Las pequeñas cosas

Sobreviviendo
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Cuando estás enamorado, el mundo parece confabular para que nada te salga mal. Cuando estás enamorado, no hay día malo, no hay pies izquierdos con los cuales empezar la mañana, no existen los lados equivocados de las camas para despertar. Cuando estás enamorado, hay salud para no contagiarse de ninguna pegajosa gripe; hay voluntad para madrugar cada día y ser capaz de correr alrededor de una plaza. Cuando estás enamorado, sientes que cada canción de amor que suena en la radio ha sido creada para recordarte que no hay sentimiento más increíble y desbordante que el mismísimo y simple: amor. 

Y Kim Taeyeon, al igual que muchas personas en el mundo, estaba enamorada –o, en su defecto, enamorándose. Estaba transformándose en esas personas que en sus momentos de ocio, se perdía en sus pensamientos e inconscientemente escribía el nombre de aquella persona que amaba sobre algún papel, servilleta o su propio escritorio. 

El amor, en exactamente 21 días, 21 almuerzos y 21 citas nocturnas a través de Skype; además de 54 horas en llamadas telefónicas, había golpeado con una fuerza brutal la vida de Taeyeon. 

Gracias al poder del amor, Taeyeon ya no despertaba con un gruñido de pereza cada día; por el contrario, despertaba antes de lo acostumbrado solamente para poder darse el lujo de observar a su novia dormir a través de la pantalla de su lap top, de oír aquellos adorables ruidos –a percepción de Taeyeon –que hacía mientras dormía a través de los audífonos; o simplemente frustrarse al tratar de sentir su piel y no encontrar nada más que la fría pantalla. Pero inclusive frustrarse, estando enamorada, se sentía bien.

Con el transcurso de esas semanas,  había descubierto cosas interesantes sobre el amor. La primera era que, a diferencia de lo que muchos pensaban, el amor difería de la atracción física.

Una de sus mayores preocupaciones al llegar a Busan había sido el hecho de que muy probablemente pasaría un buen tiempo en abstinencia, y a pesar de que charlar con Tiffany disuadía sus deseos por ratos, llegó la noche en la cual Taeyeon le propuso a Tiffany usar las bondades de Skype y la cámara web para que pudieran satisfacer sus necesidades de otro tipo –la rubia lo había hecho varias veces en la secundaria con algunas chicas y podía dar fe de la efectividad de ello- Tiffany aceptó con curiosidad y esa noche frente a una cámara web, ambas empezaron a desnudarse y jugar la una con la otra, diciendo el nombre de la otra frente a unas pantallas, tratando de saciar sus deseos. La experiencia fue divertida y excitante sin ninguna duda, pero ni Taeyeon o Tiffany habían sentido siquiera la octava parte de lo que habían esperado. Esa noche tuvieron o –por Internet- pero Taeyeon entendió que lo ella quería era hacer el amor con Tiffany, en una cama, acariciando su piel con extrema ternura, besando sus labios y cada milímetro de su piel, y si para eso tenía que esperar una completa fase lunar, lo haría con gusto y sin objeción. 

Así ambas volvieron a sus citas nocturnas, en pijamas y conversando de los temas más insignificantes, pero grandiosos para ellas. Hablaron de temas que nunca habían tocado con seriedad, como la familia. Tiffany confesó lo extraño que había sido vivir con 8 personas en una casa creada para 4; mientras Taeyeon, por su parte, habló de lo que fue vivir con 1 persona en una casa hecha para 10.

Y entre risas melancólicas y recuerdos sobre la niñez, como el número de veces en las que Taeyeon había sobregirado las tarjetas de papá o la cantidad de veces en las cuales Tiffany se había caído de la bicicleta; Taeyeon entendió lo segundo más interesante sobre el amor –o sobre su manera de amar: Habían diferentes niveles del amor. 

Cuando conoció a Tiffany, aquella noche y en aquel club nocturno, supo que no le agradaba aunque se le hizo atractiva. Luego, se volvió mucho más deseable hasta el punto en el que la mente de Taeyeon se nublaba; después descubrió que Tiffany era simpática, no tan incómoda e igualmente y. Pronto, dejó de ser solamente y, para volverse hermosa, divertida y agradable para Taeyeon. Poco a poco, la rubia empezó a verla como una amiga y en ese momento, supo que la quería, le preocupaba y sentía esa necesidad de protegerla. Y cuando menos lo pensó, entendió que se estaba enamorando, aunque aún era fácil de negárselo. Todo fue posible hasta el instante en el que el sentimiento territorialidad empezó a aflorar y el amor que crecía en ella se hizo más evidente al no querer que Tiffany se alejara de ella. El resto de la historia fue, aparentemente, más sencilla; confesó su amor y tuvo la suerte de ser correspondida; pero aún así seguía sintiendo ese temor que nunca la abandonaba. Amaba a Tiffany con ilusión, pero al separarse sintió lo que era amar con miedo, con desconfianza, con dolor. Sin embargo, con el pasar de los días, las palabras y esa mirada de Tiffany que siempre le recordaban a Taeyeon que no había nada más porque temer.

