparecía de nuevo.

 

   No dijo nada y no hubo ningún cambio en su rostro. Incluso dejé de ver aquel trozo de su manga, aunque estaba segura de que seguía allí.

 

   «No puedo creer que me haya golpeado», cavilaba Tiffany, más incrédula que resentida cuando pensaba en el asunto. Ella todavía no había conseguido superar la extrañeza, aunque a mí no me había sorprendido en a

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Comments

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Aapark #1
Amazing
LlamaAmerica #2
Chapter 19: Jajajaja simpático?? Xd buenoooo por lo menos ya le habla no? XD
LlamaAmerica #3
Chapter 18: Wooow tanto tiempo!!! Gracias por el cap!!! Uffff pobre jamie y pobre de mi Tae :'(
shinee763 #4
no puedo esperar!!
LlamaAmerica #5
Chapter 16: Uhhhhhhhh me quedare con la intriga jajajjaa
LlamaAmerica #6
Chapter 15: Ahhhhh cuanto tiempo esperando espero actualices prontooooooo!!!
LlamaAmerica #7
Chapter 14: Haaaaaaaaaaaaaaaay hasta que me pude poner al corriente con esta historia ojalá actualices pronto *-*
LyndaM #8
Chapter 6: Omo, primero dios todo estara bien, animo te esperaremos
LlamaAmerica #9
Chapter 5: Haaaaaaaay joder Tae están ashjakska jajajaja sigueeee!!!!
saine1993
#10
Chapter 3: no e leído el libro pero si vi la película y es una de mis favoritas que bien que la adaptes me encantan actualiza pronto