Jessica no había olvidado a Taeyeon. Es más, la recordaba prácticamente a diario desde esa última vez en la supo de ella; pero lo que la castaña había logrado era aprender a vivir con el recuerdo, el remordimiento y los innumerables fantasmas que la perseguían desde esa última vez. 

Fantasmas que le reprochaban cada decisión que había tomado desde ese momento. Fantasmas que le exigían buscarla. Fue por eso que Jessica buscó a Taeyeon durante varios años y a escondidas de su esposa. Necesitaba encontrarla y acallar la andanada de martirizantes golpes que su consciencia le propiciaba y, aunque ella tal vez ya no lo quería admitir, porque aún sentía esa irracional y dañina necesidad de tenerla cerca. 

Así fue que había terminado solicitando el servicio de muy discretos detectives a espaldas de Choi Sooyoung para que iniciaran la búsqueda en todos los alrededores de Seul. No hubo éxito alguno. Luego siguió en Londres, siendo tan crédula de pensar que Taeyeon podría estar junto a su madre. Nuevamente, sin éxito alguno. Fue así que el tiempo empezó a correr, y la desesperación había tomado prisionera a Jessica. La tierra parecía haberse tragado a cierta rubia. 

Al aceptar aquella ilógica, pero consolante realidad de la desaparición de Taeyeon; Jessica había decidido acreditarse el intento de buscarla con tal de calmar sus pensamientos y, resignándose, había dado por sentado que era momento de detener esa interminable búsqueda, sin saber que la rubia se encontraba más cerca de lo que ella había podido haber imaginado. 

“Mi prometida se llama Taeyeon, Kim Taeyeon” 

Al oír aquella revelación de esa insulsa y desconocida pelirroja, Jessica pensó que eso había sido producto del cansancio del ensayo más las bebidas energizantes; pero al escucharlo por segunda vez y con esa seguridad que aquella chica tenía, Jessica sintió que esa no podía ser más que una muy bizarra broma. Pero el asunto era saber broma de quién. Este tema solo era conocido por la propia Taeyeon, ella y… Yoona. 

-¿Conoces a Yoona, no es así? –Acusó la castaña irguiéndose y cruzándose de brazos. Tiffany frunció el ceño confundida.                                                                                   

–Ehm … Im Yoona, la cantante, ¿no es así? – Respondió la pelirroja un tanto desorientada por el brusco cambio de tema y de tono –No la conozco personalmente, aunque tengo una amiga que sí lo conoce, pero me gustaría mucho trabajar con ella también – Explicó confundida y, ciertamente, nerviosa.                                                           

–Y ¿Quién es esa amiga? ¿Es alguien del medio? –Inquirió la diva.                                           

–Soy amiga de la madre de su hija y bueno… -Tiffany se encogió de hombros un tanto incómoda –Sra. Jung , enserio me gustaría hablar más sobre esto, pero realmente tengo que irme, tengo una cena con mi novia y aún necesito editar su video y… -La bailarina suspiró con pesadez – Sería igual de genial  si solamente autografiara una foto para ella.

Tiffany conocía a Yuri. Yuri era amiga de Taeyeon; pero Jessica consideraba demasiado improbable que la rubia le hubiera hablado de la clandestinidad de su relación; y en caso de que lo hubiera hecho ¿por qué Yuri quisiera jugarle una broma de tal calaña? Además aquella sinceridad que la voz de esa pelirroja solo provocaba que la mente de Jessica se torciera aún más.

Jessica llevaba más de treinta segundos mirando hacia ningún punto en especial, tratando de decidir qué demonios hacer, pero si de algo estaba segura era que no podía dejar ir a Tiffany  tan pronto, ya que sea una broma o no, alguien podía darle una forma de llegar a Taeyeon. 

-Tienes razón, te estoy haciendo perder el tiempo – Respondió la pequeña castaña saliendo de su obnubilación. Tiffany agachó su cabeza decepcionada –Así que porque en lugar de un simple video –Explicaba Jessica – Porque en lugar de eso, la saludo personalmente –Propuso con una nerviosa sonrisa obviada por Tiffany.                            

-¿Es enserio? –Preguntó una incrédula pelirroja –Eso sería … -Tiffany no encontraba las palabras exactas para explicar la buena suerte que parecía estar teniendo –Sería una bendición porque realmente quiero darle algo especial a mi prometida –Confesó sinceramente. Jeesica solo asintió con una sonrisa forzada.                                                                 

–Entonces vayamos y sorprendamos a tu novia –Dijo la diva dando un pequeño aplauso para terminar la conversación –Tengo mucha curiosidad de conocerla.                       

–Es una mujer maravillosa –Respondió Tiffany mientras tomaba su chaqueta.       

Tiffany era una mujer maravillosa, pensó Jessica tratando de encontrar detalles que le indicaran que esto solo era una muy curiosa coincidencia, pero Taeyeon sí era maravillosa como lo decía Tiffany, y eso Jessica nunca podría negarlo. 