Fue así que Taeyeon entendió que uno amaba de muchas maneras: Con negación, con resignación, con temor, con ilusión, con confianza y finalmente con el corazón abierto; ese último era el nivel final y Taeyeon se sentía cada vez más cerca de alcanzarlo junto a Tiffany.

“Te prepararía el desayuno si no estuvieras al otro lado del país” 

Tiffany sonrió sin abrir los ojos, disfrutando del cosquilleo que aquella rasposa voz provocaba en toda su piel con solo oírla. La pelirroja se lamió los labios y abrió lentamente sus párpados, quedándose poco a poco sin aliento al ver la imagen de Taeyeon en la pantalla de la lap top, aclarándose con los segundos. Era en esos momentos en los que Tiffany deseaba con tantas fuerzas que la tecnología avanzase un poco más para poder encontrar una manera de besar a su novia a través de una computadora al amanecer, teniéndola con sus ojos destellantes por el brillo del sol, con su cabello alborotado, sin maquillaje y luciendo la sonrisa más pura que una persona puede tener al empezar el día. 

“Y yo te besaría hasta dejarte sin aire si no estuvieras al otro lado del país” 

Y como parte de una de todas las costumbres que ambas habían empezado a adoptar en esas semanas: Taeyeon se sonrojó al escuchar la primera frase de Tiffany en el día.

***
“Kim Taeyeon quiere iniciar videollamada” 

Yuri se percató de la invitación de Taeyeon a Tiffany a través de Skype. Pensó en rechazarla ya que no creía correcto invadir las cuentas personales de la pelirroja, pero notó que no era la hora habitual en la que Taeyeon y Tiffany tenían su charla nocturna, así que reconsideró el aceptar, tomando en cuenta que podía ser una emergencia. Además la morena llegó a la conclusión que era mejor contestar antes de que Taeyeon creara alguna teoría sobre el por qué su novia no respondía sus llamadas. 

“¿Know? ¿Qué haces en la cuenta de Tiffany?” Taeyeon mostró su ceño fruncido desde Busan con tal claridad que Yuri pensó que en cualquier momento, la mano de la rubia traspasaría la pantalla solo para ahorcarla. 

“Hola, Taeyeon” Saludó irónicamente la morena “Te recuerdo que esta es mi computadora” Aclaró. 

“Claro, mmh ¿Dónde está Tiffany?” Preguntó la rubia sin muchos rodeos o deseos de continuar la conversación con la morena. 

“Se está bañando, no tardará mucho en salir” Yuri vio el rostro de Taeyeon y agradeció a Dios por tener a la rubia al otro lado del país. 

“¿Se está bañando en tú habitación?” Taeyeon señaló hacia su ex compañera en la pantalla, luciendo bastante fastidiada por la situación. 

“Técnicamente, soy yo la que está en su habitación” La morena sabía que no debía presionar el temperamento de Taeyeon, pero honestamente, ver a la rubia estallar y no poder hacer nada al respecto era algo que siempre divirtió, divierte y divertirá a Know Yuri. “Tranquila Hulk, solamente pasé a chequear mi correo mientras ella se saca la arena del cuerpo, hoy estuvimos en la playa” Yuri se sintió aliviada al ver como el rostro de Taeyeon tomaba su tamaño y expresión normal. 

“¿Tienes fotos de ella?” Preguntó Taeyeon con una sonrisa enamorada y soñadora. 

“Controla tus hormonas, Kim” Rió la morena sacudiendo algunas gotas de agua adheridas a su cabello. 

“Solo quiero una foto de mi novia divirtiéndose en sus vacaciones” Aclaró Taeyeon con una sonrisa. 

“Es increíble que estén a punto de cumplir un mes juntas” Comentó Yuri mientras buscaba las fotos en la computadora.

Taeyeon se sorprendió al procesar lo dicho por Yuri. En realidad había pasado casi un mes siendo la novia de alguien y sin sentir algún tipo de arrepentimiento.

“Lo sé, es increíble” Suspiró la rubia “Y lo mejor es que siento que puedo pasar mil meses más a su lado” Yuri rió al escuchar a su ex compañera. 

“Ugh, se me había olvidado lo asquerosa que eres estando enamorada” La morena hizo un gesto como si vomitara y Taeyeon rió sonoramente. 

“Me gustaría verte enamorada a ti también” Confesó Taeyeon con una sonrisa sincera “Se siente muy bien tener a alguien que te quiera y se preocupe por ti” 

“Mi mamá me quiere y se preocupa por mí, gracias” Respondió la morena en son de burla. 

“Hablo enserio, Yul” Dijo Taeyeon “No puedes pasar tus mejores años viviendo en un hotel, sin hacer nada importante” 

“Estoy bien así, sin compromisos, sin problemas. Estoy viviendo la vida” Explicaba Yuri con una sonrisa. 

“Te recuerdo que tienes una hija, ¿hace cuánto que no la ves?” La voz de Taeyeon adoptó un tono de reproche que incomodó a la morena. 

