Por más que Taeyeon quisiera buscar motivos para empezar a quejarse sobre el viaje que estaba realizando; no podía encontrar uno lo suficientemente poderoso para hacerlo.

Ni siquiera el haber tenido que viajar en el mismo avión que los amigos de universidad de Tiffany le había hecho perder la paciencia.

Todo eso se había logrado gracias a cierta bailarina con un hermoso eyesmile, no se había despegado de su lado desde el momento en el que salieron de su departamento. Ni en el aeropuerto, ni en la puerta de embarque, y para la buena suerte de Taeyeon, sus asientos en el avión habían estado uno al lado del otro. 

Había sido un viaje un tanto largo, pero eso no había sido ningún impedimento para que el entusiasmo de la pelirroja disminuyese. Entusiasmo, que con el transcurso del vuelo fue contagiando a Taeyeon.
Tiffany se había propuesto demostrarle a la rubia, que no había ningún motivo para dudar o arrepentirse de ese viaje; así que desde que ambas ajustaron sus cinturones y el avión empezó a despegar, la pelirroja empezó a contar una serie de chistes bastante simplones pero que lograban que Taeyeon riera –aunque fuera por puro compromiso – luego Tiffany procedió a darle a su rubia amiga una rápida descripción de cada uno de sus amigos para que supiera con quien podría tener buena afinidad, Taeyeon solo respondió “Tranquila, no tengo interés en hablar con ninguno” 
Y así, entre canciones que la pelirroja entonaba exageradamente y sus manos que nunca dejaron de estar entrelazadas durante todo el vuelo, llegaron a Jeju.

La temperatura de la isla se encontraba bordeando los 30 grados, causando que el buen humor que la rubia había mantenido en el avión se esfumara en un instante.
Como era de esperarse los hoteles y las playas se encontraban repletas de jóvenes vacacionistas; pero para su buena suerte, Taeyeon había logrado convencer a la rubia en hacer una reservación en un hotel en lugar de acampar en la playa como era la idea inicial de la bailarina y sus amigos. 

***

-Odio los hoteles –Gruñó Taeyeon deteniéndose frente a la habitación 319, buscando en sus bolsillos la llave de la habitación que les habían asignado a ella y a su amiga –Odio las llaves –Se quejaba la rubia al no tener éxito en su búsqueda. Tiffany solamente la miraba divertida mientras dejaba las maletas en el piso. 

–Yo tengo la llave ¿Recuerdas? –Confesó la bailarina agitando el pequeño llavero en el aire, Taeyeon soltó un suspiro de cansancio. 

Con algo de torpeza, ambas lograron entrar a la habitación junto con sus grandes maletas que de inmediato quedaron tiradas por doquier. 

Para sorpresa de Taeyeon, la pelirroja había reservado una habitación con camas dobles. 

“Al parecer no tiene intenciones de aprovecharse de ti” Pensó la rubia arqueando una ceja. 

-Ehm… ¿Qué quieres hacer? –Preguntó Tiffany después de un buen rato de silencio, sentándose al pie de una de las camas. 

–Dormir, tal vez –Respondió Taeyeon echándose de espaldas en la cama que quedaba vacía. 

-¡Oh, no Taeyeon! –Se quejó la bailarina caminando hacia la cama donde yacía la mujer -¡Vamos, levántate! –Gritaba mientras jalaba la mano de la rubia, quien soltó unos gruñidos -¡No podemos dormir ahora! –Decía la pelirroja con un puchero, forcejando con la mano derecha de la rubia. 

–Ugh, está bien –Gruñó nuevamente la rubia sentándose en la cama con las piernas estiradas -¿qué es lo que tú quieres hacer? –Dijo apuntando hacia la pelirroja. 

-¡Duh! Estamos en la playa, quiero ver el mar –Respondió Tiffany con obviedad. 

–Pero es solamente agua –Decía la rubia desganada –Puedes encontrar agua en el baño sin problemas –Sugería Taeyeon tratando de convencer a su amiga. 

–Eres una aguafiestas –Dijo la pelirroja sacando su labio inferior formando otro de sus adorables gestos –No entiendo cual es el punto de haber venido a Jeju –Confesó cruzándose de brazos. 