-¿Nos vamos? –Preguntó Tiffany al ver nuevamente a Jessica perdida en sus pensamientos.                                                                                                                                      

–Por supuesto –Respondió la castaña con un suspiro. 
 

***

Taeyeon llevaba más de 20 minutos en su departamento, sentada frente su lap top revisando algunos casos futuros del bufete. Efectivamente, era su cumpleaños, pero para Taeyeon se estaba convirtiendo en un día como cualquiera debido a la notable ausencia de su novia. 

Tiffany se encontraba totalmente incomunicable desde tempranas horas de la mañana. En un principio Taeyeon sintió una alta expectativa, pero con el pasar de las horas y al encontrar una pequeña cena en su departamento que decía “Feliz Cumpleaños, amor”, esa expectativa inicial se convirtió en preocupación. 

No era  que Taeyeon fuera demasiado exigente con respecto a la celebración de su cumpleaños; es más, en los últimos años estos se habían convertido en un día bastante íntimo junto a su novia que empezaba con una cena, un regalo, un baile bastante sugerente que desembocaba en una apasionada madrugada llena de amor entre las sábanas de su habitación. Y básicamente, era ese el plan que la rubia esperaba repetir ese año; sin embargo eso era un tanto difícil  Tiffany no se encontraba con ella.

“Si no me contestas este mensaje, voy a preocuparme seriamente”  

Taeyeon le dio enviar a la pantalla táctil de su teléfono, esperando que toda la rareza del día solo haya sido producto de su neurótica mente. 
 

***

“No te preocupes, solamente no quiero que arruines tu sorpresa haha xo” 

Tiffany le dio al botón de enviar y se enfocó nuevamente en la situación de la cual era partícipe: Estaba en un mismo auto, junto a su actriz favorita hablando sobre su novia, en camino a darle la mayor sorpresa, nuevamente, a su novia. 

Quién podría decir que Tiffany Hwang podía tener tanta suerte, ¿no es así?

-Así que llevas muchos años con tu novia, debe ser una chica muy afortunada… y ¿a qué se dedica? –Comentó Jessica jugando incesantemente con sus manos.                                          

–Es abogada, trabaja en un bufete muy importante, es la mejor abogada de todas y no lo digo solo porque es mi novia –Tiifany soltó una pequeña risa –Lo digo porque ella se encargó de mi divorcio , es una historia bastante curiosa como pasó de ser mi abogada a ser mi prometida –Dijo con una sonrisa soñadora aunque un tanto incómoda por la fija mirada de la castaña.                                                                                                   

“Involucrada en situaciones no éticas ni morales” Anotó Jessica en su mente tratando de encontrar similitudes entre esta nueva Taeyeon y su antigua Taeyeon. 

-¿Ambas son de Seul? – Preguntó la diva, aunque sinceramente, le importaba poco de donde viniera o a donde fuera la pelirroja.                                                                         

–Yo sí lo soy, Taeyeon es de Jeounju pero ya lleva muchos años viviendo aquí y planeamos seguir viviendo aquí por un buen tiempo 

Aquella última respuesta elevó el número de palpitaciones en el pecho de la Americana. Eran demasiadas coincidencias como para ser una simple homónima de la rubia. Ni siquiera sentía la necesidad de una fotografía para corroborar sus sentimientos. Jessica sabía y sentía que esa persona de la que Tiffany hablaba era Taeyeon… su Taeyeon.       
 

***

La laptop de Taeyeon había sido descartada por algún lado de la sala de estar siendo reemplazada por nada más que las ansiosas manos de la propia rubia. Llevaba ya un buen rato entrelazando sus dedos, pellizcando su palma, estirando los ligamentos, dibujando figuras amorfas desde el centro hasta su muñeca. Simplemente no podía estar quieta. 

Estaba impaciente por la sorpresa de Tiffany; sin embargo, esta no se sentía como esa clase de impaciencia agradable llena de buenas expectativas, por el contrario, esta causaba que el estómago de la rubia se contraiga sin razón aparente. Ni siquiera la propia Taeyeon entendía su nerviosismo. Era su cumpleaños y su novia le tenía una sorpresa. ¿Qué podría salir mal? 

Eso se repetía con el pasar de cada martirizante minutos, pero algo en su garganta y en la boca de su estómago le seguía mandando señales totalmente contrarias; como sí aquellos punzones fueran especies de manos levantándola a escapar. 

“Tonterías, Taeyeon” Se reprochó a sí misma al ver que el fuerte agarre de su mano derecha en la izquierda empezaba a dejar una notoria marca roja. 

Era Tiffany de quién hablábamos y para Taeyeon, esa pelirroja bailarina no podía traerle nada más que felicidad. 
 

