Regreso

La Huésped (The Host)
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Capítulo 10 - Regreso

 

   El timbre eléctrico sonó, anunciando la entrada de otro visitante a una de esas tiendas abiertas veinticuatro horas. Di un respingo, lleno de culpabilidad, y apoyé la cabeza en la estantería de productos que estaba examinando.

 

   «Deja de actuar como una criminal», me advirtió Tiffany.

 

   «No estoy actuando», le repliqué lacónicamente.

 

   Sentía las palmas de las manos frías bajo una fina capa de sudor, aunque la pequeña habitación estaba bastante caldeada. Las grandes ventanas dejaban entrar demasiada luz del sol como para que la ruidosa máquina de aire acondicionado pudiera compensarlo a pesar de sus esfuerzos.

 

   «¿Cuál?», le pregunté.

 

   «El más grande», repuso ella.

 

   Cogí el paquete más grande de los dos que estaban disponibles, una eslinga de lona que parecía muy capaz de portar más peso del que yo aguantaría. Después caminé hacia la esquina donde se encontraba el

agua embotellada.

 

   «Podemos llevarnos doce litros —decidió ella—. Eso nos dará tres días para encontrarlos».

 

   Respiré profundamente, intentando convencerme a mí misma de que no iba a seguir adelante con esto.

 

   Simplemente estaba intentando sacarle más información, eso era todo. Cuando tuviera la historia completa, encontraría a alguien, quizá a otro buscador, o uno menos repulsivo que la que me habían asignado, y le pasaría la información. Me dije a mí misma que simplemente estaba siendo concienzuda.

 

   Mi torpe intento de autoengaño era tan patético que Tiffany no le dedicó ninguna atención, y no le preocupó en absoluto. Debía de ser ya demasiado tarde para mí, como me había advertido la buscadora.

Quizá debería haber cogido el vuelo.

 

   «¿Demasiado tarde? ¡Ya me gustaría a mí! —gruñó Tiffany—. No puedo conseguir que hagas nada que no desees. ¡No puedo ni levantar la mano!». Su pensamiento era un gemido de frustración.

 

   Bajé la mirada hasta mi mano, apoyada sobre la cadera en vez de avanzar hacia el agua como ella quería con tantas ganas. Podía sentir su impaciencia, su deseo casi desesperado de moverse. Huyendo de

nuevo, como si mi existencia no fuera más que una interrupción pasajera, una época pasada y malgastada que ahora quedaba a sus espaldas.

 

   Ella emitió el equivalente mental de un bufido y después volvió a su asunto. «Venga —me urgió—, ¡tenemos que irnos! ¡Pronto se va a hacer de noche!».

 

   Con un suspiro, cogí el paquete retractilado de botellas de agua más grande que había. Casi se golpea contra el suelo antes de que consiguiera apoyarlo sobre una balda situada más abajo en la estantería.

Sentí los brazos casi como si me los hubiese desencajado.

 

   —¡Me estás tomando el pelo! —exclamé en voz alta.

 

   «¡Cállate!».

 

   —¿Me decía algo? —me preguntó el otro cliente, un hombre bajito y encorvado, desde el final del pasillo.

 

   —Eh..., nada —mascullé, sin querer enfrentarme a su mirada—. Pesa más de lo que creía.

 

   —¿Quiere que la ayude? —se ofreció.

 

   —No, no —repuse con rapidez—. Simplemente cogeré uno más pequeño.

 

   Se volvió hacia el estante que mostraba una selección de patatas fritas.

 

   «No, ni se te ocurra —insistió Tiffany—. Yo he llevado paquetes más pesados que ése. Nos has reblandecido, Wanderer —añadió irritada.

 

   «Lo siento», respondí de forma ausente, desconcertada por el hecho de que ella había usado mi nombre por primera vez.

 

   «Empuja con las piernas para levantarlo».