–Está bien –Suspiró Taeyeon –Solamente porque son tus vacaciones. 

-¡Yay! –Celebró la pelirroja con una gran sonrisa –Déjame cambiarme de ropa y nos vamos –Anticipó la bailarina buscando en su maleta. 

–Voy a morirme de calor –Gruñó por tercera vez Taeyeon tirándose nuevamente en la cama. 

Efectivamente, Taeyeon no murió por el excesivo calor; pero claramente se sintió cerca de la muerte o al menos del coma cerebral al ver a su amiga Tiffany en ese diminuto bikini rosa que llevaba. 

-¿Te gusta? –Preguntó la bailarina girando frente a la rubia mostrando sus prendas, Taeyeon tragó saliva con dificultad, sintiendo un peculiar cosquilleo en la parte baja de su estómago. 

–Es … es mu… te ves … es lindo –Logró articular la rubia, haciendo que Tiffany se sonrojara. 

–Ahora busca el tuyo –Dijo la pelirroja despertando a Taeyeon de su letargo -No piensas ir en jeans, ¿cierto? –Taeyeon solamente negó torpemente aún con la boca abierta. 

***

Desde el momento en el que ambas abandonaron el hotel para adentrarse a la playa, el “trabajo” de Taeyeon empezó: Cuidar a Tiffany de aquellos buitres, como había citado su secretario semanas atrás. 

Y la verdad es que cuidarla sería un trabajo difícil tomando en cuenta la centena de ojos que se habían posado en la bailarina durante sus primeros pasos por la arena. Por su lado, Tiffany se sentía más que acostumbrada a que las personas la miraran con deseo, es más, gracias a esas miradas perturbadoras recurrentes en el Nightclub era por las cuales estaba disfrutando de unas vacaciones en la playa.

Taeyeon presionó con fuerza su mandíbula al ver como algunos hombres se sacaban los lentes de sol solo para ver con más claridad a la pelirroja que caminaba elegante y coquetamente en ese bikini rosa.
Por supuesto que la rubia sabía que un buen grupo de esas miradas iban dirigidas también hacia a ella; pero ciertamente, que la miraran le importaba muy poco en ese momento. 

Instintivamente, Taeyeon se acercó a Tiffany y tomó con fuerza su mano; dejándole claro a todos esos tipos que ninguno –o ninguna –tenía oportunidad con aquella pelirroja y por ende, con ella misma.

La pelirroja sonrió al sentir la mano protectora de la rubia tomando la suya, entrelazando sus dedos y apretando su palma. Tiffany no podía negar que le encantaba que Taeyeon tuviera esos pequeños detalles, como el tomarla de la mano –lo cual se hacía cada vez más y más a diario –o como de vez en cuando acomodar algún rojo y rebelde mechón de cabello que se escapara. 

Tal vez Tiffany disfrutaba sinceramente el hecho de tener a Taeyeon como amiga; sin embargo, no podía dejar de sentir que lo que crecía dentro de ella iba más allá de una simple amistad. No podía evitar sentir que su corazón se encogía y hasta dolía cada vez que asimilaba como lejana la posibilidad que lo de ellas pueda convertirse en algo más que simples juegos. No podía evitar sonrojarse cada vez que la rubia tomaba su mano, y mucho menos podía dejar de derretirse en cada beso, en cada roce y singular caricia de Taeyeon. 

La bailarina no quería darle un nombre a lo que sentía por Taeyeon, porque no quería que la lastimaran o equivocarse nuevamente como en el pasado; pero… ¡Diablos! Tiffany estaba segura que lo sentía era aquella grande y pesada palabra con “A”.

-La playa está llena, ¿enserio piensas tomar el sol acá? –Cuestionaba Taeyeon con mala cara.

Ambas habían caminado por un muy buen rato. En un primer momento solo para acostumbrarse al brillante sol de la playa; aunque después de unos minutos, por la necesidad de buscar un espacio de arena en el cual sentarse y poder descansar como el resto de personas. 

–No pensé que estaría así de llena –Decía la apenada pelirroja al ver que no había ningún lugar decente y libre de universitarios ebrios o señoras con más de 5 niños incontrolables –Tal vez sí deberíamos regresar al hotel –Dijo con tristeza.