***

-No tengo palabras para agradecerte todo esto, mi novia estará muy feliz – Agradecía Tiffany mientras empujaba la puerta del edificio en el que vivía junto a Taeyeon. Jessica seguía detrás de ella, sintiendo un rubor incómodo esparciéndose por su rostro, un bochorno que parecía una fiebre que pronto colapsaría con su cerebro. Estaba a punto de reencontrarse con Kim Taeyeony no sabía que esperar de ese encuentro.                       

–Sin duda alguna, soy Jessica Jung – Resaltó la actriz. 

Aquel comentario pudo haber lucido como un comentario muy soberbio para cualquier que lo escuchara, pero significaba mucho más para quien conociera la mitad de lo que ella había sido en la vida de Taeyeon. 
 

***

-Bien, este es nuestro departamento –Dijo la pelirroja frente a la puerta de su hogar –El plan es el siguiente, Taeyeon abrirá la puerta, la saludaré, le diré que tengo una sorpresa y tú apareces cantando ¿te parece bien? –Preguntó. Jessica parecía tener la mente en cualquier otra parte menos junto a Tiffany o con intenciones de seguir algún plan romántico. 

Realmente, no había ningún plan que pudiera ser aplicado para Jessica en ese momento. Volvería a ver a Taeyeon después de muchos años, no sabía cómo lucía ahora, no sabía si la odiaba o si aún la amaba, era nuevamente una desconocida que provocaba que las rodillas de la gran diva de Seul temblaran.                 

–Es perfecto –Respondió mecánicamente la castaña con una sonrisa fingida. 
Tiffany asintió devolviéndole una genuina sonrisa al ver que este año le daría la más grande sorpresa a su prometida; pero lo que ella desconocía era que el tamaño de la sorpresa no aseguraba el tamaño de la felicidad de Taeyeon. 

Con un audible y soñador suspiro, Tiffany tocó el timbre del departamento. 
 

***

El estómago de Taeyeon se contorsionó por enésima vez al oír el desprevenido sonido del timbre de su propio departamento. Tenía que ser Tiffany, pero eso no tranquilizó en lo absoluto a la rubia. No había porque no estar tranquila, pero aún así las manos de Taeyeon no se podían quedar quietas. Algo estaba mal, algo era incorrecto en ese ambiente y la cabeza de Taeyeon se lo decia. 

“O tal vez soy una completa paranoica” Se dijo asimisma la pequeña rubia mientras caminaba hacia la puerta. 

A pesar de eso, Taeyeon sintió un escalofrío recorrer su espalda al girar la perilla de la puerta. Algo estaba mal y eso era evidente para todos los sentidos de la rubia, excepto para sus ojos. 

“Estúpida paranoica” Se reprochó con amargura al abrir la puerta. 

-Feliz cumpleaños amor - 

Y ahí estaba, era Tiffany sonriendo con su típico eyesmile al pie de la puerta, transmitiéndole toda la seguridad que pudo haber perdido en esas horas de incertidumbre. No había nada malo , su paranoia había sido totalmente …

-Feliz cumpleaños, Taeyeon… 

Totalmente cierta. 

Taeyeon parpadeó más de una decena de veces en menos de un minuto. Esa voz, esa persona, esos ojos, pero ¿Tiffany? ¿Qué hacía Tiffany en una misma escena junto a esa voz, esa persona y esos ojos? . Taeyeon parpadeó un par de veces más, sintiendo que acaba de pasar más de un año en lugar de un par de minutos.

-¡Sorpresa! – Gritó Tiffany con un extraño entusiasmo tratando de sacar a Taeyeon de su repentina obnubilación – Ehm … deberías cantar ahora –Susurró hacia Jessica, quien estaba petrificada mirando con temor hacia Taeyeon.

Era su Taeyeon. Jessica no podía creer que finalmente la tenía frente a ella. Después de tantos años de búsqueda, de sueños, de pesadillas, finalmente, esta a tan solo unos pasos de ella. No podía negar que en ese preciso instante deseaba abrazarla, sentirla real y recordarse a ella misma que también era real, que ese momento no era una fantasía. 
Taeyeon no podía alejar su mirada de Jessica. 

Dios … era tan extraño el simple hecho de admitir que nuevamente una acción que ella realizara, por más básica que fuera, pudiera estar relacionada con jessica Jung. 
Simplemente, no hallaba coherencia a aquella situación. ¿Qué demonios hacía Jessica Jung frente a ella? 

-Taeyeon … yo … -Jessica intentó hablar, al ver la viva confusión en los ojos de Taeyeon.            

-¡Largo! –Taeyeon gritó llevando sus manos hacia la cabeza con frustración, provocando que Tiffany diera un salto hacia atrás ante la efusiva reacción.                                      

–Taeyeon, ¿qué te pasa? –Preguntó consternada la pelirroja aún sorprendida por el grito de su prometida.                                                                            

A decir verdad, Taeyeon había olvidado durante esos tormentosos mi