“Hablo con ella cada semana” Refutó la joven psicóloga. 

“Pero ¿hace cuánto no la ves? ¿Hace cu        ánto no pasas un tiempo con ella?” Preguntó la rubia con preocupación. Yuri agachó la mirada avergonzada, dándole las respuestas a Taeyeon sobre sus interrogantes “Entiendo que quieras ser libre y vivir creyendo que sobregirando las tarjetas de tu ex vas a vengarte, pero tienes una hija y una vida por delante, deberías olvidar tu pasado y avanzar” Yuri miraba hacia todos lados menos hacia la rubia. 

“Me alegra que todo esto de estar enamorada haya levantado tu autoestima, pero en verdad Taeyeon, yo sé lo que estoy haciendo con mi vida y agradezco tus consejos, pero así es como siempre he querido vivir la vida” Respondió la morena tratando de evitar el remordimiento y el fastidio de oír unas palabras tan crudas y directas como las de Taeyeon “Además, no creo que seas la indicaba para aconsejarme que supere mi pasado” La morena sabía que eso quitaría esa expresión de decepción del rostro de la rubia. 

“¿Eso es lo único que tienes para defenderte, no es así?” Taeyeon soltó una risa conformista y agitó su cabeza en negación. 

“No es un arma de defensa, es solamente una manera de recordarte que deberías seguir tus propios consejos”Respondió la morena con una sonrisa cínica. 

“Es por eso que estoy con Tiffany, estoy superando mi pasado” Taeyeon sonrió con sinceridad aunque no totalmente convencida si realmente estaba superando algo. 

***


Desde muy niña, Tiffany había aprendido que era de muy mala educación escuchar conversaciones ajenas detrás de las puertas. Y con el pasar de los años había seguido fielmente esa regla; nunca había oído alguna conversación privada de sus papás, o de sus hermanos, ni siquiera de su esposa. Sin embargo, al momento de descubrir que Yuri estaba hablando con aquella persona que lograba que su corazón se acelerara, no pudo evitar juntar su oído hacia la puerta de madera del baño y hacer el menor ruido posible. Y lo logró, pudo escuchar todo lo que Taeyeon y Yuri hablaban y a pesar de eso, Tiffany se encontraba muy lejos de estar feliz. 

Se encontraba fastidiada, ofuscada y sumamente celosa. Celosa de un fantasma sin rostro, ni nombre que acechaba su relación. Desintegrándose de celos, al imaginarse a Taeyeon junto a otra persona, imaginándola más feliz, más segura y satisfecha. 

Ella era la segunda oportunidad de Taeyeon, y como decían muchas personas: Las segundas partes nunca son buenas, ni mucho menos mejores que la primera. Y eso era lo que más asustaba a Tiffany: No poder ser mejor que un fantasma del pasado.

***


Tiffany se encontraba en su habitación del hotel, doblando y desdoblando la ropa que trataba de hacer caber en sus maletas. 

Era tiempo de partir.

La pelirroja miró a su alrededor en ese cuarto. Se fijó en la cama vacía a un lado de la suya y no puedo evitar sonreír al pensar en Taeyeon y en el modo en el que actuaban en los primeros días de estancia. No eran novias, Taeyeon se rehusaba a aceptar sus sentimientos, decían ser “solamente amigas”. 

Era increíble pero estaban a un día de cumplir 30 días de noviazgo oficial. Tiffany suspiró con pesadez y se sentó al filo de la cama. Debía estar irradiando felicidad, pero la verdad es que aquella última semana había estado plagada de malas noticias. La primera y que más hundía el ánimo de la bailarina era haber sabido que Taeyeon tenía que quedarse por más tiempo en Busan

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Comments

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angeles48 #1
Chapter 33: wow! q intenso, casi se me salen las lágrimas de lo abrumador q es... espero q se arreglen xq Tiffany es tan especial.
gracias por el capítulo y volver! jejeje :D
criss_ #2
Chapter 33: Gracias por volver
CaherHyuga #3
Chapter 32: Jajajajaja no me había dado cuenta que estaba incompleto hasta que llegué a este capítulo, ¿Porque en la mejor parte? ¿Porque?
KILL ME PLEASE! :c
saramarmota #4
Chapter 32: heyyy que pasoooo llevas bastante sin actualizar.. un año o mas no se.. peor esta historia esta super y esta en su punto mas calientee
taeny39
#5
Chapter 32: Actualiza, no lo abandones. !
angeles48 #6
Chapter 32: Por favor! Actualiza! El fic está buenísimo! Son de los pocos que me atrapan al instante! Jejeje ;) por favor!!
alexxgar18 #7
Chapter 32: Actualiza porfaaaaaa!!!!! :(
tuenti #8
Chapter 32: Senti una punzada en mi corazón cuando Taeyeon pensó en Tiffany sobre todo ese lio</3 Por favor! Ojala que ese hiatus que tomaron no sea tan largo~ Actualicen Yaaa!! ><
Leyla_quiroz #9
Actualizaaa!!!!!!!!!
taeny2609 #10
Chapter 32: Holi? Regresa a escribir please