Taeyeon nuevamente tragó saliva, pero esta vez era a causa de la impotencia que le causaba ver la tristeza aflorada en el rostro de su amiga y no poder hacer nada para borrarla y más aún por sentirse parte del problema y no de una solución.

-Hey, no te pongas así... -Susurró tomando suavemente la barbilla de la pelirroja con sus dedos pulgar e índice –Si caminamos un poco más, encontraremos un lugar –Sonrió Taeyeon. 

-¿Estás segura? , me refiero a que… no quisiera cansarte más aún –Preguntó la bailarina ladeando su cabeza. 

–Caminar un poco no me matará –Dijo la rubia encogiéndose de hombros –Además sé de muy buena fuente que estos idiotas –La rubia señaló a todas las personas alrededor –Siempre se quedan cerca al hotel y que dejan el resto de playa abandonada –Continuó Taeyeon haciendo que la pelirroja sonriera entusiasmada –Así que sería bueno que hiciéramos uso de ese pequeño dato y caminemos rápido antes de que alguien nos gane –Finalizó estirando su mano para que la pelirroja la tomase, Tiffany volvió a sonreír al sentir la calidez de esa mano.

Caminaron 30 minutos más y comprobaron que lo dicho por la morena había sido cierto. Cada metro que avanzaban, menos personas encontraban.

-¡Tae, tenemos la playa para nosotras! –Gritó la pelirroja dando vueltas en la arena, feliz de poder moverse con libertad. 

–Te dije que esos idiotas nunca llegan tan lejos –Respondió la rubia con una sonrisa soñadora al ver a Tiffany saltando y girando mirando hacia el cielo. 

-¿Y qué tan lejos quisieras llegar conmigo? –Preguntó la pelirroja deteniéndose y mirando fijamente a Taeyeon, quien lucía sin palabras ante la atrevida pregunta. 

La mente de la rubia no esperaba una pregunta como esa y mucho menos de aquel modo tan repentino. Sabía que no podía decirle “No quiero llegar a nada” porque eso sería sepultar el buen ambiente que habían creado, además que se sentía realmente cansada por caminar como para tener intenciones de pelear. 

Pero una respuesta esperanzadora como la que la pelirroja ansiaba; tampoco estaba en los planes de Taeyeon.

-Me gustaría que lleguemos al mar y saber… ¡Quién de las dos puede ir más lejos! –Gritó la rubia riendo y echándose a correr cansada hacia la inmensa porción de agua. 

“Tal vez me apresuré en preguntar eso” Se dijo la bailarina a sí misma, dándose ánimos de preguntarlo después.

-¡Hey, eso es trampa! –Respondió Tiffany con una gran sonrisa mientras corría hacia el mar en busca de su rubia amiga. 

***

Taeyeon se encontraba sentada en la arena, abrazando sus rodillas dobladas hacia el pecho, mirando al mar y a la persona que se encontraba bailando y jugando dentro del agua. La rubia dibujó una pequeña sonrisa al ver como las gotas de mar salpicaban en el rostro la pelirroja haciendo que esta arrugara su nariz tiernamente. 

“Hoy se ve hermosa” Pensó la mujer de los ojos oscuros sintiendo como sus mejillas empezaban a sonrojarse. 

Poco a poco el agua del mar empezó a escalar, chocando contra las puntas de los pies de la rubia quien en un primer momento se estremeció ante la sensación. Inmediatamente regresó su vista al frente; pero esta vez enfocándose en el panorama general: En los rayos del sol que reflejaban contra el agua, en las olas del mar, en las pocas aves que volaban alrededor y en lo bien que todas estas cosas complementaban la belleza natural de Tiffany. 

“Siempre se ve hermosa” Pensó nuevamente la rubia, ensimismándose tratando de fotografiar en su mente aquella obra de arte que formaban la playa y la pelirroja.

En ese momento, sintió unas gotas de agua salpicando sobre sus mejillas y frente, despertándola totalmente de su aletargado estado. 

-¿En qué piensas tanto? –Preguntó curiosamente Tiffany intentando secar su cabello con el viento. 