 

   Luché con el paquete de botellas, preguntándome hasta dónde sería capaz de acarrearlo. Me las apañé para llevarlo al menos hasta la caja registradora. Con gran alivio, apoyé todo aquel peso sobre el mostrador. Puse el bolso encima del agua y después añadí una bolsita de barritas de cereales, un paquete de donuts y una bolsa de patatas fritas del expositor más cercano.

 

«El agua es mucho más importante que la comida en el desierto y no podemos llevar encima tantas

cosas...».

   «Tengo hambre —la interrumpí—, y esto pesa poco».

 

   «Es tu espalda, supongo —replicó ella refunfuñando. Después ordenó—: Coge un mapa».

 

   Elegí el que ella quería, un plano topográfico del condado, y lo puse sobre el mostrador con todo lo demás. No era más que otro objeto inútil en medio de su locura.

 

   El cajero, un hombre de pelo blanco con una sonrisa perpetua, pasó los códigos de barras.

 

   —¿Va a hacer un poco de senderismo? —preguntó amablemente.

 

   —La montaña es muy hermosa.

 

   —El comienzo del sendero lo tiene ahí arriba... —explicó al tiempo que gesticulaba.

 

   —Lo encontraré —le prometí con rapidez, empujando la carga pesada y poco equilibrada fuera del mostrador.

 

   —Baje antes de que oscurezca, amiga. No querrá perderse.

 

   —Así lo haré.

 

   Tiffany echaba pestes contra el encantador anciano.

 

   «Sólo está siendo amable. Está sinceramente preocupado por mi bienestar», comenté.

 

   «Sois todos completamente repulsivos —me recriminó con acidez—. ¿No te ha dicho nadie que no hables con extraños?».

 

   Sentí un profundo golpe de culpabilidad cuando le contesté: «No hay extraños entre los de mi especie».

 

   «No puedo acostumbrarme a no pagar por las cosas —me respondió ella, cambiando de tema—. ¿Para qué las escanean entonces?».

 

   «Para inventariarlas, claro. ¿Acaso sería mejor que tuviera que recordar cuánto nos hemos llevado a la hora de pedir más? Además, ¿qué sentido tiene el dinero cuando todo el mundo es absolutamente

honrado?». Hice una pausa, sintiendo el peso de la culpa otra vez con tanta fuerza que casi se convirtió en dolor. «Todos menos yo, desde luego», añadí.

 

   Tiffany se retrajo de mis sentimientos, preocupada por su intensidad y por el hecho de que podría cambiar de idea después de todo. En vez de eso se concentró en su airado deseo de alejarse de allí, de ponerme en marcha hacia su objetivo. Su ansiedad se deslizó a través de mí y caminé más deprisa.

 

   Llevé los bártulos hasta el coche y los dejé en el suelo, al lado de la puerta del copiloto.

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Comments

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Aapark #1
Amazing
LlamaAmerica #2
Chapter 19: Jajajaja simpático?? Xd buenoooo por lo menos ya le habla no? XD
LlamaAmerica #3
Chapter 18: Wooow tanto tiempo!!! Gracias por el cap!!! Uffff pobre jamie y pobre de mi Tae :'(
shinee763 #4
no puedo esperar!!
LlamaAmerica #5
Chapter 16: Uhhhhhhhh me quedare con la intriga jajajjaa
LlamaAmerica #6
Chapter 15: Ahhhhh cuanto tiempo esperando espero actualices prontooooooo!!!
LlamaAmerica #7
Chapter 14: Haaaaaaaaaaaaaaaay hasta que me pude poner al corriente con esta historia ojalá actualices pronto *-*
LyndaM #8
Chapter 6: Omo, primero dios todo estara bien, animo te esperaremos
LlamaAmerica #9
Chapter 5: Haaaaaaaay joder Tae están ashjakska jajajaja sigueeee!!!!
saine1993
#10
Chapter 3: no e leído el libro pero si vi la película y es una de mis favoritas que bien que la adaptes me encantan actualiza pronto