–Ehm… en lo bello que es el mar –Respondió la rubia regresando su mirada a las olas que crecían con el tiempo.

–Pensé que creías que el mar era solamente un montón de agua –Recordó la bailarina tomando asiento junto su amiga, fijando su mirada en la misma dirección que ella. 

-Estaba fastidiada cuando dije eso –La rubia soltó una risa divertida –Pero, esto es mucho más que agua ¿sabes? , es algo único –Respondió sin despegar su vista de las olas que golpeaban y se perdían unas contra otras. La pelirroja sonrió. 

–No sabía que te gustaba tanto el mar –Dijo la bailarina mirando la profundidad en aquellos ojos onice . 

– Me siento bien al verlo, muy pocas veces he podido hacerlo –Taeyeon seguía hablando con los ojos absortos en lo celeste de las aguas -No sé si lo sabes pero Jeonju es un pueblo pequeño –la mujer rió -y solo pude ver el mar un par de veces con mi papá y luego me mudé a Seul y pensé que vería el mar todo el tiempo, pero bueno … -La rubia suspiró con cansancio -Sobrevivir en esa ciudad no te da tiempo para sentarte en la arena de esta manera –Una risa conformista se escapó de los labios de la rubia. 

–Podríamos vivir en la playa y veríamos el mar a diario –Respondió la pelirroja haciendo que Taeyeon alejara su mirada del mar para fijarla en ella con sorpresa –Me refiero a que podríamos ser compañeras de cuarto o algo –Tiffany estaba ruborizada y sabía que esa no era para nada su intención, pero los ojos confundidos de la rubia la obligaban a corregirse. 

–Algún día Fany… algún día –Contestó la rubia apretando la mano de su amiga junto con una suave sonrisa.

Taeyeon no sabía a qué se refería exactamente con aquel “algún día”. Pero lo que era seguro era que lo sentía como una promesa hacia aquella pelirroja.

***

La noche había caído y el celular de Tiffany no dejaba de sonar, ya fueran llamadas, mensajes de texto, mensajes de voz o lo que sea, aquel aparato no dejaba de timbrar o vibrar contra la mesa de noche. 
Todas aquellas llamadas y mensajes eran de los amigos de la pelirroja quienes querían ir a algún club a divertirse. 

-¡Tiffany, date prisa antes de que lance tu teléfono por la ventana! –Apresuraba Taeyeon con frustración. La pelirroja llevaba casi un par de horas en el baño. 

–¡Ya te dije que les contestes y le digas que estamos en camino! –Gritó Tiffany del otro lado de la puerta. 

-¡Y yo ya te dije que no tendré algún tipo de contacto con alguno de ellos, así que apresúrate! –Replicó la rubia sentándose en la cama sobando su frente. 

–Listo –Dijo la pelirroja abriendo la puerta del baño - Ya no hace falta que sigas quejándote –Bromeó la bailarina. 

Al igual que le sucedió con el bikini, Taeyeon sintió que entraba en un estado de coma al ver a la pelirroja frente a ella. Llevaba un par de shorts negros más una blusa blanca de una sola manga que dejaba al descubierto sus hombros, las ondas de su cabello caían sobre sus hombros y el brillo labial que llevaba era simplemente demasiado provocador como para pasar una noche sin sentir aquellos labios. 

-¿Me veo bien? –Preguntó la eyesmile al ver que la rubia seguía mirándola como si se tratara de alguna especie de bicho extraño. 

–Fabulosa –Soltó la inconsciente rubia haciendo que la pelirroja se sonrojara ante el cumplido. 

–Tú también luces bien –Respondió la bailarina sintiéndose abrumada por la persistente mirada de Taeyeon sobre ella. 

La rubia por su parte, se veía más sobria, con unos jeans de mezclilla entallados y un tank top a rayas grises. Su deber no era llamar la atención, sino proteger a su amiga. 

-Hoy atraerás muchas miradas –Comentó la rubia nerviosa saliendo de su repentina muerte cerebral –Deberíamos irnos ya o tus amigos seguirán molestando –Finalizó al ver que Tiffany no respondía a su primer comentario.

***

Era la primera semana